La literatura popular es la que surgió espontáneamente en el pueblo y en el campo. Abarca masivamente el género lírico, es decir, composiciones poéticas que estaban unidas a la música y la danza, y que por lo general eran entonadas en grandes masas corales, alternándose hombres y mujeres. Estas manifestaciones formaban parte del que hacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias, peleas, guerras, etc. estaban enmarcados en una ritualización expresada a través del arte. Son dos sus manifestaciones principales:
El harawi, canción de diversos tipos (de amor, de arrepentimiento, de alegría, etc.).[1] Tenía un carácter intimista y estaba a cargo de un aeda, denominado harawec o haravicu. En la época colonial derivó en el huayno y en el yaraví.
El haylli, himno de alegría, se entonaba en las fiestas religiosas o en celebraciones de triunfos.[2]
2. Aqui
Se entiende por literatura peruana a las
manifestaciones literarias producidas por autores de
dicha nacionalidad, desde las tradiciones prehispánicas
hasta el presente, lo que engloba la literatura
cuzqueña, arequipeña, puneña, amazónica y de otras
regiones del territorio del Perú, y que ha alcanzado
mayor brillo en el siglo xx con nombres indispensables
para la literatura universal, como el poeta César
Vallejo o el novelista Mario Vargas Llosa. La
pertenencia al canon de los cronistas de Indias es
comúnmente más aceptada que otras manifestaciones
paraliterarias, como la literatura infantil peruana o la
literatura peruana de ciencia ficción
3. También
La producción literaria del período prehispánico en el
territorio centro-andino (que abarca territorios de las
actuales repúblicas de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile),
está especialmente vinculada al Imperio de los Incas,
siendo su principal vehículo de transmisión el idioma
quechua o runa simi, que los incas impusieron como
lengua oficial. Los cronistas de la conquista y de la
colonia han dado fe de la existencia de una literatura
quechua, que se transmitió de manera oral y que se
suele dividir en cortesana y popular.
4. La literatura cortesana, llamada así por haberse
realizado en la corte de los incas, era la literatura
oficial, cuya ejecución estaba encargada a los amautas
o profesores y a los quipucamayos o bibliotecarios, que
usaban el sistema nemotécnico de los quipus o
cordones anudados. Tres fueron los géneros principales
que cultivaron: el épico, el didáctico y el dramático.
El género épico está representada por los poemas que
expresaban la cosmovisión del mundo andino (mitos de
la creación, el diluvio, etc.), así como las que relataban
el origen de los incas (leyendas de los hermanos Ayar,
de Manco Cápac y Mama Ocllo, etc.).
5. La literatura popular es la que surgió espontáneamente
en el pueblo y en el campo. Abarca masivamente el género
lírico, es decir, composiciones poéticas que estaban unidas
a la música y la danza, y que por lo general eran
entonadas en grandes masas corales, alternándose
hombres y mujeres. Estas manifestaciones formaban parte
del que hacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias,
peleas, guerras, etc. Estaban enmarcados en una
ritualización expresada a través del arte. Son dos sus
manifestaciones principales:
El harawi, canción de diversos tipos (de amor, de
arrepentimiento, de alegría, etc.).[1] Tenía un carácter
intimista y estaba a cargo de un aeda, denominado
harawec o haravicu. En la época colonial derivó en el
huayno y en el yaraví.
El haylli, himno de alegría, se entonaba en las fiestas
religiosas o en celebraciones de triunfos.[2]