1. Análisis: Elsa y Fred
En base al extraordinario despliegue de las diferentes vicisitudes en la adultez
tardía que nos presenta el filme Elsa y Fred, presento un análisis enfocado en el
personaje de Elsa Oviedo, partiendo desde una perspectiva física. Elsa era una mujer
de 82 años que proyectaba física y cognoscitivamente otra edad en términos
cronológicos. Elsa proyectaba la edad cronológica de un viejo joven al vérsele
siempre tan activa, alegre y vigorosa. Como repercusión natural del envejecimiento,
su piel ha tenido una pérdida significativa de elasticidad, y es evidente en su
velocidad al caminar y en su postura encorvada que sus capacidades físicas han
deteriorado. Elsa presenta signos de que su envejecimiento ha sido principalmente
primario, pero sí cabe resaltar que como consecuencia de su enfermedad que requería
procesos de diálisis constantes, Elsa se presentaba más frágil físicamente luego de
esas sesiones.
Por otra parte, en términos cognoscitivos, Elsa disfrutaba de sus capacidades a
plenitud. Era una mujer astuta que se resguardaba en su edad para olvidar detalles y
cambiar la versión de muchos sucesos de su vida. Tenía una habilidad casi natural
para mentir, y en esos momentos es cuando mayor se refleja sus capacidades
mentales. Y al reconocer que el tiempo que le restaba por vivir no era mucho, tenía
una óptica excepcionalmente admirable respecto a la vida y a como vivirla; siempre
alegre y reconociendo que lo más valioso es el momento presente. Elsa, al encarar la
muerte, decide realizar algunos sueños de había guardado en etapas anteriores.
También es pertinente resaltar su destreza de tocar el piano: demostración irrefutable
de su buen estado cognoscitivo. El único estrago sobresaliente en términos
cognoscitivos que se denota desde principios del filme es que ya Elsa no tiene la
2. misma capacidad ni habilidad para reaccionar al manejar un automóvil. Aparte a este
detalle, Elsa disfrutaba de sus capacidades cognoscitivas a plenitud.
En conclusión, Elsa, al ser una mujer consciente de la proximidad de su
muerte debido a su enfermedad, tomó la determinación de vivir cada día de su vida
con el objetivo de complacerse a sí misma. Vivía sola, víctima del nido vacío y en ese
momento en su vida, estaba en busca de establecer una última relación amorosa. La
relación familiar más marcada que se aprecia es la que tiene con su hijo, que aunque
no está presente físicamente con mucha frecuencia, si lo está de manera económica.
Aunque Elsa aun conservaba su cualidad característica de ser una “loca” como le
llamaban sus amores, era evidente que los años y las experiencias de vida la habían
transformado de manera positiva y le habían hecho cambiar sus prioridades y su
manera de ver la vida. Lo más importante que Elsa logró en su adultez tardía fue
reconocer la mortalidad al lograr un sentimiento de integridad de sí misma, y jamás
renunciar a vivir.