Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Los Tiempos y los Adolescentes
1. Los Tiempos Han Cambiado, Los Adolescentes No
Lina Marulanda Celis
Universidad ICESI
Maestría en Educación Mediada por las TIC
Escuela de Ciencias de la Educación
Cali
2023
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2. Los Tiempos Han Cambiado, Los Adolescentes No
De generación en generación ha sido un desafío para los adultos comprender a los adolescentes
y viceversa; a pesar de que, el tiempo nos ha traído diferentes enfoques en la crianza, y otros estudios
en disciplinas especializadas nos han dado acceso a información valiosa sobre el desarrollo del
adolescente, la falta de comprensión continúa siendo una constante en las familias que tienen hijos en
esta etapa.
Esto me lleva a cuestionar la forma cómo los adultos nos relacionamos y construimos vínculos
con ellos: ¿Esta bien dejarlos hacer lo que quieren?, ¿Debemos más bien controlar todo a su alrededor
para que no se desvíen? y ¿Continuamos practicando la crianza tradicional o nos dejamos guiar por las
nuevas tendencias?
El entorno más próximo e influyente del adolescente que es la familia, juega un papel de vital
importancia en el desarrollo cognitivo, emocional y social de todo adolescente; por lo tanto, debemos
enfocarnos en establecer vínculos fuertes y seguros con ellos, que les aporte a construir herramientas
para transitar esta desafiante etapa.
Entonces, ¿Cuál es la mejor forma de criar a los adolescentes? Adoptar un estilo autoritario,
muy común en épocas pasadas, implica promover una crianza dominante, que usa parámetros rigurosos
de disciplina impuestos por el padre y la sobreprotección de la madre (Córdoba, 2014). Este estilo es
para algunos la única manera de salvar la juventud, pues consideran a los adolescentes problemáticos, y
poco comprometidos, piensan que mantener una alta exigencia, enfatizando el desarrollo de
habilidades como el autocontrol y la obediencia a la autoridad del adulto, es la forma más acertada de
“llevarlos por el buen camino”. Pero este tipo de pensamiento, además de tener una baja sensibilidad
3. en el proceso emocional de nuestros hijos adolescentes, hace muy difícil que se generen vínculos
fuertes, poco permite la práctica de la autonomía, y la resolución del conflicto.
Lastimosamente la adolescencia es una etapa de mucha incomprensión. Como lo explicó
Rodríguez (2021) al profundizar en la definición de la adolescencia “ya no se es lo que se era, todavía no
se es lo que se será, y ese tiempo es un tiempo de enorme vulnerabilidad”. Muchas veces desde esta
mirada tradicional, tal confusión en el adolescente conlleva a que se opten por estos patrones de crianza
poco saludables que desfavorecen el desarrollo de su personalidad y sus habilidades para la vida adulta.
Hay otras posturas que se inclinan más hacia un estilo de crianza respetuosa o también llamada
crianza positiva, en la que se otorga un gran valor a los sentimientos y necesidades de los adolescentes,
con la intención de empoderarlos y validarlos como seres humanos con roles activos en la familia. El
problema es cuando se confunde este concepto con permisividad, creando un ambiente de baja
exigencia, y fácil aprobación a las demandas de los adolescentes. Esto tampoco es saludable, pues se
crea el falso pensamiento que es fácil obtener lo que se quiere, se desarrolla una baja tolerancia a la
frustración y se generan problemas en las relaciones sociales jerárquicas cuando son adultos.
Aplicar la crianza positiva sin una claridad de los lineamientos bajo los cuales está concebida
esta práctica, es un riesgo, en el que en vez de vínculos se construyen barreras, que hacen que los
adolescentes queden expuestos a otras influencias perjudiciales para ellos, como lo son los excesos en
todas las esferas de su vida.
Comprender como funciona el cerebro, es un aspecto que puede ser de gran ayuda a la hora de
definir como criar al adolescente. Según la Academia Americana de Pediatría (2019) El cerebro de un
adolescente todavía se encuentra en desarrollo y no está completamente maduro; la corteza prefrontal
encargada de regular el ánimo, la atención, los impulsos y el pensamiento abstracto termina de madurar
a los 24 años, mientras que la amígdala que tiene el trabajo de responder ante impulsos emocionales y
4. estímulos que percibe, sigue madurando pero se desarrolla un poco más rápido, en otras palabras,
comportamientos como actuar antes de pensar, son totalmente normales y pueden deberse a esta
discrepancia en la madurez entre la corteza prefrontal y la amígdala en el cerebro. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud [OMS], la adolescencia termina a los 19 años, es decir, que incluso
hacia el final de la adolescencia el cerebro estará todavía madurando su corteza prefrontal.
Es en definitiva muy importante que, como adultos responsables, nos mostremos más
empáticos hacia esta etapa, y que busquemos conectar con los adolescentes a través de vínculos reales
que nos permitan intervenir sabiamente ante sus comportamiento y actitudes. Los avances
tecnológicos de esta nueva era, nos obligan a reconsiderar muchos paradigmas y formas de
pensamiento, pero los procesos de crecimiento en el ser humano siguen pasando por las mismas etapas
y la adolescencia es una a la que debemos prestarle mucha atención. Optar por estilos de crianza que
no permiten la construcción de vínculos de calidad, es limitar y afectar el desarrollo de habilidades de
vida muy importantes para la adultez.
La familia, especialmente los padres jugamos un rol muy importante a su alrededor, y considero
que es el vínculo el que ayuda a garantizar que transiten este periodo de su vida, como una época de
fortalecimiento de sus recursos de afrontamiento y de consolidación de su subjetividad. Es importante
actualizarnos en los temas relacionados con la crianza, estar al tanto de los descubrimientos sobre el
funcionamiento del cerebro; debemos recordar que es una etapa transitoria pero que no podemos
ignorar, hay que dejarles saber que no están solos, y buscar la forma de conectar con ellos. No se puede
confundir libertad con permisividad, debemos por el contrario acompañarlos, estableciendo límites
sanos con la posibilidad de dejarlos ser, desde sus particularidades.
Mantengamos el equilibrio, seamos una red de apoyo que se involucre e interese de forma
genuina en los adolescentes, desde la compresión de su individualidad y la consideración de su
5. contexto, permitiéndoles explorar sus gustos, pero con rutinas claras, y normas que apuntan a su
bienestar integral, con limites puestos desde el respeto, la conciencia y sobretodo, el amor.
6. Lista de referencias
American Academy of Pediatrics. (2019, Diciembre 3) ¿Qué pasa en el desarrollo de un
adolescente? Recuperado de https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-
stages/teen/Paginas/Whats-Going-On-in-the-Teenage-Brain.aspx
Córdoba, J. (2014, Junio). Estilos de Crianza Vinculados a Comportamientos Problemáticos de
Niñas, Niños y Adolescentes [Tesis de Maestría]. Universidad Nacional de Córdoba.
Córdoba, Argentina.
Organización Mundial de la Salud [OMS]. (s.f). Salud del Adolescente. Recuperado de
https://www.who.int/es/health-topics/adolescent-health#tab=tab_1
Rodríguez, C. [UNICEF Uruguay]. (2021, Julio 21). ¿Qué es la adolescencia? | Adolescentes |
UNICEF Uruguay [Video]. Recuperado de https://youtu.be/Tx_ARgiKlfE