El documento describe los principios de la elección de emplazamientos para lugares sagrados como monumentos megalíticos y templos. Generalmente se construían en puntos energéticos centrales con una orientación y geometría específicas. A menudo coincidían con lugares importantes como vías de trashumancia, puntos de observación astronómica o lugares energéticos. Más tarde, las iglesias cristianas a menudo se construían en los mismos lugares que los templos paganos anteriores, continuando la tradición de vincular los lug
Lugares sagrados: emplazamientos, orientaciones y simbolismo de templos y monumentos megalíticos
1. LUGARES SAGRADOS
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T
rabajo de investigación y recopilación sobre el
porqué se construyen en unos emplazamientos
concretos, contemplando un punto energético
central, con una orientación determinada y con una
geometría muy estudiada y su simbolismo principal.
2. CONTENIDO:
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* MEGALITISMO
* ELECCIÓN DEL EMPLAZAMIENTO
* CLAVES TERRITORIALES
* CLAVES DE USO
* EL AL
TAR O PUNTO DE INICIO
* LA ORIENTACIÓN
* LAS CONSTRUCCIONES CRISTIANAS
* LA GEOMETRÍA
* EL SIMBOLISMO DE LA PLANTA DE LAS IGLESIAS
* LOS LABERINTOS
* LAS CRIPTAS
3. Elementos técnicos e interpretativos del fenómeno megalítico
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El megalitismo es un fenómeno constructivo caracterizado por construir con grandes
piedras (mega=“grande” y lithos=“piedra”, aunque también se emplean lajas y pequeñas
piedras) monumentos arquitectónicos (aunque en ocasiones sólo se incorporen elementos
arquitectónicos a entornos naturales como las cuevas) ya sea con finalidad funeraria, de
culto o ritual. Este hábito pervive cronológicamente desde el V milenio a. C. (época de sus
más tempranas manifestaciones) hasta el II milenio a. C., aunque con perduraciones y
reutilizaciones que llegan casi hasta el I milenio.
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Casi siempre, el megalito –salvo casos puntuales como los menhires o alineamientos de
menhires (cromlechs)– no se manifiesta al exterior sino que está cubierto por una
estructura tumular característica.
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MENHIR Del galés maen (“piedra”) e hir (“larga”), designa a los megalitos
que están constituidos por grandes piedras hincadas. Se han relacionado
con la señalización de centros energéticos, cultuales o astronómicos.
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En Europa, los monumentos más antiguos son los de las costas atlánticas
donde desde 6.000aC. a 3.500 aC. hay testimonios megalíticos
(principalmente sepulcros de corredor) asociados a concheros de
cazadores-recolectores (CARROWMORE, Irlanda; KERKADO o SAINTNAZAIRE, Bretaña, Francia).
4. La elección del emplazamiento
Los Druidas, sacerdotes o los chamanes, en
contacto permanente con la naturaleza,
habrían descubriendo una serie de puntos con
unas energías especiales a través de su
sensibilidad para captarlos. Casi siempre, los
monumentos megalíticos coinciden con lugares
que interesa destacar:
vías de trashumancia (Santa Elena, en Biescas); puntos de nieve permanente
(Aragües, en Huesca); observatorios de carácter astronómico(Stonehenge,
Inglaterra, …) y por supuesto, se solían reunir en estos lugares energéticos al lado
de una hoguera, puesto que por la datación por medio del C14, las hogueras
fundacionales están documentadas frecuentemente en diversos sitios (dólmenes de
La Rioja, dólmenes gallegos, …) y a veces en pozos de gran profundidad
(Galisancho, Salamanca), en muchos puntos señalizaban el lugar con un menhir o
con el denominado peristáltico, y/o la alineación de pequeños menhires que
señalizan el lugar energético.
5. Claves territoriales.
Lo primero que llama la atención de los monumentos megalíticos es su afán de
visibilidad, son monumentos siempre visibles y nunca camuflados.
Su localización suele coincidir con zonas divisorias entre territorios
presuntamente fronterizos, junto a fenómenos naturales (neveros, ibones, ríos,
bosques, cimas, puntos energéticos…), en
ejes de rutas de trashumancia,
siguiendo vías naturales de comunicación, en llanos de gran visibilidad
astronómica, etcétera.
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Un ejemplo clave sería (además del conocido de Stonehenge) el “Gran Menhir”
de Lormariaquer, que medía 21 metros de altura y era visible desde diversos
lugares. Seguramente fue un centro visible de culto empleado para mediciones
astronómicas relacionadas con los calendarios agrícolas en una sociedad en la
que la que la agricultura debió tener tanta importancia.
6. Claves de uso. - I
La existencia de algunos conjuntos denominados
templos megalíticos (MNAJDRA o HAGAR QUIM, en
Malta) permite relacionar estas construcciones,
además, con centros de culto de una compleja religión
en la que se mezclaban ritos de fertilidad, de ultratumba, de regeneración de la
tierra, y de simbolismo astral. Los petroglifos decorativos de lo que se ha llamado
“arte megalítico” remitirían también a este uso ritual.
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Ronald Harris Diez, en su investigación sobre las “Características del emplazamiento
del templo griego” del Departamento de Historia y T
eoría de la Arquitectura,
expone:
Sin lugar a dudas, dentro de la arquitectura griega, el templo es la tipología más
representativa, es la obra donde se concentran sus mayores logros artísticos,
entendiendo que se trata de la morada de sus dioses. Por lo tanto podemos
deducir, que es en los santuarios religiosos, que contenían estos templos, donde
encontraremos las claves más significativas, sobre la relación que se establecía entre
el hombre griego y su entorno natural, de allí que junto con el marco teórico
7. Claves de uso. - II
aportado, este trabajo se apoya en algunas teorías de la historia de las religiones, en
particular el punto de vista de Mircea Eliade, en lo que se refiere al “cosmos” o espacio
sagrado que habitaban los pueblos de la antigüedad.
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El paisaje helénico tiene una variedad de sitios naturales muy contrastante, valles
fértiles y llanuras que están encerradas entre escarpadas y desnudas montañas, a los
que la luz intensa y el diáfano aire del mediterráneo, les confiere una presencia
dominante. El paisaje parece representar una variedad de “fuerzas” naturales y no
acepta fácilmente el dominio del hombre. “A causa de la variedad ordenada, de la
claridad y de las dimensiones del paisaje, en Grecia el hombre no se siente ni anclado ni
a la deriva. Puede acercarse a la tierra para experimentar el confortamiento o bien la
amenaza”. De esta manera los griegos tendieron a caracterizar el paisaje, lo llenaron
de significados psíquicos y religiosos: le dieron un contenido espiritual. Consideraban
la naturaleza dotada “con un espiritualizado contenido humano”. Personificaron el
paisaje natural, con atributos que evocaban imágenes antropomorfas, el genius loci, el
genio del lugar.
8. Claves de uso. - III
De allí que la caracterización de los lugares naturales,
“la caratterizzazione antropomorfa”, viene de los
griegos. De este modo los numerosos sitios del paisaje
griego, topográficamente muy diversos, poseían una
“personalidad” claramente reconocible, una individualidad; “Individual se usa aquí
para significar que los sitios eran sentidos no como absolutamente diversos, sino como
manifestaciones de caracteres arquetípicos”. De esta manera, en algunos lugares el
hombre podía sentirse protegido o amenazado por el ambiente circundante; este tipo
de orden natural, estimulaba, por lo tanto, una determinaba relación entre el paisaje y
el hombre. “… en cambio otros se sienten como centros de un "cosmos" bien definido.
En ciertos lugares existen elementos naturales de forma y función muy particulares,
tales como cumbres agudas, grutas y surgentes.”
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El santuario cristiano es edificado en el emplazamiento exacto de un templo anterior.
Es un hecho sorprendente y contrario al espíritu del constructor, que prefiere un
terreno en el que aún no se haya edificado para asentar unos cimientos de cuya
9. Claves de uso. - IV
resistencia puede estar seguro. Construir sobre otro edificio significa encontrar restos
de antiguas cimentaciones que pueden entorpecer las obras, en las que no se puede
confiar y que deben, sin embargo, recibir nuevas cargas. Si se excava en un terreno
virgen, se puede construir la cripta como se desee, para instalar en la penumbra las
reliquias más preciadas o la sorprendente estatuilla de la Virgen negra.
Chartres, por ejemplo, se fundó sobre una cueva que todavía
conserva vestigios del culto druídico. En España, muchas
iglesias y catedrales fueron erigidas sobre antiguos templos
paganos, sobre castros celtas o romanos y hasta en antiguas
ubicaciones o en las proximidades de altares megalíticos.
"La iglesia que domina el pueblo se levanta sobre un cerro, al igual que los dólmenes
dominaban las zonas circundantes; la palabra es revelada sobre la montaña sagrada;
hay que subir los peldaños de una escalera para alcanzar el lugar santo. En lo alto de la
colina suele haber una fuente. Por lo general, las iglesias poseen pozos y, muy
curiosamente, cerca de ellos suele velar una Virgen negra".
10. Claves de uso. - VI
Para el emplazamiento original de la construcción ¿no se buscaría una fuente, un
pozo? Para emprender la construcción de pozos muy profundos hay que disponer de
excelentes zahoríes y no tener miedo a iniciar trabajos costosos y azarosos. ¿No
indica esto una obligación litúrgica? T
odo esto hace pensar en las aguas vivas del
bautismo, en las corrientes telúricas, en los campos de fuerza.
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“Por lo cual no es sorprendente la gran rapidez con que experimentaron el valor de las
relaciones entre los edificios y el paisaje, entre los propios edificios y el espacio que
los rodeaba, el cual trataron de organizar contando con el espacio de que disponían
para construir. Pero las tendencias que es posible descubrir a lo largo de toda la
época arcaica y clásica no proceden jamás de normas o leyes estrictas, si bien
responden, a veces, a ciertas preocupaciones matemáticas, es decir, geométricas, ya
que no reemplazan jamás a la estética pura.”
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11. Claves de uso. - VI
Existía siempre una estrecha relación, entre el templo y el altar, que incluso llegaba
más allá del plano meramente funcional, para ubicarse en el plano de las
interacciones estéticas. Por lo general había un camino pavimentado que unía el altar
con el templo, morada divina, en relación “de proporciones más o menos exactas con
el desarrollo y el volumen de la fachada”.
En el plano funcional, no debemos olvidar que los fieles tenían que ver las ceremonias
del sacrificio y participar en las procesiones celebradas en el santuario, donde en
mucho de los casos, se sacaba la estatua de culto y, previos ritos de purificación de
ésta, era expuesta a los fieles, para dar evoluciones alrededor del santuario.
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El hecho que el altar se ubicara frente a la fachada principal del templo, permitía
establecer una comunicación visual con el simulacro del dios, que se encontraba al
interior de la naos o cella, mientras se realizaba el ritual. “Los fieles no tenían acceso
a su oscuro interior. En los días de fiesta permanecían de pie ante el templo
esperando a que se abrieran las pesadas puertas de bronce de la cella; en ese
momento podían contemplar la estatua divina…”
12. El Altar - I
Centro focal del témenos, era lo primero en
construirse, era el lugar al aire libre donde se
concentraba la actividad ritual y se reunía la
comunidad, y dado que el templo no era un lugar de
reunión, el altar adquirió gran importancia, ubicado
en un lugar claramente visible, y accesible para el
pueblo que se reunía para los sacrificios.
La elección del emplazamiento del templo lleva a la determinación del centro, del punto
en el que se levanta el altar. T
odo empieza en este núcleo del edificio y todo regresa a él.
En el confluyen las fuerzas de atracción y emanación. T
odo el edificio se ordena
alrededor de este eje, un centro más del mundo.
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“La distancia efectiva entre el templo y el altar variaba, naturalmente, de acuerdo con la
escala de la disposición, pero el punto final alcanzado por el espectador en su
aproximación al frente principal del templo, de modo que su visual del edificio era una
experiencia plana directa. Frente a estas actividades se levantaba el templo, a manera de
marco intemporal, con su implacable geometría que trasciende lo transitorio, lo efímero.
13. El Altar - II
Cuando el espectador se aproxima al templo, lo mide con su propio movimiento; pero al
detenerse, lo transfiere al ritual, y el templo, que presentaba una forma cambiante
durante el avance del espectador, ahora aparece fijo, con el sereno estatismo de su
simetría.”
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A lo largo del desarrollo de esta investigación descubrimos el modo peculiar en que los
santuarios griegos se asentaban en el territorio, algo que no solo nos habla de la
intención de los arquitectos griegos, sino que también es reflejo de una particular visión
de mundo. Pero un punto que en un principio nos pareció menor, al llegar a las
conclusiones adquiere una importancia inusitada, casi como punto de partida para una
nueva investigación: es el hecho que si estudiamos los santuarios griegos y seguimos el
desarrollo cronológico de los edificios que los componían, vemos que fueron levantados
con cierta diferencia de años, pero sin perder la coherencia plástica del conjunto.
14. Construir en lo construido
Este tema nos remite a uno de los temas
centrales: “construir en lo construído”.
Sabemos que esto no fue fortuito ni fruto
de la casualidad, sino que el resultado de un
enorme respeto de parte de los arquitectos,
respecto de los edificios precedentes, con
el fin de mantener la relación que se podía establecer en el emplazamiento de un nuevo
templo y la relación de vistas y equilibrios compositivos que se podían lograr con las
construcciones existentes, incluso en el caso que antiguos templos fueran destruidos o
demolidos para ser remplazados por otros, no se perdía el equilibrio de volúmenes que
componían el conjunto del santuario.
15. Orientación - I
El T
emplo se orientaba de este-oeste, con la abertura del naos
hacia el oriente, permitiendo que los primeros rayos del sol,
bañaran de luz la estatua de culto, que se encontraba al interior
del templo; de allí que la mayoría de los rituales se realizaran al
amanecer, ya que se facilitaba la contemplación del simulacro, a
través de las puertas de la naos y de las columnas del peristilo, “La habitación de culto,
o cella, creaba un túnel visual hacia la estatua situada en el extremo posterior.”
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A partir del conocimiento derivado de la historia de las religiones, sabemos que los
pueblos antiguos, como los griegos, habitaban un “cosmos sagrado”, donde el espacio
es heterogéneo, por lo tanto dependiendo del lugar, éste tiene diferentes
características; de allí que al referirnos a la ubicación del templo griego, debemos inferir
que la elección del lugar para su emplazamiento, no era un hecho fortuito. “Para el
hombre religioso el espacio no es homogéneo; presenta roturas, escisiones: hay
porciones de espacio cualitativamente diferentes de las otras…”
16. Orientación - II
Vitruvio menciona que la edificación del templo empieza por su implantación y que los
trabajos de orientación se inicían al mediodía. En el centro del recinto sagrado se planta
una estaca, el axis mundi. A partir de este eje se describe un gran círculo y en el
momento en que la sombra proyectada por el eje es más corta, se determina la dirección
norte-sur. De este modo, se puede determinar el lugar por donde sale el sol en relación
a dos columnas, especialmente durante los solsticios y los equinoccios y también la
latitud del lugar.
La salida y la puesta del sol influyen en la vida vegetal y animal,
marcan un ritmo. T
ras las horas están las estaciones; se
determinan las direcciones primordiales, pues el cuarto,
símbolo del mundo material, es la base de la cruz y el
cuadrado, cuyo centro es el omfalo, el ombligo del mundo.
La Iglesia católica y romana orienta sus iglesias sobre el eje que va de levante a
poniente; el templo toma, a menudo, la forma de cruz latina; el coro se sitúa hacia
oriente, mientras que el pórtico se abre hacia occidente.
17. Orientación - III
En Egipto, la entrada se situaba en los primeros tiempos hacia
oriente; es el caso de Hierópolis, en Menfis (Herodoto: Libro II,
cap.CXXXVI). Por la puerta común, los rayos de sol penetraban
en el santuario, los fieles miraban hacia el oeste durante la
oración y el sacerdote estaba frente a ellos.
En la época de Augusto se decidió abrir la puerta hacia occidente para así mirar a
oriente durante la oración y los sacrificios; el sacerdote miraba siempre al punto por el
que se levantaba el sol, como indica Vitruvio, por lo que daba la espalda, a los fieles.
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T
odas las iglesias antiguas se abren hacia poniente, mientras que el coro está orientado
hacia el punto por donde sale el sol en el día del aniversario del santo (o la santa) a
quien está dedicado el santuario. T
odas las iglesias dedicadas a la Virgen están
orientadas hacia el punto en que el sol se levanta el 15 de agosto. En el siglo XIII, esta
regla todavía se mantiene y Guillermo Durand hace de ella una regla ineludible.
18. Orientación - IV
Ya las hileras de los dólmenes estaban perfectamente orientadas; los cuerpos reposaban
en dirección este-oeste dentro de los sepulcros: los pies hacia levante, la cabeza hacia el
oeste, presumiblemente para que pudieran ponerse en pie mirando hacia el sol naciente
el día de la resurrección. Los monumentos que albergan estos cuerpos tienen,
naturalmente, la misma orientación.
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Prácticamente todas las iglesias tienen el ábside orientado hacia el sudeste; la fachada,
hacia el noroeste, y el crucero, que forma los brazos de la cruz, de nordeste a sudoeste.
Es una orientación invariable, establecida a fin de que fieles y profanos, al entrar en el
templo por Occidente y dirigirse en derechura al santuario, miren hacia donde sale el sol,
hacia Oriente, hacia Palestina, cuna del cristianismo. Salen de las tinieblas y se
encaminan a la luz.
20. Las construcciones cristianas - I
Podría quedar bastante claro que los
constructores medievales hicieron ermitas en
lugares de un alto nivel energético, se limitaron a
cristianizar un lugar que era objeto de culto
desde hacía milenios, donde la gente acudía a
realizar sus ritos. Es posible que la Iglesia
desconociera todo lo referente a la energía de
la Tierra, pero sí que le interesaba cristianizar un lugar de culto pagano para ir
liquidándolos para siempre.
El cristianismo tuvo muchas influencias de las religiones anteriores, particularmente del
druidismo, que permaneció activo hasta el siglo VI de nuestra era. Ceremonias como la
de la misa, las vestiduras sacerdotales o la forma de nuestros primeros templos se
encuentran ya en el pasado pagano. La catedral se edifica en el emplazamiento de un
templo idólatra o de un menhir. El mito de la serpiente o el culto a la diosa madre, ya
existían en civilizaciones muy antiguas, en todos los continentes. La cripta es el templo
mágico; al igual que la cueva situada bajo la montaña sagrada poseía una cámara
secreta.
21. Las construcciones cristianas - II
Los libros sagrados de todas las religiones muestran esta universalidad de los cultos;
las mismas actitudes religiosas se alimentan de los mismos símbolos atávicos. En este
simbolismo, el claustro (lugar intermedio entre la iglesia y el monasterio) toma la forma
de un cuadrado con una fuente central; los jardines, que representan el tercer recinto,
dan paso a la Jerusalén celestial.
Encontrar el emplazamiento justo no es tarea fácil y, sin embargo, las elecciones de los
antiguos parecen muy acertadas: rigurosos análisis y las detecciones confirman que
estos puntos están determinados por radiaciones energéticas y corrientes telúricas.
Los fieles se reúnen en un lugar sometido a las emanaciones de una poderosa fuerza
cósmica, a una irradiación saludable. El lugar sagrado no es escogido por el hombre, es
descubierto por él.
Por otro lado, todo nos hace pensar que los primeros lugares de culto fueron parajes
naturales. Los bosques, las rocas, las fuentes y las cuevas eran la morada de las
divinidades. Las pinturas rupestres, con su empleo del ocre rojo, hacen pensar en un
culto basado en el sacrificio y en el valor de la sangre; la piedra misma es la morada de
un dios y, de una manera general, un espíritu (como el de la muerte) puede introducirse
mágicamente en la piedra. El edificio se beneficia de la presencia de espíritus que
ayudan a los humanos"
22. La Geometría - I
Bayard nos habla en "El secreto de las catedrales" del secreto iniciático y su razón de
ser, y de la sociedad iniciática y simbólica, del simbolismo de la piedra y de la talla, de
las herramientas y de la planta de las iglesias. Elementos como las linternas de los
muertos, los laberintos y las criptas; el emplazamiento del templo, la consagración de
los cimientos, la orientación y la luz…
El símbolo, lenguaje mudo, define el edificio religioso,
sometido a la ley de lo ternario. En realidad se trata de una
compleja red de influencias, tradiciones y costumbres en la
que el pasado se incorpora al presente y cada detalle tiene
su importancia. Los signos se multiplican e invaden todo el
espacio.
El triángulo equilátero es el de la Divinidad, pues posee todas las perfecciones, pero
también se trabaja con el escaleno y, sobre todo, con el de Pitágoras. Para subir al
altar, hay tres escalones y para acceder al pórtico hay tres, cinco o siete peldaños,
siempre un número impar.
23. La Geometría - II
El círculo participa en el trazado regulador;
el rosetón -o la rosa- es circular. Esta
forma, absoluta e inmutable, es la imagen
de un inicio sin fin; significa la eternidad. Su
centro es el principio generador.
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Aparte de las formas geométricas simples,
los siete metales se asocian a las doce
casas astrológicas... Sus atribuciones,
retomadas por la Iglesia romana, se
encuentran ya en las doctrinas del
mitraísmo.
24. El simbolismo de la planta de las iglésias - I
En cuanto a la planta de las iglesias, "se
establece en función del culto, del
simbolismo religioso y de la fe de los
fieles. Antes de la época medieval, el
templo era concebido en forma de
rectángulo, generalmente con tres recintos; después se estableció la planta de cruz
latina, por imitación del T
emplo de Salomón".
Las basílicas antiguas pueden tener una planta
rectangular o un sistema de cruces diversas, tal
como se observa en Armenia. Hay ejemplos de
formas hexagonales, octogonales, circulares,
recintos triples con pasillos circulares, espirales
y laberintos, pero ninguna planta ha sido
impuesta por la liturgia.
25. El simbolismo de la planta de las iglésias - II
No obstante el santuario es también la gruta, el centro
iniciático por excelencia. Tiene el poder mágico de la cueva.
Es un lugar donde se recibe vida y donde el cuerpo es
enterrado; todo nace en esta matriz y todo retorna a ella.
Jesús, Mitra, Zeus, Hermes, Lao-T y otros dioses nacen y
se
son inhumados. T
odos los que poseen una fe común y son perseguidos se reúnen en
cuevas, lo que hace decir al inquisidor Bernardo Gui (1263-1331): "Durante mucho
tiempo, los herejes han permanecido rebeldes a la luz, ocultándose ora en las
montañas, ora en grutas y cuevas, como hacen los búhos y los hijos de las tinieblas.”
!
El mundo del subsuelo, en el que el sistema nervioso del neófito entra en contacto
con las energías de las fuerzas telúricas, es el de la Gran Paz, el del recogimiento a
salvo de los ruidos exteriores.
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26. El simbolismo de la planta de las iglésias - III
En este aislamiento, el hombre puede concentrarse, meditar,
orar; su pensamiento se regenera. El templo secreto es el lugar
del equilibrio, el medio invariable. En ese punto se concilian y
se resuelven todos los opuestos. Es el santo sepulcro.
Debería tener forma circular, pues es un Centro del Mundo que irradia en todas
direcciones sin que ninguna sea más importante. Parece ser que la rotonda, reservada
para los edificios de gran importancia y a la que se otorga un prestigio excepcional,
dio nacimiento a otros santuarios de forma circular.
Se cree que la planta octogonal es símbolo de las ocho bienaventuranzas. Igualmente,
la planta hexagonal se relacionaría con los seis días activos de la creación, aparte de
que el seis era el número de la armonía.
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Otras iglesias se construyen según una planta en forma de trébol, el signo de la
trinidad; el trébol simboliza además la resurrección.
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T
odas las formas, todas las plantas sagradas son así interpretadas según la
enseñanza cristiana.
27. Los Laberintos
El laberinto simboliza el camino de la vida; es el viaje iniciático
que conduce de lo efímero a lo eterno, de lo profano a lo
sagrado.El laberinto de las catedrales, o laberinto de
Salomón, es una figura cabalística que se encuentra al
principio de ciertos manuscritos alquímicos y que forma parte
de las tradiciones mágicas atribuidas al nombre de Salomón. Es una serie de círculos
concéntricos, ininterrumpidos en ciertos puntos, de manera que forman una trayectoria
chocante e inextricable. Los laberintos del interior de las catedrales, en forma de
intrincada red de meandros, ya no son construidos en las profundidades de la tierra,
sino a ras de suelo. Suelen ser de forma circular, pero algunos son octogonales e
incluso cuadrados. El más conocido es el de Chartres. El laberinto de Saint-Quentin,
es también llamado "lengua de Jerusalén"; se dice que cuando los Santos Lugares se
hicieron inaccesibles, el peregrinaje a Jerusalén fue reemplazado de forma simbólica por
el recorrido, de rodillas, de este complejo laberinto. Los laberintos, se pueden recorrer
para encontrar la piedra filosofal, tienen en cuenta a los profanos y les incitan a
descubrir lo que está detrás del espejo, les recuerdan la necesidad de coger su bastón
de peregrino y emprender la búsqueda de la "Palabra Perdida" que revela el trazado del
laberinto.
28. Las criptas
En cuanto a las criptas, en muchos monasterios y
templos se levantaban sobre lugares de poder
marcados por el cruce de corrientes energéticas de la
Tierra. En algunos casos, las columnas de ciertas
criptas cumplían la función de agujas de una
acupuntura terrestre, obrando, lo mismo que los
menhires de la protohistoria, como conductores de las energías telúricas, para que
éstas actuasen sobre quienes oraban o meditaban en aquellos antros especialmente
sagrados, buscando absorber la fuerza espiritual que transmite la Madre Tierra a
quienes saben buscarla y aprovecharla.