3. Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos.
No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.
No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, en mí termina
Mis ojos, sin tus ojos
3
Miguel Hernández
(Orihuela, 1910 – Alicante, 1942)
Poeta español. Adscrito a la
Generación del 27, destacó por la
hondura y autenticidad de sus
versos, reflejo de su compromiso
social y político.
4. Soñaban con la escocia de tus ojos
verdes, los grandes lagos amarillos;
y engarzó un nimbo de esplendores rojos
la sangre de la tarde en tus anillos.
En la bíblica paz de los rastrojos
gorjearon los ingenuos caramillos,
un cántico de arpegios tan sencillos
que hablaban de romeros y de hinojos.
¡Y dimos en sufrir! ante aquel canto
crepuscular, escintiló tu llanto...
Viendo nacer una ilusión remota,
callaron nuestras almas hasta el fondo...
Y como un cáliz angustioso y hondo
mi boca recogió la última gota.
La gota amarga
4
Julio Herrera Reissig
(Montevideo, 1975 –
Montevideo, 1910) fue un
poeta y ensayista
uruguayo iniciado en el
romanticismo tardío y
líder de la vanguardia
modernista en la literatura
uruguaya.
5. «do re mi fa» de un piano de vidrio en el follaje...
Regálase la brisa de un sacro olor a hinojos;
y protegiendo el dulce descanso del villaje
vela el paterno cielo con un billón de ojos...
Lumbres en la montaña vuelcan sobre el paisaje
claroscuros cromáticos y vagos infrarojos;
pulula en monosílabos crescendos un salvaje
rumor de insectos; ladran perros en los rastrojos.
De súbito, el sereno, en trasnochado canto,
pregona: «¡son las cinco!» tal como por encanto,
de gárrulas comadres y vírgenes curiosas
reviven los umbrales; y noche todavía,
cruzan de boca en boca los ingenuos «buen día»
como hilos de alegre rocío entre las rosas.
Buen día
5
Julio Herrera Reissig
(Montevideo, 1975 –
Montevideo, 1910) fue un
poeta y ensayista
uruguayo iniciado en el
romanticismo tardío y
líder de la vanguardia
modernista en la literatura
uruguaya.
7. La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
La Tarara
7
Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros (Granada),
1898 – camino Víznar a
Alfacar (Granada), 1936
Poeta, dramaturgo y prosista
español, de la generación del
27. Fue el poeta y dramaturgo
de mayor influencia y
popularidad de la literatura
española del siglo XX
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve, la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
8. Cuando yo me muera,
enterradme con mi guitarra
bajo la arena.
Cuando yo me muera,
entre los naranjos
y la hierbabuena.
Cuando yo me muera,
enterradme si queréis
en una veleta.
¡Cuando yo me muera!
Memento
8
Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros (Granada),
1898 – camino Víznar a
Alfacar (Granada), 1936
Poeta, dramaturgo y prosista
español, de la generación del
27. Fue el poeta y dramaturgo
de mayor influencia y
popularidad de la literatura
española del siglo XX
9. El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta,
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.
El limonero lánguido suspense
9
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939 Poeta,
dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco tarde alegre y clara,
casi de primavera.
10. Pensó
ojalá que no
pero esta vez acaso sea la última.
Con el deseo más tierno que otras noches
tentó las piernas de la mujer nueva
que afortunadamente no eran de carrara
posó toda su palma sobre la hierbabuena.
y sintió que su mano agradecía
viajó moroso y sabio por el vientre
se conmovió con valles y colinas
se demoró en el flanco y su hondonada
que siempre era su premio bienvenido
anduvo por los pechos eligiendo al azar
y allí se quedó un rato descifrando
con el pulgar y el índice reconoció los
labios
que afortunadamente no eran de coral
y deslizó una mano por debajo del cuello
que afortunadamente no era de alabastro.
Apenas y a penas
10
Mario Benedetti
(Paso de los Toros,
Uruguay), 1920 –
(Montevideo,
Uruguay), 2009
Poeta, novelista,
dramaturgo, cuentista
y crítico fue la figura
más relevante de la
literatura uruguaya de
la segunda mitad del
siglo XX
Pensó
ojalá que no
pero puede ser la última.
Y si después de todo
es la última vez.
Entonces cómo cómo haré mañana
de donde sacaré la fuerza y el olvido
para tomar distancia de esta orografía
de esta comarca en paz
de esta patria ganada
apenas y a penas
a tiempo y a dulzura
a ráfagas de amor.
12. Mis abuelos fueron la guía de mis primeros años
Fueron el olor a leche tibia y tostadas en la madrugada
Fueron los abrazos de lavanda
Los viajes al campo y el primer caballo,
Los besos que curan todos los daños
El amor duro y tierno a la vez
Mis abuelos son lo mejor de mi infantil memoria
Son mis dichos y mis actos
Son el saber, cuando es bueno, cuando malo
Son el valor de mi conciencia
Los consejos a mis hijos y la emoción,
Al verlos por ellos valorados
Soy recipiente, custodio y sembrador de su legado,
Soy quien ama su recuerdo y extraña su presencia
Solo soy ……un nieto recordando
Abrazos de lavanda
12
Anibal Catriel
Cuestas Acosta
(Argentina)
13. ¡Dentro de unas noches te quedarás muerta!
Como las umbelas de los heliotropos
se ajarán tus senos de hermosura yerta,
y no tendré rimas, ni ritmos, ni tropos
para retratarte dormida en los copos
de tu albo reposo. Huirá tu alma incierta
libre por las crueles tijeras de Átropos.
Aullarán los canes rondando la puerta...
(La ojera morada cual flor de cantueso
y el nematelminto que nos monda el hueso
después de los besos de la última cita...)
Y luego un sollozo que oprime mi glotis
y una mariposa color de myosotis
ahogada en la concha del agua bendita.
Psiquis
13
Mario Bacarisse
(Madrid), 1895 (Madrid),
1931
Poeta, Narrador, ensayista
y traductor español
14. Otra vez en la noche... Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. —Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!
—Duerme, hijo mío. —Y la manita oprime
la madre, junto al lecho. —¡Oh, flor de
fuego!
¿quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego;
fuera, la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
—¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
—¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!
La muerte del niño herido
14
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939
Poeta, dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
15. Burlando con frecuencia el vasallaje
de la tutela familiar en juego,
nos dimos citas, a favor del ciego
azar, en el jardín, tras el follaje...
Frufrutó de aventura tu aéreo traje,
sugestivo de aromas y de espliego...
Y evaporada entre mis brazos, luego,
soñaste mundos de arrebol y encaje...
Libres de la zozobra momentánea
-sin recelarnos de emergencia alguna-
en los breves silencios, oportuna
te abandonabas a mi fe espontánea;
y sobre un muro, al trascender, la luna
nos denunciaba en frágil instantánea.
Bromuro
15
Julio Herrera Reissig
(Montevideo, 1975 –
Montevideo, 1910) fue un
poeta y ensayista
uruguayo iniciado en el
romanticismo tardío y
líder de la vanguardia
modernista en la literatura
uruguaya.
16. Así morirán mis manos oliendo a espliego falso
y morirá mi cuello hecho de musgo,
así morirá mi colonia de piano y de tinta.
Así la luz rayada,
la forma de mi forma,
mis calcetines de hilo,
así mi pelo que antes fue barba bárbara de
babilonios
decapitados por semíramis.
Por último mis senos gramaticalmente elípticos
o las anchas caderas que tanto me hicieron llorar.
Por último mis labios que demasiado feroces se
volvieron,
el griego hígado,
el corazón medieval,
la mente sin cabalgadura.
Así morirá mi cuerpo de arco cuya clave es ninguna,
es la música haciendo de tiempo,
verde música sacra con el verde del oro.
Así morirán mis manos oliendo a espliego falso
16
Blanca Andreu
(La Coruña), 1959
Poeta española de la
generación de los ochenta
o potnovísimos.
18. Grandes, más que elefantes y que abadas,
títulos liberales como rocas,
gentiles hombres, sólo de sus bocas,
illustri cavaglier, llaves doradas;
hábitos, capas digo remendadas,
damas de haz y envés, viudas sin tocas,
carrozas de ocho bestias, y aun son pocas
con las que tiran y que son tiradas;
catarriberas, ánimas en pena,
con Bártulos y Abades la milicia,
y los derechos con espada y daga;
casas y pechos todo a la malicia;
lodos con perejil y yerbabuena:
esto es la Corte. ¡Buena pro le haga!
Grandes, más que elefantes y que abadas
18
Luís de Góngora y
Argote (Córdoba),
1561 - (Córdoba) 1627
Poeta y dramaturgo
español del Siglo de
Oro.
19. En medio de la tierra apartaré
las esmeraldas para divisarte
y tú estarás copiando las espigas
con una pluma de agua mensajera.
Qué mundo! qué profundo perejil!
qué nave navegando en la dulzura!
y tú tal vez y yo tal vez topacio!
ya no habrá división en las campanas.
Ya no habrá sino todo el aire libre,
las manzanas llevadas por el viento,
el suculento libro en la enramada,
y allí donde respiran los claveles
fundaremos un traje que resista
la eternidad de un beso victorioso.
Soneto c cien sonetos de amor (1959) noche
19
Pablo Neruda (Parral,
chile), 1904 - (Santiago de
Chile) 1973
Seudónimo y posterior
nombre legal de Ricardo
Eliécer Neftalí Reyes
Basoalto. Poeta y político
chileno
20. Oh cruz del sur, oh trébol de fósforo fragante,
con cuatro besos hoy penetró tu hermosura
y atravesó la sombra y mi sombrero:
la luna iba redonda por el frío.
Entonces con mi amor, con mi amada, oh diamantes
de escarcha azul, serenidad del cielo,
espejo, apareciste y se llenó la noche
con tus cuatro bodegas temblorosas de vino.
Oh palpitante plata de pez pulido y puro,
cruz verde, perejil de la sombra radiante,
luciérnaga a la unidad del cielo condenada,
descansa en mí, cerremos tus ojos y los míos.
Por un minuto duerme con la noche del hombre.
Enciende en mí tus cuatro números constelados.
Soneto LXXXVi cien sonetos de amor (1959) noche
20
Pablo Neruda (Parral,
chile), 1904 - (Santiago de
Chile) 1973
Seudónimo y posterior
nombre legal de Ricardo
Eliécer Neftalí Reyes
Basoalto. Poeta y político
chileno
21. 1
Debajo de la hoja
de la verbena
tengo a mi amante malo.
¡Jesús, qué pena!
2
Debajo de la hoja
de la lechuga
tengo a mi amante malo
con calentura.
3
Debajo de la hoja
del perejil
tengo a mi amante malo
y no puedo ir.
Las tres hojas
21
Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros (Granada),
1898 – camino Víznar a
Alfacar (Granada), 1936
Poeta, dramaturgo y prosista
español, de la generación del
27. Fue el poeta y dramaturgo
de mayor influencia y
popularidad de la literatura
española del siglo XX
23. ¿No eres tú, mariposa,
el alma de estas sierras solitarias,
de sus barrancos hondos
y de sus cumbres agrias?
Para que tú nacieras,
con su varita mágica
a las tormentas de la piedra, un día,
mandó callar un hada,
y encadenó los montes
para que tú volaras.
Anaranjada y negra,
morenita y dorada,
mariposa montés, sobre el romero
plegadas las alillas o, voltarias,
jugando con el sol, o sobre un rayo
de sol crucificadas.
¡Mariposa montés y campesina,
mariposa serrana,
nadie ha pintado tu color; tú vives
tu color y tus alas
en el aire, en el sol, sobre el romero,
tan libre, tan salada! ...
Que Juan Ramón Jiménez
pulse por ti su lira franciscana.
23
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939
Poeta, dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
Mariposas de la Sierra
24. Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aun las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
24
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939
Poeta, dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
Poema a José María Palacio
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...
25. Esta leyenda en sabio romance campesino,
ni arcaico ni moderno, por Valle-Inclán escrita,
revela en los halagos de un viento vespertino
la santa flor de alma que nunca se marchita.
Es la leyenda campo y campo. Un peregrino
que vuelve solitario de la sagrada tierra
donde Jesús morara, camina sin camino,
entre los agrios montes de la galaica sierra.
Hilando silenciosa, la rueca a la cintura,
Adega, en cuyos ojos la llama azul fulgura
de la piedad humilde, en el romero ha visto,
al declinar la tarde, la pálida figura,
la frente gloriosa de luz y la amargura
de amor que tuvo un día el SALVADOR DOM. CRISTO.
25
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939
Poeta, dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
Esta leyenda en sabio romance campesino
26. La tarde todavía
dará incienso de oro a tu plegaria,
y quizás el cenit de un nuevo día
amenguará tu sombra solitaria.
Mas no es tu fiesta el Ultramar lejano,
sino la ermita junto al manso río;
no tu sandalia el soñoliento llano
pisará, en la arena del hastío.
Muy cerca está, romero,
la tierra verde y santa y florecida
de tus sueños; muy cerca, peregrino
que desdeñas la sombra del sendero
y el agua del mesón en tu camino.
26
Antonio Machado
(Sevilla), 1875 – (Colliure,
Francia), 1939
Poeta, dramaturgo y narrador
español, poeta emblemático
de la Generación del 98.
La tarde todavía
28. Jugando Dorila
con un pastorcillo,
del pié de un tomillo
su planta picó
aleve una abeja,
que estaba formado
en niño vendado,
el pícaro Amor.
Sintió la zagala
al punto el veneno
correr por su seno
activo, sutil—
vagó por sus labios
preciosa sonrisa,
que el alma electriza
del tierno pastor.
28
Ignacio María Acosta y
guerra
(La Habana, Cuba), 1814 –
(Matanzas, Cuba), 1871
Poeta y escritor cubano del
siglo XIX, que colaboró
activamente en periódicos y
revistas de la época.
Amor primero
Alzó los ojuelos
que amores bañaban...
Al jóven miraban
con tanta expresión...
Mas ¡cielos! la abeja
voló del tomillo,
y del pastorcillo
el seno picó...
Cubrióse de grana
su nívea mejilla—
la niña sencilla
también se turbó.
Sentáronse juntos,
habláronse tiernos,
y amantes eternos
el mundo los vió.
29. Monstruo de piedra, elévase el castillo
rodeado de coposos limoneros,
que sombrean los húmedos senderos
donde crece aromático el tomillo.
Alzadas las cadenas del rastrillo
y enarbolando fúlgidos aceros,
seguido de sus bravos halconeros
va de caza el señor de horca y cuchillo.
Al oír el clamor de las bocinas,
bandadas de palomas campesinas
surgen volando de las verdes frondas,
y de los ríos al hendir las brumas
dibujan con la sombra de sus plumas
cruces de nieve en las azules ondas.
29
Julián de Casal
(La Habana, Cuba), 1863 –
(La Habana, Cuba), 1893
Poeta cubano, máximo
exponente de la literatura
modernista en español.
Medioeval
30. Oh, la brega que jacta de viruta y de pieles!...
Las espesas comadres mascan livianas prosas;
Y en proverbiales éxodos, promiscuan las jocosas
Diligencias, su carga, bajo los cascabeles...
Ah, dicha analfabeta sin resabios, ni hieles!
El rudo pan del Cielo sabe a tomillo y rosas.
Ah, bañarse en la atónita desnudez de las cosas
Y morir en los brazos de la buena Cibeles!
Oh, mañana inefable de la Vida! Oh, la franca
Risa como de leche de la conciencia blanca!
Ante el alba inocente -no bien la noche fuga-
Se abre, entre la yerba viciosa de sus calles,
La dulce aldea: blanca violeta de los valles,
Siempre dichosa y siempre buena porque madruga.
El dintel de la vida
30
Julio Herrera Reissig
(Montevideo, 1975 –
Montevideo, 1910) fue un
poeta y ensayista
uruguayo iniciado en el
romanticismo tardío y
líder de la vanguardia
modernista en la literatura
uruguaya.
31. Verde luz y heliotropo en los amplios confines...
El cielo, paso a paso, deviénese incoloro;
en la fuente decrépita iza un iris canoro
la escultura musgosa de los cuatro delfines.
Suena, de roca en roca, sus cándidos trintrines
la vagabunda esquila del rebaño, y en coro,
ante dios que retumba en la tarde, urna de oro,
los charcos panteístas entonan sus maitines.
Y a grave paso acuden, por los senderos todos,
gentes que rememoran los antiguos éxodos:
mujeres matronales de perfiles oscuros,
cuyas carnes a trébol y a tomillo trascienden,
ostentando el pletórico seno de donde penden
sonrosados infantes, como frutos maduros.
Las madres
31
Julio Herrera Reissig
(Montevideo, 1975 –
Montevideo, 1910) fue un
poeta y ensayista
uruguayo iniciado en el
romanticismo tardío y
líder de la vanguardia
modernista en la literatura
uruguaya.
32. Yo vi sobre un tomillo
Quejarse un pajarillo,
Viendo su nido amado,
De quien era caudillo,
De un labrador robado.
Vile tan congojado
Por tal atrevimiento
Dar mil quejas al viento,
Para que al cielo santo
Lleve su tierno llanto,
Lleve su triste acento.
Ya con triste armonía,
Esforzando el intento,
Mil quejas repetía;
Ya cansado callaba,
Y al nuevo sentimiento
Centinela de un pajarillo
32
Esteban Manuel Villegas
(Matute, La Rioja, 1589 –
Nájera, La Rioja, 1669)
Poeta español del Siglo de
Oro.
Ya sonoro volvía.
Ya circular volaba,
Ya rastrero corría,
Ya pues de rama en rama
Al rústico seguía;
Y saltando en la grama,
Parece que decía:
«Dame, rústico fiero,
Mi dulce compañía»;
Y que le respondía
El rústico: «No quiero.»
33. Esta iluminación de la materia,
con su costumbre y con su armonía,
con sol madurador,
con el toque sin calma de mi pulso,
cuando el aire entra a fondo
en la ansiedad del tacto de mis manos
que tocan sin recelo,
con la alegría del conocimiento,
esta pared sin grietas,
y la puerta maligna, rezumando,
nunca cerrada,
cuando se va la juventud, y con ella la luz,
salvan mi deuda.
Salva mi amor este metal fundido,
este lino que siempre se devana
con agua miel,
y el cerro con palomas,
y la felicidad del cielo,
y la delicadeza de esta lluvia,
y la música del
cauce arenoso del arroyo seco,
y el tomillo rastrero en tierra ocre,
Salvación del peligro
33
Claudio Rodríguez García
(Zamora, España, 1934 –
Madrid, España, 1999)
Poeta español de la
Generación del 50 .
La sombra de la roca a mediodía,
la escayola, el cemento,
el zinc, el níquel,
la calidad del hierro, convertido, afinado
en acero,
los pliegues de la astucia, las avispas del
odio,
los peldaños de la desconfianza,
y tu pelo tan dulce,
tu tobillo tan fino y tan bravío,
y el frunce del vestido,
y tu carne cobarde...
Peligrosa la huella, la promesa
entre el ofrecimiento de las cosas
y el de la vida.
Miserable el momento si no es canto.
34. Amor mío, mira mi boca de vitriolo
y mi garganta de cicuta jónica,
mira la perdiz de ala rota que carece de
casa y muere
por los desiertos de tomillo de rimbaud,
mira los árboles como nervios crispados
del día
llorando agua de guadaña.
Esto es lo que yo veo en la hora lisa de
abril,
también en la capilla del espejo esto veo,
y no puedo pensar en las palomas que
habitan la palabra alejandría,
ni escribir cartas para rilke el poeta.
Amor mío, mira mi boca de vitriolo
34
Blanca Andreu
(La Coruña), 1959
Poeta española de la
generación de los ochenta
o potnovísimos.