El documento resume tres movimientos pictóricos: el impresionismo, el postimpresionismo y el neoimpresionismo. El impresionismo se caracterizó por plasmar la luz y el instante a través del uso de colores puros y pinceladas visibles. El postimpresionismo agrupó a artistas que reaccionaron contra el impresionismo estableciendo las bases del arte moderno. El neoimpresionismo, influenciado por teorías científicas sobre la luz y el color, se caracterizó por dividir los colores en p
2. IMPRESIONISMO
La pintura impresionista nace a partir de la segunda mitad del siglo XIX y quiere, a grandes
rasgos, plasmar la luz y el instante, sin importar demasiado la identidad de aquello que la
proyectaba. Las cosas no se definen, sino que se pinta la impresión visual de estas cosas, y eso
implica que las partes inconexas dan lugar a un todo unitario (algo que años después demostraría
científica y psicológicamente la Gestalt)
Se caracteriza por el uso de colores puros sin mezclar («todo color es relativo a los colores que le
rodean»), el hecho de no ocultar la pincelada, y por supuesto darle protagonismo ante todo a la
luz y el color. De esta manera las formas se diluyen imprecisas dependiendo de la luz a la que
están sometidas, y una misma forma cambia dependiendo de la luz arrojada sobre ellas, dando
lugar a una pintura totalmente distinta.
Por ello, y a partir de los paisajistas de la escuela de Barbizon, los impresionistas se centraron en
la pintura al aire libre, buscando plasmar el cambio de la luminosidad, el instante.
4. POSTIMPRESIONISMO
El postimpresionismo es una palabra artificial, lógicamente. Se acuñó a posteriori, cuando los
artistas postimpresionistas estaba ya muertos. Ningún postimpresionista era consciente de estar en
el postimpresionismo.
Sin embargo hoy podemos agrupar a un cierto número de artistas que trabajaron después del
impresionismo, reaccionando contra él en muchos aspectos, y que reunen las siguientes
características:
1. Asentaron las bases del arte moderno.
2. Por lo general no fueron apreciados en vida.
3. Una vez muertos fueron considerados clásicos intocables.
4. Sus pinturas son hoy las más caras de la historia.
5. Estilísticamente no hay un rasgo definitorio que una a estos autores, pero en general todos los
postimpresionistas utilizaron colores vivos, pinceladas poco discretas y unas temáticas basadas
en la vida real.
Todos ellos intentaron también dar un paso más en cuanto emoción y expresión a la pintura y
todos presentaron una visión particular de la naturaleza… una visión subjetiva del mundo.
El término postimpresionismo nace en 1910, cuando se hace una exposición en Londres
coimisariada por el crítico Roger Fry llamada precisamente así para unificar un poco la muestra de
cuadros de Van Gogh, Gauguin, Seurat y Cezanne.de Van Gogh surgió el expresionismo, de
Gauguin el primitivismo, de Cezanne el cubismo y de Seurat el fauvismo.
La exposición fue un desastre, un fracaso de crítica y público. Sin embargo, seguimos usando el
término postimpresionismo para referirnos a este «estilo» de los años 80–90 del siglo XIX.
6. NEOIMPRESIONISMO
Neoimpresionismo es el nombre que recibieron dos movimientos pictóricos franceses de fines
del siglo XIX: el puntillismo y el divisionismo. Los artistas neoimpresionistas pretendían dar a la
pintura un enfoque científico al aplicar teorías de la óptica y la matemática en la composición y
realización de sus obras.
El nombre del movimiento lo estableció el crítico Félix Fénéon, teórico y difusor de los principios
del neoimpresionismo, quien consideró esta propuesta como una renovación del impresionismo.
7. Van Gogh – Campo de Trigo con Cuervos (1890)
"La noche estrellada" Vincent van Gogh
Paul Gauguin – Mujeres Tahitianas (1891)
8. Antecedentes del neoimpresionismo
Los artistas que desarrollaron las técnicas del neoimpresionismo tuvieron diversas influencias:
● Las teorías científicas sobre los colores del químico Michel-Eugène Chevreul.
● Las experiencias de los efectos de la luz sobre la superficie de los objetos en la
pintura, realizadas por los artistas del impresionismo.
● Las teorías estéticas del matemático Charles Henry, quien en 1885 publicó
Introducción a una Estética Científica. Este investigador sostenía que las líneas y los
colores podían generar emociones en el espectador.
● El pensamiento cientificista y positivista que imperaba en la sociedad europea a
finales del siglo XIX.
9. Las principales características
Las principales características del neoimpresionismo fueron las siguientes:
Se dio el nombre de neoimpresionismo en términos generales a dos enfoques similares: el divisionismo, propuesto por Seurat, que
ponía su eje sobre la división de los colores, y el puntillismo, utilizado por Paul Signac, el cual hacía énfasis en la técnica de la
pintura mediante puntos.
Un enfoque sistemático y científico de la pintura. De acuerdo con las teorías científicas vigentes en el momento, su fundador fue
George Seurat, quien sostenía que colocando los colores primarios uno al lado del otro sobre la tela, se formaba en la retina del
espectador el color secundario correspondiente. Por ejemplo, un punto azul colocado junto a uno amarillo, forma en la retina del
espectador el color verde.
Se consideraba que el artista debía usar solo puntos de colores primarios para conseguir plasmar en la tela toda la paleta de colores
de la luz. Además, todos los puntos debían tener un tamaño uniforme y estar en relación con el tamaño final del cuadro. En algunos
casos, la pintura continuaba por el marco.
Los artistas consideraban que se podía provocar estados ánimo y emociones mediante el uso de determinadas líneas y colores.
El neoimpresionismo dejó de lado la construcción de volúmenes a través del claroscuro y el uso de la perspectiva tradicional para
construir el espacio del cuadro. Como resultado, las obras neoimpresionistas tienen un aspecto algo plano y un poco artificiales.
La duración de este movimiento fue muy breve, aunque su concepción del color tuvo influencia en movimientos posteriores, por
ejemplo en el fauvismo.
10. George Seurat, Una tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte, 1884-1886, óleo sobre tela, 207,6 × 308 cm, Instituto de Arte de
Chicago.