2. La tarea de cuidar implica sobrecarga,
situación de riesgo y vulnerabilidad para la
persona cuidadora.
3. ¿CUÁL ES EL PERFIL DEL CUIDADOR DE UNA
PERSONA DEPENDIENTE?
Mujer u hombre de edad media que:
•familiar directo del afectado (pareja, madre,
padre, hijo, hija…),
•muy voluntariosa,
•trata de compaginar el cuidado de su familiar
con sus responsabilidades ordinarias,
•cree que ésta será una situación llevadera
•espera ser ayudada por su entorno más cercano.
4. ¿QUÉ OCURRE CON EL CUIDADOR?
Conforme el tiempo va pasando el cuidador poco a poco:
•va asumiendo una gran carga física y psíquica,
•se responsabiliza por completo de la vida del afectado
(medicación, visitas médicas, cuidados, higiene,
alimentación, etc.),
•va perdiendo paulatinamente su independencia ya que el
enfermo cada vez le absorbe más.
•se desatiende a sí mismo: no toma el tiempo libre
necesario para su ocio, abandona sus aficiones, no sale con
sus amistades, etc. y acaba paralizando, durante largos
años, su proyecto vital.
•Y es que “el tiempo no lo cura todo”… Conforme pasa el
tiempo, la calidad de vida del afectado puede mejorar,
mientras que la del cuidador va decayendo.
5.
6. PRINCIPALES SÍNTOMAS DE ALERTA DEL SÍNDROME DEL
CUIDADOR
Los principales síntomas de alarma que nos deben hacer
sospechar la existencia del Síndrome del Cuidador son:
•Agotamiento físico y mental
•Labilidad emocional: cambios de humor repentinos
•Depresión y Ansiedad
•Conductas de consumo abusivas: tabaco, alcohol
•Trastorno del sueño
•Alteraciones del apetito y del peso
•Aislamiento social
•Dificultades cognitivas: problemas de memoria,
atención
•Problemas laborales
7. Signos de sobrecarga de estrés:
•Ansiedad.
•Ira excesiva hacia la persona que cuida, hacia su
familia o hacia usted mismo.
•Cansancio extremo.
•Problemas de salud (como acidez estomacal,
dolores de cabeza, o contraer una serie de
resfriados o gripe).
•Irritabilidad.
•Problemas de sueño (dormir demasiado o no
dormir lo suficiente).
•Aislamiento social.
8. Signos de depresión:
•Cambios en el apetito. Pérdida o aumento de peso.
•Llorar con facilidad o sin ningún motivo.
•Sentirse triste, abatido o inútil.
•Sentirse más lento, o inquieto e irritable.
•Sentirse sin valor o culpable (baja autoestima).
•Dolores de cabeza, dolores de espalda o problemas
digestivos.
•Pérdida de interés en las relaciones sexuales.
•Falta de interés o de placer en las actividades que solía
disfrutar.
•Problemas de sueño (dormir demasiado o no dormir lo
suficiente).
•Pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
•Problemas para recordar cosas, concentrarse o tomar
decisiones.
9. 1-Cuidar nuestro cuerpo:
-Alimentación equilibrada: Importancia de la
alimentación correcta en el cuidador/a, composición
de una dieta equilibrada y frecuencia en el consumo
de los alimentos (pirámide de la alimentación).
- Ejercicio y actividad física: beneficios del ejercicio,
aspectos relacionados con el ejercicio, cómo hacer el
ejercicio físico, limitaciones / contraindicaciones en
la práctica del ejercicio físico.
10. -Sueño y descanso: recomendaciones de higiene del
sueño, (decálogo PAPMAP), uso de hipnóticos
prescritos por el médico, importancia del descanso
en el cuidador/a, asegurar el relevo puntual.
-Control de la ansiedad: reconocer situaciones que
crean ansiedad en el cuidador y evitarlas, cómo
disminuir la ansiedad.
- Relajación: Existen multitud de ejercicios o
formas de relajarse, pero una forma sencilla es
hacer algo que no guste.
11. 2. Cuidar nuestra mente. Autocuidados
emocionales:
- Reconocer y aceptar los sentimientos que la
situación nos provoca (satisfacción, tristeza,
culpa, etc. ), valoramos como persona y valorar lo
que hacemos poniendo límites al cuidado.
- Equilibrar las situaciones estresantes con otras
gratificantes, buscando siempre tiempo para sí,
para descansar y disfrutar, para las amistades, etc.
12. 3. Cuidar las relaciones.
- Recurrir al entorno y buscar apoyo.
- Relacionarse mejor con la persona cuidada supone
fomentar la relación interpersonal de ayuda. La
persona cuidada experimenta la enfermedad y/o
incapacidad con la consiguiente dosis de sufrimiento y
diferentes sentimientos.
- Buscar un reparto de tareas y cambios en la vida
familiar, reorganización de la vida social y utilizar los
recursos existentes en la comunidad para aliviar la
carga que soporta la persona cuidadora.
13. Reacciones emocionales en la persona cuidadora.
Los sentimientos que experimenta el cuidador/a son
reacciones lógicas que se corresponden con la
situación de cuidar, que a veces es dura y difícil.
Es importante y positivo reconocerlas porque les va a
ayudar a entender lo que les está pasando.
En general , las mujeres suelen sentir mucho las
emociones y sentimientos.
Esto es positivo, pero no han de perderse, ni agobiarse
con ello.
14. Tristeza: A medida que va evolucionando la
enfermedad se va apoderando del cuidador/a un
sentimiento de tristeza al comprobar que la persona
a la que quiere ya no es la que era.
Enfado: Es otro de los sentimientos más comunes
que surgen en la vida de un cuidador/a. El hecho de
enfadarse con facilidad, surge normalmente cuando
debido a la enfermedad del familiar, la persona
cuidadora comienza a notar el desgaste físico y
psíquico del tener que cuidar.
Reacciones emocionales en la persona cuidadora.
15. Depresión: En diferentes ocasiones los cuidadores
principales presentan tristeza, desencanto,
desilusión, apatía, insomnio, fatiga general, etc.,
que conducen a la depresión.
16. Soledad: La persona cuidadora experimenta como
poco a poco se va alejando del resto de las
personas y se va cerrando cada vez más en su
burbuja, dedicándose únicamente a la persona
cuidada.
Va dejando muchas cosas en el camino: familiares,
amigos/as, profesión,... y no se siente capaz de
entablar nuevas amistades.
Una manera de ahuyentar la soledad es implicar a
la familia, procurar permanecer unidos e intentar
relacionarse con otras personas.
17. Culpa: Muchas personas se torturan
pensando cuál es la causa por la que su
familiar se encuentra en esa situación y
recuerdan, con frecuencia, algún hecho
negativo o alguna discusión con el enfermo/
a, haciéndoles sentir mal y culpables por
haber actuado de tal o cual manera.
19. HIGIENE POSTURAL.
Las principales repercusiones físicas en el cuidador/a
son las derivadas de la manipulación del paciente,
sobre todo en la fase de encamamiento, o de
ayudarles a vestirse, bañarse, ayudar a levantarse,...
que afectan al sistema osteomuscular, como dolores
de espalda (lumbago, ciáticas, hernia discal,
problemas cervicales, ...) o tendinitis en las
extremidades superiores, entre otras.
En la prevención de posibles repercusiones físicas en
el cuidador/a, va a tener una gran relevancia el
mobiliario de que dispone, y su utilización, las camas
articuladas, los sillones articulados, los colchones
antiescaras
20. ¿Cómo esta tu espalda?
¿Te duele?
¿Pues será mejor que te
cuides?¿Porque sino,
quien me va a cuidar a mi?
21. ¿Qué puede hacer que me duela la espalda?
•Factores genéticos
•El mal uso de la espalda
•La edad
•La falta de ejercicio
•El estrés
•La obesidad
•La osteoporosis
•Las malas posturas
•La artrosis
22. Al caminar
Camine con la cabeza erguida y los dedos de los
pies derechos. Relaje los brazos y deje que su
balanceo natural equilibre el movimiento de las
piernas.
23. De pie
No permanezca de pie, parado, durante largos
periodos de tiempo.
Si debe hacerlo, procure apoyar un pie en algún
objeto (como una caja o un taburete bajo), de
manera que quede más alto que el otro, y alterne
con frecuencia la postura.
24. Al agacharse
Cuando deba agacharse no doble la espalda, sino
las caderas y las rodillas.
Esto es especialmente importante si debe levantar
objetos pesados: póngase en cuclillas y mantenga
la espalda recta.
25. Al levantar objetos
Levante objetos sólo hasta la altura del pecho y
sostenga los objetos junto al cuerpo.
Evite levantar objetos por encima de los hombros y no
tuerza la espalda mientras levanta pesos.
26. Sentado
Siéntese en sillas que le permitan apoyar los pies en
el suelo y mantener las rodillas en línea con las
caderas.
Tronco y muslos deben formar un ángulo de 90
grados.
Mantenga la espalda recta; apóyela en el respaldo.
Evite recostarse en la silla porque arqueará la
espalda.
Procura no permanecer sentado mucho tiempo. Da
un breve paseo cada media hora.
27. Al dormir
Duerma sobre un colchón firme (ni muy blando ni
excesivamente duro) y con una buena base.
Use almohadas que se adapten a la forma del cuello
y que no sean ni muy planas ni muy gruesas, de
modo que su cabeza quede en línea con su espalda.
La mejor postura para su espalda es la de lado, con
las rodillas dobladas o con la espalda sobre el
colchón y una almohada bajo las rodillas.
28. Indumentaria
No use zapatos de tacón alto, ni totalmente planos;
lo ideal son unos 3-4 centímetros. Para largas
caminatas o cuando deba permanecer en pie mucho
tiempo, una faja que sujete la región baja de la
espalda, le hará la tarea más llevadera.
29. Realice ejercicios para la espalda, pero cerciórese de
que sean los adecuados y estén encaminados a
fortalecer todos los grupos musculares por igual, sin
primar el desarrollo de unos en detrimento de otros,
lo cual provocaría alteraciones en el sistema de
sujeción natural de la espalda.
Caminar con el calzado adecuado y nadar son dos de
los mejores ejercicios para su espalda.
Manténgase en su peso, la obesidad supone una
sobrecarga también para su espalda.