En la selva causó gran alboroto e indignación saber que algunos animales eran sospechosos de corrupción en los procesos de contratación pública, que fueron adjudicados de forma fraudulenta mediante acuerdos previos con empresarios a cambio del pago de coimas que cobraban los funcionarios.
Varios lobos, coyotes y algunas hienas se ganaron los contratos de infraestructura para realizar y acondicionar abrevaderos que beneficiaran a los habitantes, lo mismo que plantar árboles en lugares desérticos para aumentar la provisión de alimentos, y mejorar corredores migratorios para ñus, búfalos y elefantes.
El soberano de uno de los reinos de la selva pretendía evitar los largos desplazamientos de sus congéneres en busca de agua, ganándose la animadversión de quienes consideraban que perjudicaba su economía, al reducir el movimiento de herbívoros que representaban la base de su sustento en los lugares donde ellos se encontraban.
El alcalde un chacal, junto con un hermano y subalternos micos que laboraban en la administración apelaron a las prácticas corruptas.
A oídos de un oso que tenía el cargo de fiscal, llegó información suficiente para iniciar una investigación preliminar y determinar si tras los contratos hubo un cartel de contratación.
Todo fue motivado gracias a que un coyote contratista presentó un retraso en la ejecución de una de las obras, y los medios de comunicación se encargaron de hacerlo público destapando la “olla podrida”
Una vez los funcionarios fiscalizadores procedieron a efectuar la inspección administrativa descubrieron el fraude y, al coyote no le quedó más remedio que “soltar la lengua” sobre el manejo de los recursos entregados por el chacal quien le había adjudicado varios contratos a cambio de coimas.
El hecho más conocido dentro de las irregularidades fue la construcción de un gigantesco abrevadero, para que se congregaran miles de animales que sufrían la escasez de agua.
De las pruebas se logró obtener información que involucraba al chacal y al hermano que tenía la investidura de congresista, junto con el zorro personero, el cocodrilo contralor y algunos tejones concejales.
Así comienza este cuento que no es cuento y por eso lo cuento.
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
CARRUSEL DE LA CONTRATACIÓN
1. Así como en el desarrollo de políticas dirigidas a la
formación académica, las Universidades tienen el
compromiso de centrar su atención en los estudiantes
como los ejes transformadores de la sociedad, de igual
manera por ser éstos los protagonistas principales tienen
la responsabilidad y el reto de aportar herramientas que
les permitan interactuar armónicamente con las
instituciones educativas.
Es por ello que desde las aulas de clase se debe gestar la
investigación dirigida hacia la construcción de valores
fundamentales que tengan como resultado la formación
de profesionales íntegros. Por tal razón este Código de
Ética va dirigido a los estudiantes de educación superior,
su finalidad es contribuir a la orientación de los
comportamientos individuales y colectivos, enfatizar en
los derechos, el cumplimiento de los deberes
procurando entregar un contenido crítico que permita
adoptar posiciones que impulsen la toma de decisiones
que beneficien al grueso de la población estudiantil.
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
En la selva causó gran alboroto e indignación saber que algunos animales eran sospechosos de
corrupción en los procesos de contratación pública, que fueron adjudicados de forma fraudulenta
mediante acuerdos previos con empresarios a cambio del pago de coimas que cobraban los
funcionarios.
Varios lobos, coyotes y algunas hienas se ganaron los contratos de infraestructura para realizar y
acondicionar abrevaderos que beneficiaran a los habitantes, lo mismo que plantar árboles en
lugares desérticos para aumentar la provisión de alimentos, y mejorar corredores migratorios
para ñus, búfalos y elefantes.
El soberano de uno de los reinos de la selva pretendía evitar los largos desplazamientos de sus
congéneres en busca de agua, ganándose la animadversión de quienes consideraban que
perjudicaba su economía, al reducir el movimiento de herbívoros que representaban la base de su
sustento en los lugares donde ellos se encontraban.
El alcalde un chacal, junto con un hermano y subalternos micos que laboraban en la
administración apelaron a las prácticas corruptas.
A oídos de un oso que tenía el cargo de fiscal, llegó información suficiente para iniciar una
investigación preliminar y determinar si tras los contratos hubo un cartel de contratación.
Todo fue motivado gracias a que un coyote contratista presentó un retraso en la ejecución de una
de las obras, y los medios de comunicación se encargaron de hacerlo público destapando la “olla
podrida”
Una vez los funcionarios fiscalizadores procedieron a efectuar la inspección administrativa
descubrieron el fraude y, al coyote no le quedó más remedio que “soltar la lengua” sobre el
manejo de los recursos entregados por el chacal quien le había adjudicado varios contratos a
cambio de coimas.
El hecho más conocido dentro de las irregularidades fue la construcción de un gigantesco
abrevadero, para que se congregaran miles de animales que sufrían los escases de agua.
De las pruebas se logró obtener información que involucraba al chacal y al hermano que tenía la
investidura de congresista, junto con el zorro personero, el cocodrilo contralor y algunos tejones
concejales.
Así comienza este cuento que no es cuento y por eso lo cuento.