El documento resume la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole, Wyoming. Jerome Powell de la Reserva Federal de EE. UU. advirtió que la inflación sigue siendo demasiado alta y que están dispuestos a subir las tasas de interés aún más. Christine Lagarde del BCE dijo que mantendrán las tasas de interés en niveles restrictivos hasta que la inflación vuelva al objetivo del 2%. Sin embargo, algunos economistas ahora creen que un objetivo del 3-4% puede ser más apropiado. El documento también explica brevemente cómo el
JACKSON HOLE: BANQUEROS CENTRALES ANALIZAN INFLACIÓN Y TASAS
1. JACKSON HOLE: SIN VISIBILIDAD INMEDIATA.
Manfred Nolte
Vivimos tan absortos escudriñando nuestro ombligo celtibérico, nuestra ramplona vida
política cercana, que pasamos frecuentemente de largo de los grandes eventos
internacionales y sus consecuencias estructurales en nuestra economía. Me refiero en
esta ocasión a la cumbre monetaria de Jackson Hole, también conocida como el Vaticano
de los Bancos Centrales, un hábitat donde inferir la política monetaria del planeta con
experiencia de pasado y perspectiva de futuro. Una reunión en la que la camisa y la blusa
sustituyen los atuendos formales de despacho en los máximos prescriptores del planeta
en materia de tipos de interés, de emisión de moneda, de oferta monetaria, de ratios de
liquidez y de reserva, o de coeficientes bancarios de solvencia y que es seguida por la
industria financiera con ojos de águila y con recelo de adolescentes. Distinta
indumentaria y un talante más distendido, pero con idénticas conclusiones irrompibles.
De entre los condados de Wyoming, en Estados Unidos, instalado entre la cordillera
de Grand Teton al Oeste y la de Gros Ventre, al este, destaca el célebre resort de gente
super millonaria denominado Jackson Hole.
Allí debaten y emiten pronósticos los lideres de los principales Institutos emisores de la
tierra. Algo más que obviedades y un trecho menos que amenazas. Se trata de la política
eminente, del muy corto plazo anticipado.
Jerome Powell, presidente de la Reserva federal estadounidense ha advertido de que, a
pesar de la mejoría en la alta tasa de inflación del pasado reciente, “sigue siendo
demasiado alta”. "Estamos preparados para aumentar aún más los tipos si corresponde
y pretendemos mantener la política en un nivel restrictivo hasta que estemos seguros
de que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia nuestro objetivo", ha
añadido. El consenso de mercado espera que la FED renuncie a una subida de tipos en
su próxima reunión en septiembre, aunque algunos lideres de opinión anticipan un
2. último aumento de un cuarto de punto en la reunión de finales de octubre. Nadie espera
recortes de tipos hasta bien entrado 2024.
Más enjundia económica ha contenido el discurso de la presidenta del Banco Central
Europeo. "En esta era de incertidumbre, es aún más importante que los bancos
centrales proporcionen un ancla nominal para la economía y garanticen la
estabilidad de precios de acuerdo con sus respectivos mandatos. En el entorno
actual, esto significa –para el BCE– fijar tasas de interés en niveles suficientemente
restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr un retorno oportuno
de la inflación a nuestro objetivo de medio plazo del 2%", ha sostenido Christine
Lagarde.
Ese objetivo del 2% no se va a mover, ha prometido la francesa. "Frente a un mundo
cambiante, la política monetaria no debería convertirse en sí misma en una fuente
de incertidumbre. Esto será crucial para mantener firmemente ancladas las
expectativas de inflación incluso cuando haya desviaciones temporales de nuestra
meta, como puede ser el caso en una economía más propensa a 'shocks'. Y también
será clave para mantener la confianza pública en que, incluso en un entorno nuevo,
no perderemos de vista nuestro objetivo. Debemos mantener y mantendremos la
inflación en el 2% a medio plazo", ha asegurado la líder del BCE.
Pero ¿qué hay de científico en un guarismo del dos por ciento, valor atribuido al
tipo de interés ‘neutral’, un nivel que teóricamente ni resta ni estimula el
crecimiento.
Existe consenso en el fenómeno conocido como ‘efecto Fisher’, según el cual una
economía con una inflación modesta normalmente tendrá tasas de crecimiento y
de interés algo más altas que una con inflación cero. También significa que una
inflación baja pero positiva provee a los Bancos Centrales de algún margen para
recortar los tipos ante una recesión. En Jackson Hole, Jerome Powell ha confesado
que "No podemos identificar con certeza la tasa de interés ‘neutral’ y, por lo tanto,
siempre habrá incertidumbre sobre el nivel preciso de restricción de la política
monetaria".
Como resultado, muchos economistas creen ahora que el objetivo del 2 por ciento
es arbitrario y que puede perfectamente sustituirse por el 3 o incluso el 4 por
ciento, lo que atenuaría la gravedad ‘teórica’ o incluso ‘moral’ de la inflación actual
y frenaría la carrera de los tipos de interés. Verbigracia: una inflación controlada
del 3% con tipos (¿neutrales?) del 3%.
"Al proceso aún le queda un largo camino por recorrer, ha remachado Jerome Powell.
Pero ¿cuánto camino por recorrer? Porque la política de tipos altos socava la economía
real. Mientras tanto, la inflación europea se estanca por encima del 5% e invita al BCE a
seguir subiendo los tipos.
3. LA HISTORIA DEL 2%.
The 2 percent target widely adopted by central banks today originated from New
Zealand, and surprisingly it came not from any academic study, but rather from an
offhand comment during a television interview. During the late 1980s, New Zealand
was going through a period of high inflation. In 1988, inflation had just come down
from a high of 15 percent to around 10 percent. New Zealand’s finance minister,
Roger Douglas, was pressed during a television interview about whether the
government was satisfied with the now lower—albeit still high—level of inflation.
Douglas replied that he was not, saying that he’d ideally want an inflation rate of
between zero to one percent. At the time there was no set target, and the remark
was completely off the cuff. But now that it had been made by the nation’s finance
minister, the Reserve Bank of New Zealand felt it had to work out a specific target.
It determined that there tended to be an” upward bias” “in inflation calculations
and estimated that this bias in New Zealand was around 0.75 percent, which it
rounded to 1 percent, providing a target boundary of 2 percent. Once set, it virtually
became gospel among central banks. Canada and England soon adopted 2 percent
as their inflation target, as did other central banks. The FED never adopted an official
numeric target during the period in which so many other central banks did so. The
2 percent target was officially adopted in January 2012 under the leadership of then-
Chair Ben Bernanke.
Fuente: The History and Future of the Federal Reserve’s 2 Percent Target
Rate of Inflation. Blog Post by Roger W. Ferguson Jr. and Upamanyu Lahiri. June
15, 2023.