Es el deseo de agradar a Dios y de pensar como él. La persona espiritual se esfuerza por vivir según las normas de Dios. Tener una religión no hace a una persona espiritual. Jesús dijo; ‘No los que dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino... Solo entrarán los que hacen la voluntad de Dios’ (Mateo 7:21-23).