2. Una introducción
• “El feminismo, como teoría y como movimiento social ha recorrido un largo camino
repleto de dificultades hasta llegar a redefinir la violencia contra las mujeres como un
problema social y político. Y es que la visión tradicional, es decir, patriarcal, de este tipo
de violencia ha oscilado y oscila entre su consideración como algo normal y necesario
en el sentido de natural (…), a su consideración como problema patológico en los casos
más graves. Como ejemplo, baste recordar que en todos los códigos penales españoles
hasta el de 1983 se consideraba un atenuante la relación conyugal en los malos tratos
de los hombres a las mujeres” (de Miguel Álvarez, 2005).
• “La violencia de género puede ser entendida como un tipo de violencia que no sólo hace
referencia al ámbito material, es decir, a las agresiones físicas y la falta de recursos
económicos, sino también al ámbito simbólico, es decir, a nuestras emociones, nuestros
deseos y nuestras carencias a la hora de establecer relaciones afectivas con las
personas, derivadas de la forma como se entienden y se construyen la masculinidad y
la feminidad en nuestra época” (Gil Rodríguez & Lloret Ayter, 2007).
3. Violencia de género
• “Al hablar de violencia de género, es necesario “comprender que no es la diferencia entre
sexos la razón del antagonismo, que no nos hallamos ante una forma de violencia individual
que se ejerce en el ámbito familiar o de pareja por quien ostenta una posición de superioridad
física (hombre) sobre el sexo más débil (mujer), sino que es consecuencia de una situación de
discriminación intemporal que tiene su origen en una estructura social de naturaleza patriarcal.
El género se constituye así en el resultado de un proceso de construcción social mediante el
que se adjudican simbólicamente las expectativas y valores que cada cultura atribuye a sus
varones y mujeres. Fruto de ese aprendizaje cultural de signo machista, unos y otras exhiben
los roles e identidades que le han sido asignados bajo la etiqueta del género. De ahí, la
prepotencia de lo masculino y la subalternidad de lo femenino. Son los ingredientes esenciales
de ese orden simbólico que define las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres,
origen de la violencia de género. Esa explicación de la violencia contra las mujeres en clave
cultural, no biológica, es la que define la perspectiva de género. Una orientación ideológica
que no está generalizada. Por ello, las regulaciones que la hacen suya, tanto en el orden
internacional como en el nacional, acompañan su articulado de una descripción previa acerca
de la violencia que pretenden combatir” (Maqueda Abreu, 2006).
4. Algunas formas de violencia*
*Tabla extraída de: (Ramírez Velásquez, Alarcón
Vélez, & Ortega Peñafiel, 2020)
5. Un Análisis Rápido de Género realizado por ONU Mujeres y Care en Guatemala en el año 2021, señala
que 69% de las mujeres refiere violencia psicológica, 55% violencia física y 47% violencia económica.
Según datos oficiales del Ministerio Público, este año hasta el mes de agosto 2022 se habían registrado
45,996 denuncias de violencia de género, 65% fueron tipificados como casos de violencia contra la
mujer, 13% casos de violencia sexual, 10% violencia contra niñas y adolescentes y 2% otros delitos
contra la mujer, entre los que se incluye el femicidio. El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) reportó que entre
enero y mayo de 2022 se habían producido 376 femicidios en Guatemala, un incremento de 48% en
relación al mismo período del año anterior.
6. Modelos explicativos
• “Se ha generado un consenso sobre la multicausalidad de factores
desencadenantes de la violencia en contra de la mujer, en los que interactúan
factores individuales, familiares, sociales y culturales. Corsi (1990) hace una
adaptación del modelo de Bonfenbrenner (1987) y plantea el “modelo ecológico”,
en el que la comprensión del comportamiento violento dentro del espacio familiar
requiere considerar los distintos contextos en que se desarrollan las personas que
viven la situación de violencia, dado que no es un problema individual o de pareja,
sino un problema social. Según este modelo, no existiría un perfil típico ni de
víctimas ni de agentes de la violencia, como tampoco existirían factores de riesgo
determinantes, sino más bien una combinación de estos” (Larraín, 2007).
7. • Las investigaciones realizadas a la fecha han descrito factores asociados a la violencia en
los distintos niveles antes señalados:
– A nivel del individuo, existe una amplia evidencia empírica para demostrar que quienes sufren abuso o son
testigos de abuso en la niñez tienen una mayor posibilidad de ser personas violentas cuando adultos
a que gran parte de la violencia se aprende.
– A nivel del hogar, las investigaciones arrojan evidencias que indican que son factores de riesgo: el ingreso
familiar, aumentando la violencia a medida que disminuye el ingreso; una organización familiar jerárquica fi
ja e inamovible basada en la creencia de desigualdades naturales; el aislamiento social unido a la falta de
redes sociales de apoyo; el número de hijos, aumentado la violencia cuando son más de cuatro hijos con
poca diferencia de edad; y el grado de dependencia de la pareja tanto económica como social.
– Un estudio transcultural realizado en 90 sociedades por Levinson (1988) muestra que en las sociedades
con altos índices de violencia contra la mujer existen altos patrones de autoritarismo dándose condiciones
como: la presencia del hombre dominante, la falta de equidad de sexos, la existencia de un patrón de uso
de violencia física para resolver conflictos y la imposibilidad de que la mujer recurra al divorcio.
– A nivel de la comunidad: la pobreza es un factor de riesgo significativo para la violencia doméstica.
Diversas investigaciones realizadas en el mundo muestran que la pobreza es un factor de riesgo para la
violencia familiar y para la violencia social” (Larraín, 2007).
9. Para el caso de Guatemala
Primer Nivel Segundo Nivel Tercer Nivel
Nivel Supraestatal Nivel Estatal Sociedad Civil
• Convenios y conferencias internacionales
vinculantes y no vinculantes en materia de
Derechos Humanos y de la Mujer.
• Investigaciones y análisis de datos
respecto a la situación de la violencia de
género en el país.
• Legislación orientada a la penalización y la
prevención de la violencia de género.
• Inclusión de la problemática en la malla
curricular a todos los niveles de
escolaridad.
• Campañas de concientización.
• Trabajo interinstitucional para el abordaje
de la problemática.
• Educación y formación orientadas al
cambio de mentalidad sobre la cuestión de
género, la prevención de la violencia y la
necesidad de denunciar.
• Creación de grupos de presión que actúen
en función de mejorar las condiciones de
las mujeres en Guatemala.
Creación de instituciones vinculadas a la prevención de la violencia de género y el
empoderamiento y mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres.
Financiamiento para iniciativas civiles en favor de la prevención contra la violencia de género que vinculan ONG´s,
Asociaciones Civiles, organizaciones sociales y demás colectivos.
10. Línea de tiempo*
• 1976: Las Naciones Unidas inauguran el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985).
• 1979: La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, con lo que se incorporó a las mujeres a la esfera de los derechos
humanos, en dicho instrumento sólo se aborda en forma tangencial el problema de la violencia contra las mujeres;
una de sus deficiencias es precisamente la falta de una definición clara de la violencia de género.
• 1980: La Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, celebrada en Copenhague,
adoptó la resolución titulada "La mujer maltratada y la violencia en la familia“.
• 1985: Se establecen las “Estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer”.
• 1993: Durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, realizada en Viena, el
movimiento de mujeres propuso que en la Declaración Universal de Derechos Humanos se incluyeran referencias
específicas a la violencia de género y que ésta la reformulara introduciendo la perspectiva de género, que no se
limita a la situación de las mujeres, sino que abarca a toda la sociedad.
• 1994: Se aprueba la Declaración 48/104 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de
la Violencia contra la Mujer y se celebra la convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer.
• 1995: Se celebra la Conferencia Mundial de Mujeres de Beijing
• 1996: Se firman los Acuerdos de Paz.
• 2000: Se crea la Secretaría Presidencial de la Mujer.
• 2008: Se establece la Ley de Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer.
*Con información de (Rico, 1996)
11. Bibliografía
• Calvo González, G., & Camacho Bejarano, R. (Enero de 2014). La violencia de género: evolución,
impacto y claves para su abordaje. Enfermería Global(33), 424-439.
• de Miguel Álvarez, A. (2005). La construcción de un marco feminista de interpretación: la violencia
de género. Cuadernos de Trabajo Social, 18, 231-248.
• Gil Rodríguez, E. P., & Lloret Ayter, I. (2007). La violencia de género. Barcelona: Editorial UOC.
• Larraín, S. (2007). Violencia de género: El desafío de la prevención. En E. Alda, & G. Beliz, ¿Cuál
es la salida? La agenda inconclusa de la seguridad ciudadana (págs. 149-186). Washington, D.C.:
Banco Interamericano de Desarrollo.
• Maqueda Abreu, M. L. (2006). La violencia de género: Entre el concepto jurídico y la realidad social.
Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología(8), 2-13.
• Ramírez Velásquez, J. C., Alarcón Vélez, R. A., & Ortega Peñafiel, S. A. (2020). Violencia de
género en Latinoamérica: Estrategias para su prevención y erradicación. Revista de Ciencias
Sociales, XXVI(4), 260-275.
• Rico, M. N. (1996). Violencia de género: un problema de derechos humanos. Ciudad de México:
CEPAL.