Horarios empresa electrica quito 25 de abril de 2024
KILIMA 141 Octubre 2023
1. Queridos amigos:
Lo que ocurre en el Congo es difícil de comprender si no se ve. La apatía, el egoísmo,
la indiferencia, la anarquía, el tribalismo, el robo, la prostitución, la mentira, la corrupción,
son de tal calibre, que habrá pocos países en el mundo en el que también puedan sufrir la
misma situación. Se pueden padecer algunas de estas plagas, pero… ¿todas?.
Es inconcebible que en un país que está considerado como uno de los más ricos del
mundo, exista tanta miseria. Y muchos de los males arriba señalados son fruto de la pobreza
extrema a la que está sometida la gente. Hay gente que se muere en casa porque no tiene
dinero para ir al hospital o pagar la consulta del médico o comprar las medicinas que le han
recetado.
Pero al mismo tiempo hay más
riqueza que nunca. Jamás ha habido tantos
vehículos como ahora, cada día se abren
nuevas tiendas, especialmente
ferreterías que venden los artículos
necesarios para la construcción, se edifican
más casas, surgen nuevas clínicas que
atienden a pacientes con todo tipo de
dolencias, cada vez se utiliza menos la
moneda local que cada día se va
desprestigiando lentamente, un dólar igual
a 2.500 francos, y en su lugar se utiliza el dólar, aunque muchos no conocen aún el color de
sus billetes.
2. Es un país de contrastes, en el que los que trabajan, malviven penosamente porque
los salarios son muy bajos y una mayoría trampea todo lo que puede porque la ley ha dejado
de existir hace mucho tiempo.
Lo normal es la corrupción, si con ella saco algún provecho .Por ejemplo, Si el alumno no
saca buenas notas y se expone a repetir curso, su padre irá a visitar a su maestro y le llevará
algo que alegre su bolsillo y así, el alumno pasa de curso. En la Universidad, se venden los
títulos o se convierte en “queridas” del profesor para poder aprobar la asignatura.
Pero la corrupción no es solo a nivel individual, sino también estatal. Por ejemplo,
para examinarse a fin de obtener el título que garantiza el haber terminado los estudios del
ciclo de la Escuela Primaria, el alumno debe presentarse con dos Bic, 20 hojas en blanco,
2.000 francos y una mascarilla.
Durante la temporada dura del Covid, había barreras en todas las carreteras de acceso
a la ciudad para evitar que la enfermedad atacara a sus habitantes. Todos los vehículos debían
pararse y mostrar que habían recibido las vacunas para defenderse de la enfermedad, pero
quien “soltara” una propina a los guardias que custodiaban la barrera, pasaban sin que fueran
molestados.
En el tribunal de justicia no se mirará tanto a la gravedad del delito, sino a la cartera
del delincuente, cuanto más abultada sea, menor será el delito al que tenga que hacer frente.
Y si quienes delinquen son policías o militares, razón de más para que desaparezca la falta.
No hace aún mucho tiempo, un grupo de jóvenes insultó a un grupo de policías que
estaban de guardia y el intercambio de palabras, cada vez más amenazantes, iba subiendo de
3. tono y ante el temor de que de las palabras pasaran a las manos, uno de ellos abrió fuego
matando a 25 jóvenes en plena ciudad de Lubumbashi. Se sabe que fueron detenidos los
autores de esa masacre pero se desconoce la pena que les impusieron y si todavía siguen en
el cuerpo o han sido trasladados a otra provincia.
Muchas veces son los mismos policías o militares, que son quienes deberían velar
por la seguridad de los
ciudadanos, los que se
ven involucrados en robos,
atracos e incluso en
asesinatos.
Un feligrés de la
parroquia, ciego, recibió
una visita inesperada.
Serían como las ocho de la
noche, aquí ya es noche
cerrada. Un vehículo se
paró delante de su casa y
uno de sus ocupantes les gritó para que abrieran la puerta y como sus ocupantes se negaron
a hacerlo, comenzaron a quitar las chapas con las que estaba cubierto el tejado con ánimo de
entrar dentro por ese medio. Viendo semejante actuación, sus ocupantes abrieron la puerta y
se encontraron con que eran policías que venían porque les habían acusado de que tenían
armas y tenían que inspeccionar. Eso es lo que les dijeron.
Revolvieron toda la casa, se apoderaron de aquello que para ellos era de valor, el
televisor, los teléfonos de los habitantes, alguna cazuela, y se marcharon. Los de la casa
avisaron del robo a la policía y éstos se presentaron hora y media después de lo ocurrido y
ya no pudieron hacer nada.
La policía se defiende diciendo que no son ellos los malhechores, sino que son
ladrones vulgares que han robado sus uniformes y se visten con ellos para perpetrar sus
fechorías.
No hay una política de defensa de la naturaleza. En casa tenemos un camión que en
su día nos concedió Manos Unidas y la gente viene a alquilarlo. Les pregunto siempre: “Qué
es lo que vais a transportar” y como me digan que “Unos árboles que hemos cortado para
construir nuestra casa” “¿Y habéis plantado otros para que vuestros hijos tengan también
madera, ya sea para cocinar con ella o construir también su casa?” Y como la respuesta sea
negativa, el camión se queda en casa. Sobre el papel existen las leyes, pero no las cumple
nadie y si por ejemplo, un congoleño lleva sobre su bicicleta un par de sacos de carbón
vegetal, que los ha comprado en el camino o los ha conseguido con el sudor de su frente, la
policía le impondrá una multa porque no se pueden cortar árboles y el ciclista marchará en
paz porque ya ha cumplido con la ley y los militares esperarán al siguiente para sacarse un
jornal que no lo hubieran obtenido de otra forma.
4. La ciudad está plagada de motoristas, que no necesitan una carretera para sus
desplazamientos porque una senda les permite llevar al cliente hasta la puerta de su casa,
pero a veces van cuatro pasajeros sobre la
moto, el motorista sentado sobre el depósito de
gasolina, con el pecho sacado encima del
manillar para que se puedan sentar todos y la
policía de tráfico que los ve circular de esta
forma, ni se inmuta. El motorista, cuantos más
clientes lleve, más sacará al final de la jornada.
Hay algunas zonas en la ciudad, en las
que según la ley está prohibido construir en
ellas porque están muycerca de un río o porque
cerca de ese lugar hay una gran charca de agua estancada y cuando durante la estación de
lluvias crece el nivel del agua y se lleva la casa, o cuando cada dos por tres algún miembro
de la familia enferma con malaria vienen las protestas y las amenazas al Jefe de Urbanismo
por haberles autorizado la construcción en aquellos lugares, pero da la casualidad que el Jefe
de Urbanismo, enterado de lo que ocurre, ha cogido unas vacaciones y se ha ido a su pueblo,
que está a muchos kilómetros de distancia.
Otro ejemplo. En una provincia del Congo que se llama Bukavu, está prohibido
construir sobre las escarpadas laderas de un monte que está encima del lago, pero es un lugar
muy céntrico, cerca del mercado, de las escuelas, del hospital y la gente no hace caso de las
advertencias, y primero uno, luego otro, y así sucesivamente, en poco tiempo quedó poblada
de casuchas e incluso de algunas casas hermosas que desoyeron la prohibición de la ley.
Pero este año las lluvias arreciaron con más fuerza que años anteriores, la tierra comenzó a
moverse y por la noche, lo que en un principio parecía algo sin importancia, se convirtió en
un deslizamiento de la colina que arrastró al lago todas las casas que se encontraban en esa
zona y durante los días que siguieron al deslizamiento recuperaron 438 cadáveres y no se
conoce con exactitud el número de desaparecidos.
Hay minas por todas partes. A Katanga le llaman “el escándalo geológico”. Unas
pertenecen a grandes empresas mineras, pero
hay otras en las que trabajan los mineros
artesanales. Viven en las inmediaciones de sus
lugares de trabajo en barrios o “cités” de los
trabajadores. Uno de ellos está a unos 50
Kilómetros de casa. Está considerado como
una “cité” elegante. En ella viven varios miles
de trabajadores en casas construidas con
chapas de zinc, sin espacios libres entre ellas,
sin calles, sin WC, sin lugares de
esparcimiento para los niños, todas apiñadas,
con mucho ruido de música de cualquier clase,
con cantidad de comercios y pequeños bares,
prostíbulos, gente por todos los lados, barro,
etc., y en esos lugares es muy peligroso que le
5. vean a alguien con un aparato de fotos porque le pueden linchar. Creen que van a sacar fotos
para reírse después de ellos.
Para un extranjero está prohibido acercarse a esas minas en las que se trabaja
manualmente y normalmente están protegidas por militares para evitar la llegada de intrusos
que puedan filmar lo que no está permitido que se publique. Los mineros están obligados a
pagar a sus “protectores”, y a éstos les da lo mismo que quien entre en la concesión sean
niños o mujeres con tal de que les paguen lo que está convenido.
Allí trabajan todos, unos con pico y pala sacando el mineral y otros (especialmente
mujeres y niños) limpiando la tierra y lavando el mineral para que pueda ser vendido más
fácilmente a los compradores, normalmente chinos. Ellos se encargan de fundirlo y sacar
las planchas de cobre que las envían a su país.
Un día llegó a casa un matrimonio joven con un niño de meses, y sin decirme nada,
se pusieron a desnudarle ante mi presencia para que apreciara con mis ojos el sufrimiento
que tenían. Tenía una cara risueña, era precioso, pero había nacido deforme. Le faltaba una
pierna y un brazo. Me quedé sin palabra. Le pregunté al padre: ¿Tu trabajas en la mina de
uranio? – sí. No quise seguir adelante con la conversación. Me bastaba con lo que había
visto. Al domingo siguiente no prediqué sobre el evangelio sino sobre el peligro de las minas
en las que trabajaban. El uranio no pide permiso, mata en silencio, porque trabajan sin
ninguna protección, sin guantes, con las manos desnudas y respirando el polvo que sale de la
mina.
Hay muchos mineros que no
están de acuerdo con esa situación, pero
¿dónde van a ir a manifestar su
descontento? Nadie les escucha y es
peligroso aparecer como promotor de
gentes que no están contentos con la
situación. Ponen en juego su libertad y a
veces incluso su vida. Otros, no se
atreven a dejar esa forma de vida, en la
que también tienen que trabajar sus hijos
en lugar de ir a la escuela, para poder
vivir con una cierta decencia. No tienen
valor para dejar esta ocupación y
dedicarse a manejar la azada, porque piensan que ese es un trabajo muy duro y además, no
hay un terreno cultivable cerca de las ciudades.
Entre las muchas posesiones que tienen aquí los chinos, cuentan también con varias
minas de oro en el Norte, pero tuvieron la desgracia de que en una de ellas, como
consecuencia de las lluvias torrenciales de finales de la época húmeda, se derrumbó una
galería y fueron sepultados todos los que trabajaban en ella. Algunos familiares de las
víctimas quisieron acercarse al lugar de la desgracia y no les permitieron los chinos,
diciéndoles que aquella tierra les pertenecía y que no podrían acercarse de la mina. Ya hay
6. algunos que dicen que no viven en el Congo, porque se ha convertido en una posesión china,
sino que han nacido en una tierra que les han cedido los chinos.
El país nunca está en paz. Por una parte están los guerrilleros de los países vecinos
que quieren anexionarse una parte del Congo, por otra parte están los enfrentamientos
tribales que continúan y parece que nadie está interesado en calmarles, ahora hay bandas de
jóvenes que tienen aterrorizados al
país por su violencia ya que roban,
matan, violan sin que las fuerzas del
orden se enfrenten a ellos y para
colmo de desdichas, últimamente
estamos sufriendo una ola
secuestros que tiene aterrorizado al
país.
No se sabe muy bien qué es lo
que pretenden con esos secuestros.
Algunos hablan de comercio de
órganos, otros dicen que es para pedir un rescate, otros aparecen asesinados al día siguiente.
¿Ajustes de cuentas? ¿Enfrentamientos políticos?
El 7 de Julio, el tribunal de Kinshasa ha condenado a la pena capital a 20 personas
acusadas de secuestros, violaciones, robos, etc. Ahora nos preparamos para las elecciones,
que tendrán lugar el 20 de Diciembre. Hay unos cuantos candidatos para la presidencia y
todos los golpes bajos están permitidos para alcanzar lo que se pretende.
Para nosotros se nos ha complicado la tarea porque, qué difícil es predicar cuando lo
bueno y lo malo se confunden y lo mismo da lo uno que lo otro, qué difícil es amar cuando
se reciben consignas de despreciar a los que no son de nuestra tribu, qué difícil es hablar de
Dios cuando trato de hacer solamente lo que me da la gana, qué difícil es ayudar al prójimo
cuando únicamente pretendo que me ayuden a mí
.
Un abrazo.
Xabier