1. Érase una vez
un pedazo de
hierro que
dormía debajo
de la tierra.
Una noche de
luna llena soñó
que su cuerpo
tenía alas y
que volaba por
el espacio,
sintió la brisa
de la noche y
la caricia
luminosa de la
luna.
2. De pronto, un arco iris nocturno
se le acercó y le preguntó:
¿quisieras
ser saeta
para
tensar mi
arco y
volar más
lejos?.
3. Se levantó temprano y mientras
caminaba se decía a sí mismo...
En ese
instante el
arco iris
desapareció
y el pedazo
de hierro
despertó de
su sueño.
4. Todo el
tiempo he
vivido
debajo de
la tierra,
ahora
quiero
subir,
lanzarme
al infinito,
conquistar
el espacio,
pero...
¿CÓMO PODREHACERLO?
5. El sol leyó su pensamiento y le dijo que fuera a
casa del herrero...
6. La barra de hierro saludó al herrero y le preguntó que si le
podía ayudar, que él quería ser saeta. El herrero le dijo que él
no necesitaba saetas sino herraduras, rejas, láminas....
...cuando el herrero lo vio se alegró mucho, porque hacía
tiempo que se le había acabado la materia prima.
7. El hierro le dice:
- Tú no me entiendes, yo tengo mi sueño, quiero aprender a volar.
El herrero se rió a carcajadas, porque nunca le habían hecho una
propuesta tan ocurrente. Pero, dime, ¿qué quieres ser?
8. - Saeta,
respondió el
pedazo de
hierro. –Ah, ya
te entiendo,
pero tendrás
que pasar por
muchas
pruebas,
soportar
grandes
temperaturas
hasta que tu
cuerpo se vuela
rojo como el
fuego,
11. El hierro se
estremeció
al escuchar
al herrero,
pero luego
se dijo:
-Tengo que
ser
valiente,
creo que
vale la pena
pagar ese
precio por
un instante
de vuelo
13. Nunca hubo una saeta más liviana y voladora que la que
construyó el herrero con ese pedazo de hierro.
14. La saeta cada vez que tensaba el arco iris volaba más
lejos y transformaba su cuerpo de hierro en bronce, en
cobre o en oro dependiendo de la calidad de su vuelo.