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1. La identificación morfológica de las células sanguíneas a través del frotis de sangre periférica y su observación al microscopio es una
herramienta fundamental en el diagnóstico y manejo de una amplia variedad de enfermedades hematológicas y sistémicas. Este método
proporciona información detallada sobre la morfología y distribución de los diferentes tipos de células sanguíneas, incluyendo glóbulos
rojos, glóbulos blancos y plaquetas, lo que permite detectar anomalías y patologías subyacentes.
La identificación morfológica de las células sanguíneas es esencial para el diagnóstico diferencial de diversas enfermedades, como anemias,
leucemias, trastornos de coagulación y enfermedades infecciosas. Además, permite evaluar la respuesta al tratamiento y monitorear la
progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo. En resumen, el frotis de sangre periférica y la observación microscópica de las células
sanguíneas son técnicas indispensables en el arsenal de herramientas de diagnóstico hematológico, proporcionando información valiosa
para la atención médica individualizada y precisa.

2. El proceso comienza con la obtención de una muestra de
sangre periférica, que se extiende uniformemente sobre
una lámina de vidrio para crear un frotis. Luego, se tiñe el
frotis con colorantes especiales que resaltan las
características celulares, como la hemoglobina en los
glóbulos rojos o los gránulos en los glóbulos blancos. Una
vez preparado el frotis, se observa meticulosamente bajo
el microscopio, donde se examinan las células en busca de
cualquier anomalía morfológica, como tamaño, forma,
coloración, presencia de inclusiones o cambios en la
estructura celular.