Este documento presenta 10 consejos para prepararse al hablar en público. En resumen: 1) Prepárese bien estudiando el tema a profundidad; 2) La gente nota cuando no nos hemos preparado; 3) Interesarse genuinamente en el tema lo ayudará a transmitir emoción; 4) Dedique tiempo a meditar sobre lo que va a decir para enriquecer su mensaje.
2. El Ar"¡ tor y sus Obras
EI P. E§ECER SALESMAT{
nació en Bb.tulia ( Santander,
Colombia ) en 1929. Desde
muy joven fue aficionado a la
lectura. A los 15 años su padre
lo sorprendió leyendo novelas
y Ie dijo: «No es conveniente
leer novelas, porque las novelas
son mentira y la S. Biblia dice
que el diablo es el padre de las
mentiras». Y le dió el bellÍsimo
Iibro «I-a lrnitacióm de Cristo».
La lectura de este formidable
libro transformó por completo.
su gusto en cuanto a la lectura y
a sus criterios espirituales, y en
adelante se dedicó a leer libros
formativos.
En un retiro con los Padres
Salesianos le recomendaron leer
el libro «Preparación para la
mu erte)t, de San Alf onso
y esta lectura produjo en su
personalidad, según sus palabras,
«Llna metamorfósis como la que
cambia un horrible gusano en
una agradable mariposd»>, V lo
impulsó a hacerge religioso.
En 1949 entró a la Comunidad
Salesiana. AllÍ se espec iallzó
en pciagogía, y después de
obtener el titulo en HISTORIA--
en la Llhiü¿¡sidád Javeriana de
rrr"ll ftllr
P, Elíécer Sálesnan
colegios, a dictar conferencias
y retiros espirituales.
En 1969 publicó su primer libro
r{-oRA v EH-HO, PEQUEÑOS
MARTIRES que en pocos años
alcanzó 76 ediciones con más
de 160.000 ejemplares.
En 797 4 compuso su
CURSII-LO tsIBI-ICO, del cual
se han hecho 33 ediciones, con
más de un millón de ejemplares
vendidos. En 197 5 editó el
MANUAI- DET- CATÓ[-[CO,
el cural en sus 31 ediciones ha
superado ya los tres millones de
ejemplares.
En 797 6 publicó su libro más
popular SECRETOS PARA
TRTUNFAR EN LA VIDA, QU€
se edita en México, Panamá,
Venezuela, Ecuador y Chile, y
que sólo en Colombia lleva 27
ediciones con 990.000 ejemplares
vendidos. Este libro produce
verdaderas transformaciones en
la personalidad.
En 1979 publicó dos obras que
se han hecho muy populares: LA
hIOVENA BÍNLTCA AL NIÑO
JESÚS que ya lleva 31 ediciones,
-con 4.350.000 ejemplares y
LOS NUEVE DOMINGOS AL
DIVINO NIÑO JESÚS, IibTO
que ha llegado a las 27 ediciones
con 7.650.000 qemplares.
55.000 tiemilales
@tdición
3. ESTEtIBBosEcO-W
Av. Miguel Prostella. Galerías EI Dorado
Local No. 12 PANn¡nÁ Tel': 36++627
nrpúBLl(A DE PANAMÁ
(alle Atenas D.122
Bayamón - PUERTO RICO 00959
5an Jorge,357 Santurce
PUERTó Rlco - 00912 - Tel: (809) 728-s2o7
Arecibo - BaYamón - MoYaguez
San Juan - PUERTO RICO
ffiffi
PrH-ffiE I NAS NüFii.ltñAS IiARA CüNS'[,G[j{E Ht
FET.U'il@§, EN H.A PRE,DICITCTÓro
lo. FITEPAI{AITSE BIEN. Empezar a hablar en público sin
estar preparado es como entrar en batalla con el fusil sin
armar, o con la pólvora mojada. Webster decía que presentarse
ante un auditorio a hablarle sin haberse preparado es como
presentarse semidesnudo. Es una verdadera falta de respeto
y de dignidad. Para Santo Tomás "La dignidad es un gran
respeto hacia sí mismo y hacia los demás". ZPodrá decir que
tiene respeto para sí mismo y para los otros quien se atreve
a hablarles en público sin haberse preparado?
2o. LA^ GENTE SE DA CUENTA DE QUE NO NOS HEMOS
PREPARADO. Lo notarán facilísimamente. Un viejo y
famoso apóstol, después de escuchar un sermón solía
comunicar sus impresiones a quien lo había pronunciado.
Casi siempre su dictamen era uno de estos dos: "Bien,
bien, se nota que Ud. ha preparado cuidadosamente Io que
iba a decir" o... "Lástima, me parece que Ud. improvisó
y no preparó debidamente su sermón". Y preguntado de
dónde sacaba estas conclusiones respondió: "EI oyente
atento distingue con facilidad quién sí se ha preparado y
quien no. No acepta a definir con claridad qué es lo que Ie
falta al discurso del no preparado, pero nota que no siente
entusiasmo por el orador".
ree
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San Juan - PUERTO RICO
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Cra 50 No. 5>-1>6 Of' 405
Fax: (+) 571 85 52
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4. licado No. 5
3o. EL MEJOH MODO DE PREPARARSE: Et
INTERESARSE POR L0 Qt"!E SE VA A DECIR. ¿Ud. tiene
una idea que le preocupa y le interesa desde hace mucho
tiempo? Dígala en público y verá con qué emoción Ia va
a comunicar. Y si quiere ver un ejemplo de ello observe a
una esposa alegando ante el guardia de la cárcel en favor
de su esposo detenido, o a una madre defendiendo a su
hijito ante un injusto atacante, o un obrero defendiendo
sus cesantías. Se han interesado por lo que dicen y le
ponen emoción a su exposición y logran convencer. Pero si lo
que decimos no nos interesa ni nos emociona, Ia ernoción
de los oyentes por este tenra va a ser igual a Ia nuestra:
totalrnente nula. áSe imagina Ud. a Cristo hablando
acerca del Reino de Dios y del amor del Padre Celestial?
ZSe imagina a San Pablo hablando acerca de Cristo? áSe
imagina a Bolívar hablando a los suramericanos acerca de
Ia independencia que deseaban conseguir? Electrizaban a
sus oyentes, porque hablaban con verdadero entusiasmo
de algo que al orador le entusiasmaba enormemente.
4o. SI QUIERE DECIR ltLG0 QUE VALGA LA PEN.A
DEDIQUE TXEMPO A MEDI'!1AR HN LO QUE VA A DECIR.
Pidamos a alguien que dentro de media hora nos hable de
un tema improvisado. Nos dirá un poco de vaguedades.
Dejemos en cambio que durante 15 días vaya meditando y
pensando en ese tema para hablarnos de é1. Veremos cómo
irá acumulando una serie de pensamientos valiosísimos y
de experiencias enriquecedoras, que harán de su charla
una verdadera joya. Por eso los antiguos predicadores
recomendaban al sacerdote que tiene que predicar el
domingo o al catequista que va a dictar su clase de
catecismo cada semana: "Desde seis antes cie su sermón *
de su catequesis, rlertíquese a pensar en Io que va a decir_
y verá que su cerebro y su memoria re ,rn u proporcionar
un materialadmirable. su sermón o catequesis derdomingo
debe empezar a ser preparada desde el lunes".
5o. A}üTES DE T.[IA',,AR DH coNVEIlcER A Los oT}1ÜÍ;
TRATE DE CONVENCERSE A uD. MIsMCI. Narrie da de
lo que no tiene. Imaginemos una escena en Galilea. Jesús
pregunta a los apóstoles: Zy Uds. quien dicen que soy yo?
-Pedro
saca un papiro donde ha escrito una definicióñ iuele han dicho y ree lánguidamente: "Tú eres er paradigma
escatológico portador der Kerigma trascendente,,.. Jesús
responde: áQué qué?
-y
pedro ranzando rejos er tar papiro
exclama emocionado a voz en grito: "Tú erás er Mesíai, er
Hijo de Dios, er sarvador der mundo- Ahora sí que tiene
entusiasmo, porql¡e [o que dice no es ro que Ie han dicho
sino lo que ér siente. y este es un principio fundamentar en
la predicación y en Ia catequesis: Emocionamos por ro que
vamos a enseñar. convencernos de que eso quó vamos a
decir sí vale la pena decirlo.
6O. VAYA ACUMIJLANDO MATERIAL. UNO dE IOS
predicadores más famosos de este siglo fue Monsabré. y
un día Ie pregunfaron cómo lograba [..p..u. semejantes
sermones tan admirabres y ér contó su secreto: ,Tengo
un fólder o fichero distribuido en orden alfabético y cada
vez que leo u oigo un pensamiento herrnoso acerca de
un tema lo anoto ailí en ra página que trata de ese .tema.
Así por ejempro si oigo o leo una náse hermosa acerca de
Dios busco en mi fórder la letra D y allí en Ia página titurada
5. El Evangelio Explicado }rl'c. :::
"Dios", escribo eso que oí o leí. O en la letra F en Ia página
titulada Fe, lo que acerca de esta virtud voy aprendiendo,
etc. Después cuando voy a preparar un sermón basta
Ieer las páginas que acerca de ese tema tengo reunidas y
encuentro material formidable.
7o. VAYAMOS PENSANDO EN EL TEMA QUE VAMOS A
TRAIAR. Este es un consejo que lo mismo sirve para un
sacerdote que va a pronunciar un sermón o para un zapatero
que va a defender los derechos de su sindicato. El pensar
en el tema que vamos a tratar es hacer Ia labor del ave
madre que va empollando una bandada de nuevas ideas
promisorias que van a enriquecer a los oyentes. Pensando
frecuentemente en el tema del cual vamos a hablar, irán
naciendo ideas luminosas en el cerebro. Se nos ocurrirán
en la calle mientras andamos o en el bus mientras hacemos
un recorrido por Ia ciudad, o al levantarnos, o mientras nos
amarramos un zapato etc. Porque el cerebro es un gran
trab4jador y cuando le proporcionamos un tema para que
lo trabqje lo va haciendo crecer vertiginosamente.
8o. EL PROBLEMA QUE PROPONEN EN CIERTA
UNIVERSIDAD. En la Universidad Católica de una gran
capital, al principio del primer semestre de Pedagogía
proponen a los estudiantes este problema para que lo
vayan pensando y logren que su cerebro les proporcione
las respuestas, con sólo irlo pensando. (Por ejemplo, les
proponen que piensen un momentico en ello antes de
irse a dormir o a emprender un viqje etc.) El problema es
el siguiente: En tiempos del Faraón llegaron tres magos
a Egipto sin saber que en ese país estaba prohibida la
{:-6-e
Magia, los llevaron al tribunaly los condenaron a muerte.
Ellos alegaron que ignoraban que la magia estuviera
prohibida allíy entonces el Faraón les diio: Ies voy a hacer
una pregunta. si me la responden mal serán ahorcados.
Si me Ia responden bien salvarán su vida... Aquí hay
tres bandejas: dos blancas y una negra. pondremos una
bandeja en las manos de cada uno, en la espalda. Me
dirán de qué color es su propia bandeja... Los pusieron en
fila el uno detrás del otro. y preguntaron al de adelante:
áde qué color es Ia bandeja que 'tiene en sus manos en
Ia espalda?
-y él sabiendo que si respondía mal sería
ahorcado respondió: No lo sé.
-preguntaron
al segundo:
áde qué color e¡ la bandeja que tiene en sus manos en
la espalda?
-EI respondió: No lo sé. preguntaron al
tercero: Zde qué color es su bandeja?
-y él con toda
seguridad respondió: "La bandeja que tengo en mis
manos es de color... Y con su respuesta salvó la vida de
Ios tres... áDe qué color era Ia bandeja que tenía en Ia
espalda? áCómo supo con seguridad de qué color era?
Piénselo unos días... y un día a Ia hora menos pensada
a ud. se le ocurrirá de qué color era Ia tal bandeja y de
dónde concluyó el tercero en la fila que sí era de ese
color. v ud. sentirá la inmensa alegría de haber hecho
un descubrimiento con solo dedicarse a pensar por algún
tiempo en la solución.
Y este es un principio de primera clase en el hablar en
público: dedicarse a pensar por un tiempo en las soluciones
que deseamos presentar a los oyentes y el cerebro nos
irá dando respuestas de valor incalculable, más preciosas
que diamantes y más valiosas que el oro en polvo.
6. Y no olvidemos: los sermones y cateqgesis que más
logran influir en los oyentes son los qus por más tiempo
han estado en el cerebro de quien iba a comunicar estas
enseñanzas. El cerebro empolla cóndores y águilas de
elevada espiritualidad.
,t){'. LIitCOl,¡} I.'[TfiiPÁl'tl{fiA AÍtt Stl§ ijlliÜ$}i§Ü$'i: leía
acerca del tema que iba a tratar. Tfataba de recordar
frases que había escuchado a este respecto... ¡g ¡;ensabra
5r pensabü &üerea rle esto l:r¡r sjíasi *¿ clías. A un amigo le
decía: el discurso que voy a pronunciar no lo he escrito
todavía, pero sí lo he veniclo pensando por varias
sremanas...". Y ya sabemos que sus discursos tenían un
efecto enorme porque habían sido muy bien pensados
antes de pronunciarlos. Con razón obtuvo la abolición de
la esclavitudl
Sería interesante preguntarnos: ápienso con anticipación
lo que voy a predicar o enseñar la próximavez? áDe veras
me preparo? áo cometo la indelicadeza y falta de respeto
de presentarme a hablar sin haber pensado detenidamente
lo que les iba a decir?
10. ¿CÓMO PREPARAEA CRISTO SUS DISCURSOS? SE
apartaba de la gente, oraba al Padre celestial, pensaba,
meditaba... El evangelio dice que sólo después de haber
estado 40 días en eldesierto ayunando, orandoy meditando,
empezó a predicar. Jesús no improvisaba. Antes oraba
mucho. Antes pensaba mucho. Antes meditaba, y sólo
después de todo ello sí se dedicaba a predicar y enseñar.
Antes del Sermón de la Montaña oró 4O días.
ZSomos discípulos de Jesús también en esto? ¿O
creemos que vamos a tener éxitos con una predicación y en
una catequesis de mprovisación que no estén precedidas
de oración y meditación?
i'i ,rl,iilllirltj;ii ,r.i, 'l'liiiiiji ¡.'u.I;',! ¡t.ii:,ii'r" ,;.r[¡:r.§;¡ j.,r..
,*iiirj'l'li*)ir':flLjtr".,irJ" No elijamos muchos temas para tratar
en un sermón o en una catequesis porque nos quedarían
todos mal explicados. El que mucho abarca poco aprieta,
dijo Salomón. Un solo tema y bien explicado es mucho
mejor que muchos temas tratados a la ligera.
"Fe:r¡seruos l.iur'¿inte sie.:te tlías y sus no¿:ht]s en erlfi
'Lerna {{ri{} varflos il 'fratr¡r err la priixirna clrarla" Que
dicho tema sea Io último en que pensemos cuando
nos vamos a dormir y que en esto vayamos pensando
mientras nos afeitamos o cuando viqjamos en el bus
o en el ascensor o mientras nos sirven la comida.
Comentémoslo con nuestros amigos. Hagámoslo tema
de nuestras conversaciones". (Carnegie)
1?.. HAGÁMOI{OS TODAS tAS PREGUN1)q§
POSIBLES ATERCA DE ESTE ASUNTO. Por ej. Vamos
a hablar del divorcio. Vayamos pensando: áCuáles son
las causas por las cuales se produce el divorcio? áQué
efectos desastrosos provienen del divorcio? áQuiénes
son los que peor s consecuencias sufren a causa de
esto? áQué remedios habrá para evitar tamaño mal?
ZCómo responder las objeciones de quienes defienden
el divorcio? áQué me dice el Evangelio a este respecto?
áQué ha dicho Ia lglesia?
7. El Evangelio Explicado No. 5
Y notaremos que, los 13.000 millones de neuronas o
células de nuestro cerebro irán trabajando toda la semana
comojuiciosas secretarias nuestras y cuando llegue el día
del sermón o de la catequesis nos habrán preparado ya
un discurso verdaderamente provechoso y bien hecho.
"EI tiempo no respeta lo que se hace sin é1", decía el
refrán antiguo. Pero nosotros podemos añadir: El tiempo
conserva por largos días los buenos efectos de lo que se
hizo a base de mucho tiempo.
13. SI QUIERE HABLAR BIEN NO TRATE DE DECIR
MUCHO. El error de algunas personas es querer decir
muchas cosas en pocos minutos. Y esto les hace muy
angustiosa la preparación de su discurso y después los
frutos no van a ser los que se esperaban. Un famosísimo
discurso de Lincoln para obtener Ia libertad de los esclavos
consta únicamente de 10 frases. Las pensó por bastantes
días. Fue suprimiendo de allí todo lo que sobraba o no era
de verdadera importancia. Y el efecto de ese discurso en el
que decía muy pocas cosas, fue trascendental.
Lo que se quita de superfluo, le dará mas fuerza a Io que
queda para decir.
14. NO PREPARE SOLAMENTE COSAS ABSTRACTAS.
En su tarea de preparación de su discurso recuerde que
una exposición abstracta aburre mucho. Por eso vaya
preparando ejemplos, casos concretos que ha observado
en la vida, comparaciones fáciles, dichos agudos, para irlos
entremezclando entre las enseñanzas que va a dar a sus
oyentes. Recuerde que los casos concretos son muclro
más fáciles de recordar que los abstractos y hacen que la
exposición se vuelva más brillante y atractiva.
día, y esos casos concretos han hecho que millones de
cristianos recordemos fácilmente sus enseñanzas.
Maestro y obrar de manera distinta a Ia que él empleó.
coleccionemos ejemplos para nuestra próxima charla de
religión. Así imitaremos una vez más al Divino Maestro.
15. PREPARAR FRASES IMPACTANTES. No es Io mismo
decir que el divorcio y el aborto traen males, que exclamar:
"cuántos hijos hay huérfanos, con los padres vivos"... y
cuántas mujeres convierten su propio vientre en cementerio
donde fabrican tumbas para sus hijos.
No les va a hacer el mismo impacto al decirles que es
bueno ser valiente, que recordar: ..EI
mundo es de Dios,
pero Él se lo alquila a los valientes"
No les impresionará lo mismo al decirles que la alegría
hace provecho, que enseñarles este adagio: ..El
hombre
8. Iicado No.
snte la vida es un vencedor o un vencidtl, según sea
aleEre o triste"
ü esie «¡tro: El optimista puede estar tan equivocado
como el pesimista, pero es mucho más feliz. El optimista
vive más años que el pesimista y los vive mejor.
Aprentla dichos .famosos. coleccione frases importantes.
Vaya memorizándolas. Escríbalas para volverlas a leer de
vez en cuando y que no se le olviden. Esto es un excelente
modo de prepararse bien para hablar bien en público.
Cuando dentro de unos años vuelva a leer un pensamiento
agudo que escribió en estos días' exclamará: áQué
hermoso, qué tal que no lo hubiera escrito? iNunca más lo
habría logrado volver a recordarl
Por eso un libro de la S. Biblia, llamado "El Eclesiástico"
aconseja: "Cuando oímos o leamos una frase que nos
Itama la atención, escribámosla, para después volverla
a leer y recordar, porque eso va enriqueciendo nuestros
conocimientos".
son píldoras dr¡ sabiduría que robustecen nuestro
cerebro.
Jesús tenía torla ¡.¡na colección de estas frases
impresionantes: Por ej. "Escandaloso: mas te valiera
que te colgaran una piedra grande al cuello y te lanzaran
al fondo del mar". "Hipócrita: ves la basurita en los
ojos del otro y no ves la viga en tus pr:opios ojos".
-"f,¡ tu colador atqjas el mosquito pero dejas pasar
el camells".
-"§s
más fácil que un camello pase por el
ojo de una agqja que entrar al Reino de los cielos uno
que esté muy apegado al dinero", etc. etc. Son frases
que producían un estremecimiento de estupor entre los
oyentes de aquel tiempo y que ahora y en todos los
siglos conmoverán a millones de personas.
Hagamos, como Cristo Jesús, una colección de frases
impactantes que logren conmover a nuestros oyentes.
t 6" PlHr-¡SE HIU QUE CLAST] üE PHRSüI{/-1§i LE VAÍ-J /-
ESCUCHAFi. Hay que preguntarse: aquiénes son los que
van a oír mi enseñanza? Y para esa clase de gente preparar
lo que va a decir. La falta de pensar en esto ha llevado al
fracaso a muchos al hablar en público.
Porque sería tiempo perdido echar un sermón o dictar
una clase propia de adultos o de sabios a un público
compuesto por niños, o por gente ignorante
Si entre el público que me va a escuchar hay cargueros, tenderos,
choferes, vendedores ambulantes, amas de casa, celadores y
niños, no voy a cometer la solemne tontería de preparar para ellos
un discurso como si fuera a hablar ante la academia de ciencias.
Tengo que preparar algo r¡ue esté totalrnente al alcance de Xa
gente común. Y sinó pierdo mi tiempo.
Recuerde siempre esta cualidad 't¿ln irnpor-tante par"l.i
cada vez que se prep,ara a hablar en público: p€rrsor'
y analizar bien cuál es la clase cle persorias que Ie
9. E!-Ev-angelio Explicado IrJi:. 5
va a escuchar y preparar algo que esté totalmente
proporcionado a sus oyentes.
17. NO ptENSE SOLAMENTE EN LO QUE A UD. LE
INTERESA SINO EN LO QUE A ELLOS LES INTERESA.
Cuenta Dale Carnegie que en sus ZOy más años de andar por
Ias Bibliotecas buscando frases famosas y dichos llenos de
sabiduría, Ia frase que más le impactó y que mejor contribuyó
a mejorar su modo de obrar fue esta: "Se obtiene más en
poco tiempo interesándose por lo bueno que agrada a los
demás, que en muchísimo tiempo interesándose solamente
por lo que nos agrada a nosotros".
Si un médico va a hablar en público les agradará si les
enseña métodos fáciles y caseros para conservar la salud,
y no si en cambio se dedica a hacerse propaganda a sí
mismo. Si es un comerciante quien les habla, los tendrá
contentos si les va enseñando métodos prácticos para
hacer progresar cada uno sus propios negocios, y no
si en cambio se dedica a hacerle los elogios a su propia
compañía comercial.
El buen orador, el buen catequista, lo que busca es hacer
agradable su charla, no para sí mismo sino para sus
oyentes.
Lo que desean no es solamente saber si la lglesia manda o
prohíbe esto o aquello, o si a mí me gusta eso o me disgusta
lo otro. Lo que les va a agradar es que les presentemos la
Iista de beneficios que van a conseguir si adaptan su vida al
evangelio y el montón de males de los cuales se van a librar
.t(_14_B
si evitan hacer lo que prohíbe Ia Ley de Dios. si cultivamos
su sano egoísmo poniéndoles de presente que el mejor
negocio del mundo es obedecer a Dios y que la más grande
catástrofe que Ie puede suceder a una persona es el pecado,
sin duda nos van a escuchar con atención y entusiasmo,
porque no estaremos buscando Io que a nosotros se nos
antoja, sino lo que a ellos les va a ser beneficioso.
Es lo que San Juan Bosco repetía, copiando a San lgnacio:
"Si les hablas de lo bueno que a ellos les agrada, ellos
tratarán de hacer también lo bueno que te agrada a Ti".
Por eso una maravillosa manera de prepararnos para
hablar es analizar nuestro auditorio. Meditar en cuáles
serán las necesidades que más les apremian, y cuáles los
deseos que más frecuentemente los acompañan. Cuáles
sus ideales, y qué frustraciones los agobian más. Esto nos
puede asegurar ya Ia mitad del éxito en nuestro hablar.
No se nos olvide elantiguo refrán: "para pescartruchas hay
que averiguar no qué alimento es el que agrada al pescador,
sino cuál es la carnada que más agrada ala trucha" Esta y
no lo otro es lo que Ia atraerá hacia el anzuelo.
No significa esto que solamente les tratemos de los
temas que ellos pidan que hablemos (pues entonces
en cualquier público solamente habría que hablar de
sexo, droga, guerrillas, injusticia social, etc., que es
lo que siempre piden), pues Jesús y sus apóstoles no
preguntaban a los oyentes los temas que preferían les
tratasen, sino que hablaban siempre y ante todo del Reino
ffiE
10. EI Evan elio Ex licado No. 5
de Dios. Pero sí es supremamente importante adaptarnos
como Jesús y San Pablo y los santos, a las necesidades de
nuestros oyentes.
18. NO TENGA MIEDO A LA PODA. Vamos a una granja
experimental. Allí vemos unas plantas maravillosamente
hermosas y robustas. Preguntamos: Zcómo han obtenido
estas plantas tan vigorosas?
-Y
nos responden: "Tuvimos
que cultivar miles y miles de plantas de esta misma especie
para lograr llegar a estas ya tan seleccionadas. Las demás
las destruimos todas para dejar únicamente las mejores".
Este es el trabajo que tiene que hacer toda persona
que se prepara para hablar en público: cultivar cien
pensamientos pana rechazar noventa y quedarse solo con
diez. Esta labor de poda es indispensable. Cada idea que
se deja a un lado, vigoriza a las otras que se van a decir. Los
pensamientos que se descartan producen mayor vigor a los
que se conservan. Hagamos esto y obtendremos nlayor
éxito, y mejorará nuestra manera de hablar.
Es este un factor principalísitno, fundamental. Sin
embargo las personas que hablan en público no le conceden
la debida importancia y ello quita mucha eflcacia a lo que
dicen y enseñan.
Analicemos un discurso pronunciado por el Sumo Pontífice
en uno de los países que vis ta. Es un discurso "podado".
Ha sido analizado cuidadosamente por sus consultores
para quitarle todo lo que sobra, todo Io no muy necesario,
lo que le restaría importancia a Io principal. Y por eso estos
@e
discursos tienen tanto efecto en los oyentes. Porque lo que
se les ha quitado le otorga más fuerza a lo que se dice.
Como en un árbol que se poda: a causa de las ramas que se
quitan, Ias que quedan obtienen mayor vigor.
19. APRENDER MUCHO PARA DECIH PCICO. Cuando
en las escuelas de oratoria se prepara a los alumnos para
hablar en público con facilidad, se les hace estudiar muy
pormenorizadamente cada tema que van a exponer. Tienen
que leer todo lo que les sea posible acerca de este tema.
Tienen que consultar a expertos. Se les guía para que
obtengan estadísticas en favor y en contra de determinado
tema. Si alguno se apresura y quiere empezar a hablar ya,
sin ni más, de lo que se ha propuesto, ese tal, o cambia de
modo de obrar o tiene que retirarse de la escuela de oratoria.
Los maestros saben que mientras que una persona no se
convierta en experta acerca de una materia es inútil que
trate de hablar bien de ella.
Y algunos alumnos ante la cantidad de tiempo que
necesitan para estudiar y ponerse al día acerca del tema que
van a tratar en sus charlas en público, se ponen impacientes
y dicen: "Pero si yo nunca tendré tiempo para decirle todo
esto a mis oyentes. Ellos están demasiado ocupados para
escucharme semejante retahila y se van a aburrir o no me
van a entender todo esto que les voy a decir".
áY qué les responde su profesor de oratoria?
-"Es
que
-esto que le pedimos que lea y aprenda no es para beneficio
directo de sus oyentes sino para beneficio de Ud. mismo.
Si Ud., consigue familiarizarse de pe a pa con el tema que
@
11. EI Evangelio Explicado No. 5
va a exponer, adquirirá una seguridad difícil de calcular.
"Se hallará Ud. tan sólido, tan fuerte, tan resuelto en su
actitud mental, que sus palabras serán irresistibles y de
una eficacia abrumadora" (Carnegie).
Dicen de Juan Pablo II que al disponerse a visitar a una
nación su principal preocupación fue siempre dedicarse a
aprender Ia mayor cantidad de datos posibles acerca de
ese país. Hablar con personas que conocieran muy bien
las gentes de aquellas tierras y averiguar los problemas
mas graves y los anhelos más fuertes de los habitantes de
aquella nación. Y después, como es lógico, los discursos
pronunciados al llegar a esas gentes prodqjeron un
impacto maravilloso. Porque en el hablar en público el
éxito es siempre proporcional a la preparación.
ZPor qué tanta preparación? áPor qué adquirir diez
veces más inforrnación de la que se va a utilizar?
Porque esto proporciona poder de reserva. Porque
los conocimientos que se adquieren, aunque no los
expresemos, Ilenan de vigor y de ,vivacidad a las cosas
que decimos. Porque: "lo que el árbol tiene de florido,
vive de lo que tiene sepultado", como dijo el poeta.
Fulton Sheen fue llamado "Mister Televisión", porque
durante por varios años tuvo Ia fortuna de que más de
diez millones de norteamericanos escucharan cada noche
sus charlas catequísticas por TV acerca del hermoso tema:
"La Mda merece vivirse". Y este gran orador contaba: "La
mayor parte de las cosas interesantes que aprendo acerca
del tema que voy a tratar, no las digo. Si las dijera todas,
flfB
fracasaría y aburriría. Pero todo ese material de reserva le
comunica fuerza, atracción y eficacia a las pocas cosas
que logro decir, en mis charlas catequísticas".
Recuerde: Lo que se sabe y no se clice, le da fuerza a lo
que sí se dice.
?.O. PERO: ES QUE YCI N0 THI§üO I'IEMPO PÁlt¡r
PREPARARMH. Cuidado con ese engaño del espíritu infernal
de la pereza. iCada cual tiene tiempo para aquello que Ie
agradal Más bien que andar diciendo: No tengo tiempo
-deberíamos decir: "No estoy motivado para ello" No
tengo fuerza de voluntad para dedicar unos minutos más
a prepararme"
-Eso
sí es verdad. Pero acerca de Ia primera
frase tendremos que repetir con San Agustín: 'Alicuántulum
dúbitat Augustinus" "Lo duda bastantico su amigo Agustín"
Creería Ud. a uno que dijera: ZYo no voy a misa los domingos
porque no tengo tiernpo? La persona sin tiempo para cumplir
el tercer mandamiento, que manda santificar las fiestas, no
puede nacer. La mataría un rayo antes de nacer; porque si
hubiera alguien sin tiempo para cumplir un mandamiento de
Dios tendríamos Ia terrible injusticia de que elSeñor, Justo Juez,
no dejara entrar al Reino de los cielos a uno de sus h[jos por no
cumplir un mandamiento, pero a lavez no le diera tiempo para
cumplirlo. Eso es absurdo. No existe gente "sin tiempo" para
cumplir el mandamiento de Dios. Lo que existen son personas
"no motivadas" para cumplirlo, o de tan degenerada voluntad
o de tan moribunda fe, que no hacen ningún esfuerzo notable
por obedecer lo que Dios manda. Podemos estar seguros de
que el día del Juicio nadie Ie va a decir a Dios como razón para
{Ef,
12. EI Evan elio Ex licado No. 5
no haber ido a Misa el domingo o por no haber leído la S. Biblia,
o por no haber visitado a sus padres enfermos, la excusa de
QU€: "oo tuve tiempo" Bqjaría un ángel del cielo y Ie rompería
Ia boca por farsante y mentiroso. Cualquier otra excusa
sacaremos, menos la de la faita de tiempo. No lo olvidemos:
Cada cualtiene tiempo para lo que le gusta hacer. Pero para lo
que no !e gusta, jarnás encuentra tiempo disponible.
Así que perdone que le contradigamos. Pero Ud. sí
tiene tiempo para prepararse. No le decimos que tiene
"mucho tiempo", pero tiernpo sí tiene. Lo que necesita
es acostumbrarse a emplearlo bien. "JAMAS PODM
EAUTARNOS TIEMPO PARA HACER LO QUE DIOS NOS
ENCARGUE" (Quoist).
No olvide que todo aquello que uno se acostumbre a
hacer le resulta después rnás fácil y agradable hacerlo-
Si Ud. se acostumbra a emplear cada semana un poco de
tiempo en prepararse para la charla catequística o para
el sermón que tiene que decir próximamente' verá que
la costurnbre le irá hacicndo rnuchísimo más fácil el
dedicarse a prepararse.
¿Qué le cuesta probarlo? áPorqué no hacer el ensayo?
San Juan Bosco repitió muchas veces: "HI sertnón
clue mejores efectos produce es el más estudiado y
preparado".
N1" PREPAHARSE FIDIENDO LA EFICACIA DH LI{
I3ALABRA," Y uno de los modos que empleaban los santos
para prepararse a sus sermones y catequesis era petlir
freculentemente en Ia oración ia eflcacir¡ cle ia trrala'ur;:"
Desde el día de su ordenación sacerdotal (1841) hasta
poco antes de su muerte (1888) por 47 años pidió
Don Bosco a Dios esta gracia. Así se explica porqué sus
. catequesis, sus predicaciones y sus escritos tuvieron
efectos tan admirables. Aquí se podría parodiar Ia frase que
San Ambrosio le dijo a Santa Mónica cuando ella le contó
que llevaba más de 20 años rezando por la conversión
de su hijo Agustín. El santo Arzobispo le respondió: "Es
imposible que se pierda el hijo de tantas oraciones y de
tantas lágrimas". Así habría que decir de las predicaciones
y catequesis de quienes piden mucho por la eficacia de las
palabras que van a pronunciar: "Es imposible que se quede
sin buenos resultados la predicación o la enseñanza que
vienen precedidas de tanta oración". áRezamos nuestros
sermones? áPedimos al Señor que les dé eficacia a las
palabras que vamos a pronunciar?
22. HAY QIJE AVERIüUAR LAS C/IUSAS D[:t Pü[t QUE li¿ü
TIENh:N BUEN EFHC'IO NUESTROS DISCURSCIS. Cuando
no logramos que las palabras que decimos tengan toda la
deseada aceptación por parte de los oyentes tenemos que
dedicarnos a reflexionar las causas de las cuales puede
provenir la no satisfactoria aceptación de lo que decimos. Y la
solución puede llegarnos cuando menos lo pensamos. Por ej.
d.Será que no nos hemos preocupado lo suficiente ponque
nuestra predicación o catequesis'tengan sirnpatía y gracia?
¿Será que nuestra pronunciación es deficiente, o nuestro tono
demasiado alto o demasiado bqjo, o muy monótono? iO que
nuestro semblante es demasiado frío y áspero? aSerá que
13. El Evangelio Explicado t'lo. 5
usamos términos peyorativos, o abrumamos de reproches,
o de lamentaciones? ¿O que provocamos la irritación de los
oyentes, incitándoles así a que rechacen aquello que tratamos
de hacerles aceptar? ú0 podrá ser que les estamos tratando
unos temas que nos les interesan porque no hemos motivado
a los oyentes lo suficiente para que les concedan interés?
Este reflexionar sobre las causas de la poca aceptación que
puedan tener nuestras charlas en público puede ser una
de las mejores preparaciones para nuestros próximos
discursos. Y no nos hagamos ilusiones: puede ser que
nuestras predicaciones les estén agradando mucho menos de
lo que nos imaginamos, porque no nos preparamos bienl
23. IR PREPARANDO EJEMPLOS, DICHOS, DATOS
CURIOSOS, DESCRIPCIONES. Preparar el diálogo brioso,
y los cambios de tono con los cuales iremos matizando
nuestras narraciones. No tengamos miedo a ensayar, aun
ante un espejo.
No conviene confiar mucho en la memoria porque nos
puede traicionar. Por eso volver a releer esos ejemplos que
tenemos coleccionados, porque habrá muchos detalles que
se habrán olvidado, y que si se omiten les restan eficacia.
Ciertos detalles geográficos, o ciertas descripciones
interesantes de los sitios donde suceden los hechos,
añaden atractivo a Ia charla y mantienen más atentos a los
oyentes. Por eso hay que irlos estudiando y aprendiendo.
Ir pensando bien cuál es la enseñanza moral que se le
va a sacar al ejemplo que vamos a narrar, y cómo vamos
a recalcar esa enseñanza, porque no se trata solo de darle
agradabilidad a lo que decimos sino de obtener de ello una
enseñanza.
Como no siempre vamos a tener a la mano el ejemplo
apropiado, será muy buena preparación remota ir anotando.
en nuestro fichero o folder los ejemplos interesantes que
vamos leyendo o escuchando o que presenciamos en la
vida. Jesús siempre acudía a ejemplos interesantes en
sus predicaciones. Esto Ie concede mucha gracia a lo que
se dice. Pero los ejemplos no se pueden inventar a última
hora. Hay que irlos coleccionando y meditando y puliendo,
de manera que sean breves y llamativos y que hagan
recordar mejor alguna verdad.
24. RECTIFICAR LA INTENCION. San Pablo insiste en
sus cartas en que en sus predicaciones no buscaba adquirir
ningún prestigio personal sino solamente llevar a los
oyentes hacia el amor a Dios. Y repetía: "Si Io que busco es
agradar a la gente, ya no seré siervo de Cristo". Nosotros
antes de cualquier predicación o catequesis debemos repetir
con San Gregorio: "Oh Señor, que no busque mi vanidad
sino tu gloria. Que no me preocupe de qué dirán de mí,
sino de cuanto te amarán a Ti". O Ia frase de Santa Teresa:
"Preferiría la muerte antes que dedicarme a esto para
satisfacer mi orgullo o mi vanidad". Y aquella de San lgnacio:
"Todo para mayor gloria de Dios". Este rectificar Ia intención
es una preparación maravillosa, porque si Dios ve que lo que
buscamos es su gloria y el bien de las almas, y no una vana
satisfacción de nuestro orgullo, Él vendrá con su eficacia y
hará que nuestras palabras obtengan frutos admirables.
14. E¡ Evan elio Ex licado No. 5
H3tr§ruHHruffiffi HSEm,,
EHCE-[3 A
A: AüL)H-ZüüS-Zü1 tr -P,ü1 4,-Uül7 ?,üeü
15. El EvanRelio Explicado No. 5
ORACION: La luz de tu verdad, oh Dios, guíe a los que
andan extraviados para que puedan volver al camino de
la santidad; y concede a todos los cristianos rechazar lo
que es indigno de este nombre, y cumplir cuanto en él se
significa. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
> PRIMERA LECTURA. Del profeta Isaías. 55,10-1i.
,Esto dice el Señor: como bqjan la lluvia y la nieve desde
el cielo y no vuelven allá sino deppués de empapar Ia tierra,
de fecundarla y de hacerla geiminar, para que dé semilla
al sembrador y pan al que come, así-será mi palabra que
sale de mi bsca, no volverá a Mí vacía, sino que hará mi
He aquí una comparación muy hermosa. La Palabra
de Dios es como lluvia que empapa la tierra y la hace
producir buenos frutos Si Ia tierra bebe con avidez el agua
que le cae del cielo se llenará pronto de plantas nuevas,
de flores y de buenas semillas. Ir a tierra caliente,al final
de un prolongado verano y ver Io que sucede pocos días
después de las primeras lluvias, es entusiasmante. La
tierra reverdece. Por todas partes se siente crecer pqjante
@e
Domingo 15o. - CICLO A
y lozana la vida vegetal, es una imagen de lo que sucede en
el alma humana cuando recibe con buena voluntad la lluvia
celestial que se llama Palabra de Dios.
Dios al inventar la lluvia pensaba en Ia tierra reseca que Ia
iba a necesitar, en el sembrador que suspiraría por el riego
fecundante que cae del cielo, en la semilla que aguarda bqjo
tierra la humedad que Ie permita transformarse en planta,
y en los hambrientos que recibirían el pan que les regala
Ia tierra humedecida. Támbién el Creador al enviarnos su
santa Palabra piensa en los enormes frutos que ella va
a producir en el alma que la reciba con buena intención.
Frutos muy parecidos a los que la lluvia produce en Ia tierra,
pero mil veces superiores en calidad y en número. Gracias
Señor por esta lluvia de palabras tuyas que podemos recibir
día a día. No dejes que vaya a quedar sin fruto en nuestro
espíritu este riego de Palabra Divina que nos envías con
tanta generosidad.
No volverá a Mí vacía: es una promesa emocionante.
Es una afirmación rotunda: Expone la total eficacia de la
voluntad salvífica de Dios. Su Palabra siempre ejercerá
benéfica influencia allí dondequiera que llegue. Si la
Palabra de Dios no ha producido los frutos esperados en
ciertas personas no es porque Ie falte eficacia o fuerza
de convicción. Pueden existir otras causas que se le
opongan. Pero también puede suceder que externamente
aparezca como inútil y sin eficacia en aquella alma,
pero internamente la siga taladrando (como aquellos
buenos consejos que los padres de familia dan sus hijos
adolescentes y éstos aparentan no concederles ninguna
t,
C¡cto ffi$ tlol¡l
16. licado No.
importancia, pero más tarde cuando sean mayores los
recordarán con gran provecho). Nunca sabremos el
fruto de la predicación. Una persona puede fruncirse
de hombros hacerse la indiferente ante la Palabra de
Dios que oye o lee, pero en su espíritu puede quedar
un germen que más tarde, cuando menos se piense,
estallará en frutos de conversión. Señor: que no dejemos
de propagar tu Palabra.
Para quienes predican o catequizan o difunden buenos
libros o dan consejos, o de alguna manera extienden la
Palabra de Dios, esta noticia de la lectura de hoy es muy
reconfortante: "Mi palabra har'á rni voluntad y cumplirá
mi encargo". No la voluntad o los caprichos nuestros, sino
la Voluntad de Dios, el encargo que Dios le confió.
Cuando propago la Palabra de Dios, sea hablada o escrita,
estoy llevando al mundo una lluvia de gracias divinas que
no volverán vacías a su Creador y que irán cumpliendo
encargos que el Creador les confió. Señor soy indigno.
Pero quiero colaborarte de alguna manera en extender tu
Palabra, y no cansarme jamás de hacerlo.
El designio divino ha condicionado la eficacia de Palabra a
la buena voluntad de quien la reciba. Dios respeta nuestra
capacidad trágica de hacer estéril su Palabra por nuestras
distracciones o por dedicarnos con más entusiasmo a
lo material que a lo espiritual; pero si con fe y buena
voluntad dejamos que nuestro espíritu reciba la lluvia de
la Divina Palabra (ya sea hablada, ya sea escrita) nuestra
vida producirá maravillosos frutos de progreso y santidad.
Basta que tratemos de hacer la experiencia,
@
Y aquel que es la Palabra de Dios hecha carne, Jesucristo,
hará germinar con sus enseñanzas y ejemplos el terreno
de nuestras almas y no vuelve vacío hacia el Padre, sino
que después de haber cumplido sus encargos y de haber
hecho totalmente su santa Voluntad, nos llevará consigo a
todos los que hayamos hecho serios esfuerzos por recibir
Ia Palabra del Señor, como lluvia necesaria para la vida de
nuestro espíritu.
Señor: terreno estéril y reseco soy. Pero tu Palabra es
lluvia que fecunda y hace germinar. Como tierra reseca
y agotada, sin agua, espero que tu Palabra no deje de
llegarme ni siquiera un solo día de mi existencia terrenal.
§SALMO 64... Este hermoso salmo era muy
recomendado por los santos antiguos para dar gracias
a Dios por sus beneficios y especialmente por las lluvias
con las cuales hace que la tierra produzca los frutos que
sostienen nuestra vida y nos alimentan... 'Tú cuidas la
tierra, la riegas.., tu llovizna y tu bendición producen los
gérmenes.., las praderas se cubren de rebaños y los valles
se visten de mieses que aclaman y cantan".
> SEGUNDA LECTURA: De la carta de San Pablo a Los
Romanos 8,18-23.
Consirlero r¡ue los trelba.iclli de ahora n$ pe$átr io que Ia
gloria que un día s¡; nos descubrirá.
He aquí una frase llena de esperanza y de buenas
perspectivas.
€:EB
17. El Evangelio Explicado No. 5
Los artistas tienen días en los cuales están más inspirados
y en los que producen mejores obras de arte.
Probablemente San Pablo tuvo uno de sus mejores días
como autor inspirado cuando redactó el capítulo octavo
de su carta a los Romanos. Basta que por curiosidad
subrayemos en nuestra Biblia algunas de las frases
más impresionantes de este capítulo y encontraremos
verdaderas joyas. Y una de ellas es esta que nos expone Ia
lectura hoy.
San Pablo quiere recordarnos que el dolor y el sufrimiento
actual no son nada si los comparamos con Ia gloria que un
día se manifestará en nosotros.
El apéstol divicle la vida humana en dos secciones: La edad
presente: Ilena de sufrimientos, de afanes, de ansiedades y
de desilusiones. La Edad Futura: El día del Señor: cuando
habrá cielos nuevos y tierra nueva (ls. 65,17) cuando la
muerte y la corrupción hayan desaparecido y la gloria de
Dios haya venido. Y ya no habrá llanto ni dolor sino gloria
y alegría eternas. Quiere insistir en que algo grandioso nos
espera, que la situación humana no es desesperada. San
Pablo es optimista. Ve el estado de dolor y de miseria que
nos rodea pero también ve el poder de Dios y la conclusión
de todo esto es una gran esperanza. Observa que por fuera
nos ataca el dolor y por dentro nos ponen trampas nuestras
pasiones, pero también está convencido de que por sobre
todo esto hay un Redentor, un Dios Todopoderoso que un
día secará las lágrimas de nuestros ojos y nos hará reinar
con El para siempre si supimos perseverar en su amor.
Y concluye que toda Ia naturaleza como con dolores
de dar a luz aguarda el día glorioso en el cual seremos
libertados del mal; guiados por el Espíritu Santo que
hemos recibido, aguardamos la hora en la cual como hijos
de Dios obtengamos la redención de nuestro cuerpo. y
entonces proclamaremos con la Palabra Inspirada: "No hay
comparación entre Io poco que sufrimos en la tierra y la
gloria que nos estaba esperando en el cielo".
LA PARAHOL4 M€L Sffift/TEffiAMGR
¿POR QUÉ USAR PARÁBOLAS PARA. PREDICAR?
En la predicación de Jesús en un momento hay un
cambio total en su modo de enseñar. Se dedica a enseñar
por medio de parábolas. La parábola es una verdad en
imágenes, y comparaciones. De Jesús se pueden decir
muchas cualidades, pero hay una que aparece en este
capítulo 13 de San Mateo y en el 15 de S. Lucas: su maestría
insuperable en el arte de Ia narración. Antes de comenzar
el estudio de esta parábola del Sembrador preguntémonos
por qué empleó Jesús este método de narrar parábolas y
cuáles son las ventajas que las parábolas ofrecen para la
enseñanza de una doctrina.
Ia. La parábola siempre convierte la verclacl en algo
concreto. Un gran psicólogo decía: "algunas de las
verdades que Jesús enseña son tan concretas como un
costal de patatas". Son muy pocas las personas del pueblo
que pueden atender y entender las ideas abstractas. La
- CICLO A
.mB'
18. licado No.
mayor parte de la gente piensa en imágenes de ahí el gran
error de muchos predicadores y catequistas que hablan y
hablan sin narrar un ejemplo ni poner una comparación y
el pueblo distraído sin atenderles. Se imaginan que porque
ellos sí son capaces de atender ideas abstractas, el pueblo
también. Y no es así. El pueblo lo que no esta concreto no
lo capta. Bien Io sabía Jesús. Por eso no hablaba nada sin
poner comparaciones y narrar parábolas interesantes. A
veces queremos ser más intelectuales que el Divino Maestro
y por eso no cosechamos nada. Podríamos pasarnos horas
tratando de explicar a la gente lo que es Ia bondad, y no
lograr que capten esa idea. Pero si les presentamos una
persona bondadosa (Jesús, Moisés, S. Francisco, Sta.
Teresita, S. Juan Bosco) habrán captado qué es la bondad.
Ln ¡:rÍm+rii gran cualidad ¿fe In parábola es que convierte
la verdad abstracta en una imagen que todos pueden ver y
comprender.
f;a. Toda gran enseñanza tiene que empezar Flclr cl aquí
,Ir p{ir e}l alrora, para llegai"al allái y al más allá. Si alguien
quiere enseñar a la gente algo que ésta no entiende, debe
comenzar por lo que sí entienden; la parábola comienza con
el material que está cerca y que todos entienden porque
pertenece a su propia experiencia, y a partir de allí les
conduce a cosas que antes no entendían y que no habían
visto antes. La parábola abre la mente del oyente a partir
del lugjar donde se encuentra, para conducirle al punto a
donde debe llegar.
Domingo 15o. - CICLO A
a la gente es contarle ejemplos. La persona que cuenta
ejemplos siempre atrae la atención de la gente sencilla.
Al inicio del cuento de Alicia en el país de las maravillas la
niña dice: "Ese libro que me prestaron no me gusta porque
no tiene ni diálogos ni narraciones". Es lo que afirman
las personas sencillas de todos los siglos y de todos los
países", "si lo que me dices no tiene ni narraciones ni
diálogos me aburriré al oírte".
-Pero
a Jesús nadie se 'le
aburría mientras les hablaba-. Un maestro israelita decía
que la parábola es: una historia terrenal con un significado
celestial. La gente no escucha con atención, si no se
interesa por lo que le dicen. Lo que despierta y mantiene
el interés en la gente sencilla son los relatos. Y la parábola
es un relato.
4l La parábola tiene Ia gran cualidad cle permitir ¡r
obligar al oyente a ctescubrin la verdad por sí mismo. El
que narra la parábola no se dedica a pensar en reemplazo
del oyente. Lo hace pensar por sí mismo. áCual es la verdad
que esto contiene? ZQué significa para ti? "Descubre tú
mismo la verdad". A las gentes les gustan las verdades que
descubren por sí mismas. Les gustan más que las verdades
de segunda mano. Si las enseñanzas no las descubren por
su cuenta se les olvidarán muy pronto. Al obligar al oyente
a hacer trabqjar su inteligencia y sacar por su propia cuenta
las conclusiones, la parábola convierte la verdad en algo
que es como una propiedad de la persona, y al mismo
tiempo la fija fuertemente en la memoria.
B) La gran cualidad didáctlca de la parábola os que Por eso las parábolas pertenectin como un patrimonio
despierta ¿l inteés. La forma más segura de interesar propio a cada cristiano.
19. licado No. 5
5) E! otro larl* de tra nronecla ús que la parábola esconde
Ia verrlarl a aquellos que son demasiado perezosos para
dedicarse a sacarle conclusiones y a quienes tienen demasiada
mala voluntad y no quieren sacar algún provecho de sus
enseñanzas. La parábola es una responsabilidad para el oyente:
revela Ia verdad a quien pone interés en encontrarla, y esconde
la verdad a quien no tiene buena voluntad para descubrirla.
6) Recordemos un último elemento: La parábola como
Ia enseñó Jesús, era hablada, no leída. Era para tener
un impacto inmediato, no para llevársela a la casa para
analizarla, con diccionario y comentarios. Hacía que la
verdad iluminara al oyente de repente, y tal como un rayo
en una noche oscura. Esto nos debe llevar a nosotros a no
buscar demasiados detalles misteriosos en cada palabra de
la parábola, porque entonces la convertiríamos en alegoría
(alegoría es una comparación donde cada palabra trae un
significado. (La parábola no es una alegoría). Pero debemos
estudiar detenidamente cada parábola para saber qué fue
lo que Jesús nos quiso enseñar al narrarla, porque esto es
inmensamente importante.
EVANGELIO: S. Mateo 13, l-23.
: LA PAR.ÁBOIA DEL SEMBRADOR,
o.*o6,Sm ewm.-+ffiEp,q{
Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y
acudió a Él tanta gente r¡ue tuvo que subirse a una barca;
se sentó y la gente se quedó en la orilla.
Salio de easa: de la casa de Pedro en Cafarnaum, donde
@
o l5o. - CICLO A
Acr¡tf ió n Éi tantar gexrtel: los habitantes de la ciudad y
muchas gentes de los pueblos vecinos... Franklin na..á
en su autobiografn que teniendo él serias dudas de si
sería posible que Jesús fuera escuchado por tantas
personas, se dedicó a hacer la experiencia en sermones
de grandes predicadores de su tiempo, gentes que
pronunciaban muy bien, muy despacio y con fuerte voz,
y que se fue retirando poco a poco del orador en Ia plaza
o en el campo donde predicaban y que logró entenderle
perfectamente a 100 metros de distancia, cuando
estal¡an todos bien callados,
-porque
el que predicaba
lo sabía hacer muy bien. ya podemos imaginar aquella
multitud en perfecto silencio, con cariñosa atención,
escuchando Ia voz más perfecta y más agradable que
hayan escuchado oídos humanos , la voz armoniosa de
Jesús, que sabía pronunciar exactamente cada palabra y
darle a cada frase la entonación y la expresividad que tá
hicieran llegar al coraz6n. (cuando lo escuchemos en el
cielo nos quedaremos gratísimamente impresionados)
siguiendo el consejo de san lgnacio de Loyola quiero
imaginarme Ia escena del evangelio de hoy, y hacer de
cuenta que allí en la orilla del Lago estoy entre los oyentes,
escuchando a Jesús.
Les habló rnur:Ílo r'a'[c eli pariihotas.
Mucho rato que a ellos les debió parecer un cortísimo
tiempo por lo bien que hablaba el orador, y lo interesante
de los temas que trataba... y todo en parábolas que tanto
agradan al pueblo sencillo.
@
se hospedaba.
20. El Evanselio Explicado No. 5
Jesús es un buen observador.
que ha visto que les sucede en
Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al
borde del camino; vinieron los p{jaros y se Ia comieron.
Los viqjeros que visitan las orillas del Lago de Genezaret
se dan cuenta de la exactitud de la descripción del terreno
que va haciendo Jesús. Cualquiera de sus oyentes estaba
en capacidad de captar las palabras de esta parábola
porque era una imagen que todos podían contemplar con
solo extender su mirada a Ios alrededores. Quizás en aquel
mismo momento estuviera por allí cerca un sembrador
regando la semilla en su campo, y Io podían observar. Jesús
predicaba partiendo de hechos reales de la vida diaria.
Estaba "encarnado" en Ia realidad... éLo estoy también yo
cuando predico o catequizo?
t0ay6 en el camino y ,los ;oájaros se fla eornieron. Era
un caso muy frecuente. Aquí va a narrar tres fracasos del
sembrador. Y este es el primero.
l
Parece que desea prevenir a sus discípulos para que nol
se desanimen ante los fracasos en su apostolado. Ellosi
forman parte de Ia vida ordinaria de todo sembrador dei
buenas ideas, pero los éxitos superarán a los fracasos. i
Otro poco cayó en terreno pedregoso donde apenas tenía,
tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida;,
pero en cuanto salió el sol se quemó y por falta de raíz sel
secó. i
Dominso I5o. - CICLO A
Compo oie PolestinCI, que recuendo lo pqróbolo det
sembrodo!': unq porte de terreno pedregoso, ol finql,
unct porte de terreno bueno, donde ho crecicio el trigo.
V les hobló en poróbolos diciendo:
1'5olió el sembrodor o sembroF...".
Va a habl ar a la gente de Io
su vida ordinaria.
li
ll
s:83- €[E)3.
21. - CICLO A
Es un caso frecuente en Palestina. Rocas cubiertas con
unos pocos centímetros de tierra. La semilla germina
pronto pero el terreno se calienta muy pronto con el sol.
Como Ia tierra no es profunda, cuando lg planta envía
sus raíces hacia abqjo en busca de alimento y humedad no
encuentra más que roca, y muere de hambre, a la vez que
por estar tan débil se siente incapaz de tolerar el calor del
sol.
Otro poco cayó entre zaÍl.as que crecieron y la
ahogaron.
EI suelo espinoso es muy engañoso. Cuando el sembrador
esparce la semilla, el suelo parece estar muy limpio. Pero
quedan por ahí las semillas de lcs cardos y de las malezas,
las cuales se encuentran prontas a germinar y a crecer.
Los cultivadores saben que las malezas crecen a un ritmo
vertiginoso y con un vigor que las plantas buenas casi
nunca logran igualar. El resultado fue que la buena semilla
y las malezas crecieron juntas, pero estas matas espinosas
echaron tal cantidad de raíces que absorbieron de la tierra
el alimento que necesitaban las plantas buenas, y las
ahogaron por falta de alimento.
EI resto cay6 en tierra buena y dio grano: unos ciento,
t¡tnos sessnta, otros trein'Ea.
La tierra buena era profunda, limpia y suave. La semilla
buena encontraba buen ambiente allí. Podía hallar
alimento para sus raícet;H, sin obstáculo Ia nueva
planta; y Ia buena tiera prodqio una cosecha abundante,
proporcionada a la calidad de cada terreno. En las tierras
fértiles de Palestina no es raro encontrar campos que
producen el ciento por uno y también hay bastantes
que producen el sesenta o el treinta por cada semilla. EI
fracaso de las tres semillas anteriores, perdidas, queda
ampliamente compensado por esta buena cosecha. Dios
obtiene muchos éxitos para su Palabra.
Hl qlre tenga oídos para oír, que oig¡a.
Terminada la parábola, levantando más la voz, para
llamar de nuevo la atención de la multitud, Jesús invita a
que cada cual considere [a gravedad de lo que acaba de oír,
rumiándolo en su interior y aplicándose la lección. Que los
indiferentes se percaten de la insensatez de dejarse robar
la buena semilla, pero que los que la escuchen no olviden
que Dios sigue trabqjando y que a pesar de las apariencias
contrarias seguirá cosechando 100 y 60 y 30 por uno, si
correspondemos a su Palabra.
Se le acercaron los discípulos y Ie preguntaron:
áPor qué les halrlas en ¡:arábolas? Ét tes contestó: a
vosotros se os ha concedido conocer el secreto del Reino
de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y
tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo
que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin
ver y escuchan sin oír. Así se cumplirá en ellos la profecía
de Isaías: "Oiréis con los oídos sin entender; mirareis con
los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este
22. El Eva n elio Ex lícado No. s
pueblo; son duros de oído, han cerrado los ojos; para no
ver con los ojos ni oír con los oídos, ni entender con el
corazón, ni convertirse para que yo los cure".
Jesús explica que hay dos clases de oyentes respecto al
Mensqie de Dios. Unos indiferentes, se hacen los que no
oyen, y se quedarán sin escuchar. Los otros se esfuerzan
por captar el Mensqie Divino y se les dará en admirable
abundancia. Y les pasará como en er orden mercantil: quien
aporta mucho gana mucho, y quien aporta muy poco se
queda sin ganancias que valgan la pena. El castigo de los
incrédulos será quedarse sin comprender el Mensqié y sin ser
transformados por é1, y el premio de quienes lo reciben con
entusiasmo y buena fe, será cosechar abundantes frutos.
Jesús quiere recordar que las paráboras no las entienden
sino los que las escuchan con espíritu de fe; que no hay
que ir con prisas. Que hay que meditar, esforzarse y tener
buena voluntad, para lograr captar qué es lo que Dios nos
quiere enseñar.
Muchos son culpables pues no vieron por no querer ver.
"No hay peor ciego que el que no quiere ver" dice el refrán.
EI que no quiere ser "enseñado" por DIOS, se embrutecerá
hasta grados impresionantemente bqjos.
o 150. - CICLO A
los demás seguirá siendo algo totalmente desconocido.
Jesús dice que el Reino de los cielos será un Secreto o
Misterio que solo logrará ser conocido por los de buena
voluntad. En cambio para quienes no le conceden la
debida importancia, seguirá siendo algo totalmente
ininteligible y sin influencia en su vida. Señor: que seamos
del número de los elegidos a quienes haces conocer los
Secretos del Reino de los Cielos, No nos dejes pertenecer
jamás al grupo de los indiferentes que no se preocupan
por ser instruidos por ti.
Al que tiene se le dará y al que no tiene se Ie quitará.
En todas las esferas de la vida se le da más a quien
aporta más, y en cambio a quien no aporta nada se le
sanciona.
"Trabqjador que es exacto en el cumpllmiento de
sus deberes llegará a ocupar puesto importante en Ia
sociedad, "pero Ia mano perezosa llega a la miseria",.dUo
Salomón en los Proverbios. Esta frase impresionó mucho
aljoven Franklin en 1720 cuando era un simple obrero
fabricante de mechos para velas. Se propuso aportar
mucho a la sociedad con el cumplimiento exacto de todos
sus deberes y llegó a ser uno, de los tres hombres más
importantes de la sociedad de su nación (USA) en su
siglo. Recibió mucho porque dio mucho.
En cambio cuántos hay que teniendo admirables
cualidades se han quedado en los últimos puestos de
la sociedad porque creyeron que podían triunfar sin
€:zre
A vosotros se os ha concedido conocer el
secreto o Misterio es algo que solo
iniciados, Ios que han sido instruidos
considerados merecedores de participar en
€tTr&
sgcreto...
conocen Ios
y han sido
el grupo. Para
23. licado No. 5
esforzarse, y tuvieron que constatar con amargura que
en el único sitio donde el éxito se encuentra antes del
sacrificio y del trabajo es... en el diccionario. Al que
aporta se le dará, dice Jesús, pero a quien no aporta,
se le sancionará... cada uno recibirá según su esfuerzo.
Y nuestro principal aporte tiene que ser una buenísima
voluntad para tratar de recibir y entender y practicar los
mensajes de Cristo en el Evangelio.
AI r¡ur"" tieruu se ic dará, al e¡ue r¡o tiene se Íe quitará"".
Esto sucede muy frecuentemente con las obras buenas.
Cada tentación que vencemos nos hace más capaces
de vencer la próxima. TUvimos valor para vencer este
atractivo del pecado y recibimos doble cuota de valor
para Ia próxima batalla. Pero cada tentación en la que
caemos nos hace menos capaces de superar la siguiente.
No tuvimos valor para resistir la seducción del mal y nos
fue quitado el valor que nos hacía falta para la próxima
ocasión. Quizás el peor castigo del pecado en este mundo
es la facilidad que produce para volverlo a repetir. Santo
Tomás enseña que el primer castigo de la impureza es un
deseo intenso de volver a ser impuro... y esto se puede
afirmar también de los demás vicios. Por no tener el
corqje de rechazarlos una vez, se nos quita el valor para
rechazarlos las próximas veces.
Cada buena acción que hacemos, cada acto de
autodisciplina y de servicio nos hace más capaces para
efectuar los siguientes ¡r nos obtiene mayor facilidad para
repetir esas buenas acciones. Pero cada vez que dejamos
@e
o l50. - CICLO A
pasar una oportunidad de hacer el bien, nos volvemos
menos capaces para aprovechar la siguiente oportunidad
que se nos Presente.
La vida es un continuo proceso de ganar y perder. Gana
el que tiene actos valiosos que ofrecer. Ese recibe mayor
medida de parte de Dios. Pero pierde el que se presenta
ante Éf Con "las manos VaCíaS" Sin nada, Sin tener
esfuerzos serios Por serle grato.
das abono, riegos, arado, aporcado, desyerbe y buenas
semillas, te daré en cambio, una gran cosecha. Pero si
me das poco, yo te daré también muy poca 965¿'r
-§i
volvemos la vista al cielo y preguntamos al buen Dios:
üSeñor, cuánto me vas a dar en la vida?
Tienen oídos Para oír Y n0 oyen'
Al profeta Isaías Y a Jesús
esta amarga experiencia que
mismo, les causaba tristeza
a todo fervoroso apóstol le
frIB
24. do I{o. 5
sucede. Cosas que a quien las predica le parecen (y lo son)
de gran importancia para la felicidad verdadera y Ia eterna
salvación, dejan totalmente indiferentes a los oyentes.
iQuiera Dios que no nos suceda esto mismo a nosotros al
oír mensqjes del evangeliol.
Está emt¡ot¿ldo er corazón de este pueblel.
Embotado signific¿r: endurecido, insensible, impenetrable
para el buen mensqie. Esta experiencia que conoció Isaías
y que sufrió Jesús, se repite en la vida de cada predicador
y catequista. Nuestras palabras se las lleva el viento.
Nuestro mensqie choca con Ia barrera impenetrable de la
indiferencia del corazón de quien las escucha o lee. y lo
grave, gravísimo, sería que también nosotros al Ieer u oír Ia
Palabra de Dios permanezcamos cerrados herméticamente
como una bota de vino, para que nada penetre en el alma.
señor: que tengamos oídos para oírte y te escuchemos.
Que tengamos ojos para ver y veamos el camino que nos
trazas. Ablanda Tú este corazón nuestro tan indiferente y
haz que sea sensible a tus enseñanzas y ejemplos. Que nó
resbale tu palabra en nuestra cabeza como aguacero sobre
una carpa.
Dichosos vuestros ojos porque ven
porque oyen. os aseguro que muchos
s@J$
y vuestros oídos
profetas y justos
o l50. - CICLO A
desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo
que oís y no lo oyeron.
Dicen que un jovencito cristiano que haya estudiado el
evangelio de Jesús sabe mucha más teología que un sabio
del Antiguo Testamento, de los que vivieron antes de
Cristo. Es que lo que oímos y vemos en la vida de Jesús es
asombrosamente maravilloso e instructivo.
ZCuánto no hubieran dadoAbraham, David, Ezequías y otros
grandes antepasados de Cristo por poder vivir unas horas
junto a su maravilloso descendiente, Jesús? Qué dichosos se
hubieran sentido Isaías, Ezequiel, Jeremías o Daniel al poder
hallarse presentes cuando Cristo fue cumpliendo punto por
punto todo lo que ellos profetizaron acerca Oe Ét. Dichosos
nuestros oídos porque logran oír sus mensajes: iDichosos
los que podemos ver los ejemplos maravillosos de su vida
para saber cómo debemos comportarnosl
Oíd lo que significa Ia parábola del Sembrador: Si
uno escucha la Palabra de Dios sin entenderla, viene el
Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa
lo sembrado al borde del camino.
No la entienden: Zpor qué? o porque no se les explica bien (y
aquí la gran responsabilidad de predicadores y catequistas para
esforzarse hasta el máximo con el fin de hacer entender muy
bien a los oyentes la doctrina que les explican) o no la entienden
porque no se esfuerzan por entender y dejándose entusiasmar
por temas mundanos dejan que las vanas imaginaciones, como
avecillas ladronas, vengan y les roben Ia palabra de Dios.
rce
25. licado No, 5
Qué le pasó al rey Baltasar cuando el profeta Daniel le dijo,
que las tres palabras que una mano misteriosa había escrito
en la pared: Mene. Tequel, Parsin... significaban: Dios iia
m*dirlo tu reino (Mene: significa medir). l-tas sicia püsado en
la balanza y encontrado falto de peso (Tequel significa: pesar).
'i'u reino h¿l sido ciividüdo y entregado a Ios medos y persas
(Parsin significa: dividir) áQué hizo Baltasar al oír esto?
áLlorar sus pecados? áPedir misericordia a Dios? áPreparar
la defensa del reino? No. Nada de eso. Ét Oe.¡O que las avecillas
de la distracción: (el trago, Ias mqjeres, la comilona del
banquete y la alegría del baile) le robaran esa palabra que Dios
Ie había enviado. Y esa noche fue muerto Baltasar y su reino
fue ocupado por otro (Daniel Cap. 5). Como el pato en el lago:
rodeado de agua sin que Ie penetre ni una gota.
Así nos pasa a veces. áQue oímos predicar? ZQue leemos
buenos libros? áQué una noticia impresionante aparece ante
nuestros ojos? Qué un acontecimiento extraordinario nos
debiera hacer estremecerl ¿Y qué hacemos? Arrepentimos
de nuestros pecados? Hacer propósitos de cambiar de vida?
Pensar en el modo de reformarnos? No. Permanecemos duros
como el piso de una cametera o de un camino repisado por
muchos viqjeros. Esa semilla de la palabra de Dios no logra
penetrar hasta nuestro corazón o nuestro cerebro. Alabamos
al predicador, elogiamos al hermoso libro, decimos: "Uh qué
tremendo" ante ciertos acontecimientos, pero... seguimos Io
mismo... Ias aves de nuestras distracciones y nuestro poco
deseo y ningún afán de entender el mensaje de Dios, hacen
que este se pierda. Perdón Señor por tanta palabra tuya que
hemos dejado perder con suicida indiferencia. No hemos
entendido porque no nos hemos esforzado por entender.
o l50. - CICLO A
Y la Palabra no entendida se la han llevado las aves de las
distracciones y se ha perdido. El Maligno logró robárnosla.
En el día del juicio no te preguntarán solamente qué
palabra de Dios has recibido, sino de qué manera la has
puesto en práctica (lmitación de Cristo).
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la
escucha y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene
raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o
persecución por la Palabra, sucumbe.
Al anteriorfue el diablo el que le arrebató la Palabra. A éste
quien se Ia arrebata es la inconstancia. No dejemos morir
esa semilla que Dios ha depositado en nuestro corazón.
Hay que perseverar aunque se presenten dificultades.
La piedra que atqja la raíz de la Palabra para que no pueda
producir frutos es la cobardía. Porque nos persiguen.
porque cumplir lo que Dios manda nos acarrea dificultad,
por eso desistimos de practicarla. Pero "todo lo que vale
cuesta". El cielo no es una "chuchería" que se compra a
precio de pacotilla. El Reino de los cielos padece violencia y
sólo los que se hacen violencia a sí mismos lo conquistan.
una piedra que puede hacer morir la Palabra de Dios es la
tentación. Un santo vio un solo demonio atacando a quienes
no oyen Palabra de Dios, pero más de mil atacando a quienes
sí la escuchan. Y en visión le fue dada la respuesta: es que el
infierno desea anular en cada alma los mensajes que recibe
del cielo.
ffi
26. elio E lica oNo.5
. _Hay
que fatigarse para poner en práctica ra parabra Divina.
áPero a qué labrador Ie disgusta fatigarse por recoger su
abundante cosecha? Dichosas fatigas y agoiamientos, que
tan ehormes premios nos consiguen para el cielo!
_
La tentación puede hacer estéril en nosotros la palabra del
señor. Pero no orvidemos que Ia tentación es como un perro
amarado: ho te muerde si no eres imprudente. pero si con
imprudencia te dejas atraer, te mordeia lsan Agustín).
Lo sembrado entre zaÍzas significa er que escucha ra
Palabra, pero ros afanes de Ia vlaa y ra seducción de ras
riquezas Io ahogan y se queda estéril.
.Hay
cardos en Galilea, grandísimos, que no dejan crecer
ninguna planta un metro arrededor. También en nuéstra arma
pueden existir unos exagerados cardos de preocupaciones que
no dejan crecer ras ideas espirituares que b¡os nó, envía.
Las zarzas o espinas que ahogan e nuestra arma Ia parabra
de Dios pueden ser: ra con.u[irr"n.* o.l"i';É- (deseo
de poseer más y más) la concupiscencia de Ia .*."r, .on
todos sus maros pensamientos y deseos que matan toda
idea espiritual; y también puede ier, Ia soberbia de Ia vida,
ese anhelo insaciable de ser estimados y de hacer buena
figu1a. Lo que causa er mar mayor no son estos deseos
en sí mismos, sino er exagerado laror que res concedemos
(San Juan Crisóstomo).
Si vivimos ahogados por demasiadas
no hallará sitio Ia Palabra para producir
@
preocupaciones.
fruto en nuestra
o 15o. - CICLO A
alma. Cómo debiéramos recordar aquella hermosa frase de
la carta a los hebreos: "No te preocupes demasiado por lo
material, pues Dios ha dicho "no te abandonaré"; V aquella
otra del Salmo 54: "Coloca en Dios tus preocupaciones, y
Ét te dará éxito en tus acciones". Si esto recordáramos e
hiciéramos, entonces sí que la Palabra del Señor crecería
lozana y llena de buenos frutos en nuestro espíritu, sin
tantos cardos.
De vez en cuando deberíarnos echar un paseo por el
terreno de nuestra alma arrancando todas esas zarzas que
son las preocupaciones exageradas, para que no Ie quiten
vitalidad a la semilla de la Palabra Divina que nos llega del
cielo cada día.
Entre espinas cayó la palabra de Juan Bautista a Herodes:
"No te es lícito tener como compañera a Ia esposa de tu
hermano". La pasión sensu I mató esa buéna semilla y
no le permitió dar fruto de conversión. (Y esto se sigue
repitiendo hoy frecuentemente).
Entre espinas cayó aquella palabra de Jesús aljoven: "Si
quieres ser perfecto, vete, vendes lo que tienes y Io das a
los pobres y te vienes.conmigo".,. y eljoven se fue muy
triste porque era muy rico... (Lucas 1B 23). La seducción
de las ¡iquezas ahogó aquella semilla de la Palabra de Jesús
y el que habría podido llegar a ser un gran apóstol, otro San
Juan, se quedó entre el montón de los de última clase en el
Reino de Dios... ISeñor, quejamás suceda que los afanes de
la vida o Ia seducción de las riquezas ahoguen en nuestra
alma tu palabra y la hagan quedarse estéril. I
@e
27. El Evan elio Ex licado No. 5
Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha Ia
Palabra y la entiende; ese dará fruto, y producirá ciento, o
sesenta o treinta por uno.
A la actividad de Dios que siembra su Palabra, debe
seguir la actividad de Ia persona humana que escucha y
practica.
Dios siembra por medio de la lectura de la Sagrada Biblia
(la Biblia es como una grabadora en la cual Dios grabo
sus mens4jes. Cadavez que la abrimos y leemos, empieza
Dios a decirnos sus mensqjes). Siembra también Dios por
medio de las predicaciones, de los buenos consejos, de las
inspiraciones que sentimos tantas veces, de los hechos
impresionantes que nos ponen a pensar, y siembra y
siembra, día por día, por medio de los buenos libros. San
Juan Bosco repetía: "Solo en el cielo sabremos el inmenso
bien que hace una buena lectura. Por eso quienes se
dedican a propagar buenos libros son unos formidables
colaboradores de Dios en la distribución de la Palabra
Divina".
ZLeo siquiera una página de la S. Biblia cada semana?
ZLeo y propago buenos libros? áSe podrá decir también que
mientras los comunistas y protestantes reparten lecturas
gratis o baratísimas por millares y millares, hay católicos
que quizá ni siquiera un libro compran o regalan?
Señor: danos hambre y sed de escuchar tu palabra. iQue
seamos buena tierra para ellal
I#
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B: ZA06-?jA09-ZOIZ- ZO1 5-ZA1 8-7,02*1
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28. licado Nr:. 5
Domingo 150. Er
Cicto S ffi
> PRIMEH"A tHCTUXRA. Del profeta Arnós ?, trZ-1S
En:,aquellos días Amasías, sacerdote de Betel, dijo a
Amós: "videntei vete y refúgiate en tierra de Judá. C-ome
allí tu pan y prófetiza allÍ. No vuelvas a profetizar en "casa
de Dios", pues és el santuário real y el templo del país"
-Respondió Amós: "No soy profeta ni hijo de profeta, sino
pastor y cultivador de higos.'El señor me sacó de junto al
rebaño y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel.
Eljefe del templo de Betel tiene uD €l"rol": se imagina que
puede hacer callar a.Amós, el,cual dice osas que disgustan
a los que están disgustando a Dios. pero Amós ha recibido
orden de Dios de predicar al pueblo, y no puede sustraerse
al mandato del señor. como san pablo más tarde, él tiene
que exclarnál":''A5r de mí si no llevo a los demás los mensqies
que Dios me ha mandado llevarles".
Amós prófetiza 750 años antes de cristo. EI reinado
de Israel, en el norte, ha llegado a un gran prosperidad
económica pero también a un peligroso relqiamiento moral.
Dios llama a un sencillo cultivador de' hig-os y pastor de
animales a que vaya al templo donde se reúnen Ias gentes
de aquella región, a Betel, (el sitio donde Dios,se apaieció a
Jacob a decirle que lo ayudaría siempre y que en adelante no
€B
Do¡ninso l5o. - CICLO B
se llamaría Jacob sino Israel). En aquel lugar Jeroboam había
colocado un becerro de oro para que los israelitas lo adoraran,
provocando así la ira de Dios. Amós llega allí para anunciar
que si siguen oprimiendo a los pobres, robando a las viudas
y a los huérfanos, derrochando en lqjos innecesarios lo que
deberían dar a los necesitados olvidando al verdadero Dios, y
estafando a los demás en sus compras y ventas, van a recibir
un tremendo castigo de Dios. Las gentes tienen adormecida
su conciencia y no le hacen caso, y para mayor mal, el mismo
jefe de los sacerdotes en Betel, en vez de ayudar al profeta a
enfervorizar al pueblo, lo denuncia ante las autoridades civiles
y lo despacha otra vez para su tierra natal, Tecua, en Judea.
Con todo esto se está atrayendó un tremendo castigo que no
tardará en llegarles a todos de manera espantosa por medio
de los enemigos que pocos años deipués vendrán y destruirán
la nación y se llevarán cautivos a los sobrevivientes. Al mismo
Amasías le sucederán males escalofriantes por haberse
opuesto al enviado de Dlos. Es que no se pueden rechazar los
mensqjes del cielo sin sufrir desastrosas consecuencias.
Es imprudente y perjudicial tratar de acallar a quienes de
parte de Dios vienen a avisarnos que es necesario cambiar
de vida y convertirnos. Lo prudente es hacerles caso.
Hay ciertas personas que no se dieron a sí mismas
la vocación. Fue Dios quien les llamó para mandarlos a
predicar, como llamó a Amós y a los 12 apóstoles. Y si
Dios nos llama a ti o a mí para dedicarnos a llevar sus
mensqjes de salvac!ón a otros, estaremos dispuestos a
dedicarnos a ello aún cuando esto nos ocasione disgustos
e incomprensiones?
t:llli
29. E
I
I
I
I
i Domingo l5o. - CICLO BEl Evan lícado No. 5
Te ruego Señor portodos los que has enviado a evangelizar
a tu pueblo. Que sigan predicando y enseñando con valor.
Que levanten su voz valientemente contra las malas
costumbres aunque los que predican sean gente pobre
y sencilla como Amós. Que no se callen ante la iqjusticia
de los que tienen mucho y dan poco a los necesitados.
Que jamás se queden como "perros mudos" cuando el
aborto, la inmoralidad sexual, las drogas, Ia impiedad, Ia
indiferencia, la brqjería, las supersticiones, las sectas y las
mafias y demás males actuales quieran invadir a nuestro
pueblo. Señor: te pedimos que suscites valerosos profetas
y apóstoles que vayan a todas partes despertando la
conciencia adormecida de nuestros pueblos. En cada caso
necesitamos un Amós que nos detenga en esta carrera
desenfrenada que nos lleva hacía Ia perdición. Envíalos
Señor y que no se callen y que ninguno de nosotros trate
de alejarlos del sitio donde es necesario que hagan oír sus
mensqjes. Y si quieres que ese Amós sea yo, aunque pobre
como é1, simple cultivador de higos y arreador de animales,
heme aquí. Quiero dedicar más tiempo, más energías,
más entusiasmo, para llevar a otros los mensqjes de tu
evangelio. Dáme el valor suficiente y las inspiraciones del
Espíritu Santo y... cuenta en adelante con mi tiempo y mis
energías. Quiero ser también profeta y apóstol.
íSSALMO 84... Voy a escuchar lo que dice el Señor.
Qué buen propósito para todo creyente: voy a escuchar
lo que me diga el Señor por medio de sus predicadores, de
mis superiores espirituales, de las personas que enseñan
con sus consejos o ejemplos. Voy a escuchar lo que me
€:rB
dice el Señor por medio de sus profetas y evangelistas en
la S. Biblia, o por medio de las inspiraciones que envía a mi
conciencia. Cada uno de ellos puede ser para mí un 'Amós"
que viene a profetizarme de parte de Dios.
El salmo nos da una hermosa noticia: "Dios anuncia su
paz a su pueblo y a sus amigos". Y si la anuncia es que la
va a conceder. Con tal de que queramos seguir siendo su
pueblo y sus amigos.
> SEGUNDA LECTURA: Carta a los Efesios 1, 3.14.
Durante siete domingos leeremos la Carta a los Efesios.
Por eso es importante hacer algunos comentarios acerca
de esta carta tan hermosa, tan profunda y tan importante.
Es esta una carta muy doctrinal. Se ubica en el plano más
elevado dentro de la literatura religiosa. Ha sido llamada
"La Reina de las Epístolas" y con razón, pues en ella
alcanza una de sus más altas expresiones el pensamiento
en el Nuevo Testamento. Coleridge decía que la Carta a los
Efesios es "la más divina composición humana"
En varias frases de la Carta se dice que fue escrita
estando San Pablo en Ia prisión. Probablemente en Roma.
Es la carta más impersonal de las que se atribuyen a
San Pablo. Desde el principio hasta el final no hay ninguna
nota personal. Carece de los saludos personales y de Ios
mensqjes íntimos que contienen las otras cartas. Se llama
"Carta a los Efesios", pero en ninguno de los grandes
manuscritos antiguos se lee que esté dirigida a la lglesia de
Efeso, sino simplemente: "Pablo, a los fieles en Cristo". Lo
@
30. El Evangelio Ex licado No. 5
que sigue: "residentes en Efeso", fue añadido más tarde,
quizás en el siglo segundo, Probablemente fue una carta
circular, dirigida a todas las Iglesias.
Los autores dicen que Ia Carta a los Efesios es "un
tratado teológico, una meditación religiosa, elevadísima".
"Un poema en prosa".
Esta carta contiene setenta palabras que no están en
las otras cartas de San Pablo, y su estilo es totalmente
diferente al de las demás cartas: aquí no escribe con una
cascada de palabras apasionadas como en otras epístolas
paulinas, sino como una corriente suave y límpida de
pensamientos profundos.
Los tres primeros capítulos de la carta son como una
larga plegaria, una plegaria lírica, muy distinta de las
controversias y reproches de las otras cartas de San Pablo.
Su vocabulario y su estilo son pues muy diferentes de toda
otra carta de este apóstol. Por eso muchos creen que
pudo ser redactada po¡ algún discípulo suyo muy docto y
gran teólogo, pero siguiendo'fielmente las enseñanzas del
apóstol, su gran maestro. No lo sabemos. En todo caso
si Ia escribió San Pablo debió escribirla en Ia tranquilidad
y paz de la cárcel, con mucho tiempo y mucha calma para
pensar muy profundamente.
La idea clave de la carta a los Efesios es que,Jesucristo
es el centro de todo lo que existe, Ia reunión de todas las
perfecciones. Habla de Jesús a cada momento. Ya sabemos
que el alma de San Pablo estába tan llena de la idea de
€:56-e
o l5o. - CICLO B
Jesús, que no necesitaba sino la más leve excitación para
hablar maravillosamente Oe É1. Insiste en que así como en
lo político todo en su tiempo está centralizado y dirigido
hacia el César, así en lo espiritual todo debe centralizarse
en Cristo y dirigirse hacia É1.
Dicen los especialistas que Ia Carta a los Efesios contiene
la quinta esencia de la doctrina de San Pablo, y que es la
Suprema manifestación de su pensamiento. Quiere recordar
a todos los que lean, la suficiencia plena de Cristo.
El argumento de esta carta tiene una trama muy
intrincada. Con frecuencia procede mediante frases largas,
complicadas y muy difíciles de descifrar. Por eso la gente
cuando quiere decir que algo es muy desproporcionado
y difrcil de asimilar y de digerir, exclama: "esto es un
adefesio".
Esta carta tan elevada y tan profunda es la que vamos a
estudiar en estos siete domingos siguientes, guiados por la
Divina Luz del Espíritu Santo a quien le suplicamos que nos
guíe, que nos libre de todo error y nos llene de su sabiduría
eterna.
Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de
bendiciones espirituales y celestiales.
Es de notar que en los primeros renglones de esta Carta
el apóstol nombre 12 veces seguidas a Jesucristo. De Ia
abundancia del corazón hablan los labios, dUo Ia sabiduría
{:¡z-e
31. F
I
El EvanEe¡io Explicado No. 5 !
anügua. Enamorado está de crlsto y sus palabras lo van i nosotftrs. Jamás debemos pensar que fu¡mos nosotros los
demostando. j que eleglmos a Dios para consagramos a É1. sino que a todos
nos sigue diciendo Jesús: "liJo ltle habí:is c.legicto vosotr$s,
Bendito sea IJios: expresión que debería estar j sino que yo os elegí a vosotros" (S. Juan IS, l6).Gracias
fi€cuentemente en nuestros labios y en nuestro corazón. i Señor por haber pensado en míy haberme elegido. DifÉ con
Nuestra Úda como la de Cristo y como la de San Pablo I el salmo 8: ¿',eué es el hombr€ para que te fijes en él?"
debería ser una continua 'Eucaristía', o sea, una "acción I Lo maravllloso no sería que yo te hubiera elegido a Ti para
de gracias" permanente a Dios. i consagrarme a servirte. Lo extraordinariamente maravilloso
es que Tú, el Todopoderoso, el infinito, nos hayas elegido
Tbdo el pasaJe que leemos hoy en la Santa Mlsa, desde el I a nosotros para ser tus amigos. icracias Señorl Nos has
versículo uno hasta el catorce de este primer capÍtulo, es i elegido pará llenamos cle regalos aquí y después en los
una fervorosa oraclón. Es un lírlco canto de alabanza, y se i c¡elos y para que al amarte nos volvamos santos y sin
coloca como primera ruzÓn para darle gracias a Dios, el que i mancha. Mil veces: igraciasl
en Cristo nos ha colmado de toda clase de bendiciones.
Para ser consagrados o santos:
Nos ha bendecido en Cristo.
Ser santo, significa en el idioma de aquel tiempo, ser
En Ia Biblia, bendocir significa llenar de favores, de i ulguian que se porta de manera diferente al monton
ayudas y de bienes. Dlos nos ha colmado a nosotros de I OJ u geñte. 'Santo" quiere decir: rllstinto, separado,
cuanto blen espiritual y celesüal necesitábamos, y esto lo I diferente. Los prlmeros crlstianos estaban convencidos
ha hecho al enviarnos a su HUo Jesucristo a r€dim¡rnos, a I de que los seguidores de Cristo tienen que diferenciarse
enseñarnos y a darnos eiemplo de vida. i del resto de la gente por su conducta lo más ¡reprochable
t -^-,.'^ E- .,- ,.¡^¡-€^posible. Es un desafío- El mundo tiene que notar que
Él nos ellgió en la porsona de cristo
-antés de I ioror dif€r€nte . No podemos ser como los camaleones
crear el mundo- para que fi¡ósemos consagrados e I que toman el color del sitio en donde están. ¿Que todos
irreprochables ante Él por el amor. I se rlen de ese cl iste verde chisp€ant€? Pues nosotros no,
y repetiremos lo que decía Don Bosco cuando alguien le
Nos eligió: la iniciativa parte de Dios. Es Et quien nos I preguntO por qué no se reía del ch¡ste verde que et otro
ha elegido y destinado a ser personas consagradas a Él e [ ácauaua aá ec r: "Es que yo me río cuando quiero, y no
lrreprochables en nuestro modo de proceder. En esta lectura I cuando me plden que me ría" (el otro ya nunca más voMó
van desfilando los dones y las marav¡llas de Dios para con I a contar aquel chiste corrompido) -eué están de moda
@e I srrg-e
32. Dom¡n8o l50. - CICLO B
Señor que nuestros sent¡mientos sean slempre santos
a esa película inmoral Pues nosotros no, porque Dios nos
ha elegido para ser santos, e irreprochables por el amor
grande que le tenemos a Cristo.
Si cada cristiano se preocupara por comportarse como
un consagrado, como alguien que Dios ha elegido para que
sea santo, con esto solo revolucionaríamos el mundo,
Qué hermoso que nos pudieran identificar así: los
consagrados, los que han sido elegidos para ser santos,
irreprochables en su modo de comportarse.
Fare¿ ser irneprochralbles ante Ét por e[ amor.
La palabra irreprochable es la que se empleaba en los
sacrificios del templo para calificar a los corderos que
se iban a ofrecer en sacrificio. Se les examinaba y si no
tenían defectos se les aceptaba como víctimas para ser
ofrecidas en el altar. si tenían defectos se les rechazaba
y no se les admitía en el sacrificio. Dios nos eligió para
que nos presentemos ante los demás como víctimas que
quieren ayudar a salvar el mundo, pero estamos siendo
examinados día por día y se nos pide que tratemos de
ser irreprochables ante É1. No ante Ia gente, porque a
los seres humanos los podemos engañar fácilmente.
Cuán frecuentemente podemos presentarnos como unos
fariseos imeprochables exteriormente, pero podridos en
nuestros pensamientos y deseos y en nuestras acciones
ocultas. Tenemos que ser irreprochables ante Dios que
está viendo todos nuestros más ocultos sentimientos.
Nuestra oración debería ser la de Santo Domingo:
€@i
y que nuestras obras estén de acuerdo con nuestros
sentimientos".
Él nos ha destinado en la persona de Cristo
-por
pura
iniciativa suya- a ser sus hijos, para que Ia Gloria de su
gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su
querido hijo, redunde en alabanza suya.
Son palabras, ardientes y entusiastas que nos recuerdan
nuestra relación con Dios. No somos unos huérfanos.
Somos hijos nada menos que del Padre Celestial. Dios nos
ha adoptado como hijos y nos ha dado un puesto en su
familia. En aquel tiempo cuando un simple niño destinado
quizás a ser un pobre ciudadano olvidado de todos era
adoptado por un señor muy importante, todo cambiaba
para este pequeñín. Adquiría todos los derechos de quien
pertenece a una familia importante. Era un cambio radical
y toda su vida se transformaba y se volvía mejor. Es lo
que ha hecho Dios: nos ha adoptado como sus hijos en la
persona de Cristo. Ahora pertenecemos a la mejon familia
del mundo, a la familia de Dios.
En una célebre carta de Plinio el Joven al emperador
TrEjano, al final del siglo primero, le dice que los cristianos
se reúnen una vez por semana y entonan himnos a Cristo.
Y san Pablo aconseja en sus cartas que de vez en cuando
entonemos cánticos de alabanza a Dios. Probablemente
uno de los himnos preferidos por los primeros cristianos
era este de la 2a. lectura de hoy, que la Iglesia Católica
hace rezar a sus sacerdotes y religiosos en las vísperas
fl:Ere
33. Ya vimos Ia bendición
bendición al H[jo.
al Padre. Ahcjra meditemos Ia
:-:';.ji:i;r:r , l¡li.;.;iií,i;ir;. SOmOS tOdaVía CUlpableS, y D|OS nOS
perdona y a un precio altísimo: Ia sangre de su santísimo
Hijo, derramada para borrar nuestras mardades. En vez de
andar dando vuertas en mi mente ar recuerdo amargo de
mis pecados, por qué no considerar ás bien con alegría
y gratitud que Dios por su inmenso amor me los quiere
perdonar, ya que su Hijo Ie ofrece su preciosísima sangre
para que se borren mis manchas ipor qué en vez deandar
rabiando y apocándome por mis frecuentes caídas, no me
dedico a agradecer ar buen Dios que ha permitido que su
H[io Jesucristo pagara una cuota tan artá para fagar mis
deudas con Ia Justicia Divina? A ver si es cierto que sigo
o 150. - CICLO B
pecando con tanta facilidad cuando recuerdo qué es lo que
el Redentor ha tenido que ofrecer por mis infidelidades.
La palabra que aquí se emplea pata decir que por la
sangre de Cristo hemos recibido el perdón de los pecados,
es la misma que se empleaba para significar que se había
pagado una enorme suma pa!'a resca'tar a un ¡.irís;iCIner*
de guerra y librarlo de ser cc¡nderimdo a ,itlrt¡e¡'ü.¿r pu.ri' ri
enemiEo. Al venir Cristo, la humanidad estaba sumida
en sus pecados, reconociendo su impotencia frente a los
poderes del mal y su propia incapacidad para remediar
esta situación de fracaso espiritual. Un sabio de aquel
tiempo, Séneca, exclamaba: "todos aunque odiemos al
mal, nos dejamos dominar por é1. Necesitamos una mano
potente que descienda desde los cielos y nos levante de
esta miseria intolerable". Todos necesitaban Ia liberación.
Un poder inmenso que viniera a sacarlos del dominio de
los enemigos del alma. Y a esto vino Cristo.
La leyenda antigua decía que cada vez que una pers.ona
obraba mal, inmediatamente Némesis, la diosa de la
justicia inexorable y de la venganza, salía en persecución
de quien se había portado indebidamente. Le seguía día
y noche por todas partes, y tarde o temprano le daba
alcance y le proporcionaba el castigo debido. La venida de
Jesús al mundo cambió esta situación de miedo y de terror
ante el pecado. Ahora sabemos que alguien ha ofrecido
un rescate valiosísimo por nuestras maldades y que ya
podemos esperar bondad y perdón de la Justicia Divina.
Por la sangre de Cristo hemos recibido el perdón de los
pecados.
El Evan elio Ex licado No. S
del primer lunes de cada mes. Como un
de grac¡as Io seguiremos
de gratitud expresados
nuestra alabanza a Dios.
meditando. Que
en este mismo
canto de acción
los sentimientos
sean el tema de
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34. pnOpÓSITO: De vez en cuando décir: "Padre Celestial:
por Ia sangre preciosísima que Jesucristo derramó por mí,
perdóname todos mis' pecados".
E[ tesoru de su gnacia, sabiduría y prudencia ha sido un
denroche para con nosotnos.
Cristo nos trqjo g¡nacia: o S€?: buena voluntad de Dios
para con nosotros. Nos trqjo: sabiduría: o sea la ciencia
que nos hace conocer y apreciar el bien y dar respuestas
a los problemas eternos de Ia vida y de la muerte, y nos
ilumina en nuestras relaciones con Dios y con los seres
humanos. Nos tr4jo pmdencia: que es la cualidad que nos
enseña lo que debemos decir, hacer y evitar, y el cuándo
y el cómo se debe obrar, y nos capacita para resolver los
problemas prácticos de la vida diaria. Y estos tres regalos
tan preciosos: gracia, sabiduría y prudencia los regala
Dios por medio de Cristo con verdadero derroche, dice
esta lectura. Derrochar es gastar más de lo que haría falta
gasta. Con nosotros Dios se ha vuelto derrochador. Con
tal de salvarnos, no le importa gastar de sus tesoros más
de Io que mereceríamos que se nos diera. Y su demoche
es para regalarnos su gracia, o sea su buena voluntad. Su
sabiduría, y su prudencia. Dios sea bendito para siempre
por tanto bien que nos concede en Cristo.
Dándonos a conocen el nnisterio cte su voluntacfl.
Misterio es aquello que por mucho tiempo permaneció
en secreto y desconocido para la inmensa mayoría y que
ahora se revela y se hace conocer. Es algo que permanece
s:E4-e
Do¡Ugq_1s_g,_ CICLO B
incomprensible para la persona a la cual nó se le haya
revelado su significado.
Tomemos un ejemplo. Supongamos que alguien que no
sabe nada de nuestra religión católica asiste a una Santa
Misa. Aquello resulta para élun misterio total. No entiende
nada. Ese misterio se Ie dará a conocer cuando asista a
unas clases de catequesis y se le explique detenidamente
lo que es una Eucaristía y llegue a saber que la Misa es una
repetición de la Ultima Cena del Señor y que se hace en
conmemoración de su santísima Pasión y Muerte, y que allí
comulgamos con el Cuerpo y la sangre de Cristo etc. etc...
áY cuál es ese misterio de Ia Voluntad Divina que nos
fue dado a conocer? La respuesta se encuentra en los
renglones siguientes:
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante: recapitular en
Cristo todas las cosas del cielo y de Ia tierra, reunir bqio
una sola cabeza, Cristo, todos los seres terrenales y
celestiales.
Este era el proyecto que Dios tenía en secreto desde
muchos siglos antes y que ahora nos ha dado a conocer.
La venida de Cristo es pues el momento culminante de toda
la historia. Con su llegada al mundo se pone en marcha
el más atrevido plan de Dios en favor nuestro. Con razón,
cuando el 6 de junio de 1944 los Aliados dispusieron
hacer la inmensa invasión a Europa por Normandía, con
2.222 barcos de guera, 1 1.000 aviones bombarderos y 3
-K@
El Evan elio Ex licado No. 5
35. elio Ex Iicado No. 5
millones de soldados armados hasta los dientes, invasión
con Ia cual iban a obtener Ia victoria en la segunda Guerra
Mundial, cuando al momento de empezar la gran invasión,
un oficial le dijo al Jefe Máximo de todos esos ejércitos,
el General Eisenhower: "Hoy es el día más grande de la
historia", el gran comandante le respondió: "No, hoy no es
el día más grande de la historia. El día más grande de la
historia fue el 25 de diciembre del año t, cuando vino al
mundo Nuestro Señor Jesucristo". Sí, es que en aquél día
empezó Ia gran invasión de la gracia de Dios para derrotar
en este mundo los enemigos del alma. Desde entonces se
reveló el gran secreto o misterio de Dios: reunir bqjo un solo
Jefe, Jesucristo, todos los seres del cielo y de la tierra. Los
seres humanos nos hallábamos en una verdadera guerra
civil: y en una guerra mundial: cada uno dentro de sí mismo
luchando, y todos guerreando contra todos. y era necesario
que llegara un Jefe Supremo capaz de atraernos a todos y
de gobernarnos a todos y de acabar con nuestras guerras
internas y externas y de traernos Ia verdaderu paz.
Los que habéis escuchado la extraordinaria noticia de
que habéis sido salvados y habéis creído, habéis sido
marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido,
el cual es prenda o garantía, o arras de que recibiréis la
herencia de la redención.
Habréis sldo sellados o rnarcados con et Espíritu san'to.
Los antiguos tenían especial cuidado de marcar o sellar
todo lo que les pertenecía para que los demás respetaran
aquello como su propiedad privada, ya fueran personas, o
animales, u objetos. El ver qu un ser vivo o un objeto tenía
Domín o 15o. - CICLO B
el sello de un personqie muy importante, hacía que todos
le trataran con especiar .espáto. bn esta carta a los Efesios
se_nos dice que Ia marca que Dios nos ha puesto para
señalarnos como especiar y apreciadísima posesión suya
es que nos ha enviado ar Espíritu santo que nos irumina
cómo debemos pensar, obrai y habrar. y ánaae argo más
muy importante:
HI f,,{,r[.¡ír"É'[:r-t ;::l:lr)i [:r:i i;:;i l..r¡,-uii(triat, ii¿*t,¿]iür:i'iii ,
recibiiltlis f(,i Ilq'lr tfr'[cIi¿ ;itr ]¡i n'orll#i'tcie)ix.
En muchísimos negocios Ia persona deja una cuota
inicial como "garantía" de que sí ,, u .rrpti. aooo to
que ha prometido en er contrato que ha firmado. Esto
se llama prenda o arras. prenda es un bien que se
entrega en señar de que sí se cumprirá con una obrigación
prometida. 'Arras" ("arrabon" dice er texto en griego) es
la cantidad que se deja en consignación como
"seguridad
de que Io prometido se cumprirl exactamentá. o¡o, no,ha prometido darnos ra herentia eterna que cristo nos ha
obtenido con su Redención, y para que estemos seguros
de que su promesa no nos va a failár, nos ha enviado al
Espíritu santo, cuya presencia en nosotros será siempre Ia
más segura garantía de nuestra sarvación. Gracias señor,
por tu Espíritu Santol.
en dos,
36. EI Erengelio ExpI_qado t:ií,I_li_
Es la primera vez que Ios envía a misionar. Por primera
vez van a encontrarse solos, sin Jesús. Pero desde ahora
van a empezar a sentir en su vida de apostolado aquello
que Jesús les anunciará cuando se vaya para el cielo: "Yo
estaré con vosotros todos los días hasta elfin del mundo".
Aunque físicamente separados de Jesús, van a sentir su
presencia espiritual y su inmenso poder actuando en favor
de cada uno de ellos en cada paso de su apostolado. Es
lo que sentimos y experimentamos hoy miles y millones
de evangelizadores en todo el mundo: no estamos solos,
Jesús va espiritualmente con nosotros a donde quiera que
vayamos a llevar sus mensqies. Y su maravilloso poder
actúa en favor nuestro, momento por momento.
De dos en dos: a Jesús le agrada que trabajemos
en equipo. Así nos controlamos más unos a otros y
compartimos experiencias y nos enriquecemos mutuamente
en lo espiritual.
Y les dio poder sobre los espíritus inmundos.
Para evangelizar se necesita recibir poder. No vamos con
Ias manos atadas, ni inermes a luchar contra unos poderes
espirituales superiores a quien nos envía.
'Apóstoi" significa "enviado". Somos enviados por
Jesucristo, y El ha prometido: "Cuando llegue uno que
es más poderoso que aquel que cuidaba una fortaleza, lo
desarmará y le quitará todas sus posesiones". (Lc. 11,
ZZ). El espíritu del mal está posesionado de muchas almas,
pero llegamos en nombre de Cristo y con poderes recibidos
8l@e
l5o. - CICLO B
de El, y lograrnos desalojar a los espíritus inmundos y
hacer que Dios reine en esas personas.
Jesús hace ahora su primer ensayo misional con sus
apóstoles. Hasta ahora se puede decir que estaban
haciendo su "noviciado" o su "sen'rlnario" aprendiendo
junto a É1. ya han oído como predica el Maestro y han visto
qué métodos emplea para lograr influir en los demás para
que se conviertan. Ahora tendrán que ir a practicar ellos
mismos estos métodos, e irse ejercitando en lo que va a
ser el trabqjo de toda su vida: la predicación, Ia catequesis,
la evangelizaciín.
Ya nos podemos imaginar cómo habrán salido a predicar
en grupos de a dos: Pedro y Juan. Santiago y Andrés.
Felipe y Bartolomé. Tomás y Mateo. Santiago el Menor y
Thdeo. Simón el Cananeo y Judas Iscariote...
Y antes de partir les da una especie de .,Código
o
Reglamento misional", es el siguiente:
Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada
más. Pero ni pan, ni maleta de viaje, ni dinero en la cartera.
Que llevaran sandalias, pero no doble túnica de repuesto.
viqian en plan de total austeridad. confiados en Ia ayuda
bondadosa de la Divina Providencia y no en los propios
planes económicos.
Aquí nos viene a Ia memoria el caso de san Benito
Cottolengo el cual un día al ver que no había con qué
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