Guía de profundización sobre la Emancipación americana, específicamente Estados Unidos, considerando antecedentes, desarrollo y consecuencias.

1. Guía de profundización:
Emancipación americana
NOMBRE CURSO
OA 15: Analizar cómo las ideas ilustradas se manifestaron en los procesos revolucionarios de fines del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX, considerando la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa y las independencias
de las colonias españolas en Latinoamérica.
¿Por qué estudiamos los procesos de emancipación americanos?
La influencia de los movimientos intelectuales ilustrados causó un quiebre
en el mundo occidental, debilitando a las monarquías absolutas que
habían concentrado bajo su poder grandes extensiones de territorio,
conformándose como Imperios ultramarinos.
Los procesos de emancipación se desarrollaron a través de discusiones
políticas, estrategias militares, alianzas y revueltas populares, lideradas
por los grupos criollos –en su mayoría comerciantes-, que aspiraban al
poder y a una mayor libertad económica. Su éxito permitió a las colonias
transformarse en repúblicas soberanas, organizándose en constituciones
que aseguraban los ideales de libertad, igualdad, soberanía popular y división de poderes del Estado, sobre las cuales
se construye el mundo mayormente democrático de la actualidad.
I. El repartimiento de la América colonial.
Gracias al proceso de fortalecimiento monárquico que
ocurrió la Edad Moderna, los Estados nacionales de
Europa occidental lograron iniciar su expansión como
Imperios ultramarinos, estableciendo colonias en Asia,
África y América.
Como estudiamos anteriormente, el primer reparto del
mundo ocurrió gracias al Tratado de Tordesillas,
firmado entre los soberanos de España y Portugal. Sin
embargo, la amplitud territorial que contemplaba el
acuerdo, los múltiples conflictos indígenas (tanto
internos como externos, es decir, de resistencia al
dominio extranjero) y la rivalidad de múltiples
monarquías europeas expansionistas, permitieron la
fragmentación del continente americano en colonias
españolas, portuguesas, británicas, francesas,
danesas y holandesas. Mientras el dominio español y
portugués fue más estable, los territorios del norte y
centro del continente sufrieron distintas
modificaciones, especialmente debido al
enfrentamiento de las monarquías británica y francesa.

2. II. La colonización británica.
A diferencia de la colonización española y portuguesa, la británica fue mucho más tardía. El primer asentamiento
fue Jamestown, Virginia, en 1607, época en la cual las colonias españolas ya tenían un desarrollo económico y
poblacional estable, además de una organización institucional que aseguraba el dominio real.
La migración de la población inglesa a América se relacionó, principalmente, con las transformaciones económicas
y religiosas ocurridas en los siglos XVI y XVII.
En el aspecto económico, el mayor incentivo a la iniciativa privada agilizó la actividad comercial en las ciudades
inglesas y permitió el surgimiento de las primeras industrias. La mayor producción textil generó una migración de
la población campesina a los centros urbanos, limitando las posibilidades de sustento en actividades de agricultura
y la ganadería; además, generó un mayor número de mercancías que vender y, por tanto, hizo necesario abrir
nuevos mercados fuera del continente. Por esta razón, las colonias británicas tuvieron un marcado interés
comercial, especialmente aquellas fundadas por compañías corporativas (ej. London Virginian Company) o por
propietarios particulares, siendo las de dominio directo del rey una minoría.
En el aspecto religioso, la persecución religiosa durante la dinastía Estuardo (Tudor), impulsó a los grupos
puritanos, protestantes creyentes de la necesidad de reformas más profundas en la Iglesia y defensores de un
comportamiento moral más riguroso, a migrar hacia la costa atlántica de América del Norte (ej. Massachusets Bay
Company).
“En Inglaterra, desde finales del siglo XVI algunos grupos protestantes propugnan la «purificación» de la Iglesia
anglicana mediante la eliminación de toda influencia católica. Son los llamados «puritanos», adheridos a los
principios teológicos del calvinismo (…). Los puritanos «congregacionalistas» o «independientes» abogan por
una reforma de la Iglesia con la que se acentúe la importancia de la congregación de fieles y su independencia.
De entre éstos, los «separatistas» van más lejos y apoyan la separación de aquella Iglesia. Las propuestas
puritanas no serán aceptadas por los monarcas, sino objeto de un rechazo que irá en aumento. Con el deseo de
hacer realidad sus planteamientos, algunos puritanos partirán hacia América. Así es como nace Massachusetts”
VÁZQUEZ GOMÉZ, Rebeca. “El poder político y la religión en el puritanismo: la colonia norteamericana de la Bahía de
Massachusetts”
Entre los años 1607 y 1732, se fundaron trece colonias en la costa oriental de América del Norte, estableciéndose
en tres grandes zonas socioeconómicas:
1. En el territorio rocoso y poco fértil del norte, se establecieron colonias agro-ganaderas dedicadas a la
producción de cereales, frutas y productos derivados de la carne, como Massachussets, Connecticut, New
Hampshire y Rhode Island. Estas crecieron rápidamente gracias a la conexión marítima con Boston, puerto que
recibía continuamente a nuevas personas, mercancías e ideas ilustradas desde Europa. Gracias a esto, se formó en
este territorio una elite de comerciantes.
2. En el territorio central, principalmente agrícola, se establecieron colonias comerciales como New York, New
Jersey, Delaware y Pennsylvania. Su principal producción fue el tabaco y el arroz.

3. 3. En el sur se establecieron colonias dedicadas a la
producción de tabaco, arroz, azúcar y algodón. Las estancias
de Virginia, Maryland, Georgia, Carolina del Norte y Carolina
del Sur, concentraron grandes riquezas, permitiendo la
aparición de un poderoso grupo de terratenientes y un
activo comercio de esclavos (la población de Virginia
alcanzó un 40% de esclavos, del total de su población).
III. Factores que explican la emancipación americana.
En el siglo XVIII, las monarquías europeas estaban
tensionadas y se habían involucrado en conflictos que les
impulsaron a crear reformas económicas, buscando
recaudar más materias primas e impuestos desde las
colonias, e incluso fiscalizando más estrictamente las rutas
de comercio (monopolio). El cansancio de los grupos
comerciantes y terratenientes americanos ante el
endurecimiento del mercantilismo, es considerado un factor
clave para entender su movilización hacia demandas
relacionadas con mayor autonomía económica.
En el aspecto político, la difusión de las ideas ilustradas en América fue un factor clave que motivó a los grupos
criollos a demandar mayor representatividad en el gobierno de los territorios coloniales. Por ello, los primeros
movimientos de emancipación defendieron el dominio real sobre las colonias, pero al aumentar la brecha que
separaba a los europeos de los americanos, lentamente se fue definiendo una demanda por una independencia
política.
A. La emancipación de las trece colonias.
En el caso de las 13 colonias norteamericanas, un hecho histórico clave fue
el término de la Guerra de siete años entre Gran Bretaña y Francia (1757 –
1763), la cual enfrentó dos proyectos de expansión territorial y terminó con
la victoria inglesa. La colonización francesa debió retroceder y ceder el
actual Canadá y Ohio, además de Luisiana a su aliado, España. Esto marcó la
supremacía británica como Estado colonialista, sin embargo, el
endeudamiento producto de los costos de guerra, impulsó una serie de
leyes destinadas a controlar la economía de las colonias y a subir los
impuestos de exportación.
Ya que estas leyes fueron aprobadas sin representación de los americanos en
el Parlamento de Londres, causaron gran molestia en la población, quienes se
sentían repentinamente excluidos de una comunidad británica que les permitía
cierta autonomía al momento de dirigir las colonias, especialmente en aquellas
que no eran dominio directo del rey. En 1773, estalló un gran descontento
popular debido a la cesión del comercio de té a la Compañía de Indias
Orientales en perjuicio de los colonos, por lo que un grupo de Boston se
disfrazó de indígenas, asaltaron los cargamentos de té de navíos británicos y
los arrojaron al mar (Boston Tea Party o “motín del té”).

4. El rey aprobó leyes todavía más severas (“Leyes intolerables”, 1774), por lo que los colonos decidieron reunirse en
el Primer Congreso Constituyente, exigiendo la derogación de estas medidas. El rey consideró a las colonias en
rebeldía, iniciando un conflicto armado, que incrementó con el Segundo Congreso, el cual ya tenía una intención
de total separación con la monarquía británica, y el cual nombró a George Washington como Jefe del Ejército para
alcanzar este propósito. En las batallas que se llevarían a cabo, se enfrentaron colonos entre sí (divididos por su
lealtad al rey), independentistas contra las fuerzas militares británicas, y éstos, a su vez, contra españoles y
franceses, involucrados en el conflicto a favor de los colonos.
En mayo de 1776, el Tercer Congreso estableció que las colonias debían formar un Estado independiente. El 4 de
Julio de 1776, se firmó la Declaración de Independencia, elaborada por Thomas Jefferson y con marcada influencia
ilustrada. Un tercio permaneció fiel a la corona, pero la mayoría de la población reconoció a los padres fundadores:
Samuel y John Adams, Thomas Jefferson, George Washington, Benjamín Franklin y John Hackock.
Los ideales defendidos tenían relación con la Ilustración, de gran circulación en las colonias con conexión
comercial con Boston; pero también con un movimiento de inspiración religiosa, llamado el Gran Despertar.
“La Ilustración proporcionó las bases conceptuales del movimiento; el Gran Despertar favoreció el contacto entre
los habitantes de las colonias y al mismo tiempo, sembró el sentimiento de que existía amenazas morales que
debían conjurarse para alcanzar un estado moral perfecto”
Fuente: FERNÁNDEZ DE CASTRO, Rafael y BLACKMORE, Hazel ed. ¿QUÉ ES ESTADOS UNIDOS? P.24
Cada colonia elaboró su propia Constitución, lideradas por Virginia, pero pronto se evidenció un problema: mientras
unas seguían principios ilustrados de gran amplitud democrática, otras reproducían el parlamentarismo británico,
por lo cual sería inevitable un quiebre entre los distintos territorios. Por ello, en 1777 se eligió crear una
Confederación que integrara a los estados, como una alianza de defensa mutua en la que cada estado mantendría
su gobierno y enviaría representantes ante el Congreso de la Confederación. El fracaso de esta Confederación llevó
a la creación de una nueva constitución en 1787, con una forma de gobierno federal y un régimen presidencialista.
Aunque la independencia de Estados Unidos no fue reconocida por Inglaterra hasta 1783, luego de conflictos
armados y la firma del Tratado de París, esta marcó un precedente a las revoluciones liberales y nacionales que
sacudieron los siglos posteriores.
Representación de Voltaire, Rousseau y Franklin
La Declaración de Independencia se basa en el derecho natural de
libertad e igualdad, y en la soberanía popular. Su principal legado
es la Declaración de Derechos (Bill of rights), expresada en las
primeras diez enmiendas constitucionales, todavía vigente.
«Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que
todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su
Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar
estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que
derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los
gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se
vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a
reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus
cimientos en dichos principios»