La oxigenoterapia se utiliza para tratar o prevenir la hipoxia y la hipoxemia, administrando oxígeno en concentraciones mayores a las del aire ambiente. Se indica para pacientes con una presión parcial de oxígeno en sangre menor a 60 mmHg o una saturación menor al 90%. Existen sistemas de bajo y alto flujo para suministrar oxígeno de forma segura y efectiva.