SlideShare a Scribd company logo
1 of 161
Download to read offline
i:'l )i
t
{
i
¿.i )
'u. .,'
)i /t. .l
..1': !..'¡ 7 t
,l
'j¡.J I
.., ; ,t
lrí
¡( /.r. ! i
A' 4,
It
f ; t
'-! ,i
It
ií
f
Nr)
l
El frütor y sus Obrqs
r', P. ELíECER sAt ESHAII nacló
en Betulla (5antander, Colombla)
en I9Z9 Desde muy Joven
fue aficionado a la lectura A los
15 años su padre lo sorprendió
leyendo novelas y Ie'd!Jo: «llo es
conveniente leer novelas, porque
las novelas son mentlra y la 5.
Blblia dice que el d ia blo es el
padre de las rnentiras». Y le dió
el bellíslrno libro «La lmitación
de Cristo» . La lectu ra de este
formldable llbro transformó por
com pleto su gusto e n cua nto
a la lectu ra y a sus criterios
espirituales, y en adelante se
dedlcó a leer libros formativos.
En un retlro con los Tadres
5alesianos Ie recomendáron
leer el libro «Preparación para
la muerte», de 5an Alfonso y
esta lectura produJo en su
personalldad, según sus
palabras, «ur-rd metamorfósis
como la que cambla un horrlble
gusano en una agradable
rnariposa», y lo impulsó a
hacerse rellgloso. En L949 entró
a la Comunldad 5aleslana. Allí
se especlallzó en pedago gía,
-d espués de-obtener-f-tltlr lo
en HISTORIA en la Unlversldad
Javerlaniaide Bogotá, fue
En 1969 publlcó su prirner
libro FLORA Y EL[O, PEQUEHO5
MARTIRE5 que en pocos años
alcanzó l6 edlclones con rnás
de 160.000 ejemplares.
E n 197 4 com puso su
CUflSILLO ts,ELlCO, del cua! se
han hecho 33 ediciones, con
más de un mlllón de ejemplares
vend idos.
E n 197 5 ed ltó el ,tlA HUAL
DEL CATÓL|CO, el cua! en sus
50 ediclones ha superado ya los
tres millones de ejemplares.
En L976 publlcó su llbro
más popular SECBEIOS PARA
TRIUHFAñ EN tA V,DA, que
se edlta en Méxlco, Panamá,
Venezuela, Ecuador y Chlle
y, que sólo en Colombla lleva
2,7 edlclones con 99O.OOO
eJemplares vendldos. Este
llbro produce verdaderas
transformaclones en Ia
personalldad.
En 1979 publicó dos obras que
se han hecho rnuy populares: LA
novENA aíauca A;LtltÑo JEsuS
que ya lleva 50 edlciones, con
4.200.000 Eemplares y LOs
NUEVE DOHII'GOs At DIVINO
NtÑO JEíÚs,llbro que ha llegado
a las 26 ediclones con L.420.000
eJemplares.
Edición
40.000 Eiernplares
E illmgG
Domingos 3l -32-33 a cristo Rett
I o., 2o., 3o., 4o. Aduiento
lnmaculada
Nauidad A Sagrada Familia
lpostolado tsíblico católico
ESTE I.IBNO SE CONSIGUE EN:
DISTHIBU¡DORA LAT¡NO
Av. Miguel Prostella. Galerías El Dorado
Local No. 12 PANAfUÁ fe¡ : 3644627
REPÚBLICA DE PANAMÁ
LIBRE NíA CATÓLICA ATE NAS
Calle Atenas D.122
Bayamón - PUERTO RICO 00959
LIBRERí¿ O¡VINO NIÑO JESÚS
San Jorge, 357 Santurce
PUERTO RICO - 00912 -Tel: (809) 728-5207
LIBR ERíA CATÓLICA LA ¡NMACI.,ILADA
Calle Celis Aguilera No. 72Tel:787-2584735
Caguas - PUERTO RICO - 00725
LIBREHíN CNTÓIICN AÍ¡AWIN
Arecibo - Bayamón - Moyaguez
San Juan - PUERTO RICO
LIBB EHIA SAGRADA FAIl'IILIA
Av. De Diego 555. Puerto Nuevo
00920 Tel: 7 87 -793-6802
San Juan - PUERTO RICO
LIBHERíA SAN PEDRO CLAVER
Te!: 71 83530956 NEW YORK, U.S.A.
I:D¡CIONES DON BOSCO
Tel: 5357557. tr¡ÉXlco D.F.
PARFIOQUIAI. DE SAI§ ANTONIO
Diag. San Antonio 1931 A - Col. Narvarte
Tel. 530 78 77 - México D.F. - MÉXICO
ALMACENES UNIDOS
Tel: 554444 - San José - COSTA RICA
Para envíos al exterior hacer los pedidos a:
HERNANDO NEIRA
Cra. 50 No. 52-126 Of. 405
Fax: (4) 571 85 52
Medellín - Colombia
3a. Edición Marzo de 2004
20.000 ejemplares impresos
en la Editorial Centro Don Bosco
Av. Eldorado No. 65-96 Bogotá, D.C.
@ Apostolado Bíblico Católico
ISBN 958-9492-61-4
Printed in Colombia - Impreso en Colombia
INTRODUCCIÓX
f.,a eloeuencia es un clon inapreciable. Si no se
tiene hay que pedirla a Dios, porq.,. áe Él viene todo don
y El goza regalando a sus hijos loÁ dones que más necesi-
t t,y Jesús prometió: ,oTodo
eI que pide recibe'r. pue_
de ser que si no tenemos más erocuencia, se debe a que no
hemos pedido a Dios más elocuencia.
(Recordemos: elocuencia es la facultad de hablar en
fnrma eftcaz. Es un modo de hablar que tiene eficacia para
conmover)
si Nuestro señor nos ha concedido el don de la ero-
cuencia no nos cansemos nunca de agradecérselo y trate-
mos de cultivarlo lo más posible (poryue todo don que no
se cultiva se va disminuyendo y puedé hasta llegar a des-
aparecer). si ya tenemos elocuencig, pidamósle a'Dios que
nos aumente nuestra elocuencia. El puede hacerlo y pio_
bablemente quiere hacerlo.
_ san Gregorio Nacianceno decía: "He renunciado a mis
bienes materiales en favor de los pobres. He dejado altos
cargos.Yhasta tuve que alejar*" á" mi familiu."p"ro sóIo
a rrna cosa no he renunciado: a Ia elocuie¡tr:ia. Me
esfuerzo por aumentarra y conservarla porque eila es er
arma que el rbdopoderoso me regaló pu.u poderle colabo_
rar en la santificación de ras almas y en lá extensión del
Reino de Dios". ¿PodrÍamos nosotroÁ repetir argo pareci-
do? ¿o más bien tendrán que decir dásanimidament"
nuestros oyentes: "No se preocupa por ser elocuente. No
se esfuerza por hacer atractiva su predicación. Su modo
de hablar es cansón. Parece que no se prepara y no ensa-
ya lo que nos va a decir'? Dios mío: ¡qué responsabilidad
tan tremenda para el día del Juicio!
A mitad del siglo 20 hubo un periodista muy leído que
firmaba con el seudónimo de Alkanotas. Lo último que
leímos de él en su columna diaria fue: t'Nada hay en el
mundo qrre sea más eansón que rrrr serrnón de ¡¡n
dornirrgo". Lo siguiente que leímos acerca de él fue que
había muerto y que invitaban a su entierro. Pero nos quedó
fija en la mente esa nota amarga y decepcionada de al-
guien que asistía a misa y deseaba una predicación agra-
dable, bien preparada, declamada, interesante, y viva. Y
en cambio se encontraba con la monotonía de una
predicación preparada a la carrera (o no preparada) y pro-
nunciada sin entusiasmo. ¡Y pensar que de ésto nos va a
tomar cuenta el Juez Diüno el día de nuestra muerte!
El buen orador ofrece a su auditorio cuadros vivos de
cosas y acciones descritas con interés y realismo.
Para ser elocuente se necesita una causa importante
para defender y un mensaje interesante para transmitir.
La elocueneia debe tener por f,inalidad el lograr
obtener algo irnpor.tante. Su fin debe ser de carácter
práctico.
I)e un seminario mayor escuchamos esta horrible no-
tici¿r: "A los seminaristas no se les da clase de oratoria
o de predicaciód'. ¡Noticia fatal! De cuántos de ellos tendrá
querepetir la gente la frase feroz del periodistaAlkanotas:
¡que nada hay tan aburridor como un sermón!
4
si por lo menos res hicieran leer algún libro que ense-
ñe tácticls_para predicar bien (.g.*9;;;;ñpio
"r
q""se titula'Manuar de predicadores", delstaáálección) ¿Es
ngsible que mandemos a la rucha í ro" ;;"";; sacerdores
sin haberles enseñado las tácticas para .r"r""r? ¿S" ;;;:paran los futuros abogados para convencer.a loi j"¿;;con sus peroratas, y ng se especi ariza a ros futuros minis_
tros del altar para saber enseñar ra r"rigiá;á" *.rr"r,agradabl ey efr-caz? ¿Aprende"lo" poríticos ros medios,más
eficaces para conmover a ras mucüedu-u-r* y
"n
cambio
Ios delegados de Dios para lrevar las gentásá ci"lo no se
entrenan bien para saber entusiasmá po, Cristo, por lasalvación y por la santificación?
Dos EXTREMOS IIAY euri EVITAR. Er primeroes eI ampulosg: le agradan ios largo"p.ri"A-rs, y por Iogeneral lo que le interesa es demostrar cuán bien infor_
mado está acerca del tema, y cuán florido
". "r
er habrar.
Tiene un tono ex-cesivo paá el asunto il; trutu, da latriste sensación de ser insincero. y tiende a sentirse er
centro de la atención y la máxima autoridaá en aqueilo
de que se habla.- por querer aparecer como un héroe o
superhombre, se hace¡idícuro y despreciáüiu. lur"ce que
lo que Ie mueve a habrar rro
""-,.r.
gran entusiasmo por er
tema que va a exponer, sino el ap,arecer como alguien que
ybe expresarse muybien (Graniilor.r"rr"iu,
"Jii.-. u"tudefecto). EI efecto á" r.rs artisonantes parabras es casi
siempre muy p-oco y hasta nulo. Si a""pu;;-;" uno de
esos sermones floripondios p-reguntara.
"r"
oyentes quése Ies quedó de todo ro que él 1"". a¡o,
""
q""-aí.ia desilu_
sionado. Por orgu[oso y vanidoso se quedó sin cosechar
frutos de conversión.
El otro extremo es er descuidado. presenta ideas
valiosas pero de una manera tan desartñ.d" *e se dis-
5
minuye mucho el valor de lo que enseña. Si hubiera puesto
un póquito más de entusiasmo habría logrado quizás el
dobie de buenos resultados. No parecía muy entusiasma-
do por las verdades que estaba enseñando. A veces dan
gurru" de gritarle al predicador: "por favor: emociónese
un poquito más por eso que nos enseña". Es que su tono
".
d.*u.iado frío y se vuelve cansón y más nos invita a
dormir y a cabecear que a reaccionar y entusiasmarnos
por esas buenas ideas.
.t; . ,;,,.f:r I .;.i i.,,,; t;.] otrA'irr"ir,,c, ,,r'.ilt.'(ij
j.t'' MOdgfnamentg la
elocuencia se manifiesta en un tono familiar, vivo y entu-
siasta pero sin exageraciones. Más que el bramar de una
cascadá que se queda sin mover ni siquiera una turbina,
se prefieiu ,rt. represa profunda, serena, que bien en-
cauzadaproduce energía para iluminar muchos hogares.
La verdadera elocuencia no es el huracán terrible que
oyó EIías en el Monte Horeb, sino Ia suave brisa que vino
después, y en la cual sí estaba Dios.
En Ia actualidad los que mueven a los oyentes no son
los tribunos elocuentísimos, o los elevados poetas, pues
mientras muchas veces se admira a un artista de la pala-
bra, que deslumbra a su auditorio con su fraseología des-
lumbiante, se recuerda muy poco de lo mucho que él ha
dicho.
Mucho mejor es el caso del orador que obtiene que el
público no se dedique a pensar en el que habla, ni en sus
cualidades, sino en las ideas que propone, y en dejarse
conducir por sus convicciones hacia el santo fin que les
ofrece.
La eXocr.rerLei¿¡ se C[etre t,].L¡{it}¿}.l; Vi$Ce§l rl l;r i¡r¡'ür'lt-
siclacl r}e los af,ectos clel qpe hairtra" Ese fue el descu-
6
brimiento del gran orador Demóstenes (322 a de Jc). AI
principio fracasaba en sus discursos, pero un día vio a
una pareja de sencillos campesinos defendiendo con gran
eficacia ante los jueces Ia herencia que les habían dejado
sus padres, y se dio cuenta que la principal fuerza de la
elocuencia es estar entusiasmado por Io que se dice. En
adelante se propuso entusiasmarse lo más posible por lo
que decía en público, y su éxito fue fulminante, ¡A cuán-
tos predicadores se les mejoraría ciento por ciento su
predicación si en verdad adquirieran un gran entusias-
mo por aquello que enseñan al pueblo! Pero somos mucho
más fríos de lo que sería de desear.
Y recordemos: i1i()IF.¿.r?tr-lmf,t: ti.q vertiadr:ro ,r;vac[ol t:i
qri.rt, .[cr,¿1-]:ír c,ortseg;l:ir' *:l'*ctos {}fi! st.¡si oyer"ui,ei;" Nadie
ha sido mejor orador que Jesucristo. Y después de él qui-
zás ninguno llegó a ser tan buen orador como San Pablo.
Pero también nunca nadie ha obtenido efectos tan mara-
villosos como Jesucristo y San Pablo en sus predicaciones.
Cristo bendito: ¡concédenos también a nosotros ese entu-
siasmo que tenías Tú cuando predicabas, y ese entusias-
nro que Ie regalaste a tu predicador preferido: San Pablo!
7
Elred.icaciü: i siffi
üració 3 se redu.ce a
' tr«¡ inforrraaciómSO
pero mo trae
ct¡m"r¡ersióffi
DOIUII{GO 31
CICLOA
Loque
Cumplan lo
ellos hacen,
que ellos dicen, pero no hagan lo que
porque todo lo que hacen es para que
los vea Ia gente.
I
DOMINGO 3T _ CICLO A
ORACIÓN: Señor de podery misericordia, que has que-
rido hacer digno y agradable por favor tuyo, el servicio de
tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bie-
nes que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA. Del Frofeta Malaquías, 1,
l4-2, LA
I)iee el Señor: -Sacerdotes: si no obedeeen, y no
se proponen dar gloria a mi nornbre, les enwiaré
mi maldición. Se han apartado de mi eamino. IIan
hecho tropezar a mrrchos. Pues Yo los haré despre-
ciables ante eI pueblo.
Con la lectura de este pasaje nos debería suceder lo
que cuenta SanAntonio Claret que le pasaba a él cuando
leía los terribles mensajes que Jesús enviaba por medio
de Santa Catalina a los sacerdotes. Dice el santo: "Cada
vez que leía los avisos que Santa Catalina da en nombre
de Jesús a los sacerdotes que no son fieles a sus sagrados
deberes, yo necesitaba tener un pañuelo en la mano para
irme secando las lágrimas que brotaban de mis ojos, al
saber las maldiciones tan terribles que esperan a los que
en vez de ser guÍas que lleven las almas al Reino de Dios,
se convierten en lobos que con su avaricia o sus impure-
zas o escándalos destrozan al rebaño del Señor".
Cuatro cosas echa en cara el profeta Malaquías a los
sacerdotes: Ia primera, que no obedecen a las leyes de
Dios. La segunda: que no le dan a Dios la gloria que debe-
rían darle. La tercera: que hacen tropezar a otros con sus
escándalos. Y la cuarta, eue tratan de manera distinta y
muy parcial a las personas: a unas con demasiada tole-
10
D()rdxN(;() :]1 - CICLO A
rancia, porque les agradzrD, y a otras con demasiada rigi-
dez porque no les gustan o no les van a traer favores o
ganancias.
Señor: ¿en cuál de estas cuatro cosas os estaré ofen-
diendo? ¿O será en varias? Aquí sí que me conviene re-
cordar el consejo del profeta Miqueas: "Que los sacerdotes
se vistan de penitencia y vayan ante el altar y exclamen:
J[] ¿:l rd. E1 lr, u:G, r¡:,4 ¿ ¡ l', h t : r ;t ¡ r, l";'] r, L]c ;'rr] {}".
Los sicólogos dicen: "No hay explosivo de efectos tan
dañinos y destructores como los malos ejemplos de quie-
nes deberían ser para los demás modelos de buen com-
portamiento". ¿Estaré dando yo ese mal ejemplo? ¿Tendrá
Dios que decirles a los que tratan conmigo la frase del
evangelio de hoy: "Cumplan lo que les dice, pero no ha-
gan lo que él hace?
!/t, les er:¡.viar'é r,rri ¡ur¿ilcf.i,¡:iór'r. Tbrribilísima amena-
za de Dios para los sacerdotes que no quieren cumplir
bien con sus deberes sacerdotales. Si la maldición de una
mamá o de un padre de familia es temible. Si Ia maldi-
ción de un sacerdote es terrorífica. ¿Qué espanto debería-
mos sentir ante la maldición del mismo Dios? ¿Pensamos
los sacerdotes alguna vez en esta amenaza que Dios en
persona ha hecho para cada uno de nosotros si somos trai-
dores a los santÍsimos deberes que tenemos como sacer-
dotes del Altísimo?
En una de las revelaciones del Sagrado Corazón de
Jesús a Santa Margarita, le dijo estas impresionantes pa-
l¿rbras t'Lo qrre rnás me disgrrsta son las infidelida-
des de Ias personas consagradas a Mí, como son
los saeerdotes y quienes pertenecen a las comunidades
religiosas". Palabras dignas de ser meditadas despacio y
seriamente.
11
Señor: que seamos muchos los que recemos y haga-
mos rezar a otros por la santificación de los sacerdotes,
Yr¡ nos haré despreciables arute el ptleblo Pala-
bras terroríficas que dijo Dios hace 25 siglos y que sigue
cumpliendo puntualmente cuando los que deberían ser
Ios santos de cada región se dedican a no obedecer las
leyes del Señor, a no darle gloria a su santo nombre y a
hacer tropezar a los demás, De tan terrible mal nos libre
hoy y siempre el buen Dios.
SEGUITDA LBCTURA. De la Frirm.era Carta ctre
San Pablo a los Tesalonieenses,2,'l-L3.
Her¡¡ranos: los amamos con deli cadeza, como una
madre cuida de srrs hijos. Les teníamos tanto cari'
ño, qrre deseábamos no sólo llevarles el Evangelio,
sino hasta sacrificar nr¡estra propia vida, porqrre
se habían hecho acreedores a nrrestro amor.
Este párrafo retrata el corazón amoroso del Apóstol
Pablo. En verdad que é[ sÍ se contagió de ese amor in-
menso que Cristo ha tenido por nosotros. Como el Divino
Redentor, también San Pablo puede repetir: t'ftrego he
traíd<¡ a la tierra¡ V sólo deseo que el ineendio se
extienda Io rnás posible", La bondad del apóstol era no
sólo como la de un buen padre, sino también como la de
una amorosa madre. Algunos santos dicen que el amor
que el Padre Dios demuestra hacia nosotros no sólo tiene
det¿rlles paternales, sino también muchas veces mater-
nales. Y algo parecido le sucedÍa a San Pablo. No sólo
empleaba delicadezas de padre amoroso, sino también
cuiclados propios de una madre amable. Sería interesan-
te comparar estos comportamientos de tan gran santo con
los que nosotros empleamos hacia las personas que Dios
12
I}CI|{ING(} ;}I - CTCLO,4.
ha encomendado a nuestros cuidados espirituales. El Con-
cilio Vaticano dice que los que trabajan por la salvación
de los demás, deben amarlos con afecto materno. (L. G65).
R ecrl.err],elit' herlrra¡tos, yruestro s est'.¿rey.u üs y f'aúi-
gas, tr"a,barjalrdo diía y nüehe parÁ rlo ser.lle gy{rvosürr,
a maclie :¡ltie¡rtras proelarllaml.os eltr Ev¿r¡rgetrio cl.t:
[rios.
Estas frases se han hecho famosas porque pintan al
vivo el modo de comportarse de este gran trabajador que
fue San Pablo. En ciertas horas de la noche y en los días
de fiesta predicaba sin descanso a cuantos más podía. Pero
durante los días de trabajo se dedicaba con todo ardor a
su labor de fabricar lonas para carpas, y así conseguir lo
necesario para la alimentación y el hospedaje de su per-
sona y de los que lo acompañaban. De él sí que no podían
decir que ganaba el pan con el sudor de la frente de los
demás, o con el sudor del de enfrente, sino con el sudor de
su propia frente y con el trabajo inteligente y cuidadoso
de sus propias manos.
Jesús decía que el Padre Dios es un gran trabajador y
que trabaja siempre, y que el Hijo de Dios imita en eso
perfectamente al Padre Celestial. Y en verdad que los
grandes santos, como San Pablo y tantos otros se han
propuesto ser como Dios Padre y como el mismo Jesucris-
to: unos grandes trabajadores. Ojalá en eso supiéramos
imitarlos también.
I.[o cesarnos de clarle gracias a l)ios ponque aI
recibin tra Palabra de Dios que les pr:edieamos, la
recibieron, no colrr.o paXabra de ltrornbre, sino eomfi.o
es en verdad, como Palabra de Dios, que obra erl
los creyentes. Ese es el gran secreto de los que saben
13
ser buenos oyentes, escuchar la Palabra de Dios, no como
se escucha cualquier noticia o comentario mundano de
IIVANGELIO según ,$an lM[ateo, Zg-L-lz
Dijo Jesúls: em Ia cáúeclx"a de H{oisés se }larl. sem.-
esas enseñanzas. Pero tenían el gran defecto de que su
propia vida no estaba de acuerdo con lo que enseñ-aban,
sino que en muchos casos sus obras eran tódo lo contrario
t4
DOMINGO Í}X . CICLO,d
to y mucho deseo de obedecer, pero que si el que predica
lleva una vida muy poco santa, nadie vaya a cometer el
error de imitar su modo de vivir. Varios de nosotros somos
mucho más fariseos de Io que imaginamos que somos.
Señor: qué retrato tan perfecto has hecho de mi pro-
pia vida: con mis palabras voy enseñando a los demás lo
que deben hacer, y con mis malas obras les voy enseñan-
do lo que nunca deberían hacer. Perdón Señor: que yo no
siga siendo un vulgar fariseo que no hace lo que dice que
se debe hacer. Que los que tratan conmigo, no tengan que
volver a repetir aquellas palabras que ya quizás han di-
cho tantas veces: "Con los pies borra lo bueno que hizo
con las manos".
Toclo lo que harcerr es para que los vea la gent;r:"
Les gusta llevar en la frente y en las mangas, cin-
tas vistosas con frases de la Sagrada Escritura
(filacterias). Les gustan los primeros puestos en los
banquetes, y Ios asientos de honor en las casas de
oraeión, ([u€ les hagan reverencia por la calle y que
la gente los llame "Maesl;ros".
Cuando uno lee y relee estas frases tremendas de Je-
sús, se llena de susto al pensar que pueden ser el retrato
de nuestro propio comportamiento. Peligro grande es que-
rer hacer de la religión una simple ostentación.
Una vez, en un domingo como éste, oímos decir a un
sacerdote antes de salir a celebrar la Santa Misa: "Hoy le
voy a leer a la gente el retrato que de mi vida hizo Cristo
hace 20 siglos". Y suspiró de tristeza. Muchos tenemos
que repetir lo mismo.
Jesús se enfrenta a la casta social que domina al pue-
blo: los fariseos y escribas. Y ¿por qué a ellos y no a otros
tan peligrosos como los publicanos? Porque el gran peli-
15
gro para los seguidores de cristo es el de imitar a estos
que sí enseñaban pero no practicaban, y que todo ro que
hacían era para ."r ü"to. y f"li.ituaá. ;"; l;. demás.
El señor recomienda que a quienes enseñan Ia reli-gión se les tenga gran respeto y se res obedezca, pero ila-ma la atención acerca dei perigro que existe d" q,-," ro"que enseñan tengan una conducta tan reprochable, que
imitarlos sería perd"r"e para siempre. Noiuería er Divi-
i:y_::.tro que pudiéramos decir:',,me porio mal porque
mls maestros se portan también muy mal". por eso nos
advierte claramente: "No hagan Io que eHos hace¡r,,
Los fariseos y escribas üienen rasgos simpáticos:
enseñan la Ley de Moisés, y se han esfoizado por apren-
der muy bien ia religión, i; ;ñ, ir;^;;;ádo *,rrhu"
horas de estudio. poi eso ros sarudan
"r,
lus fluru" y Ies
conceden el sitio de honor en Ias casas de oración. pÉRo
ToDo ESo ESTÁ ENTNENADO con una vanidad fe-
men-ina, con un deseo exagerado de aparecer bien ante
los demás. Y esto
_es
lo quelesús res .ritiü. jNo ,"r.*o,fariseos muchos de nosttros? ¿No tundremJs esa ,,man-
cha negra" del orgulro y vanidaá? El sabio casi siempre es
orgulloso. Y nosotros y ros fariseos también somos bas-
tante orgullosos, aunque no seamos muy sabios.
. P-ero al pueblo hay que recordarle que aunque no de-
ben haeer las obras *.1." que hacemás ros fariseos, sin
embargo, sí deben cumplir ü q.r" en nombre de Nuestro
Señor les recomendamós .rurráo les predir.*o.. Esto es
importante. SanAgustín decía: ,,Herrian;",1;á" lo bue-
no que yo les digo, aunque tengan que echar-J". cara lo
malo que hago,,.
.Iesús critica el convertir el apostolado en un medio
para tratar de conseguir popularidad y honras humanas.
16
DOMTI{GO:}1 - CICI,OA
Hablar de Dios pero vivir desobedeciendo las leyes de
Dios... Critica el vivir sin interesarse por la gloria de Dios
y por el bien de los demás, sino por satisfacer el propio
egoísmo.
Pero la solución no es abandonar las prácticas reli-
giosas y dejar de enseñar y de predicar, porque no somos
buenos. Ese abandono jamás ha vuelto mejor a nadie, ni
ha preservado Ia fe. El Concilio Vaticano insiste en que el
hacer apostolado lleva a la santidad. No enseñamos a ser
santos porque ya somos santos. Sino que de tanto ense-
ñar a otros a ser santos, poquito a poco también nosotros
nos iremos volviendo también un poco más santos. Esta
doctrina del Concilio es muy consoladora: hacie¡rdo
apostolado se loga"a ir consiguiendo la corrversióu
y la propia santificación. No lo olvidemos.
F ariseo y escriba (o letrado) es el que vive buscando
su propia vanagloria. El que trata de alimentar su orgu-
llo con las alabanzas y las demostraciones de respeto de
k¡s demás. El que en su apostolado no tiene como fin prin-
cipal conseguir la gloria de Dios y el bien de los demás,
sino inflar su propio orgullo. EI que aunque enseña cosas
buenas se dedica a hacer obras malas.
Fariseos y escribas ha habido y los habrá en todos los
tiempos. Mirémonos a este espejo que nos presenta
Jesús y pregúntemonos, ¿qué tanto grado de fariseísmo
tiene mi propia vida? ¿No estaría pensando Jesús en mí y
en mi propio comportamiento cuando dijo estas palabras
tan serias del evangelio de hoy?
El que quiera ser el primero, eu€ se haga eI ser-
vidor de todos. Esta frase la debió repetir Jesús mu-
chas veces, porque el evangelio la presenta en varias
L7
ocasiones. Y Jesús colocaba después de ella, a su propioejemplo: ,.Igual.que
eI Hijo ¿et homb;;;; no vinoa ser servido sino a sen¡ir". Io *. pr"S,rito, ¿cuántosservicios sencillos y humildes he pr""trto Li este día?
¿En esta semana? lEn verdud ,n. estoy asemejando alDivino Maestro Jesüs
"r,
a"ái.ár mi vida no a ser servidosino a servir a cuantos más pueda y todas I^" ,r".". q,.r"
me sea posible? Señor: q.r" ri sea silmpr" *i.
Porque el que se enorgullece será humillado, yeI que se humilla será .riii""ido. eué cierta es estagran noticia tuya Señor. La vemos confirmada todos losdías y ya en nuestra vida nos ha sucedido muchas veces.
Jesús nos quiere ilevar a algo diametrarmente opuesto alcomportamiento de ros fariseos a ocupar to" rrtiilos pues-
tos, a no buscar ser saludados con muestras de honor, a
1,111."r
nada pala que nos '.,"u lu ;;á. iiil.uu muyblen que en el cielo hay una ir*.r.á gloria para los queen esta tierra pasan inadvertidos y sinionor;.-y en cam-bio a-los orgullosos res suceden hechos tremendamente
humillantes. señor: yo t" q"iáro repetir muchas veces deahora en adelante aquelra terlaoración: ',¿resús nranso yhumilde d'e eorazón, haz nr¡estro eorazilmsernejante
aI tuyo". Que me regales cada ai"
""
p"q"lio*i" tu in-mensa humildad
DOMINGO 31
CTCTO ts
Años 1997 -2000-2003-2006 -2OO9 -2012
ELFR,IHIER
NIANDAIT{XENTO
YEL SEGUI{DÜ
¿cr¡AL 0É
IIt IESTROS 613
¡wr¡{[¡alENTO§
ES EL ,.,.AS
El que quiera ser el
Prirf,aero qtre se haga
el serxridor de tc¡dó*
(Mt. 23, 11)
DOMINGO 31. CICLO B
PRIMtrI+lA LECTURA. Del Libro del
Deuteronornio, 6,2-6
fienes que tener temor de ofender al Señor, y
tratar de cumplir sus mandamientos, tú y tus hijos
y ttrs nietos; mientras üvan, para qrre te vaya bien Y
Dios te dará una tierra qrre mana leche y miel.
Esctrcha Israel: el Señor Dios nrrestro es sola-
mente rrno. Amarás al Señor trr Dios con todo eI
corazótr.r corr toda el alma, con todas las frrerzas.
Las palabras qrre hoy te digo se qrredarán en tr¡
memoria se Ias repetirás a tus hijos y hablarás de
ellas estando en casa y yendo de camino. Las lleva-
rás escritas, amalradas a tu muñeca y las tendrás
en la puerta de tu casa.
Este pasaje de la S. Biblia se ha vuelto famoso y muy
conocido en todo el mundo. Es la promulgación del más
importante de todos los mandamientos, el de amar a Dios
con todo el corazón y con toda el alma. Los israelitas lo
repetían varias veces cada día y desde niños lo aprendían
de memoria.
Los fariseos y escribas y muchos judíos cuando iban a
la oración llevaban colgadas sobre su frente y en su mu-
ñeca unas cajitas de cuero llamadas filacterias, dentro de
las cuales echaban un pergamino con estas frases del
Deuteronomio: "Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es
solamente uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu cora-
zón, con toda el a[ma, y con todas las fuerzas", y así cum-
plían literalmente el mandato de la S. Biblia de llevar
20
DOMINGO 31. C[CT,Ü B
esas palabras en su frente y en sus manos, (Aún hoy día
*rr"Éo, judíos cuando van a 1a oración en la sinagoga
ii;;; Ia"s frlacteria"). Nosotros no llevamos esas palabras
Lscritas en la frente y en las muñecas, pero sí tenemos
á;;;;;"tdarlas muy irecuentemente porque son eI man-
áámiento más impJrhnte de todos los que traen las Sa-
;;ü. Escrituras'. Y quiera Dios que logremos cumplirlo
i^da día más y mejor.'Será nuestra señal más segura de
salvación.
SEGUNDA LECTURA. DE IA CATTA A IOS }trChTEOS"
7 ,23-28
Jesús, como permanece para siempre' tiene el
saeerdocio qrre
^to p""t' De ahí qrre Prrg+t salvar
definitivamánte a lós que por medio de El se acer'
can a Dios, porqrre üvé para siempre para interce'
der en su favor.
Aquí hay una de las noticias más consoladoras de todo
el Libio Santo: que Jesús vive para siempre para interce-
der en favor nuástro. Tbnemos Ia gran esperanza de que
el salvador está intercediendo en nuestro favor día y no-
che y siempre. Muchísimas de las cosas buenas que'nos
."rá." ="
d"b.r, a esa poderosa intercesión, y ningu¡o
de nosotro" pr"Je calcuiar Ia cantidad de males de los
cuales nos vemos libres, porque Jesucristo está rogando
continuamen ?:ilffi::ñ""1,11n 3H:y en quienes
por siemPre, sus'
Tal convenía que fuera nuestro Fontífice: saII'
to,
res
Jes
Es santo, es inocente, no t
2l
alto de los cielos. Alabado y bendito sea para siempre.
Amén.
Él ,r" necesita ofrecer sacrificios cacla día por-
que lo hizo una vez par¿r siempre ofreeiéndose a sí
niisnao. Su sacrificio en la cruz fue más que suficiente
para pagar todas nuestras maldades y obtenernos cuan-
tas gracias y ayudas celestiales necesitemos.
EVA.hIGELIO se6¡rin Saxl Mar«:os, LZ, 28..34
[-ll¡; ]sú'¡"n,,r.iií] $e aesx^c«i ;¡u rfesúle y kl ¡e:re6."trr¡tó:
¿;'C,lriul lrr,'a.r¡(iawliend;c¡ c.rs ei. Xrrillei¡ral c[e toctos?
R,esp,oilrltió
"tlesir'¡s:
EI primero es: "Escucha Israel:
el Señor nuestro Dios es el único Señon Amarás al
Señor tu Dios con todo tr¡ corazón, con toda trr alrna,
eon toda tu mente y con todo tu ser".
que según ellos tenía el cuerpo humano). Y Jesús viene a
decir que entre todos estos 613 mandamientos, el núme-
ro uno, el que vale más él sólo que todos los demás, es el
de amar a Dios sobre todas las cosas, con toda el alma y
con todo el coraz6n. La respuesta de Jesús es la repeti-
el Deu
Estas
ha) Ias
ña caja cilíndrica que colgaban de la puerta de la casa
para que al entrar o salir recordaran que lo número uno
en la üda es amar a nuestro Dios.
El segrrrado es este: "Amarás a trr prójimo eomo
te amas a ti misrno. No hay mandamiento más im-
22
DOMINGO 31 - CTCLO B
portante qrre estos". E[ preguntante solamente lo ha-
bía interrogado acerca del mandamiento número uno, pero
Jesús anuncia también cuál es el número dos, porque le
parece sumamente importante el recordarlo.
El resumen perfecto' Dicen que el sabio Hillel ha-
bía prometido un premio a quien fuera capaz de resumir
toda la S. Biblia en una frase tan breve que se pudiera
recitar parado sobre un solo pie. Este resumen perfecto
lo hizo Jesús. Todo lo que Dios manda en la S. Biblia que-
da resumido en so10 dos mandamientos: amar a Dios con
todo el corazón, y amar al prójimo como uno se ama a sí
mismo. Bendito sea Dios que ha simplificado tan maravi-
llosamente la religión. 1.500 páginas del Libro Santo se
pueden reducir a dos renglones. Pero, eso sí, son dos
mandamientos que eS necesario dedicarse a cumplir con
todo esmero y cada día.
Antes de que üniera Jesús, nadie había unido estos
mandamientos haciéndolos casi uno solo. Para Jesús, la
verdadera religión consiste en amar a Dios y amar al pró-
jimo.
El le'traclo r:epli,eó: Muy bien Maestro: tienes ra'
zón crrando dices qrre el Señor es uno solo y no hay
otro ftrera de ÉL y qrre amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar
al prójimo como a sí mismo, vale más qrre todos los
holocanrstos y sacrificios.
Este letrado debió ser mucho mejor que muchos de
sus colegas; por eso siente cierta simpatía y verdadero
aprecio hacia Jesús. Y añade una frase muy importante:
amar a Dios y amar al prójimo vale más que todos
los holocarrstos y sacrificios. ¡Gran verdad!
23
Jes e-us, r'i endo txue hrarbía respo¡rcrit!.o sal¡ia-¡noert -
te, Xe ciijo; -No estás lejos del Reino de Dios. Debió
haber en los ojos de Jesús una mirada de amor y de esti-
m_ación, V q"i?l-sabe si quizás le habrá dicho-después:
'Ya que has sabido."rpo.ráer debidamente u ulgo tan im-
portante, ¿por qué no te animas y te decides y te üenes a
a5rudarme a extender er Reino ¿á Dios? MuÁos retrados
de buena voluntad llegaron a ser discípuros de Jesús.
Dios quiere ser eI 6.rni.iiireei: r¡mnr¿ctrr,
La acumulación de términos: cora zón, alma, mente-
fuerzas, quiere significar que nuestro amor a Dios debe
ser total, con toda nuestra capacidad de amar. Es necesa-
rio que arda en nosotros un gran amor hacia Dios, de pies
a cabeza, un amor de noché y de día, desde ra infancia
hasta Ia vejez. ¿Amo yo de uru-*u.r"ra a Dios? ¿eué hago
para demostrarle que sí en verdad lo amo .ü todu *ialma y todas mis fuerzas? ¿Todo lo hago por Él tpur;fit
Una llr,eg'cu.n{;a rl.rm.¡rresiorrante. Cuando el futuro
cardenal shuster era un senciilo estudiante de universi-
dad, un día al llegar a una igresia vio un retrero que de-
cía: "sii Eia¡s Ílri.;¿:üillr-Jrrr',,rr a üii cc¡u,1¿¡,.r,.r¿"i¿.¿Ir[¿r.c[ u,,*r, n-ra o¡urn,
d'Úu. I* a¡uoí¿s * tri, ¿r':sita*iars co*te.¡lt;o o estss"ías pe!r-
cliano?"" Al principio aquella frase no le impresionó casi,
pero después al leerla cada vez que entrabaa ese templo,
le fue impresionando cada .r", há", y se dio cuenta de
que el peor mal de su vida era su friaidad en el modo de
amar a Dios, y empezó a cultivar con tal entusiasmo su
amor hacia Nuestro señor que llegó a ser uno de los hom-
bres más santos del siglo 20, famáso cardenal de Milán,
que salvó miles de vidas en la última guerra y fue admi-
rado inmensamente por su gran piedaá. yo qu"isiera repe-
tirme esa misma frase: -Si el amor qrr" bio. me tie_
24
DOMINCI{}, :}ri - C[CL(] [i
ne a mí, fuera tan frío como el que yo Ie tengo a EI, ¿esta-
ría yo contento o estaría perdido? Claro que no estaría
contento. Y entonces, ¿por qué no tratar de que mi amor
a Dios vaya creciendo cada vez un poco más? Dios me
ilumine cómo obtener esto tan importante.
{Iut ¡¡"'¡n¡¡ii'illinlir-r,x',!;,i¿ci!u. Los santos insisten en que el
amor a Dios hay que importarlo del cielo por medio
de Ia oración, porque ese amor no se fabrica en la tie-
rra. El amor hacia Dios no se fabrica, se suplica, decía
un notable autor. ¿Cuántas veces pido en mis oraciones
que se aumente mi amor hacia Dios? San Juan Bosco ofre-
cía la Santa Misa y el Rosario y el rezo de los salmos de
cada sábado para pedir para él y para las personas que le
estaban encomendadas un gran amor hacia Dios, y lo
obtuvo de manera impresionante, porque la promesa de
Jesús "Todo el que pide recibe. Todo el que pida el buen
espíritu, lo recibirá", son palabras que no dejarán nun-
ca de cumplirse. Si pido más amor, tendré más amor a
Dios y al prójimo. Dios no falla nunca a sus promesas.
,!,-b;lliiro;i:-',1 ,"-tx'¡ni,'qrqrt'':e;¡c:íólr. AlgUnoS dicen: "Dedíquese a
hacer lavores a los demás, y aunque no vaya a misa ni
rece casi, verá que ya Dios está contento". Eso no es cier-
to. Jesús no dijo que el amor al prójimo era el principal.
Lo primero y principal será siempre amar a Dios. Así que
si nos dedicamos solamente a hacer favores y a ser ama-
bles, podremos ser muy buenos masones y flrlántropos,
pero no buenos cristianos. Para ser fiel servidor de Cristo
hay que amar primero y más que a todos al buen Dios, y
luego sí dedicarnos a amar y ayudar a los demás.
Iltren remedio. San Francisco de Sales decía: "Para
amar a Dios mi remedio es desear amarlot'. Cuanto
25
más deseamos amar a Nuestro Señor, más pensaremos
en sus beneficios, en sus infinitas cualidades y el gran
bien que obtendremos amándolo, y esto nos animará a
trabajar por crecer en el amor hacia El. Amor hacia Dios
hay que ejercitarlo. Hay que repetir muchas veces los
actos de amor hacia É1, "S"ñor: tú sabes que te amo. Au-
menta mi amor hacia Ti. Te amo Señor". Esta repetición
de actos de amor irá intensificando nuestro amor al Se-
ñor Dios. Amando se aprende a amar.
-[-'i¡¡;. ¡,r:ii.r¿:r-r¡i,:.Íi:;.irÍ:j. Si algUien nOS pfegUnta: ¿Ama a
Dios? Le responderemos con entusiasmo: -Claro que sí,
yo amo a Dios.
Pero si añaden una segunda pregunta: ..",/riirri:iar i¿ Ür¡:ls;
,i)u,[r:jr t-,¡ iilii ']],1 rrS;,i.,::ii g!);¡' .i,,,!]uqiiüi' EntOnCgS ya nUgstfa feS-
puesta no estará tan llena de entusiasmo, y con un suspi-
ro de tristeza tendremos qué responder: --Claro que no.
Yo no amo a Dios como Él d."". ser amado.
Dios mío: ¿que deberé hacer para amarte como deseas
ser amado por mí? Ilumíname lo que tengo que hacer, y
haz que logre realizarlo.
EN Et ATARDECER DE
tA YIDA SEREMOS
H(AMINADOS ACERCA
DE NUESTRO AMOR A DIOS
(San Juan de b Cruz)
DOMINGO 31
¡
Años 1 995- 1 99 8-200 l'2004'2007 -20 1 0
zaquEo
26
DOMINGO 31 . CICLO C
PRIMERA LECTURA. flel Libro de [-a Sabiduría,
LL,23, L2,2
Señor: el mundo entero es ante Ti como rrn gra-
no de arena, eomo una gota de rocío. Te compade-
ces de todos porque lo puedes todo. Cierras los ojos
ante los pecados de la gente para qrre se arrepien-
tan. Amas a todos Ios seres y no odias nada de lo
que has hecho. Si hubieras odiado alguna cosa no
Ia habrías creado. A todos perdonas porqrre son
tuyos. Corriges poco a poco a los qrre caen, les re-
cuerdas su pecado, y los reprendes para que se con-
üertan y crean en Ti Señon
Esta es una de las más bellas páginas delAntiguo Tes-
tamento. Es como una preparación para el encuentro del
Hijo de Dios con el pecador Zaqueo. Se pregunta ¿por qué
es que Dios lo perdona todo? Y responde: porque El lo
puede todo. Precisamente por ser tan inmensamente po-
deroso, por eso es que es tan admirablemente bondadoso.
Muchas personas se manifiestan sumamente agresivas
porque se sienten surnamente débiles y su arma defensi-
va es la agresividad, Dios en cambio pór ser tan infinita-
mente poderoso, puede mostrarse infinitamente amable,
bondadoso y perdonador.
Y el Libro Santo se hace una segunda pregunta: ¿Por
qué parece que Dios cierra los ojos ante los pecados de las
gentes y no los castiga inmediatamente? Pues para dar-
les oportunidad de que se arrepientan. ¡Noticia maravi-
llosamente consoladora! Si Dios nos hubiera castigado
como merecen nuestros pecados varios de nosotros ya es-
taríamos sumidos en los más profundos infiernos. Pero
28
DOIWTI§G():.}T - CICLO Ü
su bondad nos ha dado un compás de espera para que
podamos enmendarnos.
¿Y por qué perdona tanto Dios? Porque somos suyos.
"Somos ovejas de su rebaño", dice el salmo. El nos hízo y
somos suyos. Su pueblo. Sus ovejas (Salmo 100).
Y el pasaje que leemos hoy nos va describiendo los
pasos que el Señor Dios va dando para llevarnos a [a con-
versión: nos corrige poco a poco. Nos recrrerda los pe-
cados para que los detestemos y pidamos perdón por ellos.
Nos reprende para que nos demos cuenta de Ia maldad
del comportamiento que hemos tenido. Y termina lleván-
donos a convertirnos y a creer en nuestro Dios. Bendito
seas Señor porque siempre has hecho y harás todo esto
para no dejarnos en paz con nuestras culpas y llevarnos a
tu amistad eterna. Haz que aceptemos tus llamadas a la
conversión y no endurezcamos nuestro cotazín ni nos em-
peñemos tercamente en querer seguir en nuestra üda de
pecado.
SEGUNDA LECTIIRA. De la 2a Carüa cle San
Pablo a. los Tesalonieenses, 1, lÍ-2,2
trIer:rnanos: rezamos para que Nuestro Dios los
considere dignos de la wocación qrre les ha conce-
dido. Para qrre con su fi¡erza les perrnita cumplir
todos sus buenos deseos. Les rogamos a propósito
de la úItima venida de Nuestro Señor Jesucristo,
qrre no se dejen asustar ni se alarrnen por srrplles-
tas revelaciones o dichos o cartas nrrestrasr eomo
si afirmáramos que el día del Señor ya va a llegar
mr¡y pronto.
San Pablo previene aquí contra un error muy extendi-
do en el mundo, güa se llama: "milenarismo" y que con-
29
siste en andar diciendo que el fin d
g3I y que por lo tanto eslnútil trab
üda terrena y tratar a" *"io.arla.gan mucho los Testigos dL Jehov á, loMormones y demá. p.'J"rlr"tes- y lo que consiguen esasustar a las gentes con rrsas arar*u.'.iuriio qr" Diosha mantenido y mantendrá siempre en e más absorutosecr.eto Ia fecha de su Venida.
El Apóstol, dice aquÍ a los creyentes que dejen su ner_viosa e histérica expá.tuii,
-u..."a
de la segunda venidade cristo' Nieqa que algun u ruhuyuai.ho qr?la venida decristo
"u
u
"J.
y. en.éguida. Dice que esto
""
,.r.ru inter-pretación equivocaaa
{á sus palabrr" a"" i"ñe ¿l no esresponsabre. y recuerda que'antes de que uéngu er DÍadel Señor tienen q.r"
",.r."áer
todavía müchas cosas.
Alrededor
l:l año 2O00 aparecen por todas partes fal-sos profetas anunciando q""
"fri" J"í á""i"";e viene yay que hay que abandona"io toáo, á;il;;;.I"ri-.ri.u."rrt"a esperar ese día tremendo. Esto ya ha .".LJi¿o en mu-chos siglos. y las g,""r:" i"ñ.ru"
""
dejan;;;", de quevan a llegar tres días de tiriiebrS y qus es necesario te_ner asua bendira y vetas benditás
I ,;;'ii;. ya unanticrisro, y miles dL cosas;á;.
f.- iÁ;. ,* muy cta_ramente: ,,Etr
«jÍ¿¿ no Io, u*b*rir*;;;ffi;i3l arrg*t*"rlel cieXo". Si ni
"iq.ri"ru
iÁ7.rg"fus Io saben, ¿sí lo va asaber cualquier asüshdo, qr"'upu rezcaen nuestras ca-Iles o.u.u. d" reunión u.r.rri.iá.rdo fechas que Dios no haquerido revelar a nadie?
HI día del juici",.u""4 para cada uno eI día de sumuerte. Ypara e_se día.sí h-ay que,estar preparados, perono con sustos vanos,_ ni aspávientos q"L u.rráJu llur..r,sino llevando una
"idu
lrená á"-br"rru. obras, de oracio-nes y de actos de caridad y de árrepentimiento.
30
IroMrNt;{.}:}t - cIoL(} ü
-tlescorrfierüos t:u¿rndo lils pers{rnÍls eru¡iieeen ii
dar f,ecnras prer:isas Í)ara eI firr den rr.urlcLo. Todo eso
son cábalas o interpretaciones amaneradas y falsas de la
S. Biblia. Dios Nuestro Señor jamás ha señalado fechas
precisas para los acontecimientos que van a suceder, y
todos los que se han puesto a señalar fechas para el fin
del mundo han terminado engañando tontamente a los
ingenuos seguidores que les creyeron a sus inventos.
EVAI§IIELIO segfin San Lucas, 19, 1-10
Itrm1,ró ,festls y'al,naves;rh¿r tra cit¡.de¿ci. Un hombre
llamado Zaqu.eo, jefe de publicanos y rico, trataba
d.e distinguir quién era Jesús, pero la gente se Io
impedía porque era bajo de estatura. Corrió más
adelante y se srrbió a una higuera, para verlo, por-
que tenía que pasar por allí. Jesús al llegar a aquel
sitio levantó los ojos y dijo: o'Zaqueo, baja
ensegtr,ida, porque hoy tengo que alojarme en tu
easa". Et bajó ensegrrida y lo recibió muy contento.
AI ver esto, todos murmrrraban diciendo: "Ha en-
trado a hospedarse en casa de un pecador. Pero
Zaqu.eo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la
nritad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres.
Y si de alguno me he aprovechado, le restitrriré
crratro veces rnás" Jesús Ie contestó: "IIoy ha sido
la salvación de esta casa. También este es hijo de
Abraham. Porque el Hijo del hombre ha venido a
buscar y a salvar lo que estaba perdido".
La última etapa antes de llegar Jesús a Jerusalén por
últinra vez, fue Jericó. Y allí nrostró el Señor una vez más
su misericordia, acercándose al pecador más marginado,
eljefe de recaudadores, y consiguiendo su conversión.
EI ejemplo de Zaqueo ha quedado para todos los siglos
31
como modelo de verdadera penitencia cristiana. La con-
ducta de Jesús en este caso es como un retrato de la ma-
ravillosa bondad y misericordia mostrada por el padre
Dios durante toda la historia de la humanidád.
Zaqueo, jefe de publircÍlr!.os y rico
Aquí Jesús convierte a un rico. Después durante mu-
chos siglos en los más diversos paíse", su evangelio segui-
rá convirtiendo ricos y haciendo de ellos un medio pár.
a5rudar a los pobres. Jericó era un centro muy importan-
te para cobrar impuestos y el gobierno romano contrata-
ba con ciertos individuos el cobro de los impuestos,
dejándoles un tanto por ciento de lo que lograran captar.
Muchos de estos recaudadores abusaban de r., puesto y
se hacían millonarios en pocos años. La gente loÁ odiabá
y los jefes judíos sentían por ellos un desprecio mortal,
pues los consideraban colaboradores de loJopresores ex-
tranjeros._zaqueo había logrado el máximo puesto entre
los cobradores de impuestos de Jericó, pero no se sentía
feliz. Jesús en vez de odiarlo o despreciarlo, fue en busca
de esta oveja perdida para lograr que conquistara un gran
puesto en el Reino celestial. En verdad a cristo se le prr"-
de repetir el título que le dio Juan pablo II: ,,Rico en
misericordia" Jesús, como su Padre Dios: aparece mucho
más pródigo en misericordia, que nosotros en miserias.
Deseaba ver a JesÍr.s. ¿Quién puso en el corazón de
Zaqueo tal deseo de ver a Cristo? Sin duda, Dios, para
convertirlo. Zaqueo se sentía solo y quizás se decía: JLsús
tiene palabras de perdón para otros pecadores. ¿Las ten-
drá también para mí? Va siguiendo a Jesús dásde que
aparece a lo lejos. Lo ve acercarse. se emociona. pero Ia
gente no le permite verlo bien porque Zaqueo es de pe-
queña estatura.
32
tloMINGO Íil .. ütct,(} c
BUSCABA VER A JESjÚS: esta fue la gracia inicial
que atrajo al Señor hacia é1. Fue el primer anillo de la
cadena de gracias que lo iban a transformar y a santiñ-
car. Esta gracia es una de las mayores que Dios concede a
las personas que destina a una gran santidad: un deseo
ardiente de saber más y más acerca de Jesús.
Zaqueo estaba lleno de dinero y de comodidades pero
también muy lleno de pecados y de remordimientos. Ne-
cesitaba encontrarse con alguien que le devolvierala paz
a su alma.Ya Jericó llegaba aquel dÍa el que tantas veces
dijo a las gentes: "Vengaü a mr.i todos los qr,re estéra
carrsaclos y desanirnados y Yo los corrsolaré".
Qtrería vetr a Jesús: Señor; concédenos también ese
fuerte anhelo. Que puedas decir de nosotros: "Son dicho-
sos porque tienen un gran deseo de hacer 1o que Dios
quiere". Te rogamos por todos los que están alejados de
Ti. Que sientan continuamente un gran deseo de conocer
al Divino Salvador y a sus maravillosas enseñanzas. Este
deseo será su salvación.
Se ¡;¡rbió a un árhol para verlo. Zaqueo no se que-
dó en su casa. Salió a recibir a Jesús. No se quedó en el
suelo, se subió a un árbol. Es que algo debe costar la
religión. Dios exige siempre una "cr¡ota inicial", para
cambiar a las personas. Una cuota de sacrificio. Hay que
subir al árbol de la oración si queremos ver a Jesús.Aquel
árbol le sirvió de balcón. Este alto funcionario del gobier-
no demostró independencia del respeto hu¡nano y
aunque los demás se burlaran de verlo por allá en una
rama como una mirla, él se trepó allá arriba porque su
deseo de ver a Jesús era muy grande. También nosotros
debemos independizarnos del respeto humano y del "qué
d.irán"; con tal de conocer y amar más a nuestro Reden-
33
tor y de saber más acerca de El. Los criticones quizás
murmuraban diciendo: "¡Vean a ese! Siendo el empleado
más alto de los impuestos, se trepa a un árbol como un
4"o, para ver pasar a un predicador. ¡Qué ridiculez!,,.
¿También de nosotros se burlarán porque hacemos algo
fuera de lo común por conocer más v *á. acerca de Cri-s-
to y de su doctrina? No importa. ¡Lo que vamos a conse-
guir es maravilloso!
Jesús al llegar a aquel sitio levantó los ojos
._ aqueo había ido a ver a Jesús, pero fue Jesús quien
"vio" aZaqueo. Siempre es É1 quienlo*. la iniciativa en
nuestra conversión. Jesús clava en él la mirada. Se
entrecruzan las dos miradas: la del santo y la del peca-
dor. El Salvador levantó los ojos hacia el quá estaba iubi-
do en el árbol, pero ya los tenía clavadoJ en su corazón
para convertirlo y salvarlo. Sabía que tenía un buen de-
seo. El está siempre observando nuestros buenos deseos
y los satisface. Que mi mirada se encuentre con la tuya,
Señor. Que me mires siempre con ojos de amistad y-de
perdón y benevolencia. Haz que yo también reciba con
misericordia a los pecadores que se quieren encontrar
contigo.
Y le _dijo: Zaqueo: baja enseg'{,rida que hoy tengo
qtle hospedarme en tu casa
Zaqueo lo oye pronunciar su nombre. Nunca se ha-
bían encontrado y lo llama por su propio nombre. Los
ojos de todos se vuelven hacia é1. Se
"nroóiona
muchísimo
cuando oye que el Divino Maestro quiere hospedarse en
la casa de é1, pobre pecador. Nunca hubiera imaginado
este hombre la fortuna que le esperaba. Él sotamente
había deseado verlo aunque fuera áe lejos, y ahora lo iba
a tener hospedado bajo su propio techo. En verdad que
34
I)OMTNGO í}1 - CICLO C
Jesús supera siempre en proporciones inimaginables los
buenos planes que hacemos los que queremos ser sus ami-
gos. El avanTza mucho más allá de nuestros deseos y pro-
yectos. Ahora ya el Divino Maestro no será un extraño a
quien se saluda por el camino y se le deja seguir, sino un
amigo con quien podrá charlar largamente. ¡Oh momen-
to afortunado el de un ser humano cuando Cristo se le
acerca y traba amistad con él! Cristo se acerca y quiere
hablarle como a un amigo. Es Io que quiere hacer con
nosotros, si le permitimos vivir en nuestra alma. Zaqlueo
estaba espiritualmente muerto, Jesús se Ie acercó para
devolverle la vida del alma. Haz esto mismo conmigo Se-
ñor, y con muchos otros pecadores, especialmente con los
que son de mi familia, o de mi patria o amigos míos y con
aquellos que más estén necesitando recobrar tu santÍsi-
ma amistad.
Qué susto tan grande debió sentir aquel hombreci-
llo al ver que Jesús se detenía debajo del árbol y elevaba
la vista hacia é1. ¿Me irá a enviar una maldición? ¿Me
echará en cara mis muchos pecados delante de todo este
gentío? -Y en cambio escuchó las palabras que me.nos
había pensado jamás que algún santo de Dios le dijera
algún día: -"Tengo que hospedarme en tu casa". Es lo que
nos ha sucedido a nosotros tantas veces: -Esperamos una
reacción violenta de Dios a causa de nuestras maldades,
y en cambio recibimos de Él d"*o.traciones impresiorrurr-
tes de amabilidad y de generosidad. ¡Sea bendita para
siempre la bondad divina!
Los demás veÍan solo las apariencias externas y lo des-
preciaban. Jesús en cambio veía los buenos deseos de su
corazón,lo invitó a la conversión porque estaba bien pre-
parado. Jesús está mirando ahora a mi coraz6¡. Quizás
como a Zaqueo me pide un frenazo y cambiar de direc-
35
ción. Me dice como a él: -"Tú estás destinado a un modo
de vivir mucho más santo que aquel que estás viviendo".
Señor mÍrame con amor. Ven a hospedarte en mi corazón.
Dame también a mí esa buena noticia: "Hoy quiero hos-
pedarme en tu casa. Bájate del árbol de tu orgullo y de
tus falsas ilusiones y vanos deseos, y me hospedaré en tu
casa y en tu cotazón". Que así sea. Amén.
Jesús aI llegar a aquel sitio levantó los ojos y
dijo: "Zaqueo: baja enseguida porque hoy tengo que
hospedarrne en tu casa".
Bájate de ese árbol de orgullo, de avaricia, de falsos
ideales a los cuales te has tfepado con tus pecados. Bája-
te enseguida, no demores, no dejes para más tarde, que
es demasiado importante Ia conversión para retrasarla
para otro tiempo. ¡Tú no me has inütado con tus labios,
pero sí con tu corazón, y yo he escuchado tu invitación y
la acepto y quiero ser huésped de tu casa! Es Jesús quien
ha tomado la iniciativa, como siempre porque nosotros
somos demasiado miserables y manchados para que se
nos vaya a ocurrir que el Hijo de Dios pueda hospedarse
en nuestra alma.
Baja de prisa, baja ensegr.lida.'fú, el Zaqueo de
ayer y el de hoy y el Zaqueo de cualquier época, escucha
la voz de Jesús que te dice: "baja de prisa, no te quedes
allá en ese árbol de tu mala vida pasada. Bájate y acérca-
te a tu Redentor que te quiere perdonar y convertir". Es
necesario aceptar las iniciativas de Dios que nos llama a
empezar una vida nueva y a dejar esa pecadora vida que
henros tenido en el pasado.
Oh momento afortunado el de un ser humano cuando
Cristo se le acerca a hablarle como un amigo y acepta ser
huésped del alma. Jesús no nos desprecia ni se aleja de
nuestra vida, sino que se hace invitar a cada alma. Ojalá
lo recibamos siempre y muy bien. Será nuestra salvación.
36
DOMINGO Í]I - CICI,O C
Cuántos Zaqueos y Zaqueas necesitan que Jesús les
siga diciendo: "Bájate de ese árbol, de tus malas costum-
bres y de tus malas actuaciones, para que puedas hospe-
dar en el alma a tu Redentor".
El bajé cÉetr árhol 'ritrny et¡mten{,o y }os rcci}-rió e¡r
su .c&1,$&
Aquel fruto estaba maduro para el Reino. Bastó que
Jesús sacudiera las ramas para que cayera. En el evan-
gelio los árboles dan frutos que son hombres. Probable-
mente mandó mensajeros adelante a que prepararan todo.
A que compraran lo necesario para un gran almuerzo,
para Jesús, para sus 12 apóstoles, y para las santas mu-
jeres que acompañaban al Maestro (las mamás de varios
apóstoles, y varias mujeres más que colaboraban en el
apostolado y atendiendo a Jesús y sus discípulos en la
alimentación en el cuidado de la ropa y ayudando a ins-
truir a las multitudes).
'}"¡ii;.;. *.¡e"li ár"i.rc,ii: Señor: que yo también me aleje del
árbol de mis vicios al cual me he trepado con mis pecados.
Y lo curioso es que la conversión de Zaqueo será en
una fiesta. AI Señor le encantan las fiestas, las fiestas
sanas y donde no se ofende a Dios. En una gran fiesta
ganó para el cielo el alma de este pecador. Mi conversión
debe ser una verdadera flresta de alegría y esperanza.
EI mensaje que este hombre envió a su casa pudo ser
el siguiente:
-Hola Zaquea, ¡que prepare un almuerzo pa.ra muchas
personas!
-Pero, ¿cómo se le ha ocurrido invitar a tanta gente?-
habrá respondido ella.
37
-Es que no he sido yo el que ha hecho la invitación.
¡Es el mismo Profeta Jesús el que se ha invitado, pues yo
nunca me creí digno de que El entrara en mi casa!
Y Jesús hizo bajar a Zaqueo de las ramas de la avari-
cia al suelo del desprendimiLnto. Él se emocionó muchísi-
mo cuando el Salvador le dijo que quería hospedarse bajo
su techo y ahora sí que iba a empezar un cambio total en
su vida. No se hizo rogar. Lo hospedó en su casa con todas
las leyes de la cortesía que como alto empleado oficial
conocía muy bien.
Mtry contento.Zaqueo es un modelo de penitente por-
que hizo su conversión con alegría. Porque la conversión
no es un mal ni un dolor, sino causa de inmenso gozo.
Él se fijó más en el perdón que Jesús quería concederle,
que en lo miserable que había sido hasta entonces. Ah, si
nosotros nos fijáramos más en Ia misericordia de Dios
que en nuestras miserias, tendríamos una actitud de fiesta
al sentirnos perdonados.
Y rnu.rrmuraban diciendo: "IIa entrado a hospe-
darse en casa de un pecador". Ante un enfermo
ulceroso hay dos actitudes: aseo que aleja y despre-
cia, o amor que acerca y aytrda. Jesús curó las enfer-
medades del alma de Zaqueo demostrándole amor y
aprecio, hasta el punto de hospedarse en su propia casa y
dejarse atender por é1. Jesús no desprecia a nadie sino
que se hace invitar por cada alma que quiere convertirse.
Señor: que las gentes de toda la tierra tengan que ex-
clamar al ver cómo me tratas a mí, miserable pecador, y
cómo te acercas a mi alma, para habitar allí: "I{a entra-
do a hospedarse en casa de un peeaclor". Es verdad
que no soy digno de que entres en mi casa, pero una pala-
bra tuya bastará para sanarme.
38
DOIVIINGO i}l - CICI,O L]
Esta erítica qtre hicietron ¿r Jesús es n¡.restra gx.en
esperÉrrrza. Jesús es el amparador de pecadores. No es
cómplice de nadie, pero quiere hacerse amigo de todos los
que quieran cambiar de vida y empezar a ser mejores,
Los pecadores que se hacen amigos de Jesús empiezan a
dejar de ser malos, y no hay otra manera para dejar de
ser pecador, que el que Jesús venga a ser huésped de
nuestra alma. Si El está lejos, estamos perdidos.
Pero Zaqueo se ptlsc en pie y diio: -Mira, la mi-
tad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si
de algrrno rne he aprovechado, le restitr¡iré cuatro
veces más.
Cu¿rtro veee$ ¡nás. El Libro del Éxodo mandaba dar
el doble (Éx.22) pero Zaqueo está dispuesto a dar más de lo
establecido. Debía ser bastante rico porque después de
haber dado la mitad de sus bienes a los pobres, todavía
le quedaba para devolver cuatro veces más Io que hubie-
ra quitado. Y probablemente lo que había defraudado no
era rnás del diez por ciento de lo que poseía, pues la mitad
(el 50 por ciento) lo daba a Ios pobres, y de ese otro cin-
cuenta por ciento iba devolver cuatro veces más Io que
hubiera quitado. Los recaudadores de impuestos tenían
f¿rma de ser muy aprovechados y de cobrar más de Io que
debían cobrar y por eso Ilegaban a ser inmensamente ri-
cos (y tan profundamente odiados por la gente) pero este
Zaqueo parece que tenía una honradez poco común en
ese tiempo y en todos los tiempos.
Zaqueo tomó en serio su conversión, y esa conversión
llegó hasta su cartera. Porque algunos sí predican muy
bellamente acerca de la generosidad y de la justicia, pero
cuando se trata de repartir lo que poseen, ahÍ sí se les
apaga el fuego de su generosidad.
39
Daré la ¡mitad de rnis bienes a los pobres. Es que
Jesús no deja insensible el corazón de Ios que lo escu-
chan. Zaqueo ya había hablado en privado con Jesús y
después de recibir sus consejos hizo esta declaración pú-
blica. Su penitencia fue compartir sus bienes con los ne-
cesitados. Y ¿qué voy a hacer yo para demostrar mi
coriversión? ¿Cuánto voy a dar? ¿Qué bienes voy a com-
partir con los más pobres? ¿Podré decir al Señor: mués-
trate generoso conmigo, que yo también trato de ser
generoso con los que necesitan de mis ayudas?
Probablemente aquel hombre recordaba la promesa de
Dios en el Libro de Tobías "X,a }iwrr¡s¡r.ar borr.a mruntitt¿rl
cle pecarlos". Recibió de Dios el don de la generosidad y
respondió dando en abundancia, y devolviendo.
.ies¡,rs Ie cor¡.'üestó: o'f-troy
}ira sido l¡¡ salvaeión de
esüa casa". Zaqueo había estado espiritualmente muer-
to. .Iesús se le acercó para devolverle la vida espiritual.
Dios no había creado a este hombre para que fuera un
tramposo. Le dio grandes cualidades para el negocio, pero
quizás no las había dedicado todas según las leyes de la
buena conciencia, y ahora con la üsita de Jesús, vuelve
al proyecto original de Dios, y como penitencia comparte
su fortuna con los necesitados. En verdad que con esto
empezó en serio la obra de su eterna salvación. Ojalá la
obra de mi propia salvación empiece también desde aho-
ra mismo.
Forque eI flijo del hombre ha venido a buscar y
a salvar lo que estaba perdido. Gracias Jesús por esta
noticia tan hermosa. Ambos hicieron aquel día sus decla-
raciones. El pecador anunciando que pagará sus pecados
qepartiendo sus bienes, y el santo de Dios recordando que
El se vino del cielo fue a buscar y a salvar a quienes se
habían extraviado del camino de la salvación.
40
I)OMTNG():iI - CTCL(i U
Señor: concédeme esa misericordia tuya para con los
pecadores, porque a veces mi celo es impaciente e iracun-
do y no auténtica misericordia. Ayúdame a ser compren-
sivo con los pecadores. Que no vea en ellos maldad sino
debilidad; que no me fije en su mala voluntad sino en que
han sido víctimas dé sus pasiones y de los enemigos de su
alma y de su salvación.
Lo tXule estaba ¡rrel'cXitlio: Lo que se había ido por los
caminos que no eran; lo que se estaba comportando de
manera indebida. Lo que si Cristo no Io salvaba, se per-
día para siempre. Y yo estaba en ese Brupo, y Jesús ha
venido a salvarme. Quiero agradecerle, mejorando mi
conducta y ayudándole a salvar a otros pecadores.
EX l¡u'inclis fi¡ra{. Un autor presenta de la siguiente
nranera el final d.e este evangelio de hoy. En pleno ban-
quete, Zaqueo se pone de pie y en medio de gran silencio
toma una copa en sus manos y exclama emocionado: "Brin-
do por este gran profeta que Dios ha enviado a su pueblo.
Brindo por este hombre de Dios que sabe decirle a cada
uno lo que necesita hacer para salvarse, sin ofender, pero
sin callar nada de lo que debería decirle. Brindo por este
amable Jesús de Galilea, que se ha dignado venir a la
casa de este pobre pecador y ha tenido el valor de recor-
darme lo que nunca nadie se había atrevido a decirme, y
ha logrado conmover mi alma. Por haberle oído a sus pa-
labras mil veces benditas, yo declaro solemnemente de-
l¿rnte de todos Uds. que hoy mismo empiezo a repartir la
nritad de mis bienes entre los pobres, y que si a alguien Ie
hice trampa en algún negocio, devolveré cuatro veces más
l«r que le haya quedado debiendo".
Un aplauso atronador resonó en aquella inmensa sala.
Aplaudían los 12 apóstoles. Aplaudían la Santísma Vir-
4L
gen y las santas mujeres, aplaudían todos los recaudado-
res y empleados oficiales y demás pecadores allí reuni-
dos. Y Jesús sonreÍa, y se notaba en su rostro una alegría
de paraíso.
Y luego, en medio de un silencio mucho más impresio-
nante que el anterior, se levantó Jesús y tomando tam-
bién en sus santas manos una copa de vino, con una
sonrisa llena de alegría, y extendiendo hacia todos esa,
su mirada siempre bondadosa y amable, exclamó: -Yo
también brindo lleno de emoción y doy gracias al Padre
Dios que está en los cielos, porque hoy recibe en su amis-
tad a este que es también hijo deAbraháffi, y heredero de
las promesas inmensas de Dios para su pueblo. ¡Hoy ha
llegado Ia salvación a esta casa, y yo les anuncio con ver-
dadero gozo que el Hijo del hombre ha venido a buscar y
a salvar lo que se había perdido y siente mas alegrÍa
por un pecador que se convierte que por 99 santos que
ya no necesitan conversión!
EI aplauso fue inmenso y casi interminable. Todos reían
llenos de alegrÍa, y comentaban que en muchos años nunca
habían asistido a una reunión donde se hubieran sentido
tan contentos y satisfechos como en aquel día.
Los únicos que resoplaban de rabia en las afueras de
Ia calle, eran los fariseos porque no habían entendido que
Jesús, el Médico Divino, llegó al mundo fue a buscar en-
fermos del alma para curarlos y salvarlos y llevárselos al
cielo.
HI" HUO DEL HOPTtsRh] VINO A SATVAR
tü e{.Jffi sF; HABfa PERDHDü
(LUC. 19)
Años 1 996., 1 I 99-2002-2005-2008-20 1 1
i,AFi i,i il fi: [ii{f}}[.ii¡; tr] [¡1,{.: fAlrl
ji [,.,tr$ r] [Ii,':]j:1*f ilrji:i I]]l{[]ill, I,]ilii,]1.iit)t:,
2. Cinco eran prudentes y tomaron 3. Pidieron aceite a las prudentes,
aceite, pero no así las otras. Cuan- pero éstas dijeron: ,'No tenemos
do a media noche se oyó el clamoreo: bastante. Compradlo,'. Las vírgenes
"El esposo viene", las lámparas de que estaban prontas entraron en-
las necias estaban apagadas. tonces con el esposo a las bodas.
4.Y se cerró la puerta. Cuando más
tarde volvieron las necias, exclam a-
ron: "¡Señor, Señor, ábrenos!"
5. Pero el esposo dijo: "No os coltoz-
co". Velad, pues no sabóis el día ni
la hora en que el Ilijo dcl Ilombre
ha de llegar'.
4342
DOMINGO 32 - CICLO A
ORACIÓN: Dios Omnipotente y misericordioso: apar-
ta de nosotros todos los males, para que bien dispuesto
nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente
cumplir tu voluntad.
IIR I-MELI,A LItrC'f LlItA. F-letr [.,ii:ro s{o Ia t}ui}¡rcI.u.rí4,
6,12-16
I.r"l, sabic[uría es ]rx"itrla¡rte. La ven fácilmente los
que la aman, y la encuentran los qrre Ia brrscan.
Ella misma se da a conocer a los que la desean.
Quien madrarga a buscarla la encr¡entra sentada a
la puerta. Meditar en ella es prudencia de la mejor
clase. Qrrien dedica horas de la noche a tratar de
consegrrirla, se verá libre de mrrchas preoeupacio-
nes. ElIa misma va de un lado a otro buscando a
los qrre desean hallarla. Sale a su encuentro en los
caminos y los acompaña en srrs pensamientos.
Jesús es la encarnación de la Sabiduría Divina, y en el
evangelio de hoy se presentan dos actitudes ante la Sabi-
duría Divina, dos clases de personas, unas que sÍ se es-
fuerzan por encontrarse con Jesús y recibir sus dones
celestiales, y otras que por descuidarse se quedan sin po-
der ir al encuentro del que es la Sabiduría Celestial.
La sabidurÍa no la encuentra quien se cruza de brazos
pasivamente y se queda sin hacer nada por conseguirla,
pero en cambio quienes aman y buscan la sabiduría lo-
gran encontrarla y si dedican horas y horas a tratar de
conseguirla, ella saldrá a su encuentro y reinará en sus
pensamientos.
44
DOMINGO íT2 - CICLO A
El Libro del Eclesiástico afirma: "EI estudio te costará
sacrificio, pero Ia sabiduría que adquirirás te llenará de
gozosas satisfacciones".
En los Reglamentos de una de las Comunidades reli-
giosas más grandes del mundo se repite 17 veces qrre
el religioso debe estudiar, y s€ insiste en que si cada
cual no se preocupa por instruirse por su cuenta, corre el
peligro de quedarse estancado en su ignorancia y que-
darse sin progresar en lo espiritual.
El Concilio Vaticano dejó este precioso consejo: "Hay
que pedir cada día a Dios el Don de la Sabiduría y
no dejar de estudiar y profundizar las Sagradas Escritu-
ras". Ojalá obedeciéramos a este deseo de la Santa Iglesia.
De algunos dice la gente que el único libro que hojean
cada año es el directorio telefónico. Y esto es una gran
lástima porque la falta de lectura y de meditación lleva al
alma al raquitismo, a quedarse enana por toda Ia vida,
sin crecer en lo espiritual. Si la sabiduría se deja encon-
trar por los que la buscan (según lo afirma la S. Biblia en
la lectura de hoy) ¿por qué no hacer algún esfuerzo cada
día por encontrarla y por adquirirla?
San Buenaventura (gran sabio) repetía: "La Sabidu-
ría es un regalo de Dios, pero El la concede a quien
pone Ia "cr¡ota inicial" del esfuerzo diario por ins-
tn¡irse. Jesús sigue haciendo el milagro de convertir
nuestra agua en üno, pero nos sigue xigiendo el esfuer-
zo de llenar de agua las tinajas del entendimiento. Si no-
sotros hacemos lo que podemos, el buen Dios hará todo lo
demás que necesitemos para adquirir la verdadera sabi-
duría".
Y Santo Tbmás añade: "Quien desea progresar en sa-
biduría, consígase cada año, aunque sea un solo libro;
45
léalo despacio. Tfate de asimilarlo. Esfuércese por enten-
der lo que ha leído. Tlate de aclarar las dudas que Ie lle-
guen. Medite en aquello que leyó. Verá entonces que la
sabiduría sí llega a donde están los que desean hallarla y
sí sale al encuentro en los caminos por donde viajan los
que se esfuerzan por instruirse".
¿Cuánto tiempo dedico cada día a leer y meditar? ¿Sí
leemos siquiera un nuevo libro cada año? Los sicólogos
dicen que en libros hay que gastar por lo menos tanto
como se gasta en mobiliario. ¿En verdad gastamos dinero
y tiempo en buenos libros? ¿Podrán decir de algunos de
nosotros aquello que con burla afirmaban de alguno, que
había hecho "Voto de pobreza intelectual?".
¿Qué regalamos a nuestros familiares y amigos? ¿Sólo
cosas para el estómago? (comidas y bebidas) o ¿sólo rega-
los para la piel? (trapos) o ¿ayudas para aumentar la va-
nidad? (colgandejos y adornos) O ¿regalamos también para
el alma, para que aumenten la sabiduría? ¿Libros espiri-
tuales?
San José Marfa Escriva errclamaba: "Qué gran obra
de caridad es regalar buenos libros, áPor qué no se
convencen algunos de ,qué una maravillosa limosna es
regalar libros espirituales?"
Y San Juan Bosco repetía: "Propaguemos buenos li-
bros. Sólo Dios sabe el inmenso bien que hace una buena
lectura".
El presidente Kennedy dejó escrito: 'Amar Ia buena
lectura es cambiar muchas horas de aburrimiento y de
inutilidad, en horas de alegre esparcimiento y distrac-
ción, y empezar a subir por la escala que lleva hacia la
sabiduría".
46
DOMINGO;t2 - CICI,() A
SIIGUNDA LECTURA. De la Frimera f)arta de
San Pablo a los Tesalonicenses, 4,3-I7
I{errnanos: no queremos que ignoren la sr¡erte
de los difuntos, para qrre no se aflijan como los que
no tienen esperarrza. San Pablo quiere recordarnos la
esperanzadora doctrina acerca de los difuntos. Los que
creyeron en Dios y lo amaron, no pasaron a una vida peor
que esta, sino a una existencia mucho mejor, y allá ire-
mos un día nosotros a encontrarnos con ellos.
El apóstol quiere que ante la muerte de un ser querido
no nos desesperemos y no nos desanimemos como lo ha-
cen los que no tienen esperanza en que hay otra vida.
Ellos se desesperan. Nosotros sabemos que con esos seres
tan amados nos vamos a volver a encontrar en la eterni-
dad, y que la muerte no es un "adiós", sino solamente un
"hasta luego", y repetimos la frase del santo antiguo: "a
donde ellos fueron, yo iré y los encontraré, y con ellos
viviré para siempre".
Fues si creemc¡s que Jesírs ha rnuerto y ha resu-
citaclo, clel ntisrno rnodo a los que han rnuer:to s'ierr-
do, antigos de Jesri-c, Dir¡s los lle¡rará coni El. San Pablo
establece un principio importante: si alguien creyó en Je-
sús y fue su seguidor, cuando muera, será llevado por
Dios junto a Jesús, porque entre Jesucristo y la persona
que lo ama hay una relación de amistad que no puede ser
destruida ni siquiera por Ia muerte. Nada en la vida y en
la muerte podrá separarnos de Cristo si lb ama-os u É1,
y queremos ser sus amigos.
El Señor, a la voz del Arcángel y . la voz de la
trompeta descenderá del cielo y los muertos resu-
citarán, y seremos llevados en la nrrbe, al encrren-
47
tro del Señor en el cielo. Y así estaremos siempre
con el Señon Consolémonos, prres, mutuamente con
estas palabras.
Es impresionante el cuadro que traza el apóstol acer-
ca de lo que va a suceder al final. Cristo en su Segunda
Venida, descenderá de los cielos a la tierra. Dará la voz
de nrando, y d la voz de un arcángel y al sonar de una
trompeta, los muertos despertarán, saldrán de sus sepul-
cros y los que creyeron y amaron a Jesús, serán llevados
por los aires entre las nubes al encuentro del Salvador, y
después estarán para siempre con su Señor y Redentor
en el cielo. Es la descripción hecha por el vidente Pablo a
quien Dios le permitió conocer el futuro que nos espera a
los amigos de Cristo.
EVANGELIO segrin San Mateo, 25, L-L3
I"AS VÍRGENES NECIAS
Dijo üesús a 6us tliscípulos esta parábola: "El
Reino de los cielos se pareee a diez muchachas que
tomaron srrs lámparas y salieron a esperar al espo-
so. Cinco de ellas eran imprudentes, y cinco eran
pnrdentes.
Esta es una de las más hermosas, instructivás ¡l IrIa.
ravillosas parábolas de Jesús. Es un drama en miniatu-
ra. Tiene ties actos. 1o. Unas se preparan y otras no. 2o.
AI llegar la hora, las que se han preparado están tranqui-
las, las otras angustiadas, 3o. Las prudentes son acepta-
das. Las otras no. Jesús presenta hechos concretos de la
vida. Aquí narra lo que sucedió en una boda. Es un acon-
tecimiento que pudo haber sucedido en cualquier aldea
de Palestina. Cuando una pareja se iba a casar, toda la
gente desde los 6 hasta los 60 años salÍa a Ia calle a felici-
48
DOIT{IT.¡GO 32 - CICLO A
tarlos. Las muchachas se iban a la casa de la novia a
acompañarla y los jóvenes se dirigían a Ia casa del novio
a acompañarlo en su recorrido por el pueblo.
Como en todas las partes del mundo, allí había gente
prudente, previsiva, que calculaba lo que iba a necesitar,
y gente imprudente, imprevista y descuidada que no ha-
cía cálculos para el porvenir. Y esa noche resultaron mi-
tad y mitad. 5 prudentes y 5 imprudentes. Todos somos
un poco prudentes y un poco imprudentes. A ratos conse-
guimos aceite de buenas obras y de buena conducta, pero
a ratos se nos olvida conseguirlo. A veces vivimos como
personas que van a darle cuentas a Dios de toda su exis-
tencia, pero muchas otras veces nos comportamos como
si nunca se nos fuera a tomar cuenta de nuestros compor-
tamientos.
Y para el viaje a Ia eternidad, que se hace una sola
vez,}:ray que estar bien preparados, y más, que este suce-
de a la hora menos pensada.
Las imprudentes no llevaron aceite cle l'epuesto
para stls lámparas, pero las prudentes sí llevaron
vasijas con aceite; para mantener eneerldid.as sus
lárnparas.
El punto crítico está aquí: en que unas, Ias pru-
dentes sí consiguen aceite suficiente para mantener sus
lámparas encendidas hasta la hora en que llegue el espo-
so, mientras que las descuidadas no llevan aceite de re-
puesto y cuando Ilegue el momento de ser admitidas en
Ia fiesta, no van a estar preparadas para ello.
Jesús con esta parábola quiere prevenir contra el peli-
gro de no estar preparados, de no tener suficientes bue-
nas obras, al momento de tener que entrar a las fiestas
49
del Reino Celestial. Jesús quiere que no descuidemos el
llenar a tiempo Ia propia vida de obras buenas. Nuestra
entrada al Reino va a depender de si en la lámpara del
comportamiento hay el suficiente aceite de santidad y de
bien obrar.
La parábola nos advierte que para poder entrar en el
Banquete del Reino de los cielos es necesario estar aten-
tos, no quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada,
sino por el contrario ir acumulando y consiguiendo día
por día y hora por hora el aceite de la fe, de la esperanza,
de la caridad y de las demás virtudes y obras buenas que
recomienda Dios. Hay que estar preparados desde ya,
desde ahora, adquiriendo aceite de buenas obras, aceite
de amor a Dios y de amor al prójimo, aceite de actos de
arrepentimiento, y aceite de limosnas y favores y ayudas
generosas a los demás, y de pequeñas penitencias y
mortificaciones. Aceite de buenas lecturas, de frecuentes
oraciones, aceite de perdones a los que nos ofenden y de
cumplimiento de los deberes de cada día.
Es necesario tener las lámparas encendidas de tal ma-
nera que la luz de nuestras buenas obras brille ante los
demás y glorifiquen por ello al Padre Celestial. ¿Qué tan-
ta llama de buen ejemplo estará produciendo mi vida?
¿Cuál será la cantidad de aceite de obras buenas que po-
seo en reserva para el día de la llegada del Señor? Tengo
que aumentarla.
Todo el probl ma aquí va a ser Ia falta de aceite,
falta de buenas obras de preparación para le llegada del
Señor. Si no hay ese aceite, no habrá entrada al Banque-
te Celestial.
50
XX)MTN(;():'t2 - CICI,O .A
Elll esX:,,r¡so tard.aba en trlegilr; les eintró el sr¡eño ¿r
tocl.as y se dr¡rrrrieron.
Velar no significa no dormi¡ pues también las pru-
dentes se durmieron. EI Cantar de los Cantares dice: "Mis
ojos duermen, pero mi corazón sigue despierto, aguar-
dando al amor de mis amores". Un gran sabio decía: "Duer-
mo ocho horas para poder trabajar bien las otras 16".
Pero no podemos estar dormidos todo el tiempo, pues
en este sueño que, es el descuido, puede llegar la voz de
la llegada del Señor.
Para ser admitidos en e[ banquete del cielo hay que
estar vigilantes, Ilenándose de buenas obras, sin echarse
a dormir descuidadamente como 1o hacen quienes se olü-
dan de que va a llegar Nuestro Senor a pedirles cuentas.
'fodas se durrnieron. El cielo no está poblado de gen-
tes que jamás se descuidaron. Pero sí se le ha exigido a
cada cual haber hecho a tiempo, provisión de obras
buenas.
^4, metlianoche se oyó uxla voz: "Que llega el
esposo. Salgan a recibirlo"
Tbdos necesitamos un despertador a tiempo, no sea
que nos deje el tren del cielo. Hay un despertador muy
bueno que es la conciencia, y otro despertador todavía
nrejor que es Ia Palabra de Dios. Lo peligroso es que por
dejarse emborrachar y embrutecer por los placeres y por
Ias pasiones, no se oiga a tiempo ese despertador y la
nruerte nos sorprenda impreparados.
¡Cuántos y cuántas que jamás piensan que han de darle
cuentas a Dios y cuando menos lo imaginan ya la muerte
51
toca a su ventana y no tienen nada listo para presentarse
ante el Divino Juez.
Muchas veces la voz de alerta puede ser una tenta-
ción, una caída vergonzosa en pecado, o un desastre fÍsico.
¡Pocas cosas hay que sean tan trágicas como el tener
que exclamar: "¡Ya es demasiado tarde!".
Viene: viene: Salgan a su encuentro
Es la voz que debe resonar en nuestra memoria. Cada
día estamos24 horas más cerca de nuestro encuentro con
Jesús. Que no nos tenga que decir Él, "rro los reconozco",
por no habernos preparado debidamente a salir a recibir-
le con nuestras buenas obras.
Entonces aquellas muchachas se despertaron y
se pusieron a preparar sus lámparas. Y las impru-
dentes dijeron a las prudentes: "Regálennos r¡n
poco de srr aceite, que se nos apagan las lámparas"
ttPero las pnrdentes les respondieron: --No nos al-
catLza para nosotras y ustedes, mejor vayan a la
tienda y lo compran".
Esta es una advertencia de que hay ciertas cosas que
no §e pueden pedir prestadas. Nadie puede pedir a otra
persona que le preste sus buenas relaciones con Dios o
sus obras buenas hacia el prójimo. Estas obras hay que
tenerlas en la propia conducta, y Do basta con que otros
las tengan, aunque sean personas muy amigas nuestras.
No es que porque mi madre es una santa, yo me voy a ir
al cielo siendo mi comportamiento contrario al querer de
Dios. No podemos vivir del capital espiritual que atesora-
ron otros. Cada uno cosecha lo qua ha cultivado en su
propia parcela. Las obras buenas hay que hacerlas uno
personalmente y no contentarse con que otros las hagan.
52
DOMINGO 32 - CICLO A
A las imprudentes no les bastó que otras tuvieran acei-
te. Era necesario que lo tuvieran también ellas. No basta
con poder decir: "Mi familia es sumamente buena".
No. "La aduana de la eternidad se pasa de uno en
rlno, decía Pascal, y aunque el resto del racimo esté muy
bien, la uva podrida será echada fuera".
Estas mujeres se imaginaron que eran demasiado jó-
venes para que les fueran a exigir estrictamente lo bueno
que deberían haber hecho, y sí les exigieron. Creyeron
que a última hora se podía solucionar todo y no se solu-
cionó. Cuántas personas imprudentes no se preparan para
la eternidad, y sus cálculos les fallan. Creen que se pon-
drán en paz con Dios más tarde, y üene Jesús cuando
nrenos piensan, sin consultarles Ia hora en que querían
que llegaro, y no tenían nada preparado para este en-
cuentro tan importante.
IVflientr.irs it¡art ;,t corrh.Ilra¡.:lo nia:É,.1ó eI es;¡:;oso y triri.
qtrel estah&n flrepú¡racüa$ entlrat'uttr '¿:,ilv¡ elli ;,;LlÍii:,;:,r:rtc:ir¡.tv;
üe c§e'[:oc]ias 5, §e e.Brtró ]a ¡rerer'[,a,.
Las prudentes no se contentaron con decir "Señor,. Se-
ñor", sino que consiguieron el aceite suficiente para man-
tener encendidas sus lámparas.
Cómo convendría recordar aquella antigua poesía:
AIma: si quieres ser fuerte
en las luchas de la vida,
condúcete de tal suerte
que nunca pueda la muerte,
hallarte desprevenida.
La costumbre oriental es que al llegar el novio a la
casa de la novia, las muchachas que acompañan a esta,
53
empiecen una danza ritual, elevando cada cual en la mano
una lámpara encendida (algo parecido al baile de la
cumbia en la costa, que se hace llevando velas encendi-
das en las manos). Las jóvenes que no llevan lámparas
encendidas no son admitidas en esta danza ritual que se
hace para pedir bendiciones del cielo para los que con-
traen matrimonio en esa fecha.
Y se cerró la ptrerta. Una vez que ha entrado el gru-
po que la pareja acepta como invitados, se cierra la puer-
ta para que no entren gentes extrañas.
Más tarde llegaron también las otras muchachas
diciendo: "Señor, Señor, ábranos". Pero Él les res-
pondió: Les asegtrro que no las conozeo".
For lo tanto: estén alerta: porque no saben ni el
día ni la hora.
Debe ser terrible escuchar de labios de Jesús esas es-
pantosas palabras: 'No los conozco"
Nuestros muertos ya se presentaron ante Ia puerta de
la eternidad y sus lámparas fueron revisadas para ver
qué tanto aceite de buenas tenía cada uno. Ellos ya fue-
ron o aceptados o rechazados en el banquete eterno. Aho-
ra nos toca el turno a nosotros. Ya la voz se va a escuchar:
'Viene el Señor: salgan a recibirlo". El no saber Ia hora de
su llegada puede traernos el peligro de descuidarnos y de
no estar preparados. Por eso Jesús insiste diciendo: ¡es-
tén alerta!. Ya estamos haciendo fila para ir a encon-
trarnos con nuestro Divino Juez. No sabemos cuándo nos
toque el turno, pero será a la hora menos pensada y hay
que estar preparados cada día y a cada hora.
'fenemos el peligro de mirar sólo con ojos terrenos, y
no ver sino del techo para abajo. Pero podemos mirar tam-
54
DoMTNGO 32 - CIC[-() A
bién hacia la eternidad que nos espera, y comportarnos
de acuerdo con ese fin que nos va a llegar. El problema
número uno es el del "más allá". Hay que saber a tiem-
po prevenir los riesgos. Necesitamos vivir en estado de
alerta, por lo que pueda ocurrir. La llegada de Jesús será
inesperada. No sabemos ni el día ni la hora. Su recomen-
dación es vivir de tal manera que su venida no nos sor-
prenda impreparados. Jesús quiere que esta vida pasajera
no nos haga olvidar la vida eterna que nos espera.
PREPAFtsAMOS
PORQUE A LA [-E ÜffiA
MENüS PENSAMA
VENt}RA
EL HlJO
DEL HOMBRE
(Mr. 24)
55
TAffiA f,]ruffi
$][ {}
$f,1 ililN$) ffi
Y SEGUN
SUS OBRAS
(S. B¡blia. Apocal ipsis)
DOMII{GO 32
CICLO B
,.
¡"i .1,
t¡ ,lLLt ¿l .:i:.
[,fi liirq-¡idil Ér
il r;] l-,/r,
v[[JHil{
56 57
DCIWINGO 32 --CTCLO B
PRIMERA LECTURA. Del libro lo. de Los [teyes,
17,10-16
[,A VIUDA DE SAREPTA
/ll llegar el profeta Elías a la ciudad de Sarepta
encontró a una viuda que recogía leña. La llamó y
le d"ijo: "Por favor tráigame un poco de agua para
yo beber"-Mientras iba a buscarla le gritó: -"Por
favor: tráigame también un pedazo de pan" -Ella
respondió: -Le juro por el Señor Dios qrre no tengo
pan. Solamente me qrreda un poqrritico de harina
y algo de aceite. Estaba recogiendo rrn poco de leña.
Voy a hacer un pan para mí y paT.a mi hijo. Nos lo
comeremos y después moriremos".
Respondió Elías: -No tema. Vaya y prepare lo
qrre ha dicho. Pero primero haga rrn pan para mí y
me lo trae. Porque esto dice el Señor Dios de Is-
rael: La vasija de harina no se quedará vacía, y el
aceite en el frasco no se disminuirá, hasta el día en
que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra.
Ella se fire, hizo lo.qrre le había dicho Elías, y
comieron é1, ella y su hijo. Ni la vasija de harina
qrredó vacía, ni el aeeite disminuyó en el frasco,
como lo había dicho el Señor por medio de Elías.
Esta viuda, como Ia del evangelio de hoy, da todo lo
que posee. Su vida de pobreza le ha enseñado a ser des-
prendida. Tbes años llevaban sin lluvia en aquellas tie-
rras en castigo por haber pecado el gobernante iontra
Dios, y el hambre que todos soportaban era atroz. La viu-
da en la S. Biblia es sÍmbolo de debilidad,,de pobreza, de
desprotección y falta de recursos, pero.en las Iecturas de
58
Xr(}iVÉlirlüO:X2 - {J[üX-O trJ
hoy aparece como símbolo de generosidad. La viuda de
Sarepta, por haber dado para el profeta de Dios lo poco
que ella poseía, recibe generosamente de manos de Nues-
tro Señor todo lo que va a necesitar para comer durante
el tiempo que dure la carestía. Por medio de Elías mani-
fiesta Dios su protección y generosidad para quien ha te-
nido generosidad con su profeta. Más tarde dirá Nuestro
Señor: "En verdad les digo, qrrae quierr recik¡e l¡iem a
urr profeta, por ser."¡lrol'eta, l"ecifrir:á Xlrernio corno
de profeta.y quien regale aunque sea un vaso de agua a
alguien por ser discípulo, les aseguro que no se quedará
sin recompensa (Mt. 10, 41).
Siempre se cumplirá la promesa que hizo Dios: "Quien
generosamente d a, generosamente recibirá" (Eclesiástico).
SALI{O. EI Salmo 145 que se lee hoy recuerda que
"Dios da pan a los hambrientos y sustenta a las viudas".
SEGUIIDA LECTURA. De la Carta a los Idebreos,
9,24-28
Cristo ha entrado no en un santuario constrtri-
do por hombres, sino en el mismo cielo, para colo-
carse ante Dios, intercediendo por nosotros.
Esta es una idea repetida varias veces por la Carta a
los hebreos, porque es de primerísima importancia: que
Cristo está junto al Padre Celestial intercediendo, rogan-
do, por nosotros. Esta gran verdad,es motivo de esperan-
z.a para todos los,que creemos en El. Jesús no piensa en
El, ni ruega por El, sino que piensa en nosotros, y ruega
cada dÍa por nosotros.
Muchisísimas de las cosas buenas que nos suceden, se
deben a que Jesús ha orado en favor nuestro.
59
El ctestireo clel ser hurnanü es lmorir n¡na sola
ve'¿, y después el jtlicio
He aquí una enseñanza clave de la palabra de Dios. Se
muere una sola vez.Y no muchas veces como afirman los
partidarios de la reencarnación, los cuales andan dicien-
do que cada uno tiene que reencarnarse cien y más veces
y morir también muchísimas veces, hasta redimirse a sí
mismo y entonces ya no habría necesidad de la redención
de Cristo, con lo cual la doctrina de la reencarnación le
quita a Jesucristo todo su valor como Redentor y Salva-
dor, pues no es El quien nos redime y nos salva, sino uno
mismo reencarnándose. Idea absurda. Morimos una sola
vez, y después el juicio. Algo clave y que no debemos
olvidar jamás: apenas muramos tendremos que presen-
tarnos ante el Juicio de Dios para recibir cada uno según
hayan sido sus obras, ya sean buenas, ya sean malas... El
Padre Escrivá recornendaba: 1'No olvidemos nunca el Jui-
cio que nos espera, porque su recuerdo nos puede hacer
mucho bien". Nos presentaremos ante el Juicio divino,
sin máscaras ni disfraces, sino tal como hemos sido en
verdad. Y nada habrá oculto que entonces no llegue a
saberse, todo Io bueno y todo malo.
i; e ¡;'rriiirr. ;i ru.lii:. ilvl ¿ür i:' .:j ü sj ,
'L:i,
,
I,A LIMOSNA DE I,A VIUDA
Estando Jesús frente a una de las alcancías del
ternplo, obsen¡aba a la gente que iba echando di-
nero. Muehos rieos echaban en cantidad. Se acer-
có r¡na viuda pobre y echó dos monedas. Llamando
a sus¡ discípulos les dijo: 'Les asegrrno qrre esta pobre
üuda ha echado en Ia alcancía más qrre los demás,
porque los otros han echado de Io qrre les sobraba,
pero ésta, que pasa por difíeil situación económi-
ea, ha echado todo lo que tenía para üvir".
60
Doll,ltNGO 32 - CICLO I}
Dichosa viuda esta que mereció un elogio de Jesús.
Dar todo lo que una persona tiene para vivir, es un acto
verdaderamente heroico. No es suficiente dar lo que nos
sobra.
Estando frente a una de las alcarrcías
Había en el templo unas 24 alcancías, llamadas "Thom-
petas" porque tenían la forma de ese instrumento musi-
cal. Cada una tenía un destino especial: unas para
comprar trigo para los sacrificios diarios, otras para con-
seguir corderos para sacrificarlos por los pecados del pue-
blo; otra el de contribuir a los gastos del mantenimiento
del templo, etc.
Echó dos nnonedas. El evangelio da el nombre de
esas monedas "dos delgadas" porque así se llamaba a la
nroneda de menor valor que existía: "la delgada".
Esta pobre ha echaclo más que los demás
Porque Jesús lo que mide es el "costo" que la ofrenda
ha tenido para la persona que da la limosna. Existen per-
sonas que sÍ dan pero con tal de que su ayuda no les obli-
BU;- a privarse de nada. Sería una lástima que nuestras
ofrendas no nos ocasionaran el vernos privados de algo
que en verdad necesitamos y que nos agrada. Pocos de
nosotros podemos leer este relato sin avergonzarnos.
Ha echado todo lo que tenía. La mujer había podi-
do guardarse una moneda, y aunque no habría sido mu-
cho, siempre habría sido algo, pero dio todo lo que tenía.
En cambio nosotr s siempre nos reservamos algo; casi
nunca hacemos un sacriflrcio total y definitivo.
Es algo curioso que la persona que Jesús en el Nuevo
Testamento hace pasar a la historia como un mode-
61
lo de glenerosidad, es alguien que dio lo menos que se
podía dar. Y esto nos anima a muchos que senti*o. q,r"
no tenemos dones especiales ni cualidades brillantes ni
grandes cantidadgs de dinero para ofrecer a cristo, pero
sí poge-mos a su disposición todo lo que somos y posee_
T-o" El hará por medio de nosotros cosas que están más
allá de la imaginación.
Qué bueno morir con las manos llenas de buenas obras,
y más bueno aún, morir con las manos vacías por haberlo
dado todo, todo.
Muchos echaX¡an e¡n canl,idacü
Los israelitas recordaban muy bien er mandato bíblico
que dice: "No te presentes a üios co* Ias ffiranos vi¡*
eÍiu§" y eran sumamente generosos con el templo, mucho
más que nosotros. sabían que Dios mira nuestras manos
abiertas para pedir, y según lo que hayamos dado, así nos
dará. Dios lleva cuenta de lo qué nosotros damos para É1.
¿cuánto gastamos en difundir lecturas religiosui? ¿co.,
cuánto hemos contribuido para er embelleóimientó a"t
templo de nuestra parroquia? ¿cuánto dinero nos ha cos-
tado nuestra religión en este año? ¡sería interesante ha-
cer las cuentas!
Si mañana apareciera la lista de lo que cada uno ha
dado para la Iglesia, algunos se avergo izarían. pero un
día sí aparecerá en el cielo.
CONCLUSIONES:
Recordemos: para el cielo nos llevaremos lo que haya-
mos gastado para nuestro Dios y en favor del prójimo rr"-
cesitado, y en cambio lo que dejemos en esta tierra por
haberlo ahorrado egoístamente, io perderemos para siem-
62
DOR,ITTNGO;}2 - CICL0 B
pre; algunos no tienen dinero para dar, pero sÍ puedendar su
-tiempo visitando enfermos, acompañando ancia-nos, colaborando con obras comunale., ;;;^plazando aalguien, enseñando catecismo, etc., etc.
Pig" lo pide todo, porque Él sabe darro todo. Es nece-sario dar no sóro lo qr".otru, sing ñ;;¿;"rñe se pue_
de necesitar. Da mái, quien queda privado a"ira..
Jesús quiere lrevar a ra gerrerosic.ilacr ir*¡i,ru*e,te.
er generosos pero con dema_
a hay unas palabras cla_
o) y lo necesario. Es
n- dy lo que les sobra,
darle un mordisco a Io
tenros, porque nos qued"" f?:X",T::;HXx: í ff ;f;supergeneroso que nunca se deja ganár de naáie ur g"_nerosidad
La viuda
"" l? última persona que Jesús elogia antesde su Pasión y Muerte. pita .ro ." puso a hacer nuestros
e necesitamos vamos a ca_
riesgó a tener fe en el Dios
el buen Dios no le falló en
Cuando Dios quiere elevar a una persona a un altogrado de espiritualidad, la desinstaü, i; il;; renun_ciar a vivir llena de comodidades y de bienes y hace quele falte algo, de manera que ya no viva confiando en lo
63
terreno sino en lo celestial. La viuda era pobre y dio todo
lo que tenía, empobreciéndose más, y este desprendimien-
to la hizo subir un grado más en santidad y espiritualidad,
y la llevó a colocarse en manos de Dios. La entrega gene-
rosa es empobrecedora materialmente y enriquecedora
espiritualmente.
' ;l.i,r .;ia;i'Í:il ,,,.i uir,:i.',i¡ri,i:Ii i,¡¡r: ,: ll-t. .rí,,: I'iri. -il (lirlj!'Iir,1.;iij i:tl¡isI- ¿NOS
estaremos guardando algo que deberíamos dar? ¿Damos
solamente las sobras, lo que ya no nos hace falta? Hay
que saber dar con valentía, con santa imprudencia. No
hemos experimentado más la maravillosa generosidad de
Dios porque no hemos dado con más largueza.
La madre y los siete hijos prefirieron
y morir, con tal de permanecer fieles a
DOMIIGO 32
CICLO C
Años I 995- I 99 8-200 l-2004-2007 -2010- ZOIB
ser despedazados
la Santa Religión.
L,üS I1,LC¡IIIIEOS
ffi#ffi
(Jesucristo)
64 65
DOMINGO 32 CICLO C
I'il,l i-.4 j il"i,/i i,ilC'I'LIIüA: tr-1,*:li I-,iI:,,ri'cB
lVl, i'i ¿: ¿¿ fi ,, ( t: tt;: I i, -l
, ] - -[ ,.1 .
lcs
LOS SIETE HERMANOS MACABEOS.
Colocamos a continuación la historia de los Siete her-
manos Macabeos, porque es verdaderamente interesante
f-OS SAN'I,(}§ MACAtsIrüS" Siglo II a. clc" C.
En la S. Biblia hay dos libros llamados de Los
Macabeos (Palabra que significa: "Fuerte contra el ad-
versario"). AllÍ se narran las historias heroicas de quie-
nes prefirieron perder todos sus bienes y hasta morir, con
tal de defender la santa religión del verdadero Dios.
En el libro 2o. de los Macabeos, capítulo 7o., se narra
la lflistoria de los siete herrnanos mártires, Ios cua'
Ies fueron cruelmente atormentados para hacerles rene-
gar de su fe, pero prefirieron toda clase de tormentos con
tal de permanecer fieles a los mandatos de Dios hasta la
muerte. La siguiente es su historia, según cuenta la S.
Biblia:
Sucedió que siete hermanos israelitas fueron apresa-
dos, junto con su madre, y eran forzados por el rey a que
renegaran de la santa religión verdadera. Fueron
flagelados con azotes y fuetes de cuero, para que hicieran
lo que la sant-r religión prohíbe.
El prirner mártir: Uno de ellos decía al impío rey
Antíoco que pretendía alejarlos de la religión de sus pa-
dres:-"¿Qué pretende de nosotros? Estamos dispuestos a
morir, antes que desobedecer las leyes que Dios les dio a
nuestros antepasados".
66
IX)VüN(;();i2 . CtcL() (l
El rey lleno_de rabia, mandó prender fuego debajo de
sartenes y calderas, e hizo echar allí la le.r!r. dei que
había hablado en nombre de ros demás. Hi;üL re arran_
caran- toda la pier de ra cabeza, y que le cortáran ras ma-nos y los pies, en presencia de.r. hé.-u"o. yá" su madre.
-Cuando
quedó completamente inutilizado, viendo que
todavía respiraba, mandó er rey que lo
".hu.á.,
a un sar-tén que estaba sob¡e. el fuego V áffi lo tostaran. Aparte,
mientras el humo del sartéñ sé difundiu lejo=,los demás
hermanos, junto con su madre, se animaban mutuamen_
te a morir con generosidad y decían:
"El señor Dios cuida de todos nosotros y está presen-
cial{o lo que sucede. Siempre se cumpliráio que prome_
tió Moisés: Dios se compadlce de
",r" ^*ig;;,,]-Llega el segtrnd*r. ep¡¡do el primero pasó a la eter_
nidad, llamaron ar segundo, y desp.r¿. d"^^...ncarre rapiel de la cabeza y todos
"rr" ".bállo", i" pr"gr.rt..o.r,
"¿;Está dispuesto a hacer ro que prohíbe su refrgion? ¿oquiere ser torturado en .r., .,rl.po parte por parte?,,.
Él .e"pondió: ,,¡De
ninguna manera y por ninguna cau-sa haré jamás lo que p.ohíbu mi santa-*frgiá;F
Y entonces lo torturaron del mismo modo que habían
hecho. con el primero. Antes de que re arrancaran la ren-
T-u d,jo al rey::Tú, injusto y criminal,
"; ;;;as de lavida presente. pero er-Rey áe ros cieros nos resu citarápara la vida eterna a los que morimos por cumprir sussantas leyes".
Tercera vícüima. Luego Ilamaron al tercero. Este pre_
sentó la lengua para que lu arran_caran y las nlanos parase las cortaran, pero antes dijo: "por boid"a JLr nios der
67
cielo poseo esta lengua y estas manos. Pero por cumplir
sus santas leyes renuncio a todo esto que es tan precioso
y útil. Yo espero que en Ia eternidad me devolverá el Se-
ñor lo que he sacrificado por su amor". El rey y sus acom-
pañantes estaban admirados y sorprendidos del valor de
aquel muchacho que no tenía miedo a tan terribles dolo-
res con tal de cumplir lo que le mandaba su santa reli-
grón. Lo maltrataron y asesinaron como a los otros dos.
Despedida del cuarto hermano. Hicieron pasar en
seguida al cuarto hermano y los maltrataron con feroces
suplicios. Cuando ya estaba agonizante y cerca de su fin,
exclamó: "Es preferible morir a manos de los hombres
con tal de conseguir ser resucitados para la vida eterna.
En cambio para los enemigos de Dios y de su religión no
hay esperanaza para la eternidad".
Uno más. En seguida llevaron al quinto hermano y
se pusieron a atormentarlo. El, mirando al rey le dijo:
"¿Se imagina que porque tiene un alto puesto de go-
bierno puede hacer todo lo que se le antoja? Pero no crea
que Dios ha abandonado a quienes pertenecemos a la ver-
dadera religión. Ya verá que pasado un poco de tiempo,
nuestra santa religión triunfará, mientras a ustedes les
sucederán cosas muy desagradables".
El sexto mártir. Después de este, trajeron al sexto
hermano, el cual, cuando estaba a punto de morir a cau-
sa de tan terribles tormentos, exclamó: "No se hagan ilu-
siones los que combaten contra la religión del verdadero
Dios, pensando que nada malo les va a suceder por todo
esto. Anosotros nos sirven estos sufrimientos para pagar
nuestros pecados, pero a los que luchan contra Dios, les
esperan males espantosos".
68
DOMINCO Í}2 . CTCLO C
La matlre heroica
_ sigue diciendo la s. Biblia, en el capítulo To. del 2o.
Libro de los Macabeos: 'Admirable en todo aspecto y
4igrr. de todo glorioso rec'erdo, f,e aqrrella ma_
dre que al ver morir a todos sus hijos en el es^pacio de un
solo día, padecía todo esto
"or,
.r.Érrtía, porqle tenía la
esperanza puesta en los premios que Nuestro señor tiene
reservados para sus fieles amigos. Animaba a cada uno
de ellos hablándoles en.su lenguaje patrio, llena d" g".r"-
rosos sentimientos y estimulándolos a sufrir con gran valor
les decÍa:
-Yo no sé cómo mi Dios me concedió er honor de ser
nradre de cada uno de ustedes. eué honrada me siento al
ver que ahora entregan su espíritu al creador por defen-
der sus santas leyes. Él e'cambio res conced"rá lu gloria
eterna".
El T"y .se enfrenta al más pequeñÍn
de los hermanos
- El rey AntÍoco se-propuso ganarse al más pequeño de
l.os.her-manos y le ofreció regáros y hacerro ri.o y conce-
{ullg altos empleos
_c_on
tal dé que ábandonara la religión
del Dios de Israel. viendo qüe er muchacho no le hácía
caso, el rey llamó a la mamá y le pidió que tratara de
c-onvencer al joven para que salvara su '*ridu ,".r"gando
de su religión.
. _E"t9.3_.es
aquella valerosa mujer se acercó a su hijo y
le dijo: f'Hijo: ten compasión de mi y por amor a tu madre
no vayas a renegar jamás de la santa religión de nuestros
antepasados. Recuelda que estás obedeciéndo ar Dios que
creó los cielos y la tierra. No le tengas miedo a este ver-
dugo que te quiere quitar la vida áel cuerpo,- plrqru si
69
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN

More Related Content

What's hot

Importancia de Evangelizar a los Niños.
Importancia de Evangelizar a los Niños.Importancia de Evangelizar a los Niños.
Importancia de Evangelizar a los Niños.RAFAEL ROJAS
 
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZsifexol
 
Esquema de adoración al Santísimo Sacramento
Esquema de adoración al Santísimo SacramentoEsquema de adoración al Santísimo Sacramento
Esquema de adoración al Santísimo SacramentoDiocesis Tlaxcala
 
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...elifix
 
Hora Santa por los Sacerdotes
Hora Santa por los SacerdotesHora Santa por los Sacerdotes
Hora Santa por los SacerdotesGby CC Auriazul
 
Catequesis de primera comunión espriella
Catequesis de primera comunión espriellaCatequesis de primera comunión espriella
Catequesis de primera comunión espriellagomezvictorarmando
 
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"JORGE ALVITES
 
Hora Santa Animo Soy Yo
Hora Santa Animo Soy YoHora Santa Animo Soy Yo
Hora Santa Animo Soy Yoj13ne
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 

What's hot (20)

Importancia de Evangelizar a los Niños.
Importancia de Evangelizar a los Niños.Importancia de Evangelizar a los Niños.
Importancia de Evangelizar a los Niños.
 
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
 
Esquema de adoración al Santísimo Sacramento
Esquema de adoración al Santísimo SacramentoEsquema de adoración al Santísimo Sacramento
Esquema de adoración al Santísimo Sacramento
 
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...
LIBRO SEÑOR UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANAR. COMO ORAR EFICAZMENTE PARA P...
 
Horas Santas Cuaresma 2011
Horas Santas Cuaresma 2011Horas Santas Cuaresma 2011
Horas Santas Cuaresma 2011
 
Partes de la Misa
Partes de la MisaPartes de la Misa
Partes de la Misa
 
Hora Santa por los Sacerdotes
Hora Santa por los SacerdotesHora Santa por los Sacerdotes
Hora Santa por los Sacerdotes
 
Catequesis de primera comunión espriella
Catequesis de primera comunión espriellaCatequesis de primera comunión espriella
Catequesis de primera comunión espriella
 
Guión meditación del vía crucis
Guión meditación del vía crucisGuión meditación del vía crucis
Guión meditación del vía crucis
 
Meditaciones para recibir el sábado
Meditaciones para recibir el sábadoMeditaciones para recibir el sábado
Meditaciones para recibir el sábado
 
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE PLATA - PADRE ELIECER SALESMAN
 
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"
MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"
 
Dinámicas para profundizar.
Dinámicas para profundizar.Dinámicas para profundizar.
Dinámicas para profundizar.
 
Hora Santa Animo Soy Yo
Hora Santa Animo Soy YoHora Santa Animo Soy Yo
Hora Santa Animo Soy Yo
 
Tecnicas evangelismo personal_laicos
Tecnicas evangelismo personal_laicosTecnicas evangelismo personal_laicos
Tecnicas evangelismo personal_laicos
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
La misa
La misaLa misa
La misa
 
Las partes de la misa
Las partes de la misaLas partes de la misa
Las partes de la misa
 
Virgen de guadalupe
Virgen de guadalupe Virgen de guadalupe
Virgen de guadalupe
 

Similar to LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN

pepitas de diamante Eliécer salesman
pepitas de diamante Eliécer salesmanpepitas de diamante Eliécer salesman
pepitas de diamante Eliécer salesmanOrlando Vargas
 
pepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesmanpepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesmanOrlando Vargas
 
365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris
365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris
365 florecillas de Don Bosco - Michele MolinerisJasterRogue2
 
Porque no-llega-el-avivamiento
Porque no-llega-el-avivamientoPorque no-llega-el-avivamiento
Porque no-llega-el-avivamientoEsme Torres
 
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhill
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhillPorque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhill
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhillMario Zeledon
 
Domingo auténtico
Domingo auténticoDomingo auténtico
Domingo auténticodominicosweb
 
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...Carlos Mujica
 
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotros
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotrosAdviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotros
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotrosFEDERICO ALMENARA CHECA
 
Fray Luis de Granada
Fray Luis de GranadaFray Luis de Granada
Fray Luis de GranadaVicente Ruiz
 
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo Estrada
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo EstradaEn Espíritu y en Verdad - P. Hugo Estrada
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo EstradaJasterRogue2
 
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personal
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personalCuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personal
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personalGilberto Santillana
 
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tirado
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tiradoLibro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tirado
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tiradoprofeta2222
 
Primeras paginas de Memorias de un Exorcista
Primeras paginas de Memorias de un ExorcistaPrimeras paginas de Memorias de un Exorcista
Primeras paginas de Memorias de un ExorcistaHojas Mágicas
 
James redfieldlaundcimarevelacin
James redfieldlaundcimarevelacinJames redfieldlaundcimarevelacin
James redfieldlaundcimarevelacinGabriel Bravo
 
La undecima revelacion
La undecima revelacionLa undecima revelacion
La undecima revelacionyhonnyjunior
 
Mensajero santo domingo
Mensajero santo domingoMensajero santo domingo
Mensajero santo domingodanielIguasnia
 
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentir
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentirBenjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentir
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentirinfocatolicos
 

Similar to LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN (20)

pepitas de diamante Eliécer salesman
pepitas de diamante Eliécer salesmanpepitas de diamante Eliécer salesman
pepitas de diamante Eliécer salesman
 
pepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesmanpepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesman
 
365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris
365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris
365 florecillas de Don Bosco - Michele Molineris
 
Porque no-llega-el-avivamiento
Porque no-llega-el-avivamientoPorque no-llega-el-avivamiento
Porque no-llega-el-avivamiento
 
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhill
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhillPorque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhill
Porque no llega_el_avivamiento_-_leonard_ravenhill
 
Scj.es num 2 para la web
Scj.es num 2 para la webScj.es num 2 para la web
Scj.es num 2 para la web
 
Domingo auténtico
Domingo auténticoDomingo auténtico
Domingo auténtico
 
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...
Revista Iglesia y Vida Salvatorianos Venezuela - Iglesia Católica - Diciembre...
 
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotros
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotrosAdviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotros
Adviento. año de la fe 2012. retiro parroquial. cristo vive entre nosotros
 
Fray Luis de Granada
Fray Luis de GranadaFray Luis de Granada
Fray Luis de Granada
 
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo Estrada
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo EstradaEn Espíritu y en Verdad - P. Hugo Estrada
En Espíritu y en Verdad - P. Hugo Estrada
 
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personal
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personalCuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personal
Cuando dios nos dio a su hijo, libro de experiencia personal
 
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tirado
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tiradoLibro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tirado
Libro como-enfrentar-al-demonio-y-vencerlo-monsenro-andres-tirado
 
Libro como enfrentar al demonio monseã±or andres tirado (1)
Libro como enfrentar al demonio monseã±or andres tirado (1)Libro como enfrentar al demonio monseã±or andres tirado (1)
Libro como enfrentar al demonio monseã±or andres tirado (1)
 
Primeras paginas de Memorias de un Exorcista
Primeras paginas de Memorias de un ExorcistaPrimeras paginas de Memorias de un Exorcista
Primeras paginas de Memorias de un Exorcista
 
James redfieldlaundcimarevelacin
James redfieldlaundcimarevelacinJames redfieldlaundcimarevelacin
James redfieldlaundcimarevelacin
 
La undecima revelacion
La undecima revelacionLa undecima revelacion
La undecima revelacion
 
Mensajero santo domingo
Mensajero santo domingoMensajero santo domingo
Mensajero santo domingo
 
Espacio k 5 2016
Espacio k 5 2016Espacio k 5 2016
Espacio k 5 2016
 
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentir
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentirBenjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentir
Benjamín González Buelta. Salmos para gustar y sentir
 

More from sifexol

LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...
LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...
LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...sifexol
 
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN sifexol
 
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZsifexol
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTEsifexol
 
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...sifexol
 
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...sifexol
 
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...sifexol
 
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...sifexol
 
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAULIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAUsifexol
 
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.sifexol
 
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADALIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADAsifexol
 
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...sifexol
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTEsifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGLIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGsifexol
 
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.sifexol
 

More from sifexol (18)

LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...
LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...
LIBRO LA VERDAD EN LAS ESCRITURAS. PREGUNTAS Y RESPUESTAS - PADRE FLAVIANO AM...
 
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
 
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
 
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
 
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...
LIBRO "SEÑOR, UNA PALABRA TUYA BASTA PARA SANAR". COMO ORAR EFICAZMENTE POR S...
 
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
 
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
 
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAULIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
 
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
 
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADALIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
 
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGLIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
 
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.
LIBRO APRENDER LA BIBLIA JUGANDO - PADRE MARTIN SOLORZANO S.
 

Recently uploaded

Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.yhostend
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosGemmaMRabiFrigerio
 
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxAntonio Miguel Salas Sierra
 
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxPalitoBlanco1
 
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...JaimeRuilovaTorres1
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.Opus Dei
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfAntonio Miguel Salas Sierra
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxjenune
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA Vczspz8nwfx
 

Recently uploaded (11)

Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitarSanta Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
 
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
 
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
 
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CMLa oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
 
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
 

LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN

  • 1. i:'l )i t { i ¿.i ) 'u. .,' )i /t. .l ..1': !..'¡ 7 t ,l 'j¡.J I .., ; ,t lrí ¡( /.r. ! i A' 4, It f ; t '-! ,i It ií
  • 2. f Nr) l El frütor y sus Obrqs r', P. ELíECER sAt ESHAII nacló en Betulla (5antander, Colombla) en I9Z9 Desde muy Joven fue aficionado a la lectura A los 15 años su padre lo sorprendió leyendo novelas y Ie'd!Jo: «llo es conveniente leer novelas, porque las novelas son mentlra y la 5. Blblia dice que el d ia blo es el padre de las rnentiras». Y le dió el bellíslrno libro «La lmitación de Cristo» . La lectu ra de este formldable llbro transformó por com pleto su gusto e n cua nto a la lectu ra y a sus criterios espirituales, y en adelante se dedlcó a leer libros formativos. En un retlro con los Tadres 5alesianos Ie recomendáron leer el libro «Preparación para la muerte», de 5an Alfonso y esta lectura produJo en su personalldad, según sus palabras, «ur-rd metamorfósis como la que cambla un horrlble gusano en una agradable rnariposa», y lo impulsó a hacerse rellgloso. En L949 entró a la Comunldad 5aleslana. Allí se especlallzó en pedago gía, -d espués de-obtener-f-tltlr lo en HISTORIA en la Unlversldad Javerlaniaide Bogotá, fue En 1969 publlcó su prirner libro FLORA Y EL[O, PEQUEHO5 MARTIRE5 que en pocos años alcanzó l6 edlclones con rnás de 160.000 ejemplares. E n 197 4 com puso su CUflSILLO ts,ELlCO, del cua! se han hecho 33 ediciones, con más de un mlllón de ejemplares vend idos. E n 197 5 ed ltó el ,tlA HUAL DEL CATÓL|CO, el cua! en sus 50 ediclones ha superado ya los tres millones de ejemplares. En L976 publlcó su llbro más popular SECBEIOS PARA TRIUHFAñ EN tA V,DA, que se edlta en Méxlco, Panamá, Venezuela, Ecuador y Chlle y, que sólo en Colombla lleva 2,7 edlclones con 99O.OOO eJemplares vendldos. Este llbro produce verdaderas transformaclones en Ia personalldad. En 1979 publicó dos obras que se han hecho rnuy populares: LA novENA aíauca A;LtltÑo JEsuS que ya lleva 50 edlciones, con 4.200.000 Eemplares y LOs NUEVE DOHII'GOs At DIVINO NtÑO JEíÚs,llbro que ha llegado a las 26 ediclones con L.420.000 eJemplares. Edición 40.000 Eiernplares E illmgG Domingos 3l -32-33 a cristo Rett I o., 2o., 3o., 4o. Aduiento lnmaculada Nauidad A Sagrada Familia lpostolado tsíblico católico
  • 3. ESTE I.IBNO SE CONSIGUE EN: DISTHIBU¡DORA LAT¡NO Av. Miguel Prostella. Galerías El Dorado Local No. 12 PANAfUÁ fe¡ : 3644627 REPÚBLICA DE PANAMÁ LIBRE NíA CATÓLICA ATE NAS Calle Atenas D.122 Bayamón - PUERTO RICO 00959 LIBRERí¿ O¡VINO NIÑO JESÚS San Jorge, 357 Santurce PUERTO RICO - 00912 -Tel: (809) 728-5207 LIBR ERíA CATÓLICA LA ¡NMACI.,ILADA Calle Celis Aguilera No. 72Tel:787-2584735 Caguas - PUERTO RICO - 00725 LIBREHíN CNTÓIICN AÍ¡AWIN Arecibo - Bayamón - Moyaguez San Juan - PUERTO RICO LIBB EHIA SAGRADA FAIl'IILIA Av. De Diego 555. Puerto Nuevo 00920 Tel: 7 87 -793-6802 San Juan - PUERTO RICO LIBHERíA SAN PEDRO CLAVER Te!: 71 83530956 NEW YORK, U.S.A. I:D¡CIONES DON BOSCO Tel: 5357557. tr¡ÉXlco D.F. PARFIOQUIAI. DE SAI§ ANTONIO Diag. San Antonio 1931 A - Col. Narvarte Tel. 530 78 77 - México D.F. - MÉXICO ALMACENES UNIDOS Tel: 554444 - San José - COSTA RICA Para envíos al exterior hacer los pedidos a: HERNANDO NEIRA Cra. 50 No. 52-126 Of. 405 Fax: (4) 571 85 52 Medellín - Colombia 3a. Edición Marzo de 2004 20.000 ejemplares impresos en la Editorial Centro Don Bosco Av. Eldorado No. 65-96 Bogotá, D.C. @ Apostolado Bíblico Católico ISBN 958-9492-61-4 Printed in Colombia - Impreso en Colombia INTRODUCCIÓX f.,a eloeuencia es un clon inapreciable. Si no se tiene hay que pedirla a Dios, porq.,. áe Él viene todo don y El goza regalando a sus hijos loÁ dones que más necesi- t t,y Jesús prometió: ,oTodo eI que pide recibe'r. pue_ de ser que si no tenemos más erocuencia, se debe a que no hemos pedido a Dios más elocuencia. (Recordemos: elocuencia es la facultad de hablar en fnrma eftcaz. Es un modo de hablar que tiene eficacia para conmover) si Nuestro señor nos ha concedido el don de la ero- cuencia no nos cansemos nunca de agradecérselo y trate- mos de cultivarlo lo más posible (poryue todo don que no se cultiva se va disminuyendo y puedé hasta llegar a des- aparecer). si ya tenemos elocuencig, pidamósle a'Dios que nos aumente nuestra elocuencia. El puede hacerlo y pio_ bablemente quiere hacerlo. _ san Gregorio Nacianceno decía: "He renunciado a mis bienes materiales en favor de los pobres. He dejado altos cargos.Yhasta tuve que alejar*" á" mi familiu."p"ro sóIo a rrna cosa no he renunciado: a Ia elocuie¡tr:ia. Me esfuerzo por aumentarra y conservarla porque eila es er arma que el rbdopoderoso me regaló pu.u poderle colabo_ rar en la santificación de ras almas y en lá extensión del Reino de Dios". ¿PodrÍamos nosotroÁ repetir argo pareci- do? ¿o más bien tendrán que decir dásanimidament"
  • 4. nuestros oyentes: "No se preocupa por ser elocuente. No se esfuerza por hacer atractiva su predicación. Su modo de hablar es cansón. Parece que no se prepara y no ensa- ya lo que nos va a decir'? Dios mío: ¡qué responsabilidad tan tremenda para el día del Juicio! A mitad del siglo 20 hubo un periodista muy leído que firmaba con el seudónimo de Alkanotas. Lo último que leímos de él en su columna diaria fue: t'Nada hay en el mundo qrre sea más eansón que rrrr serrnón de ¡¡n dornirrgo". Lo siguiente que leímos acerca de él fue que había muerto y que invitaban a su entierro. Pero nos quedó fija en la mente esa nota amarga y decepcionada de al- guien que asistía a misa y deseaba una predicación agra- dable, bien preparada, declamada, interesante, y viva. Y en cambio se encontraba con la monotonía de una predicación preparada a la carrera (o no preparada) y pro- nunciada sin entusiasmo. ¡Y pensar que de ésto nos va a tomar cuenta el Juez Diüno el día de nuestra muerte! El buen orador ofrece a su auditorio cuadros vivos de cosas y acciones descritas con interés y realismo. Para ser elocuente se necesita una causa importante para defender y un mensaje interesante para transmitir. La elocueneia debe tener por f,inalidad el lograr obtener algo irnpor.tante. Su fin debe ser de carácter práctico. I)e un seminario mayor escuchamos esta horrible no- tici¿r: "A los seminaristas no se les da clase de oratoria o de predicaciód'. ¡Noticia fatal! De cuántos de ellos tendrá querepetir la gente la frase feroz del periodistaAlkanotas: ¡que nada hay tan aburridor como un sermón! 4 si por lo menos res hicieran leer algún libro que ense- ñe tácticls_para predicar bien (.g.*9;;;;ñpio "r q""se titula'Manuar de predicadores", delstaáálección) ¿Es ngsible que mandemos a la rucha í ro" ;;"";; sacerdores sin haberles enseñado las tácticas para .r"r""r? ¿S" ;;;:paran los futuros abogados para convencer.a loi j"¿;;con sus peroratas, y ng se especi ariza a ros futuros minis_ tros del altar para saber enseñar ra r"rigiá;á" *.rr"r,agradabl ey efr-caz? ¿Aprende"lo" poríticos ros medios,más eficaces para conmover a ras mucüedu-u-r* y "n cambio Ios delegados de Dios para lrevar las gentásá ci"lo no se entrenan bien para saber entusiasmá po, Cristo, por lasalvación y por la santificación? Dos EXTREMOS IIAY euri EVITAR. Er primeroes eI ampulosg: le agradan ios largo"p.ri"A-rs, y por Iogeneral lo que le interesa es demostrar cuán bien infor_ mado está acerca del tema, y cuán florido ". "r er habrar. Tiene un tono ex-cesivo paá el asunto il; trutu, da latriste sensación de ser insincero. y tiende a sentirse er centro de la atención y la máxima autoridaá en aqueilo de que se habla.- por querer aparecer como un héroe o superhombre, se hace¡idícuro y despreciáüiu. lur"ce que lo que Ie mueve a habrar rro ""-,.r. gran entusiasmo por er tema que va a exponer, sino el ap,arecer como alguien que ybe expresarse muybien (Graniilor.r"rr"iu, "Jii.-. u"tudefecto). EI efecto á" r.rs artisonantes parabras es casi siempre muy p-oco y hasta nulo. Si a""pu;;-;" uno de esos sermones floripondios p-reguntara. "r" oyentes quése Ies quedó de todo ro que él 1"". a¡o, "" q""-aí.ia desilu_ sionado. Por orgu[oso y vanidoso se quedó sin cosechar frutos de conversión. El otro extremo es er descuidado. presenta ideas valiosas pero de una manera tan desartñ.d" *e se dis- 5
  • 5. minuye mucho el valor de lo que enseña. Si hubiera puesto un póquito más de entusiasmo habría logrado quizás el dobie de buenos resultados. No parecía muy entusiasma- do por las verdades que estaba enseñando. A veces dan gurru" de gritarle al predicador: "por favor: emociónese un poquito más por eso que nos enseña". Es que su tono ". d.*u.iado frío y se vuelve cansón y más nos invita a dormir y a cabecear que a reaccionar y entusiasmarnos por esas buenas ideas. .t; . ,;,,.f:r I .;.i i.,,,; t;.] otrA'irr"ir,,c, ,,r'.ilt.'(ij j.t'' MOdgfnamentg la elocuencia se manifiesta en un tono familiar, vivo y entu- siasta pero sin exageraciones. Más que el bramar de una cascadá que se queda sin mover ni siquiera una turbina, se prefieiu ,rt. represa profunda, serena, que bien en- cauzadaproduce energía para iluminar muchos hogares. La verdadera elocuencia no es el huracán terrible que oyó EIías en el Monte Horeb, sino Ia suave brisa que vino después, y en la cual sí estaba Dios. En Ia actualidad los que mueven a los oyentes no son los tribunos elocuentísimos, o los elevados poetas, pues mientras muchas veces se admira a un artista de la pala- bra, que deslumbra a su auditorio con su fraseología des- lumbiante, se recuerda muy poco de lo mucho que él ha dicho. Mucho mejor es el caso del orador que obtiene que el público no se dedique a pensar en el que habla, ni en sus cualidades, sino en las ideas que propone, y en dejarse conducir por sus convicciones hacia el santo fin que les ofrece. La eXocr.rerLei¿¡ se C[etre t,].L¡{it}¿}.l; Vi$Ce§l rl l;r i¡r¡'ür'lt- siclacl r}e los af,ectos clel qpe hairtra" Ese fue el descu- 6 brimiento del gran orador Demóstenes (322 a de Jc). AI principio fracasaba en sus discursos, pero un día vio a una pareja de sencillos campesinos defendiendo con gran eficacia ante los jueces Ia herencia que les habían dejado sus padres, y se dio cuenta que la principal fuerza de la elocuencia es estar entusiasmado por Io que se dice. En adelante se propuso entusiasmarse lo más posible por lo que decía en público, y su éxito fue fulminante, ¡A cuán- tos predicadores se les mejoraría ciento por ciento su predicación si en verdad adquirieran un gran entusias- mo por aquello que enseñan al pueblo! Pero somos mucho más fríos de lo que sería de desear. Y recordemos: i1i()IF.¿.r?tr-lmf,t: ti.q vertiadr:ro ,r;vac[ol t:i qri.rt, .[cr,¿1-]:ír c,ortseg;l:ir' *:l'*ctos {}fi! st.¡si oyer"ui,ei;" Nadie ha sido mejor orador que Jesucristo. Y después de él qui- zás ninguno llegó a ser tan buen orador como San Pablo. Pero también nunca nadie ha obtenido efectos tan mara- villosos como Jesucristo y San Pablo en sus predicaciones. Cristo bendito: ¡concédenos también a nosotros ese entu- siasmo que tenías Tú cuando predicabas, y ese entusias- nro que Ie regalaste a tu predicador preferido: San Pablo! 7 Elred.icaciü: i siffi üració 3 se redu.ce a ' tr«¡ inforrraaciómSO pero mo trae ct¡m"r¡ersióffi
  • 6. DOIUII{GO 31 CICLOA Loque Cumplan lo ellos hacen, que ellos dicen, pero no hagan lo que porque todo lo que hacen es para que los vea Ia gente. I
  • 7. DOMINGO 3T _ CICLO A ORACIÓN: Señor de podery misericordia, que has que- rido hacer digno y agradable por favor tuyo, el servicio de tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bie- nes que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA. Del Frofeta Malaquías, 1, l4-2, LA I)iee el Señor: -Sacerdotes: si no obedeeen, y no se proponen dar gloria a mi nornbre, les enwiaré mi maldición. Se han apartado de mi eamino. IIan hecho tropezar a mrrchos. Pues Yo los haré despre- ciables ante eI pueblo. Con la lectura de este pasaje nos debería suceder lo que cuenta SanAntonio Claret que le pasaba a él cuando leía los terribles mensajes que Jesús enviaba por medio de Santa Catalina a los sacerdotes. Dice el santo: "Cada vez que leía los avisos que Santa Catalina da en nombre de Jesús a los sacerdotes que no son fieles a sus sagrados deberes, yo necesitaba tener un pañuelo en la mano para irme secando las lágrimas que brotaban de mis ojos, al saber las maldiciones tan terribles que esperan a los que en vez de ser guÍas que lleven las almas al Reino de Dios, se convierten en lobos que con su avaricia o sus impure- zas o escándalos destrozan al rebaño del Señor". Cuatro cosas echa en cara el profeta Malaquías a los sacerdotes: Ia primera, que no obedecen a las leyes de Dios. La segunda: que no le dan a Dios la gloria que debe- rían darle. La tercera: que hacen tropezar a otros con sus escándalos. Y la cuarta, eue tratan de manera distinta y muy parcial a las personas: a unas con demasiada tole- 10 D()rdxN(;() :]1 - CICLO A rancia, porque les agradzrD, y a otras con demasiada rigi- dez porque no les gustan o no les van a traer favores o ganancias. Señor: ¿en cuál de estas cuatro cosas os estaré ofen- diendo? ¿O será en varias? Aquí sí que me conviene re- cordar el consejo del profeta Miqueas: "Que los sacerdotes se vistan de penitencia y vayan ante el altar y exclamen: J[] ¿:l rd. E1 lr, u:G, r¡:,4 ¿ ¡ l', h t : r ;t ¡ r, l";'] r, L]c ;'rr] {}". Los sicólogos dicen: "No hay explosivo de efectos tan dañinos y destructores como los malos ejemplos de quie- nes deberían ser para los demás modelos de buen com- portamiento". ¿Estaré dando yo ese mal ejemplo? ¿Tendrá Dios que decirles a los que tratan conmigo la frase del evangelio de hoy: "Cumplan lo que les dice, pero no ha- gan lo que él hace? !/t, les er:¡.viar'é r,rri ¡ur¿ilcf.i,¡:iór'r. Tbrribilísima amena- za de Dios para los sacerdotes que no quieren cumplir bien con sus deberes sacerdotales. Si la maldición de una mamá o de un padre de familia es temible. Si Ia maldi- ción de un sacerdote es terrorífica. ¿Qué espanto debería- mos sentir ante la maldición del mismo Dios? ¿Pensamos los sacerdotes alguna vez en esta amenaza que Dios en persona ha hecho para cada uno de nosotros si somos trai- dores a los santÍsimos deberes que tenemos como sacer- dotes del Altísimo? En una de las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita, le dijo estas impresionantes pa- l¿rbras t'Lo qrre rnás me disgrrsta son las infidelida- des de Ias personas consagradas a Mí, como son los saeerdotes y quienes pertenecen a las comunidades religiosas". Palabras dignas de ser meditadas despacio y seriamente. 11
  • 8. Señor: que seamos muchos los que recemos y haga- mos rezar a otros por la santificación de los sacerdotes, Yr¡ nos haré despreciables arute el ptleblo Pala- bras terroríficas que dijo Dios hace 25 siglos y que sigue cumpliendo puntualmente cuando los que deberían ser Ios santos de cada región se dedican a no obedecer las leyes del Señor, a no darle gloria a su santo nombre y a hacer tropezar a los demás, De tan terrible mal nos libre hoy y siempre el buen Dios. SEGUITDA LBCTURA. De la Frirm.era Carta ctre San Pablo a los Tesalonieenses,2,'l-L3. Her¡¡ranos: los amamos con deli cadeza, como una madre cuida de srrs hijos. Les teníamos tanto cari' ño, qrre deseábamos no sólo llevarles el Evangelio, sino hasta sacrificar nr¡estra propia vida, porqrre se habían hecho acreedores a nrrestro amor. Este párrafo retrata el corazón amoroso del Apóstol Pablo. En verdad que é[ sÍ se contagió de ese amor in- menso que Cristo ha tenido por nosotros. Como el Divino Redentor, también San Pablo puede repetir: t'ftrego he traíd<¡ a la tierra¡ V sólo deseo que el ineendio se extienda Io rnás posible", La bondad del apóstol era no sólo como la de un buen padre, sino también como la de una amorosa madre. Algunos santos dicen que el amor que el Padre Dios demuestra hacia nosotros no sólo tiene det¿rlles paternales, sino también muchas veces mater- nales. Y algo parecido le sucedÍa a San Pablo. No sólo empleaba delicadezas de padre amoroso, sino también cuiclados propios de una madre amable. Sería interesan- te comparar estos comportamientos de tan gran santo con los que nosotros empleamos hacia las personas que Dios 12 I}CI|{ING(} ;}I - CTCLO,4. ha encomendado a nuestros cuidados espirituales. El Con- cilio Vaticano dice que los que trabajan por la salvación de los demás, deben amarlos con afecto materno. (L. G65). R ecrl.err],elit' herlrra¡tos, yruestro s est'.¿rey.u üs y f'aúi- gas, tr"a,barjalrdo diía y nüehe parÁ rlo ser.lle gy{rvosürr, a maclie :¡ltie¡rtras proelarllaml.os eltr Ev¿r¡rgetrio cl.t: [rios. Estas frases se han hecho famosas porque pintan al vivo el modo de comportarse de este gran trabajador que fue San Pablo. En ciertas horas de la noche y en los días de fiesta predicaba sin descanso a cuantos más podía. Pero durante los días de trabajo se dedicaba con todo ardor a su labor de fabricar lonas para carpas, y así conseguir lo necesario para la alimentación y el hospedaje de su per- sona y de los que lo acompañaban. De él sí que no podían decir que ganaba el pan con el sudor de la frente de los demás, o con el sudor del de enfrente, sino con el sudor de su propia frente y con el trabajo inteligente y cuidadoso de sus propias manos. Jesús decía que el Padre Dios es un gran trabajador y que trabaja siempre, y que el Hijo de Dios imita en eso perfectamente al Padre Celestial. Y en verdad que los grandes santos, como San Pablo y tantos otros se han propuesto ser como Dios Padre y como el mismo Jesucris- to: unos grandes trabajadores. Ojalá en eso supiéramos imitarlos también. I.[o cesarnos de clarle gracias a l)ios ponque aI recibin tra Palabra de Dios que les pr:edieamos, la recibieron, no colrr.o paXabra de ltrornbre, sino eomfi.o es en verdad, como Palabra de Dios, que obra erl los creyentes. Ese es el gran secreto de los que saben 13
  • 9. ser buenos oyentes, escuchar la Palabra de Dios, no como se escucha cualquier noticia o comentario mundano de IIVANGELIO según ,$an lM[ateo, Zg-L-lz Dijo Jesúls: em Ia cáúeclx"a de H{oisés se }larl. sem.- esas enseñanzas. Pero tenían el gran defecto de que su propia vida no estaba de acuerdo con lo que enseñ-aban, sino que en muchos casos sus obras eran tódo lo contrario t4 DOMINGO Í}X . CICLO,d to y mucho deseo de obedecer, pero que si el que predica lleva una vida muy poco santa, nadie vaya a cometer el error de imitar su modo de vivir. Varios de nosotros somos mucho más fariseos de Io que imaginamos que somos. Señor: qué retrato tan perfecto has hecho de mi pro- pia vida: con mis palabras voy enseñando a los demás lo que deben hacer, y con mis malas obras les voy enseñan- do lo que nunca deberían hacer. Perdón Señor: que yo no siga siendo un vulgar fariseo que no hace lo que dice que se debe hacer. Que los que tratan conmigo, no tengan que volver a repetir aquellas palabras que ya quizás han di- cho tantas veces: "Con los pies borra lo bueno que hizo con las manos". Toclo lo que harcerr es para que los vea la gent;r:" Les gusta llevar en la frente y en las mangas, cin- tas vistosas con frases de la Sagrada Escritura (filacterias). Les gustan los primeros puestos en los banquetes, y Ios asientos de honor en las casas de oraeión, ([u€ les hagan reverencia por la calle y que la gente los llame "Maesl;ros". Cuando uno lee y relee estas frases tremendas de Je- sús, se llena de susto al pensar que pueden ser el retrato de nuestro propio comportamiento. Peligro grande es que- rer hacer de la religión una simple ostentación. Una vez, en un domingo como éste, oímos decir a un sacerdote antes de salir a celebrar la Santa Misa: "Hoy le voy a leer a la gente el retrato que de mi vida hizo Cristo hace 20 siglos". Y suspiró de tristeza. Muchos tenemos que repetir lo mismo. Jesús se enfrenta a la casta social que domina al pue- blo: los fariseos y escribas. Y ¿por qué a ellos y no a otros tan peligrosos como los publicanos? Porque el gran peli- 15
  • 10. gro para los seguidores de cristo es el de imitar a estos que sí enseñaban pero no practicaban, y que todo ro que hacían era para ."r ü"to. y f"li.ituaá. ;"; l;. demás. El señor recomienda que a quienes enseñan Ia reli-gión se les tenga gran respeto y se res obedezca, pero ila-ma la atención acerca dei perigro que existe d" q,-," ro"que enseñan tengan una conducta tan reprochable, que imitarlos sería perd"r"e para siempre. Noiuería er Divi- i:y_::.tro que pudiéramos decir:',,me porio mal porque mls maestros se portan también muy mal". por eso nos advierte claramente: "No hagan Io que eHos hace¡r,, Los fariseos y escribas üienen rasgos simpáticos: enseñan la Ley de Moisés, y se han esfoizado por apren- der muy bien ia religión, i; ;ñ, ir;^;;;ádo *,rrhu" horas de estudio. poi eso ros sarudan "r, lus fluru" y Ies conceden el sitio de honor en Ias casas de oración. pÉRo ToDo ESo ESTÁ ENTNENADO con una vanidad fe- men-ina, con un deseo exagerado de aparecer bien ante los demás. Y esto _es lo quelesús res .ritiü. jNo ,"r.*o,fariseos muchos de nosttros? ¿No tundremJs esa ,,man- cha negra" del orgulro y vanidaá? El sabio casi siempre es orgulloso. Y nosotros y ros fariseos también somos bas- tante orgullosos, aunque no seamos muy sabios. . P-ero al pueblo hay que recordarle que aunque no de- ben haeer las obras *.1." que hacemás ros fariseos, sin embargo, sí deben cumplir ü q.r" en nombre de Nuestro Señor les recomendamós .rurráo les predir.*o.. Esto es importante. SanAgustín decía: ,,Herrian;",1;á" lo bue- no que yo les digo, aunque tengan que echar-J". cara lo malo que hago,,. .Iesús critica el convertir el apostolado en un medio para tratar de conseguir popularidad y honras humanas. 16 DOMTI{GO:}1 - CICI,OA Hablar de Dios pero vivir desobedeciendo las leyes de Dios... Critica el vivir sin interesarse por la gloria de Dios y por el bien de los demás, sino por satisfacer el propio egoísmo. Pero la solución no es abandonar las prácticas reli- giosas y dejar de enseñar y de predicar, porque no somos buenos. Ese abandono jamás ha vuelto mejor a nadie, ni ha preservado Ia fe. El Concilio Vaticano insiste en que el hacer apostolado lleva a la santidad. No enseñamos a ser santos porque ya somos santos. Sino que de tanto ense- ñar a otros a ser santos, poquito a poco también nosotros nos iremos volviendo también un poco más santos. Esta doctrina del Concilio es muy consoladora: hacie¡rdo apostolado se loga"a ir consiguiendo la corrversióu y la propia santificación. No lo olvidemos. F ariseo y escriba (o letrado) es el que vive buscando su propia vanagloria. El que trata de alimentar su orgu- llo con las alabanzas y las demostraciones de respeto de k¡s demás. El que en su apostolado no tiene como fin prin- cipal conseguir la gloria de Dios y el bien de los demás, sino inflar su propio orgullo. EI que aunque enseña cosas buenas se dedica a hacer obras malas. Fariseos y escribas ha habido y los habrá en todos los tiempos. Mirémonos a este espejo que nos presenta Jesús y pregúntemonos, ¿qué tanto grado de fariseísmo tiene mi propia vida? ¿No estaría pensando Jesús en mí y en mi propio comportamiento cuando dijo estas palabras tan serias del evangelio de hoy? El que quiera ser el primero, eu€ se haga eI ser- vidor de todos. Esta frase la debió repetir Jesús mu- chas veces, porque el evangelio la presenta en varias L7
  • 11. ocasiones. Y Jesús colocaba después de ella, a su propioejemplo: ,.Igual.que eI Hijo ¿et homb;;;; no vinoa ser servido sino a sen¡ir". Io *. pr"S,rito, ¿cuántosservicios sencillos y humildes he pr""trto Li este día? ¿En esta semana? lEn verdud ,n. estoy asemejando alDivino Maestro Jesüs "r, a"ái.ár mi vida no a ser servidosino a servir a cuantos más pueda y todas I^" ,r".". q,.r" me sea posible? Señor: q.r" ri sea silmpr" *i. Porque el que se enorgullece será humillado, yeI que se humilla será .riii""ido. eué cierta es estagran noticia tuya Señor. La vemos confirmada todos losdías y ya en nuestra vida nos ha sucedido muchas veces. Jesús nos quiere ilevar a algo diametrarmente opuesto alcomportamiento de ros fariseos a ocupar to" rrtiilos pues- tos, a no buscar ser saludados con muestras de honor, a 1,111."r nada pala que nos '.,"u lu ;;á. iiil.uu muyblen que en el cielo hay una ir*.r.á gloria para los queen esta tierra pasan inadvertidos y sinionor;.-y en cam-bio a-los orgullosos res suceden hechos tremendamente humillantes. señor: yo t" q"iáro repetir muchas veces deahora en adelante aquelra terlaoración: ',¿resús nranso yhumilde d'e eorazón, haz nr¡estro eorazilmsernejante aI tuyo". Que me regales cada ai" "" p"q"lio*i" tu in-mensa humildad DOMINGO 31 CTCTO ts Años 1997 -2000-2003-2006 -2OO9 -2012 ELFR,IHIER NIANDAIT{XENTO YEL SEGUI{DÜ ¿cr¡AL 0É IIt IESTROS 613 ¡wr¡{[¡alENTO§ ES EL ,.,.AS El que quiera ser el Prirf,aero qtre se haga el serxridor de tc¡dó* (Mt. 23, 11)
  • 12. DOMINGO 31. CICLO B PRIMtrI+lA LECTURA. Del Libro del Deuteronornio, 6,2-6 fienes que tener temor de ofender al Señor, y tratar de cumplir sus mandamientos, tú y tus hijos y ttrs nietos; mientras üvan, para qrre te vaya bien Y Dios te dará una tierra qrre mana leche y miel. Esctrcha Israel: el Señor Dios nrrestro es sola- mente rrno. Amarás al Señor trr Dios con todo eI corazótr.r corr toda el alma, con todas las frrerzas. Las palabras qrre hoy te digo se qrredarán en tr¡ memoria se Ias repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino. Las lleva- rás escritas, amalradas a tu muñeca y las tendrás en la puerta de tu casa. Este pasaje de la S. Biblia se ha vuelto famoso y muy conocido en todo el mundo. Es la promulgación del más importante de todos los mandamientos, el de amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma. Los israelitas lo repetían varias veces cada día y desde niños lo aprendían de memoria. Los fariseos y escribas y muchos judíos cuando iban a la oración llevaban colgadas sobre su frente y en su mu- ñeca unas cajitas de cuero llamadas filacterias, dentro de las cuales echaban un pergamino con estas frases del Deuteronomio: "Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu cora- zón, con toda el a[ma, y con todas las fuerzas", y así cum- plían literalmente el mandato de la S. Biblia de llevar 20 DOMINGO 31. C[CT,Ü B esas palabras en su frente y en sus manos, (Aún hoy día *rr"Éo, judíos cuando van a 1a oración en la sinagoga ii;;; Ia"s frlacteria"). Nosotros no llevamos esas palabras Lscritas en la frente y en las muñecas, pero sí tenemos á;;;;;"tdarlas muy irecuentemente porque son eI man- áámiento más impJrhnte de todos los que traen las Sa- ;;ü. Escrituras'. Y quiera Dios que logremos cumplirlo i^da día más y mejor.'Será nuestra señal más segura de salvación. SEGUNDA LECTURA. DE IA CATTA A IOS }trChTEOS" 7 ,23-28 Jesús, como permanece para siempre' tiene el saeerdocio qrre ^to p""t' De ahí qrre Prrg+t salvar definitivamánte a lós que por medio de El se acer' can a Dios, porqrre üvé para siempre para interce' der en su favor. Aquí hay una de las noticias más consoladoras de todo el Libio Santo: que Jesús vive para siempre para interce- der en favor nuástro. Tbnemos Ia gran esperanza de que el salvador está intercediendo en nuestro favor día y no- che y siempre. Muchísimas de las cosas buenas que'nos ."rá." =" d"b.r, a esa poderosa intercesión, y ningu¡o de nosotro" pr"Je calcuiar Ia cantidad de males de los cuales nos vemos libres, porque Jesucristo está rogando continuamen ?:ilffi::ñ""1,11n 3H:y en quienes por siemPre, sus' Tal convenía que fuera nuestro Fontífice: saII' to, res Jes Es santo, es inocente, no t 2l
  • 13. alto de los cielos. Alabado y bendito sea para siempre. Amén. Él ,r" necesita ofrecer sacrificios cacla día por- que lo hizo una vez par¿r siempre ofreeiéndose a sí niisnao. Su sacrificio en la cruz fue más que suficiente para pagar todas nuestras maldades y obtenernos cuan- tas gracias y ayudas celestiales necesitemos. EVA.hIGELIO se6¡rin Saxl Mar«:os, LZ, 28..34 [-ll¡; ]sú'¡"n,,r.iií] $e aesx^c«i ;¡u rfesúle y kl ¡e:re6."trr¡tó: ¿;'C,lriul lrr,'a.r¡(iawliend;c¡ c.rs ei. Xrrillei¡ral c[e toctos? R,esp,oilrltió "tlesir'¡s: EI primero es: "Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señon Amarás al Señor tu Dios con todo tr¡ corazón, con toda trr alrna, eon toda tu mente y con todo tu ser". que según ellos tenía el cuerpo humano). Y Jesús viene a decir que entre todos estos 613 mandamientos, el núme- ro uno, el que vale más él sólo que todos los demás, es el de amar a Dios sobre todas las cosas, con toda el alma y con todo el coraz6n. La respuesta de Jesús es la repeti- el Deu Estas ha) Ias ña caja cilíndrica que colgaban de la puerta de la casa para que al entrar o salir recordaran que lo número uno en la üda es amar a nuestro Dios. El segrrrado es este: "Amarás a trr prójimo eomo te amas a ti misrno. No hay mandamiento más im- 22 DOMINGO 31 - CTCLO B portante qrre estos". E[ preguntante solamente lo ha- bía interrogado acerca del mandamiento número uno, pero Jesús anuncia también cuál es el número dos, porque le parece sumamente importante el recordarlo. El resumen perfecto' Dicen que el sabio Hillel ha- bía prometido un premio a quien fuera capaz de resumir toda la S. Biblia en una frase tan breve que se pudiera recitar parado sobre un solo pie. Este resumen perfecto lo hizo Jesús. Todo lo que Dios manda en la S. Biblia que- da resumido en so10 dos mandamientos: amar a Dios con todo el corazón, y amar al prójimo como uno se ama a sí mismo. Bendito sea Dios que ha simplificado tan maravi- llosamente la religión. 1.500 páginas del Libro Santo se pueden reducir a dos renglones. Pero, eso sí, son dos mandamientos que eS necesario dedicarse a cumplir con todo esmero y cada día. Antes de que üniera Jesús, nadie había unido estos mandamientos haciéndolos casi uno solo. Para Jesús, la verdadera religión consiste en amar a Dios y amar al pró- jimo. El le'traclo r:epli,eó: Muy bien Maestro: tienes ra' zón crrando dices qrre el Señor es uno solo y no hay otro ftrera de ÉL y qrre amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más qrre todos los holocanrstos y sacrificios. Este letrado debió ser mucho mejor que muchos de sus colegas; por eso siente cierta simpatía y verdadero aprecio hacia Jesús. Y añade una frase muy importante: amar a Dios y amar al prójimo vale más que todos los holocarrstos y sacrificios. ¡Gran verdad! 23
  • 14. Jes e-us, r'i endo txue hrarbía respo¡rcrit!.o sal¡ia-¡noert - te, Xe ciijo; -No estás lejos del Reino de Dios. Debió haber en los ojos de Jesús una mirada de amor y de esti- m_ación, V q"i?l-sabe si quizás le habrá dicho-después: 'Ya que has sabido."rpo.ráer debidamente u ulgo tan im- portante, ¿por qué no te animas y te decides y te üenes a a5rudarme a extender er Reino ¿á Dios? MuÁos retrados de buena voluntad llegaron a ser discípuros de Jesús. Dios quiere ser eI 6.rni.iiireei: r¡mnr¿ctrr, La acumulación de términos: cora zón, alma, mente- fuerzas, quiere significar que nuestro amor a Dios debe ser total, con toda nuestra capacidad de amar. Es necesa- rio que arda en nosotros un gran amor hacia Dios, de pies a cabeza, un amor de noché y de día, desde ra infancia hasta Ia vejez. ¿Amo yo de uru-*u.r"ra a Dios? ¿eué hago para demostrarle que sí en verdad lo amo .ü todu *ialma y todas mis fuerzas? ¿Todo lo hago por Él tpur;fit Una llr,eg'cu.n{;a rl.rm.¡rresiorrante. Cuando el futuro cardenal shuster era un senciilo estudiante de universi- dad, un día al llegar a una igresia vio un retrero que de- cía: "sii Eia¡s Ílri.;¿:üillr-Jrrr',,rr a üii cc¡u,1¿¡,.r,.r¿"i¿.¿Ir[¿r.c[ u,,*r, n-ra o¡urn, d'Úu. I* a¡uoí¿s * tri, ¿r':sita*iars co*te.¡lt;o o estss"ías pe!r- cliano?"" Al principio aquella frase no le impresionó casi, pero después al leerla cada vez que entrabaa ese templo, le fue impresionando cada .r", há", y se dio cuenta de que el peor mal de su vida era su friaidad en el modo de amar a Dios, y empezó a cultivar con tal entusiasmo su amor hacia Nuestro señor que llegó a ser uno de los hom- bres más santos del siglo 20, famáso cardenal de Milán, que salvó miles de vidas en la última guerra y fue admi- rado inmensamente por su gran piedaá. yo qu"isiera repe- tirme esa misma frase: -Si el amor qrr" bio. me tie_ 24 DOMINCI{}, :}ri - C[CL(] [i ne a mí, fuera tan frío como el que yo Ie tengo a EI, ¿esta- ría yo contento o estaría perdido? Claro que no estaría contento. Y entonces, ¿por qué no tratar de que mi amor a Dios vaya creciendo cada vez un poco más? Dios me ilumine cómo obtener esto tan importante. {Iut ¡¡"'¡n¡¡ii'illinlir-r,x',!;,i¿ci!u. Los santos insisten en que el amor a Dios hay que importarlo del cielo por medio de Ia oración, porque ese amor no se fabrica en la tie- rra. El amor hacia Dios no se fabrica, se suplica, decía un notable autor. ¿Cuántas veces pido en mis oraciones que se aumente mi amor hacia Dios? San Juan Bosco ofre- cía la Santa Misa y el Rosario y el rezo de los salmos de cada sábado para pedir para él y para las personas que le estaban encomendadas un gran amor hacia Dios, y lo obtuvo de manera impresionante, porque la promesa de Jesús "Todo el que pide recibe. Todo el que pida el buen espíritu, lo recibirá", son palabras que no dejarán nun- ca de cumplirse. Si pido más amor, tendré más amor a Dios y al prójimo. Dios no falla nunca a sus promesas. ,!,-b;lliiro;i:-',1 ,"-tx'¡ni,'qrqrt'':e;¡c:íólr. AlgUnoS dicen: "Dedíquese a hacer lavores a los demás, y aunque no vaya a misa ni rece casi, verá que ya Dios está contento". Eso no es cier- to. Jesús no dijo que el amor al prójimo era el principal. Lo primero y principal será siempre amar a Dios. Así que si nos dedicamos solamente a hacer favores y a ser ama- bles, podremos ser muy buenos masones y flrlántropos, pero no buenos cristianos. Para ser fiel servidor de Cristo hay que amar primero y más que a todos al buen Dios, y luego sí dedicarnos a amar y ayudar a los demás. Iltren remedio. San Francisco de Sales decía: "Para amar a Dios mi remedio es desear amarlot'. Cuanto 25
  • 15. más deseamos amar a Nuestro Señor, más pensaremos en sus beneficios, en sus infinitas cualidades y el gran bien que obtendremos amándolo, y esto nos animará a trabajar por crecer en el amor hacia El. Amor hacia Dios hay que ejercitarlo. Hay que repetir muchas veces los actos de amor hacia É1, "S"ñor: tú sabes que te amo. Au- menta mi amor hacia Ti. Te amo Señor". Esta repetición de actos de amor irá intensificando nuestro amor al Se- ñor Dios. Amando se aprende a amar. -[-'i¡¡;. ¡,r:ii.r¿:r-r¡i,:.Íi:;.irÍ:j. Si algUien nOS pfegUnta: ¿Ama a Dios? Le responderemos con entusiasmo: -Claro que sí, yo amo a Dios. Pero si añaden una segunda pregunta: ..",/riirri:iar i¿ Ür¡:ls; ,i)u,[r:jr t-,¡ iilii ']],1 rrS;,i.,::ii g!);¡' .i,,,!]uqiiüi' EntOnCgS ya nUgstfa feS- puesta no estará tan llena de entusiasmo, y con un suspi- ro de tristeza tendremos qué responder: --Claro que no. Yo no amo a Dios como Él d."". ser amado. Dios mío: ¿que deberé hacer para amarte como deseas ser amado por mí? Ilumíname lo que tengo que hacer, y haz que logre realizarlo. EN Et ATARDECER DE tA YIDA SEREMOS H(AMINADOS ACERCA DE NUESTRO AMOR A DIOS (San Juan de b Cruz) DOMINGO 31 ¡ Años 1 995- 1 99 8-200 l'2004'2007 -20 1 0 zaquEo 26
  • 16. DOMINGO 31 . CICLO C PRIMERA LECTURA. flel Libro de [-a Sabiduría, LL,23, L2,2 Señor: el mundo entero es ante Ti como rrn gra- no de arena, eomo una gota de rocío. Te compade- ces de todos porque lo puedes todo. Cierras los ojos ante los pecados de la gente para qrre se arrepien- tan. Amas a todos Ios seres y no odias nada de lo que has hecho. Si hubieras odiado alguna cosa no Ia habrías creado. A todos perdonas porqrre son tuyos. Corriges poco a poco a los qrre caen, les re- cuerdas su pecado, y los reprendes para que se con- üertan y crean en Ti Señon Esta es una de las más bellas páginas delAntiguo Tes- tamento. Es como una preparación para el encuentro del Hijo de Dios con el pecador Zaqueo. Se pregunta ¿por qué es que Dios lo perdona todo? Y responde: porque El lo puede todo. Precisamente por ser tan inmensamente po- deroso, por eso es que es tan admirablemente bondadoso. Muchas personas se manifiestan sumamente agresivas porque se sienten surnamente débiles y su arma defensi- va es la agresividad, Dios en cambio pór ser tan infinita- mente poderoso, puede mostrarse infinitamente amable, bondadoso y perdonador. Y el Libro Santo se hace una segunda pregunta: ¿Por qué parece que Dios cierra los ojos ante los pecados de las gentes y no los castiga inmediatamente? Pues para dar- les oportunidad de que se arrepientan. ¡Noticia maravi- llosamente consoladora! Si Dios nos hubiera castigado como merecen nuestros pecados varios de nosotros ya es- taríamos sumidos en los más profundos infiernos. Pero 28 DOIWTI§G():.}T - CICLO Ü su bondad nos ha dado un compás de espera para que podamos enmendarnos. ¿Y por qué perdona tanto Dios? Porque somos suyos. "Somos ovejas de su rebaño", dice el salmo. El nos hízo y somos suyos. Su pueblo. Sus ovejas (Salmo 100). Y el pasaje que leemos hoy nos va describiendo los pasos que el Señor Dios va dando para llevarnos a [a con- versión: nos corrige poco a poco. Nos recrrerda los pe- cados para que los detestemos y pidamos perdón por ellos. Nos reprende para que nos demos cuenta de Ia maldad del comportamiento que hemos tenido. Y termina lleván- donos a convertirnos y a creer en nuestro Dios. Bendito seas Señor porque siempre has hecho y harás todo esto para no dejarnos en paz con nuestras culpas y llevarnos a tu amistad eterna. Haz que aceptemos tus llamadas a la conversión y no endurezcamos nuestro cotazín ni nos em- peñemos tercamente en querer seguir en nuestra üda de pecado. SEGUNDA LECTIIRA. De la 2a Carüa cle San Pablo a. los Tesalonieenses, 1, lÍ-2,2 trIer:rnanos: rezamos para que Nuestro Dios los considere dignos de la wocación qrre les ha conce- dido. Para qrre con su fi¡erza les perrnita cumplir todos sus buenos deseos. Les rogamos a propósito de la úItima venida de Nuestro Señor Jesucristo, qrre no se dejen asustar ni se alarrnen por srrplles- tas revelaciones o dichos o cartas nrrestrasr eomo si afirmáramos que el día del Señor ya va a llegar mr¡y pronto. San Pablo previene aquí contra un error muy extendi- do en el mundo, güa se llama: "milenarismo" y que con- 29
  • 17. siste en andar diciendo que el fin d g3I y que por lo tanto eslnútil trab üda terrena y tratar a" *"io.arla.gan mucho los Testigos dL Jehov á, loMormones y demá. p.'J"rlr"tes- y lo que consiguen esasustar a las gentes con rrsas arar*u.'.iuriio qr" Diosha mantenido y mantendrá siempre en e más absorutosecr.eto Ia fecha de su Venida. El Apóstol, dice aquÍ a los creyentes que dejen su ner_viosa e histérica expá.tuii, -u..."a de la segunda venidade cristo' Nieqa que algun u ruhuyuai.ho qr?la venida decristo "u u "J. y. en.éguida. Dice que esto "" ,.r.ru inter-pretación equivocaaa {á sus palabrr" a"" i"ñe ¿l no esresponsabre. y recuerda que'antes de que uéngu er DÍadel Señor tienen q.r" ",.r."áer todavía müchas cosas. Alrededor l:l año 2O00 aparecen por todas partes fal-sos profetas anunciando q"" "fri" J"í á""i"";e viene yay que hay que abandona"io toáo, á;il;;;.I"ri-.ri.u."rrt"a esperar ese día tremendo. Esto ya ha .".LJi¿o en mu-chos siglos. y las g,""r:" i"ñ.ru" "" dejan;;;", de quevan a llegar tres días de tiriiebrS y qus es necesario te_ner asua bendira y vetas benditás I ,;;'ii;. ya unanticrisro, y miles dL cosas;á;. f.- iÁ;. ,* muy cta_ramente: ,,Etr «jÍ¿¿ no Io, u*b*rir*;;;ffi;i3l arrg*t*"rlel cieXo". Si ni "iq.ri"ru iÁ7.rg"fus Io saben, ¿sí lo va asaber cualquier asüshdo, qr"'upu rezcaen nuestras ca-Iles o.u.u. d" reunión u.r.rri.iá.rdo fechas que Dios no haquerido revelar a nadie? HI día del juici",.u""4 para cada uno eI día de sumuerte. Ypara e_se día.sí h-ay que,estar preparados, perono con sustos vanos,_ ni aspávientos q"L u.rráJu llur..r,sino llevando una "idu lrená á"-br"rru. obras, de oracio-nes y de actos de caridad y de árrepentimiento. 30 IroMrNt;{.}:}t - cIoL(} ü -tlescorrfierüos t:u¿rndo lils pers{rnÍls eru¡iieeen ii dar f,ecnras prer:isas Í)ara eI firr den rr.urlcLo. Todo eso son cábalas o interpretaciones amaneradas y falsas de la S. Biblia. Dios Nuestro Señor jamás ha señalado fechas precisas para los acontecimientos que van a suceder, y todos los que se han puesto a señalar fechas para el fin del mundo han terminado engañando tontamente a los ingenuos seguidores que les creyeron a sus inventos. EVAI§IIELIO segfin San Lucas, 19, 1-10 Itrm1,ró ,festls y'al,naves;rh¿r tra cit¡.de¿ci. Un hombre llamado Zaqu.eo, jefe de publicanos y rico, trataba d.e distinguir quién era Jesús, pero la gente se Io impedía porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se srrbió a una higuera, para verlo, por- que tenía que pasar por allí. Jesús al llegar a aquel sitio levantó los ojos y dijo: o'Zaqueo, baja ensegtr,ida, porque hoy tengo que alojarme en tu easa". Et bajó ensegrrida y lo recibió muy contento. AI ver esto, todos murmrrraban diciendo: "Ha en- trado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqu.eo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la nritad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres. Y si de alguno me he aprovechado, le restitrriré crratro veces rnás" Jesús Ie contestó: "IIoy ha sido la salvación de esta casa. También este es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido". La última etapa antes de llegar Jesús a Jerusalén por últinra vez, fue Jericó. Y allí nrostró el Señor una vez más su misericordia, acercándose al pecador más marginado, eljefe de recaudadores, y consiguiendo su conversión. EI ejemplo de Zaqueo ha quedado para todos los siglos 31
  • 18. como modelo de verdadera penitencia cristiana. La con- ducta de Jesús en este caso es como un retrato de la ma- ravillosa bondad y misericordia mostrada por el padre Dios durante toda la historia de la humanidád. Zaqueo, jefe de publircÍlr!.os y rico Aquí Jesús convierte a un rico. Después durante mu- chos siglos en los más diversos paíse", su evangelio segui- rá convirtiendo ricos y haciendo de ellos un medio pár. a5rudar a los pobres. Jericó era un centro muy importan- te para cobrar impuestos y el gobierno romano contrata- ba con ciertos individuos el cobro de los impuestos, dejándoles un tanto por ciento de lo que lograran captar. Muchos de estos recaudadores abusaban de r., puesto y se hacían millonarios en pocos años. La gente loÁ odiabá y los jefes judíos sentían por ellos un desprecio mortal, pues los consideraban colaboradores de loJopresores ex- tranjeros._zaqueo había logrado el máximo puesto entre los cobradores de impuestos de Jericó, pero no se sentía feliz. Jesús en vez de odiarlo o despreciarlo, fue en busca de esta oveja perdida para lograr que conquistara un gran puesto en el Reino celestial. En verdad a cristo se le prr"- de repetir el título que le dio Juan pablo II: ,,Rico en misericordia" Jesús, como su Padre Dios: aparece mucho más pródigo en misericordia, que nosotros en miserias. Deseaba ver a JesÍr.s. ¿Quién puso en el corazón de Zaqueo tal deseo de ver a Cristo? Sin duda, Dios, para convertirlo. Zaqueo se sentía solo y quizás se decía: JLsús tiene palabras de perdón para otros pecadores. ¿Las ten- drá también para mí? Va siguiendo a Jesús dásde que aparece a lo lejos. Lo ve acercarse. se emociona. pero Ia gente no le permite verlo bien porque Zaqueo es de pe- queña estatura. 32 tloMINGO Íil .. ütct,(} c BUSCABA VER A JESjÚS: esta fue la gracia inicial que atrajo al Señor hacia é1. Fue el primer anillo de la cadena de gracias que lo iban a transformar y a santiñ- car. Esta gracia es una de las mayores que Dios concede a las personas que destina a una gran santidad: un deseo ardiente de saber más y más acerca de Jesús. Zaqueo estaba lleno de dinero y de comodidades pero también muy lleno de pecados y de remordimientos. Ne- cesitaba encontrarse con alguien que le devolvierala paz a su alma.Ya Jericó llegaba aquel dÍa el que tantas veces dijo a las gentes: "Vengaü a mr.i todos los qr,re estéra carrsaclos y desanirnados y Yo los corrsolaré". Qtrería vetr a Jesús: Señor; concédenos también ese fuerte anhelo. Que puedas decir de nosotros: "Son dicho- sos porque tienen un gran deseo de hacer 1o que Dios quiere". Te rogamos por todos los que están alejados de Ti. Que sientan continuamente un gran deseo de conocer al Divino Salvador y a sus maravillosas enseñanzas. Este deseo será su salvación. Se ¡;¡rbió a un árhol para verlo. Zaqueo no se que- dó en su casa. Salió a recibir a Jesús. No se quedó en el suelo, se subió a un árbol. Es que algo debe costar la religión. Dios exige siempre una "cr¡ota inicial", para cambiar a las personas. Una cuota de sacrificio. Hay que subir al árbol de la oración si queremos ver a Jesús.Aquel árbol le sirvió de balcón. Este alto funcionario del gobier- no demostró independencia del respeto hu¡nano y aunque los demás se burlaran de verlo por allá en una rama como una mirla, él se trepó allá arriba porque su deseo de ver a Jesús era muy grande. También nosotros debemos independizarnos del respeto humano y del "qué d.irán"; con tal de conocer y amar más a nuestro Reden- 33
  • 19. tor y de saber más acerca de El. Los criticones quizás murmuraban diciendo: "¡Vean a ese! Siendo el empleado más alto de los impuestos, se trepa a un árbol como un 4"o, para ver pasar a un predicador. ¡Qué ridiculez!,,. ¿También de nosotros se burlarán porque hacemos algo fuera de lo común por conocer más v *á. acerca de Cri-s- to y de su doctrina? No importa. ¡Lo que vamos a conse- guir es maravilloso! Jesús al llegar a aquel sitio levantó los ojos ._ aqueo había ido a ver a Jesús, pero fue Jesús quien "vio" aZaqueo. Siempre es É1 quienlo*. la iniciativa en nuestra conversión. Jesús clava en él la mirada. Se entrecruzan las dos miradas: la del santo y la del peca- dor. El Salvador levantó los ojos hacia el quá estaba iubi- do en el árbol, pero ya los tenía clavadoJ en su corazón para convertirlo y salvarlo. Sabía que tenía un buen de- seo. El está siempre observando nuestros buenos deseos y los satisface. Que mi mirada se encuentre con la tuya, Señor. Que me mires siempre con ojos de amistad y-de perdón y benevolencia. Haz que yo también reciba con misericordia a los pecadores que se quieren encontrar contigo. Y le _dijo: Zaqueo: baja enseg'{,rida que hoy tengo qtle hospedarme en tu casa Zaqueo lo oye pronunciar su nombre. Nunca se ha- bían encontrado y lo llama por su propio nombre. Los ojos de todos se vuelven hacia é1. Se "nroóiona muchísimo cuando oye que el Divino Maestro quiere hospedarse en la casa de é1, pobre pecador. Nunca hubiera imaginado este hombre la fortuna que le esperaba. Él sotamente había deseado verlo aunque fuera áe lejos, y ahora lo iba a tener hospedado bajo su propio techo. En verdad que 34 I)OMTNGO í}1 - CICLO C Jesús supera siempre en proporciones inimaginables los buenos planes que hacemos los que queremos ser sus ami- gos. El avanTza mucho más allá de nuestros deseos y pro- yectos. Ahora ya el Divino Maestro no será un extraño a quien se saluda por el camino y se le deja seguir, sino un amigo con quien podrá charlar largamente. ¡Oh momen- to afortunado el de un ser humano cuando Cristo se le acerca y traba amistad con él! Cristo se acerca y quiere hablarle como a un amigo. Es Io que quiere hacer con nosotros, si le permitimos vivir en nuestra alma. Zaqlueo estaba espiritualmente muerto, Jesús se Ie acercó para devolverle la vida del alma. Haz esto mismo conmigo Se- ñor, y con muchos otros pecadores, especialmente con los que son de mi familia, o de mi patria o amigos míos y con aquellos que más estén necesitando recobrar tu santÍsi- ma amistad. Qué susto tan grande debió sentir aquel hombreci- llo al ver que Jesús se detenía debajo del árbol y elevaba la vista hacia é1. ¿Me irá a enviar una maldición? ¿Me echará en cara mis muchos pecados delante de todo este gentío? -Y en cambio escuchó las palabras que me.nos había pensado jamás que algún santo de Dios le dijera algún día: -"Tengo que hospedarme en tu casa". Es lo que nos ha sucedido a nosotros tantas veces: -Esperamos una reacción violenta de Dios a causa de nuestras maldades, y en cambio recibimos de Él d"*o.traciones impresiorrurr- tes de amabilidad y de generosidad. ¡Sea bendita para siempre la bondad divina! Los demás veÍan solo las apariencias externas y lo des- preciaban. Jesús en cambio veía los buenos deseos de su corazón,lo invitó a la conversión porque estaba bien pre- parado. Jesús está mirando ahora a mi coraz6¡. Quizás como a Zaqueo me pide un frenazo y cambiar de direc- 35
  • 20. ción. Me dice como a él: -"Tú estás destinado a un modo de vivir mucho más santo que aquel que estás viviendo". Señor mÍrame con amor. Ven a hospedarte en mi corazón. Dame también a mí esa buena noticia: "Hoy quiero hos- pedarme en tu casa. Bájate del árbol de tu orgullo y de tus falsas ilusiones y vanos deseos, y me hospedaré en tu casa y en tu cotazón". Que así sea. Amén. Jesús aI llegar a aquel sitio levantó los ojos y dijo: "Zaqueo: baja enseguida porque hoy tengo que hospedarrne en tu casa". Bájate de ese árbol de orgullo, de avaricia, de falsos ideales a los cuales te has tfepado con tus pecados. Bája- te enseguida, no demores, no dejes para más tarde, que es demasiado importante Ia conversión para retrasarla para otro tiempo. ¡Tú no me has inütado con tus labios, pero sí con tu corazón, y yo he escuchado tu invitación y la acepto y quiero ser huésped de tu casa! Es Jesús quien ha tomado la iniciativa, como siempre porque nosotros somos demasiado miserables y manchados para que se nos vaya a ocurrir que el Hijo de Dios pueda hospedarse en nuestra alma. Baja de prisa, baja ensegr.lida.'fú, el Zaqueo de ayer y el de hoy y el Zaqueo de cualquier época, escucha la voz de Jesús que te dice: "baja de prisa, no te quedes allá en ese árbol de tu mala vida pasada. Bájate y acérca- te a tu Redentor que te quiere perdonar y convertir". Es necesario aceptar las iniciativas de Dios que nos llama a empezar una vida nueva y a dejar esa pecadora vida que henros tenido en el pasado. Oh momento afortunado el de un ser humano cuando Cristo se le acerca a hablarle como un amigo y acepta ser huésped del alma. Jesús no nos desprecia ni se aleja de nuestra vida, sino que se hace invitar a cada alma. Ojalá lo recibamos siempre y muy bien. Será nuestra salvación. 36 DOMINGO Í]I - CICI,O C Cuántos Zaqueos y Zaqueas necesitan que Jesús les siga diciendo: "Bájate de ese árbol, de tus malas costum- bres y de tus malas actuaciones, para que puedas hospe- dar en el alma a tu Redentor". El bajé cÉetr árhol 'ritrny et¡mten{,o y }os rcci}-rió e¡r su .c&1,$& Aquel fruto estaba maduro para el Reino. Bastó que Jesús sacudiera las ramas para que cayera. En el evan- gelio los árboles dan frutos que son hombres. Probable- mente mandó mensajeros adelante a que prepararan todo. A que compraran lo necesario para un gran almuerzo, para Jesús, para sus 12 apóstoles, y para las santas mu- jeres que acompañaban al Maestro (las mamás de varios apóstoles, y varias mujeres más que colaboraban en el apostolado y atendiendo a Jesús y sus discípulos en la alimentación en el cuidado de la ropa y ayudando a ins- truir a las multitudes). '}"¡ii;.;. *.¡e"li ár"i.rc,ii: Señor: que yo también me aleje del árbol de mis vicios al cual me he trepado con mis pecados. Y lo curioso es que la conversión de Zaqueo será en una fiesta. AI Señor le encantan las fiestas, las fiestas sanas y donde no se ofende a Dios. En una gran fiesta ganó para el cielo el alma de este pecador. Mi conversión debe ser una verdadera flresta de alegría y esperanza. EI mensaje que este hombre envió a su casa pudo ser el siguiente: -Hola Zaquea, ¡que prepare un almuerzo pa.ra muchas personas! -Pero, ¿cómo se le ha ocurrido invitar a tanta gente?- habrá respondido ella. 37
  • 21. -Es que no he sido yo el que ha hecho la invitación. ¡Es el mismo Profeta Jesús el que se ha invitado, pues yo nunca me creí digno de que El entrara en mi casa! Y Jesús hizo bajar a Zaqueo de las ramas de la avari- cia al suelo del desprendimiLnto. Él se emocionó muchísi- mo cuando el Salvador le dijo que quería hospedarse bajo su techo y ahora sí que iba a empezar un cambio total en su vida. No se hizo rogar. Lo hospedó en su casa con todas las leyes de la cortesía que como alto empleado oficial conocía muy bien. Mtry contento.Zaqueo es un modelo de penitente por- que hizo su conversión con alegría. Porque la conversión no es un mal ni un dolor, sino causa de inmenso gozo. Él se fijó más en el perdón que Jesús quería concederle, que en lo miserable que había sido hasta entonces. Ah, si nosotros nos fijáramos más en Ia misericordia de Dios que en nuestras miserias, tendríamos una actitud de fiesta al sentirnos perdonados. Y rnu.rrmuraban diciendo: "IIa entrado a hospe- darse en casa de un pecador". Ante un enfermo ulceroso hay dos actitudes: aseo que aleja y despre- cia, o amor que acerca y aytrda. Jesús curó las enfer- medades del alma de Zaqueo demostrándole amor y aprecio, hasta el punto de hospedarse en su propia casa y dejarse atender por é1. Jesús no desprecia a nadie sino que se hace invitar por cada alma que quiere convertirse. Señor: que las gentes de toda la tierra tengan que ex- clamar al ver cómo me tratas a mí, miserable pecador, y cómo te acercas a mi alma, para habitar allí: "I{a entra- do a hospedarse en casa de un peeaclor". Es verdad que no soy digno de que entres en mi casa, pero una pala- bra tuya bastará para sanarme. 38 DOIVIINGO i}l - CICI,O L] Esta erítica qtre hicietron ¿r Jesús es n¡.restra gx.en esperÉrrrza. Jesús es el amparador de pecadores. No es cómplice de nadie, pero quiere hacerse amigo de todos los que quieran cambiar de vida y empezar a ser mejores, Los pecadores que se hacen amigos de Jesús empiezan a dejar de ser malos, y no hay otra manera para dejar de ser pecador, que el que Jesús venga a ser huésped de nuestra alma. Si El está lejos, estamos perdidos. Pero Zaqueo se ptlsc en pie y diio: -Mira, la mi- tad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si de algrrno rne he aprovechado, le restitr¡iré cuatro veces más. Cu¿rtro veee$ ¡nás. El Libro del Éxodo mandaba dar el doble (Éx.22) pero Zaqueo está dispuesto a dar más de lo establecido. Debía ser bastante rico porque después de haber dado la mitad de sus bienes a los pobres, todavía le quedaba para devolver cuatro veces más Io que hubie- ra quitado. Y probablemente lo que había defraudado no era rnás del diez por ciento de lo que poseía, pues la mitad (el 50 por ciento) lo daba a Ios pobres, y de ese otro cin- cuenta por ciento iba devolver cuatro veces más Io que hubiera quitado. Los recaudadores de impuestos tenían f¿rma de ser muy aprovechados y de cobrar más de Io que debían cobrar y por eso Ilegaban a ser inmensamente ri- cos (y tan profundamente odiados por la gente) pero este Zaqueo parece que tenía una honradez poco común en ese tiempo y en todos los tiempos. Zaqueo tomó en serio su conversión, y esa conversión llegó hasta su cartera. Porque algunos sí predican muy bellamente acerca de la generosidad y de la justicia, pero cuando se trata de repartir lo que poseen, ahÍ sí se les apaga el fuego de su generosidad. 39
  • 22. Daré la ¡mitad de rnis bienes a los pobres. Es que Jesús no deja insensible el corazón de Ios que lo escu- chan. Zaqueo ya había hablado en privado con Jesús y después de recibir sus consejos hizo esta declaración pú- blica. Su penitencia fue compartir sus bienes con los ne- cesitados. Y ¿qué voy a hacer yo para demostrar mi coriversión? ¿Cuánto voy a dar? ¿Qué bienes voy a com- partir con los más pobres? ¿Podré decir al Señor: mués- trate generoso conmigo, que yo también trato de ser generoso con los que necesitan de mis ayudas? Probablemente aquel hombre recordaba la promesa de Dios en el Libro de Tobías "X,a }iwrr¡s¡r.ar borr.a mruntitt¿rl cle pecarlos". Recibió de Dios el don de la generosidad y respondió dando en abundancia, y devolviendo. .ies¡,rs Ie cor¡.'üestó: o'f-troy }ira sido l¡¡ salvaeión de esüa casa". Zaqueo había estado espiritualmente muer- to. .Iesús se le acercó para devolverle la vida espiritual. Dios no había creado a este hombre para que fuera un tramposo. Le dio grandes cualidades para el negocio, pero quizás no las había dedicado todas según las leyes de la buena conciencia, y ahora con la üsita de Jesús, vuelve al proyecto original de Dios, y como penitencia comparte su fortuna con los necesitados. En verdad que con esto empezó en serio la obra de su eterna salvación. Ojalá la obra de mi propia salvación empiece también desde aho- ra mismo. Forque eI flijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Gracias Jesús por esta noticia tan hermosa. Ambos hicieron aquel día sus decla- raciones. El pecador anunciando que pagará sus pecados qepartiendo sus bienes, y el santo de Dios recordando que El se vino del cielo fue a buscar y a salvar a quienes se habían extraviado del camino de la salvación. 40 I)OMTNG():iI - CTCL(i U Señor: concédeme esa misericordia tuya para con los pecadores, porque a veces mi celo es impaciente e iracun- do y no auténtica misericordia. Ayúdame a ser compren- sivo con los pecadores. Que no vea en ellos maldad sino debilidad; que no me fije en su mala voluntad sino en que han sido víctimas dé sus pasiones y de los enemigos de su alma y de su salvación. Lo tXule estaba ¡rrel'cXitlio: Lo que se había ido por los caminos que no eran; lo que se estaba comportando de manera indebida. Lo que si Cristo no Io salvaba, se per- día para siempre. Y yo estaba en ese Brupo, y Jesús ha venido a salvarme. Quiero agradecerle, mejorando mi conducta y ayudándole a salvar a otros pecadores. EX l¡u'inclis fi¡ra{. Un autor presenta de la siguiente nranera el final d.e este evangelio de hoy. En pleno ban- quete, Zaqueo se pone de pie y en medio de gran silencio toma una copa en sus manos y exclama emocionado: "Brin- do por este gran profeta que Dios ha enviado a su pueblo. Brindo por este hombre de Dios que sabe decirle a cada uno lo que necesita hacer para salvarse, sin ofender, pero sin callar nada de lo que debería decirle. Brindo por este amable Jesús de Galilea, que se ha dignado venir a la casa de este pobre pecador y ha tenido el valor de recor- darme lo que nunca nadie se había atrevido a decirme, y ha logrado conmover mi alma. Por haberle oído a sus pa- labras mil veces benditas, yo declaro solemnemente de- l¿rnte de todos Uds. que hoy mismo empiezo a repartir la nritad de mis bienes entre los pobres, y que si a alguien Ie hice trampa en algún negocio, devolveré cuatro veces más l«r que le haya quedado debiendo". Un aplauso atronador resonó en aquella inmensa sala. Aplaudían los 12 apóstoles. Aplaudían la Santísma Vir- 4L
  • 23. gen y las santas mujeres, aplaudían todos los recaudado- res y empleados oficiales y demás pecadores allí reuni- dos. Y Jesús sonreÍa, y se notaba en su rostro una alegría de paraíso. Y luego, en medio de un silencio mucho más impresio- nante que el anterior, se levantó Jesús y tomando tam- bién en sus santas manos una copa de vino, con una sonrisa llena de alegría, y extendiendo hacia todos esa, su mirada siempre bondadosa y amable, exclamó: -Yo también brindo lleno de emoción y doy gracias al Padre Dios que está en los cielos, porque hoy recibe en su amis- tad a este que es también hijo deAbraháffi, y heredero de las promesas inmensas de Dios para su pueblo. ¡Hoy ha llegado Ia salvación a esta casa, y yo les anuncio con ver- dadero gozo que el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido y siente mas alegrÍa por un pecador que se convierte que por 99 santos que ya no necesitan conversión! EI aplauso fue inmenso y casi interminable. Todos reían llenos de alegrÍa, y comentaban que en muchos años nunca habían asistido a una reunión donde se hubieran sentido tan contentos y satisfechos como en aquel día. Los únicos que resoplaban de rabia en las afueras de Ia calle, eran los fariseos porque no habían entendido que Jesús, el Médico Divino, llegó al mundo fue a buscar en- fermos del alma para curarlos y salvarlos y llevárselos al cielo. HI" HUO DEL HOPTtsRh] VINO A SATVAR tü e{.Jffi sF; HABfa PERDHDü (LUC. 19) Años 1 996., 1 I 99-2002-2005-2008-20 1 1 i,AFi i,i il fi: [ii{f}}[.ii¡; tr] [¡1,{.: fAlrl ji [,.,tr$ r] [Ii,':]j:1*f ilrji:i I]]l{[]ill, I,]ilii,]1.iit)t:, 2. Cinco eran prudentes y tomaron 3. Pidieron aceite a las prudentes, aceite, pero no así las otras. Cuan- pero éstas dijeron: ,'No tenemos do a media noche se oyó el clamoreo: bastante. Compradlo,'. Las vírgenes "El esposo viene", las lámparas de que estaban prontas entraron en- las necias estaban apagadas. tonces con el esposo a las bodas. 4.Y se cerró la puerta. Cuando más tarde volvieron las necias, exclam a- ron: "¡Señor, Señor, ábrenos!" 5. Pero el esposo dijo: "No os coltoz- co". Velad, pues no sabóis el día ni la hora en que el Ilijo dcl Ilombre ha de llegar'. 4342
  • 24. DOMINGO 32 - CICLO A ORACIÓN: Dios Omnipotente y misericordioso: apar- ta de nosotros todos los males, para que bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. IIR I-MELI,A LItrC'f LlItA. F-letr [.,ii:ro s{o Ia t}ui}¡rcI.u.rí4, 6,12-16 I.r"l, sabic[uría es ]rx"itrla¡rte. La ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los qrre Ia brrscan. Ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madrarga a buscarla la encr¡entra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia de la mejor clase. Qrrien dedica horas de la noche a tratar de consegrrirla, se verá libre de mrrchas preoeupacio- nes. ElIa misma va de un lado a otro buscando a los qrre desean hallarla. Sale a su encuentro en los caminos y los acompaña en srrs pensamientos. Jesús es la encarnación de la Sabiduría Divina, y en el evangelio de hoy se presentan dos actitudes ante la Sabi- duría Divina, dos clases de personas, unas que sÍ se es- fuerzan por encontrarse con Jesús y recibir sus dones celestiales, y otras que por descuidarse se quedan sin po- der ir al encuentro del que es la Sabiduría Celestial. La sabidurÍa no la encuentra quien se cruza de brazos pasivamente y se queda sin hacer nada por conseguirla, pero en cambio quienes aman y buscan la sabiduría lo- gran encontrarla y si dedican horas y horas a tratar de conseguirla, ella saldrá a su encuentro y reinará en sus pensamientos. 44 DOMINGO íT2 - CICLO A El Libro del Eclesiástico afirma: "EI estudio te costará sacrificio, pero Ia sabiduría que adquirirás te llenará de gozosas satisfacciones". En los Reglamentos de una de las Comunidades reli- giosas más grandes del mundo se repite 17 veces qrre el religioso debe estudiar, y s€ insiste en que si cada cual no se preocupa por instruirse por su cuenta, corre el peligro de quedarse estancado en su ignorancia y que- darse sin progresar en lo espiritual. El Concilio Vaticano dejó este precioso consejo: "Hay que pedir cada día a Dios el Don de la Sabiduría y no dejar de estudiar y profundizar las Sagradas Escritu- ras". Ojalá obedeciéramos a este deseo de la Santa Iglesia. De algunos dice la gente que el único libro que hojean cada año es el directorio telefónico. Y esto es una gran lástima porque la falta de lectura y de meditación lleva al alma al raquitismo, a quedarse enana por toda Ia vida, sin crecer en lo espiritual. Si la sabiduría se deja encon- trar por los que la buscan (según lo afirma la S. Biblia en la lectura de hoy) ¿por qué no hacer algún esfuerzo cada día por encontrarla y por adquirirla? San Buenaventura (gran sabio) repetía: "La Sabidu- ría es un regalo de Dios, pero El la concede a quien pone Ia "cr¡ota inicial" del esfuerzo diario por ins- tn¡irse. Jesús sigue haciendo el milagro de convertir nuestra agua en üno, pero nos sigue xigiendo el esfuer- zo de llenar de agua las tinajas del entendimiento. Si no- sotros hacemos lo que podemos, el buen Dios hará todo lo demás que necesitemos para adquirir la verdadera sabi- duría". Y Santo Tbmás añade: "Quien desea progresar en sa- biduría, consígase cada año, aunque sea un solo libro; 45
  • 25. léalo despacio. Tfate de asimilarlo. Esfuércese por enten- der lo que ha leído. Tlate de aclarar las dudas que Ie lle- guen. Medite en aquello que leyó. Verá entonces que la sabiduría sí llega a donde están los que desean hallarla y sí sale al encuentro en los caminos por donde viajan los que se esfuerzan por instruirse". ¿Cuánto tiempo dedico cada día a leer y meditar? ¿Sí leemos siquiera un nuevo libro cada año? Los sicólogos dicen que en libros hay que gastar por lo menos tanto como se gasta en mobiliario. ¿En verdad gastamos dinero y tiempo en buenos libros? ¿Podrán decir de algunos de nosotros aquello que con burla afirmaban de alguno, que había hecho "Voto de pobreza intelectual?". ¿Qué regalamos a nuestros familiares y amigos? ¿Sólo cosas para el estómago? (comidas y bebidas) o ¿sólo rega- los para la piel? (trapos) o ¿ayudas para aumentar la va- nidad? (colgandejos y adornos) O ¿regalamos también para el alma, para que aumenten la sabiduría? ¿Libros espiri- tuales? San José Marfa Escriva errclamaba: "Qué gran obra de caridad es regalar buenos libros, áPor qué no se convencen algunos de ,qué una maravillosa limosna es regalar libros espirituales?" Y San Juan Bosco repetía: "Propaguemos buenos li- bros. Sólo Dios sabe el inmenso bien que hace una buena lectura". El presidente Kennedy dejó escrito: 'Amar Ia buena lectura es cambiar muchas horas de aburrimiento y de inutilidad, en horas de alegre esparcimiento y distrac- ción, y empezar a subir por la escala que lleva hacia la sabiduría". 46 DOMINGO;t2 - CICI,() A SIIGUNDA LECTURA. De la Frimera f)arta de San Pablo a los Tesalonicenses, 4,3-I7 I{errnanos: no queremos que ignoren la sr¡erte de los difuntos, para qrre no se aflijan como los que no tienen esperarrza. San Pablo quiere recordarnos la esperanzadora doctrina acerca de los difuntos. Los que creyeron en Dios y lo amaron, no pasaron a una vida peor que esta, sino a una existencia mucho mejor, y allá ire- mos un día nosotros a encontrarnos con ellos. El apóstol quiere que ante la muerte de un ser querido no nos desesperemos y no nos desanimemos como lo ha- cen los que no tienen esperanza en que hay otra vida. Ellos se desesperan. Nosotros sabemos que con esos seres tan amados nos vamos a volver a encontrar en la eterni- dad, y que la muerte no es un "adiós", sino solamente un "hasta luego", y repetimos la frase del santo antiguo: "a donde ellos fueron, yo iré y los encontraré, y con ellos viviré para siempre". Fues si creemc¡s que Jesírs ha rnuerto y ha resu- citaclo, clel ntisrno rnodo a los que han rnuer:to s'ierr- do, antigos de Jesri-c, Dir¡s los lle¡rará coni El. San Pablo establece un principio importante: si alguien creyó en Je- sús y fue su seguidor, cuando muera, será llevado por Dios junto a Jesús, porque entre Jesucristo y la persona que lo ama hay una relación de amistad que no puede ser destruida ni siquiera por Ia muerte. Nada en la vida y en la muerte podrá separarnos de Cristo si lb ama-os u É1, y queremos ser sus amigos. El Señor, a la voz del Arcángel y . la voz de la trompeta descenderá del cielo y los muertos resu- citarán, y seremos llevados en la nrrbe, al encrren- 47
  • 26. tro del Señor en el cielo. Y así estaremos siempre con el Señon Consolémonos, prres, mutuamente con estas palabras. Es impresionante el cuadro que traza el apóstol acer- ca de lo que va a suceder al final. Cristo en su Segunda Venida, descenderá de los cielos a la tierra. Dará la voz de nrando, y d la voz de un arcángel y al sonar de una trompeta, los muertos despertarán, saldrán de sus sepul- cros y los que creyeron y amaron a Jesús, serán llevados por los aires entre las nubes al encuentro del Salvador, y después estarán para siempre con su Señor y Redentor en el cielo. Es la descripción hecha por el vidente Pablo a quien Dios le permitió conocer el futuro que nos espera a los amigos de Cristo. EVANGELIO segrin San Mateo, 25, L-L3 I"AS VÍRGENES NECIAS Dijo üesús a 6us tliscípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se pareee a diez muchachas que tomaron srrs lámparas y salieron a esperar al espo- so. Cinco de ellas eran imprudentes, y cinco eran pnrdentes. Esta es una de las más hermosas, instructivás ¡l IrIa. ravillosas parábolas de Jesús. Es un drama en miniatu- ra. Tiene ties actos. 1o. Unas se preparan y otras no. 2o. AI llegar la hora, las que se han preparado están tranqui- las, las otras angustiadas, 3o. Las prudentes son acepta- das. Las otras no. Jesús presenta hechos concretos de la vida. Aquí narra lo que sucedió en una boda. Es un acon- tecimiento que pudo haber sucedido en cualquier aldea de Palestina. Cuando una pareja se iba a casar, toda la gente desde los 6 hasta los 60 años salÍa a Ia calle a felici- 48 DOIT{IT.¡GO 32 - CICLO A tarlos. Las muchachas se iban a la casa de la novia a acompañarla y los jóvenes se dirigían a Ia casa del novio a acompañarlo en su recorrido por el pueblo. Como en todas las partes del mundo, allí había gente prudente, previsiva, que calculaba lo que iba a necesitar, y gente imprudente, imprevista y descuidada que no ha- cía cálculos para el porvenir. Y esa noche resultaron mi- tad y mitad. 5 prudentes y 5 imprudentes. Todos somos un poco prudentes y un poco imprudentes. A ratos conse- guimos aceite de buenas obras y de buena conducta, pero a ratos se nos olvida conseguirlo. A veces vivimos como personas que van a darle cuentas a Dios de toda su exis- tencia, pero muchas otras veces nos comportamos como si nunca se nos fuera a tomar cuenta de nuestros compor- tamientos. Y para el viaje a Ia eternidad, que se hace una sola vez,}:ray que estar bien preparados, y más, que este suce- de a la hora menos pensada. Las imprudentes no llevaron aceite cle l'epuesto para stls lámparas, pero las prudentes sí llevaron vasijas con aceite; para mantener eneerldid.as sus lárnparas. El punto crítico está aquí: en que unas, Ias pru- dentes sí consiguen aceite suficiente para mantener sus lámparas encendidas hasta la hora en que llegue el espo- so, mientras que las descuidadas no llevan aceite de re- puesto y cuando Ilegue el momento de ser admitidas en Ia fiesta, no van a estar preparadas para ello. Jesús con esta parábola quiere prevenir contra el peli- gro de no estar preparados, de no tener suficientes bue- nas obras, al momento de tener que entrar a las fiestas 49
  • 27. del Reino Celestial. Jesús quiere que no descuidemos el llenar a tiempo Ia propia vida de obras buenas. Nuestra entrada al Reino va a depender de si en la lámpara del comportamiento hay el suficiente aceite de santidad y de bien obrar. La parábola nos advierte que para poder entrar en el Banquete del Reino de los cielos es necesario estar aten- tos, no quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada, sino por el contrario ir acumulando y consiguiendo día por día y hora por hora el aceite de la fe, de la esperanza, de la caridad y de las demás virtudes y obras buenas que recomienda Dios. Hay que estar preparados desde ya, desde ahora, adquiriendo aceite de buenas obras, aceite de amor a Dios y de amor al prójimo, aceite de actos de arrepentimiento, y aceite de limosnas y favores y ayudas generosas a los demás, y de pequeñas penitencias y mortificaciones. Aceite de buenas lecturas, de frecuentes oraciones, aceite de perdones a los que nos ofenden y de cumplimiento de los deberes de cada día. Es necesario tener las lámparas encendidas de tal ma- nera que la luz de nuestras buenas obras brille ante los demás y glorifiquen por ello al Padre Celestial. ¿Qué tan- ta llama de buen ejemplo estará produciendo mi vida? ¿Cuál será la cantidad de aceite de obras buenas que po- seo en reserva para el día de la llegada del Señor? Tengo que aumentarla. Todo el probl ma aquí va a ser Ia falta de aceite, falta de buenas obras de preparación para le llegada del Señor. Si no hay ese aceite, no habrá entrada al Banque- te Celestial. 50 XX)MTN(;():'t2 - CICI,O .A Elll esX:,,r¡so tard.aba en trlegilr; les eintró el sr¡eño ¿r tocl.as y se dr¡rrrrieron. Velar no significa no dormi¡ pues también las pru- dentes se durmieron. EI Cantar de los Cantares dice: "Mis ojos duermen, pero mi corazón sigue despierto, aguar- dando al amor de mis amores". Un gran sabio decía: "Duer- mo ocho horas para poder trabajar bien las otras 16". Pero no podemos estar dormidos todo el tiempo, pues en este sueño que, es el descuido, puede llegar la voz de la llegada del Señor. Para ser admitidos en e[ banquete del cielo hay que estar vigilantes, Ilenándose de buenas obras, sin echarse a dormir descuidadamente como 1o hacen quienes se olü- dan de que va a llegar Nuestro Senor a pedirles cuentas. 'fodas se durrnieron. El cielo no está poblado de gen- tes que jamás se descuidaron. Pero sí se le ha exigido a cada cual haber hecho a tiempo, provisión de obras buenas. ^4, metlianoche se oyó uxla voz: "Que llega el esposo. Salgan a recibirlo" Tbdos necesitamos un despertador a tiempo, no sea que nos deje el tren del cielo. Hay un despertador muy bueno que es la conciencia, y otro despertador todavía nrejor que es Ia Palabra de Dios. Lo peligroso es que por dejarse emborrachar y embrutecer por los placeres y por Ias pasiones, no se oiga a tiempo ese despertador y la nruerte nos sorprenda impreparados. ¡Cuántos y cuántas que jamás piensan que han de darle cuentas a Dios y cuando menos lo imaginan ya la muerte 51
  • 28. toca a su ventana y no tienen nada listo para presentarse ante el Divino Juez. Muchas veces la voz de alerta puede ser una tenta- ción, una caída vergonzosa en pecado, o un desastre fÍsico. ¡Pocas cosas hay que sean tan trágicas como el tener que exclamar: "¡Ya es demasiado tarde!". Viene: viene: Salgan a su encuentro Es la voz que debe resonar en nuestra memoria. Cada día estamos24 horas más cerca de nuestro encuentro con Jesús. Que no nos tenga que decir Él, "rro los reconozco", por no habernos preparado debidamente a salir a recibir- le con nuestras buenas obras. Entonces aquellas muchachas se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las impru- dentes dijeron a las prudentes: "Regálennos r¡n poco de srr aceite, que se nos apagan las lámparas" ttPero las pnrdentes les respondieron: --No nos al- catLza para nosotras y ustedes, mejor vayan a la tienda y lo compran". Esta es una advertencia de que hay ciertas cosas que no §e pueden pedir prestadas. Nadie puede pedir a otra persona que le preste sus buenas relaciones con Dios o sus obras buenas hacia el prójimo. Estas obras hay que tenerlas en la propia conducta, y Do basta con que otros las tengan, aunque sean personas muy amigas nuestras. No es que porque mi madre es una santa, yo me voy a ir al cielo siendo mi comportamiento contrario al querer de Dios. No podemos vivir del capital espiritual que atesora- ron otros. Cada uno cosecha lo qua ha cultivado en su propia parcela. Las obras buenas hay que hacerlas uno personalmente y no contentarse con que otros las hagan. 52 DOMINGO 32 - CICLO A A las imprudentes no les bastó que otras tuvieran acei- te. Era necesario que lo tuvieran también ellas. No basta con poder decir: "Mi familia es sumamente buena". No. "La aduana de la eternidad se pasa de uno en rlno, decía Pascal, y aunque el resto del racimo esté muy bien, la uva podrida será echada fuera". Estas mujeres se imaginaron que eran demasiado jó- venes para que les fueran a exigir estrictamente lo bueno que deberían haber hecho, y sí les exigieron. Creyeron que a última hora se podía solucionar todo y no se solu- cionó. Cuántas personas imprudentes no se preparan para la eternidad, y sus cálculos les fallan. Creen que se pon- drán en paz con Dios más tarde, y üene Jesús cuando nrenos piensan, sin consultarles Ia hora en que querían que llegaro, y no tenían nada preparado para este en- cuentro tan importante. IVflientr.irs it¡art ;,t corrh.Ilra¡.:lo nia:É,.1ó eI es;¡:;oso y triri. qtrel estah&n flrepú¡racüa$ entlrat'uttr '¿:,ilv¡ elli ;,;LlÍii:,;:,r:rtc:ir¡.tv; üe c§e'[:oc]ias 5, §e e.Brtró ]a ¡rerer'[,a,. Las prudentes no se contentaron con decir "Señor,. Se- ñor", sino que consiguieron el aceite suficiente para man- tener encendidas sus lámparas. Cómo convendría recordar aquella antigua poesía: AIma: si quieres ser fuerte en las luchas de la vida, condúcete de tal suerte que nunca pueda la muerte, hallarte desprevenida. La costumbre oriental es que al llegar el novio a la casa de la novia, las muchachas que acompañan a esta, 53
  • 29. empiecen una danza ritual, elevando cada cual en la mano una lámpara encendida (algo parecido al baile de la cumbia en la costa, que se hace llevando velas encendi- das en las manos). Las jóvenes que no llevan lámparas encendidas no son admitidas en esta danza ritual que se hace para pedir bendiciones del cielo para los que con- traen matrimonio en esa fecha. Y se cerró la ptrerta. Una vez que ha entrado el gru- po que la pareja acepta como invitados, se cierra la puer- ta para que no entren gentes extrañas. Más tarde llegaron también las otras muchachas diciendo: "Señor, Señor, ábranos". Pero Él les res- pondió: Les asegtrro que no las conozeo". For lo tanto: estén alerta: porque no saben ni el día ni la hora. Debe ser terrible escuchar de labios de Jesús esas es- pantosas palabras: 'No los conozco" Nuestros muertos ya se presentaron ante Ia puerta de la eternidad y sus lámparas fueron revisadas para ver qué tanto aceite de buenas tenía cada uno. Ellos ya fue- ron o aceptados o rechazados en el banquete eterno. Aho- ra nos toca el turno a nosotros. Ya la voz se va a escuchar: 'Viene el Señor: salgan a recibirlo". El no saber Ia hora de su llegada puede traernos el peligro de descuidarnos y de no estar preparados. Por eso Jesús insiste diciendo: ¡es- tén alerta!. Ya estamos haciendo fila para ir a encon- trarnos con nuestro Divino Juez. No sabemos cuándo nos toque el turno, pero será a la hora menos pensada y hay que estar preparados cada día y a cada hora. 'fenemos el peligro de mirar sólo con ojos terrenos, y no ver sino del techo para abajo. Pero podemos mirar tam- 54 DoMTNGO 32 - CIC[-() A bién hacia la eternidad que nos espera, y comportarnos de acuerdo con ese fin que nos va a llegar. El problema número uno es el del "más allá". Hay que saber a tiem- po prevenir los riesgos. Necesitamos vivir en estado de alerta, por lo que pueda ocurrir. La llegada de Jesús será inesperada. No sabemos ni el día ni la hora. Su recomen- dación es vivir de tal manera que su venida no nos sor- prenda impreparados. Jesús quiere que esta vida pasajera no nos haga olvidar la vida eterna que nos espera. PREPAFtsAMOS PORQUE A LA [-E ÜffiA MENüS PENSAMA VENt}RA EL HlJO DEL HOMBRE (Mr. 24) 55
  • 30. TAffiA f,]ruffi $][ {} $f,1 ililN$) ffi Y SEGUN SUS OBRAS (S. B¡blia. Apocal ipsis) DOMII{GO 32 CICLO B ,. ¡"i .1, t¡ ,lLLt ¿l .:i:. [,fi liirq-¡idil Ér il r;] l-,/r, v[[JHil{ 56 57
  • 31. DCIWINGO 32 --CTCLO B PRIMERA LECTURA. Del libro lo. de Los [teyes, 17,10-16 [,A VIUDA DE SAREPTA /ll llegar el profeta Elías a la ciudad de Sarepta encontró a una viuda que recogía leña. La llamó y le d"ijo: "Por favor tráigame un poco de agua para yo beber"-Mientras iba a buscarla le gritó: -"Por favor: tráigame también un pedazo de pan" -Ella respondió: -Le juro por el Señor Dios qrre no tengo pan. Solamente me qrreda un poqrritico de harina y algo de aceite. Estaba recogiendo rrn poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y paT.a mi hijo. Nos lo comeremos y después moriremos". Respondió Elías: -No tema. Vaya y prepare lo qrre ha dicho. Pero primero haga rrn pan para mí y me lo trae. Porque esto dice el Señor Dios de Is- rael: La vasija de harina no se quedará vacía, y el aceite en el frasco no se disminuirá, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra. Ella se fire, hizo lo.qrre le había dicho Elías, y comieron é1, ella y su hijo. Ni la vasija de harina qrredó vacía, ni el aeeite disminuyó en el frasco, como lo había dicho el Señor por medio de Elías. Esta viuda, como Ia del evangelio de hoy, da todo lo que posee. Su vida de pobreza le ha enseñado a ser des- prendida. Tbes años llevaban sin lluvia en aquellas tie- rras en castigo por haber pecado el gobernante iontra Dios, y el hambre que todos soportaban era atroz. La viu- da en la S. Biblia es sÍmbolo de debilidad,,de pobreza, de desprotección y falta de recursos, pero.en las Iecturas de 58 Xr(}iVÉlirlüO:X2 - {J[üX-O trJ hoy aparece como símbolo de generosidad. La viuda de Sarepta, por haber dado para el profeta de Dios lo poco que ella poseía, recibe generosamente de manos de Nues- tro Señor todo lo que va a necesitar para comer durante el tiempo que dure la carestía. Por medio de Elías mani- fiesta Dios su protección y generosidad para quien ha te- nido generosidad con su profeta. Más tarde dirá Nuestro Señor: "En verdad les digo, qrrae quierr recik¡e l¡iem a urr profeta, por ser."¡lrol'eta, l"ecifrir:á Xlrernio corno de profeta.y quien regale aunque sea un vaso de agua a alguien por ser discípulo, les aseguro que no se quedará sin recompensa (Mt. 10, 41). Siempre se cumplirá la promesa que hizo Dios: "Quien generosamente d a, generosamente recibirá" (Eclesiástico). SALI{O. EI Salmo 145 que se lee hoy recuerda que "Dios da pan a los hambrientos y sustenta a las viudas". SEGUIIDA LECTURA. De la Carta a los Idebreos, 9,24-28 Cristo ha entrado no en un santuario constrtri- do por hombres, sino en el mismo cielo, para colo- carse ante Dios, intercediendo por nosotros. Esta es una idea repetida varias veces por la Carta a los hebreos, porque es de primerísima importancia: que Cristo está junto al Padre Celestial intercediendo, rogan- do, por nosotros. Esta gran verdad,es motivo de esperan- z.a para todos los,que creemos en El. Jesús no piensa en El, ni ruega por El, sino que piensa en nosotros, y ruega cada dÍa por nosotros. Muchisísimas de las cosas buenas que nos suceden, se deben a que Jesús ha orado en favor nuestro. 59
  • 32. El ctestireo clel ser hurnanü es lmorir n¡na sola ve'¿, y después el jtlicio He aquí una enseñanza clave de la palabra de Dios. Se muere una sola vez.Y no muchas veces como afirman los partidarios de la reencarnación, los cuales andan dicien- do que cada uno tiene que reencarnarse cien y más veces y morir también muchísimas veces, hasta redimirse a sí mismo y entonces ya no habría necesidad de la redención de Cristo, con lo cual la doctrina de la reencarnación le quita a Jesucristo todo su valor como Redentor y Salva- dor, pues no es El quien nos redime y nos salva, sino uno mismo reencarnándose. Idea absurda. Morimos una sola vez, y después el juicio. Algo clave y que no debemos olvidar jamás: apenas muramos tendremos que presen- tarnos ante el Juicio de Dios para recibir cada uno según hayan sido sus obras, ya sean buenas, ya sean malas... El Padre Escrivá recornendaba: 1'No olvidemos nunca el Jui- cio que nos espera, porque su recuerdo nos puede hacer mucho bien". Nos presentaremos ante el Juicio divino, sin máscaras ni disfraces, sino tal como hemos sido en verdad. Y nada habrá oculto que entonces no llegue a saberse, todo Io bueno y todo malo. i; e ¡;'rriiirr. ;i ru.lii:. ilvl ¿ür i:' .:j ü sj , 'L:i, , I,A LIMOSNA DE I,A VIUDA Estando Jesús frente a una de las alcancías del ternplo, obsen¡aba a la gente que iba echando di- nero. Muehos rieos echaban en cantidad. Se acer- có r¡na viuda pobre y echó dos monedas. Llamando a sus¡ discípulos les dijo: 'Les asegrrno qrre esta pobre üuda ha echado en Ia alcancía más qrre los demás, porque los otros han echado de Io qrre les sobraba, pero ésta, que pasa por difíeil situación económi- ea, ha echado todo lo que tenía para üvir". 60 Doll,ltNGO 32 - CICLO I} Dichosa viuda esta que mereció un elogio de Jesús. Dar todo lo que una persona tiene para vivir, es un acto verdaderamente heroico. No es suficiente dar lo que nos sobra. Estando frente a una de las alcarrcías Había en el templo unas 24 alcancías, llamadas "Thom- petas" porque tenían la forma de ese instrumento musi- cal. Cada una tenía un destino especial: unas para comprar trigo para los sacrificios diarios, otras para con- seguir corderos para sacrificarlos por los pecados del pue- blo; otra el de contribuir a los gastos del mantenimiento del templo, etc. Echó dos nnonedas. El evangelio da el nombre de esas monedas "dos delgadas" porque así se llamaba a la nroneda de menor valor que existía: "la delgada". Esta pobre ha echaclo más que los demás Porque Jesús lo que mide es el "costo" que la ofrenda ha tenido para la persona que da la limosna. Existen per- sonas que sÍ dan pero con tal de que su ayuda no les obli- BU;- a privarse de nada. Sería una lástima que nuestras ofrendas no nos ocasionaran el vernos privados de algo que en verdad necesitamos y que nos agrada. Pocos de nosotros podemos leer este relato sin avergonzarnos. Ha echado todo lo que tenía. La mujer había podi- do guardarse una moneda, y aunque no habría sido mu- cho, siempre habría sido algo, pero dio todo lo que tenía. En cambio nosotr s siempre nos reservamos algo; casi nunca hacemos un sacriflrcio total y definitivo. Es algo curioso que la persona que Jesús en el Nuevo Testamento hace pasar a la historia como un mode- 61
  • 33. lo de glenerosidad, es alguien que dio lo menos que se podía dar. Y esto nos anima a muchos que senti*o. q,r" no tenemos dones especiales ni cualidades brillantes ni grandes cantidadgs de dinero para ofrecer a cristo, pero sí poge-mos a su disposición todo lo que somos y posee_ T-o" El hará por medio de nosotros cosas que están más allá de la imaginación. Qué bueno morir con las manos llenas de buenas obras, y más bueno aún, morir con las manos vacías por haberlo dado todo, todo. Muchos echaX¡an e¡n canl,idacü Los israelitas recordaban muy bien er mandato bíblico que dice: "No te presentes a üios co* Ias ffiranos vi¡* eÍiu§" y eran sumamente generosos con el templo, mucho más que nosotros. sabían que Dios mira nuestras manos abiertas para pedir, y según lo que hayamos dado, así nos dará. Dios lleva cuenta de lo qué nosotros damos para É1. ¿cuánto gastamos en difundir lecturas religiosui? ¿co., cuánto hemos contribuido para er embelleóimientó a"t templo de nuestra parroquia? ¿cuánto dinero nos ha cos- tado nuestra religión en este año? ¡sería interesante ha- cer las cuentas! Si mañana apareciera la lista de lo que cada uno ha dado para la Iglesia, algunos se avergo izarían. pero un día sí aparecerá en el cielo. CONCLUSIONES: Recordemos: para el cielo nos llevaremos lo que haya- mos gastado para nuestro Dios y en favor del prójimo rr"- cesitado, y en cambio lo que dejemos en esta tierra por haberlo ahorrado egoístamente, io perderemos para siem- 62 DOR,ITTNGO;}2 - CICL0 B pre; algunos no tienen dinero para dar, pero sÍ puedendar su -tiempo visitando enfermos, acompañando ancia-nos, colaborando con obras comunale., ;;;^plazando aalguien, enseñando catecismo, etc., etc. Pig" lo pide todo, porque Él sabe darro todo. Es nece-sario dar no sóro lo qr".otru, sing ñ;;¿;"rñe se pue_ de necesitar. Da mái, quien queda privado a"ira.. Jesús quiere lrevar a ra gerrerosic.ilacr ir*¡i,ru*e,te. er generosos pero con dema_ a hay unas palabras cla_ o) y lo necesario. Es n- dy lo que les sobra, darle un mordisco a Io tenros, porque nos qued"" f?:X",T::;HXx: í ff ;f;supergeneroso que nunca se deja ganár de naáie ur g"_nerosidad La viuda "" l? última persona que Jesús elogia antesde su Pasión y Muerte. pita .ro ." puso a hacer nuestros e necesitamos vamos a ca_ riesgó a tener fe en el Dios el buen Dios no le falló en Cuando Dios quiere elevar a una persona a un altogrado de espiritualidad, la desinstaü, i; il;; renun_ciar a vivir llena de comodidades y de bienes y hace quele falte algo, de manera que ya no viva confiando en lo 63
  • 34. terreno sino en lo celestial. La viuda era pobre y dio todo lo que tenía, empobreciéndose más, y este desprendimien- to la hizo subir un grado más en santidad y espiritualidad, y la llevó a colocarse en manos de Dios. La entrega gene- rosa es empobrecedora materialmente y enriquecedora espiritualmente. ' ;l.i,r .;ia;i'Í:il ,,,.i uir,:i.',i¡ri,i:Ii i,¡¡r: ,: ll-t. .rí,,: I'iri. -il (lirlj!'Iir,1.;iij i:tl¡isI- ¿NOS estaremos guardando algo que deberíamos dar? ¿Damos solamente las sobras, lo que ya no nos hace falta? Hay que saber dar con valentía, con santa imprudencia. No hemos experimentado más la maravillosa generosidad de Dios porque no hemos dado con más largueza. La madre y los siete hijos prefirieron y morir, con tal de permanecer fieles a DOMIIGO 32 CICLO C Años I 995- I 99 8-200 l-2004-2007 -2010- ZOIB ser despedazados la Santa Religión. L,üS I1,LC¡IIIIEOS ffi#ffi (Jesucristo) 64 65
  • 35. DOMINGO 32 CICLO C I'il,l i-.4 j il"i,/i i,ilC'I'LIIüA: tr-1,*:li I-,iI:,,ri'cB lVl, i'i ¿: ¿¿ fi ,, ( t: tt;: I i, -l , ] - -[ ,.1 . lcs LOS SIETE HERMANOS MACABEOS. Colocamos a continuación la historia de los Siete her- manos Macabeos, porque es verdaderamente interesante f-OS SAN'I,(}§ MACAtsIrüS" Siglo II a. clc" C. En la S. Biblia hay dos libros llamados de Los Macabeos (Palabra que significa: "Fuerte contra el ad- versario"). AllÍ se narran las historias heroicas de quie- nes prefirieron perder todos sus bienes y hasta morir, con tal de defender la santa religión del verdadero Dios. En el libro 2o. de los Macabeos, capítulo 7o., se narra la lflistoria de los siete herrnanos mártires, Ios cua' Ies fueron cruelmente atormentados para hacerles rene- gar de su fe, pero prefirieron toda clase de tormentos con tal de permanecer fieles a los mandatos de Dios hasta la muerte. La siguiente es su historia, según cuenta la S. Biblia: Sucedió que siete hermanos israelitas fueron apresa- dos, junto con su madre, y eran forzados por el rey a que renegaran de la santa religión verdadera. Fueron flagelados con azotes y fuetes de cuero, para que hicieran lo que la sant-r religión prohíbe. El prirner mártir: Uno de ellos decía al impío rey Antíoco que pretendía alejarlos de la religión de sus pa- dres:-"¿Qué pretende de nosotros? Estamos dispuestos a morir, antes que desobedecer las leyes que Dios les dio a nuestros antepasados". 66 IX)VüN(;();i2 . CtcL() (l El rey lleno_de rabia, mandó prender fuego debajo de sartenes y calderas, e hizo echar allí la le.r!r. dei que había hablado en nombre de ros demás. Hi;üL re arran_ caran- toda la pier de ra cabeza, y que le cortáran ras ma-nos y los pies, en presencia de.r. hé.-u"o. yá" su madre. -Cuando quedó completamente inutilizado, viendo que todavía respiraba, mandó er rey que lo ".hu.á., a un sar-tén que estaba sob¡e. el fuego V áffi lo tostaran. Aparte, mientras el humo del sartéñ sé difundiu lejo=,los demás hermanos, junto con su madre, se animaban mutuamen_ te a morir con generosidad y decían: "El señor Dios cuida de todos nosotros y está presen- cial{o lo que sucede. Siempre se cumpliráio que prome_ tió Moisés: Dios se compadlce de ",r" ^*ig;;,,]-Llega el segtrnd*r. ep¡¡do el primero pasó a la eter_ nidad, llamaron ar segundo, y desp.r¿. d"^^...ncarre rapiel de la cabeza y todos "rr" ".bállo", i" pr"gr.rt..o.r, "¿;Está dispuesto a hacer ro que prohíbe su refrgion? ¿oquiere ser torturado en .r., .,rl.po parte por parte?,,. Él .e"pondió: ,,¡De ninguna manera y por ninguna cau-sa haré jamás lo que p.ohíbu mi santa-*frgiá;F Y entonces lo torturaron del mismo modo que habían hecho. con el primero. Antes de que re arrancaran la ren- T-u d,jo al rey::Tú, injusto y criminal, "; ;;;as de lavida presente. pero er-Rey áe ros cieros nos resu citarápara la vida eterna a los que morimos por cumprir sussantas leyes". Tercera vícüima. Luego Ilamaron al tercero. Este pre_ sentó la lengua para que lu arran_caran y las nlanos parase las cortaran, pero antes dijo: "por boid"a JLr nios der 67
  • 36. cielo poseo esta lengua y estas manos. Pero por cumplir sus santas leyes renuncio a todo esto que es tan precioso y útil. Yo espero que en Ia eternidad me devolverá el Se- ñor lo que he sacrificado por su amor". El rey y sus acom- pañantes estaban admirados y sorprendidos del valor de aquel muchacho que no tenía miedo a tan terribles dolo- res con tal de cumplir lo que le mandaba su santa reli- grón. Lo maltrataron y asesinaron como a los otros dos. Despedida del cuarto hermano. Hicieron pasar en seguida al cuarto hermano y los maltrataron con feroces suplicios. Cuando ya estaba agonizante y cerca de su fin, exclamó: "Es preferible morir a manos de los hombres con tal de conseguir ser resucitados para la vida eterna. En cambio para los enemigos de Dios y de su religión no hay esperanaza para la eternidad". Uno más. En seguida llevaron al quinto hermano y se pusieron a atormentarlo. El, mirando al rey le dijo: "¿Se imagina que porque tiene un alto puesto de go- bierno puede hacer todo lo que se le antoja? Pero no crea que Dios ha abandonado a quienes pertenecemos a la ver- dadera religión. Ya verá que pasado un poco de tiempo, nuestra santa religión triunfará, mientras a ustedes les sucederán cosas muy desagradables". El sexto mártir. Después de este, trajeron al sexto hermano, el cual, cuando estaba a punto de morir a cau- sa de tan terribles tormentos, exclamó: "No se hagan ilu- siones los que combaten contra la religión del verdadero Dios, pensando que nada malo les va a suceder por todo esto. Anosotros nos sirven estos sufrimientos para pagar nuestros pecados, pero a los que luchan contra Dios, les esperan males espantosos". 68 DOMINCO Í}2 . CTCLO C La matlre heroica _ sigue diciendo la s. Biblia, en el capítulo To. del 2o. Libro de los Macabeos: 'Admirable en todo aspecto y 4igrr. de todo glorioso rec'erdo, f,e aqrrella ma_ dre que al ver morir a todos sus hijos en el es^pacio de un solo día, padecía todo esto "or, .r.Érrtía, porqle tenía la esperanza puesta en los premios que Nuestro señor tiene reservados para sus fieles amigos. Animaba a cada uno de ellos hablándoles en.su lenguaje patrio, llena d" g".r"- rosos sentimientos y estimulándolos a sufrir con gran valor les decÍa: -Yo no sé cómo mi Dios me concedió er honor de ser nradre de cada uno de ustedes. eué honrada me siento al ver que ahora entregan su espíritu al creador por defen- der sus santas leyes. Él e'cambio res conced"rá lu gloria eterna". El T"y .se enfrenta al más pequeñÍn de los hermanos - El rey AntÍoco se-propuso ganarse al más pequeño de l.os.her-manos y le ofreció regáros y hacerro ri.o y conce- {ullg altos empleos _c_on tal dé que ábandonara la religión del Dios de Israel. viendo qüe er muchacho no le hácía caso, el rey llamó a la mamá y le pidió que tratara de c-onvencer al joven para que salvara su '*ridu ,".r"gando de su religión. . _E"t9.3_.es aquella valerosa mujer se acercó a su hijo y le dijo: f'Hijo: ten compasión de mi y por amor a tu madre no vayas a renegar jamás de la santa religión de nuestros antepasados. Recuelda que estás obedeciéndo ar Dios que creó los cielos y la tierra. No le tengas miedo a este ver- dugo que te quiere quitar la vida áel cuerpo,- plrqru si 69