El poemario: "Prefacio de Nostalgia" de Milickza Martínez, profesora de Filosofía. Psicopedagoga y escritora de Chile, de la Quinta Región, ha ganado premios en Chile, como por ejemplo fondo comunal y provincial de Quinta Región Valparaíso San Antonio. Este poemario, ganó un premio comunal en la V región Chile, este trabajo de la autora, está basado en su libro,"Nostalgia", autoría personal, donde se mezcla por medio de palabras, una historia del ser que se manifiesta en el interior de una persona, la cual se imagina en un mundo paralelo a la realidad, en un mundo soñado que da un viaje poético y musical por palabras que hacen de éste un poemario, en que se habla de lo divino, Dios, la vida, el amor, la mar, las montañas, los ríos, el sol, la naturaleza en sí, la madre tierra y la metafísica. Apto para todo tipo de lectores e inclusión e integración educativa.

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POEMARIO:
“PREFACIO DE NOSTALGIA”
AUTORA: MILICKZA Loreto MARTÍNEZ Maldonado.

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POEMARIO:
“PREFACIO DE Nostalgia”
Autora del poemario: Milickza Loreto Martínez Maldonado.
Fotografías de naturaleza: Milickza Loreto Martínez Maldonado.
Número de registro: 2023-A-7821.
Departamento de Derechos Intelectuales. Servicio Nacional del Patrimonio.
Ministerio de la Cultura y las Artes. Chile.

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A la madre cósmica, el maestro espiritual y la humanidad.
cántico a la naturaleza…
…la vida…
…el camino…
la ascensión,
el día,
la noche…
Dedicado al ser en el microcosmos
El universo en el tiempo:
átomos, partículas
cohesión de éstas, que se alinean…
A cada instante… rezar, creer, tener fe y esperanza,
Para
la organizada transportación a un nuevo tiempo, el nuevo ser…

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Prefacio de la autora.
En el amanecer…
despierta a cada momento cristalino, el día, la noche, momentos eternos…
Siente, piensa, existe…
Cree de creer, crea de crear…
Siente de sentir,
como las gotas de rocío transforman la sien en lo más hermoso
que pueda ver el ser humano…
Ese ser inalcanzable que el alma puede llegar a imaginar…
imaginar el día eterno,
en el cual hoy ha llegado sólo la felicidad,
lo más claro del atardecer,
lo más claro del reír, del sonreír,
lo más claro del soñar, claro del pensar,
claro del río que ha visto nacer,
desde las montañas donde ella ha estado,
donde siente que aún está…
Guarda en su querer aquellas montañas, aquel mar con un sol infinito,
sol de esperanza, sol del crecer,
sol del día… Día en momentos de felicidad,
que hoy se hacen eternos…
Así la fe y la esperanza hacen soñar y sentir que el cristalino crepúsculo
del que se preguntó por la existencia,
quien sólo en un principio creyó en lo que escribió del verdadero amor
acá en la tierra y en el cielo sublime vive y sonríe…

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Soñar, soñar, soñar,
como un ave por el viento,
como un ave en su trinar,
como la luna en el creer,
como la luna en el sentir,
como el día en el haber…
¿Haber sido qué?
¿Haber sido quién?

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Existir, pensar, creer, ser…
Ahora bajo un árbol,
ahora bajo el cielo,
ahora flores de múltiples colores;
Rosadas, rojas, naranjas…
Monje de naranjo,
el día de naranjo,
día del darse cuenta que ha llegado de la montaña a la civilización...

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Ella ha de soñar que todo acá ha de ser una ilusión.
Allá en lo alto está la verdad, lo verdadero, la realidad…
El llanto trajo a su vida reaccionar frente a la virgen estatuada,
recordando a la princesa del cielo supra celestial,
la princesa que un día llegó de lo profundo del existir,
esa mujer que ha visto, pudiendo retratar el recuerdo,
instante presente,
saber, haber, sentir…
Soñar en el eterno despertar,
vida que se compone de momentos,
aquellos momentos del permanecer,
comprender instantes de la vida en sí…
El amor.
Así cada día que la presiente en el atardecer,
cada día que la pernoctámbula noche
ve desde el cielo…

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En las estrellas del lánguido amanecer…
Un sol, una luna, un recurso de vivir…
En la tierra…
Ka ñuke mapu, antü lafkén, trewn, trewn, trewn, trewn…
Madre Tierra, agua del sol,
todo aquello que está bien…
El guardián con sus palabras se envenenó,
se rompió el ciclo que alejaba a la luna y al sol…
Ahora en el cosmos, ambos juegan
Y sin saber…
Aquellos seres se aman por el transcurso de los siglos,
Sienten y viven todo su bien,
Quieren y viven por el color,
el cual ha de ser el mismo…
así en el en sí de la vida alguien se pregunta:
¿Por qué el color ha de ser lo mismo?

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De tal modo cuando el ser humano rescate su existencia,
cuando la vida se normalice, cuando algo o alguien,
comprenda a lo que trasciende a las cosas,
el día será mejor, hay esperanza,
El día reconoce la belleza,
La nobleza, la hermosura,
la compasión por cada árbol, cada ave,
la naturaleza que se manifiesta al ser.
Donde el día ha de llegar a la cúspide de recibir el sol,
La esperanza de un día mejor…
Cariño, vida…
Ave volando tras el corazón inundado
de nostalgia palpable en desmesuradas palabras,
que llevan al día eterno de revertir el daño en lo más suave,
mágico y noble…

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He de concluir que existe un momento mejor…
Et imploribum qui die otmibitur generalibantum die cuo mia vita est familia et amore et
natura…
Así implorar que el día del universo de su vida es la familia y el amor de la naturaleza…
Armonía,
transformación más allá del eclipse,
en el que se conjuga la luna y el sol,
en transportación a un eterno momento de nostalgia del presente.
En el ya
que despierta y renace
con más nostalgia de lo que ha pasado…
nostalgia, nostalgia, nostalgia,
presente,
viviente,
mágico momento…
adolescente.

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