Un texto de 67 páginas que, en palabras de su autor, el Prof. Manuel Cruz Hernández, "es un resumen de los 30 años de sobreviviente, más de un cuarto de siglo vivido, totalmente inesperado, cuando me llegó la impuesta y no deseada jubilación el 30 de septiembre de 1992, cubriendo la pesadumbre propia con el manto alegre de los Juegos olímpicos de Barcelona". Y es así, como si una bitácora personal y profesional fuera, describe tres décadas fructíferas (desde 1992 a 2022) en esa etapa de "júbilo" que le hace un ejemplo de aprovechar la vida y dar frutos (el texto se ha publicado a sus 97 años de edad).
Creo que una obra así no puede por menos que ser compartida, como ejemplo. Y con su permiso, así lo hago. Gracias, estimado maestro y amigo, Prof. Cruz Hernández. Su magisterio y ejemplo nos hace mejor a todos y usted es un paradigma de que las personas no son grandes por lo que tienen, sino por lo que son.
2. A la larga lista de agradecimientos que están implícitos en el texto,
debo sumar los que se merecen quienes tengan la bondad de leer este relato.
A ellos va dedicado. Mi intención ha sido destacar los
acontecimientos vividos como pediatra y profesor jubilado.
Los hechos hablarán por mí, aunque a veces se habrán
escapado algunos comentarios personales, inevitables por el relieve del suceso
o según el estado de ánimo, propio de cada escalón de la senectud.
Barcelona 9 de enero de 2023.
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3. El tiempo huye dejando sus huellas y pocas líneas pueden ser suficientes para mostrar
mi ejemplo. Como tengo dificultades para el movimiento como secuela de las caídas,
facilitadas al parecer por el desequilibrio ligado a la edad, las añoranzas las traslado al
ordenador y sin querer sigo manejando esta máquina tan útil y a veces tan odiosa. Por
fortuna y gracias a mis hijos y más aún de mis nietos, los contratiempos digitales tienen
fácil arreglo y muy rara vez resultan irreparables.
Escribo este resumen de los 30 años de sobreviviente, más de un cuarto de siglo vivido,
totalmente inesperado, cuando me llegó la impuesta y no deseada jubilación el 30 de
septiembre de 1992, cubriendo la pesadumbre propia con el manto alegre de los Juegos
olímpicos de Barcelona. Puse este límite cronológico por haberlo alcanzado, aunque sea a
duras penas, para hacer más llevadera la escritura y no abusar del posible lector. Intento
terminar la revisión en 2022 si no fallan las matemáticas, y las fuerzas. No se trata de unas
memorias y muchos datos quedarán en la paz del archivo digital.
¿Porqué hacer este resumen? Al mostrar los principales hitos de los años vividos como
un jubilado estoy ofreciendo la oportunidad de que otros, leyendo con sosiego y con la
sabiduría que concede la lejanía, puedan decidir si realmente valió la pena tanto tiempo
al sopesar los momentos felices con los inevitables tropiezos. En todo caso se trata de
un asunto de poca trascendencia si se piensa que comienzan mis pequeñas vivencias
en la década de los 90, de modo que coincidimos con grandes catástrofes como las que
asolaron Bosnia y otros países balcánicos tras la desintegración de la comunista Yugoslavia
para terminar con la guerra de Ucrania y Rusia, por no citar las calamidades de nuestro
pobre país, cuya descripción omitiré sistemáticamente. En cambio, intentaré dar unas
pinceladas a propósito de los grandes eventos mundiales coincidentes, que enmarcan mi
pequeño devenir.
La descripción aquí expuesta estará limitada en lo posible a los acontecimientos
considerados de mayor relieve tocantes a mi biografía en su principal vertiente, la
profesional, porque referir la totalidad, además de hacer muy extenso el texto, resultaría
cuando menos aburrido para el lector, además de invadir la intimidad de los colegas, de
los conocidos y de los familiares. Para calmar las apetencias de algún amigo o familiar, les
ofrezco las pinceladas adelantadas en otras publicaciones y mi Currículum vitae completo
y detallado, escondido en Documentos dentro de este Ordenador. A nadie se le puede
ocurrir que estoy escribiendo con la única ayuda de la memoria. Como tendré ocasión de
insistir, la fuente básica de los datos son las parcas hojitas de mi agenda de bolsillo “a mes
vista”. Así puedo hablar del pasado con bastante sinceridad y justifico la posible ausencia
de algunos hechos, bien es verdad que la vista de la pantalla, como antes la hoja de papel
en blanco, suele despertar la memoria. El buen lector queda invitado a remitir sus noticias
para incorporarlas si fuera factible. Es probable que después de una hojeada compasiva
se asombre al comprobar cuanto había que moverse antes, de conferencia en conferencia
o de curso en curso y un congreso de vez en cuando, para captar los conocimientos
pediátricos de vigencia y para difundirlos. Incluso puede considerar que son excesivos los
libros todavía utilizados. Cada día que pasa nos hacemos más diferentes.
Ha sido enorme, por otro lado, el esfuerzo necesitado para eludir la descripción de los
acontecimientos familiares. Nadie crea que es por falta de afecto. Todo lo contrario. Más
bien es consecuencia de mi enojoso talante modesto y que no quepa ninguna duda de una
cosa: los sucesos biográficos que he podido vivir y en lo posible disfrutar en mis largas
andanzas de jubilado se refieren, en muy primer lugar, al progreso y avatares de mis hijos
y mis nietos, con la suerte de tenerlos casi siempre cerca. Uno a uno somos mortales,
todos juntos somos eternos. Por supuesto, otros pensamientos tontos se me han ocurrido,
esperando haberlos obviado.
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Prólogo
4. Enero. Es casi siempre un mes con añoran-
zas, empezando por las navideñas, pese a
quien le pese. Después de la pausa obligada,
fui invitado en febrero por mi gran amigo
Manuel Bueno Sánchez a dar una conferen-
cia en la Universidad de Zaragoza. Me soli-
citaron un tema de sobra conocido en mis
años de joven pediatra y considerado por
algunos ya obsoleto. Sin embargo, estaba
renaciendo en la moderna ciencia de la nu-
trición. Como es fácil de adivinar se trataba
de las vitaminas. Se había sobrepasado el
tiempo de su empleo sistemático irrespon-
sable y de los peligros de su abuso como la
hipercalcemia por exceso de calciferol o las
hipervitaminosis A de tipo agudo (hidroce-
falia) o crónico.
Resurgían el ácido fólico, la biotina (B 8), la
vitamina E y la vitamina B12. Recuerdo ha-
ber insistido en la vitamina E, por ejemplo,
al principio obligada en procesos muscula-
res, pero luego interesó en los síndromes
con ataxia y en retinopatías. También va-
riaron las indicaciones de las grandes dosis
Puede ser el caso de un lactante con des-
nutrición grave o un adolescente afecto de
anorexia nerviosa. La B12 o cianocobalami-
na junto a la anemia megaloblástica puede
conllevar los efectos de su déficit hasta el
área neuropsíquica, posible en veganos y
ancianos, por ejemplo, en cuanto esta vita-
mina debe ingresar de manera obligada con
la dieta. En fin, había que ir revisando este
gran capítulo de la pediatría histórica por-
que estaba cambiando como pocos otros.
Marzo. Fui invitado en Madrid a dar una
lección en un máster un poco anacrónico
de Puericultura, que celebraba el Dr. Paz
Garnelo en la Universidad madrileña. Ver-
só sobre Patomorfosis en Pediatría, o sea,
las modificaciones que van surgiendo en
la clínica pediátrica, unas veces debidas a
enfermedades desaparecidas o bien surgi-
das como novedades, otras porque la sinto-
matología iba cambiando. por sintetizar la
cuestión. Estas transformaciones llamaban
la atención en tiempos de aquella medicina
eminentemente clínica.
Cumplí mi anual conferencia sobre pato-
logía mamaria en la edad pediátrica en un
Máster de Senología, dirigido por el Dr.
Prat, en la Facultad de medicina de Barce-
lona. Para el pediatra de mi tiempo solo ha-
1992 de vitamina D, ya que a sus acciones rela-
cionadas con una buena calcificación, en
los años de la osteoporosis senil, se junta-
ban las ejercidas en otros terrenos como la
inmunología y las neoplasias. Algo parecido
estábamos viendo con el ácido fólico. De su
interés hematológico pasó a ser importante
en la prevención de la espina bífida y tuvo
un lugar entre los elementos nutricionales
antioncogénicos. Así mismo, en el diag-
nóstico de las vitaminopatías no había que
esperar, por ejemplo, para la avitaminosis
D, a los espectaculares síntomas óseos del
raquitismo y las groseras modificaciones
analíticas (aumento de la fosfatasa alcalina,
disminución de la calcemia) porque empe-
zaban a ser asequibles en este caso los aná-
lisis clínicos de los metabolitos del calcife-
rol, como es el 25(OH)D, todavía de plena
vigencia.
Las demás vitaminas adquirían nuevo inte-
rés al intervenir en los errores congénitos
del metabolismo, aparte los síndromes ca-
renciales clásicos. La tiamina yla piridoxina
interesan en cuadros neurológicos y me-
tabólicos, la sempiterna vitamina C tal vez
es discutible como antigripal, aunque su
carencia sigue ocasionando la sintomatolo-
gía del escorbuto en los tiempos presentes.
bía dos trastornos de interés en la glándula
mamaria del niño: la intumescencia mama-
ria del recién nacido y la ginecomastia en la
edad puberal. Mi experiencia y la bibliogra-
fía mostraban que había otros procesos que
revisé y busqué sus relaciones. Así es que
fue un tema que me solicitaban con cier-
ta frecuencia para este tipo de enseñanza
fuera del aula, que son para mí las confe-
rencias, nunca mi lucimiento. No tengo que
jurarlo a los que me conocen.
Abril. Conocí mejor la Costa Azul francesa
gracias a una interesante Reunión del Gru-
po Latino de Pediatría en Niza. Esta reduci-
da sociedad de pediatras, destacados pero
conformes con la latinidad, en tiempos del
avance imparable de la lengua inglesa. Fue
una idea de Pierre Royer discípulo del pa-
triarca Robert Debré. Los trámites de cada
reunión eran monitorizados por Claude Job
y el pediatra del país correspondiente. Es-
tos congresos, con un número reducido de
congresistas (diez miembros por país y los
invitados ) resultaban muy útiles como fo-
mento de la amistad y el resalte de los idio-
mas latinos en el progreso pediátrico, que
era revisado a fondo, sin menospreciar el
disfrute turístico y gastronómico pertinen-
te, todo sea dicho.
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5. Solía decir que “en primavera las conferen-
cias proliferan”. Este año las mías tenían
un doble motivo en cuanto era de dominio
público mi próxima jubilación. La Univer-
sidad tenía prisa en jubilarnos por motivos
no acertados y poco claros, ya que habitual-
mente la burocracia era muy lenta y en ge-
neral un profesor está en buenas condicio-
nes para impartirdocencia alos 65 años. Por
hacer broma diré que para algunos la ley de
adelantar la jubilación a los 65 años estaba
encaminada a limpiar a la pobre universi-
dad española de algunas figuras destacadas
en el franquismo, como el ministro Manuel
Fraga. Dio la casualidad de que poco tiem-
po después la norma fue derogada y volvió
la edad de la jubilación universitaria a los,
habitualmente lozanos, 70 años, dando en-
trada a una estirpe de nuevos catedráticos,
a veces de una orientación política casual-
mente más acorde con el nuevo gobierno.
En la Medicina no percibí bien esta sospe-
cha, que me transmitieron los amigos de
Derecho.
Mayo. Participé en un Curso de nutrición
en Granada, y en Barcelona inauguré, dirigí
y clausuré el anual Curso de progresos en
Pediatría, que tenía una larga trayectoria y
al parecer bastante prestigio, siendo muy
occidentales, ya que en muchos de ellos
van precedidas por los accidentes, pasado
el primer año de vida. No obstante, conti-
núan como primer motivo de consulta y de
morbilidad pediátrica. En consecuencia, la
terapéutica anti-infecciosa debe ser con-
siderada cada día. Hace medio siglo largo
que se inició en la práctica pediátrica la era
antibiótica. Desde entonces se ha recorri-
do un largo camino, jalonado por continuos
progresos, pero también por algunos fraca-
sos, como las diversas manifestaciones de
iatrogenia y las no raras resistencias. Por
muchos motivos, interesa practicarla de la
forma lo más correcta posible; en la prác-
tica cosa no fácil, ciertamente. Por un lado,
interfiere la patología infecciosa continua-
mente cambiante, con aparición de nuevos
gérmenes o de nuevas cepas resistentes.
También influye el mismo paciente pe-
diátrico, que experimenta modificaciones
continuas y no sólo por efecto de la edad y
por tanto del crecimiento y desarrollo, sino
por otras transformaciones menos evi-
dentes, como la mayor tendencia a sufrir
trastornos inmunológicos, sean por déficit
o inmuno-deficiencias, como por exceso o
hipersensibilidad, siendo la alergia a los an-
tibióticos una de las más temibles. Por otra
parte, la renaciente farmacología pediátrica
numerosos los participantes ylo que es me-
jor, los reincidentes. Inicialmente duraba
toda una semana. Luego fue lógico y obliga-
do reducir el curso a dos días con sesiones
de mañana y tarde. En los primeros años,
era posible y oportuno, hacer a la mitad
de la semana una especie de descanso. Al
principio era una excursión, por ejemplo,
por la Costa Brava. Más adelante consistió
en una visita a un hospital colaborador. Sólo
recuerdo la Clínica Nen Jesús de Sabadell y
en este caso se convirtió en una norma que
duró mucho tiempo, hasta acortar la dura-
ción en dos días como máximo y además en
un fin de semana. El tiempo cada vez era
más costoso y el aprendizaje se iba reali-
zando por otros métodos. Sin embargo, los
pediatras primeros añoraban aquella espe-
cie de mini vacaciones en Barcelona, per-
mitidas profesionalmente. Y el método fue
copiado por una sociedad pediátrica com-
petidora.
Junio. El 18 de este mes tuvo lugar mi úl-
tima clase oficial en el aula-auditorio de
pediatría, tratando - si la memoria no me
falla- de los progresos en Terapéutica. Gra-
cias a la antibioterapia en Pediatría, las en-
fermedades infecciosas no son la primera
causa de mortalidad infantil en los países
va proporcionando sin prisas nuevos anti-
bióticos y además la posibilidad de conocer
mejor su absorción y toda la farmacociné-
tica, los mecanismos de acción y demás as-
pectos de la farmacodinamia, los métodos
para dosificarlos e incluso la monitoriza-
ción o monitoreo.
Viajé a Sevilla para participar en un congre-
so extraordinario de la Asociación Latino
Americana de Pediatría (ALAPE). Una so-
ciedad científica muy activa, que conocí a
fondo y con la que participé a menudo, de
modo que fue motivo de conocer de pri-
mera mano aquellas hermosas naciones de
América del Sury el Caribe y a los hermanos
latino americanos y sus inquietudes pediá-
tricas y sociales. Todo ello me resultó muy
estimulante y favoreció los intercambios
frecuentes. Por ejemplo, aquel año dio una
conferencia en nuestra aula el profesor de
pediatría de Buenos Aires, Ángel Cedrato.
Participó en el acto celebrado en la Facul-
tad de medicina de Barcelona, que apro-
vechó para traerme y entregarme en aquel
escenario público el diploma acreditativo de
Doctor Honoris Causa de la Universidad bo-
naerense. No pude viajar a laArgentina a re-
cibirlo personalmente por una acentuación
de mi bronquitis asmática. Consulté por
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cierto con el neumólogo del Clínico el Doc-
tor Agustí Vidal y me puso bien mediante
un tratamiento inhalado (Atrovent y Pulmi-
cort)...y dejar de fumar, lo que venía hacien-
do con moderado entusiasmo desde los 20
años de edad. Empecé a fumar porque todos
mis compañeros, y la única compañera, ya
fumaban.... y también los profesores, algu-
no hasta en clase. ¡Hablo de mi iniciación a
fumar tabaco hacia los años 1946-47!. Con el
tiempo colaboraría con el Dr. Eugenio De
la Cruz en varias publicaciones dedicadas a
la difusión de los peligros del tabaco en la
edad pediátrica, en especial el tabaquismo
secundario. La última que recuerde fue más
adelante, su Guía de tabaquismo en pedia-
tría a la que puse el prólogo (E.de la Cruz.
Ed. ECU. Alicante 2013).
La misma aula citada antes era el lugar de
unos actos festivos habitualmente por los
días navideños, donde se hacían bromas
sobre las cosas del Servicio y sus miembros
más destacados. De los organizadores está
entre nosotros el Doctor Josep Gaspá. Pu-
blicaron un simpático anuario y la sesión
bufa de cada año era un acontecimiento
donde se proclamaba el pediátrico/a del
año. Fue el germen de lo que ahora llama-
mos Pediatrics Clinic y nos comunicamos
por el teléfono móvil y alguna reunión pre-
sencial. Aquel año hubo una celebración
especial de la sesión bufa de Pediátricos,
para despedirme con alegría. Todavía es-
taban entre nosotros y en plena forma los
doctores Comas y Pérez Prado. Su espíritu
sigue vivo entre otras motivaciones debido
a la inspiración y presencia persistente de
Josep Gaspá. También se trabajaba duro.
Durante algún tiempo hubo, así mismo,
una Sesión radiológica. Normalmente tenía
como objetivo comentar las radiografías
más interesantes que habían sido objeto
de discusión durante la semana. Una vez al
año era de broma, comentando en vez de
radiografías una caricatura de un miembro
del servicio. El autor de los dibujos era el
doctor Emilio Martin Orte, que tuvo la ama-
bilidad de donarme una copia de todos los
retratos caricaturizados.
Ahora el sábado forma parte del fin de se-
mana intocable. Entonces era medio día la-
borable. Cada cual lo disfrutaba a su modo.
La mayoría de los pediatras pasaba consul-
ta. Nosotros aprovechábamos para hacer
esta sesión radiológica, lo mismo que hici-
mos otras conjuntas con obstetricia. Cuan-
do fue preciso suprimirlas, aproveché los
sábados para cumplir con mi honroso papel
7. de asesor científico de la moderna Clínica
del Nen Jesús en Sabadell. Pasaba revisión,
junto con el Doctor Joan Argemí Fontanet,
de los niños de diagnóstico problemático,
entre ellos el último que recuerdo padecía
acrodinia por intoxicación de calomelanos,
todo ello inexistente hoy día. Los miembros
del equipo médico, al frente ellos el Dr.
Martín Santana, presentaban casos clínicos
o temas de actualidad.
Por aquellos días defendió su tesis doctoral
con la máxima calificación el Doctor Pauli-
no Castells, basado en un test de la familia
original. Le perderíamos a los setenta y un
años de edad, víctima de cáncer, dejando
un largo número de elogiosas actividades
docentes y de publicaciones. Encabezaba
un grupo creciente que desde la pediatría
general o primaria fue derivando a la psi-
cología y psiquiatría infantil como Lefa S.
Eddy, Josep Cornellá, Araceli Gila, Paco Al-
berca...
Septiembre. Me desplacé una vez más a Za-
ragoza, aprovechando mi presencia en el
tribunal de la tesis doctoral del Doctor Ga-
ragorri. Otros desplazamientos a la capital
aragonesa eran motivados por mi calidad
de patrono de la Fundación Cuenca Villoro,
celebración fue como siempre, trabajan-
do, con una Sesión Clínica Especial y poco
después dicté la Conferencia inaugural en
el renovado Hospital de San Juan de Dios.
Allí iría a trabajar ilusionado, pero con cier-
to pesar, todo el equipo de pediatría del
Hospital Clínico. El departamento univer-
sitario de pediatría estuvo dirigido a partir
de aquellas fechas por Rafael Jiménez Gon-
zález. Sin embargo, el hospital de San Juan
de Dios lo siguió dirigiendo Joaquín Plaza
Montero, mientras el Clínico sería el único
hospital de categoría que desde la salida de
nuestra cátedra carecía de pediatría, des-
contando la unidad de Neonatología para
atender a los recién nacidos en el servicio
de Obstetricia.
Debo destacar una entrevista con los doc-
tores Joaquim Ramis Coris y Oriol Casassas
Simó para su libro Metges de nens. Cent
anys de pediatria a Catalunya. Vinieron
amablemente a entrevistarme a mi despa-
cho particular y hablamos largo y tendido.
Lo que salió publicado resultó más bien
elogioso para mi persona, no tanto suce-
dió con otros como Ángel Ballabriga, que se
sintió ofendido y se dio de baja en la Socie-
dad catalana de pediatría. Destacaban los
autores de esta monografía el hecho -para
donde tuve ocasión de compartir tareas con
los eminentes colegas Francisco Grande
Covián y Santiago Grisolía. Esta fundación
facilitó el regreso a España de estos dos
ilustres científicos, dejando al acercarse la
edad de la jubilación sus prestigiosos pues-
tos de investigación y docencia americanos,
en Minnesota y Kansas, respectivamente.
Octubre. En la inauguración de curso de la
Universidad de Barcelona recibí, junto al
coetáneo Jesús González Merlo, la Medalla
de plata. Me despedí en su majestuosa aula
magna o paraninfo sin pena ni gloria. Pa-
sado el verano, hicimos en la cátedra una
sesión por haber sido nombrado en poco
tiempo Profesor Emérito de la UB. Nuestra
ellos importante y lamentable- de que los
catedráticos de pediatría hablaran caste-
llano, desde el primero Andrés Martínez
Vargas hasta aquel momento. Predije que
en el futuro no sería así. A pesar de todo,
las instituciones culturales conocidas pa-
recen tener dificultad en alcanzar la difu-
sión deseada, como se lamenta en una carta
reciente (noviembre 2022) el presidente de
la Reial Academia de medicina de Catalun-
ya. La Generalitat sigue dictando normas y
agotando recursos para el fomento del ca-
talán, un bello idioma latino minoritario.
Noviembre. Fui ala Facultad de Medicina de
Granada en el mes de los difuntos a parti-
cipar en un curso de Avances en Pediatría,
12 13
8. organizado por mi gran discípulo Juan An-
tonio Molina Font. Mi charla versó sobre
cromosomopatías, ya que en algún tiempo
atrás había dedicado, con mis colaborado-
res, algunos estudios sobre el síndrome de
Down, de cierta resonancia. Publicamos la
7ª edición de nuestro Tratado de Pediatría,
primera con la Editorial Ergon ( he conoci-
do 11 ediciones hasta 2022) y dicté una con-
ferencia de clausura en el hospital de San
Juan de Dios de Barcelona, actualizando los
Progresos en Terapéutica pediátrica.
Diciembre. Tuvo lugar la brillante y pecu-
liar lectura de la tesis doctoral de uno de
mis doctorandos más veteranos, el ilustre
psiquiatra infantojuvenil Fernando Angu-
lo, siempre acompañado de su eficiente
esposa Margarita Ibáñez. Después viajé en
este mismo mes de diciembre a las afortu-
nadas islas Canarias para dar un ciclo de
conferencias sobre alimentación infantil y
ver a mis amigos como Manuel Herrera y
Juan Pedro López Samblás, Eduardo Ma-
chado y tantos otros. Además tuve el honor
irrepetible de ser recibido en su domicilio
por el artista polifacético César Manrique.
Su misma mansión, construida aprove-
chando una burbuja volcánica, era por si
sola un espectáculo.
dientes de Sanidad, que era una Dirección
general del ministerio de la Gobernación.
Dirigí la Escuela Departamental de Cádiz,
pero renuncié a la de Barcelona, que pron-
to dejó de existir, por lo que a los médicos
pediatras se refiere.
La Escuela Profesional Universitaria de
Pediatría concedía un diploma, que en
su tiempo era muy apreciado, tanto aquí
como en los países latinoamericanos. Los
discípulos de allá eran muy numerosos y
mantenían con su Escuela y profesores una
dependencia afectiva y profesional dura-
dera. Para una persona, como era mi caso,
que debía tropezar involuntariamente con
el sentimiento nacionalista y sus conse-
cuencias, el calor de aquellos discípulos de
otros puntos de España o de América de-
bía ser un aliento valioso, aunque agobiado
por el trabajo no tenía mucho tiempo para
reflexionar sobre estas cuestiones. Hace
bastantes años se presentó en casa un
destacado pediatra venezolano de Puer-
to Cabello diciéndome que venía a verme
por que se estaba quedando ciego y quería
conservar mi imagen grabada en su reti-
na. Por fortuna, resultó que solo eran unas
cataratas bilaterales de muy rápida evolu-
ción, y pudo seguir viendo.
En este año 1992 terminé la dirección de
la Escuela Profesional de Pediatría de la
Universidad de Barcelona, que ya tenía
poca razón de ser desde la implantación
del sistema MIR para la formación duran-
te cuatro años de postgrado de los futuros
especialistas en Pediatría. La Escuela Pro-
fesional había significado en su momen-
to un cierto avance para la formación de
nuevos pediatras, ya que antes no había un
criterio fijo para recibir una buena capa-
citación con prácticas y el único título que
tenían muchos pediatras era el de Médico
Puericultor, que se obtenía al cabo de un
año en los cursos dictados por las Escuelas
Departamentales de Puericultura, depen-
PUBLICACIONES
Las comunicaciones del Grupo Latino de pediatría
aparecían en la revista Il Pediatra, de Roma.
Adjunto unos ejemplos:
Uso combinado de hGH y GHRH A en niños con
pubertad adelantada y mal pronóstico de talla
final, Grupo Latino de Pediatria. Niza (Francia) 1992.
Elastasa y sepsis neonatal. Grupo Latino de
Pediatría. Reunión Extraordinaria. Ciudad de México.
1993.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Krebs y Fisher reciben el Premio Nobel
de Medicina por sus trabajos acerca de la
fosforilización de las proteínas celulares,
tema en el q ue trabajaban hacía muchos años.
Tratado de Maastricht, uno de los principales de
la Comunidad Europea, denominada antes Unión
Europea.
Bill Clinton es elegido como presidente de los
Estados Unidos.
César Manrique en el Jardín de Cactus
14 15
9. Parece que aflojé un poco en mis tareas,
tal vez algo deprimido con la jubilación.
Sin embargo no falté en enero a mi par-
ticipación en el prestigioso Curso de nu-
trición en Zaragoza (base de un práctico
libro de Manuel Bueno sobre el tema).
Mi conferencia versó sobre nuevos as-
pectos de las vitaminopatías, como la vi-
taminodependencia. Las carencias eran
conocidas, aunque olvidadas en casos
leves, pero las dependencias resultaban
raras, recordando haber mencionado
a la cabeza la referente a la piridoxina,
pero también a la biotina, la niacina, el
calciferol y otras. Además, otras funcio-
nes irían apareciendo, aparentemente
desligadas de su papel principal.
Febrero. El principal acontecimiento de
este mes fue el feliz nacimiento, el día
diez, de mi segundo nieto Miguel Marín
Cruz, que ya es un guitarrista clásico de
mérito. Su hermana Inés, actualmente
pediatra con ejercicio en Madrid, nació
dos años antes. En lo que a mí respec-
nueva generación de alergólogos que
evitaba caer en los abusos diagnósticos
y de tratamiento de otros, que habían
desprestigiado la especialidad. Todavía
es un terreno propicio a los especulado-
res, ya que el estudio de la hipersensi-
bilidad inmune, celular o bien humoral,
no es fácil. Por mi parte, nunca me per-
mití el lujo de consagrarme solo a una
especialidad, lo que habría disminuido
mi sobrecarga laboral. Como he dicho
más de una vez, el concepto de pedia-
tría como total medicina del niño había
que defenderlo con el ejemplo, desde
la actividad práctica y los catedráticos
de entonces éramos generalistas, aun-
que poco a poco dejaron de serlo para
convertirse en destacados especialistas,
según tendremos ocasión de comprobar
más de una vez.
Con la perspectiva que dan los años, me
atrevo a decir que prácticamente todos
los niños asmáticos que traté acabaron
curándose. Sin embargo, como parece
lógico, los métodos terapéuticos han
cambiado mucho. Poca diferencia veo,
en cuanto a la evolución final, de los
que recibieron mínimos cuidados me-
dicamentosos, frente a los que ahora
1993 ta, la Sociedad Catalana de Pediatría
me solicitó una conferencia en la que
intenté reforzar el concepto de nues-
tra especialidad como la total medici-
na de la edad infantil y proporcionar al
niño el debido cuidado somático pero
también el psíquico. Por aquellos días
empecé las conversaciones con la edi-
torial Masson (continuadora de la céle-
bre Editorial Salvat) para la publicación
del libro Tratado de Exploración Clínica
en Pediatría. El peso de su elaboración
correspondió a los colaboradores de
Barcelona. Como autor principal figu-
ré junto con mi maestro Antonio Galdó,
que falleció, con edad avanzada, sin ver
publicada la obra en 1995.
Marzo. Intervine en nuestro curso de
Alergia pediátrica, en Barcelona. Fue
el primer curso de esta orientación en
Catalunya, cuando los internistas más
prestigiosos “no creían en la alergia”.
Nuestra labor dio el fruto de numero-
sos especialistas, cuya formación pasó
pronto a ser dirigida por los doctores
M.A. Martín Mateos y Francisco Muñoz
López. uno de los valiosos colaborado-
res que dejaron Cádiz para venir conmi-
go a Barcelona. Formaron parte de una
reciben en exceso corticoides y bron-
codilatadores, además de la inmuno-
terapia, durante largos años. En otros
tiempos, cuando un caso se ponía re-
belde, en vez de visitarle un par de ve-
ces al año, le citaba con gran frecuencia,
sin abonar la consulta cuando lo hacía
en la práctica privada. Tal vez esto sirva
de provocación para los más críticos y
también como argumento basado en la
experiencia de la acción curativa me-
diante la proximidad del médico con el
enfermo, como se irá trasparentando
en otros párrafos. Es digno de conside-
rarse en afecciones con un componente
psicosocial, como es el asma. Quizás la
empatía podría ser un tercio del influjo
terapéutico y otro tanto correspondería
16 17
10. al indudable e inevitable efecto place-
bo de los medicamentos, quedando el
resto para el tratamiento farmacológico
correcto en sus diversas posibilidades,
si bien esto último es casi lo único que
puede considerar el atareado pediatra
de estos últimos tiempos. No olvidaba
el papel del clima y en casos extremos
y con facilidades familiares, una tem-
porada fuera de la humedad marítima y
su cambio por el aire de la sierra en el
Pirineo o en Sierra Nevada ayudaba a la
curación.
Por entonces eran frecuentes mis parti-
cipaciones en la Real Academia de me-
dicina de Barcelona (más adelante de-
nominada de Catalunya), radicada en
un noble edificio neoclásico en pleno
barrio del Raval, nuevo nombre de lo
que había sido el Barrio Chino. Aquel
año mi asistencia a la Academia estuvo
presidida por el ingreso como académi-
co numerario del patólogo del Clínico y
Facultad de Medicina Antonio Cardesa,
hermano de un querido pediatra de Ba-
dajoz Juan José Cardesa, donde también
residió otro pediatra, amigo del alma,
Alejandro Encinas Casillas. Tuvo lugar
el discurso de ingreso en el imponen-
Mayo. Acontecimiento inolvidable de
este año fue un viaje a la otra orilla del
Atlántico. El objetivo básico era asis-
tir en Ciudad de México a una Reunión
Anual y extraordinaria del Grupo Latino
de Pediatría. Junto a Ángeles, me acom-
pañó Rafael Jiménez y María Dolores y
mi hermano Miguel, también jubilado y
con una vitalidad a prueba de tropiezos,
de modo que falleció mucho más ade-
lante con los 100 años bien cumplidos.
Pasamos antes por Guatemala, de la que
es imprescindible el recuerdo de Tikal
y de la ciudad colonial de Antigua, que
visitamos mientras sus calles estaban
recorridas por unas peculiares proce-
siones de Semana Santa. En la Ciudad de
México hubo tiempo de visitar sus restos
arqueológicos prehispánicos, el castillo
de Chapultepec, El Zócalo, el Museo y
tantos lugares más próximos, que repe-
tiría en otros viajes y que había iniciado
en una excursión turística organizada
poco después de mi llegada a Barcelona
con un grupo de pediatras de Barcelona,
el patrocinio de la Academia de Ciencias
médicas y dirigida por el nuevo neuró-
logo de la cátedra de pediatría, Doctor
Federico Corominas Beret.
te anfiteatro anatómico, convertido en
Sala magna Gimbernat, con su enorme
lámpara central, los balcones o baran-
das con celosías, en su primer piso, para
los que quisieran mirar discretamente,
y las esculturas de Pere Virgili y creo
que del Rey Alfonso XII en cuyo reina-
do las academias fueron revitalizadas
(se habían creado en tiempos de otro
Borbón, el rey Carlos III). Si algún lector
desea profundizar en estos apuntes his-
tóricos debe recurrir a los académicos
expertos en historia como los amigos
Corbella, Guerrero y Hervás. En el cen-
tro de la sala hay una mesa anatómica de
mármol. Allí dictó sus lecciones nuestro
premio Nobel Santiago Ramón y Cajal,
que tenía su domicilio cerca de la Aca-
demia, en la calle del Notariado, durante
los cuatro años que vivió en Barcelona y
en los que puso los fundamentos de su
explicación celular de la estructura del
cerebro basada en las neuronas, no en
una red como sostenía Golgi. Éste reci-
bió también el Nobel, lo que indica que
a primeros del siglo XX no estaba muy
clara la constitución de nuestro encéfa-
lo.
También en el mes de mayo fui a Murcia
para dar una conferencia sobre nuevos
conocimientos en la mononucleosis in-
fecciosa. Su responsable, el virus Eps-
tein-Barr estaba aumentando su pro-
tagonismo en patología, ya que lo más
frecuente es su forma aguda ( angina
monocítica intensa) con adenitis cer-
vicales, exantema y posible espleno-
megalia, pero cabe una evolución cró-
nica, como cansancio rebelde y además
puede reactivarse, pues tiene puntos
comunes con otros virus herpéticos (el
virus Epstein-Barr es el herpes virus 4).
Con el tiempo se consideró su posible
importancia en el desencadenamiento
de la esclerosis múltiple. También dic-
té una conferencia en el Hospital de San
Juan de Reus, cuya pediatría estuvo muy
unida a mi cátedra algunos años, quizás
mientras vivió el Dr. Marti Henneberg.
Perdimos pronto a este pediatra amigo.
de alta estatura y corta vida.
18 19
11. Junio. Nuestro habitual curso de Pro-
gresos tuvo lugar en este mes, en el
que intervine, repitiendo me parece la
temática de los avances terapéuticos.
Añadí una alusión al tema de las bacte-
rias asesinas. Pocas bacterias escapan
de merecer en algún momento este ape-
lativo, más bien periodístico, de asesi-
nas. Hace algunos años fue aplicado con
éxito este término a una infección por
un estreptococo. Como es sabido pro-
duce a menudo faringitis y amigdalitis,
pero también con menos frecuencia
otros cuadros más importantes. Entre
ellos la infección alarmante en tejidos
blandos como piel y músculos, después
de una herida de cierta importancia.
El germen devora o necrosa las partes
hay que vigilar que no se contaminen los
alimentos (carnes, verduras) a partir del
lugar donde vive la Escherichia coli, que
es el intestino del ganado vacuno. Y evi-
tar todo lo que pueda complicar la evo-
lución. Por eso, ante una diarrea aguda
con sangre no están indicados los me-
dicamentos que frenan el movimiento
intestinal.
También presenté a mi amigo Juan Bri-
nes Solanes, catedrático de Valencia, a
dictar su conferencia en la Sociedad Ca-
talana de Pediatría en Barcelona. Este
ilustre colega, que me respeta como
maestro, no tardaría en ser el principal
representante de España en la Socie-
dad Europea de Educación pediátrica,
de la que llegó a ser presidente. Anota la
agenda una conferencia mía en Sabade-
ll. Ya en el verano el profesor Martínez
Valverde me invitó a dar una conferen-
cia en Málaga.
Septiembre. Pasado el verano tuvimos
un Congreso en Roma. Abordé un tema
que me preocupó a menudo: la preven-
ción de las enfermedades del adulto en
el niño. Casi seguro que insistiré en esta
cuestión en cuanto son muchos los pro-
blandas, causando una fascitis necro-
sante. También fue aplicado el adjetivo
de asesina en el caso, entre otras, de las
Pseudomonas, el Acinobacter y de un
tipo especial de Escherichia coli (ente-
rohemorrágica), como causante de epi-
demias alimentarias. La actuación más
eficaz es la preventiva, recordando que
en la última afección citada la infección
produce una diarrea aguda, que con-
duce en pocos casos a unos trastornos
generales muy serios: anemia con gló-
bulos rojos fragmentados, descenso de
las plaquetas y fallo de la función del
riñón, lo que define el síndrome hemo-
lítico-urémico. Ante esta complicación
hay que proceder al tratamiento en un
servicio hospitalario. Como prevención,
cesos que dan la cara en la edad madu-
ra, pero que pueden tener sus raíces en
la infancia. Ahora diré solo un ejemplo:
la obesidad y su relación con el tipo de
alimentación en la época de lactante. El
bebé alimentado al pecho de la madre
iría aprendiendo un autoaprendizaje en
la cantidad y calidad del alimento a to-
mar. De esta manera su aparato diges-
tivo se está preparando para un posible
rechazo el día de mañana ante una dieta
excesiva en cantidad o inadecuada en su
composición. Del mismo modo, el apro-
vechamiento o metabolismo de los nu-
trientes en el curso de la lactancia na-
tural supone una autorregulación en el
mismo sentido beneficioso. En definiti-
va, la alimentación al pecho es impor-
tante - junto a todo lo sabido y trascen-
dental- en la prevención de la obesidad
en el niño y por tanto en el adulto.
Octubre. Ya camino del otoño participé
en la Reunión Anual de la AEP. Se orga-
nizó en Murcia y desarrollé una sonada
ponencia conjunta con Ernesto Sánchez
Villares y Ángel Ballabriga Aguado refe-
rente a la especialización en pediatría.
Señalamos lo que este imparable fenó-
meno podía tener de riesgo al atentar
20 21
12. tal vez sobre la humanización del traba-
jo pediátrico y la consideración global
del niño enfermo como el sano. Al revi-
sar estas notas compruebo que era cier-
tamente una necesidad y que el número
de especialidades médicas en pediatría
llegaría a la veintena. Debemos recordar
que la especialización en pediatría no es
una tendencia exclusiva de los años re-
cientes, pero al principio estaba limitada
la atención especializada casi siempre al
ámbito hospitalario y se veía factible la
polarización en un área pediátrica du-
rante algunos años, para pasar luego a
otra de mayor interés. Los especialistas
siguieron creciendo en todos los senti-
dos y no dudaron en contestar a los pe-
diatras generalistas, que les habíamos
dado el título de especialista, desde las
cátedras o desde las Comisiones nacio-
nales de la especialidad. Formé parte de
las comisiones de Pediatría, Alergia y
Cirugía pediátrica. Por este solo hecho
podía tener el título de la especialidad
correspondiente. Cosa que no hice.
Conforme evoluciona nuestra ciencia,
observamos que los especialistas pe-
diátricos hacen una elección temprana
de su especialidad, desde el principio
de la carrera. Así lo vemos confirmado,
por ejemplo, si escuchamos las decla-
raciones de los residentes que obtienen
las mejores puntuaciones y son por ello
noticia periodística. Así quedan firme-
mente anclados en su terreno genuino,
sin pretender pasar a otro y al parecer
con un posible bloqueo de la participa-
ción asistencial del pediatra general.
Los antecedentes remotos de especia-
lización pediátrica, estuvieron jalona-
dos por la publicación de libros clave,
como los de Ylppö (1919) y Hess (1922)
para la neonatología, el de Ford (1937)
para la neuropediatría y el Wilkins (1950)
para la paidoendocrinología. En los de-
partamentos universitarios de pedia-
tría, como el Clínico en Barcelona, más
adelante en el Hospital Vall d´Hebron y
otros, y de diversos grandes hospitales
(San Pablo en Barcelona, Marqués de
Valdecilla en Santander, Central de As-
turias en Oviedo, Basurto en Bilbao, Ro-
cío en Sevilla, Carlos Haya en Málaga....)
habían surgido hacía tiempo unidades
especializadas, que luego se potencia-
ron enormemente en los hospitales in-
fantiles conforme fueron modernizados.
Octubre. Las alteraciones metabólicas
en la trisomía 21. fue mi tema en las V
Jornadas Internacionales sobre el sín-
drome de Down, celebradas en Barcelo-
na en octubre de 1993.
Noviembre. Resultó un mes atareado,
viajando a Suiza con motivo del Works-
hop Infant Nutrition. Lausanne . Mi po-
nencia versó acerca de la alimentación
en la diarrea aguda. Antes se utilizaban
alimentos especiales como los basados
en el babeurre e incluso la harina de al-
garroba. El progreso hizo ver la conve-
niencia de mantener la dieta habitual,
ajustando la cantidad y complementan-
do con la rehidratación oral. En el mis-
mo mes de las castañas, huesos de santo
y panellets me correspondió intervenir
en un Simposio sobre pediatría psico-
social. Mi tema fue hipocrecimiento psi-
cosocial. Poco después fui amablemente
invitado al colegio médico de Huelva,
hablando de un tema más amplio: el
perfil humano del pediatra actual, lo
que ahora podría traducir en porqué y
para qué somos pediatras.
Diciembre. Terminé el año en la vertien-
te profesional dando una conferencia en
Valencia sobre Iatrogenia en la pedia-
tría actual. Destaqué algunos problema
de iatrogenia de más interés en la edad
neonatal. Luego vendrían las fiestas de
Navidad y Año nuevo, que he prometi-
do no detallar en este escrito. Lo mis-
mo que las frecuentes bodas y bautizos,
viajes, comidas y reuniones familiares,
en lo posible. Tal vez le resto gracia al
relato, si es que la tenía.
22 23
PUBLICACIONES
M. Cruz y cols. Vasopresin in cerebrospinal
fluid of newborns with hipoxic ischemia en-
cephalopathy. J. Perinat Med 1993; 21:1.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
El premio Nobel de Medicina y Fisiología es
concedido, como es frecuente, a los
estadounidenses Roberts y Sharp por sus
estudios bioquímicos sobre los intrones.
Acuerdo para la prohibición de las armas
químicas.
Bush y Yeltsin firman un acuerdo sobre el
desarme nuclear.
Boris Yeltsin disuelve el Parlamento ruso
y restituye la propiedad privada en Rusia.
13. Enero. No hay anotadas actividades profe-
sionales en este primer mes del año, a no
ser la publicación de un trabajo editorial
en la revista Archivos de pediatría sobre La
nueva medicina escolar (45:57-59). Las vaca-
ciones navideñas las prolongué en Granada
hasta el día once de Enero. Sin embargo,
mi sueño de ser un jubilado residente en
Granada con periodos largos en Almuñécar
se fue desvaneciendo entre otras razones
porque seguía trabajando como clínico y
porque los cuatro hijos y nietos estaban en
Barcelona. YÁngeles lo tenía decidido. Ellos
eran mi principal razón de vivir. No es pre-
ciso decir más.
Xavier Pastor, que entonces pertenecía a la
Unidad de cuidados intensivos pediátricos.
Mayo. Intervine en el Curso de Endocrino-
logía pediátrica de Córdoba (profesor Ca-
ñete), también en una Jornada de Genética
en Barcelona y di una conferencia-coloquio
en Girona.
Junio. Cara al verano y pensando en los
próximos y frescos meses que pasaríamos
en Gavá Mar, en este mes de Junio participé
en la Reunión Anual de la AEP en Barcelona,
hablando de la promoción pediátrica de la
salud del adulto. También colaboré (ya no lo
dirigía me parece) en el curso de Progresos
en Barcelona, tratando de la trascendencia
del diagnóstico y consulta antenatal. Viajé
a Sevilla para participar en la reunión de la
Sociedad de pediatría extrahospitalaria.
Julio. Aparece libre en la Agenda. ¡Ya era
hora! Como es fácil de apreciar, cada mes
y algo cada año son discípulos de los pre-
cedentes. De manera que se parecen bas-
tante aunque no se repitan exactamente. Es
un aliciente de la vida, comprobando que el
progreso no se detiene, si bien parece ir de
crisis en crisis. Me temo que es el método
de controlar la situación por los gobernan-
Febrero. Presenté en mi tierra de adopción,
la querida ciudad condal, una conferencia
en la Societat Catalana de Pediatría tratan-
do sobre el síndrome de Down como mode-
lo. Correspondió asimismo la habitual con-
ferencia en el máster de Patología mamaria
y leímos una de las últimas tesis doctorales
dirigidas. Realizada en torno a problemas
cardiológicos (conducto arterioso) por el
doctor Richech. Llegaron a 70 las tesis que
me dio tiempo a dirigir antes de mi jubila-
ción. Después fui dejando esta actividad es-
pecialmente porlas trabas burocráticas que
rodean el doctorado.
Marzo. Encuentro en la agenda una con-
ferencia mía en Granada organizada por la
Sociedad de Pediatría de Andalucía Orien-
tal. Versó sobre una actualización de las in-
fecciones prenatales del SNC.
Abril. Fui invitado por la Universidad de
Buenos Aires del 17 al 23 de abril, durante
el Curso Internacional de Pediatría dirigido
por Ángel Cedrato. Mi aportación principal
se tituló perspectivas en alergia. El Gru-
po Latino de Pediatría se reunió en abril
en Santiago de Compostela y mi ponen-
cia trató sobre marcapasos en el niño con
la imprescindible colaboración del doctor
tes y los que se autocalifican de progres.
Agosto. Viajé a Costa Rica, pasando por la
colombiana Cartagena de Indias donde
creía ver en las esquinas de su parte anti-
gua a los personajes de las obras de Gabriel
García Márquez. Me invitaba el doctor Her-
nández a su costarricense Curso de For-
mación pediátrica del postgraduado. Entre
otras aportaciones tuve que presentar al
ilustre y simpático Doctor Cravioto, desa-
rrollando dos charlas acerca de las vitami-
nas en la nutrición del niño y los cambios
profesionales del pediatra moderno. En las
conferencias en América latina es conve-
niente llevar material preparado para otras
charlas, además de las previstas, por si a
última hora te hacen invitaciones que no
puedes rechazar. La primera vez me ocu-
rrió en Cuba. No es preciso que diga los
valiosos recuerdos, estímulos y enseñan-
zas que obtenía en estos desplazamientos a
la América del Sur, Central en este último
caso, y del Caribe (Puerto Rico, República
Dominicana, Cuba), tanto desde el punto de
vista profesional como humano y turístico.
Pocas veces fue posible no aceptar la invi-
tación. Lo mismo digo si recuerdo algunos
países de América del Norte, como México y
el Estado de Florida de USA.
24 25
1994
14. PUBLICACIONES
Séptima edición de nuestra obra principal
M. Cruz. Tratado de Pediatría, por la editorial
Ergon de Madrid-Barcelona. Esta edición marcó
su mayoría de edad, si bien todavía publicarían
hasta la décima edición , mientras la 11ª y por
ahora última la realizó Ed. Panamericana.
F. Ballesta, M. Cruz et al. Limbs malformations.
Difficulty of genetic counseling. Book of Abs-
tract. 26Anual Meeting. European Society of
Human Genetics. 1994: 91.
M. Cruz. Aspectos actuales de las vitaminas
en Nutrición. Acta pediátrica Costarricense.
1994; 7: 303-305.
M. Cruz. Definición humana, profesional y
científica del pediatra actual. Propuestas para
su formación. Acta Pediátrica Costarricense.
1994; 7: 307-308.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
De nuevo el premio Nobel de Medicina
es adjudicado a los bioquímicos de USA.
En esta ocasión Gilman y Rodbell, descubridores
de la proteína G de la membrana celular.
Inauguración del Túnel bajo el Canal
de la Mancha.
Nelson Mandela, primer presidente por
elección en Sudáfrica.
Septiembre. Fue en este mes cuando al fin
pude visitar la isla de Menorca y sus dos
ciudades principales Mahón y Ciutadella.
En cierto modo las conocía por anticipa-
do a través de las frecuentes consultas
que recibía en Barcelona para pacientes
remitidos por los colegas, en especial el
Doctor Cardona, que había conocido en
Cádiz: era el médico de un gran sanatorio
antituberculoso en Puerto Real y le invité
a hacerse pediatra, aprovechando bien el
tiempo. Como en Mahón no éramos ló-
gicamente muchos, hicimos un coloquio
distendido, dominando los progresos en
alergia y la patología respiratoria.
Octubre. De nuevo me acerqué encanta-
do a Zaragoza a la reunión de la Sociedad
Aragonesa de Pediatría.
Noviembre. Donde había comenzado mi
carrera, recibí una distinción que hizo
brotar mi escondido orgullo: ingre-
sé como Académico de Honor en la Real
Academia de Medicina de Granada. La
verdad es que me siento honrado cuando
me encuentro unido mediante estas dis-
tinciones con verdaderas personalidades
de la Medicina, aquellos que han sabido
pensar y no solo obrar o los que han dado
número. Esto ocurría por los años 1950 y
1960 y acompañaban a casi un millón de
andaluces que protagonizaron una emi-
gración interior de las más representa-
tivas y trascendentales en nuestro País.
Estos compañeros se afincaron de forma
definitiva en la tierra de Mosen Cinto Ver-
daguer, Josep Pla o Salvador Espriu pero
también de Gaudí o Dalí, lo mismo que de
Pedro i Pons o Piulachs, protagonizando
un mestizaje cultural que merecería me-
jor atención. La mayoría triunfó profesio-
nalmente y en su éxito ha tenido impor-
tancia la huella dejada por los Maestros de
la Facultad de Medicina de Granada”.
Algunos de estos compañeros ya han
desaparecido , dejándome su opinión: D.
Antonio Galdó era un excelente profesor,
que a la exigencia sumaba la enseñanza
cierta y la justicia en esa difícil tarea que
era, al menos entonces, la calificación
académica.
un toque de imaginación a sus investiga-
ciones. Muchos, como yo, supieron ante
todo aprovechar su tiempo, utilizando
los años jóvenes para aprender y la edad
madura para entender la complejidad de
nuestra ciencia y su aplicación en una
apasionante profesión. Al final no podía-
mos reprimir los impulsos de transmitir
los conocimientos adquiridos.
Falleció en Granada este año 1994 mi
maestro el profesor Antonio Galdó Ville-
gas. Tuve ocasión de recordar su enorme
talla universitaria, humana y profesional
en varias ocasiones . De uno de aquellos
escritos recorto un párrafo solamente:
“Sería en cierto modo representante de
los numerosos médicos que se forma-
ron en la facultad de medicina granadi-
na y llegaron a Cataluña en considerable
26 27
Profesor Don Antonio Galdó Villegas
15. Febrero. Estaba una vez más en la ciudad
de la Alhambra. El motivo profesional era
tratar sobre Hipocrecimiento psicosocial
en un Curso Monográfico de Pediatría so-
cial en la Universidad de Granada. Su se-
gunda cátedra salió a concurso precisa-
mente con el título de Pediatría social y de
la adolescencia. Desde mediados del siglo
XX se demostró la necesidad de conceder
una asistencia especializada al niño ma-
yor cuando llegaba a la adolescencia, entre
otras razones porque el adulto acusará las
intervenciones también en su salud físi-
ca y mental, compartiendo las principales
causas de morbilidad creciente y de ma-
yor trascendencia futura, según advierte
la OMS: los trastornos psicológicos o men-
tales, la patología neurológica, las neopla-
sias, la obesidad y otros problemas de nu-
trición, los accidentes y las consecuencias
de la violencia, el asma, la autoinmunidad y
otras enfermedades no infecciosas.
La pérdida más lamentable en el año fue la
de Ernesto Sánchez Villares en este mes de
mayo de 1995. Tomo prestadas las palabras
de M. Crespo , quele despide como Maestro
“generoso en el dar, olvidadizo en el reci-
bir, ávido en el saber, aglutinador de dis-
crepantes, admirador de sus colegas, or-
gulloso de sus discípulos”. Añado: fue una
inagotable fuente de enseñanzas, ya que
no sufrió nunca la decadencia de los años
y menos aún la más grave del desencanto,
que anula a otros casi en plena juventud.
Símbolo también de una generación mar-
cada en su adolescencia por el horror de la
Guerra Civil, acumuló energías para ser el
primero de ella como proclaman sus nu-
merosas obras, de las que era hijo, más que
de su Maestro el profesor G. Arce, del cual
siempre se consideraba un continuador. A
su quehacer de clínico eminente y de con-
sultor imprescindible, antepuso la tarea de
enseñar con una elocuencia envidiable y
con generosidad: a todos los niveles y en
cualquier ámbito. Aunque competimos en
dos oposiciones con ventaja mía, siempre
conservamos la amistad.
Junio. Mi encargo como conferenciante
fue un alegato del interés del trabajo mul-
tidisciplinario en el Hospital Universita-
Marzo. Sobre Evocación delos Maestros de
la Pediatría intervine también en Granada
en el mes de Marzo. Se celebraba una reu-
nión conjunta de las sociedades de pedia-
tría de Andalucía Oriental y la de Andalucía
occidental y Extremadura. El profesor An-
tonio Galdó había fallecido recientemente,
como fue señalado. En el mismo mes me
encontraba en la acogedora Cádiz. La ha-
bitual conferencia versó sobre La otra cara
de las vitaminas, en el ámbito de la Uni-
versidad de Cádiz en un Curso Monográfi-
co de Actualidades Pediátricas.
Abril. Revisé el tema de la Gastroenteritis
en la edad pediátrica, hablé y discutimos
en la Universidad de Málaga en su Curso
de Pediatría Ambulatoria.
Mayo. Me desplacé, siempre gustoso, a
Murcia para insistir acerca de Actualidad
de la mononucleosis infecciosa en el Cole-
gio Oficial de Médicos. También en mayo
debo destacar la intervención en Reus en
el ámbito del congreso de la competitiva
Sociedad de Pediatría Extra-Hospitalaria.
Volví pronto para tratar del Óxido Nitrito y
patología respiratoria. en el Departamen-
to de Pediatría de la Facultad de Medicina,
Universidad Rovira i Virgili.
rio Sant Joan de Déu de Barcelona para la
clausura de sus Sesiones Clínicas.
Julio. Al otro extremo de la península me
encontré de nuevo en Málaga (Facultad de
Medicina) dando una Conferencia de fin
del Curso de Pediatría sobre infecciones
respiratorias recidivantes en el niño, pro-
blema de continua preocupación. También
me interesaba en el plano personal, ya que
he sido un reincidente paciente respira-
torio, al principio como simples catarros
o faringotraqueitis, finalmente cataloga-
do de bronquitis asmática. Con el tiempo
fueron tomando protagonismo en la etio-
logía de estos procesos recidivantes en el
niño los factores ambientales y entre ellos
la contaminación o polución, sin descartar
el humo del tabaco y otros factores, según
cada paciente.
Todavía en el mes de julio intervine en un
curioso curso acerca de las Vacunaciones
en la infancia y su impacto en la salud. Te-
nía lugar en la hermosa ciudad de Ronda.
Lo que sorprendía no era el interés indu-
dable del tema ni el profundo Tajo que par-
te por medio a la ciudad malagueña - y te
obliga cuando te asomas a soltar un taco-,
sino que los actos estaban organizados no
28 29
1995
16. por la Facultad de medicina malacitana
sino por la Universidad Complutense de
Madrid, en uno de sus cursos de verano.
Se publicó en este 1995 con todo lujo por
editorial Masson de Barcelona el libro: A.
Galdó, M. Cruz: Tratado de Exploración
clínica en Pediatría, con numerosos co-
laboradores. Aprovecho la ocasión para
adelantar que no fueron sólo mis propias
obras las que merecieron mi profunda
dedicación, como prolongación de quien
tenía “la pediatría como magisterio” (pa-
labras de un periodista). Por ejemplo, co-
laboré en varios libros dirigidos por otros
autores : C. García Caballero, M. Gómez, J.
Montilla, J. Callabed......
Nacer por donde sale el sol, en el pueblo
valenciano lleno de optimismo e inteli-
gencia, parece un buen augurio. Pensamos
que se cumplió en la dilatada y fecunda
trayectoria vital de Juan Bosch Marín (Cla-
ret, 1902-Madrid, 1995). En uno de los bo-
letines (1995) de Noticias de Unicef aparece
su fotografía cuyo pie dice: “Doctor Juan
Bosch Marín, parte importante de la ges-
tión del Programa de Cooperación entre
Unicef y el gobierno español y promotor
de la Asociación de Amigos de Unicef, ori-
gen de su Comité Español”. Como puede
suceder más de una vez, conocemos mejor
a una persona después de morir.
30 31
PUBLICACIONES (libros) CON MI
PARTICIPACIÓN
Gómez M., Montilla, J. et al. Neurología y
Neuropsicología pediátrica. Dip. Jaén, 1995.
García Caballero C otros. Pediatría Social.
Ed. Diez de Santos, Madrid, 1995.
PUBLICACIONES, REVISTAS
Cruz M. Bioética en Pediatría Social.
Archivos de Pediatría, 1995;46 (1):127-131.
Quiñones E, Cruz M. Evaluación de la
morbilidad en una Unidad de Cuidados
Intensivos pediátricos.
Archivos de Pediatría,1995; 46:19-24.
Cruz M. Profesor Juan Bosch Marín.
Archivos de Pediatría 1995; 42: 85-86.
Cruz M. Profesor Ernesto Sánchez Villares.
Medio Siglo de Pediatría.
Archivos de Pediatría 1995; 42:171-172.
Cruz M. El pediatra general ante la nueva
patología pulmonar.
An.Esp.Pediat.1995. 71:158-160.
Cruz M. Buscando al padre del hombre.
Actualidad médica (Granada)81:197-217.
Cruz M, Peiré.
M.A. El sulfato de magnesio en la terapéutica
del asma bronquial.
Archivos de pediatría, 1995; 297-301.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Grandes avances en las investigaciones
del desarrollo embrionario. Obtiene el premio
Nobel la alemana Nueslein-Volhard, junto con
Lewis y Wienschaus.
Fin de la Guerra de los Balcanes
(firma el tratado de paz en París).
El Consejo de Europa aprueba el
Convenio Europeo de Bioética.
Se inicia el Espacio Schengen sin fronteras
para Alemania, Bélgica, España, Francia,
Holanda, Luxemburgo y Portugal.
La Unión Europea crea como moneda
única el Euro.
Nueva era espacial: el transbordador
Atlantis de USA se une a la estación MIR rusa.
17. 32 33
Los datos que encuentro comienzan en
Febrero y en la Facultad de Medicina de
Málaga, junto a su inolvidable catedráti-
co de Pediatría Antonio Martínez Valverde.
Les dicté la lección magistral sobre Nue-
vos aspectos de la Iatrogenia en Pediatría.
Marzo. Al mes siguiente el tema que me
correspondió desarrollar fue la Inmuni-
dad en los síndromes malformativos. Co-
rrespondía al Curso monográfico de In-
munología clínica en la Universidad de
Barcelona. En el mismo mes de marzo fui
a Zaragoza. Traté de Nuevas infecciones
prenatales en un Curso de Pediatría Ex-
trahospitalaria de la Asociación española
de pediatría. Como broche de oro tuvimos
una larga excursión por el Valle de Ordesa
y poblaciones próximas. Inolvidable. Un
buen premio a este conferenciante, que
solo recuerda en su vida dos conferencias
en las que recibiera una remuneración
dineraria como viático u óbolo de viaje.
Abril. Destaco mi conferencia sobre
Actualidades en Craneosinostosis en un
brazos y dar dosis extra de esa otra vita-
mina que es el afecto, sin faltar la luz so-
lar. Quizás por el aumento de la prema-
turidad, la disminución de la lactancia
materna y las dificultades sociales en la
familia, la plagiocefalia en los lactantes
de Barcelona se hizo más intensa y re-
belde. De modo que mereció pronto una
pequeña y didáctica monografía de Joan
Bosch y de Josep Costa, donde expon-
drán (2012) la importancia del frecuente
cambio de posición del pequeño (boca
arriba para evitar la muerte súbita,
pero a ratos y con vigilancia boca abajo),
mantenerlo en la postura mediante coji-
nes. Se puso de moda el poner un casco
de plástico. Las familias lo solicitaban y
la industria lo fomentaba, sin embargo
no era necesario.
Siguiendo Abril estuve varios días en El
Escorial. Así lo pude ver a fondo y admi-
rar en toda su grandeza. Como la mayo-
ría de mis viajes lo hice con motivo de
una reunión científica. En esta ocasión
hablé de Lactancia Materna e Inmunidad
en un Curso de Nutrición, organizado
por Manuel Hernández de la Universidad
Autónoma de Madrid.
Curso de Genética de la Facultad de Me-
dicina de Barcelona. Al pediatra corres-
pondía detectar los síntomas precoces
para el diagnóstico temprano y buscar
la solución quirúrgica a fin de evitar las
complicaciones. Son varios y conocidos
los síndromes, presididos por la enfer-
medad de Crouzon. Resuelto el trata-
miento, aparece cierto interés en unas
publicaciones recientes (2020-2022) por
encontrar la explicación de las dolico-
cefalias acentuadas, producidas me-
diante vendajes en los primeros meses y
años de vida. Podría ser la búsqueda de
un rasgo de belleza ( recuérdese el busto
de la reina egipcia Nefertiti) o de auto-
ridad, pero tal vez algunos creían que se
aumentaba así el tamaño cerebral y por
ello la capacidad cognitiva del individuo
portador de aquel cráneo alargado, en
unos casos congénito pero en la mayo-
ría provocado. A propósito, era frecuen-
te observar una asimetría del cráneo
(plagiocefalia) en los pequeños lactantes
que estaban demasiado tiempo tum-
bados y quietos boca arriba en la cuna.
Administrar vitamina D y calcio, además
del tiempo, ayudaba a su corrección,
pero sobre todo el cambiarle a menudo
de posición, lo que obligaba a tomar en
Mayo. Intervine con una Conferencia
de clausura en un curso de Infectología
Pediátrica realizado en Barcelona. Revi-
sé las Infecciones perinatales. Siguien-
do mayo, me desplacé a Pamplona, que
conocía bien de otros acontecimientos,
pero en éste me llevaron a disfrutar de
los pueblecitos románicos del norte de
Navarra. El motivo fue dictar una confe-
rencia-coloquio, cuyo motivo era la ac-
tualización de las vertientes profesional
y científica de la Pediatría.
Junio. Aparecen dos actividades docen-
tes en forma de conferencias y coloquio.
Una trató de la facies en dismorfología
para el tradicional Curso de Progresos
en Pediatría en la Facultad de Medicina
de la Universidad de Barcelona. La otra,
titulada Horizontes de la pediatría cara al
año 2.000, tuvo lugar en Granada como
clausura del curso de postgraduados en
la Facultad de Medicina de su Universi-
dad. Se repite la ciudad de Granada en
mis desplazamientos y no solo porque
el catedrático actual era mi gran discí-
pulo Juan Antonio Molina Font. También
viajaba con gusto porque me esperaban
numerosos familiares y yo había vivido
allí muchos años (1929 a 1957), descon-
1996
18. 34 35
tando los tres de la Guerra civil que los
pasé en un pueblo de cuyo nombre no
quiero acordarme.
En el largo verano de este año no aparece
nada digno de mención por ahora. Habrá
que esperar al otoño bien entrado. No
pretendo el otoño del patriara, pero sí el
atardecer dorado del jubilado.
Noviembre. En Valencia aparece mi con-
ferencia sobre Perspectivas en Medicina de
la Adolescencia. Fui invitado por la recién
inaugurada Clínica Quirón. Otra charla en
el mes de noviembre la dediqué a la pa-
tología mamaria en los adolescentes. Lla-
mó la atención la alusión a los síndromes
malformativos con anomalías mamarias,
como el de Poland, que presenta hipopla-
sia unilatreral del músculo pectoral y de
la mama correspondiente, aparte otros
síntomas. Estaba una vez más en las Is-
las afortunadas. Esta vez en Las Palmas de
Gran Canaria. El acto fue organizado por
el doctor Calvo Rosado de la Facultad de
Medicina de la Universidad.
Diciembre. Me solicitaron una conferen-
cia sobre Reumatología pediátrica en el
Servicio de pediatría del Hospital Grego-
rio Marañón de Madrid.
ALGUNAS PUBLICACIONES
M. Cruz y J. Bosch. Atlas de síndromes
pediátricos. Ed. Espaxs. Barcelona. 1998.
Current trends in the Infant Dietary
Diversification. Second International
Symposium of Nutrition Paris. Febrero 1996.
Utilisation des Immunoglobulines en
pediatrie. Sintra. Portugal. Groupe Latin
de Pediatrie.17e R. Mayo 1996.
Admissions to a Paediatric intensive
care unit after cardiopulmonary arrest
(col. E.Quiñones). 2nd World Congress
on Pediatric Intensive Care) Rotterdam.
23-26 Junio 1996.
Ethical problems related to paediatric
teaching and research 27th. Annual
Meeting Association for Paediatric
Education .Barcelona. 5-6 September 1996.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Los avances en la inmunidad mediada por
células merecen la distinción del premio
Nobel a los inmunólogos Zuckernagel y
Doherty.
Enfermedad de las vacas locas
(encefalopatía espongiforme bovina)
Oveja Dolly, primer animal clonado.
HotMail.com. Primer correo electrónico
gratis (adquirido por Microsoft por 400
millones).
Dado que la última tesis doctoral
corresponde a este año, incluyo una
nota donde resumo las últimas tesis
dirigidas desde la jubilación:
P. CASTELLS CUIXART
“Test del dibujo de la familia de los niños
de padres separados.”
Facultat de Medicina. Universitat de Barcelona. 1992.
F. ANGULO
“Asistencia psiquiátrica infanto juvenil:
Experiencia hospitalaria durante 20 años.”
Facultat de Medicina. Universitat de Barcelona. 1992.
M. RISSECH PAYRET
“Aportaciones a la valoración anatómica
y funcional del conducto arterioso
persistente.”
Facultat de Medicina. Universitat de Barcelona. 1993.
EDDY, LEFA S.
“Aportación al estudio del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad.”
Facultat de Medicina. Universitat de Barcelona. 1996
19. 36 37
Enero. Lo primero a reseñar en este año
fue la amable visita recibida del Dr. Er-
nesto Quiñones de Quito (Ecuador) conti-
nuando una costumbre con los pediatras
hispanoamericanos que se habían forma-
do cerca de mí, tanto en Granada como
en Cádiz y éste (no el único ni mucho me-
nos) en Barcelona. Establecían un nuevo
vínculo que también era reforzado en los
congresos y publicaciones. Quito y sus al-
rededores los tenía conocidos en ocasio-
nes previas a los años seleccionados en
este relato de jubilado. En uno de ellos,
tras dar dos conferencias en el Congreso
(Oligoelementos. Hepatopatías en la in-
fancia) realizado en Ambato, pude llegar
hasta las Islas Galápagos.
Anoto una entrevista con el Dr. Josep
Terés sobre nuestras actividades en el
Comité de ética asistencial del Hospital
Clinic. Resolvíamos algunos problemas,
como el de la donación de órganos entre
vivos, aunque la mayoría estábamos al
nuevas inquietudes, reflejadas en artícu-
los, libros y charlas. Una conferencia so-
bre adolescencia me fue solicitada para la
reunión de la naciente Sociedad de pedia-
tría del Adolescente en este mes . Su pri-
mer presidente fue Blas Taracena del Pi-
ñar. Visitamos Cáceres y Mérida. En años
anteriores había conocido sobre todo
Badajoz, entre otros motivos debido a la
insistencia de mi gran amigo Alejandro
Encinas Casillas. Le había conocido en los
años gaditanos, cuando él - brillante pe-
diatra- hacía la tesis doctoral con el far-
macólogo García de Jalón.
Al volver, todavía en el mismo mes, inter-
vine en el Curso de Neonatología en Bar-
celona, tratando de las Bases inmunológi-
cas de la alimentación neonatal.
Tuve que dedicar mucho tiempo a co-
rregir pruebas de imprenta, trabajo que
dominaba a fuerza de ejercitarlo con mis
otros libros. En esta ocasión se trataba de
las pruebas finales del libro Atlas de Sín-
dromes pediátricos (tardaría un año en
salir) del que soy autor junto con el Dr.
Joan Bosch Hugas. Lo estaba editando
pulcramente Espaxs, como haría con va-
rias ediciones (hasta la sexta) del Tratado
mismo tiempo mejorando nuestros co-
nocimientos acerca de la bioética, redes-
cubierta. Figura en la agenda una consul-
ta con mi neumólogo el añorado doctor
Agustí Vidal.
Febrero. Participé en un Curso de Endo-
crinología de Barcelona (Asistencia Sani-
taria del adolescente) en la Universidad de
Barcelona , seguida de mi aportación en
el Curso de pediatría extrahospitalaria de
Zaragoza (Forum Nestlé), disertando so-
bre el tratamiento ambulatorio del asma
bronquial infantil. Como labor académica
consta que tuve que formar parte del tri-
bunal de la nueva doctora Jané, conocida
desde chica.
Marzo. Colaboré en Barcelona en el Curso
dirigido por el Dr. Joaquín Callabed sobre
Neurobiología de la pediatría psicoso-
mática. Así mismo intervine en el anual
Curso de Alergia en Barcelona (Propues-
tas para el tratamiento del asma). Y , para
no cambiar, viajé a Granada hablando so-
bre Adolescencia en la cátedra de Gabriel
Galdó.
Abril. El tema de la adolescencia iba to-
mando progresiva importancia en mis
de Pediatría, con el libro Compendio de
Pediatría (saldría en 1998) y las diversas
Monografías de la cátedra de pediatría
de Barcelona. Todas llevan una extensa
introducción del que está escribiendo, lo
mismo que los volúmenes de la serie de
Terapéutica pediátrica.
No se acabó el mes de abril sin viajar a Va-
lencia para constituir el tribunal de una
tesis doctoral que había dirigido Juan Bri-
nes Solanes, y a continuación llegar pres-
to a Granada para inaugurar un curso de
Endocrinología.
El Grupo Latino de Pediatría tuvo lugar
en la Verona de Romeo y Julieta, siendo
nuestra contribución: Nuevos aspectos de
la oncología pediátrica (col. Ofelia Cruz),
pero seguimos hasta pasar unos días en
Venecia. No es preciso decir nada más
sino aclarar que hablo en plural porque
la inmensa mayoría de las ocasiones iba
junto con mi añorada esposa Ángeles.
También a veces nos acompañaba alguno
de los hijos: Ofelia, Daniel y más a menu-
do. Alejandro y sobre todo Marta, la más
pequeña (nacida en Barcelona en 1973). De
su compañía en los viajes prolongados no
1997
20. 38 39
conozco cuanto recuerdan todavía. Luego
ellos han tenido otras oportunidades de
conocer países lejanos. Tal vez Alejandro
destaque nuestra excursión inolvidable a
las Islas Galápagos y Marta la de Orlan-
do en Florida cuando Disney Word era un
espectáculo impresionante e inédito para
chicos y mayores.
Junio. Anoto la distinción de inaugurar
un curso de nutrición en la Universidad
de Granada. Estaba dirigido por el profe-
sor Narbona. Repetí con otra lección en
el Curso que se daba en la capital nazarí
para los residentes. Luego fui a Oviedo,
donde fui tratado siempre de manera ex-
quisita, para desarrollar una ponencia so-
bre situación de la educación pediátrica y
al final del mes me desplacé a Cádiz para
participar en la reunión de la Sociedad de
pediatría extrahospitalaria que tenía allí a
uno de sus pilares, el doctor Manuel Ca-
sanova Fernández, que había que distin-
guir de otros ilustres pediatras gaditanos
coetáneos del mismo apellido (y nombre):
el profesor Manuel Casanova Bellido (ca-
tedrático de pediatría) y Manuel Casanova
Vizcaíno, un clínico de gran personalidad.
En Barcelona acompañé a la profesora
Edelmira Domenech en su ingreso en la
turísticos, incluidos la Cueva de Montesi-
nos y las Lagunas de Ruidera.
Noviembre. Mi lección anual en el Máster
de patología mamaria tuvo lugar puntual-
mente. En el mismo mes visité Santander,
ciudad encantadora y próxima a Santilla-
na del Mar y sus cuevas de Altamira (co-
nocidas excepcionalmente en su versión
original y más adelante en la copia muy
bien conseguida). El desplazamiento es-
tuvo motivado por la participación en el
Curso de Nutrición organizado por Mi-
guel García Fuentes y su eficiente esposa
Fanny, ilustre bibliotecaria. Más adelante
viajé a Sevilla para el XIII Simposium de
pediatría social dedicado a Familias con
necesidades especiales. En realidad era
todo un congreso, si bien por tradición se
conocía como Simposium.
Diciembre. Terminé el año con pequeños
trabajos como la Reunión de la Fundación
Letamendi, de la que yo era patrono y la
presidía entonces Francisco Arasa y más
adelante Moisés Broggi. Por su parte el
profesor Carrascosa me invitó al tribunal
de Tesis doctoral en el área docente del
Hospital Vall d´Hebron.
Real Academia de Medicina.
Julio y agosto. Descanso (para alguien que
no estaba cansado) entre Gavá Mar y agos-
to en Almuñécar. Un aliciente importante
era el reencuentro con los amigos. Con
el paso de los años mi experiencia es que
cada vez resulta más difícil hacer amigos
conforme pasan los años y aumenta tu ni-
vel profesional y social. De ahí que, siem-
pre que es posible, sean disfrutados los
viejos amigos, sin menospreciar el regalo
de las más raras amistades recientes.
Septiembre. Me dirigí otra vez a Pamplona
para acompañar en sus nupcias a Gloria
Bueno, que estaba llegando a un alto ni-
vel en la pediatría moderna, recogiendo la
antorcha que dejaría su padre. Hago esta
excepción impelido por la admiración y el
respeto profesional a la protagonista.
Octubre. Tuve dos intervenciones casi ha-
bituales. Una en Zaragoza y otra en Barce-
lona. Aparte debo encuadrar la invitación
por mi destacado discípulo Dr. Félix No-
tario para dar una conferencia en la So-
ciedad de Medicina y Cirugía de Albacete.
Conocimos bastante bien tanto la acoge-
dora capital manchega como sus puntos
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Los priones (proteínas con capacidad
patógena, que pueden transmitir) son la
causa de la encefalopatía espongiforme o
enfermedad de las vacas locas. Prusiner
(California) obtiene el Premio Nobel.
Accidente nuclear en el Japón.
La Unión Europea decreta la prohibición
de clonar seres humanos.
Mueren Diana de Gales y Teresa de Calcuta.
PUBLICACIONES
M. Cruz. E. Lefa. Estudio de prevalencia del
trastorno por déficit de atención con
hiperactividad en niños de 7-8 años.
Bol Med Hosp Infant Mex. 1997; 54: 261-267.
M. Cruz. F. Arasa in Memoriam.
XX Simposium Internacional de la Ciencia
del Hombre. Organizado por la Fundación
Letamendi, Barcelona.1997.
21. 40 41
Comencé Enero, para lo referente a mis
correrías cercanas a mi profesión y cien-
cia, con una conferencia en Barcelona en
el curso de Adolescencia. organizado por
la Universidad autónoma de Barcelona en
su unidad docente de pediatría del Hospi-
tal Vall d’Hebrón. Diserté sobre Patología
mamaria de los adolescentes.
Febrero. Aportación a una Reunión so-
bre lípidos, que se desarrolló en Palma de
Mallorca. Luego me desplacé a Granada:
y su Real Academia de Medicina, para dar
el discurso de contestación al de ingreso
como numerario de mi discípulo inolvi-
dable Juan Antonio Molina Font. Versó
acerca de Mujer, maternidad y lactan-
cia. Hizo un elocuente canto a la mujer al
que procuré responder como se merecía.
Construimos una poética pieza de cien-
cia, a dos manos como quien dice.
Marzo. Reunión del Club de Pediatría So-
cial en Barcelona, tratando de los Retos
sanitarios actuales de niños y adolescen-
tes. Siguió una conferencia en la Societat
por lo que era propenso a sufrir engaños.
El año próximo se establecería el plan Bo-
lonia, en el que muchos teníamos puestas
muchas esperanzas.
Abril. Diserté sobre Patología psicosomá-
tica del adolescente en el Curso de Ado-
lescencia dirigido por Gabriel Galdó en
Granada. A estas alturas apenas es nece-
sario insistir más en que uno de los ras-
gos distintivos de la moderna Pediatría ha
sido precisamente la ampliación de sus
límites cronológicos, con todo lo referen-
te a la medicina de la adolescencia, tanto
física, como psíquica y social. Sin embar-
go, no es posible ocultar que también es
una carga en la práctica para el pediatra
de Atención primaria en nuestra situa-
ción actual. Parece que una solución sería
la especialización, aunque resultaría tan-
to o más urgente la reorganización de la
atención primaria. Así mismo, es preciso
reclamar verdaderas facilidades para el
fomento de un eficiente trabajo en equi-
po, actuando cuando sea preciso junto
con psicólogos, psiquiatras, otros espe-
cialistas médicos, pedagogos, enferme-
ras, trabajadores sociales y cualquier otro
profesional interesado en la salud física,
psíquica y social del adolescente.
Catalana de Pediatría de Catalunya en
Barcelona, hablando de Risc de l´ús ina-
dequat de les exploracions complementa-
ries.
Volvimos a Milán para el congreso de la
Asociación Europea de Educación pediá-
trica. Mi ponencia estaba basada en la pa-
sada experiencia con postgraduados. Sólo
se sabe lo que se hace, por lo que el en-
señar a hacer es fundamental. Dado que
mis servicios hospitalarios universita-
rios en el Clinic eran reducidos, hicimos
un ensayo muy estimulante al principio,
incorporando varios hospitales asocia-
dos a la Escuela profesional: en Barcelona
el Hospital de San Juan de Dios dirigido
por Joaquín Plaza y la Clínica de la Alian-
za cuyo jefe de pediatría era Jacinto Ta-
rés. La Clínica del Nen Jesús en Sabadell y
el Hospital de San Lázaro en Terrassa. El
Hospital de Girona (Luis Vehí de Cabre-
ra), Hospital de San Juan de Reus (Carles
Martí Henneberg), Hospital Juan XXIII de
Tarragona (Xavier Allué), Hospital Son
Dureta de Palma de Mallorca (Gabriel
Rul-lan y Juana Mª Román). Todo acaba-
ría en la nueva etapa que me siguió. En
Milán les pareció una arriesgada apuesta.
Tal vez me conocían bien: nunca engañé
En Barcelona, en la hermosa Casa Elizal-
de, intervine en la recientemente desapa-
recida (en el año 2022, añado en esta úl-
tima revisión del texto) Fundación Down,
al comprobar sus fundadores que los ob-
jetivos estaban cumplidos. Dicté una con-
ferencia sobre el pediatra y el síndrome
de Down.
También hubo reunión de la Fundación
Letamendi en Barcelona. El Doctor José
de Letamendi era natural de Barcelona,
pero la fama la obtuvo en Madrid. Hom-
bre polifacético, impregnó la medicina de
un halo filosófico, que se puede resumir
en su frase: el que solo sabe medicina, ni
medicina sabe.; y sus famosos aforismos
desde los más simples “mucho zapato
y poco plato” a los más enrevesados “la
vida una sola función, el cuerpo un solo
órgano” más o menos. Un sobrino diplo-
mático dejó su fortuna para que la Fun-
dación difundiera estos conceptos de
humanismo. Todavía son necesarios en la
tecnificada medicina moderna, pero con
tan poca fortuna como la personalidad de
Letamendi. Al menos en el Ensanche de la
ciudad condal se ha respetado su nombre
en una plaza.
1998
22. 42 43
Mayo. Lo principal fue asistir a la Reunión
del Grupo Latino de Pediatría. Mi apor-
tación fue sobre: Inmunidad y nutrición,
papel de los antioxidantes.
Junio. Me tocó hablar en Granada con
motivo del Curso monográfico dirigido
por el Doctor Eduardo Narbona con una
charla en torno a los Métodos comple-
mentarios de diagnóstico. Luego pasé al
Congreso de la AEP en Málaga celebrado
en Torremolinos. Me distinguieron con el
encargo de una Conferencia extraordina-
ria sobre Horizontes pediátricos ante el
nuevo milenio.
Octubre. Tratamiento del dolor en el niño
fue mi aportación en el Curso de Progre-
sos y Terapéutica en Pediatría en el ámbi-
to de la Universidad de Barcelona.
Noviembre. Nueva visita a las Islas Ca-
narias, dando una conferencia en Santa
Cruz de Tenerife de título Panorama cer-
ca de la cumbre: horizontes pediátricos a
finales de siglo. Estaba organizada por la
Sociedad Canaria de Pediatría.
Asistí a la anual Reunión sobre Vacunas.
Estuve en Las Palmas de Gran Canaria
para una conferencia organizada por el
Doctor Calvo Rosado que dediqué a In-
munidad y nutrición. Con estos viajes
fui conociendo las maravillas del paisaje
canario (para mí el número uno es Lan-
zarote) y el arte; visita en su día a Cesar
Manrique.
Diciembre. El dolor en pediatría me ve-
nía preocupando, ya que en épocas an-
teriores era mal valorado. Sería el punto
principal de mi discurso de ingreso el 7 de
diciembre como Académico Numerario
en la Real Academia de Medicina de Cata-
luña: Sueño y esperanza de una medicina
sin dolor. La contestación correspondió a
Ángel Ballabriga. Fue un acto muy solem-
ne y sobre todo honrado con la nutrida
audiencia de mis amigos, colaboradores y
discípulos. Al salir del acto cada uno re-
cibió un ejemplar del discurso y los que
pudieron se reconfortaron con un aperi-
tivo servido en la sala de presidentes por
S. Soteras.
PUBLICACIONES
M. Cruz y J. Bosch. Atlas de síndromes
pediátricos. Ed. Espaxs. Barcelona. 1998.
M. Cruz, M. Crespo. J. Brines.
Compendio de pediatría.
Ed. Expaxs. Barcelona, 1998.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
El Universo se está expandiendo de forma
acelerada.
Biochips de utilización creciente.
Descubrimiento de la importancia
del óxido nítrico (Premio Nobel para
Furchgott, Ignarro y Murad, de USA).
23. 44 45
La proximidad de un nuevo siglo segura-
mente trastornó los planes. No encontré
mi pequeña agenda en su momento y ella
era la fuente principal y fácil de este ro-
llo. Para rehacer la memoria miré el Cu-
rriculum, a ver qué puede aparecer en los
apartados de conferencias, congresos y
publicaciones. Personalmente este ejer-
cicio más laborioso me ayudó a conocer-
me mejor, por lo pronto, aceptando los
primeros fallos de la memoria inmediata,
heraldo de la próxima vejez. Qué le vamos
a hacer: como la enfermedad, son humi-
llaciones que ningún humano puede evi-
tar.
Conferencias:
Niño normal y pediatría del desarrollo.
Sociedad Catalana de Pediatría. Barcelo-
na. 25- Febrero.1999.
El dolor en el niño, bases para la preven-
ción y tratamiento. Fue mi aportación a
la Reunión conjunta de las Sociedades de
Pediatría de Aragón y de Madrid-Casti-
lla La Mancha en la inolvidable Cuenca.
el 12 de Marzo. El viaje de ida y vuelta fue
en autobús fletado por los compañeros
de Zaragoza, a la cabeza de ellos Manuel
Bueno. Así el trayecto fue amenizado por
las conversaciones, además de los parajes
y ciudades visitados. Todo un lujo que en-
tonces era posible.
Aspectos etiológicos y clínicos de las in-
munodeficiencias secundarias. Marzo.
Facultad de Medicina. Barcelona.
La preocupación docente ya saben que
era persistente en mi caso. Una vez más
hablé de Perspectivas en la formación pe-
diátrica continuada, en Barcelona, el 17 de
Marzo.
1999 PUBLICACIONES
Colaboración en los siguientes libros:
Entorno social niño y adolescente.
(J, Callabed). Ed. Laertes. Barcelona. 1999
Nutrición en pediatría. (M. Bueno et al.). Ed.
Ergon. Madrid, 1999.
Colección de monografías sobre
Terapéutica pediátrica: Comencé en este
año a dirigirla y colaborar: Tratamiento de
las enfermedades en niños y adolescentes
(col. M.A. Peiré). Ed. Espaxs. Barcelona.
Tratamiento de las enfermedades
cardiovasculares en niños y adolescentes.
(J. Ardura). Ed. Espaxs. Barcelona.
Tratamiento de las enfermedades
inmunitarias, alérgicas y reumáticas.
(A. Blanco et al.). Ed. Espaxs. Barcelona, 1999.
Tratamiento de las enfermedades
neurológicas en niños y adolescentes.
(M. Castro Gago). Ed. Espaxs. Barcelona,
1999 y otras publicadas más adelante.
PARTICIPACIÓN EN CONGRESOS
INTERNACIONALES
L´insegnamento della Pediatria post
aurea. Grupo Latino di Pediatria.
Palermo, Mayo 1999. Seguido de estancia
en la Isla de Sicilia.
Discurso de clausura. Sociedad Europea
de Educación Pediátrica. Valencia,
Septiembre 1999.
Procalcitonina para el diagnóstico de la in-
fección bacteriana (Col. R. Jiménez, J. Pou.)
Grupo Latino de Pediatría. 1999.
INTERVENCIÓN EN CONGRESOS
NACIONALES
Ponencia: Acido acetíl salicílico en el niño.
Congreso de la Asociación Española de
Pediatría. Zaragoza 23-26 Junio 1999.
Conferencia extraordinaria: Fundamentos
del tratamiento del dolor en el niño.
XII Memorial G. Arce-E. Sánchez Villares.
Oviedo 15-16 Octubre 1999 En esta
reunión recibí la medalla conmemorativa
del Memorial.
Conferencia extraordinaria: Paradojas de la
Pediatría actual. Congreso de la Sociedad
de Pediatría Extrahospitalaria. Murcia 28-30
Octubre 1999.
Ponencia: El niño y los medios de
comunicación. XIV Congreso o Simposium
Nacional de Pediatría Social. Las Palmas de
Gran Canaria 17-19 Noviembre 1999.
ARTÍCULOS EN REVISTAS
Cruz M. El AAS como representante de los
antiinflamatorios no esteroideos.
Anales Españoles de Pediatría. 1999; I: 39-41.
Cruz. M. Fundamentos actuales de la terapéu-
tica del dolor en pediatría. Bol. Pediatr 1999; 39:
186-196.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Primer injerto de piel artificial en un bebé.
Queda demostrado que el virus
VIH procedía de un chimpancé.
Premio Nobel a Gunter Blobel por su
descubrimiento del código molecular de las
proteínas.
24. 46 47
En la despedida del último año del siglo
XX no pude dejar de experimentar un
cierto alivio. Había pasado lo principal
de mi vida en este aciago siglo que Es-
paña comenzó con la huella reciente de
la pérdida irremediable y muy mal ges-
tionada de lo que le unía con América y
Filipinas.
Siguió con la guerra de Marruecos y no
tardó con el cambio de monarquía a re-
pública, que se amenizó con la quema de
iglesias y conventos, para pasar al ase-
sinato del jefe de la oposición y el es-
tallido de la cruel Guerra civil. Ha sido
comparada (por ejemplo, el historiador
Kaplan) solo con lo que ocurrió más
tarde en Bosnia. El mundo sufriría dos
guerras mundiales, las consecuencias
de la Revolución en Rusia y del Nazismo
en Alemania y tantas catástrofes más.
Compensadas con los avances en Me-
dicina, como los antibióticos, sin hacer
largo este inhabitual balance histórico.
Abril. Anoto una conferencia en el cur-
so de Progresos en Pediatría organizado
por nuestro departamento en el edifi-
cio docente del Hospital de San Juan de
Dios, tratando de la Formación conti-
nuada y la salud del adolescente y en el
curso monográfico de Alergia intervine
acerca del Desarrollo de la alergia en el
niño, en Barcelona. No faltó un viaje a
Granada para hablar también de Ado-
lescencia (Facultad de Medicina, Depar-
tamento de pediatría). No faltaría quien
insinuara que repitiendo yo el tema de
la adolescencia acabaría por aprendér-
melo.
Mayo. Hay que mencionar la Reunión
Extraordinaria de la Societat catalana de
pediatría en Toulouse: Premieres Ren-
contres Transpyrénéennes de Pédiatrie,
versando mi aportación sobre Forma-
ción pediátrica continuada, mientras
en el anual curso de Progresos y Tera-
péutica en Pediatría de Barcelona insistí
con un tema que estaba siendo objeto de
creciente atención: La salud del adoles-
cente en la actualidad.
Junio. Diserté en la Sociedad catalana
de Pediatría con una propuesta bajo el
Evitaré en lo posible las anécdotas, por-
que no las recuerdo bien y las que a mí
me cuentan en su mayoría son falsas.
Enero. Convaleciente de los jolgorios de
Navidad y Año nuevo, anoto mis confe-
rencias en Barcelona en la Sociedad de
pediatría extrahospitalaria y en la Sec-
ción de Alergia de la AEP, tratando de
Perspectivas de la formación pediátrica
continuada.
Febrero. Fui a Málaga a un curso de nu-
trición hablando de trastornos inmuno-
lógicos en la malnutrición en la Facultad
de Medicina. Departamento de Pedia-
tría. En Barcelona asistí a la reunión de
la Fundación Letamendi y otro acto de la
Real Academia de Medicina.
Marzo. Conferencia en el Máster de
Nutrición (dirigido por Ramón Segu-
ra): Nutrición en Pediatría. Aspectos
inmunológicos. Facultad de Medicina.
Barcelona. Di la lección sobre patolo-
gía mamaria en pediatría en el máster
de senología en Barcelona, del que era
profesor, lo mismo que en el Máster de
Nutrición.
lema Abriendo nuevas puertas a la Pe-
diatría: Biopediatría, a fin de resaltar la
nueva y necesaria visión global del niño
frente a los problemas que está creando
la especialización y la subespecializa-
ción. Participé en la Reunión del Gru-
po Latino en Madrid y Segovia. Un poco
después fui invitado al congreso de la
Asociación Española de Pediatría en Te-
nerife, hablando de Logros de la pedia-
tría española.
Julio. Debo hacer una excepción, ci-
tando la comida familiar en El Bulli de
Ferrán Adriá con motivo de haber cum-
plido 40 años mi hija mayor, Ofelia. Es
que nos parecía un acontecimiento his-
tórico, aunque por fortuna hemos visto
2000
25. 48 49
repetido con motivo de los cumpleaños
sucesivos de Daniel, Alejandro y Marta,
con festejos más discretos. Como com-
pensación menos mundana, diré que
también constan en este mes veraniego
unos actos de la Fundación Letamendi y
del Comité de Ética del Hospital Clínic.
Septiembre. Lo pasé en Barcelona. Solo
encuentro referencia de actos sociales,
que omito como prometí.
Octubre. Tuve actividades en la Socie-
dad Catalana de Pediatría y en la Real
Academia en Barcelona para una solem-
ne recepción a los académicos de Mé-
xico que nos visitaban. Correspondían
a generaciones con un contacto estre-
cho con científicos españoles exiliados
a consecuencias de la Guerra civil. El
catedrático de Fisiología de la Facultad
de Medicina de Granada no volvió de
México después de la guerra. En México
hizo una carrera brillante como farma-
cólogo.
Viajé a Alicante y Murcia para compro-
misos sociales (entonces dominaban las
bodas solemnes). Asistí a los actos de
celebración de los 80 años de Ángel Ba-
llabriga. Posiblemente el lector estará
pensando que avanzado el siglo XXI no
se festejan de forma tan solemne ni las
bodas ni los 80 aniversarios. Los hechos
van señalando el nuevo camino y el re-
novado ambiente. No hacen falta pala-
bras. Otro hecho que entonces era una
regla y que va palideciendo: donde había
un gran especialista o un grupo pediá-
trico destacado allí acababa por alum-
brar la salida de un libro. En esta línea,
asistí a la presentación del Tratado de
Endocrinología de F. Rodríguez-Hierro
en el conocido edificio de Gaudí llama-
do comúnmente La Pedrera.
Noviembre y resto del año. No constan
actos profesionales. Solo sociales, que
suelen animarse conforme se acerca el
final de cada año.
PUBLICACIONES:
García Caballero, C. González Meneses A.
Pediatría Social. Segunda Edición. Díaz de
Santos. Madrid, 2000.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Avances en cirugía laparoscópica y robótica.
Biopsia líquida (sangre, l.c.r. sobre todo).
Primer borrador del Genoma humano.
Progresos en inmunoterapia y
fármacoterapia personalizada.
V. Putin es elegido presidente de Rusia.
Premio Nobel a farmacólogos de USA
y Suecia (Carlsson, Kandel, Greensgard)
por sus investigaciones en la enfermedad
de Parkinson.
Cariotipo del humano de sexo masculino.
26. 50 51
El día uno de enero de 2001 empezó un
nuevo siglo, el XXI, acontecimiento total-
mente inesperado por este jubilado, per-
sona de poca salud, que se conformaba
con el favor de llegar a la prevista edad de
jubilación, pero no me quejo por haberla
sobrepasado.
Enero. Pasamos el fin de año en Barcelo-
na, pero no tardé en viajar a Granada. Esta
vez por un motivo que no sería raro en
este nuevo siglo XXI: las enfermedades en
la familia, cuyos detalles procuro ahorrar.
En Barcelona tuve actividad en la Funda-
ción Letamendi y en el Comité de bioética
asistencial del Hospital Clinic, partici-
pando además en el Homenaje al Doctor
Trueta (había fallecido en 1977 en Barcelo-
na). Lo primero que conocí, muchos años
antes, de este ilustre cirujano fue su libro
sobre poliomielitis, aunque éste no fue-
ra su principal aportación, como lo fue el
revolucionario tratamiento de las heridas.
Correspondió por antigüedad el discurso
los broncodilatadores y a los antiinflama-
torios. La esperanza sigue puesta en una
vacuna antiVRS que no acaba de llegar.
Así aparece cada año un brote epidémico
en los pequeños lactantes. Sabemos que
los niños recuperados de esta afección,
casi siempre causada por el virus respira-
torio sincitial, quedan durante un perio-
do de tiempo, más o menos prolongado,
con tendencia a las sibilancias (pitos en el
pecho) y en algunos casos con asma bron-
quial. No todo es cuestión del virus y su
difícil tratamiento, posiblemente también
interviene la contaminación ambiental y
la predisposición genética. Precisamente
en Barcelona participé en el anual Curso
de Alergia.
de Inauguración del año en la Real Acade-
mia al ilustre amigo y urólogo José María
Gil Vernet, que entre muchos méritos te-
nía el haber realizado con éxito el primer
trasplante de riñón en España.
Febrero. Colaboré activamente en un
nuevo libro, el Tratado de pediatría para
MIR editado por la Asociación Española
de Pediatría, dirigido por Manuel Crespo
y patrocinado por Novartis. Intervine en
el Congreso de la SEINAP en Barcelona:
nutrición óptima en pediatría.
Marzo. Escribí la Introducción a la mono-
grafía de Aparato respiratorio (Espaxs).
En este preámbulo olvidé mi experiencia
propia como bronquítico y opté por una
perspectivahistórica. Durante mis prime-
ros años de pediatra los escasos recursos
se dedicaban en este terreno a combatir
al llamado síndrome bronconeumónico
o infecciones broncopulmonares agudas
responsables de cifras muy elevadas de
mortalidad infantil de invierno, incluida
la bronquiolitis, denominada primera-
mente ”bronquitis capilar”. La dificultad
terapéutica en la última afección citada
prosigue, ya que la estructura de los bron-
quiolos afectados no les hace sensibles a
Mayo. Reunión sobre enseñanza de la Pe-
diatría del Grupo Latino en Lille, capital
hermosa del Flandes francés. En un mu-
seo me enseñaron un recuerdo agradeci-
do para nuestro Felipe II, por librarlos de
los flamencos que tenían hacia Oriente,
o sea. lo que hoy son Bélgica y los Países
Bajos.
Pronuncié la Conferencia inaugural del
congreso de la AEP en Cádiz sobre La pe-
diatría que yo he vivido. Asistió la alcal-
desa Teófila Martínez. Reunión anual de
la Sociedad catalana de Pediatría en Giro-
na. Recibí el título de Miembro de Honor
de esta próxima Sociedad. El esquema de
aquella conferencia en Cádiz me sirvió de
guión para escribir el libro “Sesenta años
de Pediatría inacabada”. Puede ser pare-
cido a unas memorias improvisadas, pero
se notan ahora los 20 años transcurridos
y según ocurre en estos libros, nada más
salidos de imprenta ya querría uno hacer
una nueva edición.
Junio. De regreso del congreso de Cádiz
fuimos a Granada, junto con los Martínez
de la familia, realizando una bonita ex-
cursión por el hermoso valle de Lecrín.
Entre otros puntos notables pasamos por
2001
27. 52 53
dos pueblos muy juntos que cambiaron su
nombre, tomando el de Lecrín: uno se lla-
maba Chite y el otro Tarará.
Julio. Reunión en el Club del Liceo con la
Fundación Letamendi. Siempre se apren-
de, aunque no sea pediatría. Lo digo por-
que me vi enfrascado en unas engorrosas
obras en Gavá Mar para la reforma total
de la fachada de la casa, que al estar en
primera línea frente al mar sufre la em-
bestida del mediterráneo, no siempre en
calma. Una buena parte de los costosos
trabajos se realizaron mientras yo era
presidente de la comunidad. Toda la ma-
dera, que era mucha, fuerte y resistente,
se cambió por acero inoxidable. Hay quien
dice que aquella abundante madera per-
mitió hacer una sólida casa en el pirineo.
Septiembre. Los viejos amigos deben ser
conservados y cuidados con tanto interés
como a la familia: viajé a Granada para
una fiesta familiar de mi amigo Luis Pé-
rez, abogado experto, coetáneo y super-
viviente de los tiempos de Granada y Al-
muñécar.
Octubre. Una triste noticia inevitable: el
día 24 muere súbitamente de un infar-
to mi hermana Luisa. Era soltera y vivía
confortablemente en una residencia de la
Vega granadina, rodeada de álamos. Es-
tas muertes súbitas son una bendición
para el que nos abandona, pero deja en
los allegados un pesar difícil de olvidar.
Sin embargo, poco después asistí al con-
greso de pediatría de Zaragoza y el tercer
domingo (21,octubre.2001) no pude faltar
al ingreso de Jesús González Merlo en la
Real academia de Medicina de Catalunya
en Barcelona, ya que me correspondió la
responsabilidad de pronunciar el discur-
so de contestación y bienvenida, versan-
do sobre Concomitancias entre oncología
pediátrica y ginecológica. El nuevo acadé-
mico insistió en la necesidad de una nue-
va especialidad: la oncología ginecológica.
Noviembre. Asistí puntualmente al Con-
greso de Pediatría Social en Girona, cola-
borando con mi ilustre discípulo Dr. Josep
Cornellá. También asistí al Congreso de
Pediatría en Valladolid y a la reunión de
la Fundación Cuenca Villoro en Zaragoza,
aprovechando para dejar de ser Patrono.
Como lo he sido de varias fundaciones,
recuerdo que los patronos no podemos
recibir retribuciones en dinero.
Diciembre. En el Curso de Progresos en
Barcelona intervine hablando de Calidad
de vida en Pediatría.
PUBLICACIÓN
M. Cruz. Tratado de pediatría. 8ª edición.
Ed. Ergon . Madrid. 2001.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Día internacional del Cáncer Infantil
(15 de febrero).
Atentado de las Torres gemelas
(11 de septiembre).
Revolución del ARN que deja su papel
exclusivo de mensajero genético.
Interés por las ciclinas y quinasas
correspondientes en el ciclo celular
(premio Nobel para los británicos Hartwell,
Hunt y Nurse).
Se calculan provisionalmente en
30.000 los genes del genoma humano.
Avances de la nanotecnología.
Aparece Wikipedia, ahora casi
imprescindible.
28. 54 55
Enero. Conferencia en Zaragoza sobre
Síndrome de falta de medro, actualiza-
ción, por invitación de Manolo Bueno.
Asisto a la inauguración del curso en la
Real academia de medicina de Barcelona.
Febrero. Conferencia en Barcelona sobre
nuevos retos en la salud del adolescente
por invitación del Doctor Antonio Carras-
cosa, en la Unidad Docente del Hospital
Vall de Hebrón. Fui a Málaga por invita-
ción de Antonio Martínez Valverde: para
dictar una conferencia titulada orienta-
ción diagnóstica en el adolescente, tema
que me interesará mucho tiempo y tomé
como una obligación, dada la poca aten-
ción que se le venía prestando. Etimoló-
gicamente “adolescere” es también crecer
y cambiar. De modo que me considero
como un adolescente de noventa años... y
pico.
Viajé a la cálida Almería (invitado por la
Sociedad de Pediatría de Andalucía Orien-
tal). Poco después el desplazamiento fue
a Madrid invitado por Diario médico que
celebró un brillante acto en el hotel Ritz
para la presentación del libro “A corazón
abierto” donde figuraba la entrevista que
me habían hecho, con una bonita inter-
vención de mi hija Ofelia. Más adelante,
me correspondió dar la conferencia (la
lata para algunos, supongo, la irritación
para aquellos que no toleran la persisten-
cia de mi acento andaluz) en el hospital
San Juan de Dios de Barcelona.
Marzo. Otro viaje a Granada: conferencia
sobre calidad de vida en el adolescente.
No pasó mucho y repetí el viaje a Granada,
pero cambié de conferencia (¡y de traje¡)
hablando del panorama de la pediatría en
los años cincuenta.
Abril. Estuve complacido en Cáceres con
motivo del congreso de la Sociedad de
medicina del adolescente. Luego citaré la
participación en el tradicional Curso de
Inmunología y alergia en Barcelona, ex-
poniendo mi opinión sobre la Iatrogenia
en Alergología pediátrica. Fue en el De-
partamento de Pediatría, unidad docente,
del Hospital San Juan de Dios de Barce-
lona.
Mayo. Estuve en Portugal para la reunión
del Grupo pediátrico latino en Oporto.
Bella ciudad y excursión recomendable
por el rio Duero. Después, viaje a Zara-
goza invitado en este caso por el Dr. Ma-
nuel Adán, cuando era presidente de la
Sociedad de Pediatría de Aragón, La Rioja
y Soria.
Junio. En auto fue el traslado a Perpiñán
para una reunión de la Sociedad catala-
na de pediatría. Después, diserté sobre
Lactancia natural en el congreso de la
Asociación española de pediatría en Bil-
2002
29. 56 57
bao, siguiendo con un viaje a Cádiz para
hablar sobre calidad de vida, métodos de
estudio. Asistí como patrono a la obligada
reunión de la Fundación Letamendi en el
distinguido Club del Liceo de Barcelona.
Julio. Últimas pruebas del Manual de pe-
diatría, con algunos problemas relaciona-
dos con un colaborador, afortunadamen-
te solventados y olvidados.
Septiembre. En Santander participé en
un Simposio sobre enfermedades de baja
prevalencia. Más adelante bajé hasta Ali-
cante para intervenir en el Congreso de
la sociedad española de nutrición pediá-
trica, organizado por el Profesor Manuel
Moya.
Octubre. Aparece la Primera Edición del
Manual de pediatría (Ergon), pero tam-
bién hay que resaltar el Homenaje a Isi-
dro Claret. Además de cirujano muy dies-
tro era un docente divertido y eficiente,
llegando a ser profesor titular, el primer
cirujano pediátrico que lo conseguía.
Nuestro común discípulo fue también el
primer catedrático de pediatría cirujano
en España; me refiero al muy estimado
Lluis Morales. El homenaje a Isidro Claret
(mi prólogo está al frente de su libro de
Memorias) fue con motivo de su jubilación
y tuvo lugar en el paraninfo de la Univer-
sidad, con ágape en el hotel Calderón de
la Rambla de Catalunya en Barcelona. Ha-
blando de tema distinto, me hicieron una
nueva entrevista para Diario médico du-
rante un acto celebrado en la Casa Batlló
(Gaudi) del Paseo de Gracia de Barcelona.
Noviembre. Nueva reunión de la Funda-
ción Letamendi. No se puede decir que
fueran brillantes las actividades de esta
fundación, a pesar de nuestros esfuerzos.
Para mantener las becas, la publicación
de Folia humanística y los Simposium de
ciencias del hombre hubo que ir liquidan-
do el patrimonio.
Diciembre. Curso de Progresos en Pedia-
tría, Barcelona, con mi exposición sobre
Avances y controversias en auxología.
ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES
Premio Nobel a los estudiosos de la muerte
celular programada trabajando en Inglaterra,
Estados Unidos y Sudáfrica. (Brenner,
Horvitz, Sulston).
Primer caso de Síndrome agudo severo
respiratorio (China).
Grandes progresos en el diagnóstico por
imagen.
Circulación de los primeros billetes
y monedas de Euro.
Prohibición de la gasolina con plomo.
PUBLICACIONES
Cruz M ( col. J Moreno, R Jiménez, J Mayol ),
ECMO en pediatría. Experiencia personal.
Il Pediatra ( Roma), 2002; 24: 31-32.
Manual de Pediatría (el ejemplar que
conservo tiene pie de imprenta de 2003).