El documento discute los desafíos de la comunicación en la era digital. Señala que los consumidores son cada vez más inmunes a los mensajes publicitarios tradicionales. También explica que las redes sociales han fragmentado el público y aumentado la importancia de la confianza y la participación de los consumidores. Finalmente, sugiere que el futuro de la comunicación requiere enfoques más integrales y experienciales que involucren y valoren las opiniones de los consumidores.