El autor estaba regando el jardín de su madre cuando recibió un mensaje de un amigo con un enlace a una canción. Al escuchar la canción "Ausencia Sentimental" cantada por nueve voces, el autor comenzó a llorar al sentirse identificado con la letra y extrañar a su madre en otro país durante la cuarentena. Además, extraña las celebraciones del festival vallenato del año pasado y desea volver a compartir con sus seres queridos. El autor concluye que a veces es bueno desahogarse y expresar los sentimientos
1. LLORANDO MI AUSENCIASENTIMENTAL
Allí estaba yo, con la manguera en mi mano, regando el jardín que mi mamá tiene en el patio
de su casa cuando entra un mensaje a mi celular; era un recordatorio que me enviaba un
amigo, a quien le había pedido que me escribiera a eso de las 7:30 pm. Junto con aquel
mensaje me hacía llegar un enlace a youtube de un nuevo vídeo; la canción Ausencia
Sentimental cantada a 9 voces (https://www.youtube.com/watch?v=8s_DOJczUUQ).
Ya había visto algo de publicidad en redes sociales, pero en aquel momento había hecho
caso omiso aquel anuncio. Esta vez me dejé llevar por la curiosidad y di clic en el enlace
para dejar rodar el vídeo.
Suena una entrada monumental en guitarra que ya comenzaba a hacerme evocar, me atrapa
aquel hermoso canto que entonaba Peter con ese dejo sentimental. Entran las notas de un
joven acordeonero, a quien no distinguía; no lograba identificarlo en la pantalla de mi teléfono,
solo como a mitad del vídeo logré ver al fondo un cuadro con una corona que decía Orangel
Maestre Socarrás. Allí entendí que no era ningún joven, sino un Señor ‘acordeoneraso’
rejuvenecido.
Voz tras voz arrugaban mi corazón, sincronizando mis ojos con aquellas hermosas
entonaciones. No había terminado de cantar Elder Dayan el verso “el gusto de mi mamá”,
cuando una palpitación irregular y mis ojos querían hacerme creer que aquellas gotas que
bajaban por mi rostro, eran del sudor de las altas temperaturas que a esa hora perturbaban
al Valle.
Un vacío se apoderaba de mí, no lograba parar de llorar. Tal vez se asemejaba a la misma
ausencia sentimental que inspiró al maestro Rafael Manjarrez o quizás mis sentimientos iban
más allá de evocar un simple festival vallenato, no lo sé. Eran muchos sentimientos
encontrados; por un lado, todo lo que representa esta fecha para los que vivimos en
Valledupar, para los que amamos al festival; por otro lado el dejar de compartir con personas
que queremos y a quienes muchas veces vemos de año en año; quizás el sufrimiento por el
encierro en que estamos viviendo o lo que estaba tomando más fuerza en mí en ese
momento, el estar separado de mi madre, por que la cuarentena la había agarrado en los
Estados Unidos. A lo mejor simplemente reflejaba la impotencia por querer ayudar en algo y
no lograr hacer mucho. Lo único cierto es que fueron muchos sentimientos encontrados
revoloteando en mí.
Que triste esta situación. Hace un año parrandeábamos de lo lindo y hoy estamos aquí
encerrados, con ganas de volver a brindar, como dice la versión vallenata que acaba de
grabar Jean K Ortiz, de la canción “Volveremos a brindar” de Lucía Gil
(https://www.youtube.com/watch?v=xeEavYxWrcE), que hoy por hoy nos ha servido de
consuelo en esta cuarentena.
Uno se las quiere tirar de muy hombrecito, pero la verdad es que a veces es bueno llorar; eso
alivia el alma y en estos momentos de encierro, en que todos vivimos nuestra ausencia
sentimental; lo reconozcamos o no, una buena terapia es desahogarse como lo estoy
haciendo yo aquí para que el sentimiento no se me atragante y me termine desahuciando por
no ser capaz de expresar aquello que me carcome por dentro.