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Oré-Acevedo JF, La Torre-Caballero LM, Urteaga- Quiroga R. Quiste del conducto tirogloso: experiencia en el Instituto Nacional de Salud del Niño,
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Vintimilla Y, Patiño M, Inga P, García G. Caso Clíni- co: Quiste Tirogloso, Cirugía de Sistrunk. Rev Med HJCA 2019; RevMed HJCA 2019; 11(2): 149 - 153. DOI:
http://dx.doi.org/10.14410/2019.11.2.cc.24
22. •
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
23. •
González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
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González Gómez, J., Rodríguez Fernández, Y., Ledo de la Luz, A., & Naranjo Amaro, A. (2019). Técnica quirúrgica del quiste tirogloso. Revista Cubana de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello, 3(1). Recuperado de https://revotorrino.sld.cu/index.php/otl/article/view/79/143
30. INFECCIÓN DE HERIDA
OPERATORIA
• RECIDIVA
• PERFORACION DE
MEMBRANA TIROHIOIDEA
• HEMATOMA
•Cieri, Patricio, Udaquiola, Julia E, Calello, Santiago E, & Libero, Daniel H. (2016). Experiencia en el manejo de la patología del
conducto tirogloso: serie de casos. Archivos argentinos de pediatría, 114(5), e310-e313. https://dx.doi.org/10.5546/aap.2016.e310
Los quistes y fístulas del conducto tirogloso constitu- yen una afección congénita proveniente de la persisten- cia de restos embriológicos en el trayecto de migración de la glándula tiroides, el cual inicia su formación durante la tercera semana de vida intrauterina desde una evagina- cion del endodermo, en la región del agujero ciego del suelo faríngeo, en la base de la lengua, y a medida que la glándula se desarrolla, desciende hasta su localización anatómica definitiva en la cara anterior del cuello en la séptima semana (1-3). Esta estructura tubular tapizada por epitelio, denominada conducto tirogloso de His o Bochdaleck, se oblitera y se re absorbe entre la séptima- octava semana de vida intrauterina; cuando esto no suce- de o se realiza parcialmente, o cuando por motivos desco- nocidos las células indiferenciadas de su tercio medio se diferencian e inician una actividad secretora, aparecen los quistes del conducto tirogloso (1-4).
Los quistes y fístulas del conducto tirogloso constitu- yen una afección congénita proveniente de la persisten- cia de restos embriológicos en el trayecto de migración de la glándula tiroides, el cual inicia su formación durante la tercera semana de vida intrauterina desde una evagina- cion del endodermo, en la región del agujero ciego del suelo faríngeo, en la base de la lengua, y a medida que la glándula se desarrolla, desciende hasta su localización anatómica definitiva en la cara anterior del cuello en la séptima semana (1-3). Esta estructura tubular tapizada por epitelio, denominada conducto tirogloso de His o Bochdaleck, se oblitera y se re absorbe entre la séptima- octava semana de vida intrauterina; cuando esto no suce- de o se realiza parcialmente, o cuando por motivos desco- nocidos las células indiferenciadas de su tercio medio se diferencian e inician una actividad secretora, aparecen los quistes del conducto tirogloso (1-4).
Los quistes y fístulas del conducto tirogloso constitu- yen una afección congénita proveniente de la persisten- cia de restos embriológicos en el trayecto de migración de la glándula tiroides, el cual inicia su formación durante la tercera semana de vida intrauterina desde una evagina- cion del endodermo, en la región del agujero ciego del suelo faríngeo, en la base de la lengua, y a medida que la glándula se desarrolla, desciende hasta su localización anatómica definitiva en la cara anterior del cuello en la séptima semana (1-3). Esta estructura tubular tapizada por epitelio, denominada conducto tirogloso de His o Bochdaleck, se oblitera y se re absorbe entre la séptima- octava semana de vida intrauterina; cuando esto no suce- de o se realiza parcialmente, o cuando por motivos desco- nocidos las células indiferenciadas de su tercio medio se diferencian e inician una actividad secretora, aparecen los quistes del conducto tirogloso (1-4).
Los quistes y fístulas del conducto tirogloso constitu- yen una afección congénita proveniente de la persisten- cia de restos embriológicos en el trayecto de migración de la glándula tiroides, el cual inicia su formación durante la tercera semana de vida intrauterina desde una evagina- cion del endodermo, en la región del agujero ciego del suelo faríngeo, en la base de la lengua, y a medida que la glándula se desarrolla, desciende hasta su localización anatómica definitiva en la cara anterior del cuello en la séptima semana (1-3). Esta estructura tubular tapizada por epitelio, denominada conducto tirogloso de His o Bochdaleck, se oblitera y se re absorbe entre la séptima- octava semana de vida intrauterina; cuando esto no suce- de o se realiza parcialmente, o cuando por motivos desco- nocidos las células indiferenciadas de su tercio medio se diferencian e inician una actividad secretora, aparecen los quistes del conducto tirogloso (1-4).
Los quistes y fístulas del conducto tirogloso constitu- yen una afección congénita proveniente de la persisten- cia de restos embriológicos en el trayecto de migración de la glándula tiroides, el cual inicia su formación durante la tercera semana de vida intrauterina desde una evagina- cion del endodermo, en la región del agujero ciego del suelo faríngeo, en la base de la lengua, y a medida que la glándula se desarrolla, desciende hasta su localización anatómica definitiva en la cara anterior del cuello en la séptima semana (1-3). Esta estructura tubular tapizada por epitelio, denominada conducto tirogloso de His o Bochdaleck, se oblitera y se re absorbe entre la séptima- octava semana de vida intrauterina; cuando esto no suce- de o se realiza parcialmente, o cuando por motivos desco- nocidos las células indiferenciadas de su tercio medio se diferencian e inician una actividad secretora, aparecen los quistes del conducto tirogloso (1-4).
magen 9. Corte Histológico de quiste tirogloso: imagen quística rodeada de epitelio tipo respiratorio, rodeado por una pared fibrosa y muscular, en la periferia escasas células inflamatorias con predominio de linfocitos.
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)
Sistrunk preconizó la técnica en 1920, la cual se mantiene bien codificada en la actualidad.(6,7) La operación se realiza bajo anestesia general, la posición del paciente es la misma que para la tiroidectomía, paciente en decúbito supino con hiperextensión del cuello, mediante el auxilio de un calzo debajo de los hombros.
Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del espacio preepiglótico y la base de la lengua (Fig. 1).(8,9)