Las tres lecturas describen experiencias profundas de Dios que transforman radicalmente la vida de Isaías, Pablo y Pedro. Cada uno tiene un encuentro personal con Dios que los llena de temor pero también los libera de culpas y miedos. A raíz de estas experiencias, los tres reciben una llamada de Dios para proclamar lo que han vivido: Isaías responde "aquí estoy, envíame"; Pablo siente una pasión por evangelizar que nada podrá detener; y Jesús llama a Pedro a ser "pescador de hombres".