El documento describe la batalla de Salta del 24 de febrero de 1812, donde el general Manuel Belgrano al mando del Ejército del Norte argentino, en inferioridad numérica y técnica frente al ejército realista, puso a sus tropas bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes y obtuvo una victoria completa gracias también a la intervención de factores naturales, reconociendo la protección de María de la Merced en su parte de batalla.