Los huesos son como el armazón de nuestro cuerpo, nos proporcionan protección a los órganos internos y nos permiten movernos y mantenernos de pie; sin embargo, sus funciones son más amplias. Dentro de los huesos largos como el fémur y planos como las costillas, se encuentra la médula ósea roja, en donde se producen las células sanguíneas. También, los huesos son un almacén de minerales esenciales como el calcio y el fosfato, necesarios para la contracción muscular o las señales nerviosas.
1. Revista - Divulgación de Ciencia y Educación
Septiembre - Diciembre 2023, Vol.1, No.3
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La relación del hueso con la diabetes
Saúl Ernesto Cifuentes-Mendiola,1
Ana Lilia García-Hernández 2
Introducción
Los huesos son como el armazón de nuestro
cuerpo, nos proporcionan protección a los
órganos internos y nos permiten movernos y
mantenernos de pie; sin embargo, sus funciones
son más amplias. Dentro de los huesos largos
como el fémur y planos como las costillas, se
encuentra la médula ósea roja, en donde se
producen las células sanguíneas. También, los
huesos son un almacén de minerales esenciales
como el calcio y el fosfato, necesarios para la
contracción muscular o las señales nerviosas.
Juegan un papel en nuestra alimentación y en la
forma en cómo procesamos el “azúcar”, la glucosa
en nuestro cuerpo. En los últimos años, se ha
descubierto que los huesos influyen en el sistema
inmunológico, en los músculos, en el sistema
nervioso y el metabolismo de la glucosa.
Sorprendentemente, se ha demostrado que
nuestros huesos pueden volverse frágiles por
enfermedades como la diabetes mellitus.
La “enfermedad de la azúcar”, la
diabetes
Según datos estadísticos del 2022 en México, se
estima que 1 de cada 10 personas tiene diabetes y
es la tercera causa de muerte en el país. La
diabetes ocurre cuando hay problemas con la
producción y función de la insulina, una hormona
que ayuda a que la glucosa entre en nuestras
células para convertirla en energía. En la
diabetes, la deficiencia o mal funcionamiento de
la insulina provoca que la glucosa no pueda
ingresar a las células y ésta se acumule en la
sangre lo que daña a las células y los tejidos.
La afectación en varios órganos causada por la
diabetes puede compararse con una ciudad con
autopistas congestionadas, donde el aumento de
azúcar en la sangre se asemeja a un exceso de
tráfico, generando caos y problemas en la ciudad.
En nuestro cuerpo, esto se traduce en daño en
los tejidos. En respuesta, nuestro “equipo de
limpieza” (el sistema inmunológico) intenta
solucionar las cosas, pero lo hace de manera
incorrecta provocando incluso más daño.
Además, este proceso ocurre lentamente y
durante un periodo prolongado. Esta limpieza
lenta pero constante se conoce como
“inflamación crónica”, que no es evidente a simple
vista ya que no produce hinchazón,
enrojecimiento ni dolor. Aunque no podemos
percibir el daño, esta inflamación silenciosa, con
el tiempo puede dañar aún más los tejidos. En
resumen, la diabetes puede hacer que nuestro
sistema inmune trabaje de manera prolongada y
lenta, generando problemas en el cuerpo,
propiciando el desarrollo de otras enfermedades.
Huesos frágiles por el exceso de
glucosa
Las personas con diabetes tienen una mayor
probabilidad de sufrir fracturas óseas, aunque
tengan huesos tan densos como los de una
persona sin diabetes. Esto se debe a que los
huesos formados con mucha glucosa son de baja
calidad, haciéndolos más débiles y frágiles.
Además, la inflamación causada por la diabetes
activa unas células encargadas de destruir el
hueso (los osteoclastos), lo que causa huesos
excesivamente porosos y más propensos a
romperse.
El incremento de glucosa en sangre en la
diabetes conduce a huesos más porosos y
frágiles. Ilustración creada en BioRender:
https://www.biorender.com/
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Los huesos pueden ayudar al
metabolismo de la glucosa
Los osteoblastos son las células que construyen
los huesos, y producen dos proteínas que actúan
como hormonas en todo el cuerpo:
● Osteocalcina: ayuda al páncreas que es el
órgano encargado de producir insulina y, por
lo tanto, es capaz de mejorar el
aprovechamiento de la glucosa. Esto podría
ser útil para prevenir y reducir la gravedad de
la diabetes. Esta proteína, se ha convertido en
un posible fármaco para el tratamiento de la
diabetes.
● Lipocalina 2: tiene la función de inhibir el
apetito en el cerebro. El incremento sostenido
durante mucho tiempo de esta proteína se
relaciona con problemas en la insulina, el
incremento de inflamación crónica y el
desarrollo de diabetes. Por eso, regular esta
proteína es clave para el tratamiento de la
diabetes.
Las proteínas lipocalina 2 y osteocalcina que son
producidas por células óseas ayudan al
aprovechamiento de la glucosa. Ilustración de
acceso libre creada en BioRender:
https://www.biorender.com/
Combatiendo la fragilidad ósea
Nuestros huesos tienen la capacidad de
renovarse, respondiendo al estímulo mecánico o
la actividad física que reciben, por ejemplo,
cuando caminamos, los músculos se contraen, lo
que requiere de calcio, este ion (átomo o molécula
que tiene una carga eléctrica positiva) es liberado
de nuestros huesos mediante un proceso llamado
remodelado óseo. En este proceso, los
osteoclastos descomponen pequeñas áreas del
hueso; sin embargo, el hueso no se queda con ese
“hueco”, los osteoblastos llenan ese espacio con
hueso nuevo, permitiendo la sustitución del hueso
viejo por hueso nuevo, por lo tanto, la actividad
física o el ejercicio es deseable y necesario para
mantener la salud ósea.
Comentario final
El correr diariamente es beneficioso para reducir
la fragilidad ósea y disminuir la inflamación
crónica provocada por la diabetes, además de
mejorar la función de la insulina. Es importante
destacar que la actividad física debe ser de
intensidad moderada y sostenida en el tiempo
para lograr efectos positivos y duraderos en los
huesos. Otro aspecto a considerar es nuestra
alimentación. Una alimentación balanceada es
esencial para mejorar la salud ósea y metabólica.
La suplementación dietética con ácidos grasos
omega 3 y vitamina D, presentes en alimentos
como el pescado, incrementan la resistencia a la
fractura ósea y disminuyen la inflamación en
personas con diabetes.
En resumen, adoptar una buena alimentación y
mantener una actividad física moderada
contribuyen significativamente a mantener una
salud ósea y un óptimo aprovechamiento de la
glucosa.
Palabras clave: hueso; diabetes; metabolismo;
glucosa.
1 Saúl Ernesto Cifuentes-Mendiola es doctor en
ciencias y profesor-investigador de tiempo
completo de la FES Iztacala, UNAM. Investiga
sobre las alteraciones inmunológicas y
hormonales en la diabetes. Ha publicado en
revistas científicas internacionales.
Contacto: sernestocifuentesm@iztacala.unam.mx
2 Ana Lilia García-Hernández es doctora en
ciencias y profesora-investigadora de tiempo
completo de la FES Iztacala, UNAM. SNII 1.
Investiga sobre las afecciones de la diabetes en el
tejido óseo Publica en revistas científicas
internacionales. Contacto: ana.garcia@unam.mx
3. Revista - Divulgación de Ciencia y Educación
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Agradecimientos
Proyecto FESI-PAPCA-2021-2022-27
Lecturas recomendadas
Cifuentes-Mendiola SE., et al. (2022). Aerobic
training improves bone fragility by reducing the
inflammatory microenvironment in bone tissue
in type 2 diabetes. Journal of Biomechanics.
2022. 145, 111354.
https://www.sciencedirect.com/science/article/
abs/pii/S0021929022003955
Cifuentes‑Mendiola SE., et al. (2022).
Docosahexaenoic acid improves altered
mineralization proteins, the decreased quality
of hydroxyapatite crystals and suppresses
oxidative stress induced by high glucose.
Experimental and Therapeutic Medicine. 23(3), 1-
12.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC
8815046/
Flores Arguedas H. (2023). Detección temprana de
la diabetes. Revista - Divulgación de Ciencia y
Educación, Redicye, 1(2), pp. 1-2.
https://redicye.upeg.edu.mx/2023/09/21/detecci
on-temprana-de-la-diabetes/
Jódar Gimeno, E. (2017). Diabetes y hueso: una
relación inesperada pero intensa. Revista de
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105-106.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3609550
80001
Peña Arrébola A (2001). Ejercicio y hueso: revisión
bibliográfica. Revista Española de
Enfermedades Metabólicas Óseas. 2001. 10(4):
119-131. https://www.elsevier.es/es-revista-reemo-
70-pdf-13019722