Presentación del Seminario “Hallazgos recientes de la Paleoantropología e implicaciones filosóficas”. Rafael Jordana y José Ignacio Murillo. Pamplona, 16 de enero de 2024.
Rafael Jordana es actualmente catedrático emérito en la Universidad de Navarra. Fue catedrático por oposición de las cátedras de Fisiología Animal y de Zoología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna en enero de 1971. Ha sido profesor ordinario de Zoología y Fisiología Animal Comparada en la Universidad de Navarra desde octubre de 1972 hasta su jubilación en el año 2011. Fue creador y director del Museo de Zoología de la Universidad de Navarra desde 1980 hasta su jubilación. Ha sido decano de la Facultad de Ciencias de esta universidad desde 1981 a 1990; director del Departamento de Zoología desde 1972 a 1993, y director del Departamento de Zoología y Ecología entre 1993 y 1999. A lo largo de su trayectoria profesional ha descrito más de 247 nuevas especies. Además de seguir publicando en el ámbito científico de su interés (colémbolos) también lo ha hecho, en los últimos años, sobre cuestiones relacionadas con la evolución biológica y humana. Una muestra es el libro: “La ciencia en el horizonte de una razón ampliada: La evolución del hombre a la luz de las ciencias biológicas y metabiológicas”.
José Ignacio Murillo es profesor catedrático del Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra. Co-director del grupo de investigación Mente-Cerebro del Instituto Cultura y Sociedad (ICS). Miembro del grupo Ciencia, Razón y Fe (CRYF). Ha publicado 18 libros, cuenta con más de 50 publicaciones en revistas de impacto, más de cincuenta capítulos de libros publicados y más de un centenar de aportaciones a congresos. Posee una larga trayectoria docente: ha dirigido una docena de tesis doctorales e impartido decenas de conferencias y seminarios dentro y fuera de España. Su línea de investigación actual lleva el nombre: “Mente-cerebro: biología y subjetividad en la filosofía y en la neurociencia contemporáneas”.
Resumen: El seminario comienza con la intervención del profesor Jordana en la que expone un “status questionis” de los datos paleoantropológicos más recientes. Después de esta exposición tiene lugar un coloquio moderado sobre dichos datos con el profesor Murillo, que da también la oportunidad para la intervención de los presentes que lo deseen.
Artículo de referencia: Rafael Jordana. El origen del hombre: estado actual de la investigación paleoantropológica. Scripta Theologica Vol. XX/1, 1988, 65-98. Disponible en https://www.unav.edu/documents/4889803/7c257e83-2a3f-4e20-98ae-f8141b410f08
Hallazgos recientes de la Paleoantropología e implicaciones filosóficas
1. Grupo Ciencia, Razón y Fe
Seminario
“Hallazgos recientes de la Paleoantropología y
coloquio sobre sus implicaciones filosóficas”
Rafael Jordana y José Ignacio Murillo
Pamplona, 16 de enero de 2024
2. 1963 Licenciatura en Ciencias Naturales Paleontología y Antropología.
Me intereso por el tema y no dejo de estudiarlo desde esa fecha.
1986. Clases en Teología en el programa para la obtención del grado
para poder impartir clases de Religión.
1986. Me hago cargo de impartir unas sesiones sobre Evolución Biológica y el
Origen del Hombre.
Entra en la clase El Decano de la Facultad y asiste a ella. Era el profesor de
Sagrada Escritura. D. José María Casciaro.
Al término de la clase me dice que escriba un artículo sobre lo que he
explicado pues eso no lo había dicho nadie hasta el momento.
Escribo el artículo y se publica en Scripta Theologica:
SCRIPTA THEOLOGICA Vol. XX/1, 1988, 65-98
EL ORIGEN DEL HOMBRE: ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN
PALEOANTROPOLÓGICA. R. JORDANA
https://www.unav.edu/documents/4889803/7c257e83-2a3f-4e20-98ae-
f8141b410f08
3. RAFAEL JORDANA, 1988, EL ORIGEN DEL HOMBRE ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN PALEOANTROPOLÓGICA.
SCRIPTATHEOLOGICA, Vol. XX/1, 65-98.
RAFAEL JORDANA, 2016, LA CIENCIA EN EL HORIZONTE, DE UNA RAZÓN AMPLIADA, LA EVOLUCIÓN Y EL HOMBRE A LA LUZ DE LAS
CIENCIAS, BIOLÓGICAS Y METABIOLÓGICAS. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES «FRANCISCO DE VITORIA»,
Unión Editorial, Madrid, ISBN: 978-84-7209-685-1, 185 pp.
Ángel Sánchez-Palencia Martí y Rafael Jordana Butticaz
El origen del hombre a la luz de los tres grados del saber: ciencia, filosofía y teología
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) Francisco de Vitoria
Scripta Theologica 53 (1) 9-45 2021
Este trabajo inédito es fruto de los Proyectos de investigación desarrollados por los autores en las convocatorias 2019 y 2020 del
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) Francisco de Vitoria: “De la humanización a la hominización: planteamiento
interdisciplinar de la cuestión” (2019) y “El origen del hombre, estado actual de la investigación científica e implicaciones
metacientíficas” (2020).
La Ciencia y sus progresos en el conocimiento de la realidad material y la aplicación de la matemática al aspecto cuantitativo de la
materia, han permitido un desarrollo de la técnica científica y la producción de innumerables artefactos técnicos que ha contribuido
notablemente al bienestar de la humanidad.
En ese camino, se ha ido formando una mentalidad, lo que todo el mundo piensa, cientificista y tecnocrática que extrapola de
manera injustificada e injustificable las categorías del pensamiento científico y de la técnica a toda la realidad, singularmente al
hombre.
Europa y con ella la civilización occidental, ha sufrido una gran pérdida: el desvanecimiento de la trascendencia que ha impulsado a
los pueblos europeos a elevarse sobre su animalidad, recorriendo caminos de búsqueda de la verdad, el bien y la belleza, más allá de
la certeza, la utilidad y el agrado sensible.
La visión mecanicista de la realidad que no admite ningún salto cualitativo entre los entes inertes y los vivos, ha terminado por
alcanzar al hombre arrebatándole el puesto señero en el cosmos que le corresponde por naturaleza. Entre el deísmo moderno, el
agnosticismo y el ateísmo encontramos las respuestas más comunes en la sociedad a la sed de sentido que anida en el corazón del
hombre.
Por su parte, la doctrina de la creación resulta incomprensible desde los presupuestos del Dios relojero que pone en marcha un
mecanismo, el mundo, que ha venido a ser el Dios de los filósofos modernos.
A pesar de la claridad del estatuto epistemológico de la ciencia, muchos estudios sobre el origen de la vida o la teoría de la evolución y
el origen del hombre, no discriminan entre el contenido empírico que transmiten, y la interpretación filosófico-ideológica
entreverada en esos contenidos.
4. Homo sapiens Linné 1758 …………………………………………………………………………………………. 0.00-0.2
Homo sapiens idaltu White, 2003 ……………………………………………………………………………… 0.15 My Ethiopia
Homo floresiensis Brown et al., 2004……..…………………………………………………………….……. 0.02-0.09 My Isla de Flores
Denisovan 2012………………………………………………………………………………………………..………. 0.03-0.5 My Russia
Homo luzonensis Detroit et al 2019…………………………………………………………………………… 0. 05-0.067 My Luzón
Homo neanderthalensis 1864 ……..……………………………………………………………….……………. 0.03-0.5 My Europa Africa
Homo naledi Berger et al. 2015……………………………………..……………………………..……………….. 0.3 My Sudafica
Homo rhodesiensis Woodward, 1921 ……………………………………………………………………….. 0.16-0.6 Zambia
Homo sapiens arcaico 1908, 1971 (Homo heidelbergensis) ……………………..….………..….… 0.2-0.8 My Africa Europa Asia
Homo cepranensis Mallegni et al. 2003……………………………………..………………………………. 0.3-0.8 My Italy
Homo antecesor Bermúdez de Castro et al...1997 (H. erectus europeo) ……………………… 0.8-1.3 My Atapuerca
Homo erectus (Dubois, 1891) 1891, 1929, 1937, 1960, 1969……….…………………………..… 0.3-1.8 My China Java
Homo ergaster Groves and Mazak 1975, 1984 (H. erectus africano) ……………………..….… 1.8 My Africa
Homo georgicus Gabunia et al. 2002 (hypodigma habilis-erectus) ……………………………… 1.8 My Georgia
Homo habilis Leakey et al., 1964, 1968,1973, 1976, 1995……….……………………...……….… 1.9-2.5 My Africa
Homo rudolfensis (Alexeev, 1986) 1972, 1986, 2012……….……..…………………….………….… 1.4-2.5 My Africa
Homo sp afar (2015) ……….……..…………….……………………………………………………………………… 3 My Afar Tanzania
Homo sp. indet. (Lomekwian) de mi propia cosecha ……………………………………………………… 3.3 My Southwest Turkana
Homo (Kenianthropus) platyops Leakey et al. 2001……………………………………..…………….. 3.2-3.5 My Southwest Turkana
Paranthropus boisei, Leakey,1959, 1970, 1993……….……….…..………………………………….… 1.1-2.1 My Africa
Paranthropus robustus Broom,1938, 1950, 1994……….……..…………………………………….… 1.5-2 My Africa
Paranthropus aethiopicus (Arambourg & Coppens, 1968)(Olson,1985) …………………..… 2.3-2.6 My Africa
Australopithecus sediba Berger 2010, 2013…………………………....…………………………….….. 2.4-3 My Africa
Australopithecus garhi Asfaw, 1999 ……..………………………………….…………………..……….….. 2.5 My Africa
Australopithecus africanus Dart, 1925, 1936……..……………………………….………………….….. 2-3 My Africa
Australopithecus bahrelghazali Brunet, 1993……..…………………………….………………….……. 3-3.5 My Africa
Australopithecus afarensis Johanson & Taieb 1975…………………………..…………………...….. 3-3.5 My Africa
Australopithecus anamensis Leakey 1995……..……………………………………………………….….. 3.9-4.2My Africa
Ardipithecus ramidus White et al, 1994, 2009……..……………………………………………….….... 4.5 My Africa
Ardipithecus kadabba Haile-Selassie, 2001……..……………………………..………………….…....... 5.8 My Africa
Orrorin tugenensis Pickford & Senut, 2000……..…………………………………………..…….…....... 6 My Africa
Sahelanthropus tchadensis Brunet et al., 2002……..……………………………………….………..... 6.7 My Africa
5. Homo sapiens Linné 1758 0.00-0.2 My
Homo floresiensis Brown et al.,2004 0.02-0.09 My
Homo luzonensis Detroit et al 0. 05-0.067 My
Denisovan 2012 0.03-0.5 My
Homo neanderthalensis King, 1864 0.03-0.5 My
Homo heidelbergensis Schoetensack, 1908,
1971 0.2-0.7 My
Homo naledi Berger et al. 2015 0.3My
Homo antecesor Bermúdez de
Castro et al...1997 (H. erectus europeo) 0.8-1.3 My
Homo erectus (Dubois, 1891) 1891,
1929, 1937, 1960, 1969 0.3-1.8 My
Homo ergaster Groves and Mazak 1975,
1984 (H. erectus africano) 1.8 My
Homo georgicus Gabunia et al. 2002
(hypodigma habilis-erectus) 1.8 My
Homo habilis Leakey et al., 1964, 1968,1973,
1976, 1995 1.5-1.9 My
Homo rudolfensis (Alexeev, 1986) 1972,
1986, 2012 1.4-2.4 My
Homo sp afar (2015) 3 My
Homo sp. indet. (Lomekwian) 3.3 My
Homo (Kenianthropus) platyops Leakey
et al. 2001 3.2-3.5 My
1.1-2.1 Paranthropus boisei, Leakey,1959, 1970, 1993
1.5-2 Paranthropus robustus Broom,1938, 1950, 1994
2.3-2.6 Paranthropus aethiopicus (Aramburg &
Coppens, 1968) (Olson,1985)
2.4-3 Australopithecus sediba Berger 2010, 2013
2.5 Australopithecus garhi Asfaw, 1999
2-3 Australopithecus africanus Dart, 1925, 1936
3-3.5 Australopithecus bahrelghazali Brunet, 1993
3-3.5 Australopithecus afarensis Johanson & Taieb 1975
3.9-4.2 Australopithecus anamensis Leakey 1995
4.5 Ardipithecus ramidus White et al, 1994, 2009
5.8 Ardipithecus kadabba Haile-Selassie, 2001
6 Orrorin tugenensis Pickford & Senut, 2000
6.7 Sahelanthropus tchadensis Brunet et al., 2002
7. 1. 3.3-million-year-old stone tools from Lomekwi 3, West Turkana, Kenya 2015 Sonia Harmand, Jason E. Lewis, Craig S. Feibel, Christopher J.
Lepre, Sandrine Prat, Arnaud Lenoble, Xavier Boës, Rhonda L. Quinn, Michel Brenet, Adrian Arroyo, Nicholas Taylor, Sophie Clément,
Guillaume Daver, Jean-Philip Brugal, Louise Leakey, Richard A. Mortlock, James D. Wright, Sammy Lokorodi, Christopher Kirwa, Dennis V. Kent
& Hélène Roche, Nature, (521), 310-315
2. A. S. Brooks et al., Science 10.1126/science.aao2646 (2018). Long-distance stone transport and pigment use in the earliest Middle Stone
Age (MSA)
1Fire was used for the first time by hominins in Africa some 1.5 million years ago. Indications are available from cave sites in South Africa
(Swartkrans: Brain and Sillen 1988; Pickering 2012; Wonderwerk: Beaumont 2011; Berna et al. 2012) and include burned sediments, bones,
and stone artifacts.
3. Beumont, P. B. 2011. The edge: more on fire making by about 1.7 million years ago at Wonderwerk Cave in South Africa. Current
Anthropology 52:585–595.
Hlubik, Sarah, Francesco Berna, Craig Feibel, David Braun, and John W. K. Harris. 2017. Researching the nature of fire at 1.5 Mya on the site
of FxJj20 AB, Koobi Fora, Kenya, using high-resolution spatial analysis and FTIR spectrometry. Current Anthropology 58(suppl. 16):SXXX–SXXX.
Based on archaeological observations and analysis, fire was used for the first time by hominins in Africa some 1.5 million years ago.
Indications are available from cave sites in South
Africa (Swartkrans: Brain and Sillen 1988; Pickering 2012; Wonderwerk: Beaumont 2011; Berna et al. 2012) and include burned
sediments, bones, and stone artifacts. The use of fire in these two sites is acknowledged by most scholars despite the lack of “hearth”
features. Sites in East Africa (e.g., Koobi Fora: Isaac and Harris 1978;
Chesowanja: Gowlett et al. 1981) In: Current Anthropology Volume 58, Supplement 16, August 2017, Spatial Analysis of Fire
Archaeological Approach to Recognizing Early Fire by Nira Alperson-Afil
4. doi:10.1038/nature25444. Early Middle Palaeolithic culture in India around 385–172 ka reframes Out of Africa models. 2018, Kumar
Akhilesh, Shanti Pappu, Haresh M. Rajapara, Yanni Gunnell4, Anil D. Shukla & Ashok K. Singhvi. Nature, 554:97-102 and extended files.
5 Early Homo at 2.8 Ma from Ledi-Geraru, Afar, Ethiopia 2015 Brian Villmoare, William H. Kimbel, Chalachew Seyoum, Christopher J.
Campisano, Erin N. DiMaggio, John Rowan, David R. Braun, J Ramón Arrowsmith, Kaye E. Reed. Science 347 ISSUE 6228, 1351-1355 DOI:
10.1126/science.aaa1343
A new species of Homo from the Late Pleistocene of the Philippines (2019) Florent Détroit1*, Armand Salvador Mijares2,3*, Julien Corny1,
Guillaume Daver4, Clément Zanolli5,6, Eusebio Dizon3, Emil Robles2, Rainer Grün7,8 & Philip J. Piper3,9. Nature
https://doi.org/10.1038/s41586-019-1067-9 568: 181-185
A younger “earliest human migration” to Southeast Asia, Boris Brasseur New dating suggests that hominids arrived at the Sangiran dome
later than had been thought. http://science.sciencemag.org/ on January 13, 2020.
Age control of the first appearance datum for Javanese Homo erectus in the Sangiran area Shuji Matsu’ura1*, Megumi Kondo2, Tohru
Danhara3, Shuhei Sakata4, Hideki Iwano3, Takafumi Hirata5, Iwan Kurniawan6, Erick Setiyabudi6, Yoshihiro Takeshita7, Masayuki Hyodo8,9*,
Ikuko Kitaba8,10, Masafumi Sudo11, Yugo Danhara3, Fachroel Aziz6, Matsu’ura et al., Science 367, 210–214 (2020) 10 January 2020
Aspects of human physical and behavioural evolution during the last 1 million years JULIA GALWAY‐WITHAM,1 JAMES COLE2 and CHRIS
STRINGER1, JOURNAL OF QUATERNARY SCIENCE (2019) 1–24 ISSN 0267-8179. DOI: 10.1002/jqs.3137
9. 1 Leakey, Meave G.; Spoor, Fred; Brown, Frank H.; Gatogo, Patrick N.; Kiarie, Cristopher; Leakey, Louis N. y McDougall, Ian (2001). «New hominin
genus from eastern Africa shows diverse middle Pliocene lineages». Nature 410: 433-440.
doi: 10.1038/35068500
2 Dart, R.A. (1974): The waterworn australopithecine pebble of many faces from Makapansgat. South African Journal of Science 70: 167-169.
3 Early Homo at 2.8 Ma from Ledi-Geraru, Afar, Ethiopia 2015 Brian Villmoare, William H. Kimbel, Chalachew Seyoum, Christopher J. Campisano,
Erin N. DiMaggio, John Rowan, David R. Braun, J Ramón Arrowsmith, Kaye E. Reed. Science 347 ISSUE 6228, 1351-1355
doi: 10.1126/science.aaa1343
4 Leakey, R.E. 1973. "Evidence for an advanced Plio-Pleistocene hominid from East Rudolf, Kenya"; Nature 242: 447-450.
5 Leakey, Meave; Fred Spoor; M. Christopher Dean,; Craig S. Feibel; Susan C. Antón; Christopher Kiarie & Louise N. Leakey (2012) "New fossils
from Koobi Fora in northern Kenya confirm taxonomic diversity in early Homo New fossils from Koobi Fora in northern Kenya confirm taxonomic
diversity in early Homo". Nature 488. doi 10.1038/nature11322
6 Andrew Hill, Steven Ward, Alan Deino, Garniss Curtis & Robert Drake (1992). «Earliest Homo». Nature 355: 719-722. doi:10.1038/355719a0.
7 Leakey, Louis; Tobias, Phillip V.; Napier, John Russell (1964). «A New Species of the Genus Homo from Olduvai Gorge». Nature 202: 7-
9. doi:10.1038/202007a0.
8 Gabunia L., de Lumley M.-A., Vekua A., Lordkipanidze D. y de Lumley H. (2002): "Découvert d'un nouvel hominidé à Dmanissi (Transcaucasie,
Georgie)". C.R. Palevol, 1(4): 243-53
Vekua A., Lordkipanidze D., Rightmire G.P., Agusti J., Ferring R., Maisuradze G., Mouskhelishvili A., Nioradze M., Ponce de León M., Tappen M.,
Tvalchrelidze M. y Zollikofer C. (2002). "A new skull of early Homo from Dmanisi, Georgia". Science, 297(5578): 85-9
9 Berger, L. R.; Hawks, J.; de Ruiter, D. J.; Churchill, S. E.; Schmid, P.; Delezene, L. K.; Kivell, T. L.; Garvin, H. M.; Williams, S. A.; Jeremy M DeSilva, J.
M.; Skinner, M. M.; Musiba, C. M.; Cameron, N.; Holliday, T. W.; Harcourt-Smith, W.; Ackermann, R. R.; Bastir, M.; Bogin, B.; Bolter, D.; Brophy, J.;
Cofran, Z. D.; Congdon, K. A.; Deane, A. S.; Dembo, M.; Drapeau, M.; Elliott, M. C.; Feuerriegel, E. M.; García-Martínez, D.; Green, D. J.; Gurtov, A.;
Irish, J. D.; Kruger, A.; Laird, M. F.; Marchi, D.; Meyer, M. R.; Nalla, S.; Negash, E.; Orr, C. M.; Radovcic, D.; Schroeder, L.; Scott, J. E.; Throckmorton,
Z.; Tocheri, M. W.; VanSickle, C.; Walker, C. S.; Wei, P. y Zipfel, B. (2015). «Homo naledi, a new species of the genus Homo from the Dinaledi
Chamber, South Africa». eLife (en inglés) 4 (e09560). doi:10.7554/eLife.09560
10 Arguea, Debbie; Colin P. Grovesa; Michael S.Y. Leeb & William L. Jungers (2017). «The affinities of Homo floresiensis based on phylogenetic
analyses of cranial dental and postcranial characters». Journal of Human Evolution. doi:10.1016/j.jhevol.2017.02.006.
11 Détroit, F. et al. (2019) "A new species of Homo from the Late Pleistocene of the Philippines"; Nature 568: 181–186 doi 10.1038/s41586-019-
1067-9
12 Dubois, Eugène (1894): "Pithecanthropus erectus, eine menschenähnliche Uebergangsform aus Java". Landesdruckerei, Batavia.
13 Schoetensack, Otto (1908) Der Unterkiefer des Homo Heidelbergensis aus den Sanden von Mauer bei Heidelberg. Ein Beitrag zur Paläontologie
des Menschen. Leipzig, 1908, Verlag von Wilhelm Engelmann.
14_ 110000 años para H.erectus
15 Alan R. Rogers*, Nathan S. Harris, Alan A. Achenbach, 2020, Neanderthal-Denisovan ancestors interbred with a distantly related hominin, Sci.
Adv. 6, eaay5483 21 (2020)
16 JULIA GALWAY‐WITHAM,1 JAMES COLE2 and CHRIS STRINGER1, 2019, Aspects of human physical and behavioural evolution during the last 1
million years. JOURNAL OF QUATERNARY SCIENCE (2019) 1–24 (DOI: 10.1002/jqs.3137)
17 Van Arsdale, A. P. and Wolpoff, M. H. (2012): A single Lineage in Early Pleistocene Homo: Size Variation Continuity in Early Pleistocene Homo
Crania From East Africa and Georgia. Evolution 67(3): 841–850
10.
11. Human Evolution: morphogenesis (mi opinión)
4 mya 3 mya 2 mya 1 mya present
Technical mode 0
Lomekwian
Dmanisi H. luzonensis
H. erectus
H. sapiens
H. neanderthalensis
Denisovans
Australopithecus
anamensis
A. afarensis
A. aethiopicus
A. africanus
A. gari
Paranthropus boisei
P. robustus
A. sediba
Kenianthropus
platyops
H. rudolfensis
H. habilis H. naledi
Technical mode 1 Oldowan
Technical mode 2 Acheluan
TM 3 Mouster
H. habilis?
H. erectus
H. sapiens
Homo sp. unknow
Culturas
Líticas
Modo 3
Retouched Levallois
point - Different views
of the same specimen.
Modo 2 0,05 Ma indo-
nesia; 0.385-0.172 Ma
India with M 3 (4); 0,6 Ma
Europa; 0.7My Philipines;
0,8 Ma en China; 1,5 Ma
India; 1,6 Ma Africa,
Modo 1. 0,3 Ma Asia;
1 Ma Europa; 2,6 Ma
Africa.
TM 4 Salut.
0.5mya
H. floresiensis
Interbreeding
possibility
demonstrated in
some cases
Dmanisi
Cultura simbólica?
Makapansgat Peble
Indicios de fuego 3
Primeras estructuras de habitat
H. heidelbergensis
15. Diagrama esquemático de los rangos de edad inferidos de los linajes de homínidos durante el
último millón de años. Llamo la atención sobre esta distribución polifilética del género Homo.
Tomado de J. GALWAY‐WITHAM, J. COLE &CH. STRINGER
Time Ky
100
200
300
400
500
700
600
800
900
1000
0
Posible gene flow
H. sapiens
Antiguo
H. sapiens
H. naledi
Reciente
H. neanderthalensis
Antiguo
H. neanderthalensis
Denisovano
Reciente Sunda
H. erectus
Reciente
H. floresiensisH. luzonensis
Antiguo
H. floresiensis
Asiatico
H. erectus
Abntiguo Sunda
H. erectus
H. heidelbergensis
H. antecesor
16. Figure 2. Schematic diagram of the inferred age ranges of hominin lineages during the last
million years. Colours reflect species designations as commonly referenced in the literature. For
some species, there is potential for this taxon to encompass more than one ‘lineage’, e.g. H.
erectus. Dotted lines indicate our conservative phylogenetic associations of lineages. (a) The
evolutionary history of H. naledi remains particularly enigmatic, confounded by its unexpected
combination of traits that makes it difficult to establish whether the species diverged early on in
the evolution of the genus Homo, or split off from another lineage more recently. (b) The taxon
designated H. sapiens may have evolved as a single lineage, where earlier specimens ~300 ka
eventually evolved into the more derived specimens after 200 ka. However, the overlapping
time periods of these evolving lineages presents an alternative evolution, where these earlier
morphs represent a divergent sister lineage that perhaps did not contribute to the morphology
of H. sapiens today. (c) Neanderthals also present two alternative evolutionary narratives;
early Neanderthals could be the earlier members of the lineage that ultimately led to the classic
Neanderthal morphology of the later Pleistocene, or it may represent a side branch of the
lineage that diverged from the common ancestor with Denisovans. (d) The phylogenetic
affinities of specimens designated here as ‘China archaics’ remains unspecified, until the
phylogenetic status (i.e. derived versus ancestral) designation of traits shared with H. erectus, H.
heidelbergensis, H. neanderthalensis and H. sapiens has been better established, and until we
hopefully have a better idea of the morphology of the Denisovans. (e) H. floresiensis may be a
descendant of H. erectus that dwarfed on the island of Flores, or alternatively it evolved from
an even deeper, pre‐erectus divergence. Here we remain agnostic, although the recently
announced H. luzonensis (Détroit et al., 2019) may add to this debate. Evidence indicates that
there was gene flow (red lines) at various times throughout the last 1 million years, although the
rate and frequency of this is still being established.
Figura 2. Diagrama esquemático de los rangos de edad inferidos de los linajes de homínidos durante el
último millón de años. Los colores reflejan las designaciones de especies a las que se hace referencia
comúnmente en la literatura. Para algunas especies, existe la posibilidad de que este taxón abarque más
de un "linaje", p. H. erectus. Las líneas punteadas indican nuestras asociaciones filogenéticas
conservadoras de linajes.
(A) La historia evolutiva de H. naledi sigue siendo particularmente enigmática, confundida por su
inesperada combinación de rasgos que hace difícil establecer si la especie divergió tempranamente en la
evolución del género Homo o se separó de otro linaje más recientemente.
(B) El taxón designado H. sapiens puede haber evolucionado como un solo linaje, donde los especímenes
anteriores ~300 ka eventualmente evolucionaron hacia especímenes más derivados después de 200 ka. Sin
embargo, los períodos de tiempo superpuestos de estos linajes en evolución presentan una evolución
alternativa, donde estas morfologías anteriores representan un linaje hermano divergente que tal vez no
contribuyó a la morfología del H. sapiens actual.
(C) Los neandertales también presentan dos narrativas evolutivas alternativas; Los primeros neandertales
podrían ser los primeros miembros del linaje que finalmente condujo a la morfología neandertal clásica del
Pleistoceno posterior, o pueden representar una rama lateral del linaje que divergió del ancestro común
con los denisovanos.
(D) Las afinidades filogenéticas de los especímenes designados aquí como "arcaicos de China" permanecen
sin especificar, hasta que se haya determinado el estatus filogenético (es decir, derivado versus ancestral)
de los rasgos compartidos con H. erectus, H. heidelbergensis, H. neanderthalensis y H. sapiens. mejor
establecido, y hasta que, con suerte, tengamos una mejor idea de la morfología de los denisovanos.
(E) H. floresiensis puede ser un descendiente de H. erectus que empequeñeció en la isla de Flores, o
alternativamente evolucionó a partir de una divergencia pre-erectus aún más profunda. Aquí nos
mantenemos agnósticos, aunque el recientemente anunciado H. luzonensis (Détroit et al., 2019) puede
contribuir a este debate. La evidencia indica que hubo flujo de genes (líneas rojas) en varios momentos a
lo largo del último millón de años, aunque la tasa y frecuencia de este aún se están estableciendo.
17.
18. Figura 4. Resultados de la unión de relacionados y de la red de relacionados para todos los caracteres del conjunto de datos. Las
barras de escala representan el soporte dividido para los extremos. a) Resultados de la unión de relacionados; b) resultados del
análisis de la red de relacionados. J.R. Gautney Revista de Evolución Humana 182 (2023) 103412 9
1 Este análisis indica que ciertas regiones del cráneo transmiten muchas más señales conflictivas que otras.
2 Estos resultados respaldan otras investigaciones que indican que algunas regiones pueden ser menos informativas
filogenéticamente que otras regiones del cráneo.
3 también cabe señalar que los conflictos aparecen entre ciertos taxones con más frecuencia que en otros,
independientemente de la región.
La homoplasia es el cambio evolutivo paralelo que hace que dos organismos presentan un mismo carácter adquirido
independientemente.
4 La homoplasia que puede estar presente en algunas áreas del cráneo pero no en otras podría explicar parte del conflicto
revelado por los análisis de redes vecinas entre las especies de Paranthropus.
5 Estos esquemas o análisis son inadecuados para describir historias evolutivas más complejas, como eventos de radiación
explosiva en los que un único ancestro común da lugar a múltiples linajes distintos durante un período de tiempo relativamente
corto (es decir, una radiación adaptativa). La evolución de los homínidos ha sido modelada como una serie de radiaciones
adaptativas (Foley, 2002).
19. La secuenciación del genoma denisovano, junto con genomas neandertales adicionales, ha
indicado que la hibridación y la introgresión no sólo se produjeron entre especies de homínidos
estrechamente relacionadas, sino que también pueden haber desempeñado un papel
importante en la adaptación de los homínidos a nuevos entornos.
Los métodos analíticos basados en redes, como la red de relacionados, se han utilizado
ampliamente en botánica y biología evolutiva para estudiar plantas, insectos y una variedad de
otros animales con relaciones evolutivas complejas que implican hibridación e introgresión.
23. Como se mencionó en la Sección 4.1 y se analizó en la Sección 4.3, consideramos
taxones como Homo antecessor, los denisovanos y H. naledi principalmente desde
la perspectiva de su potencial como descendientes de las diversas muestras
regionales tempranas de H. erectus, a quien consideramos como los últimos
vestigios del H. erectus temprano discutidos en la Sección 3. Sin embargo, se
requiere una excepción para H. floresiensis dado su FAD de ~700 ka (es decir, el
Pleistoceno medio temprano) y la gran posibilidad de que represente un enano.
Linaje de H.erectus (van den Bergh et al., 2016). De ahí que aprovechemos aquí para
reflexionar sobre esa enigmática especie. En resumen, basándonos en la ausencia de
homínidos fósiles distintos de H. erectus fuera de África y, lo que es más importante,
en la falta de información sobre gran parte del esqueleto postcraneal entre las
primeras especies de Homo, inferimos que los restos craneales son el indicador más
confiable de ascendencia; indican una fuerte afinidad de H. floresiensis con H.
erectus.
Bruner 2023: “H. habilis representa la primera vez en la historia de los primeros
homínidos que las dos bases neuronales más importantes para las habilidades
del lenguaje aparecen en el registro paleoneurológico” (Tobias, 1987: 753). Áreas
de Wernicke y Broca.
24. A. afarensis
A. africanus
A. garhi
A. sediba
Paranthropus
Homo habilis -rudolfensis
Homo ergaster-erectus
Homo sapiens arcaico
Homo sapiens
Homo Neanderthalensis
Homo floresiensis
1600
1400
1200
600
400
200
0 0,5 1 1,5 2,5
2 3 3,5
My
Volumen
cerebral
cc
1000
800
Homo naledi
25. By: BNN Correspondents
Published: January 4, 2024 at 7:50 pm EST
2023 marked a significant turning point in paleoanthropology, the study of ancient human and
hominin history. Last year’s advancements swept away traditional perceptions of
Neanderthals as simple and brutish creatures, replacing them with an image of skilled hunters
and artists. The breakthroughs were so profound that they even led some scientists to question
whether Neanderthals should be considered a separate species from modern humans.
Blurring the Species Lines
Among the most notable findings of the year was evidence suggesting that the timeline of
human evolution is older than previously believed. This revelation caused a blurring of the
species lines and necessitated a rewriting of the history of human emergence. The
understanding of human evolution is now in a state of flux, as new findings continue to
challenge and reshape our knowledge of our ancient ancestors and their capabilities.
Unearthing Sophistication in Early Societies
Exciting discoveries include indications that early hominins were capable of constructing
structures far earlier than assumed, and that they engaged in complex cultural practices. These
insights challenge the long-held view of early societies as primitive, revealing a level of
sophistication previously unattributed to them.
Insightful Narratives from Ancient Origins
In this pursuit of understanding, the web page Ancient Origins has played a pivotal role.
Dedicated to highlighting recent archaeological discoveries, peer-reviewed academic research,
and alternative viewpoints, it explores lost civilizations, sacred writings, ancient places, and
events cloaked in mystery. This commitment to unraveling the origins of our species on planet
Earth has made it an invaluable resource for those seeking to understand our past.
26. Una perspectiva antropológica evolutiva en los orígenes del ser humano moderno
Curtis W. Marean
PUNTOS RESUMEN
1. Existe consenso en que todos los humanos modernos descienden de un linaje africano y que los
humanos modernos surgieron sólo en África y se extendieron por todo el mundo.
2 A medida que el linaje humano moderno se extendió por África y Eurasia, se encontró y se cruzó
con homínidos residentes arcaicos como los neandertales. Esta hibridación es común entre todos
los órdenes superiores de animales y no sugiere que sean la misma especie.
3 En un corto período de tiempo, sólo quedó una especie de homínido (los humanos modernos) y
todas las demás se extinguieron. Pequeños fragmentos (4% en algunos europeos) del ADN de
nuestros taxones hermanos se conservan en nuestro genoma como evidencia de nuestras
interacciones.
4 La base de la adaptación humana moderna es la cultura acumulativa, que permite que surja una
complejidad y variabilidad cultural espectacular. La capacidad de cultura acumulativa se basa en
una cognición avanzada evolucionada, una hiperprosocialidad y una psicología para el
aprendizaje social.
5 Los humanos modernos desarrollaron de manera única una cognición avanzada, una
hiperprosocialidad y una psicología para el aprendizaje social en un nivel de complejidad
extremadamente avanzado y único.
Hacerlo permitió la rápida expansión global de los humanos modernos y el reemplazo de taxones
estrechamente relacionados.
27.
28. El problema del concepto de especie
Were Neanderthals and Homo sapiens ‘good species’?
Andra Meneganzin a, b, *, Massimo Bernardi c
These examples, along with the growing literature on the interactions between Homo sapiens
and Neanderthals, add to an already substantial body of work suggesting that our conceptual
and pragmatic approaches to species delimitation need to live up to the complexity of
speciation as a process (Arnold, 2016). The more we look at genomes, the more evidence of
gene flow between species will likely be found, increasingly challenging overly simplistic
conceptions of how “good species” should behave. It is not our intent here to imply that
evidence of admixture should in each case be treated as irrelevant to taxonomic practices.
Rather,we suggest that the consequences of gene flow should be gauged on a case-by-case
basis and not evaluated in isolation, but within an integrative approach to species delimitation,
which we believe is the most promising way forward to capture evolutionary independence.
We see no reason why paleoanthropology should constitute an exception in this sense.
To conclude, if we want to keep the species category as the “currency” of biology despite all
the well-known limitations this entails (e.g. Hey, 2001, 2006), the attribution of organisms to
different species taxa should follow the pragmatic goal of providing a “maximally informative
ordering of nature” (Dupre, 1999). We suggest this goal is better achieved by allowing distinct
species status for Homo sapiens and Homo neanderthalensis than lumping them together in
an expanded Homo sapiens taxon, despite all recent evidence for introgression. Distinct
specific nomenclature should therefore not be perceived with embarrassment but rather
be justifiably applied in human paleogenomic publications, maintaining congruence with
zoological literature.
29. Dentro de los Hominidos, en estos momentos, hay una primera diferenciación, la separación de
los gorilas y chimpancés de los Hominini hace entre 8 a 12 millones de años.
Dentro de los Hominini hay como tres grupos: la base de los Australopithecus y parientes
antiguos, los Paranthropus, que se extinguen hace aproximadamente un millón de años y el
Homo, cuyos fósiles más antiguos son aproximadamente de hace 3 millones de años, los
diferentes grados morfológicos de Homo, la hominización, se van solapando a lo largo del
tiempo. Hay una flecha temporal desde el Homo habilis al Homo Sapiens, un ortogenetismo, que
implica aumento de la capacidad craneana, y desespecialización morfológica, caso único en la
evolución de las especies.
La inteligencia, que supone un salto ontológico, es anterior al proceso de la hominización y no
simultánea a dicho proceso, lo que ocurre es que se expresa mejor conforme va aumentando la
capacidad craneana, aumenta la corteza cerebral y se va dominando el medio, hasta que
dejamos de ser influidos por él en la selección de nuestra morfología. Luego solo cabe la
evolución cultural.
No hay un dualismo como se encuentra en muchos de los escritos tanto de filósofos como de
científicos, y tampoco hay un puro materialismo, en el que la materia, que no se dice qué es, va
ascendiendo en organización y complejidad hasta autocomprenderse a sí misma, al mundo y
llegar a ser la mente.
30. El 7 de julio de 2005 el Cardenal Christoph Schönborn publicó en el
New York Times un conocido artículo titulado: «Encontrando diseño
en la naturaleza».
“Ahora, al comienzo del siglo XXI, frente a las afirmaciones científicas, como el neo-
darwinismo y la hipótesis del multiverso en cosmología, inventada para evitar la
abrumadora evidencia de propósito y diseño encontrado en la ciencia moderna, la Iglesia
Católica volverá a defender la razón humana al proclamar que el diseño inmanente
evidente en la naturaleza es real. Las teorías científicas que tratan de explicar la
apariencia de diseño como el resultado de «azar y la necesidad» no son científicas en
absoluto, sino que, como Juan Pablo lo expuso, son una abdicación de la inteligencia
humana.
El Magisterio de la Iglesia no prohíbe que se trate en las investigaciones
y disputas de los entendidos en uno y otro campo, la doctrina
del «evolucionismo», en cuanto busca el origen del cuerpo humano
en una materia viva y pre-existente, pues las almas nos manda la fe
católica sostener que son creadas inmediatamente por Dios.
31. Como no podía ser de otra manera toda esta doctrina la encontramos
también en el magisterio de Benedicto XVI, que ha tenido varias
intervenciones en el mismo sentido y matizadas. Siempre hay que separar
lo material de lo espiritual pero evitando ese dualismo tan metido
en la tradición cristiana occidental que tiene sus orígenes en Platón
y se entrevé en numerosas lecturas de Santo Tomás, entendido en un
sentido platónico. No se debe olvidar que el alma humana espiritual es
el acto del cuerpo humano y que podemos afirmar que somos nuestro
cuerpo animado por el alma; en definitiva, que somos personas.