FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
Redención del Corazón
1. DESTELLOS DE ESPERANZA
PARA EL HOMBRE HISTÓRICO
Nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en ti.
San Agustín
Introducción
El pecado original constituye una separación de Dios con el hombre , pero Cristo nos ha
reconciliado, luego del quebrantamiento de la comunión con Dios, el hombre y la mujer pierden
su inocencia originaria y la capacidad de comunicarse recíprocamente, con ello también
desaparecen la sencillez y pureza esencias para alcanzar la plenitud.
Sin embargo el hombre como ser amadísimo de Dios no queda despojado en su
inconmensurable amor, Dios se revela mediante Jesús, quien nos habla de la intensión de la
mirada, Él apela a la conciencia, es decir a la pureza de corazón como destello de esperanza para
retomar la plenitud perdida.
En el sermón de la montaña Cristo nos dice: Habéis oído que se dijo: No cometerás
adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con
ella en su corazón”
Cristo hace mención a lo que se dijo refiriéndose a la Ley de Moisés, pero luego Cristo
nos lleva a entender que no es tanto la acción externa sino la dinámica interior que hace que al
final concluya en la acción que no es propia al amor. La ley a la que se refiere Cristo es la que
toda conciencia reconoce, no solo lo que dice la ley escrita, aquí se hace referencia a una
exigencia más profunda y evangélica ha no cometer adulterio ni con el corazón, ni siquiera entre
los esposos a reconocer la verdad y dignidad en la persona humana y no hacer del otro un juguete
de nuestros antojos.
Desarrollo
Se transfiere el significado del adulterio del cuerpo al verdadero adulterio del corazón a
lo que ve Dios, porque se mira al otro de la manera que le cosifica. El lugar donde se juega el
destino humano es en el corazón, las sagradas escrituras nos enseña en Mt 15, 19-20:
“Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos,
falsos testimonios, injurias. Eso es lo que contamina al hombre; que el comer sin lavarse las
manos no contamina al hombre”
Un paso directo al nuevo ethos , que es esa atracción interna hacia los valores que son
buenos, lo bello y verdadero que se descrito en nuestro corazón, se debe ir a la raíz para enmendar
2. la raíz, las palabras con la que se fundamenta el nuevo ethos exige un enraizamiento en la
antropología , el conocimiento de la persona humana.
Toda persona es imagen de Dios porque lo ha recibido de Dios, es un don que se recibe,
tenemos que ser imagen de Dios a los demás, un don que hay que ofrecer.
La comunión de los conyugues también es imagen de Dios no solo por separado, cada
persona es imagen de Dios pero insustituible, es decir cada persona refleja a Dios de una manera
que nadie puede interpretar.
La mujer es mejor reflejo del Espíritu Santo, el varón es una realidad creada por Dios de
un modo que la mujer no puede revelar y así en su inversa.Cuando se mira con deseo al otro, se
cae en el adulterio del corazón porque divide y se tiende a convertir al otro en objeto de
apropiación, esto nos quita la libertad y nos hace incapaz de promover y alcanzar la unión como
comunión personal redescubriendo el significado profundo de la sexualidad.
La relación adecuada no es la que se instrumentaliza para satisfacer egoísmos, Cristo nos llama
a una verdadero pureza de corazón, es decir una actitud de castidad.
La pureza de corazón y la actitud de castidad pueden por medio de la gracia de Dios hacer el
amor más fuerte que la muerte, esta es la verdadera esperanza para el hombre histórico, es el
matrimonio la anticipación de la redención del cielo.
Conclusión
Es en la castidad donde se ordena todo el mundo de la sexualidad al amor. Hablamos de amor
entendido como la decisión de buscar el bien de la otra persona. La castidad se adquiere
afirmando ante la otra persona una actitud de amor. Y en la medida que uno va haciendo de esta
afirmación del amor una actitud permanente y vital, va adquiriendo el hábito de la castidad.
Puede que frente a una situación de debilidad se termine haciendo cosas que no quería hacer. Lo
importante es tener en cuenta que no se pierde todo cuando realiza dicho acto. En efecto, así
como un acto no basta para construir un hábito, un acto no basta para destruirlo. Para quienes
buscamos practicar la castidad, lo importante es no perder las esperanzas frente a alguna caída.
La pureza de corazón es la bienaventuranza que posee una de las más hermosas de las promesas,
ver a Dios, la plenitud y felicidad que sacia el corazón del hombre.
El verbo se hizo carne para regalar humanidad y a través de ella regalar divinidad.