Proceso de realización de tres obras plásticas mediante recursos digitales (programa de tratamiento de la imagen), empleando una sola fotografía. Las construcciones fotográficas resultantes se denominan “Visión berniana”, “Expresivos personajes grotescos” y “Témpano”, y pertenecen a la exposición “Reproduciendo/Recreando Argentina y Chile”.
Ver otros procesos de realización:
http://luisjferreira.es/1-obra-plastica-exposiciones/2-proceso-de-construcciones-fotograficas/
4. 4
1.1.1. Para abordar la realización de tres construcciones foto-
gráficas diferentes, particularmente en su ámbito plástico,
parto de una toma propia de “La gran tentación”, ensam-
blaje pictórico de ANTONIO BERNI. Naturalmente, aun-
que las tres producciones sean distintas conservan lo fun-
damental de la obra original.
1.1.2. Comienzo la tarea mejorando el enfoque y regularizan-
do la imagen por sus cuatro costados, haciendo uso de
reglas.
5. 5
1.1.3. A continuación, re-
corto la imagen eliminando
la enmarcación. Seguida-
mente aumento el brillo, el
contraste, la luminosidad y
la saturación global y la
parcial (de rojos, amarillos,
cianes y azules). Por últi-
mo, modifico levemente el
tono. Esta será la imagen
de base para acometer la ejecución de las tres construcciones fotográficas: “Visión berniana”, “Expresivos personajes grotescos” y
“Témpano”, como indica el título de este reportaje.
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1.2.1. Como si de una re-
presentación teatral se tra-
tara, voy a realizar para la
primera construcción tres
tipos de intervenciones
distintas; la primera con-
sistirá en seleccionar los
elementos a los que daré
mayor protagonismo: la
mujer de cuerpo entero, el
perro y el hombrecillo des-
tacado, como actores, y
las manos de la mujer del fondo con el coche y las monedas, como salientes del telón. Procedo haciendo cinco copias de la ima-
gen 1.1.3., en cada una recorto dichos elementos y los ordeno debidamente en capas independientes.
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1.2.2. Luego, elimino re-
cortando las chapas que
cubren parte de las muñe-
cas (ver 1. y 2.). A conti-
nuación, aplico mayor in-
tensidad y oscuridad al co-
che, para ello previamente
he tenido que separar el
coche y la mano que lo sujeta en dos capa distintas duplicando la existente; y después borro gradualmente la parte inferior de la
muñeca. Por último, saturo un poco las monedas.
1.
2.
8. 8
1.2.3. Concluyo esta pri-
mera intervención, efec-
tuada sobre los elementos
en los que recaerá mayor
protagonismo, generando
una nueva capa vacía por cada uno y contorneando en ellas cada figura finamente en negro (en el caso del elemento 2. -imagen
1.2.2.- solamente perfilo el coche).
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1.3.1. Acometo ahora la
intervención sobre el elemento telón de fondo efectuando una copia de la imagen 1.1.3. y sometiéndola a eliminación de intensi-
dad y desaturación plenamente.
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1.3.2. Finalizo esta segunda parte del proceso volviendo a realizar otra copia de la imagen 1.1.3., recortándola a conveniencia
conformando una zona casi cuadrada en el interior, y modificando la amplitud tonal a una gama dominantemente de azules,
aumentando el brillo, el contraste, las luces y las sombras.
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1.3.3. Los dos pasos anteriores quedan de este modo al activar las capas correspondientes, permaneciendo superpuesta la azula-
da sobre la de tonos grisáceos.
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1.3.4. Y este otro es el es-
tado después de activar
también el conjunto de ca-
pas que generan la ima-
gen 1.2.3., los elementos
de más relevancia. Con el
cambio tonal hacia tonos
azulados de la zona inte-
rior y con la desaturación
total de la exterior, intento darle más realce a esos componentes de mayor protagonismo que mantienen su cromatismo pleno, a
la par que subrayar el dramatismo de la narrativa de la obra originaria de BERNI.
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1.4. Finalmente, encaro el
tercer paso del proceso
consistente en sacar de
los límites de la obra algu-
nos elementos de los bor-
des o del interior replicán-
dolos (ver 1., 2., 3. y 4.)
Para ello realizo cuatro co-
pias de la imagen 1.3.1. y
recorto cada uno de ellos,
sometiéndolos luego a los
ajustes pertinentes (el 1. a
disminución de tamaño, el
2. a clonaciones y aumen-
to de tamaño, el 3. a clo-
naciones, aclaración de
unas zonas y oscureci-
miento de otras, y el 4. a
escaso contorneo negro).
Estos elementos saliéndo-
se de los márgenes aluden a la marginación a la que se refiere el autor en su obra. El saliente 5., que completa la figura del hom-
bre oscuro, se crea pintándolo.
5.
1.
2.
3.
4.
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1.5. La primera recreación de “La gran tentación”, que se titula “Visión berniana”, queda de esta manera concluida después de au-
mentar globalmente la saturación, el brillo y el contraste, y añadir tono cian.
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TÍTULO: “Visión berniana”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una toma propia realizada a “La
gran tentación”, obra de Antonio Berni efectuada en 1962 e
instalada en el museo Malba de Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta construcción fotográfica es la primera recreación de
tres previstas que ejecuto de “La gran tentación”, o “La gran
ilusión”, de A. BERNI, díptico polimatérico de grandes dimen-
siones pintado al óleo. Su título expresa, sencillamente, mi
propósito al realizarla: mostrar, de modo diferente al empleado
por dicho artista, la visión plástica y semántica que él refleja en
la obra aquí interpretada y que yo asimilo; es decir, revela la
visión de BERNI y la mía propia en la medida en que me iden-
tifico con ella.
La obra objeto de recreación es un ensamblado de dispa-
res desechos industriales (papel, cartón, arpillera, cuero, ge-
mas de fantasía, alambre, chapa, hojalata, chatarra, monedas,
estera de mimbre, botones, plásticos, latas, papel de aluminio,
aplique de lentejuelas, estopa vegetal, plumas naturales e ima-
gen litográfica, como reza la ficha técnica en el museo), todos
ellos sujetos a dos paneles de madera unidos y pintados con
óleo, construyendo una acertada figuración con fuerte carga
narrativa. La imagen que el autor crea es compleja por la plu-
ralidad de elementos que recoge. Como si de una representa-
ción teatral se tratara, en primer plano y sobredimensionada
aparece una grotesca mujer cuyo vientre y muslos están con-
formados por cabezas de hombres, delante de la cual avanza
un séquito de hombrecillos con monstruosa expresión acom-
pañados por un perro; silueteado, tras el cortejo y la propia
mujer, emerge implacable un oscuro personaje. Al fondo, cual
telón, un gran busto de mujer sacado de un cartel publicitario,
completado con sus brazos y manos, exhibe en una de ellas
un elegante coche de época, y en la otra un puñado de mone-
das. Con ambos planos, el de la escena sirviéndose de perso-
najes en relieve, y el del telón de fondo valiéndose de elemen-
tos lisos, salvo las monedas, BERNI presenta hábilmente dos
realidades contrapuestas: la de la embaucadora publicidad que
incitando al consumo promete felicidad, y la de la enajenada
clase obrera a expensas de sus dictados.
En mi interpretación digital mantengo intacta su narrativa
introduciendo una serie de notorios cambios plásticos. A parte
de la inevitable sustitución de la tridimensionalidad de su relie-
ve pictórico por la bidimensionalidad de mi expresión fotográfi-
ca, la viveza del cromatismo de su obra queda trastocada; se
mantiene en la mujer, en uno de los pequeños hombres, en el
perro y en los objetos que sostiene en sus manos la propagan-
dística mujer (el lujoso coche y la calderilla), pero ese vivaz co-
lorido se desvanece en una zona interior cuadrangular transfor-
mándose en una dominante gama fría de azules, aunque deja
entrever alguna luminosidad y tonalidad amarillenta. La deriva
queda completada con la desaturación total del color en la zona
externa, presentando una amplia gama de grises que desem-
boca en el blanco y en el negro. Los elementos de la composi-
ción cuyo cromatismo queda preservado son los que he queri-
do destacar, por considerar que son los más relevantes en la
narrativa de BERNI: el hombrecillo más visible que se deja se-
ducir por los encantos de las mujeres (la prostituta y la propa-
gandista), los objetos de su deseo (la carnal mujer y el auto),
los instrumentos que permiten las adquisiciones (las monedas)
y un anecdótico perro a cuya categoría se iguala la humana.
Por último, algunos de los componentes materiales se salen de
los bordes regulares de la imagen y otros replicados se sitúan
también fuera, adoptando la pautada desaturación centrífuga;
se desborda asimismo escasamente el oscuro personaje, que
además es plano, y que representa a la autoridad. La reducción
del color a un tono con variaciones o la ausencia del mismo, y
la salida de componentes materiales de los márgenes, ahonda
en la mordaz crítica socio-político-económica del referido autor
plástico.
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2.1. Para la segunda re-
creación de la obra origi-
naria de BERNI me servi-
ré, como en la anterior, de
la imagen 1.1.3., que es su
collage polimatérico pictó-
rico aquí intervenido; pero
también haré uso de algu-
nos de los elementos tra-
bajados. En este caso,
produciré solamente dos
tipos de intervenciones una global sobre la obra de base y otra sobre los dos elementos que he tomado por fundamentales: la mu-
jer completa y uno de los hombrecillos. De la imagen 1.2.3. tomo las capas de ambos personajes ya recortados.
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2.2. A continuación, tomo
la misma imagen, la
1.1.3., y le aplico algo de
color cian; luego, practico
un cambio tonal total ha-
cia tonos azulados; y, fi-
nalmente, añado selecti-
vamente brillo, contraste
e intensidad a las zonas
amarillentas de la parte inferior izquierda. Posteriormente, practico clonaciones en la unión de los dos paneles soporte de la pintu-
ra original (es un díptico) para convertirlo en soporte único.
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2.3. Una vez resuelto el
fondo igualmente a modo
de telón, trabajo con los
actores, con el hombre y
la mujer seleccionados
en la imagen 2.1. En el
primer personaje selec-
ciono solamente su del-
gado contorno negro
(renuncio, pues, a los
ajustes de color para que
pueda verse el colorido
del propio fondo), y en el segundo además del contorno negro agrego algo de oscuridad, brillo y contraste, practicando como en la
imagen precedente un cambio tonal radical hacia tonos azulados.
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2.4. Estando ya resalta-
dos a conveniencia los
dos personajes centrales,
realizo cuatro copias del
hombre y dos de la mu-
jer; luego las coloco se-
riadas de modo equidis-
tante, de manera que se
desplacen hacia los lími-
tes de la obra desbordán-
dola (las del primero ha-
cia delante y las de la se-
gunda hacia atrás). Posteriormente, practico modificaciones tonales en cada una de ellas, excepto en las de los extremos que pre-
sentan el color originario (el que se aprecia en la imagen 2.1.); en algunas figuras afino, además, con algún leve ajuste de brillo,
contraste o luminosidad.
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2.5. Los actores, que pa-
recen salidos originaria-
mente del propio telón de
fondo, quedan así repro-
ducidos y, con aparente
singularidad, se despla-
zan en rigurosa forma-
ción fuera de los márge-
nes. Mientras que en la
recreación precedente eran objetos fundamentalmente los que quedaban al margen, en esta son algunos de los protagonistas los
marginados.
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2.6. Para rematar el tra-
bajo, denominado “Expre-
sivos personajes grotes-
cos” (segunda recreación de “La gran tentación”), incremento algo la saturación, el brillo y el contraste de la imagen en su globali-
dad.
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TÍTULO: “Expresivos personajes grotescos”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una toma propia realizada a “La
gran tentación”, obra de Antonio Berni efectuada en 1962 e
instalada en el museo Malba de Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Del mismo modo que “Visión berniana”, esta teatral cons-
trucción es una recreación del óleo sobre ensamblaje de A.
BERNI mencionado; la segunda prevista. En ella, a diferencia
de la anterior, solamente son dos los elementos resaltados
cromáticamente: el hombrecillo y la mujer completa de gran-
diosas dimensiones y prostituta de profesión; ambos persona-
jes aparecen multiplicados y linealmente seriados, de modo
que el primero y la última se salen manifiestamente de los
márgenes de la composición, mientras que en el trabajo previo
lo que se escapaba eran meros materiales. Por otro lado, la
zona de tonos azules que en la obra precedente se circunscri-
bía a un sector interior cuadrangular, se expande aquí al con-
junto regularmente delimitado; ella constituye el telón de fondo
del que brotan sendos protagonistas propagados.
En “La gran tentación” BERNI vuelca su afán narrativo y
crítico en su universo plástico, construyendo una sugestiva
crónica de la cotidianeidad bonaerense. Precisamente en la
década que creó la obra, fiel a su espíritu experimental, de
permanente búsqueda de formas expresivas con una potente
dimensión material y objetual, de reinvenciones, desarrolló sus
dos emblemáticos personajes que protagonizaron múltiples
historias visuales, Juanito Laguna y Ramona Montiel, la figura
estelar en la obra referida y, particularmente, en mis recreacio-
nes. Juanito sería un niño de villa miseria y Ramona una bella
costurera de barrio porteño que se convirtió en prostituta atraí-
da por el falaz deslumbramiento de las clases pudientes, pro-
curándose la protección y favores de adinerados e influyentes
(un embajador, un general, un obispo, un marinero, incluso un
criminal). Dado que la pintura como medio se le quedaba corta
para expresar la intensidad deseada, recurrió a integrar en sus
pinturas cualquier desecho de la industria y de la sociedad de
consumo que le conviniera. Persiguiendo un lenguaje directo y
una eficacia en el mensaje, BERNI cuenta cruda, y al tiempo
poéticamente, las realistas historias de sus personajes con
realidades materiales, con las mismas que las fábricas y la so-
ciedad -que les excluye y margina- desahucian, y que a su vez
encierran historias personales y colectivas. Esos materiales no
solamente enriquecerán su pintura precedente, sino que refor-
zarán poderosamente su expresividad.
En mi recreación interpretativa los actores de la representa-
ción teatral ven acrecentado el carácter grotesco propio de la
obra matérica del artista. Realmente lo grotesco, que se inició
en el Renacimiento como estética, cuenta de modo natural con
suficiente expresividad, pues es en sí mismo un recurso expre-
sivo, guiado por el horror vacui, para deformar extravagante-
mente la realidad y ridiculizarla; sin embargo, he querido incor-
porar el adjetivo expresivo en el título de la obra para enfatizar
más su idiosincrasia grotesca, extravagante, burlesca… Esta
redundancia literaria se ve correspondida plásticamente al re-
producir esos personajes y diferenciar el cromatismo de cada
uno de ellos. Tres son las magnificadas Ramonas porque su
situación la tenía forzosamente disgregada, y cinco los hombre-
cillos pues otros tantos eran sus amantes, todos iguales y dis-
tintos marchando con equidistancia militar bajo su pecho em-
briagador. Ella consigue ocultar a la autoridad, no porque des-
aparezca del lugar político sino porque no parece estar presen-
te al ser inoperante. La seriación de ambos protagonistas se
desborda de los límites por sus extremos simbolizando lo mar-
ginal (grotesco, que procede de gruta, viene a ser lo escapado
de una cueva). Los intérpretes, dentro de los márgenes o mar-
ginados, adoptan diferentes cromatismos como personalidades
singulares, sin embargo mantienen idénticos sus fundamentos.
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3.1.1. En esta tercera y
última recreación de nuevo
hago uso de la imagen
1.1.3., y extraigo de ella
los elementos con los que
construiré la actual esce-
na. De la imagen 1.2.1.
aprovecho las capas de
los personajes hombre,
perro y mujer completa,
que estaban recortados; y el busto de la mujer cartel publicitario, con algunos de los materiales que subyacen a él, lo recorto de la
imagen de referencia.
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3.1.2. La interpretación será aquí muy diferente de las dos
anteriores, para ello empiezo por cambiar el formato
concibiéndolo en vertical. Procedo rotando la imagen 90º
a la izquierda y reposicionando y redimensionando los
personajes. Primero giro al hombre, a la mujer y al perro
90º a la derecha para recuperar sus posiciones vertica-
les, y los coloco sobre el busto que he situado en la par-
te inferior; luego, aumento un poco el tamaño de la mu-
jer; el del perro lo incremento en la misma proporción e
invierto su dirección; y al hombre le aumento en mayor
medida e invierto asimismo su dirección. Las capas que-
darían dispuestas en el siguiente orden: hombre, mujer,
perro y busto femenino.
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3.1.3. Con el propósito de convertir a los personajes en blo-
ques de hielo para conformar un témpano, los desaturo
completamente y les aplico luminosidad y contraste en
distintas medidas, para lograr diferentes intensidades de
negros, grises y blancos; de igual modo añado selectiva-
mente a algunas zonas del hombre y del busto oscuri-
dad y claridad para reducir contrastes. Al saliente de la
parte inferior derecha le he dado una caída más suave
efectuando una copia del busto de la imagen anterior (la
3.1.2.), recortando el extremo derecho a conveniencia y
girándolo buscando la caída oportuna. Cada figura está
contorneada finamente en negro para poder percibir me-
jor los límites.
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3.1.4. A continuación, creo cuatro nuevas capas, selecciono
cada una de las figuras y las relleno con diferentes tonos
de azul turquesa tomados de la paleta de colores, con la
intención de aplicar colorido de cierta calidez a la frial-
dad del témpano.
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3.1.5. Posteriormente, activadas las capas turquesa de las
figuras (imagen 3.1.4.) sobre las de tonos grisáceos, ne-
gros y blancos (imagen 3.1.3.), borro selectivamente zo-
nas de las azuladas con distintos grados de opacidad,
para visualizar detalles de los personajes; además, os-
curezco algo dichas zonas del perro y del hombre modi-
ficando también levemente el tono de éste.
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3.2.1. y 3.2.2. Para crear el entorno del témpano (el agua del lago y un cielo), selecciono igualmente de la paleta un azul celeste y
otro tono más oscuro que los anteriores de turquesa.
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3.2.3. y 3.2.4. Acto seguido, someto el azul celeste a un degradado lineal con blanco y con una opacidad del 80%, y el turquesa
por su parte superior a un borrado con diversas opacidades.
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3.2.5. Así quedaría la conjunción de ambas capas, colocan-
do la del lago sobre la del cielo.
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3.3. Continúo con la construcción fotográfica colocando las
figuras en su entorno. Para este fin, activo el conjunto de
capas contenidas en la imagen 3.1.5. sobre el 3.2.5.
Posteriormente, activo los delgados contornos de las fi-
guras presentes en la imagen 3.1.3., solo que sustitu-
yendo su color negro por el malva tomado de la parte
inferior del lago. Por último, oscurezco en cierto grado e
ilumino en grado menor toda la imagen.
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3.4. Finalmente, concluyo la recreación instalándole al tém-
pano su reflejo en el agua; para lo cual hago una copia
del conjunto de capas: hombre, mujer, perro y busto;
luego, las unifico combinándolas; a continuación, invierto
verticalmente su posición y la desplazo hacia la parte
inferior del témpano ocultándola un poco bajo él, y la gi-
ro ligeramente hacia la derecha. Posteriormente, reduz-
co sutilmente su opacidad para que absorba tenuemente
la masa de agua. Para concluir con el reflejo, oscurezco
gradualmente la parte superior del mismo y borro esca-
lonada y mínimamente la inferior haciendo más presente
el agua. Ultimo el trabajo oscureciendo levemente toda
la imagen
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TÍTULO: “Témpano”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una toma propia realizada a “La
gran tentación”, obra de Antonio Berni efectuada en 1962 e
instalada en el museo Malba de Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta tercera y última recreación de “La gran tentación”
cambia radicalmente de semblante al abandonar decididamen-
te el ámbito de la socialización de las precedentes y acercarse
a la naturaleza. El contenido semántico ya no es aquí, pues,
las complejas relaciones humanas, con sus contradicciones y
miserias, sino la inserción serena de los individuos en el medio
natural; así, lo grotesco y estridente de la obra de referencia y
de mis interpretaciones de ella previas se torna armonioso, ca-
si místico, aunque persista la extravagancia formal de los per-
sonajes eréctiles que piden para la obra una disposición de
formato vertical. El protagonismo lo mantienen los dos indivi-
duos que ya lo tenían en el par de recreaciones anteriores, y
se incorporan la mujer del cartel publicitario con los elementos
que permanecen bajo ella y el perro nuevamente. Los persona-
jes conservan sus peculiaridades formales, pero modifican sus
dimensiones, sus posiciones (con ello su interrelación) y su
cromatismo, tornándose en luminoso témpano, de ahí el título
de la obra, mimetizado aparentemente con el entorno acuoso y
aéreo, pues al tomar técnicamente su colorido de las propias
figuras es éste quien se mimetiza con ellas.
Naturalmente el témpano que refiero aquí es de hielo, es
un iceberg o masa de agua helada que se desprende de un
glaciar y que sobresale de la superficie de un lago o mar flo-
tando en ella; y ha sido la circunstancia de haber vivenciado la
presencia de témpanos en diversos lagos argentinos y de ha-
berme conmovido ante ellos, como lo había hecho delante del
trabajo de A. BERNI interpretado, la que me indujo a estable-
cer diversas asociaciones entre ambas realidades y materiali-
zar esta síntesis. Sucede que en su país natal sus criaturas ar-
quetípicas del entramado social, Juanito Laguna y Ramona
Montiel, son de dominio público, son como personajes del có-
mic o de la literatura que han logrado sensibilizar a los ciudada-
nos e irrumpir en la calle penetrando en el folclore, como si
realmente existieran. Esa popularidad alcanzada me hizo, sal-
tando al plano plástico, asimilarla a la de los glaciares con sus
lagos y témpanos.
Ocurre igualmente que el autor, desde su filosofía marxista,
denunciaba crudamente con su narrativa visual el influjo negati-
vo de una estructura económica injusta en la vida de las perso-
nas y sus relaciones; pero, también desde ella, apelaba a la vi-
talidad y a la esperanza de superación. La frialdad, entendida
como insensible dureza, que acompaña a los personajes de
BERNI y que subyace a la sociedad que los acoge y excluye,
se identifica aquí con los gélidos bloques flotantes en el agua;
mas a su frialdad va asociada la cierta luminosidad que mues-
tran. Así, intentando armonizar el contraste existente entre la
naturaleza gélida del hielo y su luminosidad, las masas heladas
simbolizan esa situación socio-económico-política de frialdad
estructural con sus nefastas repercusiones, pero su discreta
irradiación alude a la expectativa de trasformación; de este mo-
do procuro suavizar el severo enfoque de las recreaciones an-
teriores, coincidente con la obra original de BERNI. El delicado
cromatismo azulado que acoge el témpano y el conjunto sinto-
nizando con él se hacen eco de ello, aun así persiste matizada
la estructura de fondo, por ello la luminosidad no es ardiente. Si
la “La gran tentación” transforma desechos aderezados con
pintura en personajes, manteniendo su esencia “Témpano” los
trueca en ello mismo, sustituyendo una presencia vertiginosa
por otra tan sosegada que resulta más bien fría y el medio té-
rreo por el acuoso, para acabar reemplazando la mater tierra
por la madre agua, estableciendo un parangón entre los témpa-
nos (hielos con una parte emergida y otra sumergida, que flotan
navegando y que se van derritiendo formando parte del agua
líquida del entorno) y la vida de los individuos en la sociedad.