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AFORISMOS
(Volumen 1)
Miguel de Unamuno
Selección:
Julio Pollino Tamayo
cinelacion@yahoo.es
2
3
1
La vida es continua creación y consunción continua y, por tanto,
muerte incesante.
2
La fe consiste en esperar y querer.
3
Lo que mata es la mentira, y no el error.
4
Creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en Él, es, ante todo,
porque quiero que Dios exista.
5
Yo he buscado siempre agitar, y a lo sumo, sugerir más que instruir.
Si yo vendo pan, no es pan, sino levadura o fermento.
6
Agitar es algo.
4
7
Lo real, lo realmente real, es irracional; la razón construye sobre
irracionalidades.
8
Las gentes que no piensan más que con el cerebro, dan en
definidores; se hacen profesionales del pensamiento.
9
Si un filósofo no es un hombre, es todo menos un filósofo; es,
sobre todo, un pedante, es decir un remedo de hombre.
10
El hombre, por ser hombre, por tener conciencia, es ya, respecto al
burro o a un cangrejo, un animal enfermo. La conciencia es una
enfermedad.
11
Si eso de la salud no fuera una categoría abstracta, algo que en
rigor no se da, podríamos decir que un hombre perfectamente sano no
sería ya un hombre, sino un animal irracional. Irracional por falta de
enfermedad alguna que encendiera su razón.
5
12
La sociedad es otro sentido, el verdadero sentido común.
13
La razón, lo que llamamos tal, el conocimiento reflejo y reflexivo,
el que distingue al hombre, es un producto social.
14
El pensamiento es lenguaje interior, y el lenguaje interior brota del
exterior. De donde resulta que la razón es social y común.
15
Hay un mundo, el mundo sensible, que es el hijo del hombre, y hay
otro mundo, el ideal, que es hijo del amor.
16
En arte la alcahuetería, aunque sea espiritual, suele no pocas veces
convertirse en filosofía. Y otras en opio para adormecer pesares.
17
Lo que no es eterno tampoco es real.
6
18
Es el desenfrenado amor a la vida, el amor que la quiere
inacabable, lo que más suele empujar al ansia de la muerte.
19
Sólo los débiles se resignan a la muerte final y sustituyen con otro
el anhelo de inmortalidad personal.
20
Literato que os diga que desprecia la gloria, miente como un
bellaco.
21
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es
hambre espiritual.
22
El que desprecia el aplauso de la muchedumbre de hoy es que
busca sobrevivir en renovadas minorías durante generaciones.
7
23
Los ídolos de las muchedumbres son pronto derribados por ellas
mismas, y su estatua se deshace al pie del pedestal sin que la mire
nadie, mientras que quienes ganan el corazón de los escogidos
recibirán más largo tiempo fervoroso culto en una capilla siquiera,
recogida y pequeña, pero que salvará las avenidas del olvido.
24
La razón es enemiga de la vida.
25
La mente busca lo muerto, pero lo vivo se le escapa.
26
Para analizar un cuerpo, hay que menguarlo o destruirlo.
Para comprender algo, hay que matarlo, enrigidecerlo en la mente.
27
La ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas salga
vida.
8
28
Todo lo vital es irracional, y todo lo racional es anti-vital, porque la
razón es esencialmente escéptica.
29
Lo racional, no es sino lo relacional; la razón se limita a relacionar
elementos irracionales.
30
¿Quién es capaz de extraer la raíz cúbica de un fresno?
31
Pensar es hablar uno consigo mismo.
32
El eunuco corporal no siente la necesidad de reproducirse
carnalmente, es cuerpo, y el eunuco espiritual tampoco siente el
hambre de perpetuarse.
33
Es mejor que le falte a uno la razón que no el que le sobre.
9
34
Gracias al amor sentimos todo lo que de carne tiene el espíritu.
35
Amar en espíritu es compadecer, y quien más compadece más ama.
36
El hombre ansía ser amado o, lo que es igual, ansía ser
compadecido. El hombre quiere que se sientan y se compartan sus
penas y sus dolores.
37
Si doloroso es tener que dejar de ser un día, más doloroso sería
acaso seguir siendo siempre uno mismo, y no más que uno mismo, sin
poder ser a la vez otro, sin poder ser a la vez todo lo demás, sin poder
serlo todo.
38
El dolor es el camino de la conciencia.
10
39
La conciencia de sí mismo no es sino la conciencia de la propia
limitación.
40
Lo que llamamos el mundo, el mundo objetivo, es una tradición
social. Nos lo dan hecho.
41
Lo más propio y más íntimo de la voluntad es sufrir. La voluntad
es una fuerza que se siente, esto es, que sufre.
42
Lo único de veras real es lo que siente, sufre, compadece, ama y
anhela, es la conciencia; lo único sustancial es la conciencia.
43
Cuanto más clara la conciencia de la distinción entre lo objetivo y
lo subjetivo, tanto más oscuro el sentimiento de divinidad en nosotros.
11
44
Definir algo es idealizarlo.
45
Querer definir a Dios es pretender limitarlo en nuestra mente,
es decir, matarlo.
46
Dios no existe, sino que más bien sobre-existe y está sustentando
nuestra existencia, existiéndonos.
47
Creer en Dios es ante todo y sobre todo, sentir hambre de Dios,
hambre de divinidad, sentir su ausencia y vacío, querer que Dios
exista.
48
La fe necesita una materia en que ejercerse.
12
49
Querer creer, es decir querer crear, no es precisamente creer o
crear, aunque sí comienzo de ello.
50
La fe crea, en cierto modo, su objeto.
51
La fe en Dios consiste en crear a Dios.
52
El dolor es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad,
pues solo sufriendo se es persona.
53
La congoja es algo mucho más hondo, más íntimo y más espiritual
que el dolor.
54
No hay verdadero amor sino en el dolor, y en este mundo hay que
escoger o el amor, que es el dolor, o la dicha.
13
55
Desde el momento en que el amor se hace dichoso, se satisface,
y ya no es amor.
56
Los satisfechos, los felices, no aman; aduérmense en la costumbre,
rayan en el anonadamiento. Acostumbrarse es ya empezar a no ser.
57
El hombre es tanto más hombre, esto es, tanto más divino cuanta
más capacidad para el sufrimiento, o mejor dicho, para la congoja,
tiene.
58
El amor es la desesperación resignada.
59
La fórmula terrible, trágica de la vida íntima espiritual es, o lograr
lo más de dicha con lo menos de amor, o lo más de amor con lo menos
de dicha.
14
60
Quien se acerque al infinito del amor, al amor infinito, se acerca al
cero de la dicha, a la suprema congoja.
61
El dolor nos dice que existimos.
62
Sin materia no hay espíritu, pero la materia hace sufrir al espíritu,
limitándolo.
63
El que se mata, se mata por no esperar a morirse.
64
¡Amor intelectual! ¡Amor intelectual! ¿Qué es eso de amor
intelectual? Algo así como un sabor rojo, o un sonido amargo, o un
color aromático, o más bien, algo así como un triángulo enamorado o
una elipse encolerizada, una pura metáfora, pero una metáfora trágica.
15
65
La resistencia al mal implica resistencia al bien, y aun fuera de la
defensiva, la ofensiva misma es lo más divino acaso de lo humano.
66
La guerra es escuela de fraternidad y lazo de amor; es la guerra la
que, por el choque y la agresión mutua, ha puesto en contacto a los
pueblos, y les ha hecho conocerse y quererse.
67
La guerra es, en su más estricto sentido, la santificación del
homicidio.
68
La pasión es como el dolor, y como el dolor, crea su objeto. Es más
fácil al fuego hallar combustible que al combustible fuego.
69
Lo que más nos une a los hombres unos con otros son nuestras
discordias.
16
70
Tiene el carácter español no poco de anárquico, de indisciplinado
individualismo. El español ha sido siempre poco social.
71
El español clásico —el castellano— fue impositivo y dominante. A
la anarquía interior responde la tiranía exterior. Donde los individuos
se repelen y aíslan, la autoridad tiene que ser recia.
72
No tenemos más que la apariencia de sociabilidad, una franqueza
campechana de pura forma.
73
Lo que se envidia es el prestigio y buen nombre de que goza otro,
no las cualidades por las que lo ha merecido.
74
El bruto no sólo puede ser intelectual, sino que con sobrada
elocuencia suele serlo.
17
75
La arbitrariedad es un método, lo mismo que lo es la lógica.
76
El raciocinio, que es sensualidad, tiene su método, la lógica,
la pasión, tiene también su método, que es la arbitrariedad.
77
La vida, si ha de ser profunda, tiene que tener por base una
desesperación resignada.
78
Alimenta tu pasión, y engendrarás paradojas y te crearás un mundo,
por encima del miserable mundo de la lógica.
79
Sin pasión no se puso nunca en claro cosa que valiese la pena.
18
80
Hay que ser discreto y no molestar a los demás con nuestras quejas.
Toda queja es egoísmo e hija de la vanidad. La vanidad nos hace creer
que no hay dolor como nuestro dolor propio.
81
La materia, el fondo, surge de la forma.
82
La enfermedad es el manantial de los más profundos sentimientos.
83
Los españoles nos dedicamos a hacer tiempo para matarlo.
84
Nuestra risa es una forma de nuestra seriedad inocente.
85
El deber de las mayorías es convertirse en minorías.
19
86
No es obligación del escritor ponerse al alcance del público,
sino obligación del público ponerse al alcance del escritor.
87
El suicidio huye del vencimiento.
88
Los más de los suicidas se matan por miedo a la muerte.
89
La política es el deporte más hipócrita.
90
El afán de simplificar las cosas suele llevar a deformarlas.
91
La misión de España es luchar contra el cielo, que padece fuerza.
20
92
El patriotismo español no pasa de ser regionalista, más bien
aldeano.
93
El regionalismo es profundamente materialista y, por tanto,
conservador.
94
La vocación más señalada que por aquí se nota es la de espectador.
95
Lo que mejor lleva al deporte sano, desinteresado y puro es,
sin duda alguna, la literatura.
96
El cinematógrafo no es más que el teatro sin literatura.
97
No importa tanto matar al toro como perfilarse bien al tirarse a
matar.
21
98
La peor cobardía es la cobardía para el trabajo, esa cobardía que
lleva a tantos desgraciados a exponer su vida ante un toro.
99
La holgazanería espiritual lleva a los aficionados a la cobardía
mental de admirar a los que arriesgan su vida ante un toro, ya que esa
admiración no exige esfuerzo alguno de inteligencia.
100
Todo arte, cuando es arte y no un medio de satisfacer
concupiscencias de la carne o del espíritu, cuando es algo más que
pasatiempo o negocio a cuenta de bajas pasiones —entre las que entra
cierta curiosidad malsana de cosas truculentas y feroces— es y tiene
que ser docente.
101
La ciencia enseña a comprender y el arte a percibir.
102
El arte es, pues, docente, ya que enseña belleza.
22
103
El matonismo intelectual, científico, literario o artístico es una de
las manifestaciones de nuestra vida pública más dignas de estudio.
104
El sentido común es el sentido de la pereza, el que juzga con
lugares comunes y frases hechas, mecánica y no orgánicamente.
105
Criticar es historiar.
106
Hay que afilar, sí, la mente, pero hay que segar con ella.
107
Hay quien cree que sabe algo y sólo descubre que no lo sabe
cuando trata de transmitirlo a los demás.
108
Nadie se encuentra a sí mismo sino a través de otros, y es imitando
como se llega a la originalidad.
23
109
Lo único que me atrevo a aconsejaros es que no hipotequéis el
porvenir de vuestra mente, que no os comprometáis con doctrina
alguna, que no sentéis plaza en ninguna escuela ni secta, que no os
dejéis poner mote o etiqueta, que dejéis abierta la puerta a toda posible
rectificación de pensamiento. Es el único modo de vivir una vida
interior de libertad y de decencia.
110
Dios nos libre de los héroes en tiempo de paz.
111
Degradar las palabras es una cosa y darles elasticidad es otra muy
diferente.
112
Cuando uno se niega a mendigar, dicen que quiere imponerse.
113
El orgullo consiste en esgrimir la verdad y defenderse y atacar con
ella. En cambio, lo que se llama humildad o modestia, no suele ser
más que el artificio doloroso de la mentira.
24
114
El amor no es más que veracidad.
115
La verdad puede pasearse desnuda por las plazas sin que nadie la
vea. Por ir desnuda no la ven.
116
En cuanto se convierte un juego en juego pedagógico, en medio de
enseñanza de algo, pierde su valor intrínseco, su valor como juego,
y pierde, a la vez, por añadidura, su eficacia educativa.
117
El verdadero juego, el juego libre y espontáneo debe ser un fin en
sí y no un medio para otra cosa.
118
Se juega para jugar, para divertirse, para explayar la personalidad,
para darla juego; se juega, en fin, para vivir.
25
119
Jugar es vivir, y se vive para vivir, para más vivir, para acrecentar,
y enriquecer, y prolongar, y, si fuera posible, eternizar la vida misma.
120
El fin moral de la vida es vivirla bien en todos y en cada uno de sus
momentos, como el fin moral del juego es jugar limpio.
121
El fin moral del trabajo es trabajar bien, y no el salario, que no es
más que su fin económico.
122
La caza es, en efecto, un deporte para encubrir la poltronería;
parece que se hace algo y no se hace nada.
123
Ancha es Castilla, sí; pero es más ancho, mucho más ancho el mar.
124
La Historia surge del comercio y no de la labranza.
26
125
La expectativa es un sentimiento estético, esto es, desinteresado.
126
Vivir para ver, sí; pero también ver para vivir.
127
Toda batalla termina en general y mutua derrota. O sea en
transacción.
128
Uno de los mejores ejercicios corporales, acaso el mejor, es el de
estudiar.
129
El toreo podrá desarrollar el valor y la destreza y aun la salud en el
toreo, procurándole un cuerpo sano, aunque agujereado alguna vez;
pero no sabemos qué valor desarrolla en los aficionados a ver el
espectáculo. A lo sumo, el valor de presenciar la muerte de un
prójimo.
27
130
El sarcasmo es propio de la morgue castellana.
131
De lo que se muere alguna gente poco a poco, y casi desde que
nace, es de asco.
132
Hay algo muy triste que vive debajo de lo pintoresco español:
una acorazada insensibilidad que hace a los españoles sordos a todo
interés de justicia.
133
El deber de la inteligencia es criticar.
134
Creer es luchar.
135
El matiz es cosa de países de niebla y de horas de crepúsculo.
28
136
Un pensador libre —que no es lo mismo que librepensador— es
siempre un hereje y todo partido político es dogmático y constituye
iglesia.
137
Un pensador político no puede ser nunca hombre de partido,
a menos de renunciar a pensar.
138
El intelectual inventa, pero no crea. Inventa, esto es, descubre.
139
Si un poeta me da veinte poemas diferentes, y hasta
contradictorios, me da veinte hombres enteros.
140
El intelectual se está contradiciendo siempre, porque es,
por esencia, un ser contradictorio.
29
141
Entre la indigencia y la tontería me quedo con la indigencia.
142
Las leyes no son más que palabras escritas. Y para interpretarlas,
lo primero gramática.
143
Parlamento viene de parlar.
144
Un discurso vale por muchos motines.
145
A escritor estilista, lector elegante.
146
Escribe claro quien piensa claro y escribe plásticamente quien tiene
plástico el espíritu.
30
147
El estilo brota de adentro.
148
No es posible escribir como se habla.
149
Son libres nuestras voliciones, pero no lo son nuestros actos.
150
Al público no le importa el autor.
151
Todo ese gramaticismo insustancial y ñoño que erigen en norma un
mal llamado buen sentido lógico y una pseudo-corrección se curaría si
los conocimientos lingüísticos de verdadera cepa científica se
propagasen un poco entre nosotros.
152
La libre asociación de ideas campea en el lenguaje hablado más
que en el escrito, donde la ahoga no poco la construcción llamada
lógica.
31
153
El estilo no es más que el lenguaje.
154
Cada época ama, ante todo, sus defectos, que es lo que a sus
propios ojos más le distingue de las otras.
155
El cinismo rara vez pasa de ser una más refinada hipocresía.
156
No hay nada más sincero que el fingimiento.
157
Una fuerte personalidad ajena, además, cuando sabe expresarse
—y no la hay de veras fuerte sin algún modo de expresión de su
fortaleza, y expresándose se me revela, me ayuda a descubrir mi
propia personalidad.
32
158
Hay rincones de mi propio espíritu que sólo he de descubrir a la luz
de otro espíritu humano, hay aptitudes y capacidades mías que
permanecerán ociosas, y por lo tanto estériles, en tanto que no me
encuentre con aquel que me las revele.
159
Una frase no es de quien la forjó en expresión aislada, sino de
quien sabe ponerla en su puesto y darle el valor que más la avalore.
160
En los espíritus de naturaleza enfática, el énfasis es natural.
161
El pensamiento es social, es colectivo y, una vez expresado, es de
cualquiera que se apropie su expresión.
162
Creer en Dios no es lo mismo que creer que hay Dios.
33
163
Estilismo no es estilista, los estilistas suelen carecer de estilo.
164
Lo más propio, lo más íntimo, lo más profundo de uno no es lo que
es, sino lo que quiere ser.
165
El español es un improvisador y rara vez pasa del boceto. Lo que
no le sale de primeras apenas si le sale.
166
Expresar algo es pensarlo, y hasta que no se logra expresarlo, no se
logra pensarlo. O sea que hacer estilo es pensar.
167
El promedio de lo humano es lo animal.
168
Lo individualmente personal es lo más humano que hay.
Lo individual es el colmo de lo comunal.
34
169
El estilo, el estilete, clava en la eternidad el vuelo de las sombras
de los pájaros del cielo.
170
El hombre de pasión, el hombre de estilo, hace pensamientos con
las ideas. El tonto convierte en ideas los pensamientos ajenos.
171
El estilo es la calidad de la expresión artística.
172
No resisto las corridas de toros, y si no las resisto he de declarar
francamente que no es por su barbarie y su brutalidad, tanto como por
las “gallardías” de los toreros.
173
Siempre me han repugnado y me han aburrido las corridas de toros,
siempre he deseado que lleguen un día a suprimirse y siempre he
creído que su supresión sería una cosa mucho más fácil de lo que se
cree comúnmente.
35
174
Sólo recuerda el que atiende. Y sólo el que atiende entiende.
Y entender es recordar.
175
Entender es recordar, acordarse.
176
Siento el más profundo respeto y procuro encender en mí cariño
hacia cada uno de mis prójimos y hermanos en humanidad; pero así
que se juntan en masa les pierdo todo respeto y se me hiela todo afecto
hacia ellos.
177
Unas cuantas unidades valiosas hacen una comparación
despreciable, más despreciable cuanto más valiosas sean aquéllas.
178
No debemos querer vivir ni en el pasado ni en el porvenir, sino en
la eternidad.
36
179
No tenemos derecho a predicar contra el tabaco los que nunca
hemos fumado.
180
El reírse de lo que no se entiende o no se siente es el más claro
signo de barbarie espiritual.
181
El afán de agradar ha prostituido la noble misión del escritor
público, convirtiendo a éste en un juglar más.
182
Hasta en la variación queremos orden; nos gusta lo extraordinario,
pero ordenado.
183
No se puede vivir sino muriendo, no se puede ser sino dejando de
ser.
37
184
La intención de no pocos actos está más en el ánimo de quien los
juzga que no en el de quien los comete.
185
La paradoja es hija de la pasión. Toda frase de cajón convertida en
grito de dolor es ya paradójica.
186
Yo quiero un público que deje de serlo, es decir, que piense por su
cuenta. Y por eso procuro darle que pensar, yéndole contra el pelo.
187
Los hombres toleran en otros hombres las opiniones más opuestas
a las suyas propias; lo que no toleran son otros gustos.
188
Rindo culto a la verdad, y acaso mi amor a ella me lleva,
por pasión, a faltar a la verdad… objetiva.
38
189
Digo en cada caso lo que siento, y si lo que siento está contra lo
objetivo, peor para mí. O peor para lo objetivo; no lo sé bien.
190
El que se aburre en el campo es que tiene la mente chica y
despoblada.
191
La primera condición para no perder prestigio y autoridad ante el
público es no rendirse a él.
192
No quiero relajarme a la degradación de ser autor de un libro de
texto. Es una de las industrias más despreciables.
193
En rigor es mucho más difícil criar y educar una idea y hacerla útil
para los demás que engendrarla; pero el caso es que se quiere más a la
que se engendró.
39
194
La paradoja de hoy es el lugar común de mañana.
195
Ganar es cosa fácil; lo difícil es gastar. Como que los hombres y
los pueblos pobres no lo son porque no sepan ganar dinero, es porque
no saben gastarlo.
196
El lenguaje hablado se hizo acaso para mentir o para disfrazar la
verdad; el escrito para descubrirla y desnudarla.
197
Es a distancia y sin verse como en realidad comulgan entre sí los
solitarios.
198
El humor está más en el que oye que en el que habla.
199
La verdad es siempre ácida.
40
200
El que no se ha hecho tradición propia no es fácil que tenga claro
progreso.
201
No es lo mismo que libertad de profesar y exponer ideas. Hay
quien profesa ideas que no piensa.
202
La política es poesía y la historia es drama. Y todo lo demás…
¡literatura académica!
203
La buena prosa quiere ser verso.
204
La fe misma no es sino inteligencia de amor, y si no es inteligencia
no es fe.
205
No hay valor sin inteligencia.
41
206
Nuestro magisterio no es, no puede ser, dogmático; tiene que ser
crítico. Dictar dogmas es engañar al prójimo. Dictar dogmas es matar
la libertad de la inteligencia, es matar la inteligencia, porque la
inteligencia es libertad.
207
Todo tonto es un cobarde. Como que cobardía no es más que eso:
tontería.
208
La eternidad está por encima o por debajo del tiempo, no a lo largo
de él; es su sustancia, no su envoltura.
209
El garbanzo ha contribuido más que Cervantes a la unificación de
España.
210
El pensamiento es algo líquido, fluido, corriente, dinámico,
mientras que la idea es algo sólido, petrificado, estadizo, estático.
42
211
Los hombres de ideas son los que menos piensan. Un hombre de
ideas es un hombre que no piensa.
212
Jugar es soñar la vida.
213
Toda la tierra es, como la mar, un cementerio, y no hay mota en
ella que no haya vivido.
214
Aprender a leer es aprender a hablar y aprender a hablarse.
215
Hay un uso que hacer de la libertad, y es servirse de ella para
conquistar más libertad todavía, para libertarnos de las libertades
conquistadas. Y así, sin fin.
216
La violencia en la polémica no es de los convencidos; es de los que
tratan de convencerse a sí mismos.
43
217
La verdad es luchar. Es luchar por cobrar la verdad. Y creer haberla
cobrado es ya vencimiento y no victoria.
218
La vida no es sino un engaño que trata de desengañarse. Y el
desengaño es la muerte.
219
Hay que ir resuelta y valerosamente al fracaso. Y tal vez en el
fracaso esté la única salvación posible.
220
El poeta es el anti-loco, el cuerdo por excelencia.
221
La verdadera abnegación no es guardarse las penas, es saberlas
compartir.
44
222
La falta de infantilismo es un síntoma de senilidad y de
degeneración.
223
El progreso de la humanidad es progreso en juventud, y los pueblos
más cultos son más jóvenes que los incultos.
224
Hay que sustituir con el culto a niño el acatamiento al viejo, y
acabar con esa mentira de que los años dan experiencia. ¡Desgraciado
el pueblo regido por los viejos! Y sobre todo, que las cunas no dejen
sitio a las tumbas.
225
Malo es cubrir con el pretexto de la pereza la impotencia; pero no
es mejor con el pretexto de impotencia encubrir la pereza, la pereza
moral y la mental.
226
El homenaje que un escritor debe codiciar es ser leído.
45
227
El tedio se engendra de esa terrible soledad que nos produce la
compañía de los de fuerza, de los otros.
228
La neutralidad es, en la enseñanza como en todo, un disparate.
229
El sueño es un puro presente. Y el que no sabe recordar no sabe
esperar.
230
No hay más trabajo eficaz que el trabajo hacia dentro.
231
El fin de la vida es hacerse un alma, hacerse una persona.
232
Casi todo nuestro ingenio cómico español es fúnebre.
46
233
El mejor público para un escritor en España es un público de
analfabetos.
234
Los ignorantes aquí, en España, suelen ser los doctores y
bachilleres, los que creen saber que no saben, los que no han
aprendido sino disparates.
235
En España la moda es calumniarnos y disparatar hablando de
nosotros mismos y cultivar un pesimismo insincero.
236
La existencia huele a sudor; pero la insistencia huele a flato.
237
El hombre no puede vivir sino de hambre.
47
238
Los muertos son los mayores asesinos, se dedican a perseguir a los
vivos para matarlos.
239
La literatura es cosa de los pueblos mudos, tartamudos o
callandrones. Escribiendo se vengan de no saber hablar por hablar.
240
Nadie puede conocerse a sí propio si no empieza por amarse.
241
El que sufre aprende a vivir su sufrimiento, a hacerlo fructificar.
242
La metafísica no es más que otra forma de la exaltación poética,
del rapto, del arrobo.
243
La envidia es la secreción interna del amor propio, de la ambición.
48
244
Cuando la ambición, estreñida y apretada por el temor al fracaso y
al ridículo, se encierra en el alma en que brota, convirtiéndose en
envidia.
245
El envidioso es un tímido, un vergonzoso, un pobre de espíritu que
cesa y se arredra ante el ridículo.
246
La gravedad, la solemnidad, la compostura aparatosa, suelen ser
síntomas de la envidia.
247
Nada hay más solemne que el ayuno espiritual. El tonto de capirote
es solemnísimo.
248
El talento consiste en darles a las cosas un valor de uso.
49
249
El listo no es el que sabe hacer un producto, sino el que sabe
venderlo.
250
El hombre de talento es el que sabe vivir y no el que sabe soñar.
251
No es el mejor modo de servir a nuestros conciudadanos el de
hacer en cada caso lo que ellos esperaban que hiciéramos.
252
Un hombre público es algo útil mientras es una esperanza, lo que
se dice ser una esperanza, y dejar de valer cuando se convierte en los
que llaman una realidad, esto es, un recuerdo. Porque de esperanza se
pasa a recuerdo. A recuerdo de esperanza, por supuesto.
253
De la forma sale el fondo; de la envoltura, el contenido.
50
254
La envidia es una secreción interna de la soberbia; suele ser la
soberbia que no puede brotar hacia fuera.
255
Tener conciencia es obrar. Pero no todo obrar es tener conciencia.
256
No hay más justicia divina que la muerte. Sólo ésta es divinamente
justa. La vida es injusta.
257
No hay más que una llegada segura e ineludible: la de la muerte.
Y ésta es, tal vez, más que llegada, partida.
258
Todo dogmático odia la ideología.
259
No hay más obra que la vida para cada uno. Vivir, cuando es más
que vegetar; vivir pública y civilmente, es obrar.
51
260
Ser conservador es ser uno que busca soluciones para ponerlas en
conserva. Y las soluciones no hacen sino disolver.
261
Una verdad nueva suele ser una nueva desilusión. La verdad es casi
siempre torturadora, y en todo caso, para nuestro consuelo,
indiferente.
262
Los pueblos se enamoran del que sabe llevarles a la muerte
haciéndoles creer que es a la vida adonde les lleva. Y se revuelven
contra el que les dice la verdad cuando esa verdad es muy verdadera.
263
Los problemas, no tienen resolución. Un problema no se resuelve,
se disuelve.
264
Un hombre sincero, amante de la verdad verdadera, de la que
ahoga las ilusiones, no puede contestar a una pregunta más que con
otra pregunta. Por eso vale más crear ilusiones.
52
265
Todo tradicionalista de verdad es un progresista. Un conservador,
no. Embalsamar cadáveres no es resucitarlos,
266
El hombre de acción es el de los cumplimientos, el hombre de
palabra, el orador; el escritor es el de las posibilidades.
267
La acción, el hecho, la hazaña, queda siempre en el pasado,
mientras que la palabra queda en el porvenir siempre.
268
El modo de robustecer y acrecentar la propia personalidad,
es derramarla, tratar de imponérsela a los demás. El que se esté a la
defensiva perece al cabo.
269
El pensamiento es un derivativo de la acción y de la pasión;
toda idea es, o un embrión abortado o un cadáver de un acto.
53
270
El que piensa no es nunca reaccionario, piense como pensare.
271
Lo mejor que puede hacerse en un mundo de mentira: morirse de
ver la Verdad.
272
Hacer tradición es hacer patria.
273
Cuanto más sincera es un alma, tanto más celosamente resguarda y
abriga los misterios de su vida.
274
La libertad está en el misterio; la libertad está enterrada y crece
hacia adentro, y no hacia fuera.
275
A un árbol se le conoce por sus frutos; pero sus frutos no son sus
raíces, aunque de ellas procedan.
54
276
El secreto, el verdadero secreto, es inefable, y en cuanto lo
revestimos de lenguaje, no es que deje de ser secreto, sino que lo es
más aún que antes.
277
Hay que buscar lo eterno en el aluvión de lo insignificante.
278
Preferimos el arte a la vida, cuando la vida más oscura y humilde
vale infinitamente más que la más grande obra de arte.
279
Las lenguas, como las religiones, viven de herejías. El ortodoxismo
lleva a la muerte por osificación; el heterodoxismo es la fuente de la
vida. Y así que una herejía se constituye a su vez en ortodoxia, cosa
perdida.
280
Defendamos a la herejía por ser herejía; por su mera cualidad de
herética.
55
281
Hay que huir de la insinceridad y de la mentira. Si sientes que algo
te escarabajea dentro pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr
tal y como brote. Que hagan de filtro los que te escuchen o te lean.
282
El español tiene, por regla general, más individualidad que
personalidad.
283
El intelectual es el hombre del sentido medio, que llama sentido
común, tan lejos del sentido universal, cósmico o instintivo, en que
viven los carnales, como del sentido propio en que corroboran su
espíritu los espirituales.
284
Sólo odiamos, lo mismo que sólo amamos, lo que en algo, y de una
o de otra manera, se nos parece; lo absolutamente contrario o en
absoluto diferente de nosotros no nos merece ni amor ni odio,
sino indiferencia.
56
285
Es mi envidia, mi soberbia, mi petulancia, mi codicia, las que me
hacen aborrecer la soberbia, la envidia, la petulancia, la codicia ajenas.
286
La falta de sencillez, la falta de sinceridad, lo echa a perder todo.
287
Todo lo rebuscado es falso.
288
A luchar por la conquista de la personalidad, a luchar por la libertad
propia, que es la mejor manera de luchar por la libertad de los demás.
289
Pedagogo es el que enseña a enseñar a los niños a que se le olviden
de que están viviendo, es decir, de que van a morirse.
290
Pensar es rumiar; pensamiento es pienso.
57
291
La salud para el sano no es la misma que para el enfermo, pues
para éste es una paradoja, y para aquél un lugar común.
292
La cara no se le cae a uno más que de vergüenza. Pero un
descarado lleva careta.
293
Pensar es querer pensar y querer es pensar que se quiere. Ni cabe
querer sin pensamiento, ni pensar sin querencia.
294
El sueño es el reino de los deseos sin voluntad.
295
El pensamiento que piensa, no el pensamiento que es pensado.
296
Gana y desgana tienen que ver con ganar. El que tiene ganas, gana,
y el que desgana, pierde.
58
297
El hombre es un pensamiento que piensa y es pensado. Y mientras
piensas, quiere, y mientras es pensado, sueña. Es un movimiento que
se mueve y es movido. Es una pasión que actúa y una acción que
padece. Es un drama.
298
El que encuentra una expresión encuentra un acto; el que crea una
palabra, crea una acción.
299
El que sabe poner un mote mortal a un adversario, le mata, y a las
veces al matarle así le inmortaliza.
300
En lógica, la definición es un punto muerto. O un círculo vicioso,
que es casi lo mismo.
301
Mi aforismo no puede ser más que mi epitafio, y no cabe inscribirle
a uno el epitafio hasta que no haya muerto a resucitar.
59
302
La tradición hace posible la ciencia, mejor dicho, la ciencia
misma es tradición.
303
El inquisidor es más caritativo que el anacoreta.
304
La lengua es un arma, y todo perfeccionamiento que en un arma
introduce un pueblo, muy pronto lo adoptan los demás pueblos que la
usan. Siempre le quedará a cada uno el modo de manejarla, y sobre
todo, el valor y arrojo con que la emplee y los fines para que lo haga.
305
El saber ser pobre es cosa más del corazón que de la cabeza.
306
Nacer no sino hacerse, y hacerse es nacer.
60
307
La secreta malicia del tonto es su deseo de pegarnos su tontería.
Porque el tonto es igualitario.
308
No se debe reír ni hacer reír para corregir costumbres; débese reír
por reír, por la risa misma, desinteresadamente, lo cual, cuando se
trata de un tonto, es reírse para ocultar la indignación o el llanto.
309
La primera cualidad que debe tener un buen médico es la de saber
mentir.
310
El hombre ha de aspirar a ser espejo.
311
El lenguaje más vivo es el infantil. Y por eso hay tan pocos
escritores que sepan hacer hablar a los niños. Porque el niño habla,
crea, y el escritor escribe, entierra lo creado.
61
312
La historia no es más que barajar, esto es: guerrear, y desbarajar o
desguerrear o hacer paces que traigan nuevas guerras y frente a ello no
cabe más que la paciencia.
313
El que ha sido de verdad niño lo será siempre y sus canas,
cuando envejezca, tendrán blancura de niñez.
314
La santidad es una enfermedad de la hipocresía, y la criminalidad,
una enfermedad del cinismo.
315
La originalidad, o sea la propiedad mental, es un robo, un plagio,
y el plagio es una originalidad. El plagio es una segunda originalidad,
y la originalidad es un primer plagio.
316
El sentido común no es de nadie, no es propiedad de nadie;
es mostrenco y resiste a monopolios.
62
317
Lo opuesto a un lugar común es una paradoja, o sea un lugar
común de mañana.
318
Libertad no es más que responsabilidad. Es libre el que se siente
libre, y se siente libre el que se siente responsable. El que es incapaz
de arrepentirse y de sentir remordimiento, ése no es libre.
319
Todo problema es irresoluble. O más bien, sólo se resuelve en otro.
320
Todo tonto es un cobarde.
321
Urgencia no es energía. Hace falta más energía para contemporizar
que para precipitarse.
322
La tragedia es una necesidad popular.
63
323
Bueno es hacer algo, pero es mejor saber lo que se ha hecho.
324
La verdadera patria es la del espíritu.
325
El fin sublime es la contemplación posesiva; el hacerse dueño del
mundo comprendiéndolo y sintiéndolo.
326
La muerte es la gran poetizadora; la muerte, que sedimenta la
tradición, único verdadero fondo de toda poesía. Sólo es poético lo
que, habiendo vivido, reposa en la eternidad.
327
La pasión no habla con sencillez nunca. La pasión es tumultuosa y
enfática; la sintaxis de la pasión es una sintaxis que se precipita, que
se atropella. Se trasparenta en el escrito el trabarse de la lengua y su
tartamudear.
64
328
El apasionado no puede ser ni sencillo ni irónico. Es tumultuoso,
turbio y enfático, y cuando quiere burlarse, insulta. La sencillez se le
convierte en sequedad; la ironía se le convierte en sarcasmo.
329
Cuando oigáis a algún joven literato o publicista español decir que
es una vergüenza el que no conozcamos mejor a América y sus
escritores o publicistas es que está buscando recíproca
correspondencia, es que quiere colocar sus trabajos en América.
330
La tontería es una enfermedad moral. El tonto es tonto porque no
es bueno. El bueno de corta inteligencia no llega a tonto. Se queda en
discreto.
331
Pospón toda sabiduría terrena, y toda humana y propia
complacencia.
65
332
El misterio de la libertad es el misterio mismo de la conciencia
refleja y de la razón. El hombre es la conciencia de la naturaleza, y en
su aspiración a la gracia consiste su verdadera libertad. Libre es quien
puede recibir la divina gracia, y por ella salvarse.
333
Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas, y la verdad se
busca con la humildad.
334
El que quiere todo lo que sucede consigue que suceda cuanto
quiera. Omnipotencia humana por resignación. Mas no comprendía
que a tal resignación sólo por la gracia se llega, por la fe y la caridad.
335
Muchas veces he escrito de la diferencia entre la razón y la verdad
sin entenderlo bien. Aquí abajo, en las disputas a que Dios nos dejó
entregados logramos tener razón, pero verdad es el asiento y la paz.
66
336
Por la humildad se alcanza la sabiduría de los sencillos, que es
saber vivir en paz consigo mismos y con el mundo, en la paz del
Señor, descansando en la verdad y no en la razón.
337
Entro en la fe con la soberbia de los años de mi sueño, y todo se me
vuelve maquinar vanaglorias en ella, haciendo que Dios me sirva y no
que sirva yo a Él. Pensaba en los conversos célebres y en las
vanidades de un catolicismo de relumbrón. Pido a Dios que me
despoje de mí mismo.
338
Triste cosa es dejarse adormecer por voces que enmudecerán a
nuestros oídos cuando se nos ensordezcan éstos para siempre.
339
«Sueño». Buscar en el sueño refugio, en la muerte mala.
67
340
Nunca he podido ser un sectario, siempre he combatido todo
dogmatismo, alegando libertad, pero en realidad por soberbia, por no
formar en fila ni reconocer superior ni disciplinarme. Quiero oír, vivir
y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las
suyas, con la santa libertad del obediente.
341
Vivamos como si hubiésemos de morir dentro de un instante.
342
El conocerse a sí mismo en el Señor es el principio de la salud.
343
Socialismo y comunismo. El santo comunismo de la comunión,
el participar todos de un mismo Dios; el comulgar en espíritu.
344
¿Qué hace la comunidad del pueblo sino la religión? ¿Qué les une
por debajo de la historia, en el curso oscuro de sus humildes labores
cotidianas? Los intereses no son más que la liga aparente de la
aglomeración, el espíritu común lo da la religión. La religión hace la
patria y es la patria del espíritu.
68
345
La niñez. Se me ha ocurrido muchas veces que son los justos de
Sodoma, por los que Dios no nos destruye.
346
La letra mata, el espíritu vivifica. Y el espíritu no es el sentido,
porque el sentido no es más que la razón y el espíritu es la verdad.
347
La verdad es objetiva y subjetiva. Objetivamente es la verdad la
relación de las cosas con la gloria de Dios, así como la razón su
correspondencia con la mente divina, y subjetivamente es su relación
con nuestra salvación. Es verdadero cuanto glorifica a Dios (todo) y
cuanto nos conduce a nuestra salvación en cuanto a ella nos conduce.
Todo es pues verdadero, y la mentira nada positivo.
348
¡Actos, actos, actos!
349
La verdad de la fe se prueba por su existencia, y sólo por ella.
69
350
Quiero consuelo en la vida y poder pensar serenamente en la
muerte.
351
Dame fe, Dios mío, que si logro fe en otra vida, es que la hay.
352
¿La muerte es un misterio? También el nacimiento lo es. ¿Cómo de
los hombres salen hombres?
353
Saber llorar, ¡qué gran sabiduría! Sabiduría de sencillez,
de sustancia y de vida.
354
Puesto que la muerte es el término natural de la vida, el camino
natural de ésta es ir a aquélla, y su natural luz la luz de su fin. Sólo se
comprende la vida a la luz de la muerte. Prepararse a morir es vivir
naturalmente.
70
355
¡Sencillez, sencillez! Dame, Señor, sencillez. Que no represente la
comedia de la conversión, ni la haga para espectáculo, sino para mí.
356
En la religión se unifican la ciencia, la poesía y la acción.
357
Vivir, vivir de veras, vivir espontáneamente, sin segunda intención,
vivir para morir y seguir viviendo; he aquí lo que se consigue con la
santa sencillez que da Dios al que se le humilla.
358
Salimos de la nada, acostumbrémonos a considerarnos dignos no
más que de la nada y la esperanza dará sus frutos en nosotros.
359
Teme y desea tu último día.
71
360
No hay música mala. Hay obras literarias malsanas, impías,
desoladoras; hay cuadros que excitan a la concupiscencia. La música
es según se la recibe. En un alma pura toda música produce
sentimientos de pureza.
361
La música ahonda nuestros sentimientos, los nuestros; hace que
seamos más nosotros mismos. Una misma tocata sume al voluptuoso
en el fango de su voluptuosidad, mientras al puro le hace recrearse en
su pureza.
362
No hay música más grande ni más sublime que el silencio, pero
somos muy débiles para entenderla y sentirla. Los que no podemos
sumirnos en el silencio y recibir su gracia, tenemos a la música, que es
como la palabra del silencio, porque la música revela la grandeza del
silencio y no nos da charla vana.
363
La pobreza, entendiendo por ella lo estricto necesario, es una
bendición, pero tal pobreza es positiva riqueza. La miseria es una
desgracia tan grande como las riquezas.
72
364
Iustitia elevat gentes, miseros autem facit populus peccatum.
No hay otra filosofía de la historia.
365
Por el infierno empecé a rebelarme contra la fe; lo primero que
deseché de mí fue la fe en el infierno, como un absurdo inmoral.
366
Las impenetrables tinieblas de ultratumba para nuestra luz natural,
para nuestra razón, deben ser la luz sobrenatural, la verdad de nuestra
vida.
367
Una vida que es pura tiniebla, y muerte continua y disolución de
siempre, siempre, siempre, siempre, siglos de siglos y más siglos.
73
368
Cada uno de nosotros es la confluencia de una eternidad y de una
inmensidad. Todas las cosas están encadenadas y obran unas sobre
otras, con acción directa o indirecta, primaria, secundaria, terciaria...
miliaria. El movimiento de la última estrella es parte en la acción de
nuestra tierra. Sobre nosotros obran todos los concomitantes de
nuestros actos y los antecedentes todos de estos concomitantes y los
concomitantes de esos antecedentes. Cada fenómeno es resultado de la
vida toda del universo, efecto de la Causa única.
Y del mismo modo cada acto nuestro obra sobre otros y éstos sobre
otros y va así extendiéndose hacia la inmensidad y la perdurabilidad.
La caída de una china bastaría para derribar un inmenso sistema
planetario en equilibrio inestable, y aun cuando no lo derribe ni se vea
su efecto ¿dejará de modificarlo a todo él?
¿Y nos extraña que se hable del efecto infinito de nuestra culpa, de
la infinitud de nuestro pecado?
Hay un mar de amargura que baña a todos los seres; cada nuevo
pecado hace más amargo ese mar y esa mayor amargura se extiende a
todos. ¿Que en el inmenso mar es infinitamente pequeño el aumento
de amargura que tu pecado puede producir? ¿Que tu gota no hará
rebasar al océano? Tal vez pierdas a un alma que está al borde del
abismo, a la que sólo una partícula de gota basta para perder.
369
La razón humana, abandonada a sí misma, lleva al absoluto
fenomenismo, al nihilismo. Toda aceptación de algo sustancial y
trascendente es cosa de imaginación o remedo de fe. La Idea, el
Absoluto, la Voluntad, el Inconocible, ¿qué es todo eso más que una
idea nuestra, un fenómeno de nuestra mente? Y nuestra mente, ¿qué es
más que un fenómeno, una apariencia? Para la razón no hay más
realidad que la apariencia. Pero pide a voces, como necesidad mental,
algo sólido y permanente, algún sujeto de las apariencias, porque se
siente a sí misma, se es, no meramente se conoce. Y llega a aquella
desoladora infinita vanità del tutto, a la vanidad de vanidades y todo
vanidad, último punto de la sabiduría humana.
74
370
Por la fe recibimos la sustancia de la verdad, por la razón su
forma.
371
Cuanto más corras de la muerte más te acercas a ella. Lo mismo
pasan los días de absorbente ocupación que los días de reposada
contemplación.
372
¡Laboriosidad! Cuánta labor que no es más que la del jumento en la
noria.
373
¡Trabajar! ¿Y para qué? ¿Trabajar para más trabajar? ¿Producir
para consumir y consumir para producir, en el vicioso círculo de los
jumentos? He aquí el fondo de la cuestión social. Si el género humano
es una mera serie de hombres sin sustancia común permanente, si no
hay comunión entre los vivos y los muertos y éstos no viven sino en la
memoria de aquéllos ¿para qué el progreso?
75
374
¡Conócete a ti mismo! Repítese esto mucho y como a principio de
filosofía lo tiene la sabiduría mundana. Pero entiende por ello
estudiarse como a ser extraño, como a mero ejemplar de la
humanidad, como a asunto científico, psicológicamente. El conócete a
ti mismo lo reducen a fría fórmula de conocimiento puramente
intelectual, a ciencia de anatomía y nada más. Pero no a conocerse
como a tal individuo concreto y vivo, como al yo individual y
concreto, vaso de miserias y de pecados, de grandezas y de
pequeñeces.
375
Algunos caen en un psicologismo estéril y nocivo, escarbando en sí
mismo y tomándose como de anima vili para ociosos experimentos.
¿Qué diríamos de un cirujano que se magullase un brazo para
estudiarse, o de un médico que se inoculase tuberculosis para estudiar
en sí mismo la enfermedad? Pues así se conducen muchos con su
alma.
376
El protestantismo oscila entre la esclavitud de la letra y el
racionalismo, que evapora la vida de la fe. Si la Iglesia católica
desapareciese se desvanecerían las confesiones protestantes, y,
desvanecidas éstas, aquélla no desaparecería.
76
377
El protestantismo tiene que cumplir su ciclo todo, ir a perderse en
el racionalismo que mata toda vida espiritual, para que vuelva a caer
en la fe de que salió.
378
¡Libertad, libertad! ¿Cuándo un protestante ha llegado a la libertad
de los místicos católicos? O caen en la esclavitud de la letra, o en el
nihilismo de la razón.
379
Han querido sujetar la fe al progreso, cuando la fe vive por debajo
del progreso, dentro de él, permanente y quieta, como la verdad dentro
de la razón.
380
El naturalismo acaba por el endiosamiento, por el único de Max
Stirner; el sobrehombre de Nietzsche acaba en el nihilismo. Yoísmo y
nihilismo son cosas que acaban por identificarse.
77
381
Hay, sin embargo, una natural aspiración en el anarquismo, la de
libertarse de la ley exterior, de la letra que mata, y vivir según el
espíritu y la justicia.
382
Hay que perderse en esa nada que nos aterra para llegar a la vida
eterna y serlo todo. Sólo haciéndonos nada, llegaremos a serlo todo;
sólo reconociendo la nada de nuestra razón, cobraremos por la fe el
todo de la verdad.
383
Pedimos señales, como si no fuese la señal más evidente el que las
pidamos.
384
Tengo que vivir en el mundo y en él ¿no puede alcanzarse la
perfección ascética? La de la intención y el deseo sí.
385
Tristeza al despertar de noche y encontrarme con una mano
dormida. Me apresuro a moverla y tocarla, preocupado de si la tengo
muerta y seca y es la muerte que por ella viene.
78
386
Si se anunciara el fin del mundo para un día cualquiera de aquí a
cincuenta años, ¿en qué estado no caerían los espíritus? Pues para
cada uno de nosotros la muerte es el fin del mundo, entonces el sol se
nos oscurecerá, los sonidos todos enmudecerán, las cosas todas se nos
licuarán en la nada.
387
Es un mal síntoma cierta afición a las obras místicas y la
especulación mística, y desvío de las ascéticas. Es el poso del maldito
intelectualismo. No se puede llegar a la mística sin pasar por la ascesis
y sólo mediante ésta, y si no salimos de ella en ella debemos
quedarnos. Ésta es la humildad. Otra cosa es tomar la mística como
curiosidad.
388
El hombre ideal del racionalismo es el hombre autómata,
perfectamente adaptado al ambiente. Todos sus actos son reflejos,
y como no hay roce alguno entre el proceso interior suyo, psíquico,
y el proceso exterior o cósmico, no hay conciencia.
389
El sentimiento, el amor, la voluntad, es un estado de conciencia,
un momento representativo, una idea.
79
390
La religión natural, el deísmo, el panteísmo, llevarían a la
superstición o al fetichismo esteticista. Rota la unión entre lo divino y
lo humano, intelectualizado Dios, la necesidad de comunión viva con
él se haría sentir.
391
Es doctrina corriente en psicología la de que la idea es la incoación
del acto, un acto abortado o reducido. Así si se produce un estado de
vacío en la conciencia, el sueño hipnótico, una simple idea sugerida
llega hasta el acto, al no encontrar contradictora. La idea es fuerza,
la idea es motriz, la idea es un reflejo reducido e interiorizado.
392
Pensar una cosa es el principio de consentirla y cometerla. Pero
viene la inhibición, la reacción del espíritu total a un pensamiento
sugerido de fuera.
393
Padezco abulia; sin excitante externo no sé resolverme a obrar, y
todo mi recurso es procurar provocar ese excitante. Alguna vez se me
ocurre la locura de desear una grave enfermedad, un accidente o
aprieto que poniéndome cerca de la muerte me mueva a pedir
confesión y rompa este estado.
80
394
Ese horror a la nada, ¿no es un aviso acaso? ¿No sería más horrible
que la nada una eternidad de soledad, a solas con la propia nada?
Puesto que sólo en ti has pensado y a ti sólo te has buscado y te has
creído centro del universo contigo y sólo contigo estarás eternamente,
con tu mundo interior, borrado a tus sentidos el de fuera, y así te
penetrarás pronto de tu nada y tendrás tu propia nada por eterna
compañía.
395
Es una enfermedad terrible el intelectualismo, y tanto más terrible
cuanto que se vive en ella tranquilamente, sin conocerla; es tan terrible
como la locura o el idiotismo, en que se dice que ni el loco ni el idiota
sufren, pues no conocen su mal, y aún pueden vivir contentos. No
hace más que reírse Raimundín.
396
Me ha estado halagando el que me llamaran místico, creyendo que
es un grado más potente de espíritu, más que filósofo, así como esto es
más que científico. Y lo que hay que ser es bueno.
397
¡Cuánto daño hace ese neo-misticismo, ese falso misticismo de
soberbios, ociosos, sensuales y borrachos! Hay que ser bueno.
81
398
El gran misterio es la conciencia y el mundo en ella.
El principio de causalidad sin la conciencia sería la mera
consecución de dos fenómenos.
399
Nuestra voluntad sin la gracia no es nada.
400
Vivimos muriendo, a cada momento morimos y renacemos, el
fugitivo presente fluye entre la muerte del pasado y el nacimiento del
porvenir. Y este nacimiento es, como el nuestro, peligro de muerte.
401
Hay que gastar más las rodillas que los codos.
402
He tendido a la nada, a la destrucción ideal de todo, a reducirlo a
mero fenómeno; he querido hacer de mi nada el centro del universo,
lo merecido es la nada de todo verdadero ser, la muerte eterna.
82
403
Libertad, libertad, libertad.
404
El idealismo enerva y es más soberbio que el positivismo.
405
Hay que guardarse mucho del sentimentalismo, que se da por fe
racional.
406
El literatismo y el esteticismo mismo son flor venenosa del espíritu
pagano.
407
¡El arte por el arte! Tanto vale decir la vida por la vida. No, la vida
por la muerte, la vida por la vida eterna; y el arte por el arte eterno,
por la religión.
83
408
El religiosismo puede conducir por la religiosidad a la religión,
pero puede ser un narcótico sentimental que endormezca al hombre en
la propia voluptuosidad y en la lujuria espiritual.
409
Hay que vivir, se dice, y se dice esto en el peor sentido. Sí, hay que
vivir, pero hay que morir también. Y sobre todo hay que vivir
muriendo para poder morir viviendo.
410
Morir habemos. ¡Qué hermosa frase! Es a la vez «moriremos»,
esto es = morir-hemos, y «tenemos muerte» habemus mori o mortem.
411
Cuanto más se piensa en la muerte más serena calma se saca para
la vida.
412
Vivir en muerte, he aquí el único modo de morir en vida y en vida
eterna.
84
413
Hay que vivir recogiendo el pasado, guardando la serie del tiempo,
recibiendo el presente sobre el atesorado pasado, en verdadero
progreso, no en mero proceso.
414
No es lo mismo obrar el bien que ser bueno. No basta hacer el bien,
hay que ser bueno.
415
No importa que los hombres sean mejores, lo que importa es que
no puedan hacerse mal.
Vale más ser bueno aunque se haga mal alguna vez, que ser malo y
hacer bien, bien aparente.
416
Cuanto más difícil es hacer el mal, más importante es ser bueno.
417
La muerte revela al bueno.
85
418
Hay que purificar las intenciones, que los actos ellos saldrán puros.
419
Es mucho más profundo de lo que se cree lo de que la fe justifica
las obras, y si la fe sin obras es fe muerta, las obras sin fe son obras
vanas.
420
Sólo la bondad interior santifica las obras buenas. Y la bondad
interior es la humildad, cuya forma es la fe.
421
¡Altruismo! ¡Altruismo! El altruismo lógico es el de Schopenhauer;
predicar el suicidio cósmico o colectivo.
422
Salvar a los demás salvándose es lo mismo que salvarse salvando a
los demás.
86
423
¡Altruismo, generosidad, abnegación! Vanas palabras para apartar a
los hombres de su propia salud.
424
La cosa es clara; si la humanidad progresa en cultura, en facilidad y
agradabilidad de vida, si se hacen los hombres más accesibles a los
encantos del arte y de la ciencia, y con ello refinada la cultura y
sensibilizada la conciencia se hace más sensible y clara la percepción
de la nada, los hombres se harán más infelices con su propia
infelicidad. Cuanto más grata y dulce y encantadora la vida más
horrible la idea de perderla. Y así se pudren las culturas y llegan las
decadencias; cada día se hace más evidente el vanidad de vanidades.
425
Hay, aunque parezca paradoja, la infelicidad de la felicidad. Los
que viven en el bienestar y el goce gustan el amargo fruto del spleen,
del aburrimiento, de la desesperación.
426
El fin del hombre es hacerse feliz, verdaderamente feliz, no culto ni
exquisito. Y si la felicidad mundana conduce a la desesperación,
es que no es la felicidad verdadera.
87
427
¡Esperanza, esperanza! La esperanza es la fuente de felicidad, y la
fe la madre de la esperanza. De ellas brota la caridad, y ésta las
mantiene.
428
No pensar en la muerte. ¡Imposible! Cuanto más se goza más se
piensa en ella. ¡Feliz quien en ella piensa desde el seno del dolor!
429
Hay que vivir con toda el alma, y vivir con toda el alma es vivir
con la fe que brota del conocer, con la esperanza que brota del sentir,
con la caridad que brota del querer.
430
Pasando por una estrecha tabla sobre un abismo insondable el
vértigo nos da vahídos y vemos que nos van a faltar fuerzas, y
hacemos desesperados esfuerzos por ver claro y despejarnos y por
cobrar fuerzas y estos esfuerzos nos agotan más. Debe de ser terrible
hacer esfuerzos por cobrar esfuerzo.
88
431
El querer creer ¿no es principio de creer? El que desea fe y la pide
¿no es que la tiene ya aunque no lo sepa?
432
¡Que sea lógico con mis antecedentes! Y ¿por qué no he de ser
lógico con mi corazón? ¿Es que mis antecedentes valen más que mi
corazón?
433
Cuando la serpiente se desprende de su vieja piel es que tiene ya
formada la nueva por debajo; es ésta la que cosquillea a aquélla y la
expulsa. Nunca queda desnuda.
434
No quiero querer; quiero obedecer. Que me manden.
435
La paz está en la contemplación; en la acción la guerra. Pero cabe
hallar una contemplación activa o una acción contemplativa.
89
436
¡La Vida! Todo se vuelve himnos a la vida, exaltaciones de la vida.
Esto es una borrachera. Esa condenada literatura produce la fatal
ilusión de que la vida no se acaba, que continúa después de nuestra
muerte.
No, muerto tú para ti no vive ya nada de aquí abajo.
437
Que Dios nos ha creado, y ¿por qué hemos de darle gracias por
habernos creado si hemos de volver a la nada de que nos sacó?
438
¿Que no somos más que un fenómeno transitorio en el mundo?
Y ¿por qué no ha de ser acaso el mundo nada más que un fenómeno
transitorio en nosotros?
439
La fe es un hecho en los que la poseen y disertar sobre ella los que
no la tienen es como si una sociedad de ciegos discutiera acerca de lo
que oyeran hablar de la luz a los videntes.
440
La fe es un hecho, y como un hecho hay que estudiarla.
90
441
El modo más seguro acaso de llegar a creer el credo es rezarlo con el
mayor fervor posible todos los días.
¿Que esto es una auto-sugestión? ¿Y qué es eso de la auto-sugestión?
¿Que soy como sugestionador y como sugestionado? ¿Puede ser el
mismo sugestionado sugestionador? ¿De dónde me ha venido la
sugestión?
442
¡Vivir para la historia! ¡Cuanto más sencillo y más sano vivir para
la eternidad!
443
No hay más que un supremo problema moral y práctico, el de la
ultratumba. Si es la nada el mundo que te imaginas sobreviviéndote no
pasa de ser una imaginación tuya que contigo morirá.
444
Es horrible el esteticismo; es una muerte. ¡El arte por el arte!
Cuantos supuestos creyentes defienden esta blasfemia creo resulten
incrédulos prácticos, pecadores habituales.
91
445
¡Belleza, sí belleza! Pero la belleza no es eso, no es la del arte por
el arte, no es la de los esteticistas. Belleza cuya contemplación no nos
hace mejores no es tal belleza.
446
Hay que ir por la práctica a la teoría; éste es el camino derecho.
Queriendo arrancar de la teoría se queda en la impotencia.
447
Cuando vayas a tomar una resolución o a llevar a cabo algo
imagínate que has de morirte una vez cumplido lo que propones y haz
todo lo que hagas como si hubieras de morirte al punto.
448
Nos resistimos al misterio por figurarnos que no sea más que lo
que bajo su fórmula nos imaginamos. La fórmula química es
verdadera, más bien es racional, pero no es la verdad.
449
Los misterios son símbolos, sí, pero símbolos de lo inconocible en
esta vida. Hay que saber distinguir entre el misterio en sí y el misterio
con relación a nosotros. Nos resistimos a él por creer que ha de ser en
sí como se nos aparece.
92
450
Hace falta elemento exterior, culto común, todo lo que da vida al
hombre exterior para que preserve y guarde al interior, y hace falta
que éste dé calor y vida al exterior.
451
El hombre es núcleo de sociedad, germen de ella, y a la vez
miembro de ella; es el hombre sociedad condensada y es la sociedad
hombre expansionado.
452
Sé unánime contigo, que esto es ser sincero. Sé siempre tú en todo
tiempo, lugar y circunstancia.
453
La tierra forma parte del cielo. Está en nosotros mismos, en nuestro
cielo interior.
454
Meditar es considerar con amor fija y recogidamente un misterio,
un mismo misterio, procurando llegar a su esencia amorosa, a su
centro vivífico; pensar es establecer relaciones entre ideas diversas.
El más alto grado de la meditación es el éxtasis, el del pensamiento la
construcción de un sistema filosófico. Meditando se hace uno mejor,
más santo, pensando más sabio.
93
455
«¡Conócete a ti mismo!», decía la inscripción, y Carlyle dice: no,
eres inconocible, ¡conoce tu obra y llévala a cabo! ¿Y cuál es mi obra?
Hay algo más que conocerse, que obrarse (o llevar a cabo su obra) y
que amarse, y es serse. Sete a ti mismo, sé tú mismo, y como eres
nada, sé nada y déjate perder en manos del Señor.
456
Ser moral no es ser moralista ni ser moralista es ser moral.
457
Cuando la vida es honda, es poema de ritmo continuo y ondulante.
458
No te creas más, ni menos ni igual que otro cualquiera, que no
somos los hombres cantidades. Cada cual es único e insustituible; en
serlo a conciencia, pon tu principal empeño.
459
La seriedad es la dicha de vivir tu vida asentada sobre la pena de
vivirla y con esta pena casada. Ante la seriedad que las funde y al
fundirlas las fecunda, pierden tristeza y alegría su sentido.
94
460
La pesadez y la monotonía son las dos cualidades más
clásicamente castizas de nuestra literatura clásica castiza.
461
Cuando la poesía no surge, como de manantial rebosante, de las
entrañas del espíritu, perenchidas de ello, ocioso es buscarlas por
excitantes meramente externos.
462
Cuanto menos se lee, hace más daño lo que se lea. Cuantas menos
ideas tenga uno y más pobres sean ellas, más esclavo será de esas
pocas y pobres ideas. Las ideas se compensan, se contrastan, se
contrapesan y hasta se destruyen unas a otras.
463
No hay más que una humildad verdadera, y es la sinceridad. El que
se preocupa de mostrarse humilde o de aparecer modesto es que
alimenta una real soberbia. Lo derecho es dejarse ser como es, es
coger el alma propia y con fuerte brazo tenderla en la plaza pública,
a las miradas y a las pisadas de todos los que pasen.
95
464
No mires, joven, tu reflejo en los demás; mira sus reflejos en ti
mismo. No te busques desparramado en los otros antes de haber
buscado a los demás coyuntados en ti. Si los unes en tu espíritu, sabrás
luego unirlos en la vida.
465
La literatura ciudadana me parece algo en el fondo incoloro, que no
es en rigor de ningún país ni de ningún tiempo, algo obtenido per via
remotionis, por alquimia literaria, literatura cerebral, en fin.
466
Lo mío precede al yo; hácese éste a luz propia como posesor, se ve
luego como productor y acaba por verse como verdadero yo cuando
logra ajustar directamente su producción a su consumo.
Del ambiente exterior se forma el interior por una especie de
condensación orgánica, del mundo de los fenómenos externos el de la
conciencia, que reacciona sobre aquél y en él se expansiona. Hay un
continuo flujo y reflujo difusivo entre mi conciencia y la naturaleza
que me rodea; que es mía también, mi naturaleza; a medida que se
naturaliza mi espíritu saturándose de realidad externa espiritualizo la
naturaleza saturándola de idealidad interna. Yo y el mundo nos
hacemos mutuamente. Y de este juego de acciones y reacciones
mutuas brota en mí la conciencia de mi yo, mi yo antes de llegar a ser
seca y limpiamente yo, yo puro. Es la conciencia de mí mismo el
núcleo del recíproco juego entre mi mundo exterior y mi mundo
interior. Del posesivo sale el personal.
96
467
El hombre, el verdadero hombre, el que es un hombre, todo un
hombre, lleva en sí, heroico Robinsón, el mundo todo que le rodea;
con su cultura civiliza cuanto maneja.
468
Las civilizaciones son matrices de culturas, y luego éstas,
libertadas de aquéllas, que de placentas se convierten en quistes, dan
origen a civilizaciones nuevas.
469
No tiene sentido alguno racional el preguntar si es la sociedad para
el individuo o éste para aquélla, porque yo soy sociedad y la sociedad
es yo. Los que oponen entre sí los términos de socialismo y
anarquismo, socialismo e individualismo, sociedad e individuo, son
los que creen es cuestión alguna la enorme simpleza aquella de «¿cuál
fue antes, el huevo o la gallina?». Este antes es el sello de la
ignorancia.
470
El nacionalismo, el patriotismo de las grandes agrupaciones
históricas, cuando no es hijo de la fantasía literaria de los grandes
centros urbanos, suele ser producto impuesto a la larga por la cultura
coercitiva de los grandes terratenientes, de los landlords, de los
señores feudales, de los explotadores de los latifundios.
El proceso económico-social moderno, mercantil e industrial,
arrancando del libre cambio, trae el verdadero cosmopolitismo, la gran
patria del espíritu, que del cambio se nutre, la gran Patria humana.
97
471
El libre cambio es, si bien se mira, un precepto de moral, una
derivación rigurosa del «ama a tu prójimo como a ti mismo».
472
Libertad, libertad ante todo, verdadera libertad. Que cada cual se
desarrolle como él es, y todos nos entenderemos. La unión fecunda es
la unión espontánea, la del libre agrupamiento de los pueblos.
473
El hecho es que quien no trate de ser en los demás, dejará de ser en
sí mismo; quien no se es fuerce por imprimir su cuño en los demás,
acabará por perderlo. No se conserva y acrecienta espíritu sino
dándolo; el que renuncia a influir en los que le rodean y a modificarlos
a su imagen y semejanza, renuncia de hecho a conservarse tal cual es,
como no sea en una verdadera petrificación espiritual.
474
El sable se alía con el hisopo; con la vara de medir, jamás.
98
475
El perfecto equilibrio entre el espíritu y el mundo es imposible;
siempre sobra mundo para nuestro espíritu, o nos sobra espíritu para el
mundo; siempre sobrepuja nuestra vitalidad espiritual a la necesaria
para mantenernos o queda por debajo de ella. Y así, o la tenemos para
verterla o vamos languideciendo; o tiramos al todo, o tiramos a la
nada. Cuando alguien desea pasar sin ruido y sin ser notado, y no
predominar en nada, y hasta le es gravoso el ocupar el hueco espiritual
que ocupa y quisiera acaso disolverse, es que su vitalidad espiritual es
menguante, es que la desasimilación de su espíritu excede a la
nutrición del mismo, es que declina, es que tiende a la nada. Tiende a
la nada y se enamora de su propia dolencia, como aquellos enfermos
crónicos que acaban por encariñarse de la propia enfermedad y gustar
la voluptuosidad de la disolución.
476
Escribe claro el que concibe o imagina claro, con vigor quien con
vigor piensa, por ser la lengua un vestido trasparente del pensamiento.
477
A una idea no hay que mirar por de fuera, envuelta en el nombre
para abrigarse y guardar la decencia, hay que mirarla por de dentro,
viva, caliente, con alma y personalidad.
99
478
Es preferible hacer resaltar la fuerza de los extremos en el alma
del lector para que el medio tome en ella vida, que es resultante de
lucha.
479
El principio de la sabiduría es saber ignorar.
480
Buscar la tradición en el pasado muerto es buscar la eternidad en el
pasado, en la muerte, buscar la eternidad de la muerte.
481
La tradición vive en el fondo del presente, es su sustancia.
482
El que se mete en su concha, ni se conoce ni se posee.
483
Hay que mantenerse en equilibrio con el ambiente asimilándose lo
de fuera; la mutualidad brota de suyo, porque necesariamente es
recíproca toda adaptación.
100
484
En la vida intelectual, lo mismo que en el toreo, apestado también de
formalismo, hay que recibir la alternativa de manos de los viejos
espadas; lo demás no se sale de novillero.
485
A falta de otra cosa, el brillo enfático de barniz retórico o la
ingeniosidad de un batido delicuescente.
486
En España el pueblo es masa electoral y contribuible. Como no se
le ama, no se le estudia, y como no se le estudia, no se le conoce para
amarle.
487
No llegará muy lejos, de seguro, quien nunca sienta cansancio. De
esa conciencia de tu poquedad recogerás arrestos para tender a serlo
todo.
488
Arranca como de principio de tu vida interior del reconocimiento,
con pureza de intención, de tu pobreza cardinal de espíritu, de tu
miseria, y aspira a lo absoluto si en el relativo quieres progresar.
101
489
Resignación, resignación activa, que no consiste en sufrir sin
luchar, sino en no apesadumbrarse por lo pasado ni acongojarse por
lo irremediable; en mirar al porvenir siempre.
490
La resignación, la resignación activa, no la pasiva, no consiste
en cruzarse de brazos, sino en no volver la vista atrás ni
apesadumbrarse por lo irremediable, en comprender que el porvenir es
el único reino de la salud.
491
Ni lo pasado puede ser más que como fue, ni cabe que lo presente
sea más que como es; el puede ser es siempre futuro.
492
No sea tu pesar por lo que hiciste más que propósito de futuro
mejoramiento; todo otro arrepentimiento es muerte, y nada más que
muerte.
493
Puede creerse en el pasado; fe sólo en el porvenir se tiene, sólo en
la libertad. Y la libertad es ideal y nada más que ideal, y en serlo está
precisamente su fuerza toda.
102
494
Espera, que sólo el que espera vive; pero teme al día en que se te
conviertan en recuerdos las esperanzas al dejar el futuro, y para
evitarlo, haz de tus recuerdos esperanzas, pues porque has vivido
vivirás.
495
Afírmalo todo, aunque te digan que es una manera de todo negarlo,
porque aunque así fuera, sería la única negación fecunda, la que
destruyendo crea y creando destruye.
496
Tú mismo eres idea viva; no te sacrifiques a las muertas, a las que
se aprenden en papeles.
497
Cada cual es único e insustituible; en serlo a conciencia, pon tu
principal empeño.
498
Haz cada día por merecer el sueno, y que sea el descanso de tu
cerebro preparación para cuando tu corazón descanse; haz por merecer
la muerte.
103
499
Sé confesor más que predicador. Comunícate con el alma de cada
uno y no con la colectividad.
500
Sé serio. Alegre también; pero seriamente alegre. La seriedad es la
dicha de vivir tu vida asentada sobre la pena de vivirla y con esta pena
casada. Ante la seriedad que las funde y al fundirlas las fecunda,
pierden tristeza y alegría su sentido.
501
Vive como todos, siente como tú mismo, y así comulgarás con
todos y ellos contigo. Haz lo que todos hagan, poniendo al hacerlo
todo tu espíritu en ello, y será cuanto hagas original, por muy común
que sea.
502
Raciocinar la ética es matarla. Obedece al dictado de tu conciencia
sin convertirlo en silogismo.
503
La fe es la conciencia de la vida en nuestro espíritu.
104
504
La fe es confianza ante todo y sobre todo.
505
Fe en sí mismo tiene quien en sí mismo confía, en sí y no en sus
ideas; quien siente que su vida le desborda y le empuja y le guía; que
su vida le da ideas y se las quita.
506
Lo hondo, lo verdaderamente original, es lo originario, lo común a
todos, lo humano.
507
La paz armada es un vasto sindicato internacional de los
explotadores de suelos patrios, de los grandes patriotas.
508
Sin la muerte serían infecundos nuestros esfuerzos, podrían
ensancharse, mas no dar fruto.
105
509
Revolucionar la lengua es la más honda revolución que puede
hacerse; sin ella, la revolución en las ideas no es más que aparente.
510
¡Viva la libertad!, la libertad, que es la conciencia de la necesidad.
511
Escribe como te dé la real gana, y si dices algo de gusto o de
provecho y te lo entienden y con ello no cansas, bien escrito está como
esté.
512
El ideal es que hablemos todos los hombres una sola y misma
lengua, pero que la hable cada cual a su modo, y el ideal en España
que sólo se hable el español, pero empleándolo cada uno a su manera.
513
Hay que convertir en reflexión el instinto si se quiere que llegue a
ser instintiva la reflexión.
106
514
Lo único real son la eternidad y la idealidad que en el tiempo y en
la realidad se nos muestran.
515
El que necesita de la caza para ir de campo es porque el campo
mismo no le gusta, diga él lo que quiera. El que de veras ama la
naturaleza no ve las perdices en ella.
516
El pueblo vasco no tiene cultura indígena propia; su religión, su
arte, su ciencia, sus industrias, todo es recibido de los pueblos que le
rodean.
517
Rechazar lo informe es querer ahogar el progreso de la vida.
518
Defendamos a la herejía por ser herejía, por su mera cualidad de
herética.
107
519
Lo propio del animal es acomodarse pasivamente al medio; lo
propio del hombre adaptar el medio a sí, hacerse el mundo, manera la
más noble de hacerse al mundo. Recíbanos el ambiente si quiere, y si
no lo quiere, es que ni somos nosotros dignos de él, ni él lo es de
nosotros.
520
Dé cada cual su nota propia, según su propia y peculiar estructura;
lo que de ella concuerde con la dominante melodía, en ésta se perderá
reforzándola, y lo que no, irá al fondo inexhausto de los armónicos,
discordantes entre sí muchos. ¡Nada de canto monofónico!
521
O la felicidad o el amor. Si quieres uno, has de renunciar a la otra.
El amor mata la felicidad, la felicidad mata al amor.
522
El repensar los lugares comunes es el mejor medio que tenemos
para librarnos de su maleficio.
108
523
La realidad no es más que un esfuerzo del recuerdo por hacerse
esperanza, o un esfuerzo de la esperanza por convertirse en recuerdo.
524
La individualidad dice más bien respecto a nuestros límites hacia
fuera, presenta nuestra finitud; la personalidad se refiere
principalmente a nuestros límites, o mejor no límites, hacia adentro,
presenta nuestra infinitud.
525
Rinden culto a la muerte los más furiosos amadores de la vida,
aquellos en quienes el goce de vivir no puede apagar el hambre de
sobrevivir.
526
Hay en el fondo de nuestra casta cierto poso de avaricia espiritual,
de falta de generosidad de alma, cierta propensión a no creernos ricos
sino a proporción que son los demás pobres, poso que hay que limpiar.
527
El que no sienta ansias de ser más, llegará a no ser nada. ¡O todo o
nada!
109
528
No me defiendo, no me defiendo jamás; ataco. No quiero escudo,
que me embaraza y estorba; no quiero más que espada. Prefiero dar
cincuenta golpes y recibir diez, a no dar más que diez y no recibir
ninguno. Atacar, atacar, y nada de defenderse.
529
El día en que los tontos, que son todos los hombres, se
convenciesen de verdad de que lo son, el progreso tocaría a su
término.
530
El apasionado, el arbitrario, es el único verdadero rebelde.
531
La arbitrariedad, la afirmación cortante porque sí, porque lo quiero,
porque lo necesito, la creación de nuestra verdad vital —verdad es lo
que nos hace vivir—, es el método de la pasión. La pasión afirma, y la
prueba de su afirmación estriba en la fuerza con que es afirmada.
110
532
El genio sirve de poco o no sirve de nada, si no es el núcleo en
torno del cual se agrupan los «cien hombres de mediano talento,
pero honrados y tenaces». Es más: creo que un solo genio, un genio
solitario, si por acaso naciese entre nosotros —y tal vez haya nacido, y
viva y aun se muera o se haya muerto, sin que de él nos hayamos
percatado—, creo que ese genio no maduraría, a falta de otros genios.
Es la sucesión de genios, la mutua fecundación de sus labores, lo que
hace las grandes épocas de un pueblo.
533
Cada uno finge creer en sí mismo, para ver si así se atrae la fe de
los demás, en vez de creer en los otros. O creer en sí mismo, pero sin
fingimiento, con hechos, y no con meras palabras.
534
No mires tu reflejo en los demás; mira sus reflejos en ti mismo. No
te busques desparramado en los otros antes de haber buscado a los
demás coyuntados en ti. Si los unes en tu espíritu, sabrás luego unirlos
en la vida.
535
El lenguaje sirve para ahorrarse el pensamiento; se habla cuando
no se quiere pensar.
111
536
Lo que aborrezco en otros aborrézcolo por sentirlo en mí mismo; y
si me hiere aquella púa del prójimo, es porque esa misma púa me está
hiriendo en mi interior.
537
La comisión de un acto pecaminoso nos purifica del terrible deseo
de él, que nos estaba carcomiendo el corazón.
538
Más de un matador habrá empezado a sentir compasión y hasta
amor a su víctima una vez que matándola desahogó su odio en ella.
539
Desde un punto de vista mezquino y estrecho podrá parecer lo más
malo el haber matado a uno; pero, visto desde las honduras del
espíritu, lo peor es nutrir los sentidos con odio y vivir corroídos por
malos deseos.
540
Desconfío del que no lucha, y veo siempre un mayor enemigo en el
que se me somete que en el que me resiste.
112
541
La diferencia que he visto siempre entre la moral y la religión es la
de que aquélla nos enseña a hacer el bien, y ésta a ser buenos.
542
Los falsamente humildes se escandalizan de los soberbios.
543
Todo lo rebuscado es malo, y eslo, por lo tanto, la soberbia
rebuscada, la falsa soberbia, que es una de las más frecuentes.
544
El acto de más grande humildad, de verdadera humildad, es obrar.
545
La inocencia de un niño, flor de la vida, suele ser la redención de
los más impuros hartazgos de la carne de sus padres.
546
A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere
convencerse; cuando creemos haberle dado una idea nueva, si la
recibe, es que se la hemos sacado de las entrañas de su propio
pensamiento, donde la tenía sin darse él mismo cuenta de ella.
113
547
Una convicción cualquiera, aunque sea todo un sistema o toda una
religión, tiene que pasar a la condición de lugar común o de postulado
antes de que llegue a ser completamente operativa.
548
Nuestra fe no es la más alta verdad de que nos percatamos, sino la
más alta que hemos sido capaces de asimilarnos en la trama y método
mismos de nuestro pensamiento.
549
El principio de echarse a andar es estar parado, y el de pararse estar
andando, así el principio de empezar a saber es ignorar, y no pocas
veces el principio de ignorar es saber.
550
La brutalidad y la genialidad pueden unirse; lo que ya no es tan
fácil que se una con esta última es eso que suelen llamar discreción, o
sea el sentido medio.
551
Nada más cerca de la naturalidad que la espiritualidad.
114
552
La erudición, o lo que aquí, en nuestra patria, suele llamarse
erudición, no es de ordinario, en efecto, más que una forma mal
disfrazada de pereza espiritual.
553
La erudición suele encubrir en España la hedionda llaga de la
cobardía moral, que nos tiene emponzoñada el alma colectiva.
554
Donde no florecen las herejías, es que los estudios teológicos son
una pura rutina de oficio y un modo de matar el tiempo y ocupar la
pereza espiritual con una falsificación de trabajo.
555
El genio es el que en puro personalidad se impersonaliza, el que
llega a ser voz de un pueblo, el que acierta a decir lo que piensan
todos sin haber acertado a decir los que lo piensan. El genio es un
pueblo individualizado.
556
Libertarse, hacerse libre, es lograr que nuestros hermanos
reconozcan que valemos más que todas sus ideas y las nuestras, que
un hombre cualquiera vale más que todo el universo.
115
557
El español, o empieza, o, si no empieza, acaba siempre por escribir,
no para revelar su corazón, sino para velarlo; no para descubrirse, sino
para cubrirse.
558
El amor, cuando es puro y noble, crece con la distancia. Su alma
está más cerca de mí cuanto más de mí se aleje su cuerpo.
559
Los misántropos buscan la sociedad y el trato de las gentes; las
necesitan para nutrir su odio o su desdén hacia ellas. El amor puede
vivir de recuerdos y de esperanzas; el odio necesita realidades
presentes.
560
Sólo la soledad nos derrite esa espesa capa de pudor que nos aísla a
los unos de los otros; sólo en la soledad nos encontramos; y al
encontrarnos, encontramos en nosotros a todos nuestros hermanos en
soledad.
561
La soledad nos une tanto cuanto la sociedad nos separa. Y si no
sabemos querernos, es porque no sabemos estar solos.
116
562
En la soledad, y sólo en la soledad, puedes conocerte a ti mismo
como prójimo; y mientras no te conozcas a ti mismo como a prójimo,
no podrás llegar a ver en tus prójimos otros yos. Si quieres aprender a
amar a los otros, recógete en ti mismo.
563
Nuestra vida íntima, nuestra vida de soledad, es un diálogo con los
hombres todos.
564
Se busca la sociedad no más que para huirse cada cual de sí mismo,
y así, huyendo cada uno de sí, no se juntan y conversan sino sombras
vanas, miserables espectros de hombres.
565
Un solitario, un verdadero solitario, es el que se pone a bailar en
medio de la plaza humana y a la vista de sus hermanos todos, al son de
la música de las esferas celestiales, que él solo, merced a la soledad en
que vive, oye.
566
Es la soledad la que hace a los hombres verdaderamente sociables
y humanos.
117
567
El valor de los grandes solitarios: enseñan a los demás hombres el
valor de la soledad, y que se puede muy bien vivir en ella.
568
El que insulta a una muchedumbre suele estar muy de ordinario
rindiendo homenaje a cada uno de los que la componen.
569
La verdad puede más que el palo. Antes romperá la verdad al palo
que el palo a la verdad. Y la verdad es lo que se siente. El que lleno de
fe en un principio lo proclama, dice la verdad, aunque su verdad no lo
sea para los demás; el que sin creer en un teorema matemático lo
repite, miente.
Yo he dicho mi verdad, y no es ya cosa mía si es o si llega a ser la
verdad de otros.
570
El progreso consiste en el cambio, en la riqueza de sucesos nuevos,
y que todo eso de ir a mejor o ir a peor no pasa de ser una estimación
falta de piedra de toque social.
118
571
La muerte es el verdadero motor del progreso, porque hace que
sustituyan unos hombres a otros; y todo hombre nuevo es elemento
progresivo, no más sino porque es nuevo, porque es otro. Cada
hombre es único e insustituible, distinto de los demás, y cuanto más
distinto más activo elemento de progreso.
572
El verdadero reaccionario o retrógrado es el que no quiere pensar
ni cambiar ni dar un paso, sino dejar que le lleven las cosas en vez de
llevarlas él.
573
En todos los órdenes, la muerte es la mentira, y la verdad es la
vida. Y si la verdad nos llevara a morir, vale más morir por verdad,
morir de vida, que no vivir de mentira, vivir muriendo.
574
Creo que es tan bueno que un pueblo se proclame superior a otro,
como que este otro no acate desde luego esa proclamación, sino que la
niegue y la resista y se proclame él, a su vez, el superior. Porque si no
hace esto, es que no está convencido de no ser inferior.
119
575
La igualdad no es más que una ficción legal, útil para los abogados
de todas clases. Lo que hay es superioridades e inferioridades
parciales respectivas, y el deber de amor fraternal entre los pueblos
es tratar cada uno de imponer a los otros la que siente ser su
superioridad y resistir el que se le imponga una que siente inferioridad
en cualquier respecto.
576
Bueno es conocer y estudiar con amor las tradiciones todas; pero
para aprovecharlas en la fragua de la tradición eterna, de la que se
hace, se deshace y se rehace a diario, de la que está en perpetuo
proceso, de la que vive con nosotros, si nosotros vivimos.
577
El resorte del vivir es el ansia de sobrevivirse en tiempo y en
espacio; los seres empiezan a vivir cuando quieren ser otros que son y
seguir siendo los mismos. Y todo lo que no vive, no es sino alimento
de lo que vive.
578
Un buen hombre es un hombre como nos conviene a los demás que
sea, pero como ninguno de nosotros desearía ser; un buen hombre es
un hombre bueno para los demás.
120
579
La sustancia de las ideas, su carne, su entraña, es lo que lleva
elemento motor y elemento sensorial, lo que puede, o movernos a
acción, o provocar sensaciones. Todo lo demás son mondaduras y
peladuras lógicas.
580
El objeto de la ciencia es la vida, y el objeto de la sabiduría es la
muerte. La ciencia dice «hay que vivir», y busca los medios de
prolongar, acrecentar, facilitar, ensanchar y hacer llevadera y grata la
vida; la sabiduría dice «hay que morir», y busca los medios de
prepararnos a bien hacerlo.
581
No hay más libertad verdadera que la de la muerte.
582
En el seno de la paz verdadera y honda es donde sólo se comprende
y justifica la guerra; es donde se hacen sagrados votos de guerrear por
la verdad, único consuelo eterno; es donde se propone reducir a santo
trabajo la guerra. No fuera de ésta, sino dentro de ella, en su seno
mismo, hay que buscar la paz; paz en la guerra misma.
121
583
La pedagogía es la adaptación; el amor, la herencia y siempre
lucharán adaptación y herencia, progreso y tradición…, mas ¿no hay
tradición de progreso y progreso de tradición?, ¿no hay pedagogía de
amor, pedagogía amorosa y amor de pedagogía, amor pedagógico a la
vez que pedagogía pedagógica y amor amoroso?
584
La concentración es la muerte, la expansión, la vida.
585
Lo erótico y lo metafísico se desarrollan a la par. La religión es
guerrera; la metafísica es erótica o voluptuosa.
586
Es la religiosidad lo que le hace al hombre ser belicoso o
combativo, o bien es la combatividad la que le hace religioso.
122
587
Es el instinto metafísico, la curiosidad de saber lo que no nos
importa, el pecado original, en fin, lo que le hace sensual al hombre,
o bien es la sensualidad la que, como a Eva, le despierta el instinto
metafísico, el ansia de conocer la ciencia del bien y del mal. Y luego
hay la mística, una metafísica de la religión que nace de la sensualidad
de la combatividad.
588
El amor precede al conocimiento, y éste mata a aquél.
589
Perdonar es conocer. Primero el amor, el conocimiento después.
590
Para amar algo, ¿qué basta? ¡Vislumbrarlo! El vislumbre; he aquí
la intuición amorosa, el vislumbre en la niebla. Luego viene el
precisarse, la visión perfecta, el resolverse la niebla en gotas de agua o
en granizo, o en nieve, o en piedra. La ciencia es una pedrea. ¡No, no,
niebla, niebla!
591
Amor definido deja de serlo…
123
592
Si dos amantes piensan lo mismo, sienten en contrario uno del otro;
si comulgan en el mismo sentimiento amoroso, cada cual piensa otra
cosa que el otro, tal vez lo contrario.
593
La mujer sólo ama a su hombre mientras no piense como ella.
594
Casi todos los hombres nos aburrimos inconscientemente. El
aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es el que ha
inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor.
595
En amor lo mismo da vencer que ser vencido.
596
El alma es una manantial que sólo se revela en lágrimas. Hasta que
se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.
124
597
El hombre en cuanto habla miente, y en cuanto se habla a sí mismo,
es decir, en cuanto piensa sabiendo que piensa, se miente.
598
No hay más verdad que la vida fisiológica. La palabra, este
producto social, se ha hecho para mentir.
599
La palabra se hizo para exagerar nuestras sensaciones e
impresiones todas… acaso para creerlas.
600
Nadie sufre ni goza lo que dice y expresa y acaso cree que goza y
sufre; si no, no se podría vivir.
601
¡Pues sí, soy español, español de nacimiento, de educación, de
cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español
sobre todo y ante todo y el españolismo es mi religión, y el cielo en
que quiero creer es una España celestial y eterna y mi Dios un Dios
español, el de Nuestro Señor Don Quijote, un Dios que piensa en
español y en español dijo: ¡sea luz!, y su verbo fue verbo español…!
125
602
El decoro es la seriedad de los que están vacíos por dentro.
603
La civilización no es más que una cáscara para proteger las pulpas,
el meollo, que es la cultura.
604
El desprecio a la comodidad es aún una de las evidentes
superioridades de los pueblos de casta ibérica.
605
Los hombres gritan para no oírse, para no oírse cada uno a sí
mismo, para no oírse los unos a los otros.
606
Sin libertad, no hay ni belleza ni verdad.
607
Una ciudad desde el centro de la cual no se puede llegar a pie en
cosa de un cuarto de hora al campo libre, es una ciudad que no
responde a mis más íntimas necesidades espirituales.
126
608
Los mayores enemigos del buen belicosismo, del sano sentimiento
guerrero, de la guerra noble, son los profesionales de la guerra, los
militares; creo que los peores enemigos de la religiosidad son los
sacerdotes y los más peligrosos enemigos de la cultura son los
pedagogos. No pueden ser funciones especializadas y delegadas. Todo
ciudadano tiene que ser caudillo, sacerdote y maestro. Un pueblo no
es pueblo completo y perfecto mientras no sea un pueblo de caudillos,
sacerdotes y maestros.
609
Civilizar, hacer civil —o si queréis ciudadanizar—, es
sobrehumanizar. Humanidad nos parece para el hombre todo; pero
civilidad es para él más; es más que todo, porque es el porvenir que
jamás acaba de cumplirse, es el ideal. Todo es lo que hay, y lo que hay
de permanente; pero más que todo es lo que sobre lo que ha habido y
hay habrá. Todo es el pasado que se condensa en el presente; más que
todo es la eternidad, que abarca el pasado, el presente y el futuro.
Todo es el universo, y más que todo es el pensamiento porque el
pensamiento sobrepuja a todo lo pensado y a todo lo pensable, y
rebasa de ellos.
610
Todo artista pinta de memoria. Quien no lo hace es una cámara
oscura, una maquina fotográfica, pero no lo hace porque no teniendo
alma no tiene memoria.
127
611
Todo imaginar y hasta todo conocer —lo sabía ya Platón— es un
recordar. Y todo recuerdo es una metáfora.
612
La metáfora es el fundamento de la conciencia de lo eterno. Y la
conciencia de lo eterno, el ansia de inmortalidad, es la esencia del
alma racional. Alma racional y metafórica.
613
El campo es una metáfora.
614
Dormir, dormir, dormir... es el descanso de la fatiga eterna, y del
trabajo de vivir que mata es la trágica siesta.
615
El español se odia a sí mismo.
128
616
¿Organización divina? Lo que hay que hacer es organizar a Dios.
617
Lo provisorio es lo eterno, que el aquí es el centro del espacio
infinito, el foco de la infinitud, y el ahora el centro del tiempo, el foco
de la eternidad.
618
Lo propio de una individualidad viva, siempre presente, siempre
cambiante y siempre la misma, que aspira a vivir siempre — y esa
aspiración es su esencia— lo propio de una individualidad que lo es,
que es y existe, consiste en alimentarse de las demás individualidades
y darse a ellas en alimento. En esa consistencia se sostiene su
existencia y resistir a ello es desistir de la vida eterna.
619
La existencia es una locura y el que existe, el que esta fuera de sí,
el que se da, el que trasciende, esta loco. Ni es otra la santa locura
de la cruz. Contra lo cual la cordura, que no es sino tontería, de estarse
en si, de reservarse, de recogerse.
129
620
Los tontos se mantienen —se mantienen en su tontería— con
huesos y no con carne de doctrina.
621
La vida, que es todo, y que por serlo todo se reduce a nada, es
sueño, o acaso sombra de un sueño.
622
Vivir en la historia y vivir la historia, hacerme en la historia, en mi
España, y hacer mi historia, mi España, y con ella mi universo, y, mi
eternidad.
623
La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo, todos o por
lo menos la mayoría. La verdad es otra cosa, la razón es social; la
verdad, de ordinario, es completamente individual, personal e
incomunicable. La razón nos une y las verdades nos separan. Mas
ahora caigo en la cuenta de que acaso es la verdad la que nos une y
son las razones las que nos separan.
624
La acción es contemplativa, la contemplación es activa; la política
es novelesca y la novela es política.
130
625
La memoria es la base de la personalidad individual, así como la
tradición lo es de la personalidad colectiva de un pueblo. Se vive en el
recuerdo y por el recuerdo, y nuestra vida espiritual no es, en el fondo,
sino el esfuerzo de nuestro recuerdo por perseverar, por hacerse
esperanza, el esfuerzo de nuestro pasado por hacerse porvenir.
626
La conciencia es una enfermedad.
627
El pensamiento es lenguaje interior, y el lenguaje interior brota del
exterior. De donde resulta que la razón es social y común.
628
Todo lo vital es antirracional, no ya solo irracional, y todo lo
racional, antivital. Y esta es la base del sentimiento trágico de la vida.
629
La conciencia de pensar, ¿no será, ante todo, conciencia de ser?
131
630
Sentirse, ¿no es acaso sentirse imperecedero? Quererse, ¿no es
quererse eterno, es decir, no querer morirse?
631
¡Eternidad!, ¡eternidad! Este es el anhelo; la sed de eternidad es lo
que se llama amor entre los hombres; y quien a otro ama es que quiere
eternizarse en él. Lo que no es eterno tampoco es real.
632
¡Ser, ser siempre, ser sin termino!, ¡sed de ser, sed de ser mas!,
¡hambre de Dios!, ¡sed de amor eternizante y eterno!, ¡ser siempre!,
¡ser Dios!
633
No quiero morirme, no, no quiero ni quiero quererlo.
634
Solo los débiles se resignan a la muerte final, y sustituyen con otro
el anhelo de inmortalidad personal. En los fuertes, el ansia de
perpetuidad sobrepuja a la duda de lograrla, y su rebose de vida se
vierte al más allá de la muerte.
132
635
Necesitamos que los demás nos crean superiores a ellos para
creernos nosotros tales y basar en ello nuestra fe en la propia
persistencia, por lo menos en la de la fama. Agradecemos mas el que
se nos encomie el talento con que defendemos una causa, que no el
que se reconozca la verdad o bondad de ella.
636
Preferimos desbarrar con ingenio a acertar con ramplonería.
637
La voluntad y la inteligencia buscan cosas opuestas: aquella,
absorber al mundo en nosotros, apropiárnoslo; y esta, que seamos
absorbidos en el mundo.
638
Conocer algo, es hacerme aquello que conozco; pero para servirme
de ello, para dominarlo, ha de permanecer distinto de mí.
639
Vivir es darse, perpetuarse, y perpetuarse y darse es morir.
133
640
Hagamos que la nada, si es que nos esta reservada, sea una
injusticia; peleemos contra el destino, y aun sin esperanza de victoria;
peleemos contra él quijotescamente.
641
La verdadera libertad no es esa de sacudirse de la ley externa; la
libertad es la conciencia de la ley. Es libre no el que se sacude de la
ley, sino el que se adueña de ella. La libertad hay que buscarla en
medio del mundo, que es donde vive la ley, y con la ley la culpa, su
hija. De lo que hay que libertarse es de la culpa, que es colectiva.
642
Lo religioso es lo económico o hedónico trascendental. La religión
es una economía o una hedonística trascendental. Lo que el hombre
busca en la religión, en la fe religiosa, es salvar su propia
individualidad, eternizarla, lo que no se consigue ni con la ciencia, ni
con el arte, ni con la moral.
643
Verse es morirse, ama. O matarse. Y hay que vivir, aunque sea a
oscuras. Mejor a oscuras.
134
644
El que se hace victima es tan malo como el que se hace verdugo.
Hacerse víctima es diabólica venganza.
645
Todo asesinato se comete en defensa propia. Todo asesino asesina
defendiéndose. Defendiéndose de sí mismo…
646
La cuna es tumba, el seno materno es sepulcro.
647
El verdugo se cree la víctima; lleva dentro de sí el cadáver de la
víctima, y aquí está su dolor.
648
La sensibilidad y la inteligencia suelen ir de par: el tonto es casi
insensible. Un majadero, por bueno que sea, no puede sentir la muerte
de un hijo como la siente un hombre inteligente.
135
28 de agosto de 2016 — 12 de junio de 2023

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AFORISMOS (Volumen 1) Unamuno

  • 1. AFORISMOS (Volumen 1) Miguel de Unamuno Selección: Julio Pollino Tamayo cinelacion@yahoo.es
  • 2. 2
  • 3. 3 1 La vida es continua creación y consunción continua y, por tanto, muerte incesante. 2 La fe consiste en esperar y querer. 3 Lo que mata es la mentira, y no el error. 4 Creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en Él, es, ante todo, porque quiero que Dios exista. 5 Yo he buscado siempre agitar, y a lo sumo, sugerir más que instruir. Si yo vendo pan, no es pan, sino levadura o fermento. 6 Agitar es algo.
  • 4. 4 7 Lo real, lo realmente real, es irracional; la razón construye sobre irracionalidades. 8 Las gentes que no piensan más que con el cerebro, dan en definidores; se hacen profesionales del pensamiento. 9 Si un filósofo no es un hombre, es todo menos un filósofo; es, sobre todo, un pedante, es decir un remedo de hombre. 10 El hombre, por ser hombre, por tener conciencia, es ya, respecto al burro o a un cangrejo, un animal enfermo. La conciencia es una enfermedad. 11 Si eso de la salud no fuera una categoría abstracta, algo que en rigor no se da, podríamos decir que un hombre perfectamente sano no sería ya un hombre, sino un animal irracional. Irracional por falta de enfermedad alguna que encendiera su razón.
  • 5. 5 12 La sociedad es otro sentido, el verdadero sentido común. 13 La razón, lo que llamamos tal, el conocimiento reflejo y reflexivo, el que distingue al hombre, es un producto social. 14 El pensamiento es lenguaje interior, y el lenguaje interior brota del exterior. De donde resulta que la razón es social y común. 15 Hay un mundo, el mundo sensible, que es el hijo del hombre, y hay otro mundo, el ideal, que es hijo del amor. 16 En arte la alcahuetería, aunque sea espiritual, suele no pocas veces convertirse en filosofía. Y otras en opio para adormecer pesares. 17 Lo que no es eterno tampoco es real.
  • 6. 6 18 Es el desenfrenado amor a la vida, el amor que la quiere inacabable, lo que más suele empujar al ansia de la muerte. 19 Sólo los débiles se resignan a la muerte final y sustituyen con otro el anhelo de inmortalidad personal. 20 Literato que os diga que desprecia la gloria, miente como un bellaco. 21 La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual. 22 El que desprecia el aplauso de la muchedumbre de hoy es que busca sobrevivir en renovadas minorías durante generaciones.
  • 7. 7 23 Los ídolos de las muchedumbres son pronto derribados por ellas mismas, y su estatua se deshace al pie del pedestal sin que la mire nadie, mientras que quienes ganan el corazón de los escogidos recibirán más largo tiempo fervoroso culto en una capilla siquiera, recogida y pequeña, pero que salvará las avenidas del olvido. 24 La razón es enemiga de la vida. 25 La mente busca lo muerto, pero lo vivo se le escapa. 26 Para analizar un cuerpo, hay que menguarlo o destruirlo. Para comprender algo, hay que matarlo, enrigidecerlo en la mente. 27 La ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas salga vida.
  • 8. 8 28 Todo lo vital es irracional, y todo lo racional es anti-vital, porque la razón es esencialmente escéptica. 29 Lo racional, no es sino lo relacional; la razón se limita a relacionar elementos irracionales. 30 ¿Quién es capaz de extraer la raíz cúbica de un fresno? 31 Pensar es hablar uno consigo mismo. 32 El eunuco corporal no siente la necesidad de reproducirse carnalmente, es cuerpo, y el eunuco espiritual tampoco siente el hambre de perpetuarse. 33 Es mejor que le falte a uno la razón que no el que le sobre.
  • 9. 9 34 Gracias al amor sentimos todo lo que de carne tiene el espíritu. 35 Amar en espíritu es compadecer, y quien más compadece más ama. 36 El hombre ansía ser amado o, lo que es igual, ansía ser compadecido. El hombre quiere que se sientan y se compartan sus penas y sus dolores. 37 Si doloroso es tener que dejar de ser un día, más doloroso sería acaso seguir siendo siempre uno mismo, y no más que uno mismo, sin poder ser a la vez otro, sin poder ser a la vez todo lo demás, sin poder serlo todo. 38 El dolor es el camino de la conciencia.
  • 10. 10 39 La conciencia de sí mismo no es sino la conciencia de la propia limitación. 40 Lo que llamamos el mundo, el mundo objetivo, es una tradición social. Nos lo dan hecho. 41 Lo más propio y más íntimo de la voluntad es sufrir. La voluntad es una fuerza que se siente, esto es, que sufre. 42 Lo único de veras real es lo que siente, sufre, compadece, ama y anhela, es la conciencia; lo único sustancial es la conciencia. 43 Cuanto más clara la conciencia de la distinción entre lo objetivo y lo subjetivo, tanto más oscuro el sentimiento de divinidad en nosotros.
  • 11. 11 44 Definir algo es idealizarlo. 45 Querer definir a Dios es pretender limitarlo en nuestra mente, es decir, matarlo. 46 Dios no existe, sino que más bien sobre-existe y está sustentando nuestra existencia, existiéndonos. 47 Creer en Dios es ante todo y sobre todo, sentir hambre de Dios, hambre de divinidad, sentir su ausencia y vacío, querer que Dios exista. 48 La fe necesita una materia en que ejercerse.
  • 12. 12 49 Querer creer, es decir querer crear, no es precisamente creer o crear, aunque sí comienzo de ello. 50 La fe crea, en cierto modo, su objeto. 51 La fe en Dios consiste en crear a Dios. 52 El dolor es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad, pues solo sufriendo se es persona. 53 La congoja es algo mucho más hondo, más íntimo y más espiritual que el dolor. 54 No hay verdadero amor sino en el dolor, y en este mundo hay que escoger o el amor, que es el dolor, o la dicha.
  • 13. 13 55 Desde el momento en que el amor se hace dichoso, se satisface, y ya no es amor. 56 Los satisfechos, los felices, no aman; aduérmense en la costumbre, rayan en el anonadamiento. Acostumbrarse es ya empezar a no ser. 57 El hombre es tanto más hombre, esto es, tanto más divino cuanta más capacidad para el sufrimiento, o mejor dicho, para la congoja, tiene. 58 El amor es la desesperación resignada. 59 La fórmula terrible, trágica de la vida íntima espiritual es, o lograr lo más de dicha con lo menos de amor, o lo más de amor con lo menos de dicha.
  • 14. 14 60 Quien se acerque al infinito del amor, al amor infinito, se acerca al cero de la dicha, a la suprema congoja. 61 El dolor nos dice que existimos. 62 Sin materia no hay espíritu, pero la materia hace sufrir al espíritu, limitándolo. 63 El que se mata, se mata por no esperar a morirse. 64 ¡Amor intelectual! ¡Amor intelectual! ¿Qué es eso de amor intelectual? Algo así como un sabor rojo, o un sonido amargo, o un color aromático, o más bien, algo así como un triángulo enamorado o una elipse encolerizada, una pura metáfora, pero una metáfora trágica.
  • 15. 15 65 La resistencia al mal implica resistencia al bien, y aun fuera de la defensiva, la ofensiva misma es lo más divino acaso de lo humano. 66 La guerra es escuela de fraternidad y lazo de amor; es la guerra la que, por el choque y la agresión mutua, ha puesto en contacto a los pueblos, y les ha hecho conocerse y quererse. 67 La guerra es, en su más estricto sentido, la santificación del homicidio. 68 La pasión es como el dolor, y como el dolor, crea su objeto. Es más fácil al fuego hallar combustible que al combustible fuego. 69 Lo que más nos une a los hombres unos con otros son nuestras discordias.
  • 16. 16 70 Tiene el carácter español no poco de anárquico, de indisciplinado individualismo. El español ha sido siempre poco social. 71 El español clásico —el castellano— fue impositivo y dominante. A la anarquía interior responde la tiranía exterior. Donde los individuos se repelen y aíslan, la autoridad tiene que ser recia. 72 No tenemos más que la apariencia de sociabilidad, una franqueza campechana de pura forma. 73 Lo que se envidia es el prestigio y buen nombre de que goza otro, no las cualidades por las que lo ha merecido. 74 El bruto no sólo puede ser intelectual, sino que con sobrada elocuencia suele serlo.
  • 17. 17 75 La arbitrariedad es un método, lo mismo que lo es la lógica. 76 El raciocinio, que es sensualidad, tiene su método, la lógica, la pasión, tiene también su método, que es la arbitrariedad. 77 La vida, si ha de ser profunda, tiene que tener por base una desesperación resignada. 78 Alimenta tu pasión, y engendrarás paradojas y te crearás un mundo, por encima del miserable mundo de la lógica. 79 Sin pasión no se puso nunca en claro cosa que valiese la pena.
  • 18. 18 80 Hay que ser discreto y no molestar a los demás con nuestras quejas. Toda queja es egoísmo e hija de la vanidad. La vanidad nos hace creer que no hay dolor como nuestro dolor propio. 81 La materia, el fondo, surge de la forma. 82 La enfermedad es el manantial de los más profundos sentimientos. 83 Los españoles nos dedicamos a hacer tiempo para matarlo. 84 Nuestra risa es una forma de nuestra seriedad inocente. 85 El deber de las mayorías es convertirse en minorías.
  • 19. 19 86 No es obligación del escritor ponerse al alcance del público, sino obligación del público ponerse al alcance del escritor. 87 El suicidio huye del vencimiento. 88 Los más de los suicidas se matan por miedo a la muerte. 89 La política es el deporte más hipócrita. 90 El afán de simplificar las cosas suele llevar a deformarlas. 91 La misión de España es luchar contra el cielo, que padece fuerza.
  • 20. 20 92 El patriotismo español no pasa de ser regionalista, más bien aldeano. 93 El regionalismo es profundamente materialista y, por tanto, conservador. 94 La vocación más señalada que por aquí se nota es la de espectador. 95 Lo que mejor lleva al deporte sano, desinteresado y puro es, sin duda alguna, la literatura. 96 El cinematógrafo no es más que el teatro sin literatura. 97 No importa tanto matar al toro como perfilarse bien al tirarse a matar.
  • 21. 21 98 La peor cobardía es la cobardía para el trabajo, esa cobardía que lleva a tantos desgraciados a exponer su vida ante un toro. 99 La holgazanería espiritual lleva a los aficionados a la cobardía mental de admirar a los que arriesgan su vida ante un toro, ya que esa admiración no exige esfuerzo alguno de inteligencia. 100 Todo arte, cuando es arte y no un medio de satisfacer concupiscencias de la carne o del espíritu, cuando es algo más que pasatiempo o negocio a cuenta de bajas pasiones —entre las que entra cierta curiosidad malsana de cosas truculentas y feroces— es y tiene que ser docente. 101 La ciencia enseña a comprender y el arte a percibir. 102 El arte es, pues, docente, ya que enseña belleza.
  • 22. 22 103 El matonismo intelectual, científico, literario o artístico es una de las manifestaciones de nuestra vida pública más dignas de estudio. 104 El sentido común es el sentido de la pereza, el que juzga con lugares comunes y frases hechas, mecánica y no orgánicamente. 105 Criticar es historiar. 106 Hay que afilar, sí, la mente, pero hay que segar con ella. 107 Hay quien cree que sabe algo y sólo descubre que no lo sabe cuando trata de transmitirlo a los demás. 108 Nadie se encuentra a sí mismo sino a través de otros, y es imitando como se llega a la originalidad.
  • 23. 23 109 Lo único que me atrevo a aconsejaros es que no hipotequéis el porvenir de vuestra mente, que no os comprometáis con doctrina alguna, que no sentéis plaza en ninguna escuela ni secta, que no os dejéis poner mote o etiqueta, que dejéis abierta la puerta a toda posible rectificación de pensamiento. Es el único modo de vivir una vida interior de libertad y de decencia. 110 Dios nos libre de los héroes en tiempo de paz. 111 Degradar las palabras es una cosa y darles elasticidad es otra muy diferente. 112 Cuando uno se niega a mendigar, dicen que quiere imponerse. 113 El orgullo consiste en esgrimir la verdad y defenderse y atacar con ella. En cambio, lo que se llama humildad o modestia, no suele ser más que el artificio doloroso de la mentira.
  • 24. 24 114 El amor no es más que veracidad. 115 La verdad puede pasearse desnuda por las plazas sin que nadie la vea. Por ir desnuda no la ven. 116 En cuanto se convierte un juego en juego pedagógico, en medio de enseñanza de algo, pierde su valor intrínseco, su valor como juego, y pierde, a la vez, por añadidura, su eficacia educativa. 117 El verdadero juego, el juego libre y espontáneo debe ser un fin en sí y no un medio para otra cosa. 118 Se juega para jugar, para divertirse, para explayar la personalidad, para darla juego; se juega, en fin, para vivir.
  • 25. 25 119 Jugar es vivir, y se vive para vivir, para más vivir, para acrecentar, y enriquecer, y prolongar, y, si fuera posible, eternizar la vida misma. 120 El fin moral de la vida es vivirla bien en todos y en cada uno de sus momentos, como el fin moral del juego es jugar limpio. 121 El fin moral del trabajo es trabajar bien, y no el salario, que no es más que su fin económico. 122 La caza es, en efecto, un deporte para encubrir la poltronería; parece que se hace algo y no se hace nada. 123 Ancha es Castilla, sí; pero es más ancho, mucho más ancho el mar. 124 La Historia surge del comercio y no de la labranza.
  • 26. 26 125 La expectativa es un sentimiento estético, esto es, desinteresado. 126 Vivir para ver, sí; pero también ver para vivir. 127 Toda batalla termina en general y mutua derrota. O sea en transacción. 128 Uno de los mejores ejercicios corporales, acaso el mejor, es el de estudiar. 129 El toreo podrá desarrollar el valor y la destreza y aun la salud en el toreo, procurándole un cuerpo sano, aunque agujereado alguna vez; pero no sabemos qué valor desarrolla en los aficionados a ver el espectáculo. A lo sumo, el valor de presenciar la muerte de un prójimo.
  • 27. 27 130 El sarcasmo es propio de la morgue castellana. 131 De lo que se muere alguna gente poco a poco, y casi desde que nace, es de asco. 132 Hay algo muy triste que vive debajo de lo pintoresco español: una acorazada insensibilidad que hace a los españoles sordos a todo interés de justicia. 133 El deber de la inteligencia es criticar. 134 Creer es luchar. 135 El matiz es cosa de países de niebla y de horas de crepúsculo.
  • 28. 28 136 Un pensador libre —que no es lo mismo que librepensador— es siempre un hereje y todo partido político es dogmático y constituye iglesia. 137 Un pensador político no puede ser nunca hombre de partido, a menos de renunciar a pensar. 138 El intelectual inventa, pero no crea. Inventa, esto es, descubre. 139 Si un poeta me da veinte poemas diferentes, y hasta contradictorios, me da veinte hombres enteros. 140 El intelectual se está contradiciendo siempre, porque es, por esencia, un ser contradictorio.
  • 29. 29 141 Entre la indigencia y la tontería me quedo con la indigencia. 142 Las leyes no son más que palabras escritas. Y para interpretarlas, lo primero gramática. 143 Parlamento viene de parlar. 144 Un discurso vale por muchos motines. 145 A escritor estilista, lector elegante. 146 Escribe claro quien piensa claro y escribe plásticamente quien tiene plástico el espíritu.
  • 30. 30 147 El estilo brota de adentro. 148 No es posible escribir como se habla. 149 Son libres nuestras voliciones, pero no lo son nuestros actos. 150 Al público no le importa el autor. 151 Todo ese gramaticismo insustancial y ñoño que erigen en norma un mal llamado buen sentido lógico y una pseudo-corrección se curaría si los conocimientos lingüísticos de verdadera cepa científica se propagasen un poco entre nosotros. 152 La libre asociación de ideas campea en el lenguaje hablado más que en el escrito, donde la ahoga no poco la construcción llamada lógica.
  • 31. 31 153 El estilo no es más que el lenguaje. 154 Cada época ama, ante todo, sus defectos, que es lo que a sus propios ojos más le distingue de las otras. 155 El cinismo rara vez pasa de ser una más refinada hipocresía. 156 No hay nada más sincero que el fingimiento. 157 Una fuerte personalidad ajena, además, cuando sabe expresarse —y no la hay de veras fuerte sin algún modo de expresión de su fortaleza, y expresándose se me revela, me ayuda a descubrir mi propia personalidad.
  • 32. 32 158 Hay rincones de mi propio espíritu que sólo he de descubrir a la luz de otro espíritu humano, hay aptitudes y capacidades mías que permanecerán ociosas, y por lo tanto estériles, en tanto que no me encuentre con aquel que me las revele. 159 Una frase no es de quien la forjó en expresión aislada, sino de quien sabe ponerla en su puesto y darle el valor que más la avalore. 160 En los espíritus de naturaleza enfática, el énfasis es natural. 161 El pensamiento es social, es colectivo y, una vez expresado, es de cualquiera que se apropie su expresión. 162 Creer en Dios no es lo mismo que creer que hay Dios.
  • 33. 33 163 Estilismo no es estilista, los estilistas suelen carecer de estilo. 164 Lo más propio, lo más íntimo, lo más profundo de uno no es lo que es, sino lo que quiere ser. 165 El español es un improvisador y rara vez pasa del boceto. Lo que no le sale de primeras apenas si le sale. 166 Expresar algo es pensarlo, y hasta que no se logra expresarlo, no se logra pensarlo. O sea que hacer estilo es pensar. 167 El promedio de lo humano es lo animal. 168 Lo individualmente personal es lo más humano que hay. Lo individual es el colmo de lo comunal.
  • 34. 34 169 El estilo, el estilete, clava en la eternidad el vuelo de las sombras de los pájaros del cielo. 170 El hombre de pasión, el hombre de estilo, hace pensamientos con las ideas. El tonto convierte en ideas los pensamientos ajenos. 171 El estilo es la calidad de la expresión artística. 172 No resisto las corridas de toros, y si no las resisto he de declarar francamente que no es por su barbarie y su brutalidad, tanto como por las “gallardías” de los toreros. 173 Siempre me han repugnado y me han aburrido las corridas de toros, siempre he deseado que lleguen un día a suprimirse y siempre he creído que su supresión sería una cosa mucho más fácil de lo que se cree comúnmente.
  • 35. 35 174 Sólo recuerda el que atiende. Y sólo el que atiende entiende. Y entender es recordar. 175 Entender es recordar, acordarse. 176 Siento el más profundo respeto y procuro encender en mí cariño hacia cada uno de mis prójimos y hermanos en humanidad; pero así que se juntan en masa les pierdo todo respeto y se me hiela todo afecto hacia ellos. 177 Unas cuantas unidades valiosas hacen una comparación despreciable, más despreciable cuanto más valiosas sean aquéllas. 178 No debemos querer vivir ni en el pasado ni en el porvenir, sino en la eternidad.
  • 36. 36 179 No tenemos derecho a predicar contra el tabaco los que nunca hemos fumado. 180 El reírse de lo que no se entiende o no se siente es el más claro signo de barbarie espiritual. 181 El afán de agradar ha prostituido la noble misión del escritor público, convirtiendo a éste en un juglar más. 182 Hasta en la variación queremos orden; nos gusta lo extraordinario, pero ordenado. 183 No se puede vivir sino muriendo, no se puede ser sino dejando de ser.
  • 37. 37 184 La intención de no pocos actos está más en el ánimo de quien los juzga que no en el de quien los comete. 185 La paradoja es hija de la pasión. Toda frase de cajón convertida en grito de dolor es ya paradójica. 186 Yo quiero un público que deje de serlo, es decir, que piense por su cuenta. Y por eso procuro darle que pensar, yéndole contra el pelo. 187 Los hombres toleran en otros hombres las opiniones más opuestas a las suyas propias; lo que no toleran son otros gustos. 188 Rindo culto a la verdad, y acaso mi amor a ella me lleva, por pasión, a faltar a la verdad… objetiva.
  • 38. 38 189 Digo en cada caso lo que siento, y si lo que siento está contra lo objetivo, peor para mí. O peor para lo objetivo; no lo sé bien. 190 El que se aburre en el campo es que tiene la mente chica y despoblada. 191 La primera condición para no perder prestigio y autoridad ante el público es no rendirse a él. 192 No quiero relajarme a la degradación de ser autor de un libro de texto. Es una de las industrias más despreciables. 193 En rigor es mucho más difícil criar y educar una idea y hacerla útil para los demás que engendrarla; pero el caso es que se quiere más a la que se engendró.
  • 39. 39 194 La paradoja de hoy es el lugar común de mañana. 195 Ganar es cosa fácil; lo difícil es gastar. Como que los hombres y los pueblos pobres no lo son porque no sepan ganar dinero, es porque no saben gastarlo. 196 El lenguaje hablado se hizo acaso para mentir o para disfrazar la verdad; el escrito para descubrirla y desnudarla. 197 Es a distancia y sin verse como en realidad comulgan entre sí los solitarios. 198 El humor está más en el que oye que en el que habla. 199 La verdad es siempre ácida.
  • 40. 40 200 El que no se ha hecho tradición propia no es fácil que tenga claro progreso. 201 No es lo mismo que libertad de profesar y exponer ideas. Hay quien profesa ideas que no piensa. 202 La política es poesía y la historia es drama. Y todo lo demás… ¡literatura académica! 203 La buena prosa quiere ser verso. 204 La fe misma no es sino inteligencia de amor, y si no es inteligencia no es fe. 205 No hay valor sin inteligencia.
  • 41. 41 206 Nuestro magisterio no es, no puede ser, dogmático; tiene que ser crítico. Dictar dogmas es engañar al prójimo. Dictar dogmas es matar la libertad de la inteligencia, es matar la inteligencia, porque la inteligencia es libertad. 207 Todo tonto es un cobarde. Como que cobardía no es más que eso: tontería. 208 La eternidad está por encima o por debajo del tiempo, no a lo largo de él; es su sustancia, no su envoltura. 209 El garbanzo ha contribuido más que Cervantes a la unificación de España. 210 El pensamiento es algo líquido, fluido, corriente, dinámico, mientras que la idea es algo sólido, petrificado, estadizo, estático.
  • 42. 42 211 Los hombres de ideas son los que menos piensan. Un hombre de ideas es un hombre que no piensa. 212 Jugar es soñar la vida. 213 Toda la tierra es, como la mar, un cementerio, y no hay mota en ella que no haya vivido. 214 Aprender a leer es aprender a hablar y aprender a hablarse. 215 Hay un uso que hacer de la libertad, y es servirse de ella para conquistar más libertad todavía, para libertarnos de las libertades conquistadas. Y así, sin fin. 216 La violencia en la polémica no es de los convencidos; es de los que tratan de convencerse a sí mismos.
  • 43. 43 217 La verdad es luchar. Es luchar por cobrar la verdad. Y creer haberla cobrado es ya vencimiento y no victoria. 218 La vida no es sino un engaño que trata de desengañarse. Y el desengaño es la muerte. 219 Hay que ir resuelta y valerosamente al fracaso. Y tal vez en el fracaso esté la única salvación posible. 220 El poeta es el anti-loco, el cuerdo por excelencia. 221 La verdadera abnegación no es guardarse las penas, es saberlas compartir.
  • 44. 44 222 La falta de infantilismo es un síntoma de senilidad y de degeneración. 223 El progreso de la humanidad es progreso en juventud, y los pueblos más cultos son más jóvenes que los incultos. 224 Hay que sustituir con el culto a niño el acatamiento al viejo, y acabar con esa mentira de que los años dan experiencia. ¡Desgraciado el pueblo regido por los viejos! Y sobre todo, que las cunas no dejen sitio a las tumbas. 225 Malo es cubrir con el pretexto de la pereza la impotencia; pero no es mejor con el pretexto de impotencia encubrir la pereza, la pereza moral y la mental. 226 El homenaje que un escritor debe codiciar es ser leído.
  • 45. 45 227 El tedio se engendra de esa terrible soledad que nos produce la compañía de los de fuerza, de los otros. 228 La neutralidad es, en la enseñanza como en todo, un disparate. 229 El sueño es un puro presente. Y el que no sabe recordar no sabe esperar. 230 No hay más trabajo eficaz que el trabajo hacia dentro. 231 El fin de la vida es hacerse un alma, hacerse una persona. 232 Casi todo nuestro ingenio cómico español es fúnebre.
  • 46. 46 233 El mejor público para un escritor en España es un público de analfabetos. 234 Los ignorantes aquí, en España, suelen ser los doctores y bachilleres, los que creen saber que no saben, los que no han aprendido sino disparates. 235 En España la moda es calumniarnos y disparatar hablando de nosotros mismos y cultivar un pesimismo insincero. 236 La existencia huele a sudor; pero la insistencia huele a flato. 237 El hombre no puede vivir sino de hambre.
  • 47. 47 238 Los muertos son los mayores asesinos, se dedican a perseguir a los vivos para matarlos. 239 La literatura es cosa de los pueblos mudos, tartamudos o callandrones. Escribiendo se vengan de no saber hablar por hablar. 240 Nadie puede conocerse a sí propio si no empieza por amarse. 241 El que sufre aprende a vivir su sufrimiento, a hacerlo fructificar. 242 La metafísica no es más que otra forma de la exaltación poética, del rapto, del arrobo. 243 La envidia es la secreción interna del amor propio, de la ambición.
  • 48. 48 244 Cuando la ambición, estreñida y apretada por el temor al fracaso y al ridículo, se encierra en el alma en que brota, convirtiéndose en envidia. 245 El envidioso es un tímido, un vergonzoso, un pobre de espíritu que cesa y se arredra ante el ridículo. 246 La gravedad, la solemnidad, la compostura aparatosa, suelen ser síntomas de la envidia. 247 Nada hay más solemne que el ayuno espiritual. El tonto de capirote es solemnísimo. 248 El talento consiste en darles a las cosas un valor de uso.
  • 49. 49 249 El listo no es el que sabe hacer un producto, sino el que sabe venderlo. 250 El hombre de talento es el que sabe vivir y no el que sabe soñar. 251 No es el mejor modo de servir a nuestros conciudadanos el de hacer en cada caso lo que ellos esperaban que hiciéramos. 252 Un hombre público es algo útil mientras es una esperanza, lo que se dice ser una esperanza, y dejar de valer cuando se convierte en los que llaman una realidad, esto es, un recuerdo. Porque de esperanza se pasa a recuerdo. A recuerdo de esperanza, por supuesto. 253 De la forma sale el fondo; de la envoltura, el contenido.
  • 50. 50 254 La envidia es una secreción interna de la soberbia; suele ser la soberbia que no puede brotar hacia fuera. 255 Tener conciencia es obrar. Pero no todo obrar es tener conciencia. 256 No hay más justicia divina que la muerte. Sólo ésta es divinamente justa. La vida es injusta. 257 No hay más que una llegada segura e ineludible: la de la muerte. Y ésta es, tal vez, más que llegada, partida. 258 Todo dogmático odia la ideología. 259 No hay más obra que la vida para cada uno. Vivir, cuando es más que vegetar; vivir pública y civilmente, es obrar.
  • 51. 51 260 Ser conservador es ser uno que busca soluciones para ponerlas en conserva. Y las soluciones no hacen sino disolver. 261 Una verdad nueva suele ser una nueva desilusión. La verdad es casi siempre torturadora, y en todo caso, para nuestro consuelo, indiferente. 262 Los pueblos se enamoran del que sabe llevarles a la muerte haciéndoles creer que es a la vida adonde les lleva. Y se revuelven contra el que les dice la verdad cuando esa verdad es muy verdadera. 263 Los problemas, no tienen resolución. Un problema no se resuelve, se disuelve. 264 Un hombre sincero, amante de la verdad verdadera, de la que ahoga las ilusiones, no puede contestar a una pregunta más que con otra pregunta. Por eso vale más crear ilusiones.
  • 52. 52 265 Todo tradicionalista de verdad es un progresista. Un conservador, no. Embalsamar cadáveres no es resucitarlos, 266 El hombre de acción es el de los cumplimientos, el hombre de palabra, el orador; el escritor es el de las posibilidades. 267 La acción, el hecho, la hazaña, queda siempre en el pasado, mientras que la palabra queda en el porvenir siempre. 268 El modo de robustecer y acrecentar la propia personalidad, es derramarla, tratar de imponérsela a los demás. El que se esté a la defensiva perece al cabo. 269 El pensamiento es un derivativo de la acción y de la pasión; toda idea es, o un embrión abortado o un cadáver de un acto.
  • 53. 53 270 El que piensa no es nunca reaccionario, piense como pensare. 271 Lo mejor que puede hacerse en un mundo de mentira: morirse de ver la Verdad. 272 Hacer tradición es hacer patria. 273 Cuanto más sincera es un alma, tanto más celosamente resguarda y abriga los misterios de su vida. 274 La libertad está en el misterio; la libertad está enterrada y crece hacia adentro, y no hacia fuera. 275 A un árbol se le conoce por sus frutos; pero sus frutos no son sus raíces, aunque de ellas procedan.
  • 54. 54 276 El secreto, el verdadero secreto, es inefable, y en cuanto lo revestimos de lenguaje, no es que deje de ser secreto, sino que lo es más aún que antes. 277 Hay que buscar lo eterno en el aluvión de lo insignificante. 278 Preferimos el arte a la vida, cuando la vida más oscura y humilde vale infinitamente más que la más grande obra de arte. 279 Las lenguas, como las religiones, viven de herejías. El ortodoxismo lleva a la muerte por osificación; el heterodoxismo es la fuente de la vida. Y así que una herejía se constituye a su vez en ortodoxia, cosa perdida. 280 Defendamos a la herejía por ser herejía; por su mera cualidad de herética.
  • 55. 55 281 Hay que huir de la insinceridad y de la mentira. Si sientes que algo te escarabajea dentro pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote. Que hagan de filtro los que te escuchen o te lean. 282 El español tiene, por regla general, más individualidad que personalidad. 283 El intelectual es el hombre del sentido medio, que llama sentido común, tan lejos del sentido universal, cósmico o instintivo, en que viven los carnales, como del sentido propio en que corroboran su espíritu los espirituales. 284 Sólo odiamos, lo mismo que sólo amamos, lo que en algo, y de una o de otra manera, se nos parece; lo absolutamente contrario o en absoluto diferente de nosotros no nos merece ni amor ni odio, sino indiferencia.
  • 56. 56 285 Es mi envidia, mi soberbia, mi petulancia, mi codicia, las que me hacen aborrecer la soberbia, la envidia, la petulancia, la codicia ajenas. 286 La falta de sencillez, la falta de sinceridad, lo echa a perder todo. 287 Todo lo rebuscado es falso. 288 A luchar por la conquista de la personalidad, a luchar por la libertad propia, que es la mejor manera de luchar por la libertad de los demás. 289 Pedagogo es el que enseña a enseñar a los niños a que se le olviden de que están viviendo, es decir, de que van a morirse. 290 Pensar es rumiar; pensamiento es pienso.
  • 57. 57 291 La salud para el sano no es la misma que para el enfermo, pues para éste es una paradoja, y para aquél un lugar común. 292 La cara no se le cae a uno más que de vergüenza. Pero un descarado lleva careta. 293 Pensar es querer pensar y querer es pensar que se quiere. Ni cabe querer sin pensamiento, ni pensar sin querencia. 294 El sueño es el reino de los deseos sin voluntad. 295 El pensamiento que piensa, no el pensamiento que es pensado. 296 Gana y desgana tienen que ver con ganar. El que tiene ganas, gana, y el que desgana, pierde.
  • 58. 58 297 El hombre es un pensamiento que piensa y es pensado. Y mientras piensas, quiere, y mientras es pensado, sueña. Es un movimiento que se mueve y es movido. Es una pasión que actúa y una acción que padece. Es un drama. 298 El que encuentra una expresión encuentra un acto; el que crea una palabra, crea una acción. 299 El que sabe poner un mote mortal a un adversario, le mata, y a las veces al matarle así le inmortaliza. 300 En lógica, la definición es un punto muerto. O un círculo vicioso, que es casi lo mismo. 301 Mi aforismo no puede ser más que mi epitafio, y no cabe inscribirle a uno el epitafio hasta que no haya muerto a resucitar.
  • 59. 59 302 La tradición hace posible la ciencia, mejor dicho, la ciencia misma es tradición. 303 El inquisidor es más caritativo que el anacoreta. 304 La lengua es un arma, y todo perfeccionamiento que en un arma introduce un pueblo, muy pronto lo adoptan los demás pueblos que la usan. Siempre le quedará a cada uno el modo de manejarla, y sobre todo, el valor y arrojo con que la emplee y los fines para que lo haga. 305 El saber ser pobre es cosa más del corazón que de la cabeza. 306 Nacer no sino hacerse, y hacerse es nacer.
  • 60. 60 307 La secreta malicia del tonto es su deseo de pegarnos su tontería. Porque el tonto es igualitario. 308 No se debe reír ni hacer reír para corregir costumbres; débese reír por reír, por la risa misma, desinteresadamente, lo cual, cuando se trata de un tonto, es reírse para ocultar la indignación o el llanto. 309 La primera cualidad que debe tener un buen médico es la de saber mentir. 310 El hombre ha de aspirar a ser espejo. 311 El lenguaje más vivo es el infantil. Y por eso hay tan pocos escritores que sepan hacer hablar a los niños. Porque el niño habla, crea, y el escritor escribe, entierra lo creado.
  • 61. 61 312 La historia no es más que barajar, esto es: guerrear, y desbarajar o desguerrear o hacer paces que traigan nuevas guerras y frente a ello no cabe más que la paciencia. 313 El que ha sido de verdad niño lo será siempre y sus canas, cuando envejezca, tendrán blancura de niñez. 314 La santidad es una enfermedad de la hipocresía, y la criminalidad, una enfermedad del cinismo. 315 La originalidad, o sea la propiedad mental, es un robo, un plagio, y el plagio es una originalidad. El plagio es una segunda originalidad, y la originalidad es un primer plagio. 316 El sentido común no es de nadie, no es propiedad de nadie; es mostrenco y resiste a monopolios.
  • 62. 62 317 Lo opuesto a un lugar común es una paradoja, o sea un lugar común de mañana. 318 Libertad no es más que responsabilidad. Es libre el que se siente libre, y se siente libre el que se siente responsable. El que es incapaz de arrepentirse y de sentir remordimiento, ése no es libre. 319 Todo problema es irresoluble. O más bien, sólo se resuelve en otro. 320 Todo tonto es un cobarde. 321 Urgencia no es energía. Hace falta más energía para contemporizar que para precipitarse. 322 La tragedia es una necesidad popular.
  • 63. 63 323 Bueno es hacer algo, pero es mejor saber lo que se ha hecho. 324 La verdadera patria es la del espíritu. 325 El fin sublime es la contemplación posesiva; el hacerse dueño del mundo comprendiéndolo y sintiéndolo. 326 La muerte es la gran poetizadora; la muerte, que sedimenta la tradición, único verdadero fondo de toda poesía. Sólo es poético lo que, habiendo vivido, reposa en la eternidad. 327 La pasión no habla con sencillez nunca. La pasión es tumultuosa y enfática; la sintaxis de la pasión es una sintaxis que se precipita, que se atropella. Se trasparenta en el escrito el trabarse de la lengua y su tartamudear.
  • 64. 64 328 El apasionado no puede ser ni sencillo ni irónico. Es tumultuoso, turbio y enfático, y cuando quiere burlarse, insulta. La sencillez se le convierte en sequedad; la ironía se le convierte en sarcasmo. 329 Cuando oigáis a algún joven literato o publicista español decir que es una vergüenza el que no conozcamos mejor a América y sus escritores o publicistas es que está buscando recíproca correspondencia, es que quiere colocar sus trabajos en América. 330 La tontería es una enfermedad moral. El tonto es tonto porque no es bueno. El bueno de corta inteligencia no llega a tonto. Se queda en discreto. 331 Pospón toda sabiduría terrena, y toda humana y propia complacencia.
  • 65. 65 332 El misterio de la libertad es el misterio mismo de la conciencia refleja y de la razón. El hombre es la conciencia de la naturaleza, y en su aspiración a la gracia consiste su verdadera libertad. Libre es quien puede recibir la divina gracia, y por ella salvarse. 333 Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas, y la verdad se busca con la humildad. 334 El que quiere todo lo que sucede consigue que suceda cuanto quiera. Omnipotencia humana por resignación. Mas no comprendía que a tal resignación sólo por la gracia se llega, por la fe y la caridad. 335 Muchas veces he escrito de la diferencia entre la razón y la verdad sin entenderlo bien. Aquí abajo, en las disputas a que Dios nos dejó entregados logramos tener razón, pero verdad es el asiento y la paz.
  • 66. 66 336 Por la humildad se alcanza la sabiduría de los sencillos, que es saber vivir en paz consigo mismos y con el mundo, en la paz del Señor, descansando en la verdad y no en la razón. 337 Entro en la fe con la soberbia de los años de mi sueño, y todo se me vuelve maquinar vanaglorias en ella, haciendo que Dios me sirva y no que sirva yo a Él. Pensaba en los conversos célebres y en las vanidades de un catolicismo de relumbrón. Pido a Dios que me despoje de mí mismo. 338 Triste cosa es dejarse adormecer por voces que enmudecerán a nuestros oídos cuando se nos ensordezcan éstos para siempre. 339 «Sueño». Buscar en el sueño refugio, en la muerte mala.
  • 67. 67 340 Nunca he podido ser un sectario, siempre he combatido todo dogmatismo, alegando libertad, pero en realidad por soberbia, por no formar en fila ni reconocer superior ni disciplinarme. Quiero oír, vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente. 341 Vivamos como si hubiésemos de morir dentro de un instante. 342 El conocerse a sí mismo en el Señor es el principio de la salud. 343 Socialismo y comunismo. El santo comunismo de la comunión, el participar todos de un mismo Dios; el comulgar en espíritu. 344 ¿Qué hace la comunidad del pueblo sino la religión? ¿Qué les une por debajo de la historia, en el curso oscuro de sus humildes labores cotidianas? Los intereses no son más que la liga aparente de la aglomeración, el espíritu común lo da la religión. La religión hace la patria y es la patria del espíritu.
  • 68. 68 345 La niñez. Se me ha ocurrido muchas veces que son los justos de Sodoma, por los que Dios no nos destruye. 346 La letra mata, el espíritu vivifica. Y el espíritu no es el sentido, porque el sentido no es más que la razón y el espíritu es la verdad. 347 La verdad es objetiva y subjetiva. Objetivamente es la verdad la relación de las cosas con la gloria de Dios, así como la razón su correspondencia con la mente divina, y subjetivamente es su relación con nuestra salvación. Es verdadero cuanto glorifica a Dios (todo) y cuanto nos conduce a nuestra salvación en cuanto a ella nos conduce. Todo es pues verdadero, y la mentira nada positivo. 348 ¡Actos, actos, actos! 349 La verdad de la fe se prueba por su existencia, y sólo por ella.
  • 69. 69 350 Quiero consuelo en la vida y poder pensar serenamente en la muerte. 351 Dame fe, Dios mío, que si logro fe en otra vida, es que la hay. 352 ¿La muerte es un misterio? También el nacimiento lo es. ¿Cómo de los hombres salen hombres? 353 Saber llorar, ¡qué gran sabiduría! Sabiduría de sencillez, de sustancia y de vida. 354 Puesto que la muerte es el término natural de la vida, el camino natural de ésta es ir a aquélla, y su natural luz la luz de su fin. Sólo se comprende la vida a la luz de la muerte. Prepararse a morir es vivir naturalmente.
  • 70. 70 355 ¡Sencillez, sencillez! Dame, Señor, sencillez. Que no represente la comedia de la conversión, ni la haga para espectáculo, sino para mí. 356 En la religión se unifican la ciencia, la poesía y la acción. 357 Vivir, vivir de veras, vivir espontáneamente, sin segunda intención, vivir para morir y seguir viviendo; he aquí lo que se consigue con la santa sencillez que da Dios al que se le humilla. 358 Salimos de la nada, acostumbrémonos a considerarnos dignos no más que de la nada y la esperanza dará sus frutos en nosotros. 359 Teme y desea tu último día.
  • 71. 71 360 No hay música mala. Hay obras literarias malsanas, impías, desoladoras; hay cuadros que excitan a la concupiscencia. La música es según se la recibe. En un alma pura toda música produce sentimientos de pureza. 361 La música ahonda nuestros sentimientos, los nuestros; hace que seamos más nosotros mismos. Una misma tocata sume al voluptuoso en el fango de su voluptuosidad, mientras al puro le hace recrearse en su pureza. 362 No hay música más grande ni más sublime que el silencio, pero somos muy débiles para entenderla y sentirla. Los que no podemos sumirnos en el silencio y recibir su gracia, tenemos a la música, que es como la palabra del silencio, porque la música revela la grandeza del silencio y no nos da charla vana. 363 La pobreza, entendiendo por ella lo estricto necesario, es una bendición, pero tal pobreza es positiva riqueza. La miseria es una desgracia tan grande como las riquezas.
  • 72. 72 364 Iustitia elevat gentes, miseros autem facit populus peccatum. No hay otra filosofía de la historia. 365 Por el infierno empecé a rebelarme contra la fe; lo primero que deseché de mí fue la fe en el infierno, como un absurdo inmoral. 366 Las impenetrables tinieblas de ultratumba para nuestra luz natural, para nuestra razón, deben ser la luz sobrenatural, la verdad de nuestra vida. 367 Una vida que es pura tiniebla, y muerte continua y disolución de siempre, siempre, siempre, siempre, siglos de siglos y más siglos.
  • 73. 73 368 Cada uno de nosotros es la confluencia de una eternidad y de una inmensidad. Todas las cosas están encadenadas y obran unas sobre otras, con acción directa o indirecta, primaria, secundaria, terciaria... miliaria. El movimiento de la última estrella es parte en la acción de nuestra tierra. Sobre nosotros obran todos los concomitantes de nuestros actos y los antecedentes todos de estos concomitantes y los concomitantes de esos antecedentes. Cada fenómeno es resultado de la vida toda del universo, efecto de la Causa única. Y del mismo modo cada acto nuestro obra sobre otros y éstos sobre otros y va así extendiéndose hacia la inmensidad y la perdurabilidad. La caída de una china bastaría para derribar un inmenso sistema planetario en equilibrio inestable, y aun cuando no lo derribe ni se vea su efecto ¿dejará de modificarlo a todo él? ¿Y nos extraña que se hable del efecto infinito de nuestra culpa, de la infinitud de nuestro pecado? Hay un mar de amargura que baña a todos los seres; cada nuevo pecado hace más amargo ese mar y esa mayor amargura se extiende a todos. ¿Que en el inmenso mar es infinitamente pequeño el aumento de amargura que tu pecado puede producir? ¿Que tu gota no hará rebasar al océano? Tal vez pierdas a un alma que está al borde del abismo, a la que sólo una partícula de gota basta para perder. 369 La razón humana, abandonada a sí misma, lleva al absoluto fenomenismo, al nihilismo. Toda aceptación de algo sustancial y trascendente es cosa de imaginación o remedo de fe. La Idea, el Absoluto, la Voluntad, el Inconocible, ¿qué es todo eso más que una idea nuestra, un fenómeno de nuestra mente? Y nuestra mente, ¿qué es más que un fenómeno, una apariencia? Para la razón no hay más realidad que la apariencia. Pero pide a voces, como necesidad mental, algo sólido y permanente, algún sujeto de las apariencias, porque se siente a sí misma, se es, no meramente se conoce. Y llega a aquella desoladora infinita vanità del tutto, a la vanidad de vanidades y todo vanidad, último punto de la sabiduría humana.
  • 74. 74 370 Por la fe recibimos la sustancia de la verdad, por la razón su forma. 371 Cuanto más corras de la muerte más te acercas a ella. Lo mismo pasan los días de absorbente ocupación que los días de reposada contemplación. 372 ¡Laboriosidad! Cuánta labor que no es más que la del jumento en la noria. 373 ¡Trabajar! ¿Y para qué? ¿Trabajar para más trabajar? ¿Producir para consumir y consumir para producir, en el vicioso círculo de los jumentos? He aquí el fondo de la cuestión social. Si el género humano es una mera serie de hombres sin sustancia común permanente, si no hay comunión entre los vivos y los muertos y éstos no viven sino en la memoria de aquéllos ¿para qué el progreso?
  • 75. 75 374 ¡Conócete a ti mismo! Repítese esto mucho y como a principio de filosofía lo tiene la sabiduría mundana. Pero entiende por ello estudiarse como a ser extraño, como a mero ejemplar de la humanidad, como a asunto científico, psicológicamente. El conócete a ti mismo lo reducen a fría fórmula de conocimiento puramente intelectual, a ciencia de anatomía y nada más. Pero no a conocerse como a tal individuo concreto y vivo, como al yo individual y concreto, vaso de miserias y de pecados, de grandezas y de pequeñeces. 375 Algunos caen en un psicologismo estéril y nocivo, escarbando en sí mismo y tomándose como de anima vili para ociosos experimentos. ¿Qué diríamos de un cirujano que se magullase un brazo para estudiarse, o de un médico que se inoculase tuberculosis para estudiar en sí mismo la enfermedad? Pues así se conducen muchos con su alma. 376 El protestantismo oscila entre la esclavitud de la letra y el racionalismo, que evapora la vida de la fe. Si la Iglesia católica desapareciese se desvanecerían las confesiones protestantes, y, desvanecidas éstas, aquélla no desaparecería.
  • 76. 76 377 El protestantismo tiene que cumplir su ciclo todo, ir a perderse en el racionalismo que mata toda vida espiritual, para que vuelva a caer en la fe de que salió. 378 ¡Libertad, libertad! ¿Cuándo un protestante ha llegado a la libertad de los místicos católicos? O caen en la esclavitud de la letra, o en el nihilismo de la razón. 379 Han querido sujetar la fe al progreso, cuando la fe vive por debajo del progreso, dentro de él, permanente y quieta, como la verdad dentro de la razón. 380 El naturalismo acaba por el endiosamiento, por el único de Max Stirner; el sobrehombre de Nietzsche acaba en el nihilismo. Yoísmo y nihilismo son cosas que acaban por identificarse.
  • 77. 77 381 Hay, sin embargo, una natural aspiración en el anarquismo, la de libertarse de la ley exterior, de la letra que mata, y vivir según el espíritu y la justicia. 382 Hay que perderse en esa nada que nos aterra para llegar a la vida eterna y serlo todo. Sólo haciéndonos nada, llegaremos a serlo todo; sólo reconociendo la nada de nuestra razón, cobraremos por la fe el todo de la verdad. 383 Pedimos señales, como si no fuese la señal más evidente el que las pidamos. 384 Tengo que vivir en el mundo y en él ¿no puede alcanzarse la perfección ascética? La de la intención y el deseo sí. 385 Tristeza al despertar de noche y encontrarme con una mano dormida. Me apresuro a moverla y tocarla, preocupado de si la tengo muerta y seca y es la muerte que por ella viene.
  • 78. 78 386 Si se anunciara el fin del mundo para un día cualquiera de aquí a cincuenta años, ¿en qué estado no caerían los espíritus? Pues para cada uno de nosotros la muerte es el fin del mundo, entonces el sol se nos oscurecerá, los sonidos todos enmudecerán, las cosas todas se nos licuarán en la nada. 387 Es un mal síntoma cierta afición a las obras místicas y la especulación mística, y desvío de las ascéticas. Es el poso del maldito intelectualismo. No se puede llegar a la mística sin pasar por la ascesis y sólo mediante ésta, y si no salimos de ella en ella debemos quedarnos. Ésta es la humildad. Otra cosa es tomar la mística como curiosidad. 388 El hombre ideal del racionalismo es el hombre autómata, perfectamente adaptado al ambiente. Todos sus actos son reflejos, y como no hay roce alguno entre el proceso interior suyo, psíquico, y el proceso exterior o cósmico, no hay conciencia. 389 El sentimiento, el amor, la voluntad, es un estado de conciencia, un momento representativo, una idea.
  • 79. 79 390 La religión natural, el deísmo, el panteísmo, llevarían a la superstición o al fetichismo esteticista. Rota la unión entre lo divino y lo humano, intelectualizado Dios, la necesidad de comunión viva con él se haría sentir. 391 Es doctrina corriente en psicología la de que la idea es la incoación del acto, un acto abortado o reducido. Así si se produce un estado de vacío en la conciencia, el sueño hipnótico, una simple idea sugerida llega hasta el acto, al no encontrar contradictora. La idea es fuerza, la idea es motriz, la idea es un reflejo reducido e interiorizado. 392 Pensar una cosa es el principio de consentirla y cometerla. Pero viene la inhibición, la reacción del espíritu total a un pensamiento sugerido de fuera. 393 Padezco abulia; sin excitante externo no sé resolverme a obrar, y todo mi recurso es procurar provocar ese excitante. Alguna vez se me ocurre la locura de desear una grave enfermedad, un accidente o aprieto que poniéndome cerca de la muerte me mueva a pedir confesión y rompa este estado.
  • 80. 80 394 Ese horror a la nada, ¿no es un aviso acaso? ¿No sería más horrible que la nada una eternidad de soledad, a solas con la propia nada? Puesto que sólo en ti has pensado y a ti sólo te has buscado y te has creído centro del universo contigo y sólo contigo estarás eternamente, con tu mundo interior, borrado a tus sentidos el de fuera, y así te penetrarás pronto de tu nada y tendrás tu propia nada por eterna compañía. 395 Es una enfermedad terrible el intelectualismo, y tanto más terrible cuanto que se vive en ella tranquilamente, sin conocerla; es tan terrible como la locura o el idiotismo, en que se dice que ni el loco ni el idiota sufren, pues no conocen su mal, y aún pueden vivir contentos. No hace más que reírse Raimundín. 396 Me ha estado halagando el que me llamaran místico, creyendo que es un grado más potente de espíritu, más que filósofo, así como esto es más que científico. Y lo que hay que ser es bueno. 397 ¡Cuánto daño hace ese neo-misticismo, ese falso misticismo de soberbios, ociosos, sensuales y borrachos! Hay que ser bueno.
  • 81. 81 398 El gran misterio es la conciencia y el mundo en ella. El principio de causalidad sin la conciencia sería la mera consecución de dos fenómenos. 399 Nuestra voluntad sin la gracia no es nada. 400 Vivimos muriendo, a cada momento morimos y renacemos, el fugitivo presente fluye entre la muerte del pasado y el nacimiento del porvenir. Y este nacimiento es, como el nuestro, peligro de muerte. 401 Hay que gastar más las rodillas que los codos. 402 He tendido a la nada, a la destrucción ideal de todo, a reducirlo a mero fenómeno; he querido hacer de mi nada el centro del universo, lo merecido es la nada de todo verdadero ser, la muerte eterna.
  • 82. 82 403 Libertad, libertad, libertad. 404 El idealismo enerva y es más soberbio que el positivismo. 405 Hay que guardarse mucho del sentimentalismo, que se da por fe racional. 406 El literatismo y el esteticismo mismo son flor venenosa del espíritu pagano. 407 ¡El arte por el arte! Tanto vale decir la vida por la vida. No, la vida por la muerte, la vida por la vida eterna; y el arte por el arte eterno, por la religión.
  • 83. 83 408 El religiosismo puede conducir por la religiosidad a la religión, pero puede ser un narcótico sentimental que endormezca al hombre en la propia voluptuosidad y en la lujuria espiritual. 409 Hay que vivir, se dice, y se dice esto en el peor sentido. Sí, hay que vivir, pero hay que morir también. Y sobre todo hay que vivir muriendo para poder morir viviendo. 410 Morir habemos. ¡Qué hermosa frase! Es a la vez «moriremos», esto es = morir-hemos, y «tenemos muerte» habemus mori o mortem. 411 Cuanto más se piensa en la muerte más serena calma se saca para la vida. 412 Vivir en muerte, he aquí el único modo de morir en vida y en vida eterna.
  • 84. 84 413 Hay que vivir recogiendo el pasado, guardando la serie del tiempo, recibiendo el presente sobre el atesorado pasado, en verdadero progreso, no en mero proceso. 414 No es lo mismo obrar el bien que ser bueno. No basta hacer el bien, hay que ser bueno. 415 No importa que los hombres sean mejores, lo que importa es que no puedan hacerse mal. Vale más ser bueno aunque se haga mal alguna vez, que ser malo y hacer bien, bien aparente. 416 Cuanto más difícil es hacer el mal, más importante es ser bueno. 417 La muerte revela al bueno.
  • 85. 85 418 Hay que purificar las intenciones, que los actos ellos saldrán puros. 419 Es mucho más profundo de lo que se cree lo de que la fe justifica las obras, y si la fe sin obras es fe muerta, las obras sin fe son obras vanas. 420 Sólo la bondad interior santifica las obras buenas. Y la bondad interior es la humildad, cuya forma es la fe. 421 ¡Altruismo! ¡Altruismo! El altruismo lógico es el de Schopenhauer; predicar el suicidio cósmico o colectivo. 422 Salvar a los demás salvándose es lo mismo que salvarse salvando a los demás.
  • 86. 86 423 ¡Altruismo, generosidad, abnegación! Vanas palabras para apartar a los hombres de su propia salud. 424 La cosa es clara; si la humanidad progresa en cultura, en facilidad y agradabilidad de vida, si se hacen los hombres más accesibles a los encantos del arte y de la ciencia, y con ello refinada la cultura y sensibilizada la conciencia se hace más sensible y clara la percepción de la nada, los hombres se harán más infelices con su propia infelicidad. Cuanto más grata y dulce y encantadora la vida más horrible la idea de perderla. Y así se pudren las culturas y llegan las decadencias; cada día se hace más evidente el vanidad de vanidades. 425 Hay, aunque parezca paradoja, la infelicidad de la felicidad. Los que viven en el bienestar y el goce gustan el amargo fruto del spleen, del aburrimiento, de la desesperación. 426 El fin del hombre es hacerse feliz, verdaderamente feliz, no culto ni exquisito. Y si la felicidad mundana conduce a la desesperación, es que no es la felicidad verdadera.
  • 87. 87 427 ¡Esperanza, esperanza! La esperanza es la fuente de felicidad, y la fe la madre de la esperanza. De ellas brota la caridad, y ésta las mantiene. 428 No pensar en la muerte. ¡Imposible! Cuanto más se goza más se piensa en ella. ¡Feliz quien en ella piensa desde el seno del dolor! 429 Hay que vivir con toda el alma, y vivir con toda el alma es vivir con la fe que brota del conocer, con la esperanza que brota del sentir, con la caridad que brota del querer. 430 Pasando por una estrecha tabla sobre un abismo insondable el vértigo nos da vahídos y vemos que nos van a faltar fuerzas, y hacemos desesperados esfuerzos por ver claro y despejarnos y por cobrar fuerzas y estos esfuerzos nos agotan más. Debe de ser terrible hacer esfuerzos por cobrar esfuerzo.
  • 88. 88 431 El querer creer ¿no es principio de creer? El que desea fe y la pide ¿no es que la tiene ya aunque no lo sepa? 432 ¡Que sea lógico con mis antecedentes! Y ¿por qué no he de ser lógico con mi corazón? ¿Es que mis antecedentes valen más que mi corazón? 433 Cuando la serpiente se desprende de su vieja piel es que tiene ya formada la nueva por debajo; es ésta la que cosquillea a aquélla y la expulsa. Nunca queda desnuda. 434 No quiero querer; quiero obedecer. Que me manden. 435 La paz está en la contemplación; en la acción la guerra. Pero cabe hallar una contemplación activa o una acción contemplativa.
  • 89. 89 436 ¡La Vida! Todo se vuelve himnos a la vida, exaltaciones de la vida. Esto es una borrachera. Esa condenada literatura produce la fatal ilusión de que la vida no se acaba, que continúa después de nuestra muerte. No, muerto tú para ti no vive ya nada de aquí abajo. 437 Que Dios nos ha creado, y ¿por qué hemos de darle gracias por habernos creado si hemos de volver a la nada de que nos sacó? 438 ¿Que no somos más que un fenómeno transitorio en el mundo? Y ¿por qué no ha de ser acaso el mundo nada más que un fenómeno transitorio en nosotros? 439 La fe es un hecho en los que la poseen y disertar sobre ella los que no la tienen es como si una sociedad de ciegos discutiera acerca de lo que oyeran hablar de la luz a los videntes. 440 La fe es un hecho, y como un hecho hay que estudiarla.
  • 90. 90 441 El modo más seguro acaso de llegar a creer el credo es rezarlo con el mayor fervor posible todos los días. ¿Que esto es una auto-sugestión? ¿Y qué es eso de la auto-sugestión? ¿Que soy como sugestionador y como sugestionado? ¿Puede ser el mismo sugestionado sugestionador? ¿De dónde me ha venido la sugestión? 442 ¡Vivir para la historia! ¡Cuanto más sencillo y más sano vivir para la eternidad! 443 No hay más que un supremo problema moral y práctico, el de la ultratumba. Si es la nada el mundo que te imaginas sobreviviéndote no pasa de ser una imaginación tuya que contigo morirá. 444 Es horrible el esteticismo; es una muerte. ¡El arte por el arte! Cuantos supuestos creyentes defienden esta blasfemia creo resulten incrédulos prácticos, pecadores habituales.
  • 91. 91 445 ¡Belleza, sí belleza! Pero la belleza no es eso, no es la del arte por el arte, no es la de los esteticistas. Belleza cuya contemplación no nos hace mejores no es tal belleza. 446 Hay que ir por la práctica a la teoría; éste es el camino derecho. Queriendo arrancar de la teoría se queda en la impotencia. 447 Cuando vayas a tomar una resolución o a llevar a cabo algo imagínate que has de morirte una vez cumplido lo que propones y haz todo lo que hagas como si hubieras de morirte al punto. 448 Nos resistimos al misterio por figurarnos que no sea más que lo que bajo su fórmula nos imaginamos. La fórmula química es verdadera, más bien es racional, pero no es la verdad. 449 Los misterios son símbolos, sí, pero símbolos de lo inconocible en esta vida. Hay que saber distinguir entre el misterio en sí y el misterio con relación a nosotros. Nos resistimos a él por creer que ha de ser en sí como se nos aparece.
  • 92. 92 450 Hace falta elemento exterior, culto común, todo lo que da vida al hombre exterior para que preserve y guarde al interior, y hace falta que éste dé calor y vida al exterior. 451 El hombre es núcleo de sociedad, germen de ella, y a la vez miembro de ella; es el hombre sociedad condensada y es la sociedad hombre expansionado. 452 Sé unánime contigo, que esto es ser sincero. Sé siempre tú en todo tiempo, lugar y circunstancia. 453 La tierra forma parte del cielo. Está en nosotros mismos, en nuestro cielo interior. 454 Meditar es considerar con amor fija y recogidamente un misterio, un mismo misterio, procurando llegar a su esencia amorosa, a su centro vivífico; pensar es establecer relaciones entre ideas diversas. El más alto grado de la meditación es el éxtasis, el del pensamiento la construcción de un sistema filosófico. Meditando se hace uno mejor, más santo, pensando más sabio.
  • 93. 93 455 «¡Conócete a ti mismo!», decía la inscripción, y Carlyle dice: no, eres inconocible, ¡conoce tu obra y llévala a cabo! ¿Y cuál es mi obra? Hay algo más que conocerse, que obrarse (o llevar a cabo su obra) y que amarse, y es serse. Sete a ti mismo, sé tú mismo, y como eres nada, sé nada y déjate perder en manos del Señor. 456 Ser moral no es ser moralista ni ser moralista es ser moral. 457 Cuando la vida es honda, es poema de ritmo continuo y ondulante. 458 No te creas más, ni menos ni igual que otro cualquiera, que no somos los hombres cantidades. Cada cual es único e insustituible; en serlo a conciencia, pon tu principal empeño. 459 La seriedad es la dicha de vivir tu vida asentada sobre la pena de vivirla y con esta pena casada. Ante la seriedad que las funde y al fundirlas las fecunda, pierden tristeza y alegría su sentido.
  • 94. 94 460 La pesadez y la monotonía son las dos cualidades más clásicamente castizas de nuestra literatura clásica castiza. 461 Cuando la poesía no surge, como de manantial rebosante, de las entrañas del espíritu, perenchidas de ello, ocioso es buscarlas por excitantes meramente externos. 462 Cuanto menos se lee, hace más daño lo que se lea. Cuantas menos ideas tenga uno y más pobres sean ellas, más esclavo será de esas pocas y pobres ideas. Las ideas se compensan, se contrastan, se contrapesan y hasta se destruyen unas a otras. 463 No hay más que una humildad verdadera, y es la sinceridad. El que se preocupa de mostrarse humilde o de aparecer modesto es que alimenta una real soberbia. Lo derecho es dejarse ser como es, es coger el alma propia y con fuerte brazo tenderla en la plaza pública, a las miradas y a las pisadas de todos los que pasen.
  • 95. 95 464 No mires, joven, tu reflejo en los demás; mira sus reflejos en ti mismo. No te busques desparramado en los otros antes de haber buscado a los demás coyuntados en ti. Si los unes en tu espíritu, sabrás luego unirlos en la vida. 465 La literatura ciudadana me parece algo en el fondo incoloro, que no es en rigor de ningún país ni de ningún tiempo, algo obtenido per via remotionis, por alquimia literaria, literatura cerebral, en fin. 466 Lo mío precede al yo; hácese éste a luz propia como posesor, se ve luego como productor y acaba por verse como verdadero yo cuando logra ajustar directamente su producción a su consumo. Del ambiente exterior se forma el interior por una especie de condensación orgánica, del mundo de los fenómenos externos el de la conciencia, que reacciona sobre aquél y en él se expansiona. Hay un continuo flujo y reflujo difusivo entre mi conciencia y la naturaleza que me rodea; que es mía también, mi naturaleza; a medida que se naturaliza mi espíritu saturándose de realidad externa espiritualizo la naturaleza saturándola de idealidad interna. Yo y el mundo nos hacemos mutuamente. Y de este juego de acciones y reacciones mutuas brota en mí la conciencia de mi yo, mi yo antes de llegar a ser seca y limpiamente yo, yo puro. Es la conciencia de mí mismo el núcleo del recíproco juego entre mi mundo exterior y mi mundo interior. Del posesivo sale el personal.
  • 96. 96 467 El hombre, el verdadero hombre, el que es un hombre, todo un hombre, lleva en sí, heroico Robinsón, el mundo todo que le rodea; con su cultura civiliza cuanto maneja. 468 Las civilizaciones son matrices de culturas, y luego éstas, libertadas de aquéllas, que de placentas se convierten en quistes, dan origen a civilizaciones nuevas. 469 No tiene sentido alguno racional el preguntar si es la sociedad para el individuo o éste para aquélla, porque yo soy sociedad y la sociedad es yo. Los que oponen entre sí los términos de socialismo y anarquismo, socialismo e individualismo, sociedad e individuo, son los que creen es cuestión alguna la enorme simpleza aquella de «¿cuál fue antes, el huevo o la gallina?». Este antes es el sello de la ignorancia. 470 El nacionalismo, el patriotismo de las grandes agrupaciones históricas, cuando no es hijo de la fantasía literaria de los grandes centros urbanos, suele ser producto impuesto a la larga por la cultura coercitiva de los grandes terratenientes, de los landlords, de los señores feudales, de los explotadores de los latifundios. El proceso económico-social moderno, mercantil e industrial, arrancando del libre cambio, trae el verdadero cosmopolitismo, la gran patria del espíritu, que del cambio se nutre, la gran Patria humana.
  • 97. 97 471 El libre cambio es, si bien se mira, un precepto de moral, una derivación rigurosa del «ama a tu prójimo como a ti mismo». 472 Libertad, libertad ante todo, verdadera libertad. Que cada cual se desarrolle como él es, y todos nos entenderemos. La unión fecunda es la unión espontánea, la del libre agrupamiento de los pueblos. 473 El hecho es que quien no trate de ser en los demás, dejará de ser en sí mismo; quien no se es fuerce por imprimir su cuño en los demás, acabará por perderlo. No se conserva y acrecienta espíritu sino dándolo; el que renuncia a influir en los que le rodean y a modificarlos a su imagen y semejanza, renuncia de hecho a conservarse tal cual es, como no sea en una verdadera petrificación espiritual. 474 El sable se alía con el hisopo; con la vara de medir, jamás.
  • 98. 98 475 El perfecto equilibrio entre el espíritu y el mundo es imposible; siempre sobra mundo para nuestro espíritu, o nos sobra espíritu para el mundo; siempre sobrepuja nuestra vitalidad espiritual a la necesaria para mantenernos o queda por debajo de ella. Y así, o la tenemos para verterla o vamos languideciendo; o tiramos al todo, o tiramos a la nada. Cuando alguien desea pasar sin ruido y sin ser notado, y no predominar en nada, y hasta le es gravoso el ocupar el hueco espiritual que ocupa y quisiera acaso disolverse, es que su vitalidad espiritual es menguante, es que la desasimilación de su espíritu excede a la nutrición del mismo, es que declina, es que tiende a la nada. Tiende a la nada y se enamora de su propia dolencia, como aquellos enfermos crónicos que acaban por encariñarse de la propia enfermedad y gustar la voluptuosidad de la disolución. 476 Escribe claro el que concibe o imagina claro, con vigor quien con vigor piensa, por ser la lengua un vestido trasparente del pensamiento. 477 A una idea no hay que mirar por de fuera, envuelta en el nombre para abrigarse y guardar la decencia, hay que mirarla por de dentro, viva, caliente, con alma y personalidad.
  • 99. 99 478 Es preferible hacer resaltar la fuerza de los extremos en el alma del lector para que el medio tome en ella vida, que es resultante de lucha. 479 El principio de la sabiduría es saber ignorar. 480 Buscar la tradición en el pasado muerto es buscar la eternidad en el pasado, en la muerte, buscar la eternidad de la muerte. 481 La tradición vive en el fondo del presente, es su sustancia. 482 El que se mete en su concha, ni se conoce ni se posee. 483 Hay que mantenerse en equilibrio con el ambiente asimilándose lo de fuera; la mutualidad brota de suyo, porque necesariamente es recíproca toda adaptación.
  • 100. 100 484 En la vida intelectual, lo mismo que en el toreo, apestado también de formalismo, hay que recibir la alternativa de manos de los viejos espadas; lo demás no se sale de novillero. 485 A falta de otra cosa, el brillo enfático de barniz retórico o la ingeniosidad de un batido delicuescente. 486 En España el pueblo es masa electoral y contribuible. Como no se le ama, no se le estudia, y como no se le estudia, no se le conoce para amarle. 487 No llegará muy lejos, de seguro, quien nunca sienta cansancio. De esa conciencia de tu poquedad recogerás arrestos para tender a serlo todo. 488 Arranca como de principio de tu vida interior del reconocimiento, con pureza de intención, de tu pobreza cardinal de espíritu, de tu miseria, y aspira a lo absoluto si en el relativo quieres progresar.
  • 101. 101 489 Resignación, resignación activa, que no consiste en sufrir sin luchar, sino en no apesadumbrarse por lo pasado ni acongojarse por lo irremediable; en mirar al porvenir siempre. 490 La resignación, la resignación activa, no la pasiva, no consiste en cruzarse de brazos, sino en no volver la vista atrás ni apesadumbrarse por lo irremediable, en comprender que el porvenir es el único reino de la salud. 491 Ni lo pasado puede ser más que como fue, ni cabe que lo presente sea más que como es; el puede ser es siempre futuro. 492 No sea tu pesar por lo que hiciste más que propósito de futuro mejoramiento; todo otro arrepentimiento es muerte, y nada más que muerte. 493 Puede creerse en el pasado; fe sólo en el porvenir se tiene, sólo en la libertad. Y la libertad es ideal y nada más que ideal, y en serlo está precisamente su fuerza toda.
  • 102. 102 494 Espera, que sólo el que espera vive; pero teme al día en que se te conviertan en recuerdos las esperanzas al dejar el futuro, y para evitarlo, haz de tus recuerdos esperanzas, pues porque has vivido vivirás. 495 Afírmalo todo, aunque te digan que es una manera de todo negarlo, porque aunque así fuera, sería la única negación fecunda, la que destruyendo crea y creando destruye. 496 Tú mismo eres idea viva; no te sacrifiques a las muertas, a las que se aprenden en papeles. 497 Cada cual es único e insustituible; en serlo a conciencia, pon tu principal empeño. 498 Haz cada día por merecer el sueno, y que sea el descanso de tu cerebro preparación para cuando tu corazón descanse; haz por merecer la muerte.
  • 103. 103 499 Sé confesor más que predicador. Comunícate con el alma de cada uno y no con la colectividad. 500 Sé serio. Alegre también; pero seriamente alegre. La seriedad es la dicha de vivir tu vida asentada sobre la pena de vivirla y con esta pena casada. Ante la seriedad que las funde y al fundirlas las fecunda, pierden tristeza y alegría su sentido. 501 Vive como todos, siente como tú mismo, y así comulgarás con todos y ellos contigo. Haz lo que todos hagan, poniendo al hacerlo todo tu espíritu en ello, y será cuanto hagas original, por muy común que sea. 502 Raciocinar la ética es matarla. Obedece al dictado de tu conciencia sin convertirlo en silogismo. 503 La fe es la conciencia de la vida en nuestro espíritu.
  • 104. 104 504 La fe es confianza ante todo y sobre todo. 505 Fe en sí mismo tiene quien en sí mismo confía, en sí y no en sus ideas; quien siente que su vida le desborda y le empuja y le guía; que su vida le da ideas y se las quita. 506 Lo hondo, lo verdaderamente original, es lo originario, lo común a todos, lo humano. 507 La paz armada es un vasto sindicato internacional de los explotadores de suelos patrios, de los grandes patriotas. 508 Sin la muerte serían infecundos nuestros esfuerzos, podrían ensancharse, mas no dar fruto.
  • 105. 105 509 Revolucionar la lengua es la más honda revolución que puede hacerse; sin ella, la revolución en las ideas no es más que aparente. 510 ¡Viva la libertad!, la libertad, que es la conciencia de la necesidad. 511 Escribe como te dé la real gana, y si dices algo de gusto o de provecho y te lo entienden y con ello no cansas, bien escrito está como esté. 512 El ideal es que hablemos todos los hombres una sola y misma lengua, pero que la hable cada cual a su modo, y el ideal en España que sólo se hable el español, pero empleándolo cada uno a su manera. 513 Hay que convertir en reflexión el instinto si se quiere que llegue a ser instintiva la reflexión.
  • 106. 106 514 Lo único real son la eternidad y la idealidad que en el tiempo y en la realidad se nos muestran. 515 El que necesita de la caza para ir de campo es porque el campo mismo no le gusta, diga él lo que quiera. El que de veras ama la naturaleza no ve las perdices en ella. 516 El pueblo vasco no tiene cultura indígena propia; su religión, su arte, su ciencia, sus industrias, todo es recibido de los pueblos que le rodean. 517 Rechazar lo informe es querer ahogar el progreso de la vida. 518 Defendamos a la herejía por ser herejía, por su mera cualidad de herética.
  • 107. 107 519 Lo propio del animal es acomodarse pasivamente al medio; lo propio del hombre adaptar el medio a sí, hacerse el mundo, manera la más noble de hacerse al mundo. Recíbanos el ambiente si quiere, y si no lo quiere, es que ni somos nosotros dignos de él, ni él lo es de nosotros. 520 Dé cada cual su nota propia, según su propia y peculiar estructura; lo que de ella concuerde con la dominante melodía, en ésta se perderá reforzándola, y lo que no, irá al fondo inexhausto de los armónicos, discordantes entre sí muchos. ¡Nada de canto monofónico! 521 O la felicidad o el amor. Si quieres uno, has de renunciar a la otra. El amor mata la felicidad, la felicidad mata al amor. 522 El repensar los lugares comunes es el mejor medio que tenemos para librarnos de su maleficio.
  • 108. 108 523 La realidad no es más que un esfuerzo del recuerdo por hacerse esperanza, o un esfuerzo de la esperanza por convertirse en recuerdo. 524 La individualidad dice más bien respecto a nuestros límites hacia fuera, presenta nuestra finitud; la personalidad se refiere principalmente a nuestros límites, o mejor no límites, hacia adentro, presenta nuestra infinitud. 525 Rinden culto a la muerte los más furiosos amadores de la vida, aquellos en quienes el goce de vivir no puede apagar el hambre de sobrevivir. 526 Hay en el fondo de nuestra casta cierto poso de avaricia espiritual, de falta de generosidad de alma, cierta propensión a no creernos ricos sino a proporción que son los demás pobres, poso que hay que limpiar. 527 El que no sienta ansias de ser más, llegará a no ser nada. ¡O todo o nada!
  • 109. 109 528 No me defiendo, no me defiendo jamás; ataco. No quiero escudo, que me embaraza y estorba; no quiero más que espada. Prefiero dar cincuenta golpes y recibir diez, a no dar más que diez y no recibir ninguno. Atacar, atacar, y nada de defenderse. 529 El día en que los tontos, que son todos los hombres, se convenciesen de verdad de que lo son, el progreso tocaría a su término. 530 El apasionado, el arbitrario, es el único verdadero rebelde. 531 La arbitrariedad, la afirmación cortante porque sí, porque lo quiero, porque lo necesito, la creación de nuestra verdad vital —verdad es lo que nos hace vivir—, es el método de la pasión. La pasión afirma, y la prueba de su afirmación estriba en la fuerza con que es afirmada.
  • 110. 110 532 El genio sirve de poco o no sirve de nada, si no es el núcleo en torno del cual se agrupan los «cien hombres de mediano talento, pero honrados y tenaces». Es más: creo que un solo genio, un genio solitario, si por acaso naciese entre nosotros —y tal vez haya nacido, y viva y aun se muera o se haya muerto, sin que de él nos hayamos percatado—, creo que ese genio no maduraría, a falta de otros genios. Es la sucesión de genios, la mutua fecundación de sus labores, lo que hace las grandes épocas de un pueblo. 533 Cada uno finge creer en sí mismo, para ver si así se atrae la fe de los demás, en vez de creer en los otros. O creer en sí mismo, pero sin fingimiento, con hechos, y no con meras palabras. 534 No mires tu reflejo en los demás; mira sus reflejos en ti mismo. No te busques desparramado en los otros antes de haber buscado a los demás coyuntados en ti. Si los unes en tu espíritu, sabrás luego unirlos en la vida. 535 El lenguaje sirve para ahorrarse el pensamiento; se habla cuando no se quiere pensar.
  • 111. 111 536 Lo que aborrezco en otros aborrézcolo por sentirlo en mí mismo; y si me hiere aquella púa del prójimo, es porque esa misma púa me está hiriendo en mi interior. 537 La comisión de un acto pecaminoso nos purifica del terrible deseo de él, que nos estaba carcomiendo el corazón. 538 Más de un matador habrá empezado a sentir compasión y hasta amor a su víctima una vez que matándola desahogó su odio en ella. 539 Desde un punto de vista mezquino y estrecho podrá parecer lo más malo el haber matado a uno; pero, visto desde las honduras del espíritu, lo peor es nutrir los sentidos con odio y vivir corroídos por malos deseos. 540 Desconfío del que no lucha, y veo siempre un mayor enemigo en el que se me somete que en el que me resiste.
  • 112. 112 541 La diferencia que he visto siempre entre la moral y la religión es la de que aquélla nos enseña a hacer el bien, y ésta a ser buenos. 542 Los falsamente humildes se escandalizan de los soberbios. 543 Todo lo rebuscado es malo, y eslo, por lo tanto, la soberbia rebuscada, la falsa soberbia, que es una de las más frecuentes. 544 El acto de más grande humildad, de verdadera humildad, es obrar. 545 La inocencia de un niño, flor de la vida, suele ser la redención de los más impuros hartazgos de la carne de sus padres. 546 A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse; cuando creemos haberle dado una idea nueva, si la recibe, es que se la hemos sacado de las entrañas de su propio pensamiento, donde la tenía sin darse él mismo cuenta de ella.
  • 113. 113 547 Una convicción cualquiera, aunque sea todo un sistema o toda una religión, tiene que pasar a la condición de lugar común o de postulado antes de que llegue a ser completamente operativa. 548 Nuestra fe no es la más alta verdad de que nos percatamos, sino la más alta que hemos sido capaces de asimilarnos en la trama y método mismos de nuestro pensamiento. 549 El principio de echarse a andar es estar parado, y el de pararse estar andando, así el principio de empezar a saber es ignorar, y no pocas veces el principio de ignorar es saber. 550 La brutalidad y la genialidad pueden unirse; lo que ya no es tan fácil que se una con esta última es eso que suelen llamar discreción, o sea el sentido medio. 551 Nada más cerca de la naturalidad que la espiritualidad.
  • 114. 114 552 La erudición, o lo que aquí, en nuestra patria, suele llamarse erudición, no es de ordinario, en efecto, más que una forma mal disfrazada de pereza espiritual. 553 La erudición suele encubrir en España la hedionda llaga de la cobardía moral, que nos tiene emponzoñada el alma colectiva. 554 Donde no florecen las herejías, es que los estudios teológicos son una pura rutina de oficio y un modo de matar el tiempo y ocupar la pereza espiritual con una falsificación de trabajo. 555 El genio es el que en puro personalidad se impersonaliza, el que llega a ser voz de un pueblo, el que acierta a decir lo que piensan todos sin haber acertado a decir los que lo piensan. El genio es un pueblo individualizado. 556 Libertarse, hacerse libre, es lograr que nuestros hermanos reconozcan que valemos más que todas sus ideas y las nuestras, que un hombre cualquiera vale más que todo el universo.
  • 115. 115 557 El español, o empieza, o, si no empieza, acaba siempre por escribir, no para revelar su corazón, sino para velarlo; no para descubrirse, sino para cubrirse. 558 El amor, cuando es puro y noble, crece con la distancia. Su alma está más cerca de mí cuanto más de mí se aleje su cuerpo. 559 Los misántropos buscan la sociedad y el trato de las gentes; las necesitan para nutrir su odio o su desdén hacia ellas. El amor puede vivir de recuerdos y de esperanzas; el odio necesita realidades presentes. 560 Sólo la soledad nos derrite esa espesa capa de pudor que nos aísla a los unos de los otros; sólo en la soledad nos encontramos; y al encontrarnos, encontramos en nosotros a todos nuestros hermanos en soledad. 561 La soledad nos une tanto cuanto la sociedad nos separa. Y si no sabemos querernos, es porque no sabemos estar solos.
  • 116. 116 562 En la soledad, y sólo en la soledad, puedes conocerte a ti mismo como prójimo; y mientras no te conozcas a ti mismo como a prójimo, no podrás llegar a ver en tus prójimos otros yos. Si quieres aprender a amar a los otros, recógete en ti mismo. 563 Nuestra vida íntima, nuestra vida de soledad, es un diálogo con los hombres todos. 564 Se busca la sociedad no más que para huirse cada cual de sí mismo, y así, huyendo cada uno de sí, no se juntan y conversan sino sombras vanas, miserables espectros de hombres. 565 Un solitario, un verdadero solitario, es el que se pone a bailar en medio de la plaza humana y a la vista de sus hermanos todos, al son de la música de las esferas celestiales, que él solo, merced a la soledad en que vive, oye. 566 Es la soledad la que hace a los hombres verdaderamente sociables y humanos.
  • 117. 117 567 El valor de los grandes solitarios: enseñan a los demás hombres el valor de la soledad, y que se puede muy bien vivir en ella. 568 El que insulta a una muchedumbre suele estar muy de ordinario rindiendo homenaje a cada uno de los que la componen. 569 La verdad puede más que el palo. Antes romperá la verdad al palo que el palo a la verdad. Y la verdad es lo que se siente. El que lleno de fe en un principio lo proclama, dice la verdad, aunque su verdad no lo sea para los demás; el que sin creer en un teorema matemático lo repite, miente. Yo he dicho mi verdad, y no es ya cosa mía si es o si llega a ser la verdad de otros. 570 El progreso consiste en el cambio, en la riqueza de sucesos nuevos, y que todo eso de ir a mejor o ir a peor no pasa de ser una estimación falta de piedra de toque social.
  • 118. 118 571 La muerte es el verdadero motor del progreso, porque hace que sustituyan unos hombres a otros; y todo hombre nuevo es elemento progresivo, no más sino porque es nuevo, porque es otro. Cada hombre es único e insustituible, distinto de los demás, y cuanto más distinto más activo elemento de progreso. 572 El verdadero reaccionario o retrógrado es el que no quiere pensar ni cambiar ni dar un paso, sino dejar que le lleven las cosas en vez de llevarlas él. 573 En todos los órdenes, la muerte es la mentira, y la verdad es la vida. Y si la verdad nos llevara a morir, vale más morir por verdad, morir de vida, que no vivir de mentira, vivir muriendo. 574 Creo que es tan bueno que un pueblo se proclame superior a otro, como que este otro no acate desde luego esa proclamación, sino que la niegue y la resista y se proclame él, a su vez, el superior. Porque si no hace esto, es que no está convencido de no ser inferior.
  • 119. 119 575 La igualdad no es más que una ficción legal, útil para los abogados de todas clases. Lo que hay es superioridades e inferioridades parciales respectivas, y el deber de amor fraternal entre los pueblos es tratar cada uno de imponer a los otros la que siente ser su superioridad y resistir el que se le imponga una que siente inferioridad en cualquier respecto. 576 Bueno es conocer y estudiar con amor las tradiciones todas; pero para aprovecharlas en la fragua de la tradición eterna, de la que se hace, se deshace y se rehace a diario, de la que está en perpetuo proceso, de la que vive con nosotros, si nosotros vivimos. 577 El resorte del vivir es el ansia de sobrevivirse en tiempo y en espacio; los seres empiezan a vivir cuando quieren ser otros que son y seguir siendo los mismos. Y todo lo que no vive, no es sino alimento de lo que vive. 578 Un buen hombre es un hombre como nos conviene a los demás que sea, pero como ninguno de nosotros desearía ser; un buen hombre es un hombre bueno para los demás.
  • 120. 120 579 La sustancia de las ideas, su carne, su entraña, es lo que lleva elemento motor y elemento sensorial, lo que puede, o movernos a acción, o provocar sensaciones. Todo lo demás son mondaduras y peladuras lógicas. 580 El objeto de la ciencia es la vida, y el objeto de la sabiduría es la muerte. La ciencia dice «hay que vivir», y busca los medios de prolongar, acrecentar, facilitar, ensanchar y hacer llevadera y grata la vida; la sabiduría dice «hay que morir», y busca los medios de prepararnos a bien hacerlo. 581 No hay más libertad verdadera que la de la muerte. 582 En el seno de la paz verdadera y honda es donde sólo se comprende y justifica la guerra; es donde se hacen sagrados votos de guerrear por la verdad, único consuelo eterno; es donde se propone reducir a santo trabajo la guerra. No fuera de ésta, sino dentro de ella, en su seno mismo, hay que buscar la paz; paz en la guerra misma.
  • 121. 121 583 La pedagogía es la adaptación; el amor, la herencia y siempre lucharán adaptación y herencia, progreso y tradición…, mas ¿no hay tradición de progreso y progreso de tradición?, ¿no hay pedagogía de amor, pedagogía amorosa y amor de pedagogía, amor pedagógico a la vez que pedagogía pedagógica y amor amoroso? 584 La concentración es la muerte, la expansión, la vida. 585 Lo erótico y lo metafísico se desarrollan a la par. La religión es guerrera; la metafísica es erótica o voluptuosa. 586 Es la religiosidad lo que le hace al hombre ser belicoso o combativo, o bien es la combatividad la que le hace religioso.
  • 122. 122 587 Es el instinto metafísico, la curiosidad de saber lo que no nos importa, el pecado original, en fin, lo que le hace sensual al hombre, o bien es la sensualidad la que, como a Eva, le despierta el instinto metafísico, el ansia de conocer la ciencia del bien y del mal. Y luego hay la mística, una metafísica de la religión que nace de la sensualidad de la combatividad. 588 El amor precede al conocimiento, y éste mata a aquél. 589 Perdonar es conocer. Primero el amor, el conocimiento después. 590 Para amar algo, ¿qué basta? ¡Vislumbrarlo! El vislumbre; he aquí la intuición amorosa, el vislumbre en la niebla. Luego viene el precisarse, la visión perfecta, el resolverse la niebla en gotas de agua o en granizo, o en nieve, o en piedra. La ciencia es una pedrea. ¡No, no, niebla, niebla! 591 Amor definido deja de serlo…
  • 123. 123 592 Si dos amantes piensan lo mismo, sienten en contrario uno del otro; si comulgan en el mismo sentimiento amoroso, cada cual piensa otra cosa que el otro, tal vez lo contrario. 593 La mujer sólo ama a su hombre mientras no piense como ella. 594 Casi todos los hombres nos aburrimos inconscientemente. El aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es el que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor. 595 En amor lo mismo da vencer que ser vencido. 596 El alma es una manantial que sólo se revela en lágrimas. Hasta que se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.
  • 124. 124 597 El hombre en cuanto habla miente, y en cuanto se habla a sí mismo, es decir, en cuanto piensa sabiendo que piensa, se miente. 598 No hay más verdad que la vida fisiológica. La palabra, este producto social, se ha hecho para mentir. 599 La palabra se hizo para exagerar nuestras sensaciones e impresiones todas… acaso para creerlas. 600 Nadie sufre ni goza lo que dice y expresa y acaso cree que goza y sufre; si no, no se podría vivir. 601 ¡Pues sí, soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna y mi Dios un Dios español, el de Nuestro Señor Don Quijote, un Dios que piensa en español y en español dijo: ¡sea luz!, y su verbo fue verbo español…!
  • 125. 125 602 El decoro es la seriedad de los que están vacíos por dentro. 603 La civilización no es más que una cáscara para proteger las pulpas, el meollo, que es la cultura. 604 El desprecio a la comodidad es aún una de las evidentes superioridades de los pueblos de casta ibérica. 605 Los hombres gritan para no oírse, para no oírse cada uno a sí mismo, para no oírse los unos a los otros. 606 Sin libertad, no hay ni belleza ni verdad. 607 Una ciudad desde el centro de la cual no se puede llegar a pie en cosa de un cuarto de hora al campo libre, es una ciudad que no responde a mis más íntimas necesidades espirituales.
  • 126. 126 608 Los mayores enemigos del buen belicosismo, del sano sentimiento guerrero, de la guerra noble, son los profesionales de la guerra, los militares; creo que los peores enemigos de la religiosidad son los sacerdotes y los más peligrosos enemigos de la cultura son los pedagogos. No pueden ser funciones especializadas y delegadas. Todo ciudadano tiene que ser caudillo, sacerdote y maestro. Un pueblo no es pueblo completo y perfecto mientras no sea un pueblo de caudillos, sacerdotes y maestros. 609 Civilizar, hacer civil —o si queréis ciudadanizar—, es sobrehumanizar. Humanidad nos parece para el hombre todo; pero civilidad es para él más; es más que todo, porque es el porvenir que jamás acaba de cumplirse, es el ideal. Todo es lo que hay, y lo que hay de permanente; pero más que todo es lo que sobre lo que ha habido y hay habrá. Todo es el pasado que se condensa en el presente; más que todo es la eternidad, que abarca el pasado, el presente y el futuro. Todo es el universo, y más que todo es el pensamiento porque el pensamiento sobrepuja a todo lo pensado y a todo lo pensable, y rebasa de ellos. 610 Todo artista pinta de memoria. Quien no lo hace es una cámara oscura, una maquina fotográfica, pero no lo hace porque no teniendo alma no tiene memoria.
  • 127. 127 611 Todo imaginar y hasta todo conocer —lo sabía ya Platón— es un recordar. Y todo recuerdo es una metáfora. 612 La metáfora es el fundamento de la conciencia de lo eterno. Y la conciencia de lo eterno, el ansia de inmortalidad, es la esencia del alma racional. Alma racional y metafórica. 613 El campo es una metáfora. 614 Dormir, dormir, dormir... es el descanso de la fatiga eterna, y del trabajo de vivir que mata es la trágica siesta. 615 El español se odia a sí mismo.
  • 128. 128 616 ¿Organización divina? Lo que hay que hacer es organizar a Dios. 617 Lo provisorio es lo eterno, que el aquí es el centro del espacio infinito, el foco de la infinitud, y el ahora el centro del tiempo, el foco de la eternidad. 618 Lo propio de una individualidad viva, siempre presente, siempre cambiante y siempre la misma, que aspira a vivir siempre — y esa aspiración es su esencia— lo propio de una individualidad que lo es, que es y existe, consiste en alimentarse de las demás individualidades y darse a ellas en alimento. En esa consistencia se sostiene su existencia y resistir a ello es desistir de la vida eterna. 619 La existencia es una locura y el que existe, el que esta fuera de sí, el que se da, el que trasciende, esta loco. Ni es otra la santa locura de la cruz. Contra lo cual la cordura, que no es sino tontería, de estarse en si, de reservarse, de recogerse.
  • 129. 129 620 Los tontos se mantienen —se mantienen en su tontería— con huesos y no con carne de doctrina. 621 La vida, que es todo, y que por serlo todo se reduce a nada, es sueño, o acaso sombra de un sueño. 622 Vivir en la historia y vivir la historia, hacerme en la historia, en mi España, y hacer mi historia, mi España, y con ella mi universo, y, mi eternidad. 623 La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo, todos o por lo menos la mayoría. La verdad es otra cosa, la razón es social; la verdad, de ordinario, es completamente individual, personal e incomunicable. La razón nos une y las verdades nos separan. Mas ahora caigo en la cuenta de que acaso es la verdad la que nos une y son las razones las que nos separan. 624 La acción es contemplativa, la contemplación es activa; la política es novelesca y la novela es política.
  • 130. 130 625 La memoria es la base de la personalidad individual, así como la tradición lo es de la personalidad colectiva de un pueblo. Se vive en el recuerdo y por el recuerdo, y nuestra vida espiritual no es, en el fondo, sino el esfuerzo de nuestro recuerdo por perseverar, por hacerse esperanza, el esfuerzo de nuestro pasado por hacerse porvenir. 626 La conciencia es una enfermedad. 627 El pensamiento es lenguaje interior, y el lenguaje interior brota del exterior. De donde resulta que la razón es social y común. 628 Todo lo vital es antirracional, no ya solo irracional, y todo lo racional, antivital. Y esta es la base del sentimiento trágico de la vida. 629 La conciencia de pensar, ¿no será, ante todo, conciencia de ser?
  • 131. 131 630 Sentirse, ¿no es acaso sentirse imperecedero? Quererse, ¿no es quererse eterno, es decir, no querer morirse? 631 ¡Eternidad!, ¡eternidad! Este es el anhelo; la sed de eternidad es lo que se llama amor entre los hombres; y quien a otro ama es que quiere eternizarse en él. Lo que no es eterno tampoco es real. 632 ¡Ser, ser siempre, ser sin termino!, ¡sed de ser, sed de ser mas!, ¡hambre de Dios!, ¡sed de amor eternizante y eterno!, ¡ser siempre!, ¡ser Dios! 633 No quiero morirme, no, no quiero ni quiero quererlo. 634 Solo los débiles se resignan a la muerte final, y sustituyen con otro el anhelo de inmortalidad personal. En los fuertes, el ansia de perpetuidad sobrepuja a la duda de lograrla, y su rebose de vida se vierte al más allá de la muerte.
  • 132. 132 635 Necesitamos que los demás nos crean superiores a ellos para creernos nosotros tales y basar en ello nuestra fe en la propia persistencia, por lo menos en la de la fama. Agradecemos mas el que se nos encomie el talento con que defendemos una causa, que no el que se reconozca la verdad o bondad de ella. 636 Preferimos desbarrar con ingenio a acertar con ramplonería. 637 La voluntad y la inteligencia buscan cosas opuestas: aquella, absorber al mundo en nosotros, apropiárnoslo; y esta, que seamos absorbidos en el mundo. 638 Conocer algo, es hacerme aquello que conozco; pero para servirme de ello, para dominarlo, ha de permanecer distinto de mí. 639 Vivir es darse, perpetuarse, y perpetuarse y darse es morir.
  • 133. 133 640 Hagamos que la nada, si es que nos esta reservada, sea una injusticia; peleemos contra el destino, y aun sin esperanza de victoria; peleemos contra él quijotescamente. 641 La verdadera libertad no es esa de sacudirse de la ley externa; la libertad es la conciencia de la ley. Es libre no el que se sacude de la ley, sino el que se adueña de ella. La libertad hay que buscarla en medio del mundo, que es donde vive la ley, y con la ley la culpa, su hija. De lo que hay que libertarse es de la culpa, que es colectiva. 642 Lo religioso es lo económico o hedónico trascendental. La religión es una economía o una hedonística trascendental. Lo que el hombre busca en la religión, en la fe religiosa, es salvar su propia individualidad, eternizarla, lo que no se consigue ni con la ciencia, ni con el arte, ni con la moral. 643 Verse es morirse, ama. O matarse. Y hay que vivir, aunque sea a oscuras. Mejor a oscuras.
  • 134. 134 644 El que se hace victima es tan malo como el que se hace verdugo. Hacerse víctima es diabólica venganza. 645 Todo asesinato se comete en defensa propia. Todo asesino asesina defendiéndose. Defendiéndose de sí mismo… 646 La cuna es tumba, el seno materno es sepulcro. 647 El verdugo se cree la víctima; lleva dentro de sí el cadáver de la víctima, y aquí está su dolor. 648 La sensibilidad y la inteligencia suelen ir de par: el tonto es casi insensible. Un majadero, por bueno que sea, no puede sentir la muerte de un hijo como la siente un hombre inteligente.
  • 135. 135 28 de agosto de 2016 — 12 de junio de 2023