Ensayos de carácter teológico como requisito programa Magis para América Latina de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX http://www.cvx-clc.net/l-sp/index.php ). Ven-VIDA JOVEN EN PARTICPACION Y COMUNION CON LA IGLESIA_ Sara Bermudez.doc
VIDA JOVEN EN PARTICPACION Y COMUNION CON LA IGLESIA, una visión desde el Movimiento Juvenil Cristiano Huellas
1. COMUNIDAD DE VIDA CRISTIANA
CVX LATINOAMÉRICA
MAGIS II
VIDA JOVEN EN COMUNIÓN Y PARTICIPACIÓN CON LA IGLESIA
Un visión desde el Movimiento Juvenil Cristiano Huellas
Venezuela
Por: Sara Bermúdez
Venezuela
Caracas, junio de 2004
2. PRESENTACIÓN
Los jóvenes hoy en día protagonizamos en gran medida los hechos del
mundo, nuestras ideas, nuestros sueños, nuestras metas, nuestras
ganas de ponerle sazón a la vida, y esto hace de cada uno un actor
importante dentro de lo que llamamos sociedad.
Sin embargo, muchas de las ilusiones de los jóvenes se ven coartadas
por el hecho de que algunos sucumben en ambientes deshumanizados,
de pobreza extrema como los refugiados, otros en drogadicción,
alcoholismo, abandono, desorientación en cuanto a sus opciones de
vida, sus fortalezas, sus amistades, sus propias riquezas, sus
oportunidades, etc. Este porcentaje algo elevado provoca tristeza e
impotencia, porque por más esfuerzos que se hagan, la realidad cada
día es más latente y las condiciones sociales y políticas de los países
permiten la promoción de estos ambientes tan deshumanizadores para
la juventud.
Estadísticamente un gran porcentaje de la población mundial es joven,
esto es de gran relevancia, cuando siempre se ha pensado que la
juventud es la opción de los países, es la salida posible a muchos males
estructurales, según sea la juventud de hoy serán los adultos de
mañana. Pero es resaltante ver que aún teniendo esta visión, muchas de
las consideraciones y aportes de los jóvenes son ignoradas por los
grandes (adultos), por quienes dirigen la naciones y las estructuras
sociales, económicas y políticas de los países, y de forma anárquica.
Este hecho de que la juventud forme parte importante en la sociedad,
bien sea porque se confía, aunque sea teóricamente en lo que son
capaces o porque se piensa que hay que cuidar y velar por el buen
3. crecimiento y desarrollo de dicha población; manifiesta esa necesidad
imperante de las naciones de crear programas y proyectos de desarrollo
integral de la población juvenil, aunque veamos que muchos de estos no
funcionan como deberían.
Es triste pues que se siga viendo el mundo como un mar irremediable
de males, donde ya no hay nada que hacer, más bien es necesario
reformular la visión de la vida, de las opciones, de la esperanza, y sobre
todo la visión que tienen muchos jóvenes del mundo de hoy, un mundo
que necesita de la juventud.
Parece demasiado injusto que aún reconociendo todas las maravillas que
hemos heredados por ser creación de Dios, se tenga una visión macabra
del mundo, a lo que se ajusta la buena frase ¡ESTO SE LO LLEVO QUIEN
LO TRAJO!, ciertamente algo así escuchado constantemente de muchos,
desanima y disminuye las ganas de luchar.
No obstante, se quiera o no la juventud se hace sentir y no solo desde
los ambientes deshumanizados y apartados, es así como se puede
entonces notar la gran cantidad de jóvenes que desarrollan ambiente,
cultura, dinamismo, ideas, proyectos, nuevas formas de convivencia y
de empleo, etc. Y se ven jóvenes trabajando y estudiando, jóvenes
cantando en una plaza animando a otros, metidos en el trabajo
artesanal (haciendo zarcillos, collares, pulseras, piezas, morrales,
figuras, etc), otros sumidos al teatro, la recreación, el excursionismo, la
lectura, el estudio, otros tantos practicando algún deporte (fuchi,
voleiball, kikimball, beisball, natación) y un buen número participando
en movimientos juveniles, parroquias, catequesis, etc.
4. Esta visión más alentadora de la población juvenil invita entonces a
asumir un compromiso de entrega y de apuesta por, para, entre y con la
juventud. Cada joven según el espacio donde se desenvuelve, busca
siempre un refugio, un espacio más allá del familiar (donde muchas
veces ni este ofrece al joven el confort que como ser humano se
merece), un lugar donde ser aceptado-reconocido, escuchado, exigido-
comprobado positivamente, un espacio donde demostrar sus talentos,
sus dones, un espacio donde sus ideas sean tomadas en cuenta y más
aún puestas en marcha en proyectos concretos de realización social.
Los espacios donde hay más de uno reunido compartiendo ideales,
sueños, metas, espíritu, comunión, es los que se buscan entre la
juventud, porque allí es donde se reconoce el joven ante el otro y ante
sí.
Es por ello que la Iglesia desde Vaticano II, ha procurado hacer una
opción preferencial por los jóvenes, una opción donde la masa juvenil
sea la protagonista de su propio desarrollo social, emocional, espiritual e
intelectual, donde cada uno se mida y no sea medido, donde su
participación sea la más deseada y la más acertada, donde se vea en
realidad el hecho de que la juventud es el presente y futuro de la
sociedad, sin olvidar el papel que cumplen todos aquellos invitados a
velar por el desarrollo humano y cristiano de los jóvenes.
Es necesario hoy en día dar protagonismo a esa vida juvenil abundante
en América Latina, una vida que espera mucho, pero que es capaz de
dar al extremo todo de sí por una sociedad más justa, es necesario
poner la mirada frente a esta realidad, sin ignorar las necesidades
juveniles de hoy en día, necesidades de participación, protagonismo, de
5. opinión, de liderazgo, crecimiento espiritual, intelectual y personal,
entre otras.
En este ensayo pretendo mostrar como las características juveniles de
nuestro siglo implican de una u otra forma demostrar que un buen
número de jóvenes de nuestro país (Venezuela) tiene opciones
diferentes, aún metidos dentro de lo que llamamos desastre, y es que es
tarea promover que el Evangelio si tiene validez y que para, con y entre
la humanidad, es posible salvarse, no precisamente arriba en lo
celestial, sino del mismo modo que lo demostró Jesús de Nazaret.
Estos son los capítulos:
Capítulo I, situación de los jóvenes de hoy y su visión de la iglesia.
Capítulo II, la iglesia apuesta por los jóvenes. Puebla.
Capítulo III. Movimiento Juvenil Cristiano Huellas una opción de la
iglesia por los jóvenes de Venezuela.
Capítulo IV, que iglesia propone el Movimiento Juvenil Cristiano
Huellas.
Capítulo V, que visión tienen los jóvenes de Huellas de la Iglesia.
Capítulo VI, retos para la juventud venezolana desde la situación social
y política.
En estos seis pequeños capítulos trato de presentar esa realidad
evangélica de luchar por un mundo más justo, cada capítulo trata de
explicitar como particularmente vamos en Venezuela viviendo el concilio
desde la opción preferencial por los jóvenes planteada en los distintos
documentos del magistrado de la Iglesia.
6. CAPÍTULO I
SITUACIÓN DE LOS JÓVENES DE HOY Y SU VISIÓN DE LA
IGLESIA
Hablar de la realidad de los jóvenes es algo extenso, pues cada uno es
un mundo interiormente, cada uno refleja su experiencia de vida desde
lo que haya calado en su propia existencia.
La juventud es una etapa de formación, en la que hay una serie de
fuerzas vitales en la persona que la hacen especialmente propicia a la
actuación política y social, el joven, por un sentido más natural que de
otra índole e influencia externa, aspira con facilidad a los más grandes,
nobles y realizables ideales. Es por ello que en muchos movimientos con
ideales revolucionarios e incluso de ideas equivocadas, la juventud
siempre ha tenido y tiene una participación mayor a la de los adultos .
Bien sea por razones biológicas o por razones sociales; cuando la gente
es mayor no se puede comprometer de la misma manera a la hora de ir
a poner unas bombas, hacer una marcha, hacer una vigilia o huelga en
protesta por algo, hacer una propaganda o de enfrentarse en el campo
de guerra; pues normalmente no son los mayores con sus achaques los
que lo hacen, sino que son los jóvenes; y así, todas las revoluciones, las
cruzadas, las grandes batallas y empresas las ha protagonizado casi
siempre la población juvenil de las naciones, dirigido casi siempre por
alguien más veterano porque eso es importante, pero a veces por gente
muy joven.
Partiendo desde la vida familiar, la formación creativa de un joven sano
compite de lleno con los distintos factores ambiente (gente, recursos,
gustos, amistades, tradición, cultura, costumbres etc), estos factores
7. generalmente obstaculizan esta formación, puesto el mundo de los
valores quizá parece menos apetecible que aquel donde no hay normas,
reglas, integridad, observancia, donde se hace lo más placentero y
donde lo que requiere esfuerzo, dedicación y compromiso es visto como
una vejación de la vida, cuando la teoría general es que hay que <<vivir
la juventud>>, entonces hay que vivirla y los adultos ya no la viven y
disfrutan tanto, el detalle es que los ambientes donde muchos jóvenes
deciden vivirla no es sano y procurador de crecimiento íntegro.
Don Giorgio Pontiggia, Rector del Instituto 'Sacro Cuore' (Milano, Italia)
en la Jornada Mundial de la Juventud: De Toronto a Colonia, en Roma
escribió un artículo cuyo título es los jóvenes ante Cristo y la Iiglesia y
allí cita lo siguiente:
“Es como si todos los jóvenes de hoy hayan sido
arrollados por una especie de Chernobil, por una
enorme explosión nuclear: su organismo sigue siendo
estructuralmente como antes, pero ya no lo es
dinámicamente; ha ocurrido un plagio fisiológico,
realizado por la mentalidad dominante. Es como si hoy
no hubiera otra evidencia real fuera de la moda - que es
un concepto y un instrumento del poder. Ahora como
nunca antes, el ambiente, entendido como clima mental
y modo de vida, ha tenido por instrumento una invasión
tan despótica de las conciencias. Hoy más que nunca, el
ambiente con todas sus formas de expresión es
educador, o el 'deseducador' soberano”.
Ahora bien, por el contrario. también el joven tiene unas dificultades de
falta de perseverancia, de falta de recursos, de falta de medios, de
estructura psíquica más inestable, más frágil que la de una persona
8. adulta, como es natural. Y aquí es donde quiere incidir el enemigo de
nuestra Civilización, el enemigo de nuestra Cultura, el enemigo de
nuestra Religión y de nuestra Patria, para orientar a la juventud de
manera equivocada.
La consecuencia es que son más manipulables; pero manipulables en
otras direcciones. Son manipulables a la hora de convertirlos en
consumistas, a la hora de provocar en ellos ciertas pasiones y ciertos
vicios que les alejen de esos sanos ideales por los que podrían
encabezar otra vez una revolución, una reconquista, una cruzada o
como se quiera llamar a una gran lucha organizada en defensa de los
ideales.
El sistema sabe que la juventud le puede hacer mucho daño y por eso
hay toda una política programada en las cuevas del mal para que la
juventud no se rebele. ¿Y cómo consiguen esto? Pues, propagandeando
al joven con cosas aparentemente apetecibles pero que en definitiva le
destruyen, y les dicen preocúpate de mucho sexo, consume algunas
drogas, estas no hacen tanto efecto, sirven para aguantar mejor;
diviértete, pásalo bien, tú no te compliques... En fin, es lo que intentan
con la juventud. Previamente han intentado otro paso más que es
reducir al máximo el número de jóvenes. ¿Cómo se reduce al máximo el
número de jóvenes en todo el mundo? Con el aborto, con los
anticonceptivos, con la reducción de la natalidad por los mil métodos
que hay. Y después con los jóvenes que queden, que no sean capaces
de enfrentarse a los males de su propio país; eso se hace alienándolos,
con la televisión, las discotecas, en fin hay miles de formas para
manipular y engañar a la juventud con las estructuras de poder y
consumismo.
9. La juventud están amenazadísima por peligros programados, por
peligros que están por todos los lados en la vida y frente a eso las
naciones propician los medios para organizar a la juventud y ofrecer una
alternativa real donde dar un tiempo libre, unos objetivos, una
formación, un crecimiento humano-cristiano, espiritual, social, político.
Una juventud que sea capaz de formarse un proyecto de vida a corto,
mediano e incluso a largo plazo, irse conociendo e ir poniendo eso de si
que descubre al servicio de los otros.
Culturas Juveniles
Para muchos estudiosos la juventud es la gran esperanza de los países,
del pueblo de Dios, de la humanidad en concreto. Por ello es que desde
hace algún tiempo la Juventud, o Culturas Juveniles en nuestra
sociedad, han empezado a adquirir un rol protagónico en muchos
espacios, y básicamente en el campo social. Por eso hoy día se asocia a
la juventud con una cultura ... Y Sandro Maccasi Lavander, diría
Culturas Juveniles, se asocia a modos de pensar, sentir, percibir actuar
que atraviesan las actividades de un grupo y los distinguen de otros, es
decir aquí si se considera el espacio temporal y espacial”.
Esta concepción de la juventud como cultura posibilita hablar de un
grupo social que es capaz de crearse a si mismo en relación con los
otros, con Dios, con la naturaleza, con todo lo que le rodea, esta
capacidad de creación le permite construir espacios, símbolos,
realidades para tener toda una visión del mundo.
Como se puede notar es la edad propicia en la cual todas estas
potencialidades del ser humano se pueden desarrollar de manera plena
pero dentro de un grupo donde pueda identificarse consigo y con el otro.
10. Visión que tiene la juventud de la Iglesia
La juventud con características de desorientación, son los que mas
reniegan de la iglesia y sus aportes al desarrollo de la humanidad y lo
hacen por: vejación, por su imposición, por las prohibiciones que década
tras década, ésta como estructura jerárquica ha impuesto. También
porque la influencia religiosa del tipo de centro educativo en el que han
estudiado los jóvenes no es especialmente llamativa.
Por otra parte para los jóvenes vale más la acción que la palabra, si se
intenta venderles una visión de la iglesia y de Cristo, desde las palabras
y no desde la acción, es obvio que el rechazo será contundente. Ellos
dicen a los que van a la iglesia... Practica con tu vida el evangelio que
predicas con tu boca. La juventud perdida no ha observado la realidad
de un Cristo resucitado reflejado en un estilo de vida. Muchas de las
cosas que un adulto da por sentado le son totalmente extrañas a un
adolescente con problemas.
También la religiosidad juvenil a menudo es más un fluctuar del
sentimiento hacia Dios que el reconocimiento de él, por lo cual todas las
religiones son iguales porque corresponden más con la propia
espontaneidad y no porque realizan más la propia naturaleza.
Quizá mucho del rechazo por parte de los jóvenes hacia la iglesia es esa
visión de discriminación religiosa que se ha marcado a lo largo de la
historia, pero el Concilio Vaticano II nos lanza el reto de reformar la
Iglesia para poder influir en el mundo y transformarlo en el ámbito de
las relaciones con otras religiones. Dice que “la Iglesia... reprueba como
ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada
por motivos de raza o color, de condición o religión”. (Declaración sobre
las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, 5). El
11. fundamento que trae para esa reprobación es la cita de la carta de San
Juan (1 Jn 4, 8): “el que no ama no ha conocido a Dios”.
Para que nazca ese amor que disipa la discriminación, no bastan las
palabras. Hacen falta experiencias de comunicación entre jóvenes de
modo que se conozcan personalmente entre sí y el amor haga
derrumbarse los estereotipos. Por ejemplo, la relación entre jóvenes de
distintas razas y condiciones económicas, como de parroquias urbanas y
parroquias indígenas rurales, llevando a los jóvenes a experimentar, no
sólo la pobreza, sino el cariño del campesinado que los acoge.
Experiencias, más difíciles de realizar en nuestro medio, de jóvenes de
diversas iglesias, sin afán de proselitismo. De esos nexos de
comunicación pueden salir cosas sumamente interesantes que irán
transformando la Iglesia y a través de ella a la sociedad. De esa manera
la Iglesia irá conociendo al Dios vivo, inesperado, que rompe esquemas
y que está más allá de los límites estrechos de las religiones. Sólo así
podemos hacer creible el amor de Dios y su existencia.
Más adelante en el capítulo III, veremos como desde el Movimiento
Juvenil Cristiano Huellas ya se hacen este tipo de encuentros, que
fortalecen las relaciones y fe de los muchachos y agentes de pastoral.
Pero la visión no es solo de un grupo bastante pequeño, porque en
Huellas somos aún pequeños, coloco la acotación porque para que
nuestra sociedad sea cada vez más justa, hace falta llegar a más
rincones.
12. CAPITILO II
LA IGLESIA APUESTA POR LOS JÓVENES
En un mundo caracterizado por la cultura de la muerte y el hedonismo,
del placer y de lo efímero, el joven se ve tentado por los múltiples
llamados del mundo a alejarse de la exigencia cristiana de la Cruz. La
Cruz le parece anacrónica, obsoleta y propia de los “viejos de templo”.
Sin embargo, el Papa Juan Pablo II en sus múltiples mensajes a los
jóvenes y específicamente en la XVI Jornada Mundial de la Juventud, les
llama de nueva cuenta a reconsiderar el mensaje evangélico; les llama a
actualizar las demandas de Nuestro Señor al joven rico; hace presente,
que para instaurar el Reino de Dios en la Tierra en la Civilización del
Amor, se requieren hombres y mujeres decididos; recuerda que la
juventud es una etapa propia para acoger con entusiasmo las exigencias
del Evangelio: “En esta ocasión quisiera invitaros a reflexionar en las
condiciones que Jesús pone a quien decide ser su discípulo: “Sí alguno
quiere venir en pos de mí -dice-, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame (Lc 9, 23)... Queridos jóvenes, no os parezca extraño que, al
comienzo del tercer milenio, el Papa os indique una vez más la Cruz
como camino de vida y de auténtica felicidad. La Iglesia desde siempre
cree y confiesa que sólo en la Cruz de Cristo hay salvación. Una
difundida cultura de lo efímero, que asigna valor a lo que agrada y
parece hermoso, quisiera hacer creer que para ser felices es necesario
apartar la Cruz. Presenta como ideal un éxito fácil, una carrera rápida,
una sexualidad sin sentido de la responsabilidad y, finalmente una
existencia centrada en la afirmación de sí mismos, a menudo sin respeto
por los demás. Sin embargo queridos jóvenes abrid bien los ojos: este
no es el camino que lleva a la vida, sino el sendero que desemboca en la
muerte. Jesús dice: “Quien quiera salvar su vida la perderá; pero quien
pierda su vida por Mí la salvará”...
13. Así pues, no tengáis miedo de avanzar por el camino que el Señor
recorrió primero. Con vuestra juventud, imprimid en el tercer milenio
que se abre, el signo de la esperanza y del entusiasmo típico de vuestra
edad. Si dejáis que actúe en vosotros la Gracia de Dios, si cumplís
vuestro importante compromiso diario, haréis que este nuevo siglo sea
un tiempo mejor para todos...” [Carlos Octavio El Evangelio exige jóvenes
valientes y decididos. http://www.semanario.com.mx/2001/245-14102001/jovenes
fuerza de ña iglesia. html. Consulta 22/05/2004]
En los distintos documentos escritos en la Iglesia desde el Vaticano II,
se refleja esa apuesta de la Iglesia por los jóvenes.
Colocaré sólo algunos apartados de los distintos documentos. Puebla,
Santo Domingo(IV conferencia general del episcopado latinoamericano),
Carta apostólica novo Millennio Ineunte Juan Pablo II y la Exhortación
apostólica, Ecclesia in America.
Al final se coloca como anexo un resumen de dichos documentos en los
aspectos de lo que dice el magisterio de la iglesia en relación a los
jóvenes.
Puebla. Los jóvenes y la iglesia
1178.- La Iglesia ve en la juventud una enorme fuerza renovadora, símbolo de la misma
Iglesia. Esto lo hace por vocación y no por táctica, ya que está “llamada a constante
renovación de sí misma, o sea, a un incesante rejuvenecimiento” (Juan Pablo II, Alocución
Juventud 2. AAS LXXI p. 218). El servicio a la juventud realizado con humildad debe hacer
cambiar en la Iglesia cualquiera actitud de desconfianza o de incoherencia hacia los
jóvenes.
1179.- Actualmente, sin embargo, los jóvenes ven a la Iglesia de diversas maneras: unos la
aman espontáneamente como ella es, sacramento de Cristo, otros, la cuestionan para que
sea auténtica y no faltan los que buscan un Cristo vivo sin su cuerpo que es la Iglesia. Hay
14. una masa indiferente, acomodada pasivamente a la civilización de consumo y otras
sucedáneas desinteresada por la exigencia evangélica.
1180.- Existen jóvenes muy inquietos socialmente pero reprimidos por los sistemas de
gobierno, éstos buscan a la Iglesia como espacio de libertad para poder expresarse sin
manipulaciones y poder protestar social y políticamente. Algunos, en cambio, pretenden
utilizarla como instrumento de contestación. Finalmente, una minoría muy activa, influida
por su ambiente y por ideologías materialistas y ateas, niega y combate el Evangelio.
1181.- Los jóvenes deseosos de realizarse en la Iglesia, pueden quedar defraudados
cuando no hay una buena planificación y programación pastoral que responda a la
realidad histórica que viven, igualmente sienten la falta de asesores preparados, aunque en
no pocos grupos y movimientos juveniles se encuentran dichos asesores competentes y
sacrificados.
1186.- La Iglesia confía en los jóvenes . Son para ella su esperanza. La Iglesia ce en la
juventud de América Latina un verdadero potencial para el presente y el futuro de su
evangelización. Por ser verdadera dinamizadora del cuerpo social y especialmente del
cuerpo eclesial, la Iglesia hace una opción preferencial por los jóvenes en orden a su
misión evangelizadora en el Continente.
Santo domingo (IV conferencia general del episcopado
latinoamericano)
111.- Los adolescentes y los jóvenes. Jesús ha recorrido las etapas de la vida de toda
persona humana: niñez, adolescencia, juventud, edad adulta. Él se revela como el camino,
la verdad y la vida. Al nacer asumió la condición de niño pobre y sometido a sus padres,
recién nacido fue perseguido. El mismo Jesús, revelación del padre que quiere la vida en
abundancia, devuelve la vida a si amigo Lázaro, al joven hijo de la viuda de Naím y a la
joven hija de Jairo. Él sigue llamando hoy a los jóvenes para dar sentido a sus vidas.
La misión de los adolescentes y jóvenes en América Latina que caminan hacia el tercer
milenio cristiano es prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro, responsables y
activos en las estructuras sociales, culturales y eclesiales, para que, incorporados por el
Espíritu de Cristo y por su ingenio en conseguir soluciones originales, contribuyan a
lograr un desarrollo cada vez más humano y más cristiano (Cfr Juan Pablo II, Homilía en
Higuey, 12-10-92, 5).
Carta apostólica novo millennio ineunte. Juan Pablo II
Y, ¿cómo no recordar especialmente el alegre y entusiasmante encuentro de los jóvenes? Si
hay una imagen del Jubileo del Año 2000 que quedará viva en el recuerdo más que las
otras es seguramente la de la multitud de jóvenes con los cuales he podido establecer una
especie de diálogo privilegiado, basado en una recíproca simpatía y un profundo
15. entendimiento. Fue así desde la bienvenida que les di en la Plaza de San Juan de Letrán y
en la Plaza de San pedro. Después les vi deambular por la Ciudad, alegres como deben ser
los jóvenes, pero también reflexivos, deseosos de oración, de “sentido” y de amistad
verdadera. No será fácil, ni para ellos mismo, ni para cuantos los vieron, borrar de la
memoria aquella semana en la cual Roma se hizo “joven con los jóvenes”.
Exhortación apostólica. Mecclesia in america.
47.- Los jóvenes son una gran fuerza social y evangelizadora. “Constituyen una parte
numerosísima de la población en muchas naciones de América. En el encuentro de ellos
con Cristo vivo se fundan la esperanza y la expectativa de un futuro de mayor comunión y
solidaridad para la Iglesia y las sociedades de América”. Son evidentes los esfuerzos que
las Iglesias particulares realizan en el Continente para acompañar a los adolescentes en el
proceso catequético antes de la Confirmación y de otras formas de acompañamiento que
les ofrecen para que crezcan en su encuentro con Cristo y en el conocimiento del
Evangelio.
Los jóvenes son los que protagonizan, viven, sufren el impacto de los
profundos cambios que actualmente se dan en toda América Latina y a
ellos les toca resolver positivamente estos conflictos que agobian a la
sociedad, como la globalización, la post modernidad. Estas realidades
exigen del joven una respuesta y el joven cristiano tiene la obligación de
iluminarlas con la fe, y hacer que estas realidades tengan un rostro
humano-cristiano. Por otra parte, quienes se dedican a la evangelización
del sector juvenil y los mismos jóvenes no pueden ni deben actuar al
margen de este concepto histórico, ello sería condenar la tarea
evangelizadora de la Iglesia.
Por ello es que se apuesta por la vida joven, para que en comunión y
participación con la iglesia se pueda romper con las barreras que
detienen el desarrollo humano de las sociedades. Y la única fuerza la
recibirán de Cristo a través de los agentes de pastoral, quienes
dinamizarán las estrategias de evangelización juvenil.
Por ello, que el joven tenga a Cristo como un concepto sería dañino.
Cristo como modelo de los jóvenes debe ser entendido como Cristo,
modelo de valores evangélicos. La persona de Cristo vivió en un
16. momento histórico y sin embargo sus valores son trascendentales,
rebasan y alcanzan todos los tiempos. Los cristianos maduros y
auténticos son los modelos donde los jóvenes pueden ver a Cristo.
Porque como modelo de referencia, el joven necesita cristianos
auténticos que le hagan visible el rostro de Cristo.
Se puede decir que la iglesia está completa cuando los jóvenes están
cambiando e impactando en sus colegios, vecindarios y lugares de
trabajos para el Reino de Dios con toda esa energía que Dios ha
depositado en ellos.
17. CAPÍTULO III
MOVIMIENTO JUVENIL HUELLAS UNA OPCIÓN DE LA IGLESIA
POR LOS JÓVENES DE VENEZUELA
º
I. INFORMACIÓN GENERAL DE HUELLAS
1. ¿QUÉ ES HUELLAS?
Huellas una agrupación fundada por La Compañía de Jesús el 9 de Noviembre de
1989 y coordinado por Laicos, Laicas, Religiosos, Religiosas y Sacerdotes. Es una
ORGANIZACIÓN CRISTIANA CATÓLICA dedicada a la formación de Jóvenes y
Adultos capaces de realizar acciones de servicio y en solidaridad con los más
necesitados. Huellas desarrolla procesos de Acompañamiento para el crecimiento
personal y maduración socio-religioso desde la adolescencia hasta la juventud.
HUELLAS se denomina MOVIMIENTO JUVENIL CRISTIANO, cuenta con base
jurídica bajo la figura de Asociación Civil Huellas, sin fines de lucro, registrada en
la Oficina Subalterna del 1er. Circuito del registro del Municipio Libertador, del
Distrito Federal, Caracas, registrada bajo el N 43, protocolo 1, derecho según la
planilla N 947030.
HUELLAS, como Asociación Civil puede ejecutar proyectos, acciones, a través de
su capacidad jurídica. Toda Región hace uso de Los Estatutos y del Acta
Constitutiva de HUELLAS para representarse como dicha organización.
2. MISIÓN
Generar plataforma organizativa en zonas empobrecidas del país, bien sea en
Centros Educativos, Parroquias y Barrios para promover la participación de
jóvenes y adultos en el desarrollo de acciones en beneficio de sus comunidades.
3. MOVIMIENTO JUVENIL CRISTIANO
3.1. Movimiento:
Está constituido en etapas para organizar el proceso de crecimiento y
maduración.
MOVIMIENTO JUVENIL CRISTIANO
HUELLAS
ASOCIACIÓN CIVIL HUELLAS
CARACAS – VENEZUELA
18. Agilidad y capacidad de movilización son el eje del proceso. La
Estructura organizativa enriquece el proceso, mas no lo agota.
MOVIMIENTO...
porque son los jóvenes los que llevan el liderazgo. MOVIMIENTO, por la
prontitud en soñar, planificar y realizar proyectos.
porque ningún joven permanece más de un año en ninguna etapa.
3.2. Juvenil:
Porque son muchachos y muchachas que experimentan toda la fuerza
y potencialidad propia de su edad.
Por ser gente que sueña, que ríe, que lo dinamiza todo y que no le
teme al riesgo de asumir retos.
Por tener la mente y el corazón más grande que el mundo.
3.3. Cristiano:
Porque Jesús es nuestro centro
Para expresar el hondo sentido de ser bautizados y portadores del don de la
Fe.
Para vivir a plenitud su bautismo en forma dinámica y creativa.
Para experimentar que el mundo es el lugar que Dios nos da para descubrir
nuestra misión personal.
Para nutrirnos del Evangelio y para vivir como Iglesia Joven.
Para ser Amigos y Amigas en el Señor, donde Jesús, es quien hace posible el
encuentro. Es Él, quien cruza los particulares caminos y los conduce. Mirar y
sentir desde Jesús, nos ayuda a superar los obstáculos.
Para estar atentos a las señales de Dios, en los Signos de los Tiempos, y
sobre todo, para dejarse encontrar por la acción de Dios.
Para tener el mismo modo y manera de Vivir y Actuar de Jesús.
4. OBJETIVO GENERAL:
FORMAR JÓVENES PROFUNDAMENTE HUMANOS Y AUTÉNTICOS, QUE
DESDE EL SEGUIMIENTO DE JESÚS EN MEDIO DE LA REALIDAD DE SU
PUEBLO, SEAN CAPACES DE CREAR ESPACIOS DE VIDA, EN SERVICIO Y
SOLIDARIDAD CON LOS MÁS POBRES.
19. 5. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Para el logro del Objetivo General nos proponemos:
1º PROMOVER EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO, DESARROLLANDO LOS
VALORES, POTENCIALIDADES E IDEALES.
2º PROPICIAR EL SEGUIMIENTO DE JESÚS SEGÚN LA ESPIRITUALIDAD
QUE BROTA DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE IGNACIO DE
LOYOLA.
3º DESPERTAR LA CONCIENCIA CRITICA ANTE LA REALIDAD NACIONAL,
LATINOAMERICANA Y MUNDIAL.
4º COMPROMETER AL HUELLISTA CON LA CREACIÓN DE ESPACIOS QUE
FAVOREZCAN LA AMISTAD, FRATERNIDAD, JUSTICIA Y PAZ.
6. ALCANCE NACIONAL
Abarca 12 estados del País y el Distrito Federal.
Dto. Federal : Caracas (Barrios: Los Flores de Catia, Propatria, 23 de Enero,
La Charneca, La Vega: Barrio El Petróleo, Cangilones, Las Casitas y La
Paradera).
Anzoátegui: Anaco y Puerto La Cruz
Apure: El Nula y Ciudad Sucre.
Bolívar: Ciudad Guayana (Pto. Ordaz y San Félix)
Falcón: Punto Fijo (Barrio Belén, y María Auxiliadora).
Lara: Barquisimeto (Barrios La Carucieña y Colegio San Pedro)
Mérida: Mérida: Tovar, El Vigía (Barrio Santiago de Onia),
Miranda: Petare.
Monagas: Maturín (Barrios: Alto Paramaconi, Los Godos, Boquerón de
Amana).
Sucre: Cumaná (Barrios: Brasil, San Luis).
Táchira: Naranjales y Orope.
Vargas. (Catia La Mar)
Zulia: Maracaibo (Barrios: San José, Manzanillo, El Marite, Cuatricentenario
y Rafael Urdaneta).
20. 7. RAZÓN DE LA ACCIÓN JUVENIL DE HUELLAS:
La infancia, la preadolescencia, adolescencia y juventud de los Barrios de
nuestro País están urgidas de un proceso formativo a todos los niveles. En
nuestro País hay que crear o fortalecer experiencias que hagan del joven
un ciudadano capaz de asumir el reto de convertirse en una persona
madura, responsable y productiva. Tenemos en nuestras zonas marginales
el grueso de la población y mayoritariamente joven. La Ausente o carente
educación, la droga, el alcohol, se suman a la mala pobreza de esta
mayoría de venezolanos.
Huellas cuenta con 3500 pre-adolescentes, adolescentes y jóvenes y 120
asesores que a su vez están vinculados con otras 4500 personas entre
niños, jóvenes y adultos, convirtiéndose en un instrumento de expansión
eficaz. Esa vinculación ayuda a que en las zonas marginales nuestros
jóvenes tengan un apoyo extraescolar que los ayude a madurar y a crecer
como personas. Donde existe un núcleo de HUELLAS ahí hay
embellecimiento de las calles, atención a cientos de niños, actividades
vacacionales tanto de formación como de recreación. Huellas se ubica en la
educación informal procesual
El Plan de Formación es bastante completo. Queremos lograr que cada uno
de estos 3500 participantes sea un LIDER:
o capaz de organizar en su sector jornadas masivas de limpieza y
ambientación.
o capaz de conquistar a muchos jóvenes para que utilicen su tiempo
libre en beneficio de sus sectores y de ellos mismos.
o capaz de contagiar a otros jóvenes un espíritu de esfuerzo y de
dedicación a sus estudios.
o capaz de organizar eficazmente eventos culturales y deportivos en
zonas marginales.
o capaz de acompañar en la orientación a niños y adolescentes.
o capaz de gerenciar en los liceos (donde estudian) campañas de
ambientación de áreas deterioradas.
o capaz de mostrar a la juventud venezolana que no hay tiempo para
derrocharlo sino para prepararse y para convertirse en un ser
profundamente creativo y eficaz.
Los jóvenes a partir de los 15 años de edad, desempeñan servicios hacia
otros jóvenes.
21. 7. EQUIPO APOSTÓLICO DE HUELLAS (EAH)
DEFINICIÓN
Un EQUIPO de Laicos, Laicas y Religiosos que inspirados en los valores del
Evangelio y la Espiritualidad Ignaciana están al servicio de la Pastoral Juvenil de
la Compañía de Jesús de la Provincia de Venezuela.
7.1. FUNCIONES:
DIRIGE y GERENCIA al Movimiento.
ACOMPAÑA el crecimiento ESPIRITUAL del Movimiento.
APRUEBA o DESAPRUEBA las NORMATIVAS de funcionamiento Nacional y el
presupuesto anual.
SOMETE a Consenso Nacional de la Asamblea Nacional todo lo que afecta al
Movimiento.
DECIDE expresamente sobre las Gerencias de Direcciones y Programas de la
Pastoral Juvenil.
MANTIENE COMUNICACIÓN directa y expresa con los Equipos Regionales,
Lugares Huellas, Asesores y Huellistas.
EVALÚA las condiciones para la apertura de nuevas Regiones Huellas.
ESTABLECE una RED de comunicación directa y continua con el Provincial y
otras instancias organizativas.
CONVOCA y DIRIGE la Asamblea Nacional y/o extraordinaria.
SUPERVISA la administración de los fondos y programas del Movimiento.
APRUEBA el nombramiento del Director Nacional, que a su vez es propuesto por
el Provincial de la compañía de Jesús.
7.2. MISIÓN DEL EAH
INSPIRAR, DIRIGIR, COORDINAR Y SUPERVISAR el desarrollo de la Pastoral
Juvenil en su empeño por la formación humana-cristiana de jóvenes venezolanos
y su participación en el desarrollo de acciones en beneficio de zonas
empobrecidas, en respuesta al PLAN APOSTÓLICO de la COMPAÑÍA DE JESÚS
en VENEZUELA (PAPV).
7.3. PRIORIDADES DEL EAH
1ª.- GARANTIZAR procesos de formación sistemáticos para Asesores desde los
Ejercicios Espirituales (EE.EE) como actividad formativa central.
2ª.- PROPICIAR las diferentes acciones y/o actividades en beneficio de los más
necesitados a través de un SERVICIO COMUNITARIO, según las necesidades y
prioridades del lugar.
3ª.- CONFORMAR una RED de comunicación e información efectiva e inmediata,
tanto para el EQUIPO APOSTÓLICO como para el Movimiento.
22. CAPÍTULO IV
QUE IGLESIA PROPONE EL MOVIMIENTO JUVENIL HUELLAS
Dentro del Movimiento Juvenil Cristiano Huellas, la formación de los
jóvenes es la bandera con la que se construye Iglesia. Iglesia Universal.
Los chamos son la razón del ser del Movimiento, asesores, equipo
apostólico nacional, jesuitas, laicos, religiosas, etc., apuestan
plenamente por la realización humana-cristiana del joven y con la fija
meta que puedan ellos mismos dar respuesta a los problemas sociales
más radicales de nuestro país (Venezuela).
La pastoral juvenil de Huellas se propone bajo la pedagogía de la
espiritualidad ignaciana, haciendo referencia al módulo de Espiritualidad
Ignaciana del plan de formación, se destaca lo siguiente:
La educación y formación de cualquier persona requiere del uso de
una pedagogía, una forma, un método y una estrategia que permita
trasladar y hacer que eso que nos proponemos enseñar y aportar pueda
ser internalizado y hecho propio. No con esto se está afirmando que es
necesario ser un erudito conocedor de teorías de aprendizaje y
formación de personas, pero un conocimiento más, que nos permita
llegar mejor a nuestros muchachos de huellas no está de sobra, más
bien está a nuestro favor.
... Podría decirse que la vida de San Ignacio fue un largo
aprendizaje pedagógico.(Sara Bermúdez,. Módulo de Formación.
Espiritualidad Ignaciana 2003).
El hecho de que la pastoral propuesta por Huellas parta de la Pedagogía
ignaciana, implica que se vea como un proceso. Un proceso educativo
23. de crecimiento, progresivo, armónico y articulado. Y el cual requiere un
método.
Por ello, en primer lugar se insiste en que debe ser una pedagogía de
Dios y de la experiencia. La mejor manera de considerar integralmente
al joven es tomar en cuenta su vida como elemento fundamental de la
pedagogía, del método y de las técnicas que se vayan a utilizar. La
experiencia que permite, cuando se profundiza con seriedad en ella,
encontrarse con el Dios de la vida. El Dios que salva y libera no está
ausente de las situaciones que vive el joven: joven rico, Mateo, Zaqueo,
la Samaritana.
En segundo lugar tiene que ser una pedagogía que sea capaz de
transformar y liberar. Partir de la experiencia personal nos sitúa en la
complejidad de la realidad, a la que no debemos mirar con una mirada
neutra, sino con los ojos de la fe y desde la perspectiva del evangelio, lo
que nos puede llevar a que el joven vaya afrontando y realizando un
cambio de vida. Es la opción coherente con el propósito de lograr la
síntesis entre la fe y la vida: experiencias de vida iluminadas desde la fe
y con la palabra de Dios. No aparta al joven de su entorno y evita
dicotomías enfermizas, compartimentos estancos: la fe por un lado y la
vida por otro; la fe como teoría muy bonita o como una ideología.
En tercer lugar tiene que ser una pedagogía que favorezca la
participación. Se trata de compartir, de comunicar, de participar; no de
que uno, el asesor, hable y los demás callen. Se trata de no establecer
distancias entre el asesor y el chamo, estableciendo roles
necesariamente separados u opuestos. Esto supone ser fieles desde el
comienzo a esta pedagogía activa, facilitando en todo momento el
asesor que sea la persona y, a su nivel, el grupo, el protagonista, quien
24. vaya descubriendo, proponiendo, dando pasos. Porque esta pedagogía
pastoral parte del principio de que la conversión es obra del Espíritu
Santo en cada uno, y no obra del asesor.
Por ello ya en la etapa mayor Doradas, se apunta a la revisión de vida
del joven. Como un pensar la propia vida según los ideales de fondo que
se quieren vivir y dar a la vida una coherencia y unidad interna,
buscando la integración de todas las facetas de la vida. Es a la vez
personal y comunitario, en cuanto se contrasta con el grupo
(comunidad) y con el acompañante. Esto es un instrumento
fundamental para el crecimiento personal de los huellistas. Revisar es
un estilo de vivir; es un mirar la vida con los ojos de la fe, con la mirada
de Dios, desde el Evangelio, buscando lazos entre cada persona y la
experiencia de Dios, partiendo de los acontecimientos de la vida diaria.
Para cada huellista (asesores, guías, equipo, chamos), revisar la vida
lleva a prestar atención a la propia realidad personal desde la fe –VER–,
descubrir y analizar a qué cambios de vida nos llama el Señor desde la
actitud de conversión –JUZGAR–, volver la mirada a la propia vida para
transformarla desde el seguimiento de Jesucristo –ACTUAR–. Este
proceso culmina con la valoración de los logros y las dificultades de los
pasos dados –EVALUAR–, y la celebración de lo realizado y conseguido
–CELEBRAR–.
Cabe destacar que la pastoral de huellas, es una pastoral que contempla
varias dimensiones, donde la persona (joven) es el centro de la
formación evangelizadora, para el mundo de hoy.
Por ello, esta pastoral de huellas pretende ser:
25. Una pastoral evangelizadora: "Evangelizar es la gracia y la vocación
propia de la Iglesia". Es evangelizadora porque se inscribe en el
horizonte de la evangelización, no como un aspecto particular de la
pastoral, sino como su cauce más profundo; no siendo sólo una meta,
sino también el mismo camino con distintas fases: la acción misionera,
la convocatoria, el anuncio, la adhesión personal, la entrada en la
comunidad, la vida sacramental, el compromiso y el testimonio. Y todo
esto con un objetivo último: una pastoral de juventud para la
integración de la fe y de la vida.
Este objetivo de integración entre la fe y la vida, de modo que la fe sea
descubierta como sentido y afirmación, conlleva dentro del proceso
evangelizador unas dimensiones concretas: una maduración y
crecimiento de la propia vida; un encuentro con Jesucristo como Señor y
Salvador de la vida; el logro de una auténtica espiritualidad; una
inserción y participación progresivas en la comunidad eclesial; el
discernimiento vocacional como camino de concreción de su
participación en la tarea del Reino.
Una pastoral misionera: nuestro mundo juvenil se presenta poco
evangelizado. En huellas conviven jóvenes cristianos con una gran masa
que ha abandonado toda referencia a motivaciones o prácticas
religiosas; jóvenes socialmente integrados con jóvenes marginados y
desarraigados; jóvenes con una cierta cercanía a la fe y/o a la Iglesia,
con jóvenes alejados, reacios o contrarios a ella. Todo esto constituye el
campo de la pastoral de huellas (aún sabiendo que nos falta mucho por
andar)
Una pastoral de encarnación: “La Iglesia está llamada, a causa de su
misión evangelizadora, a servir al hombre. Tal servicio se enraíza
26. primariamente en el hecho prodigioso y sorprendente de que, con la
encarnación, el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a cada hombre”.
La encarnación es un principio, un modelo, una actitud existencial que
procuramos hacer nuestra en la tarea pastoral. En la acción con los
jóvenes se procura unir su situación existencial con la de la pastoral.
Los chamos -que no forman un todo homogéneo, sino una realidad
plural- son, desde sus distintas situaciones, el punto de partida de
nuestro camino evangelizador, por ello se trata de arrancar siempre de
la situación concreta de ellos.
Una pastoral de presencia: esto nos supone estar junto a ellos en los
ambientes en que se mueven, por ello nos insertamos en sus realidades,
colegios, amigos, familias, en sus expectativas, en sus formas
culturales, en sus miedos, en sus esperanzas...; esta presencia está
aventajado por el hecho de que los que estamos al servicio pastoral,
somos jóvenes con algunos años más que ellos, por tanto no estamos
tan alejados de su propia realidad, porque en definitiva somos y vivimos
muchas cosas como ellos.
Una pastoral en la que el protagonismo es de los jóvenes: "Los
jóvenes no deben considerarse sólo como objeto de la solicitud de la
Iglesia: son de hecho, y deben ser invitados a ello, sujetos activos,
protagonistas de la Evangelización y artífices de la renovación social".
Procuramos así que los muchachos no sean sólo los destinatarios del
servicio de la Iglesia, sino que se sientan implicados de forma
progresiva en el compromiso y responsabilidad de la misión
evangelizadora en general y entre los propios jóvenes en particular,
como medio privilegiado para concretar su compromiso eclesial.
27. Una pastoral que da relevancia al grupo: en Huellas el grupo no es
un simple recurso o espacio al que se acude. Es bastante más y se
insiste en ello. El grupo es un elemento básico en cuanto que: es un
medio en el que los muchachos encuentran un espacio personalizante,
de igualdad, de comunicación, de maduración; es encuentro con la
comunidad eclesial- El grupo es para huellas ya una manera de ser
Iglesia.
Para huellas la formación es un factor importante, por ello, huellas
apunta a ser una pastoral que cuida la formación, se está consciente
de que se necesitan jóvenes preparados al servicio de esta pastoral;
jóvenes que se hayan dedicado a su propia preparación humana,
cristiana y pedagógica y a los que se les vaya despertando la vocación
de servir a esta Huellas y a otras pastorales. En huellas se procura que
los muchachos vayan más allá y sean testigos que irradien y
testimonien su experiencia y vivencia de la fe, su encuentro y
seguimiento de Cristo, su pertenencia a la Iglesia, que atraigan desde lo
que son y lo que viven.
Una pastoral que debe atender especialmente al
acompañamiento personal de los jóvenes: Y como no todo es el
grupo, se presta una especial importancia al acompañamiento personal,
para atender al joven concreto en su situación concreta, haciendo, en la
mayor medida posible, procesos individualizados para conseguir la
integración entre la fe y la vida.
Una pastoral vocacional: porque apuesta por una opción vocacional
entre los jóvenes, como fruto maduro e imprescindible del proceso de
educación en la fe. Cuidándose así la orientación vocacional (al
28. matrimonio, al sacerdocio, a la vida religiosa, a la vida consagrada en
general, al laicado).
Estructuralmente podrían verse estas características principales de la
pastoral que propone Huellas, de la iglesia que propone y muestra a los
jóvenes.
Sabemos que no todo lo que aquí se refleja se cumple 100% pero
sabemos que guiados por el Espíritu nuestra pastoral, llegará
plenamente evangelizadora a los jóvenes venezolanos y de seguro
trascenderá fronteras, porque lo que si es cierto es que muchos de los
jóvenes de huellas representan una visión diferente de la juventud que
apuesta por un mundo más humano.
De anexo coloco un artículo escrito por la Coordinadora Nacional de
formación de Huellas Yuletza Delgado.
29. CAPÍTULO V
VISIÓN DE LOS JÓVENES DE HUELLAS DE LA IGLESIA
Nuestros jóvenes de huellas, también opinan sobre la iglesia, sobre su
participación y sobre lo que proponen para que el evangelio llegue a
muchas partes, acá expongo distintas opiniones de muchachos de la
etapa de Azules I y Azules II, del lugar Jesús Obrero de Caracas, así
como de algunos asesores y acompañantes de las distintas comunidades
de huellas doradas.
La propuesta para ellos solo fue esta, escribe algo sobre lo que es para
ti la iglesia, como la vez, que significado tiene para ti, inspírate. Fue lo
único que les dije para no crear prejuicios, ni convencerlos de la opción
preferencial que se hace en Puebla por los jóvenes.
Después de esto, les entregue un resumen del documento de Puebla,
para que vieran que la iglesia apuesta por ellos, que nosotros
apostamos por ellos.
Quiero destacar aquí que la participación de los chicos de Huellas Azules
I y II del lugar Jesús Obrero en la Celebración de la Vigilia de
Pentecostés fue toda una alegría para quienes los asesoramos y para
ellos mismos, pudimos constatar a través de su presencia una vez más
una revelación progresiva de Dios, el verles tan entregados en la
organización, en la obra, en la Eucaristía, nos lleno del mayor de los
gozos, sabemos y apostamos ciegamente por esta juventud, una
juventud que vive y experimenta al Cristo vivo, y a quienes aún
debemos demostrarles que la Iglesia somos todos, universalmente
hermanos y participantes de la misma comunión.
30. No me dedicaré a hacer alguna reflexión de cada una de las opiniones,
más bien dejo al lector su interpretación al respecto. Lo que si creo es
que a nuestros jóvenes (asesores y muchachos) del movimiento, aún
nos falta por conocer, reconocer y profundizar sobre el verdadero sentir
y sentido de la iglesia, tan humana, cristiana y universal como el mismo
Jesús.
Haydee Pacheco. Huellas Azules I.
Jesús Obrero. Caracas.
16 años
¿Qué es para mi la iglesia?
Para mi la iglesia es en donde las personas consiguen refugio para la
reflexión, es un lugar de encuentro consigo mismo, es donde las personas se
conocen, se perdonan y aceptan tal cual son. Pero hay otra cosa, creo que la
iglesia es una guía, es el impulso que necesitan las personas para su propio
camino, sin embargo esto depende de cada persona, de su manera de pensar y
la forma en que vean las cosas de la vida.
Huellas a mi me ha mostrado una iglesia con la que siempre puedo contar,
que ni importa en donde y como este, allí va a estar ella y las personas que la
conforman, siento que es mi guía y es quien labra parte de mi camino, me
ayuda a ver cada vez mejor todo mi entorno social y emocional, me lleva a la
reflexión y me ayuda a ser cada día mejor.
En conclusión para muchos la iglesia es un gran templo, pero para mi es el
sitio donde reflexiono y me encuentro con el otro.
Yeimer Valera. Huellas Azules I.
Jesús Obrero. Caracas.
16 años.
Hoy en día muchos jóvenes solo piensan que pertenecer a la iglesia es cosa
de personas que comúnmente se les denomina evangélicos o también amantes
de un Dios. Pero en realidad la iglesia no es sólo para estas personas; la iglesia
31. es de todas las personas que fuimos y somos salvados en todo momento por el
único Dios, “CRISTO”, ese que como dice el libro más antiguo que cuenta la
historia del hombre más clara que cualquier otro libro, “La Santa Biblia”, se
sacrificó y dio su vida para librarnos de todos los pecados que cometemos.
¿Qué es la iglesia?, bueno, para mi la iglesia es aquel lugar donde me
puedo encontrar con Dios, el lugar donde me refugio y siento el amor de un
Padre, el abrazo de un amigo o sólo el consejo que me da ánimo para seguir
este camino tan duro que voy construyendo para mi.
Por eso digo que la iglesia es el mejor lugar donde un joven puede estar. La
iglesia, por otra parte, no es solo aquel lugar de piedra y cemento que se
construyó para colocar una imagen de Dios para poder alabarlo de cerca; la
iglesia es para mi cualquier lugar que tu escojas para orar, rezar o mejor dicho
estar en contacto solamente tú y él.
Se dice que la iglesia es un miembro activo en la juventud ya que esta
influye mucho en la vida de todo ser humano, debido a que todas las personas
creen en algo sea material o espiritual.
Algo negativo que veo en la iglesia cristiana es que muchos miembros que
la constituyen hoy en día, se inmiscuyen mucho en los asuntos políticos
usando, las misas para dar charlas políticas y de esta forma poder crear
desequilibrio en la toma de decisiones en la sociedad, dejando sin ninguna
importancia lo espiritual.
Felicia de Lucia. Huellas Azules I.
Jesús Obrero. Caracas.
15 años.
En la actualidad los jóvenes no nos centramos verdaderamente en lo que
es la iglesia y en lo que se puede convertir, con nuestra presencia.
Simplemente la vemos como un medio de recreación, para distraernos y salir
de nuestros hogares o simplemente nos dejamos llevar por un absurdo
ateísmo, el cual me atrapó algún tiempo y que gracias a Dios, con su enorme
paciencia me ayudó a superar.
32. Algunos jóvenes acudimos a la iglesia por un interés especifico, bien sea el
de distraernos o tener participación y formar parte en la iglesia. Dicen que yo
como joven, debo sentirme parte de la iglesia, porque la iglesia son todas
aquellas personas que se dirigen a ella y no un templo situado en una
determinada zona. A mi parecer la iglesia es muy importante para la formación
de la fe, pero en mi parroquia la mayoría de los jóvenes no están muy
organizados, ni tampoco claros sobre la misión de nosotros en la iglesia, es por
eso que no me identifico con la mayoría de las iglesias y me siento mucho
mejor en Huellas, porque he encontrado a un Dios bueno, misericordioso,
amoroso y sobretodo muy paciente.
Siento que mi fe ha crecido hacia un buen camino, porque Dios ha estado allí
conmigo en esa formación que no ha sido fácil, pero que he superado
aprovechando las oportunidades que me ha brindado.
Por eso, no veo a la iglesia como un compromiso que un joven Cristiano
debe tener, sino como todo lo contrario. La iglesia para mi es libertad, donde
cada persona aporta algo de lo que sabe y de su interés, para crecer como
comunidad y sobre todo para que jóvenes que no tengan interés de acercarse
a Dios, obtengan una buena formación y participación dentro de la iglesia y
puedan tener su propia visión de ella.
José Ramón Stallone. Huellas Azules II.
Jesús Obrero. Caracas
17 años
33. Aquí no se presentan todas las opiniones de los muchachos, pues aun se
está cerrando la dinámica de discusión con ellos, sin embargo es una
muestra de lo que opinan nuestros muchachos de huellas de esta
nuestra iglesia.
Con todo y esto es resaltante considerar que la dimensión eclesial es lo
más débil que tenemos en huellas, aún nos falta mucho por conocer,
experimentar y comprometernos, más de lleno con el trabajo en las
parroquias, en los colegios y sobre todo con ese ser comunidad al que
nos invita la iglesia.
Quisiéramos llegar a más lugares y sobre todo a aquellos donde
podamos recuperar de los ambientes deshumanizadores mucha más
juventud, recuperar las alegrías, las fiestas alegres, las entregas por
amor y el servicio al otro como don primario de la grandeza que como
jóvenes tenemos.
34. CAPÍTULO VI
RETOS DE LA IGLESIA JUVENIL VENEZOLANA
Hablar de retos en Venezuela para los jóvenes quizá implicaría de lleno
meterse y cambiar casi todas las estructuras sociales, pero esto de
algún modo implicaría también una gran violación de espacios de
libertad para muchos, no se debe olvidar ese gran don que Dios nos dio
de ser libres.
Hoy día la situación política del país ha degenerado lo económico y
social y por doquier solo se tambalea la sociedad entre un lado y otro,
no hay un núcleo que mueva a todos hacia un mismo fin, los intereses
son diversos y las ansias de poder envenenan más a los hombres.
Ante esta realidad es reto para la juventud venezolana pensar y
proyectarse como gente procuradora de bien común, pero como se dijo
anteriormente se carece de muchos medios para ellos, medios en su
mayoría económicos, esta realidad bien cruda en Venezuela, imposibilita
muchos de los sueños de los jóvenes, pero no los hace imposibles.
Esa sí como creo que el reto es que la juventud conozca a Jesucristo,
directamente, con toda la viveza y frescura del evangelio. Que lo
conozca personalmente, orando, metiéndose en la escena, conviviendo
con Él por la fe, y que lo conozca colectivamente, en grupos de jóvenes
cercanos, hombres y mujeres, y en jornadas masivas concatenadas a
esos grupos. Un conocimiento de Jesús que lleva siempre la reflexión y
el aterrizaje a la realidad concreta de la comunidad o del país, de donde
arranca el seguimiento. Este conocimiento debe ser activo, porque si no
es así a la juventud le resbala.
35. No sólo debe ser recibido por ellos, sino que debe convertirse en suyo al
darlo a otros, en un cambio de roles de aprendices a acompañantes de
los grupos (lo que normalmente ocurre en huellas). Es el método de los
72 discípulos, que deben haber sido jóvenes, a juzgar por el sacrificio y
entrega que Jesús les pedía.
La existencia de más grupos donde todos dialoguen permitirá salvar a
más jóvenes, porque no aprenden los jóvenes a conocer a Jesús a
través de sermones, sino a través de su propia palabra rebotada,
repetida, cuestionada, admirada, coreada por los demás. Estos grupos
deben ser mixtos donde el ambiente sea cálido y las jóvenes encuentren
respeto para vencer la timidez y permita al joven expresarse. Grupos
que se junten con toda la comunidad en coordinación con catequistas,
laicos, religiosas, familia, curas, etc., para que así la juventud en su
proceso de hacerse solidaria renueve a la Iglesia de los mayores con su
alegría e interpelación y la de los más pequeños con su ejemplo.
El sistema de integración de la juventud en su comunidad es como un
acordeón, que se alarga cuando salen los “setentaidós” a sus cantones y
que se encoge cuando estos traen a todos sus jóvenes en
concentraciones masivas en la Iglesia parroquial y sienten la fuerza de
estar juntos. La juventud, por ser etapa puente, se siente a veces muy
sola, ni ya niña, ni todavía adulta, en medio, donde nadie,
incomprendida.
Por eso, el reto es generar presencia de otros jovenes donde puedan
identificarse, sentirse aceptados, queridos, que les permita centrar la
persona de Jesús en sus vidas y darse cuenta de que pueden cambiar
las cosas y de que la Iglesia es suya, es su casa.
36. Otro reto es generar entre los jovenes el movimiento de la música, que
atrae y amarra a cualquiera, los cantos de la iglesia, los cantos sanos,
los cantos de progreso, especialmente en los momentos de jornadas,
convivencias, retiros, talleres, les repetirán los temas y las consignas de
vida y su melodía, cuando después las oigan o tarareen en sus casas,
les traerá la nostalgia de aquel momento de encuentro mutuo y
encuentro con Jesús, el Señor de la historia.
También los símbolos de respeto ante la palabra de Dios, como velas,
flores, incienso ante la Biblia colocada en lugar central, hacen que el
ambiente de la escucha y del conocimiento sea favorable, así como los
teatros relámpago para escenificar un misterio les dicen mucho más que
miles de palabras. De esta manera u otra parecida, la juventud va
conociendo a Jesucristo, lo va amando y va aprendiendo a seguirlo en
solidaridad con sus hermanos y hermanas y, así, va influyendo en la
Iglesia desde dentro.
El reto mayor es generar vocaciones, que estás sean el vértice y el
coronamiento de toda pastoral con jóvenes que se precie de tal; y esto
no como momento final del camino de fe, sino como una dimensión que
debe estar presente siempre, a lo largo de todas las etapas del proceso.
Implicar y fortalecer en el joven la importancia a la comunidad de
referencia, esa que tiene gran relevancia dentro de la pastoral con
jóvenes en particular. Desde ella se realiza la misión pastoral y de su
existencia o no depende en una gran medida el éxito o el fracaso en la
continuidad de la labor pastoral con jóvenes.
Hace falta que descubran que hay un proyecto vivo, un proyecto
comunitario y una llamada a la inserción en ese grupo comunitario, en
37. sus acciones, en su vida, en su misión, una llamada a la vivencia y al
compromiso dentro de la comunidad eclesial. Una comunidad viva que
les invita a insertarse en ella y a desarrollar allí su vida cristiana con
todas sus potencialidades. Una comunidad de referencia que tiene como
valores los de la primera comunidad cristiana.
El reto de la iglesia es ser misionera, y para considerarse y ser
misionera, tiene que superar las convocatorias y los campos de acción
reducidos a los ambientes intraeclesiales y dirigidos a los ya cercanos,
para abrirse a todos los ambientes y dirigirse a todos los jóvenes.
Los retos son serios, por que es muy palpable la diferencia entre un
joven que tiene como referencia a Cristo y uno que no; se ve en su
proyecto de vida, en el sentido que le da a su vida, en su manera de
pensar y sentir. Sus aspiraciones cambian, su sentido de trascendencia,
el enfoque que la da a la realidad, por ejemplo en los hechos de
terrorismo y guerra que se están viviendo, es una interpretación muy
diferente la que le dan los jóvenes que están alejados de lo religioso y la
interpretación que están en la Iglesia. Los jóvenes que no se sienten
cercanos a Cristo están a favor de la guerra o sienten temor “por el fin
del mundo” o cosas por el estilo. Pero muchos otros ven esto como una
oportunidad para vivir valores como la lucha por la justicia, la verdad, la
solidaridad; ven estos hechos, como una manera en la que Dios nos
está diciendo algo que hay que interpretar.
Para finalizar en en un artículo escrito por Ricardo Falla S.j. vemos El
reto para una Iglesia autóctona: la juventud libre y solidaria:
“La irrupción de la juventud en la Iglesia abre muchas alternativas
para su participación. Estas alternativas no se pueden construir y
38. sostener, si a la vez no se construyen redes de trabajo juvenil que
unan apostolados diferentes (educativo y pastoral, p.ej.),
parroquias hermanas, diócesis y hasta países, en esfuerzos por
hacer una juventud más solidaria y liberada de las ataduras del
consumo y de la socialización disciplinaria del mundo. Las
posibilidades de trabajo deben ser discernidas para no caer en una
dispersión en que no se llega a hacer nada, ni en ideales
prometeicos de construir una organización muy grande, que luego
se desploma por tener pies de barro. Las redes de trabajo juvenil,
montadas sobre pastorales juveniles de las parroquias y
comisiones interparroquiales nunca pueden dejar el contacto
personal, ni pueden convertirse luego en burocracias que van a
estar controladas por personas adultas o por jóvenes con
mentalidad de tales. Los jóvenes necesitan ver a otros, sentirse
acuerpados, encontrar resonancia en lo que están pensando.
La juventud, por ser etapa en transición, sin responsabilidades, ni
dentro ni fuera de la Iglesia, sin cargos de prestigio, sin
compromiso con familia e hijos, sin la carga de ser papá o mamá,
sin conciencia de superioridad, puede ser más maleable que otras
etapas para borrar dentro de la Iglesia esas barreras que nuestra
falsa idea de Dios han montado. Si a la juventud se le da
participación en la Iglesia, si decide de su movimiento y de la
organización de sus celebraciones, aunque ponga en tensión a los
catequistas mayores y al consejo parroquial al cuestionarlos,
puede ir superando esas distancias poco a poco y hacer que el
amor y el cariño a ella prevalezcan sobre la idea de que hay
personas sagradas que están investidas de una especie de
infalibilidad. No supone eliminar el respeto de la juventud a las
personas mayores, sino purificar las motivaciones de ese respeto”.
39. BIBLIOGRAFIA
”Culturas Juveniles, medios y Ciudadanía” Sandro Macassi Lavander-
A.C.S,. Calandria Lima 2001.
CD Movimiento Juvenil Huellas. Lineamiento y Bloques Temáticos.
Cfr. juan pablo ii. “carta apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del
mundo con ocasión del año internacional de la juventud”. 7. 1985.; opj.
46.
Carta apostólica. Novo Millennio Ineunte. Juan pablo II.
Exhortación Apostólica. Mecclesia in America.
La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina.
Puebla (III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano).
Bermúdez, Sara(2003). Módulo de Formación: Espiritualidad Ignaciana.
Rambla, José María (2001). Jornadas de Ignacianidad. ACODESI.
Bogotá-Colombia.
Santo domingo (IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano).
Vaticano II. LUMEN GENTIUM
40. ANEXO I. Documentos del Magisterio de la Iglesia
LA EVANGELIZACIÓN EN EL PRESENTE Y EN EL FUTURO DE AMÉRICA LATINA. PUEBLA
(III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO)
Capitulo II. Opción preferencial por los jóvenes
1166.- Presentar a los jóvenes el Cristo vivo, como único Salvador, para que, evangelizados,
evangelicen y contribuyan, con una respuesta de amor a Cristo, a la liberación integral del
hombre y de la sociedad, llevando una vida de comunión y participación.
2.1. Situación de la juventud
1167.- Características de la juventud: la juventud no es sólo un grupo de personas de edad
cronológica. Es también una actitud ante la vida, en una etapa no definitiva sino transitiva. Tiene
rasgos muy característicos:
1168.- un conformismo que lo cuestiona todo; un espíritu de riesgo que la lleva a compromisos
y situaciones radicales; una capacidad creativa con respuestas nuevas al mundo en cambio que
aspira a mejorar siempre como signo de esperanza. Su aspiración personal más espontánea y
fuerte es la libertad, emancipada (independizada) de toda tutela exterior. Es signo de gozo y
felicidad. Muy sensible a los problemas sociales. Exige autenticidad y sencillez y rechaza con
rebeldía una sociedad invadida por hipocresía y antivalores.
1169.- Este dinamismo la hace capaz de renovar las culturas que, de otra manera, envejecerían.
La juventud en el cuerpo social
1170.- El papel normal que juega la juventud en la sociedad es el de dinamizar el cuerpo social.
Cuando los adultos no son auténticos ni abiertos al diálogo con los jóvenes, impiden que el
dinamismo creador del joven haga avanzar el cuerpo social. Al no verse tomados en serio, los
jóvenes se dirigen por diversos caminos: o son acosados por diversas ideologías, especialmente
las radicalizadas, ya que siendo sensibles a las mismas por su idealismo natural, no siempre
tienen una preparación suficiente para un claro discernimiento, son indiferentes al sistema
vigente o se acomodan a él con dificultad y pierden capacidad dinamizadora.
1171.- Lo que más desorienta al joven es la amenaza a su exigencia de autenticidad por el
ambiente adulto en gran parte incoherente y manipulador y por el conflicto generacional, la
civilización de consumo, una cierta pedagogía del instinto, las drogas, el sexualismo, la tentación
de ateísmo.
1172.- Hoy en día la juventud es manipulada especialmente en lo político y en el uso del “tiempo
libre”. Una parte de la juventud tiene legítimas inquietudes políticas y conciencia de poder social.
Su falta de formación en estos campos y la asesoría equilibrada la lleva a radicalizaciones o
frustraciones. El joven ocupa gran parte del “tiempo libre” en el deporte y en la utilización de los
41. medios de comunicación social. Para algunos, son instrumentos de educación y sana recreación,
para otros, elementos de alineación (enajenación).
1173.- La familia es el cuerpo social primario en el que se origina y educa la juventud. De su
estabilidad, tipo de relaciones con la juventud, vivencia y apertura a sus valores, dependen, en
gran parte, el fracaso o el éxito de la realización de esta juventud en la sociedad o en la Iglesia
(Cf. Juan pablo II Homilía Puebla. AAS LXXI p. 182).
1174.- La juventud femenina está pasando por una crisis de identidad por la confusión reinante
acerca de la misión de la mujer hoy. Los elementos negativos sobre liberación femenina y un
cierto “machismo” todavía existente, impiden una sana promoción femenina como parte
indispensable en la construcción de la sociedad.
1175.- La juventud en América Latina no pueden considerarse n abstracto. Hay diversidad de
jóvenes, caracterizados por su situación social o por las experiencias socio-políticas que viven
sus respectivos países.
1176.- Si atendemos a su situación social, observamos que, al lado de aquellos que por su
condición económica se desarrollan con normalidad, hay muchos jóvenes indígenas, campesino,
mineros, pescadores y obreros que, por su pobreza, se ven obligados a trabajar como pers onas
mayores. Junto a jóvenes que viven holgadamente, hay estudiantes, sobre todo de suburbios,
que viven ya la inseguridad de un futuro empleo o no han encontrado su camino por falta de
orientación vocacional.
1177.- Por otra parte, es indudable que hay jóvenes que se han visto defraudados por la falta de
autenticidad de algunos de sus líderes o se han sentido hastiados por una civilización de
consumo. Otros, en cambio, como respuesta a las múltiples formas de egoísmo, desean
construir un mundo de paz, justicia y amor. Finalmente, comprobamos que no pocos han
encontrado la alegría de la entrega a Cristo, no obstante las variadas y duras exigencias de su
cruz.
Los jóvenes y la iglesia
1178.- La Iglesia ve en la juventud una enorme fuerza renovadora, símbolo de la misma Iglesia.
Esto lo hace por vocación y no por táctica, ya que está “llamada a constante renovación de sí
misma, o sea, a un incesante rejuvenecimiento” (Juan Pablo II, Alocución Juventud 2. AAS LXXI
p. 218). El servicio a la juventud realizado con humildad debe hacer cambiar en la Iglesia
cualquiera actitud de desconfianza o de incoherencia hacia los jóvenes.
1179.- Actualmente, sin embargo, los jóvenes ven a la Iglesia de diversas maneras: unos la
aman espontáneamente como ella es, sacramento de Cristo, otros, la cuestionan para que sea
auténtica y no faltan los que buscan un Cristo vivo sin su cuerpo que es la Iglesia. Hay una masa
indiferente, acomodada pasivamente a la civilización de consumo y otras sucedáneas
desinteresada por la exigencia evangélica.
1180.- Existen jóvenes muy inquietos socialmente pero reprimidos por los sistemas de gobierno,
éstos buscan a la Iglesia como espacio de libertad para poder expresarse sin manipulaciones y
42. poder protestar social y políticamente. Algunos, en cambio, pretenden utilizarla como
instrumento de contestación. Finalmente, una minoría muy activa, influida por su ambiente y por
ideologías materialistas y ateas, niega y combate el Evangelio.
1181.- Los jóvenes deseosos de realizarse en la Iglesia, pueden quedar defraudados cuando no
hay una buena planificación y programación pastoral que responda a la realidad histórica que
viven, igualmente sienten la falta de asesores preparados, aunque en no pocos grupos y
movimientos juveniles se encuentran dichos asesores competentes y sacrificados.
2.2. Criterios pastorales
1182.- Queremos responder a la situación de la juventud, con los tres criterios de verdad
propuestos por S.S. Juan Pablo II:
La verdad sobre Jesucristo,
La verdad sobre la misión de la Iglesia,
La verdad sobre el hombre (Cf. Discurso inaugural. AAS LXXI p. 178)
1183.- La juventud camina, aún sin darse cuenta, al encuentro de un Mesías, Cristo, quien
camina hacia los jóvenes . Solo El hace verdaderamente libre al joven (Cf. Pablo VI)
Este es el Cristo que debe ser presentado a los jóvenes como liberador integral ( Cf. Gal. 5, 1.
13;4. 26. 31; IICor 3, 17) : quien por el espíritu de las Bienaventuranzas ofrece a todo joven la
inserción en un proceso de conversión constante; comprende sus debilidades y le ofrece un
encuentro muy personal con El y la Comunidad, en los sacramentos de la reconciliación y la
Eucaristía. El joven debe experimentar a Cristo como amigo personal, que no falta nunca,
camino de total realización. Con El y por la ley del amor, camina al Padre común y a los
hermanos. Así se siente verdaderamente feliz.
El joven en la iglesia
1184.- Los jóvenes deben sentir que son Iglesia, experimentándola como lugar de comunión y
participación. Por esto, la Iglesia acepta sus críticas, porque se sabe limitada en sus miembros y
los hace gradualmente responsables en su construcción hasta su envío como testigos y
misioneros, especialmente a la gran masa juvenil. En ella los jóvenes se sienten pueblo nuevo;
el de las Bienaventuranzas, sin otra seguridad que Cristo; un pueblo con corazón de pobre,
contemplativo, en actitud de escuchar y de discernir evangélicamente, constructor de paz,
portador de alegría y de un proyecto liberador integral a favor, sobre todo, de sus hermanos
jóvenes. La Virgen Madre, bondadosa, la creyente fiel, educa al joven para ser Iglesia.
1185.- El joven con las actitudes de Cristo promueve y defiende la dignidad de la persona
humana. Por el bautismo es hijo del único Padre, hermano de todos los hombres y contribuye a
la edificación de la Iglesia. Cada vez se siente más “ciudadano universal” instrumento de la
construcción de la comunidad latinoamericana y universal.
43. 2.3. Opciones pastorales. Opcion preferencial
1186.- La Iglesia confía en los jóvenes (Cf. en 72).
Son para ella su esperanza. La Iglesia ce en la juventud de América Latina un verdadero
potencial para el presente y el futuro de su evangelización. Por ser verdadera dinamizadora del
cuerpo social y especialmente del cuerpo eclesial, la Iglesia hace una opción preferencial por los
jóvenes en orden a su misión evangelizadora en el Continente ( Cf. Med. Juventud 13)
1187.- Por ello, queremos ofrecer una línea pastoral global. Desarrollar, de acuerdo con la
pastoral diferencial y orgánica, una pastoral de juventud que tenga en cuenta la realidad social
de los jóvenes de nuestro continente; atienda a la profundización y al crecimiento de la fe para
la comunión con Dios y con los hombres; oriente la opción vocacional de los jóvenes; les brinde
elementos para convertirse en factores de cambio y les ofrezca canales eficaces para la
participación activa en la Iglesia y en la transformación de la sociedad.
Aplicaciones concretas: Comunión y compromiso
1188.- La Iglesia evangelizadora hace un fuerte llamado para que los jóvenes busquen y
encuentren en ella el lugar de su comunión con Dios y con los hombres, a fin de construir “la
Civilización del Amor” y edificar la paz en la justicia. Los invita a que se comprometan
eficazmente en una acción evangelizadora sin excluir a nadie, de acuerdo con la situación que
viven y teniendo predilección por los más pobres.
1189 La integración en la Iglesia se canalizará especialmente a través de movimientos juveniles
o comunidades que deben estar integradas en la pastoral de conjunto diocesana o nacional, con
proyecciones a una integración latinoamericana. Esta integración se hará especialmente con:
La Pastoral Familiar
La Pastoral de la Iglesia diocesana y parroquial en sus diversos aspectos de catequesis,
educación, vocacionales, etc;
La interrelación de los diversos movimientos de juventud o comunidades, considerando
su situación social concreta: estudiantes de secundaria, universitarios, obreros,
campesinos, que tienen condicionamientos propios y exigencias distintas frente al
proceso evangelizador y que piden, por lo tanto, una pastoral específica.
1190.- Esta pastoral de movimiento y comunidades debe tener en cuenta a los jóvenes en una
interrelación fecunda, en cuanto que los grupos deben ser fermento en el conjunto y deben
propiciar una evangelización total.
1191.- Se deberá preparar acogida y atención a los jóvenes que, por diversos motivos, deben
emigrar temporal o definitivamente y que son víctimas de la soledad, la desubicación, la
marginación, etc.
Formación y participación
44. 1192.- La inserción en la Iglesia y tarea de compromiso efectivo en la edificación de la nueva
civilización del amor y de la paz es muy exigente y requiere profunda formación y participación
responsable. Por tal motivo:
1193.- La pastoral de juventud en la línea de la evangelización debe ser un verdadero proceso
de educación en la fe que lleve a la propia conversión y a un compromiso evangelizador.
1194.- El fundamento de tal educación será la presentación al joven del Cristo vivo, Dios y
Hombre, modelo de autenticidad, sencillez y fraternidad; único que salva liberando de todo
pecado y sus consecuencias y compromete a la liberación activa de sus hermanos por medios no
violentos.
1195.- La pastoral de juventud buscará que el joven crezca en una espiritualidad auténtica y
apostólica, desde el espíritu de oración y conocimiento de la Palabra de Dios y el amor filial a
María Santísima que uniéndolo a Cristo lo haga solidario con sus hermanos.
1196.- La pastoral de juventud ayudará también a formar a los jóvenes de un modo gradual,
para la acción socio-política y el cambio de estructuras, de menos humanas en más humanas, de
acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia.
1197.- Se formará en el joven un sentido crítico frente a los medios de comunicación social y a
los contra-valores culturales que tratan de transmitirle las diversas ideologías, especialmente la
liberal capitalista y la marxista, evitando así las manipulaciones.
1198.- Se empleará un lenguaje sencillo y adaptado con una pedagogía que tenga presente las
diferencias sociológicas del varón y la mujer y esté signada por la mutua confianza y el respeto
recíproco; en una conversión al medio en el que vive y actúa para centrar así su dinámica misión
evangelizadora.
1199.- Se estimulará la capacidad creadora de los jóvenes para que ellos mismos imaginen y
encuentren los medios más diversos y aptos para hacer presente, de una manera constructiva,
la misión que tienen en la sociedad y en la Iglesia. Para ellos, se les facilitará los medios y las
áreas donde ejerzan su compromiso. Entre otros, se recomienda la presencia misionera de los
jóvenes en lugares especialmente necesitados.
1200.- Se procurará dar a los jóvenes una buena orientación espiritual a fin de que puedan
madurar su opción vocacional, sea laical, religiosa o sacerdotal.
1201.- Se recomienda dar la mayor importancia a todos aquellos medios que favorecen la
evangelización y el crecimiento en la fe: Retiros, Jornadas, Encuentros, Cursillos, Convivencias,
etc.
1202.- Como tiempo fuerte para la maduración en la fe –que necesariamente lleva un
compromiso apostólico- hay que destacar la celebración consciente y activa del Sacramento de
la Confirmación, precedida de una esmerada catequesis y siempre de acuerdo con las
orientaciones de la S. Sede y de las Conferencias Episcopales.
1203.- Se procurará formar prioritariamente animadores juveniles calificados (sacerdotes,
religiosos o laicos) que sean guías y amigos de la juventud, conservando su propia identidad y
prestando ese servicio con madurez humana y cristiana.
45. 1204.- La juventud no puede considerarse en abstracto, ni es un grupo aislado en el cuerpo
social. Por lo tanto requiere una pastoral articulada que permita una comunicación efectiva entre
las diversas etapas de la juventud y una continuidad de formación y compromiso luego en la
edad mayor.
1205.- La pastoral juvenil será la pastoral de la alegría y de la esperanza que transmite el
mensaje gozoso de la salvación a un mundo muchas veces triste, oprimido y desesperanzado en
busca de su liberación (Cf. Juan pablo II Alocución Juventud. AAS LXXI p. 217).
SANTO DOMINGO (IV CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO)
111.- Los adolescentes y los jóvenes. Jesús ha recorrido las etapas de la vida de toda persona
humana: niñez, adolescencia, juventud, edad adulta. Él se revela como el camino, la verdad y la
vida. Al nacer asumió la condición de niño pobre y sometido a sus padres, recién nacido fue
perseguido. El mismo Jesús, revelación del padre que quiere la vida en abundancia, devuelve la
vida a si amigo Lázaro, al joven hijo de la viuda de Naím y a la joven hija de Jairo. Él sigue
llamando hoy a los jóvenes para dar sentido a sus vidas.
La misión de los adolescentes y jóvenes en América Latina que caminan hacia el tercer milenio
cristiano es prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro, responsables y activos en las
estructuras sociales, culturales y eclesiales, para que, incorporados por el Espíritu de Cristo y
por su ingenio en conseguir soluciones originales, contribuyan a lograr un desarrollo cada vez
más humano y más cristiano (Cfr Juan Pablo II, Homilía en Higuey, 12-10-92, 5).
112.- Situación. Muchos jóvenes son víctima del empobrecimiento y de la marginación social, de
la falta de empleo y del subempleo, de una educación que no responde a las exigencias de sus
vidas, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pondillas, de la prostitución, del alcoholismo, de
abusos sexuales, muchos viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación
social y alienados por imposiciones culturales, y por el pragmatismo inmediatista que ha
generado nuevos problemas en la maduración afectiva de los adolescentes y de los jóvenes.
Por otra parte constatamos que hay adolescentes y jóvenes que reaccionan al consumismo
imperante y se sensibilizan con las debilidades de la gente y el dolor de los más pobres. Buscan
insertarse en la sociedad, rechazando la corrupción y generando espacios de participación
genuinamente democráticos. Cada vez son más los que se congregan en grupos, movimientos y
comunidades eclesiales para orar y realizar distintos servicios de acción misionera y apostólica.
Los adolescentes y los jóvenes están cargados de interrogantes vitales y presentan el desafío de
tener un proyecto de vida personal y comunitario que dé sentido a sus vidas y así logren la
realización de sus capacidades; manifiestan el desafío de ser acompañados en sus caminos de
crecimiento en su fe y trabajo eclesial y preocupaciones de transformación necesaria de la
sociedad por medio de una pastoral orgánica.
46. 113.- En la Iglesia de América latina los jóvenes católicos organizados en grupos piden a los
pastores acompañamiento espiritual y apoyo en sus actividades, pero sobre todo necesitan en
cada país líneas pastorales claras que contribuyan a una pastoral juvenil orgánica.
114.- Compromisos pastorales. Nos proponemos ejecutar las siguientes acciones pastorales:
Reafirmar la opción preferencial por los jóvenes proclamada en Puebla no sólo de modo
afectivo sino efectivamente; esto debe significar una opción concreta por una pastoral
juvenil orgánica, donde haya un acompañamiento y apoyo real con diálogo mutuo entre
jóvenes, pastores y comunidades. La efectiva opción por los jóvenes exige mayores
recursos personales y materiales por parte de las parroquias y de las dióces is. Esta
pastoral juvenil debe tener siempre una dimensión vocacional.
115.- Para cumplirla proponemos una acción pastoral:
Que responda a las necesidades de maduración afectiva y a la necesidad de acompañar
a los adolescentes y jóvenes en todo el proceso de formación humana y crecimiento de
la fe. Habrá que dar importancia especial al sacramento de la confirmación, para que su
celebración lleve a los jóvenes al compromiso apostólico y a ser evangelizadores de
otros jóvenes.
Que capacite para conoce y responder críticamente a los impactos culturales y sociales
que reciben y los ayude a comprometerse en la pastoral de Iglesia y en las necesarias
transformaciones de la sociedad.
116.- que dinamice una espiritualidad del seguimiento de Jesús, que logre el encuentro entre la
fe y la vida, que sea promotora de la justicia, de la solidaridad y que aliente un proyecto
esperanzador y generador de una nueva cultura de vida.
117.- que asuma las nuevas formas celebrativas de la fe, propias de la cultura de los jóvenes , y
fomente la creatividad y la pedagogía de los signos, respetando siempre los elementos
esenciales de la liturgia
118.- que anuncie, en los compromisos asumidos y en la vida cotidiana, que el Dios de la vida
ama a los jóvenes y quiere para ellos un futuro distinto sin frustraciones ni marginaciones,
donde la vida plena sea fruto accesible para todos.
119.- que abra a los adolescentes y jóvenes espacios de participación en la misma Iglesia. Que
el proceso educativo se realice a través de una pedagogía que sea experiencial, participativa y
transformadora. Que promueva el protagonismo a través de la metodología del ver, juzgar,
actuar, revisar y celebrar. Tal pedagogía ha de integrar el crecimiento de la fe en el proceso de
crecimiento humano, teniendo en cuenta los diversos elementos como el deporte, la fiesta, la
música, el teatro.
Esta pastoral debe tener en cuenta y fortalecer todos los procesos orgánicos válidos y
largamente analizados por la Iglesia desde Puebla hasta ahora. Cuidará muy especialmente de
dar relevancia a la pastoral juvenil de medios específicos donde viven y actúan los adolescentes
y los jóvenes: campesinos, indígenas, afroamericanos, trabajadores, estudiantes, pobladores de
periferias urbanas, marginados, militares y jóvenes en situaciones críticas.
47. La Iglesia con su palabra y su testimonio debe ante todo presentar a los adolescentes y a los
jóvenes a Jesucristo en forma atractiva y motivante, de modo tal que sea para ellos el camino,
la verdad y la vida que responde a sus ansias de realización personal y a sus necesidades de
encontrar sentido a la misma vida.
120.- para responder a la realidad cultural actual, la pastoral juvenil deberá presentar, con
fuerza y de un modo atractivo y accesible la vida de los jóvenes los ideales evangélicos . Deberá
favorecer la creación y animación de grupos y comunidades juveniles vigorosas y evangélicas,
que aseguren la continuidad y perseverancia de los procesos educativos de los adolescentes y
jóvenes y los sensibilicen y comprometan a responder a los retos de la promoción humana, de la
solidaridad y de la construcción de la civilización del amor.
CARTA APOSTÓLICA
NOVO MILLENNIO INEUNTE. JUAN PABLO II
9.- Los numerosos encuentros jubilares han congregado las más diversas clases de personas,
notándose una participación realmente impresionante, que a veces ha puesto a prueba el
esfuerzo de los organizadores y animadores, tanto eclesiales como civiles. Deseo aprovechar
esta Carta para 3expresar a todos ellos mi agradecimiento más cordial. Pero, además del
número, lo que tantas veces me ha conmovido ha sido constatar el serio esfuerzo de oración, de
reflexión y de comunión que estos encuentros han manifestado.
Y, ¿cómo no recordar especialmente el alegre y entusiasmante encuentro de los jóvenes? Si hay
una imagen del Jubileo del Año 2000 que quedará viva en el recuerdo más que las otras es
seguramente la de la multitud de jóvenes con los cuales he podido establecer una especie de
diálogo privilegiado, basado en una recíproca simpatía y un profundo entendimiento . Fue así
desde la bienvenida que les di en la Plaza de San Juan de Letrán y en la Plaza de San pedro.
Después les vi deambular por la Ciudad, alegres como deben ser los jóvenes, pero también
reflexivos, deseosos de oración, de “sentido” y de amistad verdadera. No será fácil, ni para ellos
mismo, ni para cuantos los vieron, borrar de la memoria aquella semana en la cual Roma se hizo
“joven con los jóvenes”. No será posible olvidar la celebración eucarística de Tor Vergata.
Una vez más, los jóvenes han sido para Roma y para la Iglesia un don especial del Espíritu de
Dios. A Veces, cuando se mira a los jóvenes, con los problemas y las fragilidades que les
caracterizan en la sociedad contemporánea, hay una tendencia al pesimismo. Es como si el
Jubileo de los Jóvenes nos hubiera “sorprendido”, transmitiéndonos, en cambio, el mensaje de
una juventud que expresa un deseo profundo, a pesar de posibles ambigüedades, de aquellos
valores auténticos que tienen su plenitud en Cristo. ¿No es, tal vez, Cristo el secreto de la
verdadera libertad y de la alegría profunda del corazón? ¿No es Cristo el amigo supremo y a la
vez el educador de toda amistad auténtica? Si a los jóvenes se les presenta a Cristo con su
verdadero rostro, ellos lo experimentan como una respuesta convincente y son capaces de
acoger el mensaje, incluso si es exigente y marcado por la cruz. Por eso, vibrando con su
entusiasmo, no dudé en pedirles una opción radical de fe y de vida, señalándoles una tarea
48. estupenda: la de hacerse “centinelas de la Mañana” (Cfr Is 21, 11-22) en esta aurora del nuevo
milenio.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA. MECCLESIA IN AMERICA.
47.- Los jóvenes son una gran fuerza social y evangelizadora. “Constituyen una parte
numerosísima de la población en muchas naciones de América. En el encue ntro de ellos con
Cristo vivo se fundan la esperanza y la expectativa de un futuro de mayor comunión y
solidaridad para la Iglesia y las sociedades de América”. Son evidentes los esfuerzos que las
Iglesias particulares realizan en el Continente para acompañar a los adolescentes en el proceso
catequético antes de la Confirmación y de otras formas de acompañamiento que les ofrecen para
que crezcan en su encuentro con Cristo y en el conocimiento del Evangelio. El proceso de
formación de los jóvenes debe ser constante y dinámico, adecuado para ayudarles a encontrar
su lugar en la Iglesia y en el mundo. Por tanto, la pastoral juvenil ha de ocupar un puesto
privilegiado entre las preocupaciones de los Pastores y de las comunidades.
En realidad, son muchos los jóvenes americanos que buscan el sentido verdadero de su vida y
que tienen sed de Dios, pero muchas veces faltan las condiciones idóneas para realizar sus
capacidades y lograr sus aspiraciones. Lamentablemente, la falta de trabajo y de esperanzas de
futuro los lleva en algunas ocasiones a la marginación y a la violencia. La sensación de
frustración que experimentan por todo ello, los hace abandonar frecuentemente la búsqueda de
Dios. Ante esta situación tan compleja, “La Iglesia se compromete a mantener su opción
pastoral y misionera por los jóvenes para que puedan hoy encontrar a Cristo vivo.”
La acción pastoral de la Iglesia llega a muchos de estos adolescentes y jóvenes mediante la
animación cristiana de la familia, la catequesis, las instituciones educativas católicas y la vida
comunitaria de la parroquia. Pero hay otros muchos, especialmente entre los que sufren diversas
formas de pobreza, que quedan fuera del campo de la actividad eclesial. Deben ser los jóvenes
cristianos, formados con una conciencia misionera maura, los apóstoles de sus coetáneos. Es
necesaria una acción pastoral que llegue a los jóvenes en sus propios ambientes, como el
colegio, la universidad, el mundo del trabajo o el ambiente rural, con una atención apropiada a
su sensibilidad. En el ámbito parroquial y diocesano será oportuno desarrollar también una
acción pastoral de la juventud que tenga en cuenta la evolución del mundo de los jóvenes, que
busque el diálogo con ellos, que no deje pasar las ocasiones propicias para encuentros más
amplios, que aliente las iniciativas locales y aproveche también lo que ya se realiza en el ámbito
interdiocesano e internacional.
Y, ¿qué hacer ante los jóvenes que manifiestan comportamientos adolescentes de una cierta
inconstancia y dificultad para asumir compromisos serios para siempre? Ante esta carencia de
madurez es necesario invitar a los jóvenes a ser valientes, ayudándolos a apreciar el valor del
compromiso para toda la vida, como es el caso del sacerdocio, de la vida consagrada y del
matrimonio cristiano.