Nunca he podido ni puedo entender como la ciudad capital de Guipúzcoa pudo alguna vez haberse decantado por un extranjero (= maketo) al elegir como “santo*patrón” a ese “SEBASTIAN”; un soldado romano, el jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana al servicio del emperador Diocleciano que murió asaetado por ser “cristiano” en el año 288 d.C. en ROMA”. Por lo que yo no dejo aún de preguntarme: ¿Qué tendrá que ver un soldado romano, ajusticiado en un país extranjero en el 288 d.C., con los vaskones habitantes de la bella EASO, la antigua IZURUM? ¿Dónde está la conexión? Yo realmente no puedo dar con ella.

1. MISTERIOS de la HISTORIA
Debido al hecho de que tengo un apellido vasco –heredado por parte de madre- hace
más de 20 años que mi curiosidad me impulsó a continuar con las indagaciones que -ya
en la década de los años ’70- habían iniciado mis tíos maternos sobre el lugar de
procedencia de nuestro apellido y ya a posteriori sobre la historia ortodoxa oficial de
aquellos lugares al norte de nuestra casa solar en el páramo castellano pero
primordialmente y sobre todo sobre la historia heterodoxa de sus seres mitológicos
junto con su “FOLK Lore” y antiguas creencias.
Así pronto supe de la cruenta persecución que -durante más de tres macabros siglos
(1478 – 1834) en los que imperó la inquisición española- habían sufrido múltiples
personas, especialmente y sobre todo mujeres, en aquellas tierras. Dicha “santa”
institución regentada por el poder institucional, tanto político como eclesiástico, era
básica e intrínsicamente un férreo CONTROL social.
Los BASCONES son un pueblo cuyo origen y lenguaje se pierde en las brumas del
tiempo. Los primeros datos sobre ellos únicamente se remontan a los escritos dejados
por los hombres letrados de los invasores que vinieron de Roma. La conquista de
IBERIA comenzó con el desembarco romano en Ampurias en el año 218 a.C. y
concluyó el año 19 a.C. con el final de las guerras cántabras. Su permanencia se
mantuvo durante 6 siglos hasta el año 409 d.C. cuando las invasiones de las tribus
bárbaras les expulsaron de Hispania. Los vándalos eran de origen escandinavo. Los
suevos eran germanos y los alanos procedían de las regiónes del Cáucaso. Inglaterra,
antiguo territorio celta, fue invadida por los anglo*sajones emparentados con los suevos
Vascones, várdulos, caristios, autrigones y berones poblaban las áreas que más o menos
ocupan en la actualidad las provincias de Navarra, Araba, Vizcaya y Guipúzkoa.
ROMA ejerció una cruel política de exterminio de estos pueblos lo cual significó la casi
total extinción de estas culturas pre*romanas.
Es este irrefutable dato histórico el que nunca ha dejado de rondar mi cabeza y como
consecuencia del cual ni he podido, ni puedo entender como la ciudad capital de
Guipúzcoa pudo alguna vez haberse decantado por un extranjero (= maketo) al elegir
como “santo*patrón” a ese “SEBASTIAN”; un soldado romano, el jefe de la primera
cohorte de la guardia pretoriana al servicio del emperador Diocleciano que murió
asaetado por ser “cristiano” en el año 288 d.C. en ROMA”. Por lo que yo no dejo aún
de preguntarme: ¿Qué tendrá que ver un soldado romano, ajusticiado en un país
extranjero en el 288 d.C., con los vaskones habitantes de la bella EASO, la antigua
IZURUM? ¿Dónde está la conexión? Yo realmente no puedo dar con ella.
Más en consonancia con su ancestral cultura matriarcal y con MARÏ, la diosa MADRE
de su antigua mitología que habita las “cuevas” en los barrancos horadados por las
aguas de fuentes y ríos que se deslizan entre las espectaculares montañas y sierras del
país en sitios de tanto renombre como Aitzkorri - Errando - Arangoiti - Ibaizabal –
Anboto – etc., veo el hecho de que hayan designado como patrona de Guipuzkoa a Nª Sª
de Aránzazu; de Alava a Nª Sª de Estíbaliz; de Navarra a Nª Sª de Leyre y de Bilbao a
Nª Sª de Begoña conocida más bien –al igual que las otras- como ANDRA MARÏ y
todas representadas como “Sedes SEPIENTAE”, es decir, SEDES de SABIDURÍA. *