EL HOMBRE COMUN ES UN SANTO DORMIDO Y EL SANTO ES UN HOMBRE COMUN DESPIERTO. Que les sugiere a ustedes esta palabra: DESPIERTO. Además de los ejemplos que se han dispensado aportar podríamos considerar que estar despierto es mucho más que solo estar consciente de la espiritualidad. Sabemos que esta condición espiritual se encuentra en todos los seres humanos, pero somos conscientes de ella en momentos de crisis, de enfermedad, de muerte, de necesidad, sin embargo ella está presente 24/7 y que es la mayor riqueza depositada por Dios a causa de su amor a su creación. (El mayor regalo de Dios es habernos dotado de una porción de Él en nuestro corazón.) En el desarrollo de este tema iremos en conjunto aportando elementos que nos ayuden a comprender cuál es el propósito de este DESPERTAR del ESPIRITU. Los seres humanos somos indudablemente espirituales, quiere decir que Dios depositó en nuestro interior una esencia que nos hace semejantes a Él y EL DESPERTAR es percibir esa esencia que conduce a la vida virtuosa donde el amor y la sabiduría de Dios se van rebelando poco a poco y transformando a las personas al camino de la SANTIDAD. Confucio dijo que “El hombre cumple la voluntad del cielo cuando se esfuerza en perfeccionarse a sí mismo.” Y esto es DESPERTAR. Recuerdo una enseñanza en que el predicador decía: que cuando llega la luz, la oscuridad queda atrás. Y realmente despertar es abandonar el estado de ensueño engañoso para que la luz brille y se manifiesta la VERDAD. 2-_COMO VIVIMOS CUANDO ESTAMOS DORMIDOS: EL diario vivir está lleno de sufrimientos: catástrofes, epidemias, crímenes, enfermedades y crisis económicas que nos afectan directa o indirectamente pues somos parte de una gran todo social, humano, político. Entonces, es frecuente que en nuestra ignorancia y adormecimiento espiritual reaccionemos disgustados con Dios por cuanto no comprendemos porque Él no actúa, con el fin de detener estos grandes problemas que generan que personas inocentes sufran por los desafueros de otros malvados. O que grandes comunidades se vean afectadas por sucesos naturales o errores de parte de personas o grandes corporaciones que dañan el entorno natural, ecológico o social. Como la deforestación, derrames de petróleo, guerras, etc. Nos preguntamos airadamente ¿Porqué Dios no hace nada al respecto? y a veces hasta levantamos el dedo acusador demandando a los cielos la intervención divina. Acusamos a los demás e incluso a Dios del mal que acontece a diario y nos absolvemos a nosotros mismos evadiendo la responsabilidad espiritual que requiere asumir un compromiso con Dios y su creación- Por eso en nuestra ignorancia nos hacemos los sordos, Y “teniendo oídos para oír no escuchamos la voz de Dios, que desde muy adentro de nuestro corazón nos dice: Para esto te he creado, para esto te puse en este mundo!!!