El documento habla sobre la interculturalidad crítica y su enfoque en la formación de ciudadanos en una democracia intercultural. Reconoce que las comunidades indígenas y afromexicanas son la matriz epistémica de la diversidad nacional y busca articular tanto las formas occidentales como las indígenas de participación para reivindicar los derechos colectivos de los pueblos. El Estado es responsable de garantizar la igualdad de derechos.