3. Immanuel Kant, uno de los filósofos más importantes de nuestra historia. Muchos
analistas lo consideran el mayor autor de la historia, y por lo tanto fuente de
conocimiento para el pensamiento filosófico hasta nuestros días. es considerado por
muchos el mayor filósofo de todos los tiempos y una gran influencia en la historia de
la filosofía hasta nuestros días.
Con él, culmina el pensamiento ilustrado y supo, como nadie, hacer honor al lema de
este movimiento: sapere aude (atrévete a saber). Así, Kant aseguraba que la
Ilustración suponía la salida del ser humano de su minoría de edad, o lo que es lo
mismo, la autonomía de la razón, sinónimo de libertad.
1724 - 1804
Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de
Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía
racionalista de Leibniz y Christian Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia natural, en particular,
por la mecánica de Newton.
4. Estudió la física newtoniana y la filosofía de Rousseau y Hume, uno de los máximos representantes del
empirismo moderno. De esta último, afirma el alemán que fue quien le despertó de su sueño dogmático,
del sueño de la razón, ya que, hasta ese momento, Kant había sido racionalista (Leibniz-Woff).
La filosofía crítica de Kant supone una síntesis o superación de racionalismo y el empirismo, y con esto
pone fin a un debate que habría durado siglos. Justo a esta etapa corresponden sus obras fundamentales:
crítica de la razón pura, crítica de la razón práctica y la crítica del juicio.
Al contrario que David Hume, Kant rechaza el camino escéptico y en su lugar, decide que debe empezar
de cero.
5. Y aquí precisamente reside uno de los mayores logros del filósofo ilustrado, en haber sido capaz de
replantearse toda la historia del pensamiento filosófico.
1. ¿Qué puedo conocer? (Desde la teoría del conocimiento)
2. ¿Qué debo hacer? (Desde la ética)
3. ¿Qué me cabe esperar? (Desde la antropología)
4. ¿Qué es el ser humano?
La primera, que desarrolla en la Crítica de la razón pura, trata de encontrar la fuente, origen y límite del
conocimiento. La segunda, que responde en la Crítica de la razón práctica, responde a unas reglas de
actuación. La tercera, analizada en la Crítica del juicio, tiene que ver con la esperanza y la cuarta, que es
un resumen de las otras tres, intenta averiguar el sentido de la existencia humana.
6. “Todos los intereses de mi razón, especulativos y
prácticos, se combinan en las tres siguientes preguntas:
¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo
esperar?”
7. La revolución copernicana de Kant
Kant plantea la necesidad de cambiar la forma de entender el pensamiento filosófico, y en especial, en el
terreno de la teoría del conocimiento. La filosofía anterior solamente había tenido en cuenta el modo de
conocer los objetos en función de su forma de ser. Lo más importante hasta ese momento, era el objeto. Pero
para Kant, el centro no es el objeto, sino el sujeto y, más concretamente, la forma que tiene el sujeto de
conocer el objeto. El conocimiento válido no tiene su centro en la realidad exterior que no es “dada”, sino en lo
que el sujeto “pone”. Esto es lo mismo que hizo, en su momento, Copérnico: colocó a la Tierra girando
alrededor del sol, cambiando así el centro de interés filosófico y científico.
8. Lo fundamental, a partir de Kant, no serán los objetos mismos,
sino el modo de conocer los objetos, lo que el sujeto pone en los
mismos en el momento de conocerlos.
“Si llamamos sensibilidad a la receptividad que nuestro
psiquismo posee, siempre que sea afectado de alguna manera,
en orden a recibir representaciones, llamaremos entendimiento a
la capacidad de producirlas por sí mismo, es decir, a la
espontaneidad del conocimiento. Nuestra naturaleza conlleva el
que la intuición solo pueda ser sensible, es decir, que no
contenga sino el modo según el cual somos afectados por los
objetos”.
9. La mayoría de edad de la humanidad en la filosofía de Kant
Según Kant, con la ilustración la humanidad ya ha llegado a su mayoría de edad y, por lo tanto, está
capacitada para dirigir su propio destino. Esto significa que ya no necesita sistemas políticos autoritarios o
paternalistas, sino que la libertad ha de ser el fundamento de todo pensamiento político.
“La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad
de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la
falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere
aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he ahí el lema de la ilustración”.
10. En el otro gran baluarte de su filosofía, la Crítica de la razón práctica, Kant aborda otro tema: el de los juicios de
valor. Para el alemán no existe nada bueno salvo la voluntad. Y, realmente, ni siquiera esta, al menos no en
cualquier caso. Solo será buena siempre y cuando actúe conforme a una sencilla norma: el imperativo
categórico, el cual establece que hemos de actuar conforme a una teórica legislación universal. Es decir,
debemos comportarnos según máximas que consideremos que deberían ser normas morales para todo el
mundo. Por ejemplo, no deberíamos robar por la sencilla razón de que no querríamos vivir en una sociedad de
ladrones en la que quitarle al prójimo lo que es suyo fuera lo normal. Todas esas cuestiones son, y deben ser,
superfluas a la hora de determinar el sentido de nuestra vida.
11. Para Kant solo importa una cosa a este respecto y es el vivir conforme a una correcta conducta moral. No actuar
buscando determinados fines y analizando cómo lograrlos, sino simplificar la cuestión y limitarnos a hacer
aquello que está bien, por la sencilla razón de que está bien: “El cumplimiento exacto de aquello que nos
prescribe la moral para que la conciencia no nos reproche nada, nos satisface y tranquiliza. ¿Qué culpa tengo yo
de que las cosas del mundo no vayan según mi voluntad? Ellas no solo no deben robarme mi satisfacción, sino
que yo mismo quiero estar conforme con ellas”.
12. Ontología en Kant
Existe un cierto consenso en que fue Kant el que vino a clarificar la polémica que rodea al argumento
ontológico. A lo largo de su Crítica de la razón pura, Kant ofreció una serie de argumentos separados pero
interconectados en contra del argumento ontológico, apoyándose en los conceptos de juicio sintéticos y
analíticos.
A Kant le parece inaceptable que la filosofía primera siga estancada en una disputa interminable sobre las
cuestiones de Dios, la libertad y la inmortalidad. Kant considera que la filosofía debe superar dicha disputa si
pretende ocupar el puesto que le corresponde en la ciencia. La filosofía no comienza sin más como metafísica,
comienza como teoría de la filosofía como teoría de una metafísica científica esta, exige un nuevo modo de
pensar. Para él, la realidad tiene dos aspectos: “la cosa” tal y como es percibida por nuestros sentidos y “lo
que le atribuimos a la cosa” referida a la interpretación que hacemos de lo que nuestros sentidos perciben.
13. El estudio del Ser comprende el conocimiento de Dios, lo Moral y lo Físico. Considera imposible que el ser
humano solo con la aplicación de la “raza pura” pueda llegar a ese conocimiento.
Kant caracterizaba la metafísica por su tendencia a elaborar teorías sobre la base del conocimiento a priori
para diferenciarlo del conocimiento a posteriori. Buscaba fijar los límites del conocimiento dentro del marco de
la experiencia y demostrar así la incapacidad de la mente humana para llegar más allá de la experiencia solo
mediante al conocimiento en el terreno de la realidad última. Posteriormente intentó reconciliar ciencia y
religión en un mundo de dos niveles que incluyen los noumena, objetos concebidos por la razón, las cosas tal
y como aparecen a los sentidos y que son accesibles al estudio material. Mantenía que, como Dios, la libertad
y la inmortalidad humana son realidades noumenales y estos conceptos se asimilan a través de la fe moral y
no a través del conocimiento científico.. Propone el método crítico para llegar al conocimiento de la realidad, el
cual percibe de la realidad, “la cosa” y “lo atribuido” o lo empírico y lo lógico.