2. Maquinota tenía “Robotrofis” una enfermedad que les da a los robots
por tanto bailar merengue, por lo que antes de que le diera “aceititis”
por recalentamiento, decidió hacer un viaje en su cohete para
recuperarse y volver con todos los tornillos en su sitio y en
condiciones.
3. Esta vez Maquinota quería llegar a la Luna y para esto necesitaba
tripulantes que le quisieran acompañar. Decidió que lo mejor era
hacer un concurso de astronautas y escribió una carta que distribuyó
por toda la ciudad.
4. Escribió esta carta.
Se convocan astronautas
para viaje a la Luna.
Selección abierta a cualquiera que
se presente.
Se valorará simpatía, flexibilidad y
buena caligrafía.
Lugar de la cita:
En la plaza principal de Central City
Firmado: Maquinota, la robota
5. Mabel que era una niña que vivía con su abuela, encontró la
carta que había entrado en su casa por debajo de la puerta.
6. A Mabel, que era una niña muy aventurera y
que quería ser astronauta desde que nació,
le fascinaba el cielo, las estrellas y la Luna y
sobre todo le volvían loca los botones..
¡Y en una nave espacial, todo está lleno de
botones!
Así que, como estaba dispuesta a no perderse
la oportunidad, guardó la carta en la
mochila del cole y tomó la determinación de
presentarse al concurso sin que nadie lo
supiera.
7. Aquella mañana, en la plaza principal de
Central City, había cuatro aspirantes:
- Un ex gusano de seda, calvo y con gafas,
que venía de Japón.
- Alfredito(al que llamamos empollón) un
niño del cole, que estudiaba mucho pero
que no se perdía ni una.
- Una perrita muy simpática, con una sonrisa
de oreja a oreja y con una foto de Laika, la
perrita que viajó en el Sputnik.
- Mabel, yo, una niña muy aventurera y
astronauta desde que nació o antes.
8.
9. Cuando Maquinota terminó la reunión con los
aspirantes, quedó muy confundida. No
podía decidirse por ninguno de los cuatro.
Decía: “Cada uno es diferente”
Pensaba: “Y cada cual tiene algo que
aportar…”
11. El gusano se arrastraba como ninguno y podía
andar para arriba, para abajo, para adentro,
para afuera y para donde hiciera falta y se
quisiera. Y leía con una rapidez pasmosa…
15. Entonces Maquinota tuvo una idea y les pidió
a los cuatro que apuntaran en una hoja por
qué querían ser astronautas y acompañarla
en el viaje a la luna.
Inmediatamente se pusieron a escribir,
aunque el sueño de astronauta duró
bastante poco para Mabel. Apareció su
abuela y su hermano muy enfadados porque
llevaban toda la mañana buscándola y
estaban
super-hiper-requete-preocupados.
16. Su abuela muy enfadada le dijo que el
concurso de astronauta terminaba
allí, en ese momento y que se iban a
casa y punto.
Mabel se tiró toda la tarde dibujando
cohetes y estrellas para decorar su
habitación. Pensando que no podría
cumplir su sueño…
Sonó el timbre y adivinad:
¡Era Maquinota!
17. - Maquinota ¿qué haces aquí? – dijo Mabel.
- Has sido seleccionada para acompañarme en la nave
– anunció la robota.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?¿Dónde? Pero si yo no pude
entregarte el escrito – dijo Mabel.
- Lo recogieron tus compañeros y me lo entregaron.
-Pero si yo no tengo buena letra, tampoco me puedo
mover como el gusano y mucho menos estar
sonriendo todo el día…
- Bip, bip, bip pero tú quieres ser asstronauta, Mabel y
eso es lo mas importante. Eso es lo que te hace
ESPACIAL.
- ¿No querrás decir ESPECIAL?- Dijo Mabel
- Si, eso, espacial, así que te vienes a la Luna en el
cohete.
18. Mabel se abrazó tan fuerte a Maquinota que crujió
como una lata vacía.
Su abuela que oyó la conversación, dijo:
Y…¿no podríamos ir nosotros también?
19. - ¡Pues claro!- Dijo Maquinota.
- Nos vendría bien un cocinero y la abuela nos viene
más que bien, ella nos contaría un cuento cada
noche, nos haría mimos si nos ponemos malos y nos
daría trocitos de fruta cortadita…
- ¡Siii!- dijo Mabel, llena de alegría.
- ¡Eso si que mola!
Y tras unas cuantas reformas en la nave para que
cupieran todos, la tripulación al completo salió para
el espacio. Y ese día fue un día muy ESPACIAL
20. Basado en las historias contadas en:
“Plumas, puentes y pasteles”