Criterios ESG: fundamentos, aplicaciones y beneficios
Las determinantes sociales de la salud y su influencia
1. Determinantes sociales de la salud
Son Condiciones sociales, económicas y físicas del lugar
donde una persona nace, vive, estudia, trabaja, se divierte y
envejece, que pueden afectar la salud, el bienestar y la
calidad de vida.
Los determinantes sociales de la salud son, por ejemplo, el
grado de escolaridad, el ingreso, el empleo, la vivienda, el
transporte y el acceso a alimentos saludables, aire y agua
limpia y servicios de atención de la salud
2. Ejemplo
Por ejemplo, es más probable que las personas que no pueden comprar alimentos
saludables y que no viven en áreas seguras para hacer ejercicio ingieran una dieta
poco saludable, sean sedentarios y presenten obesidad, lo que quizás aumente el
riesgo de ciertas enfermedades, como el cáncer.
3. Los alimentos saludables
También trata de que los alimentos estén en buen estado y esté
aprobado por el registro sanitario ya que puede que lleguen
productos en muy mal estado y puedan hacer daño al consumidor
influyen en la cantidad, variedad, calidad y tipo de alimentos
disponibles y accesibles. Las prácticas alimentarias inadecuadas van
en incremento, situación que puede aumentar la probabilidad de
padecer enfermedades crónicas no trasmisibles.
4. El aire y el agua
En este caso una persona puede contagiarse ya sea por el
aire y el agua ya que pueden estar contaminados por
bacterias Las enfermedades causadas por el uso del agua
están relacionadas con la presencia de microrganismos y
sustancias químicas presentes en el agua de consumo.
Entre ellas se puede citar la malnutrición, las
enfermedades desatendidas, la diarrea, las
intoxicaciones, entre otras
5. Servicio de la atención a la salud:
En la salud se tiene que tener un buen servicio al enfermo
Los servicios sociales y de salud comprenden los servicios de
hospital (servicios de salud prestados bajo la supervisión de
médicos), otros servicios de salud humana (servicios de
ambulancia y prestados en instituciones residenciales de
salud), los servicios sociales y "otros" servicios sociales y de
salud.
6. La salud y la educación
El sistema educativo juega un papel clave
para la salud y el bienestar y puede ser un
factor protector y corrector de desigualdades
sociales en la infancia y adolescencia. Por
ello, se hace necesaria una efectiva
coordinación entre las políticas de salud y las
políticas de educación , promoviendo la
equidad.
La educación desarrolla competencias,
valores y actitudes para que la ciudadanía
goce de una vida saludable y tome decisiones
bien fundamentadas para mejorar su estilo de
vida y así prevenir enfermedades.
7. Ingresos y el empleo en la salud
El desempleo, la precariedad y las rentas bajas tienen impacto
negativo en la salud física y emocional de la población así
mismo también con los ingresos ya que por una falta de
dinero no se puede acceder a medicinas o a una buena
alimentación esto deriva en que puede resultar en algo que
puede resultar tráumante y estresante para muchas personas
produciendo diferentes enfermedades mentales como:
• Estrés
• Baja autoestima
• Depresión
• Ansiedad y tensión
• Problemas para dormir
8. La vivienda en nuestra salud
La calidad y localización de la vivienda tiene implicaciones directas para la
salud de quien la habita. Son muchos los estudios que avalan cómo el hecho
de residir en una vivienda adecuada contribuye a mejorar la salud del hogar.
Que una vivienda tenga acceso a servicios de agua y saneamiento, en un
área segura, y localizada cerca de servicios de atención médica y de
educación afecta, y mucho, a la salud de toda la familia.Un ejemplo de este
resultado entre salud y las condiciones de vivienda, carecen de acceso a uno
o varios servicios municipales básicos. Entre ellos se encuentra la falta de
electricidad, agua y saneamiento.
9. Influencia del transporte en la salud
El transporte permite a las personas conectarse y mantener
relaciones con otros, acceder a oportunidades profesionales
y educativas y a actividades de ocio fuera de sus hogares,
todo ello con una mayor flexibilidad. Este impacto positivo
se refleja de manera destacada en las personas mayores,
que pueden llevar un estilo de vida activo en su comunidad
gracias al transporte público. Varios estudios indican que la
movilidad activa reduce la depresión, la ansiedad y otros
problemas de salud mental. Hacer ejercicio, ya sea
caminando o en bicicleta, aumenta el flujo sanguíneo,
libera endorfinas y reduce los niveles generales de estrés.