El documento habla sobre el pecado y el sacramento de la confesión. Explica que la confesión fue instituida por Jesucristo para perdonar los pecados, y no fue inventada por los sacerdotes. También describe lo que es el pecado, las tentaciones que llevan al pecado, y la importancia de confesarse para recuperar la gracia de Dios y alcanzar la felicidad.
1. nn. 53-56 El pecado
colaboración de
Fabián Ramírez
“Para Salvarte”
P. Jorge Loring
2. LA GRACIA DE DIOS SE RECOBRA
ARREPINTIÉNDOSE DE LOS PECADOS
Y CONFESÁNDOSE.
En el sacramento de la penitencia se
perdonan todos los pecados cometidos
después del bautismo.
CONFESARSE ES DECIRLE CON
ARREPENTIMIENTO AL CONFESOR,
TODOS LOS PECADOS COMETIDOS
DESDE LA ULTIMA CONFESION BIEN
HECHA.
3. La confesión es una manifestación
externa del arrepentimiento de nuestros
pecados y de nuestra reconciliación con la
Iglesia.
Para un cristiano el sacramento de la
penitencia es el único modo ordinario de
obtener el perdón de sus pecados graves
cometidos después del bautismo
EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN
FUE INSTITUIDO POR JESUCRISTO
Quizás hayas oído alguna vez de labios
indocumentados: «la confesión es un
invento de los curas». Esto es falso.
4. Se conoce el inventor de la imprenta
(Guttemberg); del termómetro de mercurio
(Fahrenheit); del pararrayos (Franklin); de la
pila eléctrica (Volta); del teléfono (Bell); de la
radio (Marconi); del submarino (Peral); de la
penicilina (Fleming); etc. etc.
Ahora bien, qué «cura» inventó la confesión».
No se puede saber porque no ha existido y si la
hubiera inventado un hombre, no la hubiera
inventado gratis.
Porque es inconcebible que un hombre invente
una cosa tan desagradable para el sacerdote -
que tiene que estar encajonado horas y horas
oyendo siempre lo mismo-, tan perjudicial para
5. la salud, tan fácil de contagiarse de
enfermedades, etc., etc., y todo esto sin cobrar
un céntimo.
Lo normal es que quien hace un servicio lo
cobre.
El sacramento de la confesión fue instituido por
Jesucristo cuando se apareció a sus Apóstoles
reunidos en el cenáculo y les dio facultad para
perdonar los pecados, diciéndoles: «A quienes
perdonéis los pecados, les serán perdonados; y
a quienes se los retengáis, les serán
retenidos».
6. Por estas palabras de Cristo se comunicó
a los Apóstoles y a sus legítimos
sucesores la potestad de perdonar y
retener los pecados .
Cristo instituyó los sacramentos para que
la Iglesia los administrase hasta el final de
los tiempos.
Es esencial la presencia real de confesor
y penitente, por lo tanto es inválida la
confesión por carta, teléfono, radio o
televisión pues además de no existir
presencia real, pone en peligro el secreto
sacramental.
7. Pecado es toda acción u omisión
voluntaria contra la ley de Dios, que
consiste en decir, hacer, pensar o desear
algo contra los mandamientos de la ley de
Dios o de la iglesia, o faltar al
cumplimiento del propio deber y a las
obligaciones particulares.
«En sus juicios acerca de valores morales,
el hombre no puede proceder según su
personal arbitrio. En lo más profundo de
su conciencia descubre el hombre la
existencia de una ley que él no se dicta a
sí mismo, pero a la cual debe obedecer...
8. Tiene una ley escrita por Dios en su
corazón, en cuya obediencia consiste la
dignidad humana y por la cual será
juzgado personalmente».
El bofetón de su niñito no le hace daño a
una madre, pero sí le da pena.
Ella prefiere un cariñoso beso.
Es cuestión de amor.
El pecado no afecta a la naturaleza divina,
que es inmutable; pero sí afecta al
Corazón del Padre que se ve rechazado
por el hijo a quien Él tanto ama .
9. Si el pecado no ofendiera a Dios sería
porque Dios no nos quiere.
Si Dios nos ama, es lógico que le duela mi
falta de amor.
Lo mismo que le agradaría mi amor, le
desagrada mi desprecio:
La inmutabilidad de Dios no significa
indiferencia.
La inmutabilidad se refiere a la esfera
ontológica, pero no a la afectiva.
Dios no es un peñasco: es un corazón.
10. El Dios del evangelio es Padre.
La Filosofía no puede cambiar la
Revelación.
El pecado es ante todo ofensa a Dios
El pecado está en la no aceptación de la
voluntad de Dios, más que en la
trasgresión material de la ley. Por eso,
puede haber pecado sin trasgresión
material de la ley si existe el NO a Dios en
la intención; mientras que puede haber
trasgresión de la ley sin pecado, si no se
ha dado el NO a Dios voluntariamente.
11. Hay, además otros pecados de omisión :
los pecados cometidos por los que no
hicieron ningún mal..., más que el mal de
no atreverse a hacer el bien, que estaba a
su alcance .
Jesucristo condena al infierno a los que
dejaron de hacer el bien a veces hay
obligación de hacer el bien, y el no hacerlo
es pecado de omisión.
Las cosas que principalmente nos incitan
y tientan a pecar son:
el mundo (criterios relajados, costumbres
corruptoras, ambientes pervertidos) con
sus atractivos, que tienen fuerza
12. seductora para los incautos que se dejan
llevar por él; el demonio con sus
tentaciones; y la carne con sus
inclinaciones al pecado.
Muchas veces el demonio se vale de los
mismos hombres para hacernos pecar.
Unas veces con su mal ejemplo.
Otras, también con sus palabras.
No podemos vencer las tentaciones
nosotros solos; pero tenemos la ayuda de
Dios, su gracia, que la tenemos a nuestra
disposición si la buscamos con la oración
y los sacramentos.
13. La felicidad es un don de Dios, y es
imposible lograrlo de espaldas a Él.
Por eso, es frecuente que el pecador sea
en el fondo una persona triste, aburrida,
cansada, todo le fastidia, nada le
ilusiona...
En cambio, después de hacer una buena
confesión, verdad que se siente un alivio y
un consuelo especial.
La felicidad de la tranquilidad de
conciencia no puede compararse a la
amargura que deja detrás de sí el pecado.
14. El pecado es el peor de los males .
Peor que la misma muerte, que sólo es un
mal si nos sorprende en pecado.
La muerte en paz con Dios es el paso a
una eternidad feliz.
Todos los demás males se acaban con
esta vida.
Sólo el pecado atormenta en la otra.
Jesús , al condenar el pecado, quería
hacer una llamada a la dignidad del
hombre.
15. El hombre, por el pecado, además de
rechazar a Dios se hace esclavo de las
cosas que valen menos que él.
Hay personas que han perdido el sentido
del pecado y rechazan la doctrina de la
Iglesia cuando señala que una cosa es
pecado.
Dicen: Yo no veo que eso sea pecado;
además lo hace todo el mundo .
Eso no prueba nada.
Las cosas no se convierten en buenas por
ser frecuentes: drogas, terrorismo,
violaciones, etc.
16. Además la opinión de la mayoría no
cambia la realidad observada por un
entendido.
La moral no puede cambiar con las modas
de cada época.
Dice San Juan Crisóstomo:
Cuando te veo vivir de modo contrario a
la razón, cómo te llamaré, hombre o
bestia» - Cuando te veo arrebatar las
cosas de los demás, cómo te llamaré,
hombre o lobo» - Cuando te veo engañar
a los demás, cómo te llamaré, hombre o
serpiente» - Cuando te veo obrar
neciamente, cómo te llamaré, hombre o
17. asno» - Cuando te veo sumergido en la
lujuria, cómo te llamaré, hombre o
puerco» - Peor todavía. Porque cada
bestia tiene un solo vicio: el lobo es
ladrón, la serpiente mentirosa, el puerco
sucio; pero el hombre puede reunir los
vicios de todos los brutos.
la Autoridad de la Iglesia, que es objetiva
e independiente, señala lo que es bueno o
malo.