2. ¿Por qué la humanidad esperaba
a Jesús?
¿Dónde se origina la expectativa de la humanidad
que, por tantos siglos, esperó la llegada del
Salvador? ¿Cuándo se prometió que vendría? ¿A
quién le dijeron que vendría? ¿Por qué decimos
que el tema central de toda la Biblia, es Jesús? La
respuesta a estas preguntas la iremos descubriendo
a lo largo del Antiguo Testamento, como espera de
una promesa, y del Nuevo Testamento, como
cumplimiento de dicha promesa.
3. Adán y Eva: el protoevangelio
A través de un relato hecho de imágenes el Génesis nos habla de la
amistad entre Dios y el hombre, amistad que tiene como requisito
la libertad. El árbol de la ciencia del bien y del mal representa
simbólicamente el límite infranqueable que el Hombre en cuanto
creatura debe reconocer y respetar. Sin embargo, el Hombre
desobedeció, se prefirió a sí mismo y eso origina el rompimiento
de la armonía original de la creación: el Hombre se enemista con
Dios, se enemista con su pareja (“la mujer que tú me diste por
compañera me dio del árbol y comí”); los hermanos se enemistan
entre sí (Caín mató a Abel)...; desde entonces, el pecado invade al
mundo. Esta herencia de pecado, este rompimiento con Dios, esta
inclinación al mal es lo que llamamos pecado original.
4. Adán y Eva: el protoevangelio
Sin embargo, Dios, en su infinita misericordia no
deja abandonado al Hombre, sino que le promete
un Salvador:
“Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu
linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza mientras
tú te abalanzarás sobre su talón”. (Gn 3,15)
5. Adán y Eva: el protoevangelio
Yahveh está hablándole a la serpiente, símbolo del
mal, y le dice que un descendiente de la mujer, que
será Jesús, lo aplastará (al mal); por eso este texto
se conoce como el Protoevangelio, pues es el
primer (=proto) anuncio de la buena noticia (=
evangelio) de la salvación.
A partir de entonces, es decir, desde los orígenes de
la humanidad, se estaba esperando al Salvador
prometido.
6. Jesús el prometido
La Sagrada Escritura nos
presenta una serie de
testimonios de la espera y
renovación de la promesa
del Salvador.
7. J E S Ú S E L P R O M E T I D O
LA PROMESA MESIÁNICA
A ADÁN
Y EVA
EL PROTO-
EVANGELIO
Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu
descendencia y la suya: uno de sus descendientes te
aplastará la cabeza mientras tú intentas morder su
talón. Gn 3,15
A LOS
PATRIARCAS
ABRAHAM En ti serán benditas todas las familias de la tierra. Gn
12,3
ISAAC
Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones
de la tierra. Gn 26,4
JACOB
Y por ti y por tu descendencia se bendecirán todas las
familias de la tierra. Gn 28,14
JUDÁ
No se irá de Judá el cetro, el bastón de mando de entre
tus piernas, hasta tanto que se le traiga el tributo y a
quien rindan homenaje las naciones. Gn 49,10
AL PUEBLO
DE ISRAEL
MOISÉS
Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un
profeta como tú, pondré mis palabras en su boca, y él
les dirá todo lo que yo le mande. Dt 18,18
ANA
Yahvéh dará potencia a su rey y exaltará la frente de su
Ungido. 1Sam 2,10
DAVID
Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con
tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que
saldrá de tus entrañas, y consolidaré sólidamente su
reino. 2 Sam 7,12
LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS
DE LA ESTIRPE Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de
8. COLEGIOS GUADALU PANOS PLANCARTINOS
AL PUEBLO
DE ISRAEL
ANA
Ungido. 1Sam 2,10
DAVID
Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con
tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que
saldrá de tus entrañas, y consolidaré sólidamente su
reino. 2 Sam 7,12
LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS
SU
NACIMIENTO
DE LA ESTIRPE
DE DAVID
Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de
sus raíces brotará. Is 11,1
DE UNA
VIRGEN
He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz
un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Is 7,14
EN BELÉN
Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las
familias de Judá, de ti me nacerá aquel que señoreará
en Israel. Mq 5,1
SU INFANCIA
BELÉN
Los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes
de Arabia y de Sebá pagarán impuestos. Sal 72,10
EGIPTO De Egipto llamé a mi hijo. Os 11,1
NAZARETH
Y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que
se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado
Nazareno. Mt 2,23
SU
PRECURSOR
UN
MENSAJERO
Una voz clama: «En el desierto abrid camino a
Yahvéh, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro
Dios». Is 49,3 He aquí que yo envío a mi mensajero
a allanar el camino delante de mí. Mal 3,1
9. 1. Jesús, el prometido
28
SU
PREDICACIÓN
EN GALILEA
En el futuro llenará de gloria la ruta del mar, el
otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles. El
pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz.
Is 8,23-9,1
EN EL
TEMPLO
Grande será la gloria de esta Casa (Templo), la
de la segunda mayor que la de la primera, dice
Yahvéh Sebaot, y en este lugar daré yo paz,
oráculo de Yahvéh Sebaot. Ag 2,9
SU
SACERDOCIO
SACERDOTE
Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de
Melquisedec. Sal 110,4
SU
REALEZA
REY
Mira, viene a ti tu rey: justo y victorioso,
humilde y montado en un asno, en un pollino,
cría de asna. Zac 9,9
EL TRAIDOR Ellos pesaron mi salario: treinta siclos de plata.
Zac 11,12
SUS
SUFRIMIENTOS
Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del
vulgo, asco del pueblo. Sal 22,7
Todos mis huesos están dislocados. Sal 22,15
Han taladrado mis manos y mis pies. Puedo
contar todos mis huesos. Sal 22,17-18
10. cría de asna. Zac 9,9
SU PASIÓN
EL TRAIDOR Ellos pesaron mi salario: treinta siclos de plata.
Zac 11,12
SUS
SUFRIMIENTOS
Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del
vulgo, asco del pueblo. Sal 22,7
Todos mis huesos están dislocados. Sal 22,15
Han taladrado mis manos y mis pies. Puedo
contar todos mis huesos. Sal 22,17-18
Y en mi sed me dieron a beber vinagre. Sal 69,22
Y llorarán a aquel a quien traspasaron. Zac 12,10
SUS
OPROBIOS
Todos los que me ven de mí se burlan, tuercen
los labios, menean la cabeza. Sal 22,8
Me cerca una turba de malvados. Sal 22,17
Se han repartido mis vestiduras, echan suertes
sobre mi túnica. Sal 22,19
El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco.
Sal 69,21
SU
ABANDONO
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? Sal 22,2
Espero compasión, y no la hay, consoladores, y
no encuentro ninguno. Sal 69,21
SU
RESURRECCIÓN
RESUCITÓ
No dejarás que tu Santo experimente la
corrupción. Sal 15,10
SU PARUSÍA VENDRÁ
Vi venir en las nubes del cielo a uno como Hijo
del Hombre. Dan 7,13