Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Animacion cultural ut1
1. Ut 1. Animación Cultural
EL ANIMADOR SOCIOCULTURAL
Perfil, Contextos, Colectivos
Ámbito cultural
2. • La figura del animador
• El animador es la persona profesionalmente cualificada para la
realización de proyectos de ASC, técnico de la intervención, figura
impulsora y dinamizadora de los procesos de ASC en las personas,
en los grupos y en el tejido social. Ander-Egg lo define como:
• “persona capaz de estimular la participación activa de la gente
y de insuflar un mayor dinamismo sociocultural, tanto en lo
individual como en lo colectivo”.
• El animador sociocultural es un agente social de apoyo que
estimula a la iniciativa grupal. Se ocupa de conectar a los individuos
con su ambiente provocando en ellos actividades de investigación,
análisis, reflexión y organización social, que contribuyen a la
solución de problemas comunitarios o territoriales. El elemento
humano y social del animador hacen de este una persona con
sensibilidad hacia los problemas sociales y personales. Por
consiguiente, el animador sociocultural es una persona que
considera necesaria la creación de condiciones favorables para la
realización humana. La implicación personal, sensibilidad y
capacitación para los contactos humanos, le permiten fomentar la
integración social que conduce a la población hacia su desarrollo
comunitario.
3. Funciones que realiza el animador
Según P. Lalana, son las siguientes:
• Investigación social y cultural
• Estimular y motivar
• Catalizar procesos de dinamización
• Relaciones intragrupo
• Relaciones extragrupo e intergrupos
• Programación
• Organización
• Gestión y administración
• Orientación y asistencia técnica
• Expresión e información
• Provisión de servicios
• Educación
• Coordinación
• Promoción, producción
4. Estilos con los que el animador ejerce su función
• Permisivo
• Autoritario
• Democrático
Cualidades humanas y profesionales
• Desde la amplia variedad de rasgos expuestos por diferentes autores,
podemos hablar de cualidades básicas necesarias para realizar tareas de
animación, que nos permitirán diseñar descriptivamente un perfil psicosocial
del animador. Estas cualidades son:
• Equilibrio y madurez psíquica: seguridad y confianza en sí mismo, sentido
de la realidad y del riesgo, tolerancia, capacidad de adaptación….
• Capacidad de diálogo y de comunicación: capacidad para establecer
relación con las personas, habilidad para saber comunicarse, para tener
relaciones interpersonales, comprensión, empatía…
• Dinamizador de la vida social, grupal y personal: persona motivada, con
opciones profundas, con habilidad para sensibilizar, motivar y movilizar a
personas y colectivos…
• Personalidad creadora y capacidad creativa: flexibilidad a situaciones
nuevas e imprevistas, innovación de respuestas nuevas, capacidad de
elaborar proyectos de acción…
• Capacidad de análisis e interpretación del entorno
• Competencia técnica y metodológica
5. La intervención del animador en las relaciones de los
grupos
El ser humano tiene una gran necesidad de integrarse y
ser aceptado por grupos pequeños en donde puedan
encontrar satisfacción sus deseos de afecto,
identificación y comunicación interpersonal. La ASC
reconoce y asume el decisivo papel social de los grupos
y, en función de ello, sitúa su foco de estudio e
intervención, no en los individuos aislados, sino reunidos
en agrupaciones de diversos tipos: asociaciones
culturales de base, asociaciones de vecinos, sociedades
deportivas y recreativas, clubs juveniles, etc. Es decir,
que el animador trabajaría en y con colectivos. Esta
sería una de las características en la que vendrían a
coincidir las diferentes definiciones de ASC. Pero
además en ellas se repetirían verbos como: participar,
dinamizar, transformar, animar, cambiar…, los cuales
pondrían de relieve el papel de este profesional en la
creación, estímulo y revitalización de todo este
conglomerado de agrupaciones.
6. • A partir de esta función dinamizadora del
animador puede deducirse fácilmente que, para
poder cumplir con eficacia su cometido,
necesitará poseer un conocimiento sólido de la
naturaleza de estos grupos y de los fenómenos
que surgen dentro de ellos, así como disponer
de un conjunto de técnicas que posibiliten una
optimización de sus intervenciones. La Dinámica
de grupos puede realizar aportaciones muy
importante para la actuación de un animador,
pero no hay que olvidar que los conocimientos
teóricos no son suficientes: las creencias y
rasgos personales del animador se convierten
siempre en elementos clave que mediatizan
tanto la aplicación práctica de la teoría
manejada por este, como las técnicas utilizadas
en el proceso de intervención..
7. • Para el animador, poder mantener unos
comportamientos más funcionales como
líder de grupos y lograr una mejora en sus
habilidades comunicativas,
necesariamente habrá de pasar por un
período de formación en el cual se
comprometa seria y profundamente en
grupos, que contribuirían a desarrollar su
calidad humana, a través de un proceso
de continuo descubrimiento y maduración
personal