El documento describe la gran importancia del estudio de la redención, la cual es la ciencia más elevada. Explica cómo Cristo sufrió tentaciones mayores que cualquier hombre, llevando sobre sí las debilidades y pecados de la humanidad, para poder redimir al hombre. Resalta que al contemplar a Cristo y su amor inconmensurable revelado en la cruz, los redimidos estudiarán y cantarán sobre la redención por toda la eternidad.
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
EL COSTO DEL PLAN DE LA REDENCION - SER TRANSFORMADOS POR CONTEMPLACION-FINAL.pptx
1.
2.
3. “La ciencia de la redención es la más grande de todas las
ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres
de los mundos no caídos; es la ciencia que interesa al
Señor y Salvador, y penetra en los propósitos madurados
en la mente Infinita, mantenidos en silencio durante siglos
eternos; es la ciencia que estudiarán los redimidos en el
curso de la eternidad. Este es el estudio más elevado a
que puede dedicarse un ser humano. Como ningún otro,
avivará la mente y elevará el alma. . . “
“Los ángeles desean escudriñar el tema de la
redención; que será la ciencia y el canto de los
redimidos a través de los siglos sin fin de la eternidad.
¿No valdrá la pena que pensemos en él y lo
estudiemos en esta vida?.”(M.S.V. 23 DE DICIEMBRE)
4. “El hombre es cautivo de Satanás, y está naturalmente
inclinado a seguir sus sugestiones y cumplir sus
órdenes. No tiene en sí mismo poder para oponer
resistencia eficaz al mal. Únicamente en la medida
en que Cristo more en él por la fe viva, influyendo en
sus deseos e impartiéndole fuerza de lo alto, puede el
hombre atreverse a hacer frente a un enemigo tan
terrible. Todo otro medio de defensa es completamente
vano. Únicamente por Cristo es limitado el poder de
Satanás. Esta es una verdad portentosa que todos
debieran entender.” {5TI 274.1}
5.
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7.
8. La culpabilidad de los pecados del mundo
le fue cargada a él como si hubiera sido
suya ."Fue contado con los inicuos" (Mar.
15: 28). Cristo se identificó con el pecado;
lo tomó sobre sí mismo en un sentido
real, y sintió el horror de la separación de
Dios.
Dios lo trató como si hubiera sido
pecador, aunque no lo era .
Las verdades expuestas en el vers. 21
están entre las más profundas y
significativas de toda la Biblia. Este
versículo resume el plan de salvación al
declarar la absoluta impecabilidad de
Cristo, la naturaleza vicaria de su
sacrificio, y cómo el hombre se libera del
pecado por medio del Salvador.
Así como nuestros pecados le fueron
imputados a Cristo como si hubieran sido
suyos, así también su justicia no es
atribuida a nosotros como si fuera
nuestra.
9. “Cristo fue tratado como nosotros merecemos , para
que nosotros pudiésemos ser tratados como él
merece. Fue condenado por nuestros pecados, en
los que no había participado, con el fin de
que nosotros pudiésemos ser justificados por su
justicia, en la cual no habíamos participado.
Él sufrió la muerte nuestra con el fin de que
pudiésemos recibir la vida suya.”
“Por su llaga fuimos nosotros sanados”. Isaías 53:5 .
(D.T.G.-15-17)
10.
11. “Cuán pocos son los que tienen un
concepto de la angustia que desgarró el
corazón del Hijo de Dios durante sus treinta
años de vida en la tierra. La senda desde el
pesebre al Calvario fue ensombrecida por el
dolor y la pena. Fue el varón de dolores y
soportó tal quebrantamiento de corazón
que ningún lenguaje humano puede
describir. Podría haber dicho en verdad:
"Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor
que me ha venido" (Lam. 1: 12).
12. “Su sufrimiento fue la más profunda
angustia del alma; ¿y qué hombre pudo
haber simpatizado con la angustia del Hijo
del Dios infinito?
Odiaba el pecado con perfecto odio, y sin
embargo atrajo sobre su alma los pecados
de todo el mundo al recorrer la senda del
Calvario, sufriendo el castigo de los
transgresores. Sin culpa, llevó el castigo de
los culpables; inocente, sin embargo se
ofreció a sí mismo para llevar el castigo por
las transgresiones de la ley de Dios.”
13. “En su humanidad, Cristo fue probado por
tentaciones tanto más grandes y con tanta
mayor energía persistente de lo que es
probado el hombre por el maligno, así como
su naturaleza es superior a la del hombre.
Esta es una verdad misteriosa, profunda,
que Cristo está unido a la humanidad por
las simpatías más sensitivas. Las malas
obras, los malos pensamientos, las malas
palabras de cada hijo e hija de Adán
oprimieron su alma divina.”
(D.N.C.-5 DE MAYO)
14. “Como hijo de una raza caída, tenía que
mantener su gloria velada. Esta fue la más
severa disciplina a la que podía someterse el
Príncipe de la vida. En esa condición midió sus
fuerzas con Satanás. El que había sido expulsado
del cielo luchó desesperadamente para dominar a
Aquel de quien había estado celoso en los atrios
celestiales.
¡Qué batalla fue ésta! Ningún lenguaje es
adecuado para describirla. Pero en el futuro
cercano será comprendida por los que venzan
por la sangre del Cordero y por la palabra de
su testimonio.” (Carta 19, 1901).
15. “Cuando Adán fue atacado por el tentador en el Edén, no
tenía la mancha del pecado. Estaba en todo el vigor de su
perfección ante Dios. Todos los órganos y facultades de su
ser estaban desarrollados por igual y equilibrados
armoniosamente.
Cristo ocupó el lugar de Adán en el desierto de la tentación,
para soportar la prueba en que éste fracasó. Entonces Cristo
venció en lugar del pecador, cuatro mil años después de
que Adán dio la espalda a la luz de su hogar. La familia
humana, separada de la presencia de Dios, se había
apartado más y más, generación tras generación, de la
pureza original, de la sabiduría y el conocimiento que
Adán poseía en el Edén. Cristo llevó los pecados y las
debilidades de la raza humana en la condición en que ésta
se encontraba cuando él vino a la tierra para socorrer al
hombre.”
16. “En favor de la raza humana y con las debilidades del
hombre caído sobre sí, debía resistir las tentaciones de
Satanás en todos los puntos en los cuales sería atacado el
hombre. . .
¡En qué contraste se halla el segundo Adán cuando entra
en el sombrío desierto para hacer frente a Satanás sin
ayuda alguna! La raza humana había ido disminuyendo en
estatura y vigor físico desde la caída, y hundiéndose más y
más en la balanza del valor moral, hasta el momento en
que Cristo vino a la tierra…”
17. “Y Cristo debía llegar hasta donde estaba el hombre
caído, para levantarlo. Tomó la naturaleza humana y
llevó las debilidades y la degeneración de la raza. Se
humilló hasta las mayores profundidades de la miseria
humana a fin de poder estar calificado para llegar
hasta el hombre y elevarlo de la degradación en que lo
había sumido el pecado.” (RH 28-7-1874).
18. “Resistió la tentación mediante el poder del cual
el hombre puede disponer. Se aferró del trono
de Dios, y no hay hombre o mujer que no
pueda disponer de la misma ayuda mediante
la fe en Dios. El hombre puede llegar a
convertirse en participante de la naturaleza
divina. No hay una sola alma que no pueda
pedir la ayuda del cielo en la tentación y en
la prueba. Cristo vino para revelar la fuente de
su poder, a fin de que el hombre no dependiera
nunca de sus capacidades humanas sin ayuda.”
19. “Los que venzan deben emplear al máximo cada facultad
de su ser. Deben luchar afanosamente sobre sus rodillas
pidiendo poder divino delante de Dios. Cristo vino para ser
nuestro ejemplo y para que sepamos que podemos ser
participantes de la naturaleza divina. ¿Cómo? Habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo por la
concupiscencia…
Mediante su propio ejemplo, Cristo demostró que el
hombre puede mantenerse en su integridad. Los hombres
pueden tener poder para resistir el mal: un poder que ni la
tierra, ni la muerte, ni el infierno pueden vencer; un poder
que los colocará donde puedan vencer como Cristo venció.
En ellos pueden combinarse la divinidad y la
humanidad.”(RH 18-2-1890).
20. “Esta fue la angustiosa prueba por la que pasó
Cristo. Si no hubiera habido la posibilidad de su
caída, no podría haber sido tentado en todo como
el hombre es tentado. Era un ser libre, puesto a
prueba como lo fue Adán y como lo es cada
hombre. En sus horas finales, mientras colgaba
de la cruz, experimentó en toda su plenitud lo
que el hombre experimenta cuando lucha
contra el pecado. Comprendió cuán malo
puede llegar a ser un hombre cuando se rinde
al pecado. Se dio cuenta de las terribles
consecuencias de la transgresión de la ley de
Dios, pues pesaba sobre él la iniquidad de todo
el mundo.”
(YI 20-7-1899).
21.
22. “La humillación del hombre Cristo Jesús es
incomprensible para la mente humana, pero su
divinidad y su existencia antes de que el mundo
fuera formado nunca pueden ser puestas en duda
por los que creen en la Palabra de Dios. El apóstol
Pablo habla de nuestro Mediador, el unigénito Hijo
de Dios, el cual en un estado de gloria era en la
forma de Dios, el Comandante de todas las huestes
celestiales, y quien, cuando revistió su divinidad
con humanidad, tomó sobre sí la forma de siervo.”
23. “Al consentir en convertirse en hombre, Cristo
manifestó una humildad que es la maravilla de las
inteligencias celestiales. El acto de consentir en ser
hombre no habría sido una humillación si no hubiera
sido por la excelsa preexistencia de Cristo. Debemos
abrir nuestro entendimiento para comprender que
Cristo puso a un lado su manto real, su corona
regia y su elevado mando, y revistió su divinidad
con humanidad para que pudiera encontrarse con
el hombre donde este estaba y para proporcionar a
los miembros de la familia humana poder moral, a
fin de que llegaran a ser los hijos e hijas de Dios.
Para redimir al hombre, Cristo se hizo obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz.”
(Mensajes selectos, t. 1, pp. 285, 286).
24. “Tema grandioso y celestial que en alto grado
ha sido dejado fuera de los sermones, porque
Cristo no está formado dentro de la mente
humana. Y Satanás se ha salido con la suya al
conseguir que esto sea así: que Cristo no haya
sido el tema de contemplación y adoración.
Este nombre, tan poderoso, tan esencial, debe
estar en cada lengua.”
(Mensajes selectos, t. 3, pp. 209, 210).
25. “Cuando estudiamos el carácter divino a la
luz de la cruz, vemos misericordia,
ternura, espíritu perdonador unidos con
equidad y justicia. Vemos en medio del
trono a uno que lleva en sus manos y pies
y en su costado las marcas del sufrimiento
soportado para reconciliar al hombre con
Dios. Vemos a un Padre infinito que
mora en luz inaccesible, pero que nos
recibe por los méritos de su Hijo…”
26. “Al contemplar a Cristo, nos detenemos en la orilla
de un amor inconmensurable. Nos esforzamos por
hablar de este amor, pero nos faltan las palabras.
Consideramos su vida en la tierra, su sacrificio por
nosotros, su obra en el cielo como abogado nuestro, y
las mansiones que está preparando para aquellos que
le aman; y solo podemos exclamar: ¡Oh! ¡qué altura y
profundidad las del amor de Cristo!…”
27.
28.
29. “La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de
los redimidos durante toda la eternidad. En el
Cristo glorificado, contemplarán al Cristo
crucificado.” (El conflicto de los siglos, p. 632).
30.
31. “La obra que más ama el corazón de Cristo es la de atraer
las almas hacia él... Mira a Jesús, la Majestad del cielo.
¿Qué contemplas en la historia de su vida?
Su divinidad revestida con la humanidad toda una vida
de continua humildad, la realización de un acto de
condescendencia tras otro, una trayectoria de continuo
descenso de las cortes celestiales a un mundo todo
marchitado y malogrado con la maldición, un mundo
indigno de su presencia, en el que descendió más y más,
tomando la forma de un siervo, para ser despreciado y
desechado de los hombres, obligado a huir de lugar en
lugar para salvar su vida y, al fin, traicionado, rechazado,
crucificado. Luego, como pecadores por quienes sufrió
Jesús más de lo que los mortales pueden describir,
¿rehusaremos humillar nuestra orgullosa
voluntad? “
32. “Estudiad día y noche el carácter de Cristo. Su tierna
compasión, su inexpresable e incomparable amor por
las almas lo indujeron a soportar toda la vergüenza, las
injurias, los maltratos, las incomprensiones de la tierra.
Acércate más a él, contempla sus manos y pies,
lastimados y heridos por nuestras transgresiones. El
castigo de nuestra paz sobre él, y por su herida somos
sanados.”
33. “No pierdas tiempo, no pase otro día a la eternidad
antes de que vayas a él, tal como eres, cualquiera sea
tu debilidad, tu indignidad, tu descuido...
La invitación de Jesús para que vayas a él, la
presentación de una corona de gloria inmarcesible, la
vida, la vida eterna que se compara con la vida de
Dios, ¿no han sido suficiente aliciente para inducirte a
servir a Cristo con un afecto indiviso?
Él dice con lágrimas: "No queréis venir a mí para que
tengáis vida" (Juan 5: 40)
No estés más del lado de Satanás. Efectúa cambios
decididos y radicales mediante la gracia que te da
Dios...”
34.
35. “Por medio del don de Cristo recibimos toda
bendición. Por medio de este don nos llega día tras
día el flujo inagotable de las bondades de Jehová.
Cada flor, con su delicada tonalidad y dulce
fragancia, nos es dada para alegría por medio de
este don. El sol y la luna fueron hechos por él; no
hay estrella que embellezca el cielo que él no haya
hecho.
No hay alimento puesto sobre nuestras mesas que
no haya sido provisto por él para nuestro sostén. La
inscripción de Cristo está sobre todo. Se
proporciona todo al hombre por medio de este don
inefable, el unigénito Hijo de Dios. Fue clavado en
la cruz para que todas estas bondades pudieran
fluir hacia las criaturas de Dios.”—
TI.8:287, 288.
36. “¡Oh, si tan sólo pudiese la mente humana
comprender—en la medida en que el plan de la
redención puede ser comprendido por la mente
finita—la obra de Jesús al tomar sobre sí la
naturaleza humana y lo que ha de obtener para
nosotros por su condescendencia maravillosa, los
corazones humanos quedarían enternecidos de
gratitud por el gran amor de Dios, y con
humildad adorarían la sabiduría divina que
planeó el misterio de la gracia!”
{2JT 346.2}
37. “En nuestro estado actual, favorecidos y
bendecidos como nos vemos, no podemos
darnos cuenta de qué profundidades
hemos sido rescatados. No podemos medir
cuánto más profundas habrían sido nuestras
aflicciones, cuánto mayores nuestras
desgracias, si Jesús no nos hubiese
rodeado con su brazo humano de simpatía
y amor, para levantarnos.” {2JT 109.2}
38. “Podemos regocijarnos en la esperanza.
Nuestro Abogado está en el santuario celestial
intercediendo por nosotros. Por sus méritos
tenemos perdón y paz. Murió para poder
lavar nuestros pecados, revestirnos de su
justicia, y hacernos idóneos para la
sociedad del cielo, donde podremos morar
para siempre en la luz.”
{2JT 109.3}
39. “El que está intentando alcanzar el cielo por sus propias
obras al guardar la ley, está intentando un imposible. El
hombre no puede ser salvado sin la obediencia, pero
sus obras no deben ser propias. Cristo debe efectuar en
él tanto el querer como el hacer la buena voluntad de
Dios... Todo lo que el hombre pueda hacer sin Cristo
está contaminado con egoísmo y pecado, pero lo que
se efectúa mediante la fe es aceptable ante Dios.
40. “El alma hace progresos cuando procuramos ganar el
cielo mediante los méritos de Cristo. Contemplando a
Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, podemos
proseguir de fortaleza en fortaleza, de victoria en
victoria.”—Mensajes Selectos 1:426, 427. {MGD 177.4}
41. “Si recordamos siempre las acciones egoístas e injustas
de otros, encontraremos que es imposible amarlos
como Cristo nos amó; pero si nuestros pensamientos
se espacian de CONTINUO en el maravilloso amor y
compasión de Cristo hacia nosotros, manifestaremos
el mismo espíritu para con los demás.
Debemos amarnos y respetarnos mutuamente, a pesar
de las faltas e imperfecciones que no podemos menos
que observar. Debemos cultivar la humildad y la
desconfianza para con nosotros mismos, y una
paciencia llena de ternura hacia las faltas ajenas.
Esto destruirá todo estrecho egoísmo y nos dará un
corazón grande y generoso.” – {CC 121.1}
42. “Estudiad vuestra Biblia como
nunca la habéis estudiado
antes. A menos que subáis a
un nivel más elevado y santo
en vuestra vida religiosa, no
estaréis listos para la
aparición de nuestro Señor.”
{2JT 324.2}
43. “Todo el cielo observa con intenso interés para ver si
acaso miraremos a Jesús y nos someteremos a su
voluntad…
Ya casi hemos llegado al hogar. Hablemos cosas
que animen a los cansados soldados de la cruz.”
(A.F.C..-25 SEPTIEMBRE)