El documento resume la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María, celebrada el 19 de marzo. Incluye las lecturas que contemplan la promesa de Dios y la fe en la llegada del Mesías, así como la presentación de ofrendas de pan, fruta y flores para ofrecer nuestras vidas a Dios, al igual que San José ofrendó la suya. Concluye invitando a los fieles a acercarse a recibir a Jesús en la Eucaristía, como San José lo tuvo en su hogar, y a seguir el ej

1. Moniciones Solemnidad de San José,
esposo de la Virgen María
19 de marzo
Monición de entrada
Queridos hermanos, con mucho gozo nos reunimos hoy, como una sola familia, para
celebrar la Solemnidad de San José, esposo de la Santísima Virgen María, y padre adoptivo
de Jesús.
Dispongamos todo nuestro ser para celebrar dignamente esta gran fiesta, y aprender de las
virtudes de este gran hombre, que tiene mucho que enseñarnos, especialmente a los padres
de familia. Entonemos el canto de entrada.
Monición única para todas las lecturas
Siguiendo el escrito del diario de san José dice:
Se deslizaban tranquilos los días de José, ocupado en las faenas de modesto carpintero; y
aunque descendiente de David y con derecho al trono, que un usurpador poseía, no se valió
de la intriga ni de ninguna mala arma para recuperarlo; adoraba sí la bondad y la Providencia
de Divina, en cuya mano paternal descubría los sucesos de la vida y vivía tranquilo en su
humilde posición.
Las lecturas contemplan dos cosas importantes, la promesa permanente de Dios y la fe que
asegura la promesa. Y es que para el pueblo judío la llegada del mesías era una promesa
permanente que Dios había hecho a la estirpe de David.
Presentación de las Ofrendas
Así como San José ofrendó su vida a Dios, ahora nosotros, con el Pan y el Vino,
ofrezcamos nuestras vidas al Señor, para que se haga en nosotros su voluntad.
Pan: Presentamos al Señor pan, fruto de nuestro trabajo, con ella le damos gracias al Señor
por darnos lo que necesitamos en nuestra vida cotidiana.
Fruta: Con la fruta te presentamos nuestra vida, para que la guíes y seamos signo de vida
en el mundo en que vivimos.
Flores: Con las flores queremos ofrecerte, Señor, nuestro deseo de permanecer llenos de
vida y alegres para animar y ser testigos de tu amor a los demás.

2. Comunión
Ahora tenemos la oportunidad de sentir cerca a Jesús, como San José lo tuvo en su hogar de
Nazareth. Acerquémonos a recibirle en nuestros corazones.
Final
San José supo comprender fielmente su misión: El cuidado de los tesoros más valiosos de la
humanidad, Jesús y María. Con el regocijo de haber compartido la Eucaristía en esta
solemnidad de San José nos vamos alegres con las palabras del papa Pío IX dijera a todos los
fieles de la iglesia, “Id a José”