El documento habla sobre la consejería cristiana y define que es confrontar a las personas con la Palabra de Dios para provocar un cambio que les permita madurar y tener una vida victoriosa. Explica que el objetivo es presentar a las personas perfectas en Cristo y que el consejero debe trabajar en la restauración, amonestación, enseñanza, exhortación, hacer volver y perfeccionar a la persona. También menciona actitudes importantes como la empatía, paciencia y no crear dependencia en el aconsejado.