2. INTRODUCCIÓN
En todo el mundo, todas las culturas tienen diferentes
formas de criar a sus hijos y es importante conocer estas
diferencias para entender mejor la crianza en diferentes
partes del mundo.
Gracias a la visión intercultural, tenemos la oportunidad de
descubrir cuáles son los posibles conflictos que existen
entre el bebé y el cuidador, y sobretodo, entre la biología y
la cultura.
3. El sentimiento general de los individuos de una cultura
en cuanto a sus valores es el de estar en “lo cierto”.
Sin embargo, lo curioso es que en nuestra sociedad
occidental industrializada, los distintos miembros de
una comunidad (padres, abuelos, vecinos…) difieren
entre sí en modelos de crianza.
4. INFLUENCIA CULTURAL
“La cultura es el conjunto de ideas y productos
compartidos y aprendidos de una sociedad. En
otras palabras, es el modo de vida compartido
por un pueblo, incluyendo sus creencias, su
tecnología, sus valores y normas, todo lo cual se
transmite de generación en generación, a
través del aprendizaje y la observación”.
5. Un factor indispensable a considerar en la comparación
intercultural de sociedades son los objetivos de los padres,
qué esperan de la crianza de sus hijos. Pero esta
comparación, comenta, tiene que ir indisociablemente
acompañada de un estudio de otros factores, como el
modo de subsistir, de producir sus bienes y distribuirlos, de
la calidad y tipo de interacciones sociales, y las normas y
valores por los que se rige.
6. SOCIEDADES
Una primera diferenciación entre sociedades industrializadas y tradicionales,
entendiendo que es difícil establecer una línea divisoria clara, pues hoy en día
apenas quedan sociedades tradicionales “puras”, e incluso dentro de las
consideradas “industriales” no todo el mundo se rige por los mismos valores. Para
explicar de dónde procede esta categorización, dos hechos determinantes en la
historia de la humanidad: la revolución agrícola, a partir de la cual el hombre dejó
de ser nómada, y la más reciente revolución industrial.
7. Otros parámetros que tiene en consideración
su estudio son: el modo de alimentar a los
bebés, el modo en que duermen en la familia,
la cantidad de tiempo que pasan en familia,
cuáles son los cuidadores, la psicomotricidad,
el modo de educar, la calidad de las
relaciones personales o la distribución del
trabajo.
9. En los pueblos tradicionales, que viven de la caza o
la recolección, el tipo de trabajo es distinto
(obviamente no es lo mismo ir al campo a recolectar
que ir a una oficina o a dar una conferencia), pero
también lo es el modo en que la madres concilian la
crianza con sus compromisos profesionales o de
subsistencia.
Las madres !Kung San se llevan al bebé al campo a
recolectar, mientras que las estadounidenses suelen
dejarlo al cabo de unos pocos meses a cargo de
algún cuidador.
MADRES !KUNG SAN
10. Para la sociedad !Kung San la sociabilidad es muy importante. En cuanto el niño
tiene siete meses comienza a pasar periodos sin la madre, y a los dieciocho ya
pasa tiempo con niños y adultos de distintas edades.
Este pueblo, que es uno de los últimos pueblos cazadores y recolectores que
quedan en la tierra, tiene además una concepción de la tierra bastante
comunitario en la que se establecen lazos entre las personas a través de
intercambios colaborativos a largo plazo, en un complejo sistema llamado hxaro.
Los objetivos de los padres !Kung San están en sintonía con su filosofía de vida y
valores: son la integración social, la movilidad y la reciprocidad.
11. Tienen como modo de subsistencia el ganado y los
cultivos. Se trata de una sociedad tradicional distribuida
por clanes y tribus relacionadas con el parentesco.
El objetivo primario de los padres Gusii es la supervivencia
física, pues sólo el 50% de los niños nacidos vivos llegan a
la edad adulta. Por ello, la madre pone mucho esfuerzo en
el cuidado de su bebé, lo carga todo el tiempo, lo alimenta
a demanda y duerme con él. Una madre Gusii no
concebiría dejar llorando al bebé solo en otra habitación,
como puede ocurrir en algunos hogares occidentales.
GUSII DE AFRICA OCCIDENTAL
12. El segundo objetivo de los padres Gusii es criar a un niño dócil y
obediente, pero lo hace a través de una educación que como
occidentales nos chocaría. Consideran al niño como inferior, y
que su modo de aprender debe ser por imitación, por lo que no
hacen ningún esfuerzo por enseñarle cosas, salvo el miedo a
algunos peligros, que consideran importante para sobrevivir. A
nivel social los niños Gusii pueden ser cuidados por un hermano
mayor o niñera joven que suele ser de la familia. Dado que se
espera que aprendan por observación, también están presentes
en los eventos sociales pero sin ser el centro de atención de ellos.
13. Hasta hace poco vivían en grupos entre 15 y 70 individuos, cuya
relación se basaba en el parentesco o la amistad. Eran nómadas,
cazadores y recolectores. Distribuían entre sus miembros los frutos
de la caza y la recolección.
La maternidad se vivía de manera muy intensa, tanto por el
número de hijos -unos ocho de media- como por la dedicación
que se da al bebé. Las madres no se separaban del bebé casi
hasta los tres años. Se solía desalentar la exploración física,
probablemente por los enormes peligros de la selva. Como
consecuencia, los aches estaban más atrasados a nivel de
psicomotricidad que los !kung san o los niños occidentales.
ACHES DE PARAGUAY
15. Detrás de los extraordinarios resultados económicos
conseguidos por Japón hay todo un trabajo arraigado
en un profundo sentido de colectividad y no tanto en la
promoción del éxito individual.
Mientras que en Norteamérica conviven muchas visiones
distintas sobre la crianza, en Japón esta visión es mucho
más unitaria. La concepción del niño es el de un ser bueno
y puro al que hay que mimar y complacer y que a la vez ha
de ser incorporado progresivamente al núcleo familiar.
En Japón, a través de los cuidados intensivos y amorosos
de la madre, se espera establecer una relación de fusión
del bebé con ella, no de independencia.
JAPÓN
16. A ojos americanos esta estrecha relación entre madre e
hijo podría verse como algo a rectificar, y en cambio
para las japonesas este tipo de relación de
dependencia inicial se considera como el signo de que
se está estableciendo un vínculo sano y la garantía de
una seguridad emocional futura.
La diferencia principal no radica en la cantidad
de tiempo. Aquello en lo que más distan es en la
calidad de la interacción. Las madres japonesas
son más tranquilas, mientras que las
americanas gustan más de la estimulación a
todos los niveles y suelen utilizar expresiones
faciales más exageradas.
17. Con respecto a Estados Unidos, como valor cultural con gran influencia en la
crianza es la búsqueda de la individualidad y de la adquisición de la seguridad en
uno mismo. Este objetivo coincide con los objetivos de esta nación a todos los
niveles: cultural, social, geográfico y político, en una sociedad regida por un
sistema capitalista que premia el éxito individual. Los niños en este sistema no
contribuyen a la producción de bienes, sino que más bien son una pesada carga
económica durante muchos años.
ESTADOS UNIDOS
18. Una de las mayores preocupaciones de los norteamericanos acerca de los
cuidados del bebé, es el sueño infantil. En esto, la cultura norteamericana es
distinta de otras que ponen su foco de atención en la alimentación o la
motricidad.
Existen otras diferencias en el trato con el bebé: los norteamericanos tienen un
contacto mucho menor que los bebés Gusii africanos, casi la mitad que éstos, la
lactancia no es la opción mayoritaria, y se vive de modo distinto, a horas fijas.
19. Las japonesas tienen como preferencia que los niños adquieran
habilidades personales pero que sean útiles dentro de un grupo,
como la cortesía y el autocontrol. Las norteamericanas en cambio
prefieren que los niños dominen la palabra hablada y como
herramientas sociales dan especial importancia al hecho de
compartir.
20. CONCLUSIONES
– No hay un modo ideal ni perfecto de criar.
– La crianza es algo flexible, como también lo son los bebés, pero con unos
límites condicionados por sus necesidades biológicas, ajenas a la cultura.
Conocer estas necesidades ayuda a situar el margen de maniobra para la
toma de decisiones.
– Hay una relación directa entre la cultura, las condiciones físicas, el
sistema económico de un país y las decisiones y objetivos de los padres.
– La información intercultural sobre distintos modos de criar puede
contribuir a la toma de decisiones que encajen tanto con la biología del
bebé como con la necesidades de los padres, y de hacer que estas
decisiones sean más conscientes y menos automáticas o tomadas bajo
influencias e intereses ajenos a los de los padres y a los del bebé.