La fotografía abstracta implica la pérdida del referente real y la oportunidad de encontrar nuevos significados imaginarios en las formas. Al descontextualizar y desenfocar objetos, utilizar velocidades de obturación extremas, o ver todo como meras formas, la fotografía abstracta cambia el significado tradicional del referente y permite nuevas herramientas expresivas como el monopié, macro, composición y rotación de imágenes.