Los Falsos Maestros

Los Falsos Enseñadores
Los Falsos Enseñadores www.slideshare.net/jorgeromerodiaz3 Página 1
Definición, Relación y actitud para con ellos.
Introducción: Los Falsos Enseñadores
A modo de introducción, ya que se trata de una serie de estudios sobre algunas de las
doctrinas más combatidas del Nuevo Testamento, lo haremos en su idioma original, el
griego, estudiaremos principalmente en la 2ª epístola del apóstol Juan, la cual es una
porción de las Sagradas Escrituras no tan estudiada, pero que presenta claramente la
relación que debemos tener para con los falsos enseñadores.
El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en verdad -y no sólo yo,
sino también todos los que han conocido la verdad- a causa de la verdad que
permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre: La gracia, la
misericordia y la paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estarán
con nosotros en verdad y amor. Me alegré mucho al hallar de entre tus hijos quienes
andan en la verdad, conforme al mandamiento que hemos recibido del Padre. Y ahora
te ruego, señora, no como si te escribiera un nuevo mandamiento, sino el mismo que
teníamos desde el principio: que nos amemos unos a otros. Y éste es el amor: que
andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento en que habéis de andar,
como habéis oído desde el principio. Porque muchos engañadores han salido al mundo,
quienes no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne. Tal persona es el engañador
y el anticristo. Mirad por vosotros mismos para que no perdáis las cosas en que hemos
trabajado, sino que recibáis abundante recompensa. Todo el que se extravía y no
permanece en la doctrina de Cristo no tiene a Dios. El que permanece en la doctrina,
éste tiene al Padre y también al Hijo. Si alguien va a vosotros y no lleva esta doctrina,
no le recibáis en casa, ni le digáis: "¡Bienvenido!" Porque el que le da la bienvenida
participa de sus malas obras. (2Jn 1:1-11 RVA1989)
2. Definición
En primer lugar, debemos establecer que queremos decir por falsos enseñadores, por
supuesto, lo será cualquier persona que enseña lo que no es verdad. pero por el temor
de que tal vez nosotros, aunque fuere en algunos puntos menores enseñemos lo que
no es completamente conforme a la verdad, tenemos que limitar esa definición; existen
tantas diferencias de opinión entre verdaderos hermanos que sí vamos a tratar de falso
enseñador a cualquiera que no cree exactamente como nosotros dividiremos
sobremanera a la Iglesia.

Por tanto; tenemos que trazar una línea sobre ciertas doctrinas, porque son de suprema
importancia, y creo que podemos resumirlas en lo mínimo a esto:
1) La Santa Trinidad de Dios, Él es un ser divino e infinito, en el cual hay 3
subsistencias, el Padre, el Verbo o Hijo, y el Espíritu Santo, de una substancia, un
poder y una eternidad, teniendo cada uno toda la esencia divina, pero la esencia
indivisa.
2) El nacimiento virginal de nuestro Señor Jesucristo, engendrado por el Santo
Espíritu en María siendo ella virgen, punto vital qué tantos atacan o rebajan.
3) La salvación por gracia, por la sangre de Cristo.
A quien no trae estas doctrinas, con buena razón podemos decir que es falso
enseñador. Hay 3 palabras claves en esta epístola: “Verdad”, “Amor” y “Engañadores”.
y estudiaremos algo a su respecto.
1º La Verdad: En la primera epístola del apóstol Juan la palabra clave era “amor”, en
esta segunda carta nos dice que la “verdad” es lo que produce el amor (v.1), y ese amor
se limita a la familia de Dios. Los hijos de Dios debemos amarnos los unos a los otros.
Dicho amor es porque tenemos una común verdad, porque hemos llegado a Jesucristo,
y por ello nos amamos los unos a los otros. Esa es la suma total y la substancia de esa
epístola. Ahora, ¿qué podemos decir en cuanto a esta segunda epístola, cuando una
de las palabras clave es la «verdad»?
El versículo 1 dice: a quienes yo amo en verdad -y no sólo yo, sino también todos los
que han conocido la verdad. Lo que el apóstol Juan nos dice es que conocer la verdad
produce el amor entre los creyentes, en su evangelio capítulo 14 y versículo 6 nuestro
Señor Jesucristo dijo: “Yo soy el camino, y «la verdad», y la vida”, Él no dijo: “Yo soy
amor”, sino “Yo soy el camino, y «la verdad», y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí”. Usted tiene que ir al Padre por medio de Jesucristo. No hay ningún otro camino.
¿Por qué? Porque Él no sólo es el camino, sino que es «la verdad» también. Cuando
recibimos a Jesucristo en nuestras vidas como Señor y Salvador, el permanece con
nosotros para siempre.
Volviendo al v.1 notemos la palabra traducida «conocido», ‘esta es la traducción de la
palabra griega «egnokótes» (G1097), participio del pluscuamperfecto del verbo
«conocer», este tiempo pluscuamperfecto en el griego tiene un significado especial y
notable, significando una acción que ha sido hecha en tiempo pasado y terminada, pero
cuyos resultados continúan, por ejemplo; si digo en ese tiempo, “que yo he visto”,
significa que en un tiempo anterior vi y termine de ver, pero el recuerdo de aquella visión
permanece conmigo, en alguna manera este tiempo presenta siempre la idea de un

resultado de aquella acción que continúa hasta hoy.
Así pues, cuando dice: «todos los que han conocido la verdad», significa que no sólo la
conocieron en un tiempo, sino que las siguen conociendo hasta hoy. Luego dice: «por
la verdad que permanece en nosotros», no se trata de una fe solo por algún tiempo, o
en ciertos momentos de nuestra vida, sino creer en la Verdad permanentemente, es
decir; para siempre.
Luego en el versículo 4 dice: «Me alegré mucho al hallar de entre tus hijos quienes
andan en la verdad» y la palabra traducida «andar» en griego es «peripateo» es decir
el andar habitual de aquí para allá, así que se trata no de estar en la verdad de vez en
cuando, sino de retener un andar continuo y habitual en la verdad. Todo esto pone
énfasis sobre la necesidad de permanecer en la verdad.
Pero podemos notar también cuáles son las verdades enfatizadas aquí, lo cual vemos
en el versículo 3 qué dice: «La gracia, la misericordia y la paz de parte de Dios Padre y
de Jesucristo, el Hijo del Padre» ¿qué necesidad había de agregar esto último?
sabemos que es verdad que el Señor Jesucristo es en todo sentido el Hijo del Padre, y
si queremos saber lo que quiere decir «El Padre», únicamente tenemos que repasar
algunos versículos de la 1ª epístola del apóstol Juan, tantas veces se usa «El Padre»
en el sentido de nuestro Padre Dios por ejemplo en el capítulo 1 versículo 2 leemos:
«-la vida fue manifestada, y la hemos visto; y os testificamos y anunciamos la vida eterna
que estaba con el Padre y nos fue manifestada-» esto no quiere decir otra cosa, sino
que El Verbo siempre ha estado, está, y estará con Dios Padre.
En el capítulo dos y versículo uno de su primera epístola Juan dice: «Hijitos míos, estas
cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del
Padre, a Jesucristo el justo.» así podríamos mirar varios versículos más, pero por no
ocupar tanto espacio lo dejamos. Entonces vemos, que la necesidad de agregar «Hijo
del Padre», es la de enfatizar la plena divinidad de Cristo.
Y semejantemente en el versículo 7 dice: «Porque muchos engañadores han salido al
mundo, quienes no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne.» esta es una
expresión que tal vez nos parezca extraña: «que Jesucristo ha venido en carne.», la
encontramos una vez más en los escritos del apóstol Juan, si sabemos algo de una de
las primeras herejías en la Iglesia cristiana: «el gnosticismo» veremos que uno de sus
dogmas era que el Señor Jesucristo sólo parecía tener un cuerpo humano, y solo
parecía sufrir y morir, que Él era superior a toda cosa material, y por eso no podía tener
un cuerpo material, un cuerpo de carne.

Pero Juan insiste en que Jesucristo ha venido «en carne», es lo mismo que leemos en
tantos pasajes de las escrituras: «tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente»; «aquel que
tomó forma de siervo y fue hecho en la semejanza del hombre», y tantos otros pasajes
que podríamos mencionar, merece leerse en esta conexión 1ª Timoteo 3:16:
«Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne,
justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído
en el mundo, y recibido arriba en gloria.» (1Ti 3:16 RVA1989)
Bueno, llegamos ahora a la 2ª palabra de nuestro estudio, y ella es la palabra «amor»
del griego «ágape».
En el griego hay 4 palabras que expresan amor, pero aquí solo hablaremos de dos de
ellas, tal vez algunos habrán oído el notable caso de distinción entre «Agápeo» y
«Fileo», ellas se encuentran en el capítulo 21 del Evangelio del apóstol Juan, la palabra
«agápeo» quiere decir amor, y la palabra «fileo» también quiere decir amor, pero en un
distinto grado.
Recordamos el caso citado del encuentro de Cristo con Pedro y los demás discípulos
en la playa del lago de Tiberias, y el Señor recordando las grandes promesas qué Pedro
había hecho antes de negarle, le pregunta: «Simón hijo de Jonás, ¿me amas? o ¿me
agapas? Le dijo: —Sí, Señor; tú sabes que te filo. Jesús le volvió a decir por segunda
vez: —Simón hijo de Jonás, ¿me agapas? Le contestó: —Sí, Señor; tú sabes que te
filo. Jesús le dijo por tercera vez: —Simón hijo de Jonás, ¿me filas? Pedro se entristeció
de que le dijera por tercera vez: "¿Me filas?"».
Traducido al castellano tal vez la forma más exacta sería que Cristo le pregunto:
«Simón, hijo de Jonás ¿me amas? y Pedro contestó: sí Señor, tú sabes que yo te
quiero», no se atrevía a decir amor en ese sentido divino, en ese sentido altísimo, pero
sí profesaba que por lo menos era su amigo y le quería. Bueno, lo notable es la manera
en que el amor y la verdad son entretejidos en esta epístola.
Recordemos el mandamiento que nos ha dado: «qué os améis los unos a los otros», y
siempre tengamos presente que debemos permanecer en ese mandamiento, y el amor
mencionado allí, el amor que requiere ese mandamiento, no es el «fileo», sino el
«agapeo», es decir, el amor que no nace de nosotros, sino el que nace de Dios.

Es el amor con que Dios nos amó «de tal manera que dio a su Hijo unigénito». Es el
amor fruto del espíritu: «porque el fruto del espíritu es amor «agapeo», y tal es el amor
que debemos tener el uno para el otro.
La verdad no es simplemente algo que estudiamos o creemos; es una fuerza
motivadora en nuestras vidas. No es suficiente saber la verdad; debemos mostrarla
mediante nuestras acciones en dondequiera que estemos. Incluso, aún debemos tener
amor para con los falsos enseñadores, aunque por supuesto con ciertas limitaciones.
La Santa Palabra de Dios dice que debemos hablar la verdad en amor. Hay quienes
quieren hablar la verdad sin amor, y hay otros, que ponen tanto énfasis en el amor, que
olvidan la verdad.
En el versículo 6 se nos dice que «Y éste es el amor: que andemos según sus
mandamientos. Este es el mandamiento en que habéis de andar, como habéis oído
desde el principio».
Aunque sin duda debemos amar a los étnicos y a los publicanos, nos es igualmente
claro que el amor no puede ser igual al amor qué tenemos el uno para con el otro los
que estamos en Cristo.
El hecho de no estar en la verdad no debe quitar a nadie de ser objeto de nuestro amor
(filo), pero si les quita el de participar de nuestra comunión cristiana, e igualmente les
quita de aquel amor (ágape) cercano que nace del Señor, y se manifiesta solo entre los
que verdaderamente somos del Señor Jesucristo.
«Tenle por étnico(G1482)
y publicano(G5057)
» Los tales eran naturalmente aborrecidos en
gran manera por el pueblo. Se les clasifica entre los «pecadores» y había una barrera
infranqueable entre estas dos clases de personas. (Mat_9:10-11; Mat_11:9; Mar_2:15-
16; Luc_5:30; Luc_7:34; Luc_15:1); con las rameras (Mat_21:31-32); con los «ateos o
gentiles» (Mat_18:17), y creo que también se aplica en este caso de los falsos
enseñadores.
Debemos tener amor para ellos exactamente como lo tenemos para el incrédulo, pero
no como tendríamos para con un verdadero hermano en el Señor.
La palabra griega «peripateo» es muy interesante, esta se refiere al andar habitual, al
de nuestra manera de comportarnos en nuestro “caminar” habitual, el apóstol Juan la
usa de tres cosas:
1) «Andar en la verdad» versículo 4.

2) «Andar en sus mandamientos» versículo 6.
3) «Andar en Él» versículo 6
Tal debe ser el andar del cristiano, su andar habitual, debe ser en la verdad, en Sus
mandamientos, y en el Señor.
Bien, ahora llegamos a la tercera palabra, qué recordarán que era: «engañadores», su
marca es según vemos en el versículo 7, que niegan la verdad:
«Porque muchos engañadores G4108
han salido al mundo, quienes no confiesan que
Jesucristo ha venido en la carne. Tal persona es el engañador G4108
y el anticristo G500
.»
(2Jn 1:7 RVA1989)
La palabra “engañadores” procede del vocablo griego “planos” G4108, que significa
«vagabundo», de donde se deriva el término “planeta”. En el mundo antiguo, el
movimiento de los cuerpos celestes era estudiado y registrado (zodiaco). Las estrellas
se presentaban de forma estable, pero algunas de ellas (por ejemplo: los planetas)
tenían un movimiento irregular; por ello los antiguos les llamaban “vagabundos”, lo cual
fue utilizado metafóricamente para señalar a una persona corruptora o engañosa,
aquellos que se alejaban de la verdad. Los falsos maestros no solamente creen
erróneamente que están en lo correcto, sino que ignoran el Evangelio. En los escritos
Joaninos tanto los fariseos como los falsos maestros se rebelan contra la clara Luz que
les ilumina; en consecuencia, su rebelión se caracteriza como “un pecado
imperdonable” o “pecado mortal”. La tragedia consiste en que causan la destrucción de
quienes les siguen. El Nuevo Testamento revela claramente que al aparecer los falsos
maestros causaron grandes problemas (lea Mateo 7:15; 24:11, 24; Marcos 13:22; I Juan
2:26; 3:7; 4:1).
El camino de los engañadores es errático, y buscan desencaminarnos de la verdad, son
¡anticristos! Esta es una palabra muy interesante, formada por la preposición griega
«anti» y del nombre «cristos».
«Anti» significa lo que está frente a frente, y de este resultan dos ideas:
1º una idea de antagonismo, frente a frente como para pelear;
2º Una idea de suplantación, el uno tomando el lugar del otro.
¡Y justamente estas dos ideas ocurren en la palabra «anticristo»!

Ahora bien; el texto griego dice «anticristos», en plural, el anticristo es aquel quien
está contra Cristo, pero a la vez procura reemplazarlo, procura imitarlo y tomar su
lugar.
El resultado de su obra lo encontramos en el versículo 8:
«Mirad por vosotros mismos para que no perdáis las cosas en que hemos trabajado,
sino que recibáis abundante recompensa.»
¿Si viene un falso enseñador y logra convencerme de sus errores estoy perdido? Bueno,
sí soy perdido desde el principio, todavía sigo perdido, pero si no estoy perdido, sino
que verdaderamente fui salvado, soy salvado para siempre, y viene un falso enseñador,
y me convence pierdo mi galardón.
Hay grados de recompensa celestial en proporción a los grados de capacidad de recibir
la bienaventuranza celestial. Todo vaso que pertenece a Cristo tendrá su pleno gozo.
Pero cuanto más grande es el vaso, tanto mayor será su capacidad de recibir aquella
felicidad. El que con una mina ganó otras diez, recibió la autoridad sobre diez ciudades.
El que granjeó cinco minas recibió cinco ciudades; cada uno según su capacidad de
gobernar y en proporción a su fidelidad. Véase 1Co_15:41. “No existe tal cosa como
media recompensa para los santos. O se pierde toda, o se recibe completa; y esta última
solo se recibe si estamos en plena comunión con Dios”. [Bengel.]
He conocido algunas personas que posiblemente en un principio habían
verdaderamente conocido al Señor, pero que se volvieron de «la iglesia de la
prosperidad» o de alguna de las muchas sectas seudocristianas, que tanto abundan
hoy, y ciertamente andan muy lejos del Señor, pero supongamos que uno de ellos
hubiera verdaderamente recibido al Señor en su juventud, y después por causa de un
falso enseñador fue desencaminado, y anda en un camino contrario al Señor, y llega un
día a la presencia de Cristo, por gracia de Dios llega, ¿pero qué galardón puede El
Señor darle por su obra?
«Mirad por vosotros mismos para que no perdáis las cosas en que hemos trabajado,
sino que recibáis abundante recompensa.»
«la obra de cada uno será evidente, pues el día la dejará manifiesta. Porque por el fuego
será revelada; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará. Si permanece
la obra que alguien ha edificado sobre el fundamento(Jesucristo)
, él recibirá recompensa.
Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero

apenas, como por fuego» (1Co 3:13-15 RVA1989)
Veamos otras palabras interesantes en el versículo 9: Todo el que se extravía.
En distintos manuscritos hay dos diferentes palabras griegas usadas aquí, en unos dice:
«Parabaino», qué significa «transgredir o cruzar la línea», en otros manuscritos se lee:
«proago» qué significa «qué va más allá», Los falsos maestros pretenden ser
progresistas, avanzados, personas de mente abierta y aventurera.
¡Qué descripción exacta son ambas palabras de las doctrinas seudocristianas! De
aquellas que promueven la prosperidad económica, que decretan, atan al diablo, etc.
Estos pretenden ir más allá de la verdad, y al hacerlo, se hacen transgresores, cruzan
la línea que Dios ha revelado en Su Santa Palabra.
Juan no está condenando el pensamiento avanzado; lo que dice es que Jesucristo debe
ser la piedra de toque de todo pensamiento, y que todo aquel que pierda contacto con
Él no se puede mantener en la verdad, cualquiera que se desvía, o que va más allá de
lo que dice la Biblia, transgrede, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios.
Vemos que no se puede disminuir el valor de la verdad, pues nuestra fe es un cuerpo
de doctrinas que recibimos como la verdad, y que nos dirige a la persona misma del
Señor Jesucristo. Y así le recibimos y le tenemos a Él en nuestro corazón.
Pero el que va más allá de la verdad, dice Juan; no tiene a Cristo, no tiene a Dios. El
que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. Cosa maravillosa
es que las 3 personas de la Santísima Trinidad moran en el corazón de cada creyente.
Pero el que se sale de la verdad, la verdad que nos conduce a Cristo no puede tener tal
morada en sí.
3º Relación y Actitud para con ellos
También se nos dan algunas instrucciones sobre cómo debemos tratar con ellos. «Si
alguno llega y no lleva esta doctrina, no lo recibáis en casa ni le digáis: Bienvenido;»
No lo recibáis en casa: supongo que esto no quiere decir, ya que nos habla de amor,
que si uno de estos falsos enseñadores llega a nuestra puerta en medio de una terrible
tormenta y nos pide refugio, le neguemos nuestra ayuda, Cristo no habla así a nadie:
«Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo; pero Yo os
digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen; para que seáis hijos

de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y
hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón
tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos? Y si sólo saludáis a vuestros
hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen también así los gentiles? Vosotros
pues sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mat 5:43-48 BTX3)
Pero si quiere decir, que si uno de estos viene a nuestra casa, y nosotros sabemos qué
se trata de falsos enseñadores que traen doctrinas falsas, no debemos decirles:
“Sea bienvenido, usted puede usar mi casa para predicar, puede tener todas las
reuniones que quiera”. Solo quien no entienda la diferencia entre la verdad y el error
podrá decir cosa como esa, pero en cuanto sepa qué se trata de un enemigo del Señor,
no puede, ni debe hacer nada para ayudarle en su obra, ni invitarlo a participar en la
obra del Señor.
Podemos tratarle cortésmente, debemos amar a nuestros semejantes, pero no
podemos darle ayuda en su obra.
Ni tampoco decirle «bienvenido», la palabra griega usada aquí es «Jaíro» qué significa
decirle «gozo», la cual era una forma de saludo, es la misma palabra que usa el ángel
Gabriel con María, tal forma de saludo, más o menos iguala a nuestro «Bienvenido» o
«que le vaya bien» Muchas veces decimos esto sin darle mayor importancia, pero decir
a tal persona que “le vaya bien”, es desear éxito a su obra, y nosotros no podemos
desear tal cosa.
Hay algunos otros pasajes, que son muy interesantes en esta conexión: en la epístola
a los efesios capítulo 6 y versículo 12 dice: «porque nuestra lucha no es contra sangre
ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas
tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales.».
Esto nos presenta la gran verdad de que estos falsos enseñadores, no son realmente
ellos mismos nuestros enemigos, sino “los principados”, en el griego significa «los que
están en primer lugar». luego tenemos las “potestades”, en el griego significa
«autoridades», después los “Gobernadores” traducción de la palabra griega
Kosmocrátor, literalmente «gobernadores sobre el cosmos», tal vez algunos sepan que
aquí se usa en el sentido del orden tal cómo Satanás lo tiene organizado.
Y por último, y no por ello menos importantes, están las «Huestes espirituales de
maldad» o ejércitos espirituales malignos en las regiones celestiales, Mariano Ávila
Arteaga en su Comentario para Exégesis y Traducción nos dice: “Ésta es otra forma de

referirse a los espíritus malignos o demonios que causan el mal que está en el mundo. Esos
espíritus malignos están en las regiones celestiales (cf. Efe_1:3). No se refiere al cielo donde
habita Dios, sino al ámbito sobrenatural en el que los cristianos viven también aquí en la tierra
(Efe_2:6), y en el cual se libran las batallas cotidianas. Allí se manifiesta la gracia de Dios y allí
también moran los poderes diabólicos de las tinieblas (Efe_3:10 y Efe_6:12). Más que un lugar
específico es una dimensión que es parte de la realidad creada, pero que solo es discernible para
los ojos de la fe. Lo material y lo espiritual están íntimamente conectados e interactúan entre sí
todo el tiempo. Con toda esta enumeración de seres malignos descubrimos todo un ejército bien
organizado, un sistema estratégico y táctico de maldad que se opone al propósito reconciliador
de Dios.”
Tras ese falso enseñador están espíritus malignos que obran en él, y que tienen a tal
persona en su red, y le utilizan como instrumento para sus propios propósitos: “Pero el
Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe,
siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios.” (1Ti 4:1)
En Tito 3 10-11 leemos “El hombre hereje
G141
, después de una y otra corrección G3559,
deséchalo
G3868
; estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de
su propio juicio.” (RV2017+)
Es la única vez qué encontramos esta palabra “hereje” en la Biblia, aunque en las obras
de la carne encontramos “herejía”. Se trata de una palabra muy interesante qué significa
“uno que escoge”, en griego es airetikós. El hereje es aquel quien, en vez de recibir la
autoridad, la rechaza, y escoge para así lo que creerá, un librepensador si se quiere, y
la autoridad qué debemos recibir, es la Sagrada Palabra de Dios.
Si yo digo: “esta parte de la Biblia la creo, pero a esta otra parte no la creo, soy hereje”.
Y respecto al hereje se nos dice: “deséchalo”, «paraitéomai», literalmente hablando dice
«pídale que se vaya, échale», pero ello, después de una y otra corrección, es decir;
después de amonestarlo con el fin de corregirlo, al menos en dos ocasiones. La palabra
«noydsesía», significa “poner en mente”, es decir; antes de rechazarle y pedirle que se
vaya, debemos ponerle bien al corriente de lo que es la verdad, si después de hacerlo
persiste en rechazarla, entonces dígale: “prefiero que no esté más aquí, le pido que se
vaya”.
En 2ª timoteo 2:24-26 dice: «Que el siervo del Señor no debe ser litigioso
G3164
, sino manso

G2261
para con todos, apto para enseñar
G1317
, sufrido; que con mansedumbre
G4236
enseña a los que
se resisten, si por ventura Dios les dé) que se arrepientan
G3341
y conozcan
G1922
la verdad
G225
, Y
G2532
se conviertan
G366
del
G1537
lazo
G3803
del diablo
G1228
, en que están cautivos
G2221
, para
G5259
G846
hacer su
G1519 G1565
voluntad
G2307
» (RV2017+)
«Litigioso, del griego “májomai”, reñir, discutir, contender», es decir; el siervo del Señor
no debe ser litigioso, contencioso, y peleón por costumbre, por puro espíritu de
contradicción, sino manso para con todos, apto para “enseñar”, esta última es toda una
palabra en griego «didáktikos», teniendo el carácter de un enseñador.
Que con mansedumbre corrija a los que se oponen sí quizá Dios les de que se
arrepientan. aquí tenemos la palabra arrepentimiento, en griego «metanoia», qué
significa cambiar de idea, o cambiar de mentalidad, y por supuesto cambio en la manera
te andar.
A ver si llegan al arrepentimiento para que conozcan la verdad, y aquí la palabra
«conozcan» es la traducción de «epígnosis», el cual es un término que el apóstol Pablo
usa 15 veces (16 si se incluye Heb_10:16). «epígnosis», es una palabra interesante,
pues quiere decir sobre-conocimiento, es decir; se refiere a un perfecto discernimiento,
que puede reconocer la verdad.
Y se conviertan
G366
del lazo
G3803
del diablo. la palabra «conviertan» es la palabra que
se usaría para decir que “recuperen los sentidos”, algo así como que vuelvan en sí
después de estar borrachos. Que se conviertan del lazo del diablo en qué están
«cautivos»: del griego Zogréo, que significa; “que están atrapados vivos bajo la voluntad
del diablo”.
Es claro qué debemos contender eficazmente por la fe una vez dada a los Santos, y lo
haremos, pero no carnalmente, sino bajo la guía y el poder del Espíritu Santo,
redarguyendo el error y presentando la verdad en amor. Ambas cosas al mismo tiempo,
con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento que conduce al
conocimiento pleno de la verdad, y entonces se den cuenta de que cayeron en una
trampa del diablo, y escapen de donde los tiene cautivos, sumisos para hacer su
voluntad.
Leamos Judas 22: «Y
G2532
recibid a los unos
G3739
con misericordia
G1653
, discerniendo
G1252
. Mas
G1161
haced salvos
G4982
a los otros
G3739
con
G1722
temor
G5401
, arrebatándolos
G726
del
G1537
fuego
G4442
; mas con esto aborreciendo
G3404
aun
G2532
hasta la ropa
G5509

que está contaminada
G4695
de
G575
tocamiento de carne
G4561
» (RV2017+)
En el versículo 22 de Judas qué leímos anteriormente es un poco difícil traducir
correctamente y hay diferentes traducciones de él.
1. En algunos manuscritos se lee «Eleate» qué quiere decir “sentir simpatía por otra
persona en su miseria, mostrando bondad mediante actos benéficos, o ayuda”
(Vine). Pero en otros manuscritos se lee Elegjete qué significa “refutar,
reprender”. Por tanto; entendemos que podemos recibir a los herejes con
misericordia, pero refutando sus argumentos con las Sagradas Escrituras.
2. La palabra qué se traduce «discerniendo», es un participio y puede querer decir
“los que se apartan”, refiriéndose a los falsos enseñadores de quienes hablamos
anteriormente, y podríamos traducirlo en esta forma: “más reprended y mostrad
misericordia con aquellos que se apartan de la verdad, procura salvarlos, arrebatándolos
del fuego eterno, más hacedlo con temor, aborreciendo aún la ropa contaminada de la
carne.
Sí puede haber salvación para ellos, y no debemos olvidarlo, por tanto; tenemos la
responsabilidad de reprenderles, y también tener misericordia. ambas cosas son
necesarias, hemos de intentar arrebatarles del fuego (es decir; de la condenación
eterna) en qué se encuentran, pero hagámoslo con temor porque estamos enfrentando
una cosa sucia, siendo extremadamente cuidadosos para que no nos contaminemos en
el proceso, y si después de este proceso, persisten en el error, tenemos que
rechazarlos, es decir; apartarnos de ellos.
Juan, ha enfatizado que debemos andar según los mandamientos de Cristo, y que la
prueba de que uno es hijo de Dios es que uno anda en amor, y que ese amor quiere
decir que es amor para los hermanos, ahora nos presenta una advertencia. Muchos
engañadores han entrado al mundo. Él dice que nosotros podemos detectar a aquellos
que son hijos de Dios: que cualquiera que no hace justicia, no es un hijo de Dios,
tampoco aquel que no ama a su hermano.
Esas son, pues, las dos manifestaciones. Pero ahora debemos estar conscientes de
aquellos que no son creyentes; estos engañadores que niegan la deidad de Cristo. Juan
está diciendo que, si usted niega la deidad de Cristo, no es cristiano, puede que sea
una persona religiosa, un predicador exitoso, y hasta expulsar demonios, pero no es
cristiano.

"No todo el que me dice ’Señor, Señor’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ’¡Señor,
Señor! ¿No profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no echamos demonios? ¿Y en
tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?’ Entonces yo les declararé: ’Nunca os
he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad!” (Mat 7:21-23 RVA1989)
Debemos comprender, que los cristianos son aquellos que son seguidores de Cristo,
aquellos que creen en Él. Y usted no puede ser un seguidor de Cristo a no ser que crea
en Su nacimiento virginal; a no ser que usted crea en la deidad de Cristo, en Su vida y
obra milagrosa, en Su obra de redención en la cruz del Calvario. De otra manera, es
imposible ser un verdadero seguidor de Cristo.
Aprendamos de la Iglesia de Berea a examinar todo aquello que nos enseñan, de
quienes Lucas escribe:
«Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra ávidamente,
escudriñando cada día las Escrituras para verificar si estas cosas eran así»
(Hch 17:11 RVA1989)
BIBLIOGRAFÍA:
TRATADO DE SANA DOCTRINA © POR BENJAMIN G. FAY.ESCUELA BÍBLICA DE TELOGÍA A.L.E.R.T.A.
WIERSBE’S EXPOSITORY OUTLINES ON THE NEW TESTAMENT. © 1992 SP PUBLICATIONS, INC. PUBLICADO POR VICTOR BOOKS
COMENTARIO EXEGÉTICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA, TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO. © CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES, 7000 ALABAMA ST.,
EL PASO, TEXAS 79904, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADO.
A TRAVÉS DE LA BIBLIA, DR. VERNON MCGEEE
DICCIONARIO TEOLÓGICO DEL NT POR GERHARD KITTEL Y GERHARD FRIEDRICH, LIBROS DESAFÍO, GRAND RAPIDS, MICHIGAN 49560
COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO. © POR C. WILLIAM BARCLAY. PUBLICADO ORIGINALMENTE EN 1970 Y ACTUALIZADO EN 1991 POR THE
SAINT ANDREW PRESS, 121 GEORGE STREEET, EDIMBURG, EH 2 4YN, ESCOCIA. © 1995 POR CLIE PARA LA VERSIÓN ESPAÑOLA.

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