A 90 años de su aparición, una muestra recuerda al indio más
conocido de la historieta argentina e intenta develar algunos de los misterios que rodean a su creador, Dante Quinterno.
El dibujante solo dio tres entrevistas a lo largo de su vida y, entre la segunda y la tercera... pasaron 50 años.
3. El
personaje aparece por
primera vez en octu-
bre de 1928 en la tira
de historietas “Aven-
turas de Don Gil Con-
tento” del diario Crítica. Dante Quin-
terno, su creador, lo introduce como el
indio Curugua - Curuguagüigua, y lue-
go el personaje de Don Gil lo rebautiza
como “Patoruzú”.
Pero la tira desaparece a los dos días,
Quinterno se va del diario y pasan dos
años hasta que decide introducirlo
nuevamente en otra de sus tiras. En
este caso se trata de “Julián de Mon-
tepío” del diario La Razón y Patoruzú
es, nuevamente, el indio que llega de
la Patagonia para que el protagonista
porteño de la tira lo apadrine.
En 1935 Quinterno comienza a publicar
una tira diaria exclusiva de Patoruzú
en diario El Mundo y aparece el más
famoso de todos los padrinos, “Isido-
ro Cañones”. La iniciativa es un éxito
y un año después Quinterno comienza
a editar la revista Patoruzú, de forma-
to apaisado. El producto editorial no
para de crecer y Quinterno incorpora a
un colaborador, Tulio Lovato, quien lo
acompañará durante 40 años.
En 1977 muere Lovato y ese hecho
coincide con el fin de la historieta,
que luego se seguirá editando 40 años
más con las mismas tiras. Lovato era la
mano derecha de la empresa y quien
creó la revista “Locuras de Isidoro”.
Los comienzos de Quinterno
“Patoruzú tiene una historia fascinante,
llena de interrogantes, empezando por
su creador”, dice José María Gutiérrez,
Director del Archivo de Historieta y Hu-
mor Gráfico Argentinos de la Biblioteca
Nacional y curador de la muestra.
Dante Quinterno publica su primer
dibujo a la edad de 9 años y a los 13
comienza a publicar en “Páginas de
Columba”, la revista de caricaturas e
historietas . “En muy poco tiempo pasa
de hacer una línea insegura a dibujar
cada vez mejor y también se ve el pro-
greso en el dominio del lenguaje. Creo
que eso tiene que ver con el talento que
tenía, la avidez y la necesidad de traba-
jar”, sostiene José María.
Dante iba por entonces a las redacciones
de las revistas más importantes del mo-
mento y pasaba horas al lado de grandes
historietistas. En ese período tuvo dos
tutores: el “Mono” Diógenes Taborda, el
dibujante más conocido del diario Críti-
ca; y Arturo Lanteri, el primer nativo ar-
gentino en publicar una historieta y un
pionero en temas de merchandising.
andarobrasocial . 17
A 90 años de su
aparición, una muestra
recuerda al indio más
conocido de la historieta
argentina e intenta
develar algunos de los
misterios que rodean a su
creador, Dante Quinterno.
El dibujante solo dio tres
entrevistas a lo largo
de su vida y, entre la
segunda y la tercera...
pasaron 50 años.
4. 18 . Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina
Las claves del éxito
El contexto histórico en el que surgió
Patoruzú, cercano al inicio de la déca-
da de 1930, es el de una época en que
el sentimiento nacionalista comenzó
a ser cada vez más fuerte, tanto en
nuestro país como a nivel mundial.
Sin dudas, un ambiente favorable
para la figura de Patoruzú, “un perso-
naje que connota la argentinidad, como
símbolo”, explica José María.
“En la portada del número 8 del semana-
rio,Patoruzúaparececontodoslosemble-
mas patrios: la bandera y la escarapela.
Ese tipo de imagen se va a repetir después
con cada efeméride patriótica”, agrega.
Otra de las claves del éxito de la tira
es que Quinterno apeló a la figura
del indio, que hasta ese momento no
había tenido protagonismo en la his-
torieta, resaltando la pureza, la gene-
rosidad y la nobleza de ese tehuelche
de la Patagonia.
José María dice que el “indio héroe” fue
lo que llamó la atención de los editores
de “Picture Magazine”, un periódico de
los Estados Unidos en el que se publicó
Patoruzú en la década del 40. “Los in-
dios en la historieta y el cómic norteame-
ricano generalmente hacían el papel del
borracho que hace desmanes, los tenían
para el cachetazo. No hubo un héroe in-
dio antes de Patoruzu”, remarca.
Los libros de oro
En la muestra hay exhibidos varios originales de tapa del Libro de
oro de Patoruzú, que era uno de los productos editoriales preferidos
de Quinterno. El libro salía a la venta una vez al año, pero lo curioso
es que no era una recopilación o un anuario, sino que todo el conte-
nido era novedoso. “Quinterno dedicaba meses a la salida del libro.
Estaban un mes entero trabajando en el dibujo de portada. Grandes
pintores trabajaron ahí.”
Homenaje!
5. Respecto a por qué Patoruzú no se
exportó a Hispanoamérica, teniendo
todas las características para triunfar,
José María dice que “esa respuesta que-
da para el visitante de la muestra y el
lector del catálogo, ya que no hay nada
escrito al respecto”.
Otrospersonajesdelafamosatira
Quienes hayan leído Patoruzú cono-
cen también a los personajes que lo
rodean, que sirven para sacar a relucir
algunas de las características principa-
les del protagonista. En la exposición
se destaca a tres de ellos: Isidoro Caño-
nes, Upa y Pampero.
“Isidoro siempre está buscando tram-
pear, ganar plata, no trabajar y zafar. De
vez en cuando le hace alguna trastada a
Patoruzú y este igual lo va a salvar y per-
donar. Lo hace porque lo quiere y es su
padrino. Patoruzú es un personaje cris-
tiano y ofrece siempre la otra mejilla.
No busca vencer a los malos sino ende-
rezarlos”, señala José María en relación
al primero de ellos.
En segundo lugar se eligió a Upa, “una
gran creación que no tiene preceden-
tes”, intenta explicar José María. “Es un
bebé monstruoso, enorme, que despier-
ta mucha ternura en los lectores.”
Y en tercer lugar está el caballo Pampe-
ro, que “representa algo real e histórico
en oposición a los otros personajes que
son ficticios. El dibujo y la personalidad
andarobrasocial . 19
René Goscinny,
Ásterix y Patoruzú
Patoruzú fue fuente de inspiración
para uno de los creadores del famoso
personaje de historieta francés, Asterix,
René Goscinny, quien pasó su infancia
en Argentina entre 1928 y 1945 y fue
testigo del surgimiento del popular indio
tehuelche de la Patagonia.
6. del caballo y la relación que tiene con
Patoruzú, está basada en el caballo de
los indios Pampas. Patoruzú lo mon-
ta en pelo, sin montura, como hacían
los indios, y el caballo es su amigo, su
confesor, su casa”.
Intento en el cine de animación
Quinterno tenía un sueño, que era
poder producir dibujos animados en
Argentina, como lo hacía Walt Disney
en los Estados Unidos, y por eso había
viajado a ese país en 1936. Pero hay
un misterio alrededor del único pro-
yecto de animación que llevó a cabo en
1942, que se llamó “Upa en apuros”.
El film estaba pensado como un largo o
mediometraje, pero terminó siendo un
corto de 12 minutos que se proyectó el
mismo día del estreno de la película “La
guerra gaucha” en el cine Ambassador.
Luego de ese corto no hubo más films
de animación producidos por la agen-
cia de Quinterno.
En ese mencionado viaje a Estados
Unidos, Quinterno trabaja en los es-
tudios Fleischer, creadores de Popeye
y Betty Boop. Allí aprende principal-
mente técnicas de animación, pero
también conoce a fondo el sistema de
comercialización de los comics nor-
teamericanos, para crear, tres años
después, su propia agencia.
El empresario
Quinterno fue creciendo y convirtién-
dose en un gran historietista y empre-
sario, en paralelo al éxito de Patoruzú.
Por eso, sobre el final, José María conclu-
ye que ”contar la historia de Patoruzú no
solo es contar la historia de un personaje,
sino también la evolución de la historieta
como un producto de prensa”.
Información
sobre la muestra
“A todo Patoruzú” puede visi-
tarse hasta el 8 de agosto en
el Centro de Historieta y Hu-
mor Gráfico Argentinos de la
Biblioteca Nacional, todos los
días de 14 a 19 hs. Cuenta con
más de 90 originales, objetos
de merchandising de época,
fotografías y periódicos anti-
guos que la familia del dibu-
jante brindó especialmente
para la exposición.
Homenaje!
Merchandising
Quinterno fue también pionero
en la creación de productos de
merchandising en Argentina. En
la década del 30 ya se producían
muñecos de pañolenci, alcan-
cías, ponchos y almanaques a
todo color. Varias décadas des-
pués, en los 70, los chocolatines
Jack salieron a la venta con la
colección completa de los muñe-
quitos de todos los personajes
del universo de Patoruzú.