2. 1. Significado de su
escultura
Rodin es el gran renovador de la escultura
del siglo XIX. La escultura contemporánea
comienza con Rodin. Es él quien a través
de su obra amplia y variada abre la
escultura tradicional a una nueva
interpretación acorde con los aires de
renovación que también estaban
afectando a la pintura.
Con Rodin, la escultura inicia el esfuerzo
de buscar su valoración básicamente en
recursos plásticos (la masa, el volumen),
dejando en un segundo plano la
importancia del tema y la narración y la
reproducción fiel de la realidad.
3. 2. Formación.
Auguste Rodin nació en París en 1840. Se formó en la Escuela de Artes Decorativas, no en la Escuela de Bellas Artes
de Paris, que era donde se formaban todos los artistas. Eso hizo que aprendiera a dibujar de memoria, sin modelo, y a
trabajar con decoradores estuquistas, con los que adquirió una gran habilidad en el modelado en yeso.
EL PENSADOR. Rodin. Escayola, 1882.MUJER EN CUCLILLAS. Rodin. Escayola, 1882.
4. El otro aspecto importante de su formación
artística fue su viaje a Italia en 1875. Allí
estudió entusiasmado la obra de Miguel
Ángel, de quien aprendió la energía interior
de sus obras.
En Miguel Ángel, Rodin descubrió que la
escultura debía ser intensidad, impulso,
movimiento interno, fuerza, hondura. Es
decir, que la escultura debía ser, ante todo,
expresiva, no descriptiva.
Ese carácter fuerte, apasionado,
atormentado, de algunas de sus obras, no se
correspondía con el gusto de sus
contemporáneos.
ADÁN. Rodin, 1881.
5. BUSTO DE HENRI ROCHEFORT.
Rodin, yeso, 1898.
BUSTO DE HENRI ROCHEFORT.
Rudier, Alexis et Eugène. Bronce, 1898.
3. Método de trabajo.
En el siglo XIX había muy pocos artistas que esculpían sus propios mármoles. Los escultores realizaban,
normalmente, un modelo en escayola, perfecto, totalmente idéntico a la obra que deseaban obtener, antes de
confiarlo a un tallador de mármol o a un taller de fundición. Así trabajaba Rodin, para lo cual contaba con
excelentes escultores.
6. 4. Características de su estilo.
4.1. La superficie abocetada
Rodin pretendía acabar con la forma tradicional de esculpir, consistente en realizar las esculturas con unos contornos muy
precisos y muy definidos por una talla recta y limpia. Para ello, modelaba las imágenes dejando los perfiles y la talla sin
pulir, como abocetada, con lo que sus figuras ganaban en expresividad y conseguían, como él quería, poder expresar mejor
sus sentimientos más profundos. De esta manera, la superficie de sus obras palpitaba como algo vivo. Además, el acabado
abocetado de sus bronces permitía a la luz extraer vibraciones y contrastes próximos a la estética del Impresionismo.
HELENA DE TROYA, Canova, 1819.RETRATO DE CLEMENCEAU. Rodin, 1911.
7. “El escultor debe aprender a reproducir los
sentimientos en la superficie, lo que quiere decir
que todo debe vibrar en la superficie de la pieza,
el alma, el amor, la pasión, la vida…por tanto la
escultura es el arte de los huecos y los
montículos y no del pulido y la suavidad”.
RODIN
VÍCTOR HUGO. Rodin, 1883.
8. MONUMENTO A BALZAC. Rodin, 1898
Rodin realizó diferentes monumentos públicos: a
Balzac, a Víctor Hugo, a Puvis de Chavannes. El
proyecto del de Balzac fue expuesto en el Salón
de 1898 y suscitó acaloradas polémicas. La obra
rechazaba el realismo habitual en este tipo de
encargos y todo detalle anecdótico (la butaca, la
pluma, el libro). Balzac aparecía envuelto en su
bata de monje que vestía para escribir, pero la
bata aparecía simplificada al máximo,
configurando una especie de monolito informe
que abría la escultura a la abstracción. La
escultura no fue fundida hasta 1939.
9. 4.2. Expresividad
Para Rodin la escultura es expresión. El
volumen de cada parte del cuerpo se asocia
directamente con el sentimiento que se quiere
transmitir, de tal manera que cada plano de la
figura se modela según la interpretación que
se le quiera dar desde ese punto de vista. Esto
es muy evidente en el tamaño que adoptan
manos y pies en Los burgueses de Calais.
En 1347, durante la Guerra de los Cien
Años, Eustache de Saint-Pierre se
entregó, con otros cinco ciudadanos más
de Calais, a Eduardo III, rey de
Inglaterra, para que levantara el sitio de
su ciudad. Este es el tema de la escultura
que se encargó a Rodin.
LOS BURGUESES DE CALAIS. Rodin, 1889.
11. También en Los burgueses, Rodin introdujo
una novedad: prescindió del pedestal,
emplazando sus figuras en el suelo, sin
interferencias, de manera que el espectador
pudiera contemplarlas a su altura y pudiera
desplazarse entre ellas. Se rompía así con la
visión heroica tradicional.
“para dejar al público entrar de lleno en el
tema, como si se tratase de las sepulturas de
las iglesias en las que las figuras están casi a
ras de suelo”.
RODIN
12. 4.3. la multiplicación de
los puntos de vista
En dos obras diferentes podemos observar
el gusto de Rodin por multiplicar los puntos
de vista y ofrecer sensaciones diferentes al
espectador: “La danaide” y “El beso”,
ambas moldeadas originalmente para “La
puerta del infierno”.
Las Danaides fueron las cincuenta hijas del
rey de Argos, Danaos, que estaba en
conflicto con su hermano Aegyptos, padre
de otros cincuenta hijos. Estos cincuenta
hijos hablaron con el rey de Argos para
proponer matrimonio a las Danaides en un
gesto conciliador hacia él, pero éste,
resentido como estaba con su hermano,
ordenó a sus hijas asesinar a sus maridos
durante la noche de bodas. Las Danaides
cumplieron las órdenes de su padre, a
excepción de una de ellas. Como resultado
de sus crímenes, fueron condenadas en el
Reino de los Muertos a llenar un recipiente
con agua que jamás terminaría de llenarse.
LA DANAIDE, Rodin, 1889.
13. El mito permitía a Rodin fijarse en el
cúmulo de sentimientos humanos
que combinaban en la Danaide el
sufrimiento por el castigo eterno, la
frustración de un trabajo inútil, el
agotamiento por un esfuerzo
interminable, y el sinsabor que
producen entremezclados los
sentimientos de arrepentimiento,
pesadumbre y viejos resentimientos
que habían de marcar su secuela
sobre el cuerpo de Danaide. Nada
mejor para dar rienda suelta al
expresionismo de Rodin, siempre
avizor a las penurias humanas.
ARTECREHA
LA DANAIDE, Rodin, 1889.
14. «El Beso» representaba en su origen a Paolo y
Francesca, personajes procedentes de La Divina
Comedia, poema de Dante Alighieri. Matados por
el marido de Francesca que les sorprendió
besándose, ambos enamorados fueron
condenados a errar en los Infiernos. Este grupo
estaba pensado para «La Puerta del Infierno»,
hasta 1886, fecha en la que el escultor tomó
conciencia de que esta representación de la
felicidad y de la sensualidad estaba en
contradicción con el tema de su gran proyecto.
La pareja se convirtió en un grupo independiente y
adoptó el título más genérico de “El Beso”.
Paolo y Francesca quedaron inmortalizados en La
puerta bajo otro aspecto, flotando sobre el viento.
EL BESO, Rodin, 1887.
15. 4.4. El contraste entre
formas modeladas y formas
sin modelar
Esta forma de trabajar recuerda a los
impresionistas. Igual que ellos, Rodin
desdeña el “acabado” perfecto, prefiere
dejar algo a la imaginación del espectador.
Incluso deja partes de la escultura sin
acabar, para ofrecer la impresión de que la
figura surge del caos y toma forma. Esto es
muy evidente en sus esculturas de manos
realizadas en mármol. Este contraste entre
formas modeladas no modeladas lo toma
Rodin de Miguel Ángel (los esclavos de la
tumba de Julio II).
LA MANO DE DIOS. Rodin, 1896.
17. LA DANAIDE, Rodin, 1889.
“El largo, el larguísimo camino alrededor
de la curva de esta espalda que continúa
delicadamente hacia el rostro, perdiéndose
en la piedra como un gran llanto, hacia
la mano como una última flor, habla
una vez más de la dulzura de la
vida en el corazón del hielo
eterno del bloque”
RAINER MARIA RILKE
18. 4.5. La escultura como
fragmento
La búsqueda de la expresividad le lleva a
valorar el fragmento. Un simple trozo del
cuerpo humano es suficientemente
verdad, suficientemente expresivo como
para merecer tratamiento aislado y
originar una escultura independiente: las
manos, pero también esculturas de
bronce, como El hombre que camina,
Torso masculino o Torso arqueado de
joven. La influencia de la escultura clásica,
con sus fragmentos rotos por el paso del
tiempo, es muy evidente.
LA CATEDRAL. Rodin, 1908.
19. EL HOMBRE QUE CAMINA. Rodin, 1907.
Al valorar el fragmento, Rodin rompe
con la importancia del tema en la
escultura. La escultura deja de ser
literatura y exige ser contemplada por
sus valores propios de masa y
volumen. El hombre que camina no es
un atleta clásico, no es una ensoñación
romántica, ni una alegoría académica,
no es el hombre de la calle ni la
reivindicación realista de sus penas, es,
simplemente, la imagen del
movimiento.
21. VENUS DE MILO. Escuela neoática (s. II a.C.)
TORSO ARQUEADO DE JOVEN. Rodin, 1910.
22. 4.6. El ensamblaje
La valoración del fragmento conduce a una nueva
técnica de modelado, que no se había utilizado nunca
en escultura: el ensamblaje. Esta técnica consiste en
componer una nueva obra reutilizando, total o
parcialmente, obras que ya habían sido esculpidas por
el artista. Es una técnica que practica, sobre todo, a
partir de 1900. El resultado es sorprendente:
• La técnica permite trabajar con total
libertad, sin necesidad de justificar un tema.
• Es una técnica que deja abierto el significado
de la obra: el espectador completa con sus
sentimientos el sentido de la obra.
MANO IZQUIERDA DE PIERRE DE WISANT Y MÁSCARA DE CAMILLE CLAUDEL.
Rodin, 1895.
23. SOY BELLA. Rodin, escayola, 1886.
Para su obra maestra,
“Las puertas del
infierno”, Rodin moldeó
más de 150 personajes
que interpretaban el
poema de Dante “La
divina comedia”. Dos de
estas figuras, “El hombre
que cae” y “La mujer en
cuclillas” fueron
ensambladas en un
nuevo grupo al que pasó
a denominarse “Soy
bella”, en homenaje a un
poema de Baudelaire.
“Soy bella, ¡oh mortales!,
como un sueño de
piedra”.
BAUDELAIRE
25. 5. La puerta del infierno
Todas las características de su obra se
encuentran reunidas en su proyecto más
ambicioso: “La puerta del infierno”.
En 1880 el gobierno francés encargó a Rodin
la puerta de un supuesto Museo de Artes
Decorativas de París, que nunca fue creado.
La puerta debía estar decorada con relieves
inspirados en la Divina Comedia de Dante,
poeta admirado por Rodin. Concretamente,
Rodin se inspiró en “El infierno”, la parte más
sombría del poema de Dante. La puerta
tendría más de seis metros de altura y
contaría con decenas de figuras realizadas
en alto relieve.
Cada una de las figuras fue modelada de
forma independiente, montada sobre una
maqueta de madera y almacenada
posteriormente. En 1895 la puerta alcanzó
su estado definitivo, pero no sería vaciada
en bronce hasta 1925.
LA PUERTA DEL INFIERNO. Rodin, 1880-1895.
27. Los personajes de la puerta son anónimos, salvo el Pensador, retrato del propio Dante contemplando su obra, y dos grupos:
Ugolino y sus hijos, y el mencionado de Paolo y Francesca.
28. El conde Ugolino, jefe de la República
de Pisa, se enemistó con el arzobispo
Rogerio de Ubaldini, poderoso
magnate pisano, quien luchó con el
conde, lo venció y lo hizo prisionero,
junto con dos de sus hijos, Gaddo y
Uguccione, y dos nietos. Niño y
Anselmuccio. Después de haberlos
encerrado en la torre de Gualandi, el
arzobispo, pasados algunos meses,
arrojó al Arno las llaves de aquella
prisión, y prohibió que se socorriera a
las victimas de su venganza. Los
prisioneros perecieron de hambre, sin
que nadie conociera sus angustias.
Ugolino y sus hijos
Paolo y Francesca
29. Rodin no se sentía atraído por el tema o la
anécdota, sino por la desesperación de los
condenados, de aquéllos a los que sus vicios,
fundamentalmente los amores prohibidos,
habían conducido al abismo.
“El cuerpo es un molde en el que se imprimen
las pasiones”
RODIN
30. LAS TRES SOMBRAS
Rodin, 1886.
"Abandonad toda esperanza, vosotros que entrais
aquí"
En la parte más alta, el grupo de las
tres Sombras, con un enfoque
extremadamente moderno, es, en
realidad, la triple repetición de la
misma figura con un brazo
amputado. Rodin tuvo la idea de
agrupar tres ejemplares idénticos
para reforzar la expresividad.
Después suprimió la inscripción
(Abandonad toda esperanza…) y
amputó las tres manos diestras.